Prociencia I. Modulo 1
Prociencia I. Modulo 1
Prociencia I. Modulo 1
Cientfico
Guillermo Boido
Eduardo H. Flichman
Jorge Y age y colaboradores
PRO
CIENCIR
Conicet
Programa de perfeccionamiento docente
Intervinieron en la elaboracin e implementacin del
presente curso: Leopoldo Vareta (Director de Prociencia),
Gregario Klimovsky (Director Cientfico), Guillermo Boido
(Director Ej ecutivo), Eduardo H. Flichman (Coordinador). El
diseo, la supervisin general y la seleccin de colaboradores
de Pensamiento cientfico fue realizado por Guillermo Boido.
Eduardo H. Flichman colabor en la supervisin general. Las
labores de procesamiento, correccin de pruebas y supervi-
sin de compaginacin y edicin de la Estructura estuvo a
cargo de Andrea Pacfico y Jorge Y age.
Participaron en la preparacin de ste volumen: Jorge
Noccelli (Fotografa) , Pablo Barragn (Diseo de tapa) y Es-
tudio Idea (Composicin tipogrfica y armado). La edicin
estuvo al cuidado de Jos Pas.
Primera Estructura
Introduccin. Autor y redactor: Guillermo Boido.
Mdulo l . Autor : Guillermo Boido con aportes de Eduardo
H. Flichman. Preparacin y redaccin del material: Horacio
Arl Costa, Guillermo Boido, Andrea Pacfico y Jorge Y age.
Redaccin final: Guillermo Boido.
Mdulo 2. Autor: Guillermo Boido. Preparacin y redac-
cin del material: Horacio Arl Costa, Guillermo Boido y
Graciela Domenech. Redaccin final: Guillermo Boido.
Mdulo 3. Autor: Eduardo H. Flichman. Preparacin y re-
daccin del material: Guillermo Boido, Eduardo H. Flichrnan
Andrea Pacfico y Jorge Y age. Redaccin Final: Andrea Pa-
Cfico y Jorge Y age. Colabor en el procesamiento: Leonar-
do Varela.
Mdulo 4. Autor: Eduardo H. Flichman, salvo el tema El
fundamento terico de la tecnologa cientfica, de Guillermo
Boido. Preparacin y redaccin del material : Guillermo Bo-
do, Eduardo H. Flichman, Andrea Pacfico y Jorge Yage.
Redaccin final: Andrea Pacfico y Jorge Y age .
Mdulo 5. Autores: Guillermo Boido y Jorge Y age. Prepa-
racin y redaccin qel material: Guillermo Boido, Andrea Pa-
cfico y Jorge Y age. Redaccin final: Andrea Pacfico y Jor-
ge Y age.
1988
CONICET, Consejo Nacional de Investigaciones
Cienficas y Tcnicas, Avda. Callao 930, Buenos
Aires, Argenrina, telfono 41-8572. Queda hecho el
depsito que dispone la ley 11723. Ubro impreso y
realizado en la Argentina.
ISBN 950-692-003-6
NDICE GENERAL
Mdulo 1
Un caso histrico a modo de introduccin, 15
Por qu iniciamos nuestro curso con el estudio de un "caso histrico"?, 15
El surgimiento de una teora, 18
Una perplejidad histrica, 18
El mundo sin vaco, 21
Los mecanicistas del siglo XVII y el desafo de la tcnica, 22
La conjetura de Galileo, 23
La teora del "mar de aire", 25
Pero, qu es una teora?, 29
Regreso a la historia, 31
Ciencia antigua y ciencia moderna: primeras reflexiones, 32
Sociedad y tcnica en tiempos de Torricelli, 34
El orden feudal, 35
El surgimiento del capitalismo y la revolucin tecnolgica europea, 36
El siglo XVII y los albores de la Revolucin Industrial, 38
Una andanada de investigaciones: la creacin de la neumtica, 41
La prehistoria de la mquina de vapor, 43
Primeras enseanzas de un caso histrico: las complejidades del Gato, 46
No se pierda el prximo episodio, 48
Mdulo 2,
La revolucin copernicana, 49
Introduccin, 49
Las cosmologas precientficas, 50
El gnomon en la Argentina, 51
El surgimiento de las primeras cosmologas cientficas, 54
Las primeras teoras astronmicas, 56
El problema de los planetas, 60
La cosmologa aristotlica, 62
La astronoma ptolemaica, 66
Un poco de historia, 71
Interludio: Tres tradiciones cientficas, 76
La tradicin organicista o aristotlica, 77
La tradicin mstica o neoplatnica, 78
La tradicin mecanicista, 79
Coda,79
La ruptura copernicana, 80
La astronoma y la cosmologa que hered Coprnico, 81
El sistema planetario 83
Los herederos de Coprnico, 85
Las etapas de la revolucin cientfica, 86
Tico Brahe (1546-1601), 88
Johannes Kepler (1571-1630), 89
Galileo Galilei (1564-1642), 94
La cosmologa de Isaac Newton, 99
El surgimiento del mtodo experimental, 101
No se pierda el prximo episodio, 103
Recuadros
Aristteles, 63
Ptolomeo, 69
La ciencia y la Iglesia Catlica, 7 4
Coprnico, 82
Kepler, 90
El caso Galileo, 95
Mdulo 3
Primeras reflexiones sobre las teor(as cient(ficas (!), 105
Introduccin, 105
Observables, 105
La demarcacin entre lo observable y lo no observable, 107
De la observacin a las leyes empricas, 109
La induccin en sentido estrecho, 109
El problema de las hiptesis subyacentes, 110
La induccin estrecha debilitada, 112
El mtodo hipottico deductivo, 118
El mtodo hipottico deductivo para las leyes empricas, 118
El mtodo hipottico deductivo para las leyes tericas, 119
Reglas de correspondencia, 121
Metodologa y creatividad, 123
Teoras, 126
La confirmacin de hiptesis y la induccin en sentido amplio, 127
Contextos de descubrimiento y de justificacin, 129
Recordatorios, 129
No se pierda el prximo episodio, 131
Recuadros
Observacin, experimentacin y medicin, 110
El empirismo, el positivismo y el neopositivismo, 112
El crculo de Viena y la escuela de Berln, U'7
Cmo evolucion el positivismo lgico?, 121'
Un poco de lgica, 124
Mdulo 4
Primeras reflexiones sobre las teoras cientficas (II), 133
Explicacin y prediccin, 133
El falsacionismo, 136
Crticas al falsacionismo, 139
Reorganizando a Torricelli, 144
Lo observable y el contexto, 147
Pero, qu es el mtodo cientfico?, 148
El fundamento terico de la tecnologa cientfica, 149
Tcnica o tecnologa?, 149
Ciencia bsica, ciencia aplicada, tecnologa, 150
Reglas tcnicas, 151
El fundamento terico de una regla tcnica, 152
Valores, 154
No se pierda el prximo episodio, 157
Recuadros
Hiptesis rivales y experimentos cruciales, 135
Sobre las hiptesis auxiliares, 141
Leyes naturales vs. reglas convencionales, 143
Las hiptesis ad-hoc, 144
Mdulo 5
Tcnicas y sociedad hasta el siglo XVII, 159
Introduccin, 159
El paleoltico, 159
Los primeros instrumentos, 160
El fuego, 164
El lenguaje, 164
Las variables en el progreso tcnico, 165
La organizacin social, 166
La primera gran revolucin tecnolgica, 167
Nacimiento de la agricultura, 167
De la aldea a la ciudad, 168
Tcnicas para la administracin, 172
Tcnica y civilizacin, 17 5
Griegos y romanos, 176
La Edad Media, 178
El resurgir de las tcnicas, 179
La agricultura, 180
La energa hidrulica, 181
El transporte, 182
El control del tiempo, 183
La democratizacin del saber, 183
Hacia la Modernidad, 184
Los lmites de la expansin medieval, 184
El nacimiento de la ciencia experimental, 185
Interaccin entre la ciencia y la tcnica, 186
Hacia la revolucin industrial, 188
De la estructura I a la Estructura II, 191
No se pierda el prximo episodio, 193
Recuadros
El hombre del paleoltico, 162
Tres rboles genealgicos, 163
Las glaciaciones, 166
Clave de Respuestas, 195
Bibliografa, 107
ALGUNAS SUGERENCIAS PREVIAS
DE LA SABIDURIA Y LAS PROPIEDADES
DEL GATO DE CHESHIRE
En el captulo VI de Alicia en el pas de las maravillas, el enigmtico Gato de Che-
shire dice a la protagonista: A alguna parte llegars, con slo caminar bastante. Esta re-
comendacin, que Lewis Carroll pone en boca del Gato, bien podra servir de sugerencia
bsica para que usted pueda afrontar este curso con eficacia. El caminar bastante requie-
re esfuerzo y perseverancia, pero creemos que si dispone de ellos podr llegar a lograr
una comprensin ms profunda de ese fenmeno de extrema complejidad que llamamos
ciencia.
