Constitución Subjetiva
Constitución Subjetiva
Constitución Subjetiva
Constitucin
Subjetiva
Ricardo Rodulfo, pg. 3 | Esteban Levin, pg. 18
Elsa Coriat, pg. 24 | Norma Bruner, pg. 30
Silvia Tomas, pg. 38 | Ariel Pernicone, pg. 42
Aurora Favre, pg. 48
Crepsculos
por Mario Puj, pg. 60
Formas de autismo (Segunda parte)
por Osvaldo F. Meira, pg. 62
Acerca de una Emet del texto
Transmisin y Talmud: el Lacan
judo [XXIV]
por Silvia Nora Lef, pg. 64
DOSSIER MARTIN HEIDEGGER
Lo Sagrado: (in)vocacin y peligro
por Ricardo lvarez, pg. 65
www.imagoagenda.com
LETRA VIVA LIBROS | Av. Coronel Daz 1837 | Ecuador 618 | Buenos Aires, Argentina | Telefax 4825-9034 | www.imagoagenda.com
STAFF Y PRODUCCIN
Constitucin subjetiva
Director - Propietario:
Raimundo A. Salgado
Director ejecutivo: Leandro Salgado
Coord. de contenidos: Alberto Santiere
Coord. de contenidos Web: Eugenia Etcheverry
Publicidad: Mariana Coto
Diseos de publicidad: Cecilia Zugasti
Colaboracin: Leonardo Bacarin
Correccin: Patricia Yohai
Presentacin
Impreso en Argentina.
I.S.S.N.: 1515-3398.
Constitucin subjetiva
Las reseas que acompaan las publicaciones aqu destacadas fueron extractadas de
las mismas con el fin de brindar un mejor conocimiento del material propuesto y facilitar
su difusin. Declinamos, en consecuencia,
toda responsabilidad sobre las opiniones
vertidas. De la misma manera, el contenido
de artculos, dossiers y publicidades es responsabilidad exclusiva de los respectivos
autores, compiladores y/o anunciantes.
Suscrbase a
Imago Agenda
y reciba todo el ao
su ejemplar
en la comodidad
de su hogar
o su consultorio.
Ms informacin
telefnicamente al
4825-9034
Tapa y contenido: Letra Viva, Librera y Editorial, 2011.
Separacin y prdida
Escribe
Ricardo Rodulfo
[email protected]
LETRA VIVA LIBROS | Av. Coronel Daz 1837 | Ecuador 618 | Buenos Aires, Argentina | Telefax 4825-9034 | www.imagoagenda.com
che y moche). Y no hay caso, hasta dando el beneficio de la duda, nunca ha logrado sentirlo
as. Ni un poquito. En otras palabras: sencillamente est contenta de terminar; entusiasmada
con ello y con lo abierto indeterminado que se le viene. Cosa que nadie puede aceptar.
Tampoco lo acepta sin esfuerzo un analista promedio o un psiclogo clnico vagamente
marcado por lo psicoanaltico. Se sentiran perdidos si no asociaran al hecho y a ese pasaje angustia, depresin, vivencias de prdida, trabajos necesarios de duelo. Los adolescentes
en particular, muy, y los nios suelen ser las vctimas favoritas de estas atribuciones a priori
impuestas por un saber hegemnico, constantemente se los sumerge a viva fuerza en duelos de los que nada quieren saber porque no los sienten en absoluto. Y el psicoanlisis, que
empez sus das guindose por lo que el paciente asociaba, hace rato que ya sabe y puede
prescindir de ese trmite.
Pero la leccin que nos ofrece el material de la joven paciente es para aprovechar, pues
nos da a pensar hasta qu punto la no introduccin de la alegra en la teorizacin en todos
los planos que se quiera, tambin en la falta de alegra para pensar los analistas, inclinados
a la obediencia distorsiona las escenas y retratos que se reconstruyen en el trabajo de todos los das: la ansiedad, la angustia, la culpa, invaden irrestrictamente todo. De hacerles
caso, no entenderamos como una persona se re, salvo que hagamos de ese acto una defensa contra lo que ciertamente se suele escuchar con frecuencia. Dificultad extrema para
aceptar y conceptualizar una articulacin entre separacin y alegra, la separacin muchas
veces como una experiencia de la vivencia de la alegra y la alegra como motor impulsor de
tantos procesos de separacin. En el pensamiento de Winnicott, sin llegar a desplegarlo por
completo, este movimiento se insina claramente cada vez que el autor insiste en que regularmente los chicos van a mayor velocidad que sus padres en lo que concierne a crecimiento y separacin, al crecimiento como separacin, implicando separacin. Por su parte, Jessica Benjamin establece muy lcidamente, al igual que Daniel Stern, que la separacin no
necesariamente es el fin de una relacin sino el indicador de un cambio en la modalidad de
ella, contribuyendo as a terminar con la confusin. En cambio, no parece que los seguidores de Lacan hayan aprovechado la manera en que su maestro trabaj el trmino en su ponencia de Bonneval y la tratan como si no supieran articularla al vnculo que dicha separacin contribuye a sostener y hacer prosperar todo por el lugar comn de enseguida precipitarse a los procesos de duelo. Sin duda, la categora, de inspiracin tan abiertamente metafsica, de objeto perdido, de hacer resueltamente del objeto un objeto ontolgicamente perdido es responsable de ello, salvo que alguien pudiera ser ms sutil y conjugar y compatibilizar la posibilidad de la alegra de la separacin con ese registro de una prdida no experimentada en lo emprico como tal. Pero no es el caso o lo es solo en declaraciones que luego
no son acompaadas por polticas de intervencin clnica concretas.
Entonces, a fin de poner remedio a tanta confusin y no discriminacin, es necesario proceder a algunas puntuaciones en s bien sencillas, pero que tengan efectos y alcance diferencial.
En los procesos de separacin, en principio, no se pierde nada ni es una prdida lo que est
en juego; ms bien, y a menudo, todo lo contrario, un paso de crecimiento (en un sentido
existencial antes que evolutivista). Suele presidirlos y regularlos un deseo. Por cierto, esto
no implica que no puedan doler y acarrear ansiedades multiformes, pero no est en juego en
ellos una prdida como tal. Por lo tanto, en principio, no tienen nada que ver con el duelo y
sus trabajos. Regularmente los encontramos ritmados por estados de ambivalencia afectiva.
Un paciente cercano a los treinta aos, profesional, en el que lentamente se ha ido incubando,
no sin la ayuda de su anlisis, un deseo de viaje sobredeterminado (desde el costado de sus
ambiciones profesionales hasta en lo que hace a su posicin en el mito familiar, pasando por
un antiguo deseo de viaje que ciertas inhibiciones bloquearon en su adolescencia tarda),
encara por fin integrar ste en el plano de lo que Freud bien llam accin especfica y realizarlo
en la realidad, sacndolo de sus escenarios en la fantasa. Finalmente la suerte lo acompaa
y consigue un puesto de trabajo en un pas europeo, aquel en el que de entrada su deseo se
orientaba. Tras el estupor inicial incredulidad porque un deseo tan postergado se demuestre
tan posible y de un breve regocijo, lo acomete una fluctuacin que pendula largamente
desde el entusiasmo, la expectativa de aventura, la curiosidad por lo desconocido hacia el
susto, el miedo a fracasar rotundamente, a no saber arreglrselas solo si su novia no puede
acudir enseguida al salvataje, cierto vago sentimiento de culpa por alejarse an ms de su
familia Nada de esto alcanza la dimensin de la prdida, es un conflicto desatado por la
concrecin de un deseo previamente decretado como imposible por la represin. Separarse
es un esfuerzo, un trabajo, qu duda cabe, pero otro que el de duelo; fundamentalmente
es un trabajo del deseo, una categora que quizs no estara de ms inaugurar, junto a la
de sueo y de duelo y a los trabajos del analista. Toda separacin implica un trabajo del
deseo, cuya realizacin nunca es simple y lineal por mltiples razones. Lo que moviliza es
del orden de lo que Aulagnier bautiz como proyecto anticipatorio, tambin tarea desde el
punto de vista del ego historiador al que ella se refiere, asignando as un trabajo especfico,
otro ms, a esta instancia psquica. Hace tambin al modo tan singular en (Cont. en pg. 16)
LETRA VIVA LIBROS | Av. Coronel Daz 1837 | Ecuador 618 | Buenos Aires, Argentina | Telefax 4825-9034 | www.imagoagenda.com
Teora psicoanaltica
Alicia Hartmann, Letra Viva, 2011, 186 pg. / $ 62.Tratado psicoanaltico de la locura podramos subtitular este
libro de Alicia Hartmann. Libro esperado y necesario por
las tremendas controversias
que provoca en psicoanlisis
y sus vecindades psi el trmino locura.