Quiz conozca usted otros cursos que dicta el programa de educacin a distancia
PROCIENCIA, tales como los de Matemtica, Fsica, Qumica o Biologa. En estos casos
se trata de ofrecer a nuestros colegas elementos que sirvan para lograr una enseanza ms
eficaz en cada una de las reas particulares de la docencia en ciencias. Estn dirigidos a
quienes ejercen la enseanza en el aula y, desde luego, poseen un conocimiento bsico
especializado que les permite dictar su materia. Pero El pensamiento cientfico no se co-
rresponde con ninguna de ellas. Cul es, entonces, la finalidad que pretendemos asignar-
le a este curso destinado a docentes de diversas especialidades?
Para comprender este punto, piense en el objetivo que podra tener un curso de di-
dctica general. Seguramente usted acordar con nosotros en la utilidad del mismo, pues
hay una estrecha conjuncin entre los contenidos a presentar al alumno y los medios di-
dcticos empl eados. Pero ello no significa que usted ensee didctica: usted ensea fsica
o biologa, si bien el recurso a la didctica seguramente le permitir hacerlo mejor. En el
mismo sentido, este curso pretente motivar la reflexin acerca de cuestiones que afectan
a (y son afectadas por) la ciencia, en la bsqueda de una comprensin integral de sta. Se
funda en la lectura crtica y la reflexin personal del lector, tarea ardua ante la cual es
conveniente recordar constantemente la recomendacin del Gato.
Aqu le ofrecemos algunas sugerencias para facilitar la caminata:
--- Lea con detenimiento. Es aconsejable leer en primer lugar de un modo superfi-
cial y con rapidez, pero a condicin de volver Juego atrs y detenerse en el texto
el tiempo necesario. Para ello fragmente la lectura, por ejemplo, en pargrafos, o
bien entre una actividad y la siguiente.
- Anote dudas y objeciones: podr plantearlas por escrito. Haga resmenes y cua-
dros sinpticos.
- Las actividades son nuestro vehculo de dilogo. No siga leyendo hasta haberlas
realizado, o al menos hasta haberlo intentado. Aunque ellas merecen comentarios
o respuestas en la clave de correccin, no se apresure en consultarla. Hay lectores
de novelas policiales que "saltan" a las pginas finales y as se enteran de quin
es el asesino, pero no se entiende muy bien qu clase de gratificacin obtienen.
Vencer dificultades por cuenta propia es insustituible.
10 o
- Si le es posible, estudie en grupo con otros colegas. Aunque este curso no presu-
pone excesivos conocimientos previos, hallar en l elementos de matemtica, f-
sica, qumica, biologa, ciencias sociales, historia y filosofa. Por tanto, cuanto
ms multidisciplinario sea el grupo, mejor. Usted se hallar en ventaja en cuanto
al conocimiento de ciertos temas, pero ignorar otros. Si trabaja en un grupo mul-
tidisciplinario podr ensear a otros, y a la vez aprender de ellos. Lo ms acon-
sejable es realizar una primera lectura individual y luego intercambiar opiniones
con el resto, en reuniones peridicas. Y si no puede reunir un grupo de esas ca-
ractersticas, no vacile en. consultar con colegas de especialidades distintas a la
suya: quiz sea se el origen de un grupo de estudio, aunque no todos sus miem-
bros sean cursantes de El pensamiento cientfico.
En el pas de las maravillas, el Gato de Lewis Carroll posee la curiosa propiedad de
desaparecer sin que haga lo propio su sonrisa. Pero en el mundo real de la educacin cien-
tfica una sonrisa sin Gato no es Gato en absoluto: tal es, quiz, un modo adecuado de
ilustrar cierta versin de la ciencia, asptica y sin vida, que muchas veces se ensea o se
describe en los libros de texto. Confiamos en poder presentarle a usted al Gato de carne
y hueso, aunque debamos para ello, juntos, caminar bastante.
INTRODUCCIN
LA IMPOSIBILIDAD DE DEFINIR AL GATO
r Nada mejor para iniciar un curso que tratar acerca de la ciencia, podr pensar us-
ted, que ofrecer desde el inicio una definicin clara y precisa de qu entendemos cuando
nos referimos a ella. De hecho, muchos libros de texto sobre ciencias particulares lo ha-
cen, u ofrecen una breve descripcin de lo que el autor considera es "el mtodo cientfi-
co". Pero esto es engaoso. De ser posible acordar el significado de trminos tales como
"ciencias" o "mtodo cientfico" este curso carecera de sentido. Puesto que sus auto-
res han decidido disearlo, se desprende que no creen que tales definiciones sean, al me-
nos enprincipio, demasiado tiles.
IJi En efecto, en distintos momentos histricos y aun hoy, entre distintos grupos de
personas, la pregunta "qu es la ciencia?" recibir distintas respuestas. La nuestra es es-
te curso. Desde ya aclaramos que nuestro propsito no ser agregar una definicin ms a
la que existen, sino mostrar cunta complejidad hay en esa empresa humana que llama-
mos, de modo impreciso en la mayor parte de los casos, ciencia.
Pero empecemos por ofrecer ejemplos de la diversidad de significados que suelen
atribuirse al trmino. El ms usual, al menos en los libros de enseanza media, se refiere
a la ciencia como un conjunto acumulativo de conocimientos obtenidos a partir de un
mtodo. (La "definicin" puede presentarse en lenguaje ms preciso y detallado, pero
ello no nos interesa por el momento.) Aqu es tentador sealar las etapas del "mtodo
cientfico" -observacin, medicin, formulacin de hiptesis, etc.- y luego concluir
que la ciencia es "conocimiento acorde con dicho mtodo". Lamentablemente las con-
cepciones del dichoso "mtodo cientfico" son muy dismiles y originan furiosas polmi-
cas entre los especialistas. La palabra "mtodo" significa camino, pero no parece plausi-
ble reducir el mtodo a un conjunto de recetas infalibles para la resolucin de problemas
cientficos. Como se ha sealado alguna vez, la investigacin cientfica dispone a lo sumo
de una brjula, y el camino "se hace al andar".
Si ello puede afirmarse de ciencias naturales tales como la fsica, la qumica o la
biologa, con mayor razn se presentarn dificultades en el caso de las ciencias sociales.
El cientfico social se ocupa de estudiar el comportamiento de las sociedades humanas
en cuanto, por ejemplo, a sus creaciones culturales, sus modos de produccin econmica
o de conduccin poltica. El "problema del mtodo" adquiere aqu una enorme comple-
jidad, pues los cientficos sociales estudian su sociedad (u otras) sin poder eludir los pa-
trones que esa sociedad -a la que pertenecen- les ha inculcado. (Es posible estudiar
una sociedad esquimal empleando patrones caractersticos de las sociedades europeas?
12 o
Qu dificultades metodolgicas especficas encontrara un investigador de la Universi-
dad de Bratislava para realizar un estudio sociolgico del arrabal porteo?) No es de ex-
traar que la mayora de los cientficos sociales cuestionen la existencia de un mtodo
cientfico, en particular cuando se pretende que el estudio de la conducta humana o del
accionar de las sociedades debe realizarse por procedimientos semejantes a los que em-
plean el fsico o el qumico, es decir, los cientficos de la naturaleza. Pero, si admitimos
la existencia de estos debates acerca de los cuales se realizan congresos internacionales y
se escriben tesis doctorales, parece un tanto abusivo identificar a la ciencia con un mto-
do, al menos hasta tanto no se indague lo suficiente acerca de este ltimo. (Por ejemplo:
qu es lo que hacen los cientficos cuando dicen estar aplicando el mtodo cientfico?)
Otro significado que se asigna a veces a la palabra "ciencia" tiene una connotacin
cultural o filosfica. Ello es as porque la ciencia es una fuente incesante de nuevas ideas
que afectan las concepciones elaboradas por los filsofos acerca de la realidad fsica y so-
cial. En muchos casos, la frontera entre ciencia y filosofa dista de ser clara. Descartes,
Leibniz y Kant fueron a un tiempo cientficos y filsofos; Galileo y Einstein reclamaban
para s el ser considerados filsofos antes $JUe fsicos. Las polmicas acerca del espacio,
el tiempo y la materia se remontan por lo menos a veinticinco siglos atrs, pero ninguna
discusin actual entre filsofos que se ocupan de esos temas puede ignorar la obra de
Einstein y tantos otros cientficos modernos. El pensamiento filosfico de la antige-
dad quiso fundamentar la "condicin natural" del esclavo o de la mujer asignndoles una
inferioridad innata, pero la ciencia moderna ha mostrado la falacia de tales justificacio-
nes. Por lo dems, el impacto cientfico sobre las visiones tradicionales del mundo ha vuel-
to anticuada la nocin de que el trmino "cultura" alude solamente a un conjunto de
ideas o creencias filosficas, realizaciones artsticas o jurdicas, historia y literatura. La
ciencia y la tecnologa modernas pertenecen hoy al ncleo ms dinmico de la cultura
humana, y la escisin entre "ciencias" y "humanidades" no slo es falaz sino tambin
perniciosa. Pero aun cuando reconozcamos la gravitacin de las ideas cientficas sobre la
filosofa y su pertenencia a una cultura humana que es nica y no puede ser escindida,
est claro que la ciencia NO es filosofa y que la bsqueda cientfica difiere de la compo-
sicin musical o de la escritura de un poema.
Un tercer significado de la palabra "ciencia", quiz el ms difundido, la identifica
con la tecnologa, e inclusive con la produccin industrial. En ciertos suplementos "cien-
tficos" de los peridicos slo encontramos noticias acerca de una nueva tcnica para re-
capar neumticos o los detalles de un nuevo lenguaje de computacin, o bien del inicio
de actividades de una empresa destinada a la fabricacin masiva de videograbadores. La
confusin, a nuestro entender, es perjudicial, si bien se explica porque la estrecha sim-
biosis ciencia-tecnologa-industria es el motor del aparato productivo de las sociedades
modernas. Un ejemplo del malentendido lo constituye la habitual afirmacin de que tal
o -cual tcnica quirrgica reciente (o nuevo medicamento, o automvil, o detergente, o
nave espacial) constituye un "logro de la ciencia". Sin duda, se trata de realizaciones que
han tenido su fundamento en la investigacin cientfica pero, que en s mismas, no cons-
tituyen aportes al conocimiento cientfico.
Para colmo de males (o, si usted prefiere, para mayor riqueza temtica de reflexin)
los efectos sociales de estos malentendidos distan de ser inofensivos. Se identifica a la
ciencia, por una parte, con la obtencin de drogas milagrosas o con el logro de portento-
sas hazaas espaciales. El adjetivo "cientfico" confiere prestigio y seriedad. Se habla de
la "ciencia de la belleza" o de procedimientos "cientficos" para aprender a conducir au-
tomviles o confeccionar horscopos. Se respeta a la ciencia porque (en esta visin po-
pular de la misma) es fuente de confort y bienestar. Se la puede considerar, incluso, co-
mo el nico recurso para resolver, con tiempo y perseverancia, problemas acuciantes que
afectan a la especie humana: -
o 13
Nombrenme cualquier problema del mundo y yo le puedo decir que, aunque es po-
sible que la ciencia y la tecnologa no puedan resolverlo, ninguna otra cosa podr
resolverlo.(*)
Pero al mismo tiempo, y coexistiendo con esta visin "anglica" o "deificada" de
la .ciencia, se encuentra difundido un temor concreto ante sus realizaciones o las perspec-
tivas que derivan de ella. Se la identifica con guerra y bombas nucleares, masificacin del
individuo, contaminacin ambiental, manipulacin gentica sin control tico: tal es la vi-
sin "demonaca" de la ciencia. Comprese la cita anterior con sta:
Ciencia y mquina se fueron alejando hacia un olimpo matemtico, dejando solo y
desamparado al hombre que les haba dado vida. Tringulos y acero, logaritmos y
electricidad, sinusoides y energa atmica, extraamente unidos a las formas ms
misteriosas y demonacas del dinero, constituyeron finalmente el Gran Engranaje,
del que los seres humanos acabaron por ser oscuras e impotentes piezas.(**)
Sera apresurado intentar un juicio acerca de la concepcin de la ciencia que sustn-
ta cada uno de estos autores a partir de tan breves fragmentos, extrados de su contexto.
Tampoco pretendemos que usted, en este momento, tome partido por uno u otro. Slo
hemos querido poner de manifiesto dos conclusiones diametralmente opuestas, obteni-
das por dos pensadores dedicados a la reflexin acera de un mismo y controvertido te-
ma: el impacto social de la ciencia y de la tecnbloga.
Nuestra opinin es que la ciencia no puede ser convertida en fetiche, ngel o demo-
nio: debe ser comprendida en toda su complejidad. Y este curso pretende ser una modes-
ta contribucin al logro de ese objetivo, esencialmente educativo. Quisiramos que, al
adquirir usted una visin de la ciencia y la tecnologa ms acorde con la actividad real y
concreta del investigador, del conocimiento cientfico mismo y de sus proyecciones his-
tricas y sociales, lograse traducirla a una actitud diferente ante la disciplina particular
que ensea y ante la modalidad de ensearla. Existen "recetas" para ello? Creemos que
no. Pensamos que la cuestin no se agota con la inclusin de fragmentos de historia de la
ciencia o de metodologa cientfica en el curso que usted dicta, o adicionando secciones
ad hoc al programa habitual de la materia.
No estamos diciendo que tales agregados sean en s mismos perjudiciales. Por el con-
trario, realizar comentarios o proponer algunas actividades de carcter histrico o meto-
dolgico, convenientemente adaptadas al nivel de los alumnos, puede agilizar una clase y
volverla ms motivadora. Pero ello no servir de mucho si el docente adhiere a una con-
cepcin estrecha y esttica de la ciencia, en la cual los agregados histricos o metodol-
gicos podrn operar a lo sumo a manera de accesorios o "adornos", sin gravitar sobre la A
imagen global que, a nuestro entender, debera ser transmitida al alumno. _
Cul es su caso particular? Cul es su actual concepcin de la ciencia y la tecno-
loga? No podemos saberlo de antemano. Puesto que se ha interesado en nuestro curso,
presuponemos que ha advertido algunas carencias en su formacin docente que le impi-
den abordar con solvencia cuestiones histricas, metodolgicas o sociales que habitual-
mente no son tratadas en los libros de texto ni contempladas en los programas de estu-
dio. En tal caso, confiamos en que nuestra propuesta d sus frutos y le ayude a mejorar
la calidad de su enseanza. Si, por el contrario, descubre al finalizar el curso que ya com-
parta con nosotros una visin ms amplia e integral de la ciencia y la tecnologa, lamen-
(*) Asimov, 1, "El mejor paso atrs", en El planeta que no estaba, Buenos Aires, Adiax, 1980.
("'*) Sabato, E, Hombres y engranajes. Buenos Aires, EME CE, 1979.
14 D
taremos no haberle sido de utilidad si bien prometemos que, en el futuro, lo-tendremos
en cuenta en caiidad de colaborador.
Hemos dicho al comienzo que trataremos de dar una respuesta a la pregunta" qu
es la ciencia?" por medio de este curso. Pero, podr preguntarse, por donde comenzar?
Si en el triilino "ciencia" confluyen a un tiempo una actividad que procura conocer el
comportamiento de la naturaleza o de la sociedad, si brinda fundamento a la tecnologa,
si origina concepciones del mundo que afE1ctan a la filosofa y la cultra, si involucra fac-
tores sociales y econmicos ... cmo abarcar tanta complejidad? En principio, cada uno
de esos aspectos podra ser tratado por separado, pero no sin antes ponerlos de manifies-
to en el caso de una investigacin real, llevada a cabo en un momento histrico determi-
nado.