Hartmann retoma esas controversias, recorre los laberintos que las formulaciones paradojales sobre la locura se plantearon y obtiene de eso un plus
que despeja el camino hacia la
formulacin de la locura ubicada, sin ambages, del lado de la
neurosis desde lo fenomnico,
lo estructural y lo nodal. Relaciona a la locura con la transferencia neurtica y plantea con
agudeza la direccin de la cura
en la locura.
jo) y el de la ltima (el sinthome), lo que le permite proponer que, la eficacia del anlisis
en la locura, es inventar un
nuevo imaginario. Ms an,
da cuenta de qu trata ese nuevo imaginario y las tretas de la
transferencia para lidiar con
l desde lo simblico y desde lo real. []
Marta Gerez Ambertn
Asistencia
Supervisin
Tel. 4775-8038
Cel. 15-5906-3320
e-mail: [email protected]
LETRA VIVA LIBROS | Av. Coronel Daz 1837 | Ecuador 618 | Buenos Aires, Argentina | Telefax 4825-9034 | www.imagoagenda.com
Psicoanlisis y filosofa
Documento de trabajo
Perspectivas
A pesar de no esperar
demasiado de la filosofa, Lacan descubri
en Heidegger una resonancia muy potente
para orientar su propio pensamiento. La
renovacin de la ontologa que significa
la analtica del Dasein
en El ser y el tiempo,
la formulacin de la pregunta
por la palabra del ser a partir
de Aportes a la Filosofa (Acerca
del evento) y el cuestionamiento
a la postura humanista del existencialismo, trazaron un camino muy seguro hacia ese vaco
central del sujeto llamado por
Freud: Kern unseres Wesens, ncleo de nuestro ser. Sera muy
osado decir que a la pregunta
de Heidegger por la verdad del
ser Lacan responde con el reco-
en Episteme
LA INFANCIA DE IVN
(1962, RUSIA)
en Episteme
[email protected] / www.centroepisteme.com.ar
Imago Agenda | N 152 | Agosto 2011| 7
LETRA VIVA LIBROS | Av. Coronel Daz 1837 | Ecuador 618 | Buenos Aires, Argentina | Telefax 4825-9034 | www.imagoagenda.com
Educacin especial
Niez
El nio en anlisis
y las intervencines del analista
Alba Flesler, Paids 2011, 200 pg. /$75.-
LETRA VIVA LIBROS | Av. Coronel Daz 1837 | Ecuador 618 | Buenos Aires, Argentina | Telefax 4825-9034 | www.imagoagenda.com
Psicoanlisis vincular
Salud y Educacin
Familias y parejas
Invencin de enfermedades
necesidad de poner
las nociones de enfermedad entre parntesis, mientras se revisa
cmo se han construido y se siguen los caminos por los que las
personas llegan a su
existencia-sufriente
consigo mismos y los
dems, encontrando
que en esos caminos hubo muchos pedidos desodos, realidades no incluidas ni indagadas
por la urgencia de encontrar
las enfermedades ya protocolizadas, pregonadas e inventadas
como categoras estndar clasificatorias y etiquetadoras.
Del prlogo de Vicente Galli
LETRA VIVA LIBROS | Av. Coronel Daz 1837 | Ecuador 618 | Buenos Aires, Argentina | Telefax 4825-9034 | www.imagoagenda.com
Niez
Ensayo psicoanaltico
Teora psicoanaltica
Fundacin
espacio redes
LETRA VIVA LIBROS | Av. Coronel Daz 1837 | Ecuador 618 | Buenos Aires, Argentina | Telefax 4825-9034 | www.imagoagenda.com
Teora psicoanaltica
Una poca que parece producir ya no de manera excepcional hombres semejantes a aquel
paciente de Freud de principios
del siglo XX cuyos rasgos Miller
supo destacar. El lector decidir si es mucho decir que el concepto de psicosis ordinaria encuentra su primer antecedente
en estas trece clases que Miller
dio entre diciembre de 1987 y
marzo de 1988.
Hemeroteca
Litoral /43
Revista de la cole Lacanienne de Psychanalyse
Litoral es una revista de la cole lacanienne de psychanalyse
producida en Mxico.
Este nmero 43 no es una
excepcin en lo que Litoral se
ha propuesto abordar en cada
publicacin: alcanzar aquellas
manifestaciones que llegan a
problematizar la existencia cotidiana y provocan transformaciones subjetivas.
Esta vez rene ensayos sobre
expresiones plsticas, no acadmicas, que plantean un horizonte an no suficientemente reconocido en Mxico. Hay
en ella artculos psicoanalticos,
literarios y filosficos, pero no
slo esto, sino tambin la transcripcin de una conversacin
con Carlos Monsivis a propsito de Jorge Cuesta. Finalmente,
una obra de teatro sobre Antonin Artaud, de Juan Tovar, considerada una pieza mayor de la
FOBIAS
EN LA
INFANCIA
De la historia biogrfica
de la familia Graf a la
fobia en el discurso del
psicoanlisis
de Mirtha Bentez
y Ariel Pernicone
14 | Imago Agenda | N 152 | Agosto 2011
LETRA VIVA LIBROS | Av. Coronel Daz 1837 | Ecuador 618 | Buenos Aires, Argentina | Telefax 4825-9034 | www.imagoagenda.com
ARTCULOS RECIENTES
Columnas
Entrevistas
Introduccin al psicoanlisis
Colaboraciones
Hospitales
Psicoanlisis Ley
Filosofa
Lecturas
Psicoanlisis y educacin
Literatura
Historia Viva
LETRA VIVA LIBROS | Av. Coronel Daz 1837 | Ecuador 618 | Buenos Aires, Argentina | Telefax 4825-9034 | www.imagoagenda.com
(Viene de pg. 4)
LETRA VIVA LIBROS | Av. Coronel Daz 1837 | Ecuador 618 | Buenos Aires, Argentina | Telefax 4825-9034 | www.imagoagenda.com
www.imagoagenda.com
LETRA VIVA LIBROS | Av. Coronel Daz 1837 | Ecuador 618 | Buenos Aires, Argentina | Telefax 4825-9034 | www.imagoagenda.com
Constitucin subjetiva
Esteban Levin
[email protected]
y viene). Cuando tiene 16 meses, la mam queda embarazada y al nacer la beba, niega su presencia. Se mantiene totalmente indiferente a ella, la ignora por completo. Para Agustn-afirma la mam-la hermana no existe, l est peor desde
que ella naci.
De la estereotipia al susurro del gesto: Cuando Agustn
entra al consultorio junto a sus padres, reproduce las mismas
acciones, se mueve de un lado para el otro por la sala, el escritorio, el balcn, la cocina, el pasillo, el bao, parece no mirar
nada. Toca una pelota, luego un papel, un autito, un mueco
y al instante lo suelta. Se mueve, busca otra cosa, agarra una
pelotita y comienza a balancearse con ella en la mano. Ante
esta actitud, intento frenar el movimiento para relacionarme
con l. Le pido la pelota, le tiro otra, lo llamo, intento compartir ese movimiento alocado pero indiferente gira y sigue caminando o balancendose estereotipadamente. Toca una cosa,
otra, mueve un sonajero, un lpiz, una cuerda y as, sin detenerse contina movindose, aprieta su mano, la tensiona, se
crispa y sigue sin pausa el movimiento.
Frente a esta movilidad annima intento demandarle un
gesto, relacionarme con l, a partir de cada objeto que toca.
Sin embargo, el toque es inconsistente y se pierde en el trajn
de cada movimiento. Al terminar la sesin, muchos juguetes y
cosas del consultorio permanecen desparramados, dispersos.
En esa realidad fragmentada, sin escenario ni escena, terminan las primeras sesiones con Agustn sin encontrar todava el
modo de relacionarme con l.
En esta intensidad e incertidumbre de qu modo constituir
un gesto al estereotipar? Cmo abrir una demanda frente a
tanta fragmentacin? Es posible entrever un dilogo a travs
de la mirada, el rostro, la palabra y la gestualidad?
Durante varias sesiones, deambulando con Agustn, procuro
relacionarme con l y comparto la desazn, el quehacer catico
y la indiferencia que no deja de asediarme. Hasta que en una
sesin, Agustn hace un movimiento para dirigirse a la cocina
y le tomo la mano. Qu linda mano, exclamo con mi voz y la
actitud postural que lo acompaa. La crispacin y tensin parece ceder, el tono baja y parece abrirse. Comienzo entonces
a acariciarle la mano, hablndole, cantndole de este modo:
Hola, hola, hola mano, hola, hola dedos, y a medida que voy
recorriendo los dedos, lentamente voy creando una cancin que
nos cobija y habita pues al mismo tiempo que toco su mano y
Agustn se acomoda a ese toque, soy tocado por l. Ese dilogo sensible y vivaz, se estructura entre toques, que se alejan
del tacto en s mismo para acariciar palabras, imgenes, gestos que en ese instante se producen. Surge lo intocable del toque en la intimidad del encuentro.
Pensemos ese movimiento gestual ya que en ese momento levanto la mirada que acariciaba la mano junto a la tonalidad de
la voz, la meloda y la cancin y me sorprendo con la mirada
y el rostro de Agustn que me mira En ese umbral levanto el
rostro y all estamos, juntos, en ese espacio entre los dos que
se produce en escena: Hola, hola Agustn. Me mira, lo miro.
Hola, hola Esteban, enuncia desde la gestualidad de un rostro que se empieza a abrir a un otro.
Entreveo la postura relacionndose con la escena en el placer de las miradas y la tristeza de una historia que no alcan-
LETRA VIVA LIBROS | Av. Coronel Daz 1837 | Ecuador 618 | Buenos Aires, Argentina | Telefax 4825-9034 | www.imagoagenda.com
en Internet:
www.imagoagenda.com
en Facebook:
/imagoagenda
/letraviva.libros
en Twitter
@letravivalibros
SEMINARIO
Puedes perderme?
LETRA VIVA LIBROS | Av. Coronel Daz 1837 | Ecuador 618 | Buenos Aires, Argentina | Telefax 4825-9034 | www.imagoagenda.com
Constitucin subjetiva
Elsa Coriat
[email protected]
LETRA VIVA LIBROS | Av. Coronel Daz 1837 | Ecuador 618 | Buenos Aires, Argentina | Telefax 4825-9034 | www.imagoagenda.com
ms elegante y literario che vuoi?, retomado por el analista, que Lacan incluye en el tercer tiempo del grafo de Subversin del Sujeto6.
Apenas dos meses despus de haber entrado al estadio del
espejo es decir, alrededor de los ocho meses el beb comienza a enterarse de que tiene una madre, la imagina completa y
todopoderosa y se propone ser, l mismo, exactamente como
ella quiera que sea, para que, a su vez, ella est favorablemente dispuesta a darle lo que l le solicita.
Es el tiempo de formacin del Yo ideal.
El beb le pregunta entonces: Qu me quieres?7, pero all
donde esperaba la respuesta precisa de quien para l era su
orculo, finalmente se termina encontrando con la pregunta
anticipada que ya desde haca mucho se le formulaba a diario:
Beb, qu quers?.
Esa pregunta es el abridor del frasco del deseo8. Adquiere importancia a posteriori del tiempo que nos ocupa que es el tiempo
previo a la entrada en el estadio del espejo pero para que en ese
momento opere con eficacia es decir, para que el beb encuentre como respuesta esa pregunta anticipada la mam tiene que
haberla estado formulando, dirigida a l, desde el comienzo.
En la primera experiencia de satisfaccin, para el beb, la madre sabe cul es el objeto que calmar su malestar antes de que
l mismo sepa qu es lo que quiere. Por eso la madre, cuando
sea reconocida como tal, en un comienzo, ser poseedora de un
saber absoluto y sin tacha; pero si ella (le) pregunta qu quers? implica que hay algo que no sabe, y descubrir este no saber
ser condicin para salir a buscar por su cuenta el objeto objeto que la madre no puede entregar e inaugurar el deseo.
Cuando hay problemas del lado del beb esto puede desbaratar el saber materno y las marcas no pueden colocarse entonces en la serie que normalmente ordena el deseo. Restablecer
ese deseo me refiero al deseo de una madre en relacin a su
hijo es condicin para todo lo que sigue; pero para que resulte
eficaz, si un profesional interviene, no slo deber saber (desde la teora psicoanaltica, por supuesto) de qu manera se origina el sujeto deseante, sino tambin cmo se lee en el cuerpito y en las producciones de un beb (que todava no tiene palabra propia) y de qu manera se le responde (aqu no queda
otra que recurrir a lo que ha sido investigado por otras disciplinas que tambin se ocupan de los primeros tiempos), para
posibilitar que sean los propios padres (segn su propia modalidad de goce y deseo) quienes puedan darle a su beb lectura y respuesta.
________________
Librera psicoanaltica
desde 1967
Av. Coronel Daz 1837 / Ecuador 618
Buenos Aires. Tel. 4825-9034
[email protected]
www.imagoagenda.com
FCPA 1
(1 pg)
LETRA VIVA LIBROS | Av. Coronel Daz 1837 | Ecuador 618 | Buenos Aires, Argentina | Telefax 4825-9034 | www.imagoagenda.com
Constitucin subjetiva
Norma Bruner
[email protected]
a clnica con bebs y nios con problemas en su constitucin subjetiva (y/o desarrollo), nos ensea que: la presencia de los significantes primordiales en el Otro es condicin necesaria, pero no suficiente, para que su inscripcin y
funcionamiento se llegue a producir de manera encarnada y no
annima del lado del nio.
La intervencin psicoanaltica e interdisciplinaria temprana
es eficaz al posibilitar la afirmacin primordial del significante
y sus leyes cuando la inscripcin ha sufrido tropiezos por causa
de condiciones que lo forcluyen, lo resisten, lo detienen, lo imposibilitan o lo inhiben, favoreciendo que el organismo se torne impermeable (cuando no lo es de antemano) a su entrada o
su funcionamiento.
Los bebs y nios (y sus padres) que nos consultan testimonian sobre las dificultades, obstculos, topes y lmites a la inscripcin de los significantes primordiales y sus leyes en sus consecuencias estructurales y clnicas. Esto constituye un fenmeno
clnico a formalizar y un problema conceptual a dilucidar. Los
problemas que se plantean son de orden etiolgico-teraputico-tico, constituyen una teora del deseo y del sujeto, hacen a
la direccin de la cura con el fin de orientar los atravesamientos y caminos necesarios para que el anlisis produzca eficacia
en los tiempos instituyentes y tambin a la tica sobre los fines
y fin del tratamiento analtico en los tiempos de la constitucin
del sujeto en la infancia.
Los significantes primordiales y sus leyes, en su sincrona requieren en la infancia para su inscripcin, de una serie diacrnica, sucesiva y simultnea, de redoblamientos y repeticiones simblicas para que su encadenamiento, encarnadura y anudamiento pueda ser admitido y afirmado del lado del nio.
Mi trabajo clnico y de investigacin desde hace casi ya 25 aos
como psicoanalista y supervisora de equipos e instituciones clnicas que trabajan con bebs y nios con problemas en el desarrollo (los cuales pueden tener o no una base orgnica congnita
u adquirida sobregregada) da cuenta cotidianamente de la importancia que tienen las condiciones, para los actos de apertura de vas y caminos a recorrer en la infancia para el nacimiento del sujeto, la encarnadura de los significantes y de objetos
en el funcionamiento de la funcin del deseo.
Podemos establecer que:
a) Hay condiciones de viabilidad para el viaje y/o viraje del deseo, o de imposibilidad; condiciones de prohibicin y de prescripcin; condiciones de permeabilidad y plasticidad (biolgica y/o de sentido) y /o de resistencia, fijeza y dureza; condiciones de facilitacin o de obstaculizacin para el significante y sus funciones y funcionamiento.
b) Es necesario que durante la infancia se produzcan encuentros
sucesivos, simultneos y sostenidos con el campo del Otro Primordial y los otros significativos, para que se lleguen a realizar del lado del nio, los anudamientos primordiales entre la
estructura del lenguaje y sus leyes, (S) lo real orgnico (R) y
las funciones imaginarias del yo (I) que permitan que el desarrollo y sus instrumentos funcionen de manera encarnada
y acorde a un deseo no annimo.
c) La clnica nos enfrentan con la evidencia de que el deseo de
LETRA VIVA LIBROS | Av. Coronel Daz 1837 | Ecuador 618 | Buenos Aires, Argentina | Telefax 4825-9034 | www.imagoagenda.com
Nota: Parte de las ideas expuestas en este trabajo estn publicadas en:
Duelos en juego. Norma Bruner. 2008. (2da Edicin 2009). Letra Viva.