Eso es lo que haremos. El primer mdulo de esta estructura est destinado a mos-
trar las complejidades de una investigacin que tuvo lugar hace tres siglos y medio. Con-
fiamos en que, al cabo de su lectura, le resultar a usted claro el diseo que ha guiado la
elaboracin de este curso.
MDULO 1
UN CASO HISTRICO
A MODO DE INTRODUCCIN
POR QUE INICIAMOS NUESTRO CURSO
CON EL ESTUDIO DE UN "CASO HISTORICO"?
-J
Nuestro curso comienza, efectivamente, con el anlisis de un episodio histrico ""
muy conocido, ocurrido a mediados del siglo XVII en Italia. Quiz pueda sorprenderle
la eleccin. Un caso histrico protagonizado por cientficos que vivieron hace tres siglos
y inedia, no ser un tanto anticuado para comprender la ciencia de nuestra poca? Bien,
la pregunta es atingente, pero la respuesta sencilla: se trata de la misma ciencia. Pero,
acaso la ciencia moderna no trata con reacciones nucleares, cdigos genticos o aguje-
ros negros, todo ello ignorado por los cientficos del siglo XVII? Es verdad, pero aqu es
necesario discriminar entre ciencia moderna y ciencia reciente. Galileo o Newton, que vi-
vieron en el siglo XVII, procedieron, en su abordaje de los problemas cientficos de su
poca, de un modo similar al que lo hace un fsico actual. Fueron cientficos modernos,
y el fsico de nuestros das se siente "como en su casa" cuando lee (si es que lee) alguna
pgina de los Dilogos acerca de dos nuevas ciencias, de Galileo, o de los Principia Ma-
thematica, de Newton. Los reconoce como a uno de los suyos, como a un colega, aun-
que el texto trate del movimiento de proyectiles y no de quarks o de superconductores.
Y se siente muy a gusto (muy moderno) cuando expone en una clase o conferencia algn
aspecto de la obra de esos grandes cientficos fundacionales.
La ventaja de escoger un episodio vinculado con los orgenes de la ciencia moderna
es que, a grandes rasgos, las complejidades de la investigacin no se acentan por el des-
conocimiento que podamos tener de sus aspectos tcnicos. Sera tentador analizar el sur-
gimiento de la teora de la Relatividad o la de la transmisin hereditaria por medio de un
cdigo gentico, pero, cunta fsica o biologa deberamos presuponer de todos nues-
tros lectores? El episodio elegido trata, en cambio, con ideas que hoy (aunque no enton-
ces) resultan familiares, y con experiencias de laboratorio que pueden repetirse con un
instrumental muy sencillo. Tiene en comn con la obra de Einstein o cualquier otro cien-
tfico actual de nota la originalidad y el genio, un patrn comn en cuanto a la metodo-
loga para dar respuesta a un problema y ofrecer fundamento a dicha respuesta. Pero,
adems, el perodo histrico en el cual transcurre nuestro caso real de investigacin cien-
tfica tiene para nosotros particular inters, pues cabe hallar all, en la Europa del siglo
XVII, los orgenes de un modo de existencia socioeconmica y poltica que acabar, con
el tiempo, por ser el nuestro. Su incidencia en el desarrollo posterior de la ciencia y de la
tecnologa ha sido decisiva.
La eleccin de un caso histrico tiene adems inters estrictamente educativo. El
carcter ahistrico que suele tener la enseanza de la ciencia es pernicioso, porque:
16 O Mdulo 1
... se corre el riesgo de ofrecer una imagen desnaturalizada del quehacer cienttico y
de la ciencia misma, conocimiento provisional, evolutivo, dinmico, autocrtico y
auto correctivo. El libro de texto y el docente, salvo excepciones muy contadas, pre-
sentan los conceptos, operaciones y leyes cientficas al modo de un asptico, neu-
tro y objetivo informe de las actuales revistas especializadas: sabr Dios de qu gale-
ra sali el conejo. En verdad, slo puede comprenderse el significado de una investi-
gacin si se la entiende como compleja interseccin de creencias filosficas e ideol-
gicas, de pasiones y motivaciones personales, de aciertos y errores, de obstculos y
tentativas fallidas, en un marco sociopoltico que promueve o inhibe la tarea del
cientfico y de su comunidad, que origina la polmica o el conflicto, y aun puede
llegar a poner en peligro la integridad de quienes, significativamente, fueron llama-
dos "hombres de ciencia" hasta tiempos recientes.(*)
Ahora bien, de q11 episodio histrico se trata? En 1643, un ao despus de la
muerte de Galileo, su discpulo Evangelista Torricelli concibi los lineamientos generales
de una teor(a capaz de explicar ciertos fenmenos que por entonces intrigaban a. los cien-
tficos. Para extraer agua de las galeras de las minas, los mineros empleaban bombas no
muy diferentes de las que hoy se encuentran todava en uso en el mbito rural. Se poda
explicar por qu un mbolo, al ser t:accionado hacia arriba, eleva el agua, y por qu lue-
go, al ser empujado hacia abajo, el agua es expelida por un tilbo de salida. Sin embargo,
tales bombas no operaban cuando se pretenda elevar el agua por encima de unos diez
metros. Tal era el problema, al cual Torricelli dio respuesta.
Quiz usted nunca haya odo hablar del asunto, o slo lo recuerde vagamente. Si
ensea o ha enseado fsica, le resultar familiar. En cualquier caso, expondremos la
cuestin en detalle. Confiamos en que, aun cuando usted domine a la perfeccin Jos ele-
mentos tcnicos del caso, habr mucho de novedoso en cuanto nos internemos en los
matices especficos de la investigacin real de Torricelli y sus contemporneos.
Comenzaremos, pues, por el principio: el problema que motiva la investigacin. Pe-
ro antes le sugerimos que realice una sencilla actividad, fundada en su propia experiencia
docente.
ACTIVIDAD l.
Considere algunos de los aportes al conocimiento cientfico que fueron realiza-
dos en algn momento histrico determinado y que hoy han pasado a formar
prute de los progralllas de enseanza y, por tanto, estn incluidos en los co-
rrespondientes libros de texto. Escoja el que le resulte ms familiar, de acuerdo
con la disciplina que dicta. (Por ejemplo, los de Torricelli y Pascal en fsica;
los de Dalton y Avogadro en qumica; los de Darwin en biologa; los de Eucli-
des en matemtica.) Cmo son expuestos habitualmente en los libros de tex-
to? Incluyen tales exposiciones algunos elementos "contextuales" como los
que menciona la cita anterior? Dicho de otro modo: cree usted que tal moda-
lidad de exposicin contribuye a ofrecer al alumno una visin acertada de lo
que es (o ha sido) una investigacin? Redacte para s un breve prrafo expo-
niendo sus opiniones, y cotjelo con las nuestras en la clave de respuestas.
(*) Boido, G., "Historia de la ciencia y vida de la ciencia: algunas reflexiones educativas", en Re-
vista de Enseanza de la Fsica, a.l, n.l,junio de 1985.
Un caso histrico a modo de introduccin O 17
ACTIVIDAD 2
A propsito de la actividad anterior, usted (u otra persona) bien puede argu-
mentar como sigue: "Bien, puede que la historia de la ciencia tenga inters por
s misma, pero, por qu mi exposicin o el libro de texto deberan tratar acer-
ca de la gnesis histrica de tales o cuales conceptos o leyes, si stos ya estn
bien establecidos hoy y se los puede presentar con mayor nitidez y claridad
gracias al tiempo transcurrido, a un lenguaje preciso, sin ambigedades o erro-
res de los que pudieron ser vctimas aquellos protagonistas de pocas pasadas?
Ningn fsico estudiara mecnica en un libro de Newton, o qumica en uno
de Lavoisier: para ello hay textos modernos. Por qu habra de hacer yo algo
distinto con mis alumnos al presentar un tema en clase?"
Redacte sus propias ideas al respecto, pero vuelva a leer previamente la cita de
la pgina 16 . Anticipa nuestra opinin, que encontrar en la clave de respues-
tas.
18 O Mdulo 1
EL SURGIMIENTO DE UNA TEORA
Una perplejidad histrica
En 1556 se public en Alemania uno de los tratados tcnicos ms famosos de la
poca: De Re Metallica. Su autor, Georg Bauer, es ms conocido por el nombre latino de
Agrcola. Se trata de un compendio de tcnicas mineras y metalrgicas vinculadas con la
industria de entonces, con numerosas ilustraciones.
Aqu reproducimos una de ellas (Fig. 1). Una serie de bombas neumticas, A, By
e, extraen el agua del fondo de una mina: al realizar las perforaciones, los mineros se
topaban con napas de agua y el lquido inundaba con frecuencia pozos y galeras. Si exa-
mina con cuidado el grabado, ver que las bombas son operadas simultneamente por
medio de un sistema de palancas. El conjunto es accionado desde la superficie por una
rueda hidrulica.
Fig. 1
Bombas de succin instaladas en serie y accionadas por una sola rueda hidrulica.
Observe tambin este detalle: no hay una sola bomba, sino tres. La ms profunda,
A, eleva el agua y la vierte en un recipiente; la segunda, B, toma el agua de all y la eleva
hasta otro recipiente, mientras que la tercera, e, eleva an ms el agua y la vierte en una
canaleta de desage.
Pero, por qu no emplear sencillamente lina sola bomba? Para aclarar el pnto, ve-
amos con cierto detalle cmo funciona este ingenioso mecanismo.
En la figur a 2 se observan sus componentes
principales. El mbolo puede ser tracciona-
do hacia arriba o empujado hacia abajo des-
de el exterior. Las vlvulas A (en el mbo-
lo) y B (en la base del cuerpo de la bomba)
abren hacia arriba; en posicin horizontal
obturan su correspondiente orificio. En la
figura vemos lo que sucede cuando el m-
bolo es llevado hacia arriba: A queda cerra-
da y B abierta, y el agua sube por el tubo
inferior y el cuerpo de la bomba del mismo
modo en que lo hara por una jeringa hipo-
drmica. La distancia h, medida desde el ni-
vel externo del agua, indica la mxima altu-
ra a la que llegarn el mbolo y el agua en
su recorrido hacia arriba.
En la figura 3, el mbolo es empujado ha-
cia abajo. Ahora A est abierta y B cerrada;
por tanto, hay una columna de agua (de al-
tura d) dentro del cuerpo de la bomba. El
mbolo la atraviesa sin dificultades en su
camino hacia abajo.
Una vez llegado a su posicin inferior, el
mbolo es nuevamente traccionado hacia
arriba (Fig. 4). A queda cerrada, y por ello
el agua aspirada en la etapa precedente es
expulsada por el tubo de salida. Al mismo
tiempo, una nueva cantidad de agua ingre-
sa por B (abierta), tal como sucediera an-
teriormente. Llegado el mbolo a la altura
h, se reiniciar el proceso.
Un caso histrico a modo de introduccin O 19
b
Fig. 2
i
A
~ a!22
-
-
-
-
-
h
~ =
-=- r=
-
-
-
-
- -
-
- -
-
--.._
~
----
- -
~
-
-
Fig. 3
h
Fig. 4
1
20 D Mdulo 1
ACTIVIDAD 3
En la figura 2 se supone que la bomba ya se encuentra en funcionamiento: el
agua ocupa el cuerpo de la bomba y el tubo inferior. En esa situacin, al "bom-
bear" {obligar al mbolo a realizar un movimiento de vaivn) el agua sale pe-
ridicamente, a chorros, por el tubo de salida.
Pero, qu sucede cuando se inicia el
bombeo? Observe la figura 5. El m- Fig. 5
bolo se encuentra en su posicin infe-
rior; por encima hay aire. Entre By el
nivel de la napa de agua {en el tubo in-
ferior) tambin hay aire.
Se inicia el bombeo: el mbolo sube,
A queda cerrada y B se abre. Intente
describir qu sucede de all en ms a
medida que se bombea. {Use la intui-
cin, si es necesario.) Sale el agua de
inmediato, a los primeros "bomba-
zos"? Ha tenido esta experiencia, por
ejemplo, al emplear una simple bomba
operada por medio de una palanca?
En princ1p10, podra pensarse que, si el tubo inferior fuese suficientemente largo,
una bomba como la descripta debera bastar para extraer el agua desde cualquier profun-
didad. Sin embargo, no es as, y el autor de los dibujos de Agrcola lo saba muy bien. Si
usted analiz correctamente la situacin que propusimos en la anterior actividad, sabr
que, cada vez que el mbolo sube, el nivel de agua en el tubo aumenta hasta que el agua
penetra por B en el cuerpo de la bomba. All, el agua es "levantada" por el mbolo como
si ste fuera un balde. Pues bien, qu sucede si se construye una bomba cuyo tubo infe-
rior fuese de {digamos) 15 m? La bomba no extraer el agua: el nivel del lquido llegar
hasta algo ms de 10m en el tubo y no superar ese valor. Ser intil bombear y bombe-
ar. Lo que los mineros de la poca de Agrcola saban era esto: la altura h {en las figuras
2, 3 4) no puede ser mayor de algo ms de 1Om. {Ellos hubiesen dicho: unos 18 codos,
equivalentes a unos 10,3 m.)
En este punto podemos olvidar los detalles del funcionamiento de la bomba y remi-
tirnos a la figura 2, asimilando el dispositivo a una simple jeringa hipodrmica. Si trat-
ramos de succionar agua con una largusima jeringa vertical slo podramos hacerlo hasta
una altura de 10,3 m, pues a partir de all, aun cuando apliquemos la fuerza necesaria pa-
ra levantar el mbolo, ste subir pero no el agua.
En verdad, en la poca de Agrcola {siglo XVI) esta imposibilidad de elevar el agua
ms all de los 10,3 m no poda ser explicada. Qu es una explicacin? Es una respuesta
a la pregunta "por qu?". Pero en nuestro ejemplo de la jeringa podemos identificar
dos hechos o fenmenos que parecen requerir explicacin, a saber:
l. Por qu el agua sube por la jeringa cuando se hace subir el mbolo?
2. Por qu el agua no puede subir ms all de los 10,3 m?
En el siglo XVII, poca en que este tipo de cuestiones tom estado pblico entre
cientficos que sostenan dismiles concepciones de la naturaleza, dos bandos en pugna
intentaron dar respuesta a la cuestin. El bando A pretenda haber dado una explicacin
plausible del primer fenmeno {la succin del agua por el mbolo); en cambio-, no lo-
graban hacer lo mismo con el segundo (la existencia de una altura lmite para tal succin).
Un caso histrico a modo de introduccin O 21
A su vez, el bando M sostena que era necesario rechazar la explicacin ofrecida por el
bando A para el primer fenmeno, y, desde una perspectiva cientfica radicalmente dis-
tinta, intentar la explicacin de ambos fenmenos.
Veamos, por tanto, algunos aspectos de esta controversia, que involucra, entre otras
cuestiones, la siguiente: existe el vaco?
El mundo sin vaco
Existe el vaco? La pregunta, en el marco de nuestra cultura, parece un tanto fue-
ra de lugar. Damos por supuesto que " hay vaco" del mismo modo en que "sabemos"
que hay atmsfera. Las inscripciones de nuestros paquetes de caf afirman que ha sido
envasado "al vaco total" y, mientras desayunamos, la radio nos informa acerca de la
"presin atmosfrica" o del ltimo paseo de ciertos astronautas por el "vaco interpla-
netario". Al parecer, nuestras actuales creencias en el vaco o la atmsfera se han incor-
porado a cierto conocimiento vulgar bsico que sera difcil cuestionar, como la esferi-
cidad de la Tierra o la existencia de los tomos.
Eliminar la creencia en el vaco sera, por otra parte, un expediente muy molesto si
pretendemos conservar nuestra actuJ.l ciencia fsica, amn de la credibilidad en las publi-
cidades de caf. Enunciados muy elementales que aparecen en los textos escolares debe-
ran ser modificados; por ejemplo, el que afirma: "la materia est compuesta por to-
mos, que se mueven en el vaco". Habra que pagar un alto precio por ello. Somos deu-
dores ge ideas cosmolgicas fuertemente influidas por el pensamiento cientfico, es de-
cir, por teoras que afirman no slo que el vaco puede existir, sino que de hecho existe
en la naturaleza y que se lo puede producir por medio de tcnicas determinadas (por
ejemplo, una bomba neumtica).