Buenos Aires.
1. Sigmund Freud. (1914) Introduccin del narcisismo. Obras Completas. Vol. XIV 1984, Amorrortu. Buenos Aires, Pg. 88.
.,
2. Sigmund, Freud (1942) Personajes psicopticos en el escenario. Obras
Completas. Vol. VII, Amorrortu Buenos Aires, 1984 Pg. 278. Frase de
Anzengruber, una de las favoritas de Freud, como surge del texto De
guerra y de muerte.
LETRA VIVA LIBROS | Av. Coronel Daz 1837 | Ecuador 618 | Buenos Aires, Argentina | Telefax 4825-9034 | www.imagoagenda.com
Constitucin subjetiva
Silvia Tomas
[email protected]
LETRA VIVA LIBROS | Av. Coronel Daz 1837 | Ecuador 618 | Buenos Aires, Argentina | Telefax 4825-9034 | www.imagoagenda.com
to de comprender.
Es que al comenzar el juego, empujado por la intervencin
de Freud, Juanito coloca al objeto fbico como un significante,
como algo puesto all en funcin significante y por tanto buscar sacar provecho del tratamiento y del objeto como tal, punto de reparo en el orden simblico.
Bibliografa
Freud, Sigmund. Obras Completas, Anlisis de la fobia de un nio de cinco aos.
Lacan Jaques. Seminario 4, La relacin de Objeto
Dor, Joel. La estructura del sujeto en Introduccin a la lectura de Lacan.
Inauguramos
SUCURSAL ABASTO
LETRA VIVA LIBROS | Av. Coronel Daz 1837 | Ecuador 618 | Buenos Aires, Argentina | Telefax 4825-9034 | www.imagoagenda.com
Constitucin subjetiva
Ariel Pernicone
[email protected]
LETRA VIVA LIBROS | Av. Coronel Daz 1837 | Ecuador 618 | Buenos Aires, Argentina | Telefax 4825-9034 | www.imagoagenda.com
LETRA VIVA LIBROS | Av. Coronel Daz 1837 | Ecuador 618 | Buenos Aires, Argentina | Telefax 4825-9034 | www.imagoagenda.com
De todos modos, estos primeros esbozos de su tesis que expusiera con el ttulo: El estadio del espejo. Teora de un momento
estructurante y gentico de la constitucin de la realidad, concebido en relacin con la experiencia y la doctrina psicoanaltica
fueron preservados gracias a las abundantes y textuales notas
tomadas por Francoise Dolt, en una presentacin previa que
realizara Lacan cuando dio a conocer sus ideas el da 16 de junio de ese ao, en la Sociedad Psicoanaltica de Pars. Como sabemos, Lacan aportara permanentes referencias y diversas revisiones posteriores a su tesis primera y fundacional.
Para mencionar tan solo alguna puntuacin somera diremos
que en lo esencial ese trabajo primero fue dado a conocer en
1938 en su artculo La familia, aparecido en la Encyclopdie
Franaise, pero en lo sustancial su trabajo fue reescrito y presentado el 17 de julio de 1949, para el XVI Congreso Internacional de Psicoanlisis en Zurich, hasta que por ltimo, 30 aos
despus de esa primera conferencia interrumpida de 1936, quedara definitivamente publicado su escrito, tal como ha llegado
a nosotros en Escritos 1 en 1966, constituyndose indefectiblemente en uno de los textos nodales e ineludibles de la doctrina
para todo analista que desee comprender una de las claves decisivas de la formacin del yo.
La clnica y sus azares. El azar de la clnica ha querido que
en el transcurso de estos das, mientras estaba dedicado a escribir este artculo, un nio de apenas 5 aos, con severas fallas en
la estructuracin de su subjetividad , que concurre a mi consultorio desde hace un tiempo, se parara frente al espejo sostenido
por mi escucha, mirara directo a mi rostro, sin evitar la mirada
como hasta ahora lo haba hecho, sonriera al menos un instante afectuosamente y pronunciara algunas palabras aunque fueran balbuceantes, por primera vez casi inteligibles, dentro de su
jerga poco comprensible Constato entonces clnicamente en
acto, quizs por ensima ocasin, a lo largo de estos aos de escuchar nios, la importancia de ese interjuego tan auspicioso y
sorprendente que se da entre el rostro, la mirada, el espejo y la
palabra cuando de su funcin en el advenimiento de la formacin del yo se trata.
Es inevitable en este contexto, pensar cunto valor hemos
inexorablemente de reconocer para la labor analtica y para tantos sujetos con perturbaciones graves, que demandan y anhelan nuestra ayuda, la deuda por haber recibido este aporte genial de autores como Freud, Winnicott y Lacan, que han podido
gestar escritos como los antes referidos, y que han dedicado enteramente sus vidas a pensar las cuestiones atinentes a los avatares de las constitucin de la subjetividad.
Pienso entonces, al conocer un poco ms acerca de sus vidas,
sus biografas, su enseanza y el contexto histrico tan esforzado
en el que han tenido que crear su doctrina y su tarea fundante
del discurso del psicoanlisis, cuanto ms comprometidos ticamente estamos cada uno de nosotros, a realizar un serio trabajo
de lectura de estos textos, para intentar ajustar cada vez, lo mejor posible, aquellas intervenciones que se esperan de nosotros,
analistas, en un terreno clnico tan complejo, sensible y an en
muchos aspectos enigmtico, de nuestra prctica.
Bibliografa:
Jacques Lacan. El estadio del espejo como formador de la funcin del yo
(je), tal como se nos revela en la experiencia psicoanaltica. en
Escritos 1. Siglo XXI editores.
D. W. Winnicott. Realidad y Juego. Gedisa.
D. W. Winnicott. El gesto espontneo. Cartas escogidas de Winnicott. (Carta del 11/2/60 dirigida a Lacan). Paids.
Jacques Lacan. Intervenciones y textos 1 (Carta del 5/8/60 dirigida a Winnicott). Manantial.
FCPA 2
(1 pg)
LETRA VIVA LIBROS | Av. Coronel Daz 1837 | Ecuador 618 | Buenos Aires, Argentina | Telefax 4825-9034 | www.imagoagenda.com
Constitucin subjetiva
Aurora Favre
[email protected]
acan le ha dado al nio un lugar fundamental en su teorizacin, el lugar de nico y verdadero objeto a que est
en relacin con lo real como causa, el nio ocupa esta posicin en el fantasma del Otro Primordial.
Es una anterioridad lgica significante, que lo preexiste,
donde es fundamental para que el sujeto a advenir se constituya como sujeto deseante, que haya falta, castracin en la madre en el lugar del Otro, segn cmo recae en el infans. Situarlo as no quiere decir que desconozcamos su relacin al deseo
en tanto sujeto dividido anudado al goce y al amor en la trama
con los otros, constituyndose en el campo del Otro.
En el Seminario Encore Lacan dice que as como el infans
es el verdadero objeto a, la mujer entra en la economa del deseo y del goce como madre. El hombre es aquel que hace de
su mujer la causa de su deseo. Hombre, mujer, nio: se trata de significantes. El significado est en relacin a un trabajo en torno al goce a partir del significante, cmo cada uno se
ubica respecto de la sexualidad, cmo escritura su relacin al
sexo. El producto es letra como efecto de discurso y funciona
como vnculo.
A partir de lo real como lo imposible, hay un trabajo de escritura que se produce, de ah que estos conceptos acompaan
los debates actuales sobre el lugar del sujeto en relacin por
ejemplo con lo que ocurre con las tcnicas de fertilizacin asistidas, todos los desarrollos de la ciencia donde cada vez ms el
aforismo lacaniano no hay relacin sexual nos pone sobre la
cuestin de ubicar en su lugar el corte que el significante hace
con la naturaleza produciendo letra, escrituras de lo real que
van ms all del valor de la metfora en relacin al inconsciente estructurado como lenguaje.
En el caso del nio en este trabajo a hacer que son las operaciones de constitucin de la subjetividad, incorpora la estructura del lenguaje, entra en discurso. Pero algunos quedan fuera
de discurso, sin posibilidad de lazo con el otro, configurando lo
grave, quedando el nio en estos casos como condensador del
goce del Otro, un real que no cesa de no escribirse.