Pero al menos, si se quiere a modo de ejercicio intelectual, podramos imaginar un
universo factible completamente lleno, en el que la materia no dejase resquicio alguno.
Cierta comunidad, sin el auxilio de nuestra ciencia actual, bien podra afirmar que tal
cosa es evidente, pues vemos y tocamos materia por doquier mas no vaco. A partir de
observaciones sencillas y experiencias inmediatas, tal comunidad podra agregar ms y
ms enunciados acerca del universo hasta ofrecer de l una descripcin relativamente co-
herente. La observacin de los astros podra sugerir que el centro de su rotacin es tam-
bin el centro del universo, y que ste no es otro que el de nuestra Tierra, inmvil. Los
objetos ms lejanos, las estrellas, podran estar ubicadas en una gran superficie esfrica, y
ms all no parecera haber nada. Tal universo sera entonces finito y esfrico, lleno de
materia, y su centro coincidira con el de nuestra madre Tierra.
Una concepcin tal del universo ha resultado aceptable en algn momento de la his
toria. En particular, las creencias u opiniones cosmolgicas que sealamos en el prrafo
anterior forman parte del modelo de universo diseado por Aristteles (siglo IV a.C.)
y desarrollado y/o modificado en algunos aspectos por sus adherentes posteriores. En la
antigedad griega convivieron, a partir del siglo VI a.C., ideas cosmolgicas de muy di-
verso carcter, debidas a diferentes escuelas filosficas. El universo fue considerado fini-
to o infinito, y. la Tierra mvil o inmvil, y se formularon muchas suposiciones sobre la
naturaleza de la materia y de los astros. Sin embargo, por razones que hemos de discutir
ms adelante, el sistema de creencias aristotlico predomin hasta tiempos muy recien-
tes al menos hasta bien entrado el siglo XVI.
Las caractersticas del universo aristotlico, tales como su finitud y su ausencia de
vaco, se apoyan mutuamente unas en otras y adquieren as una coherencia que vuelven
muy persuasivos los argumentos del gran filsofo griego. Si se admitiese la existencia del
vaco, afirma Aristteles, podramos imaginar una concatenacin de materia y vaco que,
en principio, no tiene por qu tener lmite; y ello nos conducira a admitir un universo
infinito. Lo que queremos sealar con este ejemplo es que, si se cuestiona un aspecto
22 O Mdulo 1
particular de la cosmologa aristotlica, se ven afectados muchos otros. Por ello hay, en
la obra de Aristteles, muchos argumentos "por el absurdo", es. decir, el mostrar que SI
se admite que puede existir vaco entonces deber admitirse tambin que ocurrir algo
que a todas luces (segn Aristteles) es obviamente absurdo.
Por ejemplo, para Aristteles, carece de sentido imaginar que un cuerpo puede mo-
verse indefinidamente en vecindades de la superficie terrestre. (Ms especficamente en
la regin del universo "sublunar".) Ofrece en apoyo de esta tesis una serie de evidencias
basadas en observaciones cualitativas y de "sentido comn". Entonces puede argumentar
as en contra de la existencia del vaco:
... nadie .podra decir por qu una cosa en movimiento e11 el vaco deba pararse en
algn sitio; porque, por qu debera pararse aqu y no all? De este modo una cosa
deberla estar en reposo o moverse ad infinitum. (*)
Aristteles entiende que la conclusin (subrayada) es absurda, pues para l no hay
evidencia de que existan cuerpos que se muevan "ad infinitum". Pero esto es lo que su-
cedera, precisamente, SI existiese vaco; por tanto, el vaco es imposible.
Aristteles es, pues, un plenista: concibe un universo "pleno" (lleno) de materia.
Este es un rasgo esencial de su cosmologa, que en tiempos de Agrcola constitua el fun-
damento de las creencias de sus adherentes, los aristotlicos. Estos sern los miembros
del bando A que mencionamos en el pargrafo anterior. Pero por entonces tales ideas se
hallaban fuertemente cuestionadas por los partidarios de otras cosmologas incipientes.
En particular, los llamados mecanicistas (el bando M) intentaban sentar las bases de un
nuevo esquema conceptual del universo que rompiera definitivamente con el heredado
de Aristteles. Y algunos de ellos, aunque no todos, trataron de enfrentar ciertos proble-
mas desde la ptica opuesta, es decir, la aceptacin de espacios vacos en la naturaleza.
Uno de tales problemas fue, precisamente, el que tanto intrigaba a los mineros: por qu
una bomba neumtica no puede elevar el agua ms all de los 10,3 m?
Los mecanicistas del siglo XVII y el desafo de la tcnica .
A diferencia de los aristotlicos, poco propensos a aceptar que idas emanadas de la
tcnica pudiesen incidir sobre el conocimiento de la naturaleza, los mecanicistas del siglo
XVII usaban analogas mecnicas en su concepcin del universo. (Uno de ellos, el padre
Mersenne, afirmaba que Dios deba ser considerado una suerte de Gran Ingeniero.) El
problema generado por la imposibilidad de elevar el agua ms all de los 10,3 m desper-
t de inmediato su inters, pues la dificultad con la que tropezaban los mineros pareca
afectar un aspecto esencial del pensamiento aristotlico. Vemoslo con cierto detalle.
Al interrogante "por qu asciende el agua por una jeringa cuando se eleva el mbo-
lo?" el aristotlico podr responder del siguiente modo: si el agua no ascendiese, se gene-
rara vaco entre el mbolo y la superficie del lquido; pero no puede existir vaco, por
tanto, el agua debe ascender. Este razonamiento (una explicacin del hecho observado,
es decir, del ascenso del agua por la jeringa) tiene la misma forma que el ya mencionado
de Aristteles; la negacin de un enunciado conduce por deduccin a un absurdo, por
tanto, el. enunciado ha de ser afirmado. Desde luego, el punto clave de la explicacin es
aqu la tajante afirmacin aristotlica de que el vaco no puede existir en la naturaleza.
(O bien, para emplear el lenguaje hoy un tanto pintoresco de los aristotlicos medieva-
les, que la naturaleza "aborrece" el vaco, o que ste le "repugna".)
(*)Aristteles, Obras completas, "La Flsica", Buenos Aires, Bibliogrfica Omeba, 1967.
Un caso histrico a modo de introduccin O 23
A la luz del esquema conceptual aristotlico, el fenmeno de succin del agua por
la jeringa no tiene nada de "extrao", pues puede ser explicado en trminos de ciertas
suposiciones sobre la naturaleza que gozan en cierto momento histrico de aceptacin
general. Pero, en el marco de ese mismo esquema, la observacin por los tcnicos mine-
ros de que el agua no asciende ms all de los 10,3 m no poda dejar de ser perplejizante.
Y aqu debemos ponernos en guardia contra el anacronismo: si el esquema aristotlico
fuese el nico del que dispusiramos (o bien el nico que estuviramos dispuestos a acep-
tar), la existencia de una altura lmite para el ascenso del agua sera sin duda un hecho
altamente "extrao". Pues, cul podr ser la razn por la cual esa "repugnancia al vaco"
no se manifiesta a alturas mayores de 10,3 m? Distinto sera el caso de un fsico actual
ante el mismo fenmeno, pues el esquema conceptual que adopta es el de la ciencia mo-
derna, no aristotlica, y en l la limitacin para la succin del agua por la jeringa es per-
fectamente explicable. Para nuestro fsico, no hay nada de perplejizante o extrao ante
el fenmeno que llenaba de asombro a los aristotlicos del siglo XVII.
Los mecanicistas de esa poca advirtie;ron que disponan de un buen argumento en
contra de las ideas fsicas de Aristteles, en particular la hiptesis del "horror al vaco"
por la naturaleza. Muchos de ellos aceptaban de buen grado el atomismo, de acuerdo con
la antigua concepcin de Demcrito de que, ms all de la experiencia sensorial inmedia-
ta, el universo consta de espacios vacos y partculas indivisibles (tomos), y de ninguna
otra cosa. Dicho de otro modo, su esquema conceptual (una alternativa al aristotelismo,
por entonces sometido a fuertes crticas desde distintos puntos de vista) inclua la posi-
bilidad de que el vaco existiese en alguna regin del espacio, y aun la de que se lo pudie-
ra crear por medio de algn mecanismo. Al abordar desde una ptica nueva la dificultad
revelada por los tcnicos mineros, crearon una de las ms simples y bellas teoras de la
historia de la ciencia, a la par que iniciaron el desarrollo de investigaciones de importan-
cia crucial para la ciencia y la tcnica subsiguientes.
Este logro, sin embargo, no culmin sino al cabo de una serie de intentos ms o me-
nos azarosos que muestran la complejidad real de la investigacin cientfica. Nuestra afir-
macin de que existieron por entonces dos bandos claramente definidos y antagnicos
en pugna es una simplificacin excesiva si se entiende por ello el enfrentamiento de visio-
nes del mundo claramente explicitadas en todos y cada uno de los aspectos particulares
atinentes a un problema determinado. Esto no fue as (*). Por eso debemos comenzar.
con un intento fallido: el de Galileo, el ms ilustre mecanicista de la primera mitad del
siglo XVII, quien trat de encarar el problema de la limitacin en la succin de las bom-
bas neumticas sin abandonar por completo la concepcin aristotlica del "horror al va-
co".
La conjetura de Galileo
Galileo Galilei, en su Dilogo sobre dos nuevas ciencias (1638) menciona haberse
ocupado del caso de una bomba aspirante que funcionaba mal y no poda elevar el agua
ms all de determinada altura. Abord el problema y sugiri una solucin al mismo.
Pens que la columna lquida se comporta como un alambre o una barra rgida tendidas
entre dos puntos de apoyo, y que, cuando la distancia entre los puntos de apoyo sobre-
pasan cierto valor, el alambre o la barra se rompen. La analoga procuraba resolver el
problema conservando el principio del "horror al vaco", a condicin de admitir que
dicho "horror" tiene un lmite (10,3 m). Sobrepasado el lmite, el vaco es posible.
(*) Y an ms: el mecanicismo no fue la nica alternativa propuesta por entonces ante la crisis del
pensamiento aristotlico, A los bandos A (aristotlicos) y M (mecanicistas) deberamos agregar un ter-
cero: el bando N (los neoplatnicos). Pero de este ltimo nos ocuparemos en el mdulo siguiente, pues
no jug un rol destacado en la polmica que aqu nos ocupa.
24 O Mdulo 1
Desdibuja esta "conjetura estril" de Galileo la imagen de quien fuera llamado por.
Einstein "el padre de la moderna ciencia de la naturaleza"? Antes de emitir jtcio sobre
el particular, podr ser interesante leer este comentario del historiador James B. Conant:
Acerca de este episodio, escribe Martha Ornstein:
"Es extrao que Galileo fuese tan tradicionalista en algunos aspectos. Por ejemplo,
aceptaba al estilo aristotlico un horror vacui modificado, como explicacin del
motivo por el cual una bomba no poda elevar el agua ms que a algo menos de
10,3 metros. En Discorsi e dimostrazioni matematiche, Galileo dice que, de igual
modo que una espiral de alambre suspendida tiene una longitud en la cual su propio
peso la quiebra, otro tanto debe ocurrir con la columna de agua elevada por la bom-
ba. Por cuanto, adems, Galileo saba que el aire pesa y haba ideado una manera
de medir su peso, todo esto resulta ms extrao, yen cierta medida estimula el inte.
rs histrico del hombre."
"Es extrao que Galileo fuese tan tradicionalista en algunos aspectos." Dios nos
asista! Supone acaso la autora de este excelente libro sobre descubrimientos cient-
ficos del siglo diecisiete que los sabios precursores lo primero q,ue hacen es romper
con todos los conceptos anteriores y luego tratan de llenar con algo el hueco? Es-
te pasaje presupone que un gran hombre sufri un lapso momentneo al no poder
introducir todo un nuevo concepto en la ciencia, como resultado de la meditacin
concentrada en una serie de hechos. Fcil, pero lamentablemente pasado por alto.
Destaco la afirmacin como ejemplo de la forma en que se ha difundido entre los
profanos un cierto grado de malentendido en materia cientfica en virtud de los
escritos de historiadores que no supieron entender que los conceptos nuevos se
desarrollan solamente despus de un arduo perodo de experimentacin.(*)
En verdad, las creencias de Galileo acerca del vaco parecen hallarse a mitad de ca-
mino entre el aristotelismo "puro" y el punto de vista claramente antiaristotlico de sus
discpulos inmediatos. La creencia en que el agua sube por "horror al vaco" es aristot-
lica, pero la aceptacin de que ese "horror" tiene un lmite es claramente no aristotlica.
La enseanza que podemos extraer de este episodio, por el momento, es que las ideas
cientficas que han resultado fructferas para explicar una serie de hechos no se abando-
nan "de un da para el otro" ante la aparicin de un nuevo hecho que al parecer las refu-
ta. Tal fue el caso de Galileo, cuyo "horror al vaco limitado" conserva parte de la con-
cepcin aristotlica. En la ciencia coexisten siempre dos tendencias: una, conservadora,
que procura no abandonar (de ser posible) lo que ha sido fecundo; otra, revulsiva, desti-
nada a transformar lo establecido cuando ello resulta necesario. Esto ltimo aconteci
en el caso histrico que estainos analizando. Era imprescindible una ruptura total con los
conceptos heredados de Aristteles a propsito del vaco y la ascensin del agua por je-
ringas y bombas neumticas. Tal paso revolucionario lo dio el ms brillante de los disc-
pulos de Galileo: Evangelista Torricelli (1608-164 7).
(*) Conant, J. B., La comprensin de la ciencia, Barcelona, Plaza & Jans, 1963.
Un caso histrico a modo de intro.duccin O 25
ACTIVIDAD 4
En la figura 6 representamos un recipiente con dos orificios, A y B. El orificio
A est obturado por un tapn, y el recipiente est lleno de agua. La experien-
cia puede realizarse con un frasquito de plstico con tapa (A), perforado en su
base (B). El agua no sale por B, a menos que se retire la tapa A. (En lugar de
tapa puede usar simplemente el dedo.) Trate de dar una explicacin aristotli-
ca del hecho. (Inicie su razonamiento as: "Por qu el agua no sale por B
cuando la tapa A est colocada?" Si saliese agua por B, en el recipiente tapado
se creara un vaco ... ".) Ver que la explicacin aristotlica es razonable y que,
incluso, quiz muchos de nosotros seamos ms aristotlicos de lo que cree-
mos!
-
La teora del "mar de aire"
La explicacin aristotlica del ascen-
so del agua en jeringas y bombas neum-
ticas estaba basada en la suposicin de
que el vaco es imposible en la naturale-
za. Torricelli , ert cambio, reuni tres su-
posiciones a partir de las cuales no slo
se explica por qu el agua asciende si-
no tambin por qu slo lo hace hasta
cierta altura. Lo interesante es que nin-
guna de ellas era, por separado, totalmen-
te novedosa. La originalidad del genio
consisti aqu ms bien en considerarlas
como un haz y emplearlas en conjunto
para construir una teora. (Ms adelante
profundizaremos el significado de este
trmino clave.)
l. En primer lugar, Torricelli supu-
so que el aire pesa. Esto era bien conoci-
do por su maestro Galileo, quien incluso
haba determinado su peso especfico.
Evangelista Torricelli. Cuadro anonilllo de la
Galera degli Uffici de Florencia.
8
Fig. 6
26 D Mdulo 1
2. En segundo lugar, Torricelli supuso que todo lugar de la superficie terrestre est
cubierto por una capa de aire, esa suerte de "cscara" que hoy llamamos atmsfera y
que el fsico italiano denomin "mar de aire". Como l mismo dice, en una carta dirigida
al cardenal Ricci:
Vivimos inmersos en el fondo de un mar de aire elemental, que de acuerdo con com-
probaciones experimentales indudablemente tiene peso, tanto peso que el aire ms
denso en las proximidades de la superficie de la Tierra pesa aproximadamente las
cuatro centsima parte del peso del agua.(*)
Esta idea es (o debera ser, si no hubisemos perdido nuestra capacidad de asombro)
un tanto angustiante. Se dice con frecuencia que "lo ltimo que descubrira un pez es la
existencia del agua", y lo mismo cabe decir de nosotros con respecto a la atmsfera te-
rrestre. Somos "peces de aire" que viven comprimidos en el fondo del mar que imagin
Torricelli. En cierto momento de la novela Solaris, del escritor polaco Stanislaw Lem, su
protagonista comprende que el mar del extrao planeta en donde ha recalado es, en rea-
lidad, una suerte de ser vivo. Entonces comienza a ver todo desde una ptica distinta: las
olas que acarician el borde de su nave, por ejemplo, se vuelven seudopodios de una criatu ..
ra inmensa que se extiende y se agita a su alrededor. No sabemos qu experiment Torri-
celli en el momento en que concibi la idea de que "vivimos inmersos en el fondo de un
mar de aire elemental", pero es probable que le haya ocurrido lo que al protagonista de
Solaris.