El infans (nio sin palabra) recibe una inscripcin significante en el campo del Otro, por el que adviene sujeto del inconsciente. El contar para el Otro, hacindole falta entrando en un
siendo, en un devenir es un corte que hace que se constituya la
demanda del Otro, que vehicula el deseo, incorporando el significante, haciendo cuerpo pulsional, libidinal, en el intercambio
con el otro en el lugar del Otro con un valor simblico.
Cuando la falta en el Otro es retomada en el nio, adquiere
valor de causa como novedad, que en el caso del infans es causa de sujeto. Operatoria de represin, fundante del sujeto del
inconsciente. Echa luz a las operaciones de alienacin y separacin y por lo tanto permite una reformulacin terica acerca
de la anterioridad y de la novedad como escritura propia del
lado del infans. En muchos sujetos no se logra porque opera otro
mecanismo que se llama rechazo o forclusin y decimos entonces que esos nios quedan en el lenguaje pero fuera de discurso, con un trastrocamiento en el lazo con los otros.
LETRA VIVA LIBROS | Av. Coronel Daz 1837 | Ecuador 618 | Buenos Aires, Argentina | Telefax 4825-9034 | www.imagoagenda.com
llndose en el tiempo acorde a un ideal establecido. Fue tomado en las consideraciones gnosogrficas del DSM IV a punto tal
que un diagnstico como el trastorno generalizado del desarrollo abarca el campo amplsimo de las psicosis, del autismo
y de la debilidad en la infancia. Esta concepcin de sujeto tiene
consecuencias que hacen a la direccin de la cura ya que tratndose del trabajo con los nios, en relacin a la familia y la
escuela, tenemos que estar advertidos de los riesgos que desde
el punto de vista tico dichas concepciones conllevan por tratarse de un trabajo tan ligado a la normalidad desde el punto
de vista de un ideal que no contemple la singularidad.
Qu le pasa al infans con lo que recibe, no slo del afuera
(inscripcin en el campo del Otro) sino de su propio ser como
viviente, en la medida que no hay en l aun categoras del adentro y del afuera?
Es el tiempo lgico de la operacin de alienacin en donde
por estructura la enunciacin viene del lado de los padres y el
infans habla desde ese lugar. Sus necesidades entran en el cause de la demanda y el deseo a partir de las significaciones que
le vienen del Otro. El nio sostiene en su indefensin la omnipotencia del Otro configurando en su estructuracin el mecanismo de la desmentida de la falta radical que lo separa del
Otro. Por estas marcas deviene cuerpo ergeno, propias de un
yo no pienso no ligadas (lo que Freud llam Ello), a diferencia de un yo no soy donde el proceso primario empieza a
pensar y a descifrar, propio de lo inconsciente. Ah adviene el
sentido, la temporalidad, la espacialidad. Si hay un desprendimiento de ese lugar por condiciones que tambin vienen del
Otro castracin en el Otro se da la operacin de separacin.
Cuando esta operacin no se da, lo que recibe es un signo coagulado (no un significante que discurre entre uno y otro produciendo efectos de sentido novedoso) que lo aplasta precisamente no dndole lugar.
La operacin de alienacin es puesta en acto de las marcas de
goce va el artificio gramatical que en el tercer tiempo la gramtica verbal voz media hacerse hacer seala haber atravesado el significante de la falta en el Otro, su retorno al lugar
del infans y la respuesta fantasmtica en donde la pulsin se
ordena. Luego se produce un clivaje cuando el nio descubre
que el Otro no conoce sus pensamientos.
Este no saber del Otro, queda articulado con la castracin.
Eso que queda desconocido para la madre, es equivalente al
discurso que queda desconocido para el nio, producindose
un discurso inconsciente. Operacin de separacin que podemos articular con la funcin de la negacin que posibilita su
entrada en el discurso.
El smbolo de la Verneinung (negacin) permite a lo repri-
LETRA VIVA LIBROS | Av. Coronel Daz 1837 | Ecuador 618 | Buenos Aires, Argentina | Telefax 4825-9034 | www.imagoagenda.com
(Viene de pg. 30)
www.elSigma.com
Un psicoanalista
fotograma por fotograma
Entrevista a Hugo Dvoskin
Gran parte de su produccin escrita est ligada a cine y psicoanlisis, cmo surge en usted el inters por producir un encuentro entre estos campos?
Habra que acotar el campo del cine. Se trata del cine dramtico en el que los personajes y las relaciones que establecen
puedan ocupar el lugar de la forma; en el que la historia y el
contexto nos permitan vislumbrarlos como fondo. All a m se
me genera el encuentro porque puedo formularlo como una supervisin clnica. Es un trabajo que tiene una singularidad ya
sea que el texto lo escriba directamente o resulte un producto
de un trabajo de conjunto, quienes participan de la discusin
o leen el texto cuentan de algn modo con un material comn.
Mis comentarios evitan referencias a las biografas de directores, actores, a todo lo que el film tenga de documental y cuando existe un libro hago el mayor esfuerzo por ceirme a la pelcula. La primera vez que surgi mi inters por el cine fue por
un comentario que un analista hizo de una escena de Adis a
Las Vegas, en la que la protagonista Sera (Elizabeth Sue) le da
una petaca de plata a Benjamin (Nicholas Cage). Mientras ese
analista situ que eso era lo que no deba hacerse, a m justamente me pareci una excelente intervencin analtica con un
adicto: propona esttica (era de plata) y medida (una petaca
de menos de medio litro de la que no se consume alcohol de
quemar y de la que el alcohol sale lentamente). Luego ella se
echa alcohol encima y se ofrece a ser bebida por l. All intenta metaforizar el placer de beber por placer sexual. A mi gusto puntualizaba el lugar del analista: ofrecer el anlisis como
un lugar de privilegio alrededor del cual puede girar, durante
el tiempo del anlisis, la vida de los pacientes.
Hace casi diez aos participa y coordina El grupo del domingo:
cine y psicoanlisis, cmo se gest la idea de encontrarse los
domingos por la maana en los bares porteos?
El grupo del domingo es, para continuar con lo que deca
antes, una petaca. Nos encontramos un domingo por mes: esa
es la medida. Con lo cual queda dicho que no trabajo todos
los domingos. Un modo singular de no ser un workalcoholic.
Y a la vez le pone una esttica interesante al encuentro entre
colegas. Nos encontramos distendidos a desayunar, en algn
bar del Palermo de Borges. Tenemos hora de comienzo, pero
los concluimos sin horario cuando hemos agotado las vueltas
que queramos dar alrededor de los personajes, de la lgica,
del progreso subjetivo y de la pregunta que siempre acompaa
toda pelcula: tratar de situar quin ocupa el lugar del analista,
el del sujeto supuesto saber, el de la escucha del deseo de los
protagonistas, quin est en el lugar de la causa si es posible. Por ejemplo en la ltima de Woddy Allen, Midnight Paris,
para m el analista habra que ubicarlo en el silencioso chofer
que lo lleva al protagonista para que haga su recorrido y confronte con esos literatos que son los personajes de su historia.
Es cierto que podra decirse que es muy callado, sin embargo
va siempre al punto, o mejor dicho, al lugar.
LETRA VIVA LIBROS | Av. Coronel Daz 1837 | Ecuador 618 | Buenos Aires, Argentina | Telefax 4825-9034 | www.imagoagenda.com
entusiasmo que tena Len con ese texto. Lo recuerdo leyendo el guin del film y trabajando los domingos en la quinta
que tenan en Escobar. As que el cine, el psicoanlisis y el domingo estaban unidos desde aquel tiempo. Parte de mi inters por el psicoanlisis est enraizado en ese recuerdo de infancia. Una experiencia subjetiva de aquello que decimos que
el deseo es el deseo del otro.
En El amor en tiempos de cine aparecen en forma reiterada
referencias en torno al azar. As, en el captulo dedicado a Match
point, al hablar de Nola dice: Ella, que es
el azar de la pelcula. Luego vincula ese
lugar de causa con el lugar en que los
analistas muchas veces no saben cobrar.
Cmo llega a formular esa hiptesis?
Que Nola es el azar de la pelcula me
resulta una frase muy enigmtica para el
pblico y un hallazgo tuyo en el libro. Te
agradezco que la subrayes y quizs motive a ms de uno a leer el comentario.
De modo que la dejamos para que a su
vez sea el azar, la tych y la causa de que
algunos se acerquen al texto. En cuanto
a su correlacin con las dificultades que
los analistas tienen para cobrar, refiere a
que al sujeto-analista no le resulta sencillo encontrar parmetros para darle valor numrico a aquello que es como objeto para el otro. Es una paradoja para
el sujeto tener que ponerse precio como
objeto. Resulta ms sencillo pensarlo en
trminos de mercado, situarse en un supuesto ranking, comparar los honorarios
de uno con los de los colegas. Se establece un valor de mercado y no el valor del objeto causa.
En No hay clnica de lo real, sino por aadidura publicado en
Imago Agenda N 139, enuncia lo que podramos situar como una
crtica a la lectura que desde el psicoanlisis se ha realizado de la
pulsin de muerte, al haber transformado este concepto en una
tendencia hacia la propia ruina y la asociaron con el masoquismo. Cul es la lectura que usted propone?
El conflicto intrapsquico para el psicoanlisis siempre ha sido
y debe seguir siendo la sexualidad. La pregunta que el psicoanalista habita es qu deseo hay ah? Es una pregunta que
no se puede soslayar sin caer en una tica en la que el analista
se transforme en el dueo del bien de los pacientes, en recomendarles que no se hagan mal. Las conductas compulsivas
del sujeto incluyendo las adicciones no se resuelven suponiendo que el sujeto se hace dao y se quiere morir. En todo
caso morirse es un resultado que no estaba en los clculos de
la omnipotencia. En los relatos de los sujetos adictos uno escucha la intensidad del impulso vital, de querer vivirse todo,
todo rpido. La satisfaccin adrenalnica de ir a 250 en la ruta
no surge de querer morirse sino de ni siquiera considerarlo.
De modo que es la pulsin de vida cuando se ha despadrado
si me permits el neologismo la que produce la ruptura del
equilibro psquico, la que genera que el fantasma no pueda seguir administrando el goce que el aparato soporta.
La pulsin de muerte es la tendencia a morirse a su manera. Siguiendo los caminos establecidos del viviente. En Ms
all del principio del placer, Freud se sorprende de que los
instintos de vida del primer modelo pulsional se correlacio-
FCPA 3
(1 pg)
LETRA VIVA LIBROS | Av. Coronel Daz 1837 | Ecuador 618 | Buenos Aires, Argentina | Telefax 4825-9034 | www.imagoagenda.com
LETRA VIVA LIBROS | Av. Coronel Daz 1837 | Ecuador 618 | Buenos Aires, Argentina | Telefax 4825-9034 | www.imagoagenda.com
NOVEDADES EDITORIALES
NO SE VUELVE LOCO EL QUE QUIERE
Vicisitudes de las afecciones narcisistas
Alicia Hartmann
______________________
LOS LMITES DE LA REPRESENTACIN
Psicoanlisis y esttica crtica. Edicin bilinge
Juli Carson
______________________
SNDOR FERENCZI Y EL PSICOANLISIS
DEL SIGLO XXI
Pedro Boschn (comp.)
______________________
EL SUPERY. La elaboracin freudiana
Omar Mosquera
______________________
EL AMOR EN TIEMPOS DE CINE
Hugo Dvoskin
______________________
EL SABER DE LA HEREJA
Daniel Mutchinick
______________________
PSICOANLISIS EN LAS TRINCHERAS
Prctica analtica y derecho penal
Andrea Homene
______________________
VIOLENCIA Y ABUSO SEXUAL FAMILIAR
Investigacin psicoanaltica sobre la
psicopatologa de los vnculos
Mara L. Kuitca / Elda S. Irungaray
______________________
PERSPECTIVAS. Aportes de la Teora y la Clnica
AA.VV. (Colegio de Psiclogos de
Provincia de Buenos Aires. D. XII)
______________________
DE EXILIOS Y DESTINOS
El extranjero: un sujeto fuera de lugar
Mara Ester Jozami
______________________
LO FUNDAMENTAL DE HEIDEGGER EN LACAN
Segunda edicin corregida y aumentada
Hctor Lpez
______________________
OMAR Y LOS ESPECTROS DE UN ACOSO (Nouvelle)
Norberto Schenquerman
______________________
CONSTELACIONES PULSIONALES
Edgardo Feinsilber
LETRA VIVA LIBROS | Av. Coronel Daz 1837 | Ecuador 618 | Buenos Aires, Argentina | Telefax 4825-9034 | www.imagoagenda.com
SABER DE LA HISTORIA
LETRA VIVA LIBROS | Av. Coronel Daz 1837 | Ecuador 618 | Buenos Aires, Argentina | Telefax 4825-9034 | www.imagoagenda.com
EL PSICOANALISTA LECTOR
xisten autores cuya obra pareciera mantener un solapado intercambio con el corpus del psicoanlisis. Se trata de escritores cuyos textos no abordan al psicoanlisis explcitamente sino que somos nosotros, los lectores, quienes suponemos entre ellos un dilogo o una disputa, una especie de tensin incmoda. Este ltimo adjetivo se justifica
porque a menudo dichos escritores son de nuestro agrado,
aunque no podamos afirmar que suscriben los postulados de
nuestra praxis
Al escribir este primer prrafo estoy intentado justificarme
para introducir a Pascal Quignard. Si acaso alguno de los lectores de esta seccin no lo conociera, convendra decir que naci en 1948 en Verneuil-sur-Avre, Francia y que probablemente cuando se habla de l nadie omite
decir que dos veces en su vida al ao y
medio de edad, y aproximadamente a los
16 fue diagnosticado como autista. Evitar aqu los lugares comunes que articulan este dato con su particular posicin
como lector y escritor. Prefiero situarme
en ciertos matices de su obra que, por
cierto, es extenssima y que, gracias al
trabajo de la editorial El Cuenco de Plata podemos hoy tener, aunque parcialmente, en nuestra lengua1.
Conoc a Quignard a travs de su libro titulado El sexo y el espanto (2000).
Podra resumirlo en una frase, afirmando que se trata de un
ensayo acerca de la funcin del falo en la Roma imperial. Lejos de las orgas y las perversiones que habitualmente creemos que tuvieron lugar en el Imperio, el puritanismo y la melancola reemplazaron al erotismo griego: El sexo est ligado al espanto, afirma antes de desplegar los diversos matices de dicha frmula. El espanto de la esterilidad, de la impotencia, de la prdida representada por la eyaculacin y vivida bajo la forma de una extrema tristeza. Los prrafos dedicados a la relacin del velo y el falo en la pintura romana son
tan, digamos, lacanianos que sorprenden2. En estos das en
que debido a la publicacin de una obra importante3 retomamos la discusin sobre los afectos en la obra de Lacan, los captulos que Quignard dedica en esta obra a la melancola, el
tedio y la aceda romana son esclarecedores puesto que rompen con todo lo que el sentido comn ha producido hasta el
momento sobre el tema e iluminan la historicidad del afecto:
El taedium de los romanos se propag en el siglo I. La acedia de los cristianos apareci en el siglo III. Reapareci bajo
la forma de la melancola en el siglo XV Resurgi en el siglo
.
XX con el nombre de spleen. Resurgi en el siglo XX con el
nombre de depresin. Slo son palabras. Un secreto ms doloroso, que tiene algo de inefable, las habita. Lo inefable es lo
real. Lo real no es sino el nombre secreto de lo ms detumescente en el fondo de la detumescencia. A decir verdad, nada
es lenguaje sino el lenguaje. Y todo lo que no es lenguaje es
real (). El placer vuelve invisible lo que quiere ver. El goce
arranca la visin de lo que el deseo no haba ms que comenzado a desvelar (p. 134).
LETRA VIVA LIBROS | Av. Coronel Daz 1837 | Ecuador 618 | Buenos Aires, Argentina | Telefax 4825-9034 | www.imagoagenda.com
Crepsculos
Escribe
Mario Puj
[email protected]
LETRA VIVA LIBROS | Av. Coronel Daz 1837 | Ecuador 618 | Buenos Aires, Argentina | Telefax 4825-9034 | www.imagoagenda.com
Colaboracin
los de una identificacin con una situacin de goce. Casi se percibe su propia apuesta a la literatierra. Dice M. Durs: Me gusta creer, como creo,
que si Lol es silenciosa en la vida, es porque ha credo, durante la brevedad de un relmpago, que esa palabra poda existir. Carente de su existencia calla. Sera una palabraausencia, una palabra agujero, con un agujero clavado en su centro, ese agujero donde se enterraran todas las palabras. No se habra podido pronunciarla, pero se habra podido hacerla resonar. Inmensa, sin fin, un gong vaco que habra retenido a los que queran
partir, les habra convencido de lo imposible, los habra hecho sordos a
cualquier otro vocablo distinto, de una sola vez los habra nombrado a
ellos, al futuro, al instante. Faltando esa palabra, se estropean todas las
dems, por el hecho de faltar, las contamina, es tambin el perro muerto en
la playa, a pleno medioda, ese agujero de carne. Qu sera esa palabraagujero, sino la palabra que pudiera nombrar la Cosa es decir, decirlo
todo, significndose a s misma sin apelar a otro significante para producir
significacin, y con esto significarlo todo Siendo ella agujero, no podra entonces hacer agujero o suturarlo Porque toda nominacin recubre, sutura
una falta, agujero que se sustrae, que sostiene en esa sustraccin la deriva
metonmica, que nos hace seguir diciendo, por eso nos hace falta hablar, y
nos falta la palabra Esta pretensin de retener la Cosa con la palabra, es
esa locura pasional que vuelve muda y neutra a Lol, ms all del bien y del
mal, ms all de la sexuacin Goce que se vuelve podrido, como perro
muerto en la playa Esa palabra no existe, est ah sin embargo: os espera a la vuelta del lenguaje, os desafa, indmita a levantarla, a hacerla surgir
fuera de su reino horadado por todas partes a travs del cual fluye el mar,
la arena, la eternidad del baile en el cine de Lol V. Stein.
El hombre de T. Beach slo tiene una funcin que cumplir, siempre la misma en el universo de Lol: Michael Richarson, cada tarde, empieza a desnudar a una mujer que no es Lol, y cuando aparecen otros senos, blancos, bajo el vestido negro, no pasa de ah, embelesado, un Dios
agotado por este desnudamiento, su nica tarea, y Lol espera en vano
que vuelva a cogerla, desde el cuerpo enfermo de la otra grita, espera en
vano, grita en vano. Fin de la cita (La cita corresponde a El arrebato
de Lol V. Stein, Marguerite Durs, Ed. Tusquets)
An como caso de la literatura, se percibe en forma indudable, el resonar de una verdad clnica en la obra. Planteadas como formas del autismo, se ven los perfiles de esas Lol, que sin, parece, llegar a plasmarse
como una melancola vera, participan de una cotidianeidad en donde claramente est ausente la chispa del deseo, en un absoluto ms all de la
insatisfaccin neurtica. Estagnadas en la escena del goce, que es siempre de exceso por serse inhabilitados de limitarlo, su figura es de salto o
cada libre, en un tiempo buscado y tenido como eterno. Decimos que no
hay ni puede haber espera, porque eso implicara el estar en lo abierto de
la deriva del horizonte deseante, para el que hay la castracin, en la levedad a veces apremiante de toda ex-sistencia. No se podr decir por esto
que estas/os Lol no ex-sisten, no, pero aparecen con su plena dificultad
en el sentirsesiendo, bajo esa forma tan particular que tiene el percibir
el ex-sistir, por haberse consagrado a su goce mortfero, que los tiene paradjicamente en un ser pasivo tan ardiente y vivo. Quizs en este lugar
de casos, es en donde se ven ms claramente las antpodas en las que
se encuentran el goce y el deseo. De cmo la omnipresencia del primero,
cuando as se da, no deja condescender siquiera a la aparicin del segundoy en donde no podr ser posible la tribulacin del amor.
Es la clnica diaria, la que nos enfrenta a estos casos, en donde una
victimizacin de un supuesto padecer como pacientes, descubre en esencia la sorda reivindicacin de un goce, del que no quieren descomprometerse del estrago que produce, en historias en que lo inmediato a resolver, hace tan arrollador el no permitir la posibilidad del instante, en una
transferencia fecunda.
FCPA 4
(1 pg)
LETRA VIVA LIBROS | Av. Coronel Daz 1837 | Ecuador 618 | Buenos Aires, Argentina | Telefax 4825-9034 | www.imagoagenda.com
Colaboracin
*
por Silvia Nora Lef
l Jacques Lacan judo/iehud/ibr, quien presenta el texto Transmisin y Talmud en el Congreso de la Escuela
Freudiana de Pars el 8/7/1978 dice: Lo importante en
este asunto es que la Thor escrita, sea estrictamente idntica
al hebreo como lengua. El hebreo, strictu sensu, es la lengua
escrita, desde la primera palabra del Gnesis hasta la ltima
palabra. () Es importante, porque esta lengua est definida como lo simblico mismo.
Nuestro maestro hebraico/moreh ibr refiere al lashon ibrit/
a la lengua hebrea al modo de aquella que porta, transfiere,
transporta un mensaje/meser eminentemente de tradicin/masoret. El ibrit como lengua viene de laabor, verbo activo, transitivo que pasa, ober, de generacin en generacin/ de dor vador la inscripcin de la diferencia como impronta, marca de
finitud en el cuerpo, al modo de Ot/Letra, en forma de Ley/
Torah, como emblema prescriptivo/Mitzvah. En efecto, el hebreo como lengua se conforma de veintids letras/otiot/ seales/claves/pruebas/milagros con cuya combinacin se arma,
crea y recrea la realidad. En el enigmtico y misterioso enlace de las veintids letras del alfabeto hebraico/Alefbet con las
diez emanaciones celestiales/sefirot nace la realidad, a travs de los treinta y dos senderos de la sabidura/Netibot, sitos
como ideal tico regulativo en el Pards/Jardn del Edn, cuyos cuatro caminos advendrn de las letras fundantes del Paraso, al modo de PARDES: Pschat; Rmez; Drasch; Sod. Lanse como cuatro tipologas de exgesis bblica. El hebreo es una
lengua eminentemente simblica, de transferencia. Ancestral y
arcaica, aunque actual y moderna. Lengua oral, lengua escrita. Lengua proftica, lengua bblica. Lengua idntica, inmutable con los milenios, aunque lengua de cambios y de disporas. Lengua de Israel. Lengua de la Gol/dispora. Lengua correspondiente a lo Uno y a lo mltiple. Lengua de Revelacin.
Lengua de Thor oral/ versin be al ph/Talmud (Mischn y
Guemar). Lengua de Thor bijtab/versin escrita. Ley Mosaica. Ley de los nojidas. Declogo. Tariag. El hebreo como lengua /laschn habla, dice, enuncia, escribe, describe, revela, devela una diferencia, un matiz, una nota distintiva que asevera
acerca de la conditio humana, hecha del humus, del polvo de
la Tierra: finita, mortal, falible, castrada, imperfecta. Hombre
hecho de la naturaleza terrena, sujeto pasible de defecto, pasible de error. Castracin que emblematiza una falta y/o hiancia constitutiva que se dice en hebreo para todo varn, para
toda mujer, para todo ente hecho del humus. Brit Mil traducido como Pacto de Palabra. Nombrado desde el Schem/Nombre como Palabra hecha Acto. Nombre de Falta. Falta de Nombre. Finitud de la especie. Registro simblico de castracin. Circuncisin como emblema. Paradigma de finitud desde la infinitud divina. En la especie humana: corte del Cielo en la Tierra. Marca de angustia. Lmite a la especie.
Es pensable un sujeto humano sin esta huella emblemtica? El Gnesis XVII porta una Mil como Palabra/Ley/Torah
en un sentido transjudaico, nacida con el primer iehudi/ibr/
judo histrico, Abram, devenido universal y cosmopoltico con
el Pacto de fe/Brit Mil? Ya no ms slo singular sino tambin
ahora universal, para todos los pueblos, en el marco de las concepciones monotesticas? Es pensable desde el Schem/Nombre esa diferencia? El significante hebraico Abram, alusivo al
Patriarca primigenio, Primer Ab/Patriarca judo, Primer judo
histrico. Ab Ram: Padre ms alto, Padre Primero. En cambio,
el significante hebraico Abraham, Ab schel kol Am, Padre de
todo pueblo, Padre universal. Es admisible un judasmo/Iahadut fundante, basamento tico filosfico de los monotesmos existentes? Es analogable la lengua hebraica como lashn ibr al nacimiento de esta Mil/Palabra/Letra/Circuncisin/Ley? Puede pensarse acaso la Creacin del Gnesis/Bereischit como la institucin de esta Torah/Ley? Es Adam, es
Abram, es Abraham, es Lacan un Otro eslabn de esta cadena
de enlace simblico de lashn ibrit/de lengua hebrea en este
pase, transferencia, transmisin como Torah sche be al ph/
del Talmud/versin oralizada de Ley (Mischn + Guemar)?
Es el psicoanlisis un pivote contemporneo de Mil como
Palabra/Ley/ Torah? Conlleva la hiancia constitutiva al modo
de corte ancestral, instituido para la especie del humus desde
el Gnesis? Es Freud un Ab/Patriarca admico, abrhmico,
mosaico? Es Lacan un Otro referente de tamao legado y/o
tradicin? Puede pensarse la lengua hebraica como paradigmtico-emblemtica de la especie humana? Puede concebirse que el judasmo enuncia y denuncia rasgos humanos de los
que ningn humano podra renegar? Ser la Ley juda un legado a la cultura humana, ms all de la singularidad que representa? Puede aceptarse al judo como a un sujeto humano comn, errante, diasprico, emblemtico, singular y universal a la par? Puede aceptarse la existencia de sujetos judos en cualquier lugar y tiempo existentes? Judos de cualquier nacionalidad? Si el sujeto judo enuncia una verdad que
no excluye a ningn humano: por qu no aceptarlo? por qu
perseguir(lo)? No debiera haber acaso una tica del respeto, de la dignidad, de la alteridad, de la diferencia en la base
de la cultura humana? Y si la tica hebraica tematizara esas
cuestiones: no es tambin universal? por qu el sujeto judo
ha sido tan perseguido siempre en todas las pocas y espacios
existentes? Acaso, el mensaje no llega? Y si llega y no excluye sujetos, por qu excluirlo a l? Acaso la lengua hebrea
/ lashn ibrit no es por derecho patrimonio comn de la humanidad? No transfiere, pasa, transmite la valoracin metdica y sistemtica del Otro para el otro? Y si el lashon ibrit/
lengua hebrea se identifica y nace con la Torah como Ley por
qu no apelar a la comprensin de su mensaje, al develamiento de su sentido? Acaso alguien pueda decir: no soy hijo de
esa Ley de corte, de finitud, de falibilidad? Acaso algn humano pueda creer que escapa al registro simblico de la castracin y sus avatares?
* La autora es filsofa especializada en tica, mediadora, abogada penalista y psicoanalista. Es autora de un ensayo titulado El Nombre del Padre como arj de la Creacin y un guin cinematogrfico, Traicin Fatal:
Memorias de un Socipata (ambos publicados por Letra Viva Editorial).
Sus escritos pretenden tramitar el tema de La Ley, la Circuncisin y sus
avatares en la contemporaneidad. [E-mail: [email protected]]
LETRA VIVA LIBROS | Av. Coronel Daz 1837 | Ecuador 618 | Buenos Aires, Argentina | Telefax 4825-9034 | www.imagoagenda.com
Textos filosficos
Dossier
Martin Heidegger
3ra poca - 81ra parte
1997 - 2011
LETRA VIVA LIBROS | Av. Coronel Daz 1837 | Ecuador 618 | Buenos Aires, Argentina | Telefax 4825-9034 | www.imagoagenda.com
LETRA VIVA LIBROS | Av. Coronel Daz 1837 | Ecuador 618 | Buenos Aires, Argentina | Telefax 4825-9034 | www.imagoagenda.com
co acaba matando la propia religin, tras haber matado dentro de s y alrededor de s lo divino.
A partir de este anlisis, podemos concluir que si lo sagrado
es el rehso y exceso respecto de lo simblico y lo imaginario,
lo divino es su condensacin y su encuentro representativo con
los hombres, y lo religioso su institucionalizacin, domesticacin y manipulacin poltica. Lo religioso sirve para religar a
las comunidades humanas y tambin, claro, como seal en
su momento Baruch Spinoza, para dominarlas. Y lo divino es
aquel punto de coincidencia, dentro del espacio de lo sagrado,
en el que el hombre puede ser interpelado y puede responder
a lo que se manifiesta ocultndose.
Como toda clasificacin, sta tiene sus virtudes y sus defectos. Parece obedecer a la intencin, consistente con todo el planteo de
Meschonnic, de privilegiar lo divino (entendido, segn ya sealamos, como lo divino bblico) frente a lo sagrado y lo religioso. Pero
ni lo sagrado es un mero arcasmo que se sostiene supersticiosamente, ni lo religioso se reduce a su aspecto teolgico-poltico. Lo divino, por su parte, slo se da en el mbito de
lo sagrado (la zarza ardiente est, por ejemplo, en un suelo sagrado) y por ello (puesto
que todo lo sagrado es inefable) puede ser
nombrado pero no unvocamente ni equvocamente, sino slo analgicamente, es decir,
mediante metforas (lo cual significa que excede lo proposicional). Pero, adems, lo divino, que Meschonnic piensa como previo o
ajeno respecto de lo religioso, sin embargo,
slo se da en el mbito de lo religioso, en algn determinado ser-en-comn cultural e histrico, mediante ritos y acciones institucionalizadas. Lo religioso puede, en
ese sentido, ser pensado no slo como un conjunto de dispositivos teolgico-polticos sino tambin como una serie de prcticas y dogmas histricos (y, por lo tanto, devinientes) que sirven de mediacin social para un determinado estar-ante-lodivino. Lo cual indica, de paso, que lo religioso no puede ser
pensado necesariamente como equivalente a un fundamentalismo, sea ste musulmn, cristiano o judo. El fundamentalismo es otra cosa. Bsicamente, es siempre reactivo y pretende
fijar una tradicin e inmunizarla ante el poder de la crtica y
el cambio. Es decir, que es una respuesta a una situacin que
una comunidad (o un grupo de esa comunidad) experimenta como amenazante. Pero lo religioso no siempre es fundamentalismo, aunque alguna vez pueda serlo. Y lo divino mismo no es impermeable a estas vicisitudes. As, los dioses a veces son celosos, combativos, intolerantes, por la sencilla razn
de que sus fieles lo son.
En resumen, puesto que lo divino slo se da en el mbito de
lo sagrado y adems slo se da en el mbito de lo religioso, no
estaramos, quizs, totalmente desencaminados si entendemos
lo divino como la interseccin de esos dos mbitos. Independientemente de ellos qu sera lo divino, considerado en s
mismo? La interseccin de dos conjuntos vacos?
Pero, por otro lado, qu podemos decir de lo sagrado mismo, considerado fenomenolgicamente, ms all de las precisiones o imprecisiones de Meschonnic? Heidegger ha sealado en
su Carta sobre el humanismo que lo sagrado, es el nico espacio esencial de la divinidad, y es tambin lo nico que permite
que se abra la dimensin de los dioses y el dios. O sea que los
dioses se dan (o no) en un cierto mbito que es al que llamamos lo sagrado. Y esto sagrado slo puede ser pensado esen-
CONSULTORIOS
EN ALQUILER
ACOYTE Y
RIVADAVIA
(sobre la boca del Subte A)
Habilitado
por el Ministerio de Salud y OSDE
Exclusivo psiclogos
y psiquiatras
* Amplio y luminoso
* Mdulo da / mes
15 5228-4056
4856-6717
15 6730-7166
[email protected]
Belgrano
. Cabildo y Congreso
. A un paso del subte
. Amplio. Luminoso. Divn
4544-1646
ABASTO
Consultorios - Alquiler
LINDOS / SILENCIOSOS
LUMINOSOS
Hora - da - mes
4585-9014
15 5883 2515
FARP
Contratapa
(1 pg)
Lunes 12 de Setiembre 21hs
Encuentros de discusin clnica
Presentacin Clnica: Laura Salinas
Los segundos lunes de cada mes, sostendremos un espacio destinado a dialogar sobre la prctica
de los analistas, para posibilitar que se produzca ese ser al menos dos de que habla Lacan: el
analista en tanto produce efectos con su acto, y el que, en un segundo momento, piensa esos
efectos. Convocamos para ello a los analistas, y nos interesa interrogarnos sobre la variedad de
nuestra prctica: por los mbitos en que puede desarrollarse (consultorios, hospitales, instituciones
diversas), por las posiciones del ser con las que trata (neurosis, perversiones, psicosis, y un etctera difcil de conceptualizar), por los lmites con los que se topa
Coord.: Juan Ventoso - Vanina Muraro
www.forofarp.org - [email protected]
4964-5877 / (15)6804-2386
Viamonte 2790 - C.A.B.A.