De acuerdo con la suposicin 2 de Torricelli, el aire que nos rodea ejerce presin so-
bre todos los objetos de la superficie terrestre, tal como Jo hace el agua sobre los peces,
las piedras y el fondo de una pecera. Esta similitud entre el comportamiento del agua y
del aire fue explcitamente incorporada por Torricelli a su teora como una tercera supo-
sicin:
3. El aire y los lquidos tienen, en algunos aspectos, un comportamiento semejan-
te(**). En particular, cumplen con la propiedad de que la presin en un punto del aire o
del lquido es independiente de la direccin, y cumplen, adems, con el llamado "teore-
ma general de la hidrosttica". De este modo, Torricelli extendi al aire propiedades de
los lquidos ya expuestas en el siglo XVI por el ingeniero belga Simn Stevin.
Las suposiciones de Torricelli acerca de la existencia de un "mar de aire" que pesa
y est regido por las leyes de la hidrosttica permiten explicar satisfactoriamente los fe-
nmenos a que hacamos referencia al comienzo: por qu el agua sube por el tubo de la
bomba (o de una jeringa) cuando se hace subir el mbolo? y por qu no sube ms all
de los 10,3 m? Vemoslo en detalle.
Para los aristotlicos, la subida del mbolo obliga a ascender al agua para impedir
la formacin de vaco: el mbolo "succiona el agua". (Todava decimos "chupar el mate",
cuando extraemos el aire de la bombilla. El inconsciente aristotlico nos traiciona!). Pe-
ro para Torricelli la funcin del mbolo es bien otra (Fig. 7). El aire atmosfrico pre-
siona sobre la del agua de la mina y obliga al agua a subir por el tubo. Cuando
el mbolo est en reposo, el agua sube hasta el nivel que aqul le permite; pero, cuando
(*) De A source Bao k in Physics, de W. F. Magie, citado por Conant en la obra mencionada. Obser-
ve que Torricelli habla del "aire ms denso en proximidades de la superficie de la Tierra", esto es, tiene
conciencia de que la densidad del aire disminuye con la altura. El valor que le asigna a la densidad es
0,04 kg/litro; su valor aceptado actualmente es 0,0013 kg/1. La notable diferencia, debida a lo rudimen-
tario del procedimiento de medicin empleado, no afecta las conclusiones de Torricelli.
(**) Los lquidos y los gases no tienen un comportamiento totalmente semejante. Pero en el mbito
de los fenmenos estudiados por Torricelli la suposicin de ste fue absolutamente correcta, y particu-
larmente feliz.
Un caso histrico a modo de introduccin O 27
el mbolo es elevado, el agua contina ascendiendo pues queda liberada de la presin
que antes ejerca el mbolo sobre ella. En sntesis, el mbolo no "chupa el agua'' (no tira
de ella), sino que permite que la presin del aire sobre el agua de la mina la haga subir
por el tubo: desaloja el aire por encima del mbolo y libera as al agua de la presin at-
mosfrica.
4J"
""""'
presin
~
-
de la
-
-
atmsfera -
-
LllUl ~ ~ e
~ ~ -
----
-
~
~ 1-1=-
-
- -
- -"
Fig. 7.
Al traccionar desde fuera el
mbolo hacia arriba, el agua
sube por el cuerpo de la bom-
ba debido a la presin que la
atmsfera ejerce sobre el agua
de la mina.
En cuanto a la segunda pregunta (por qu existe un lmite para el ascenso del agua
po el tubo?) la respuesta de Torricelli es sta: el agua subir hasta que la presin del aire
externo tenga el mismo valor que la presin ejercida por la columna de agua en el tubo.
En esas condiciones, el agua ya no subir ms. Y s se tracciona el mbolo, entre el nivel
del agua en el tubo (siempre invariable) y el mbolo no habr agua, ni aire ... ni nada. Ha-
"br vaco. En verdad, mientras los aristoticos del siglo XVI fundamentaban la imposibi-
lidad del vaco, los mineros lo estaban creando!
Aqu es posible imaginar un "tubo de aire" y un "tubo con agua" (como indica la
figura 8) al modo de vasos comunicantes, y afirmar que el peso de la columna lquida de
10,3 m equilibra al peso del aire del "tubo de aire". As, Torricelli pudo estimar el valor
de la presin atmosfrica en trminos de la presin de una columna de agua: la presin
atmosfrica equivale a la que ejercen 10,3 m de agua.
Fig. 8
vasos 1
comunicantes l
t-=,
Torricelli bien pudo haber imaginado, para poner a prueba su teora,' una situacin
similar a la de la figura 9. Si se llena un tubo de ms de 10,3 m con agua, cerrado en un
extremo, y se lo invierte de tal modo que permanezca vertical con su extremo abierto su-
mergido en agua, el nivel debe descender hasta 10,3 m y por encima habr vaco. Pero el
equipo habra sido difcil de manipular. As que Torricelli opt por reproducir la situa-
cin de la figura con mercurio, cuyo peso especfico es unas 14 veces mayor que el del
agua. La altura lmite ser, por tanto, 14 veces menor que la del agua: 10,3/14 es aproxi-
madamente 0,76. De modo que, si se llena un tubo de un metro con mercurio y se lo in-
vierte sobre una cubeta, el nivel deber descender hasta los 76 cm. As ocurri.
28 D Mdulo 1
Como vemos, se trata de un razonamiento sencillo, o al menos as lo presentan cier-
tos libros de texto. Pero tanta sencillez requiere genio. En particular, la novedosa concep-
cin del "mar de aire pesante" habra tenido poco poder explicativo de no haber genera-
lizado Torricelli al aire leyes hidrostticas cuantitativas. Afirmaciones tales como que la
presin atmosfrica equivale a la que ejercen 10,3 m de agua o 76 cm de mercurio, o
bien que puede construirse un instrumento "para medir las variaciones de la presin del
aire" graduando un tubo de Torricelli (el barmetro), resultan de la ltima y osada supo-
sicin de que, en parte, existe un comportamiento semejante entre gases y lquidos.
Observe finalmente que, si se aceptan los razonamientos de Torricelli, su clebre ex-
periencia con el mercurio involucra una tcnica para producir vaco. En tal sentido deci-
mos que la teora fundamenta esa tcnica, esto es, sugiere un procedimiento que permi-
te, empleando ciertos dispositivos y realizando ciertas acciones, lograr un propsito de-
terminado. En el Mdulo 4 de esta estructura volveremos sobre este importantsimo punto.
En sntesis, a diferencia de la teora aristotlica (que slo explica el ascenso del agua
cuando se tracciona el mbolo), la teora de Torricelli:
l. Explica por qu asciende el agua;
2. Explica por qu dicho ascenso es limitado;
3. Predice lo que acontecer cuando se realice la experiencia con mercurio;
4. Fundamenta un procedimiento tcnico para obtener vaco.
ACTIVIDAD 5
Como dijimos en la pgina 20 si se tratara de elevar agua por medio de una je-
ringa vertical, slo podramos hacerlo hasta una altura de 10,3 m. En esas con-
diciones, el mbolo seguira subiendo, pero no el agua.
Analice las siguientes afirmaciones:
A.La fuerza necesaria para elevar el mbolo es equivalente al peso de una co-
lumna de 76 cm de mercurio, independientemente de la seccin del mbolo.
B. La fuerza necesaria para elevar el mbolo es al peso de una co-
lumna de 76 cm de mercurio y seccin igual a la del mbolo.
C. La fuerza necesaria para elevar el mbolo es equivalente al producto de la
presin atmosfrica por la seccin del mbolo. (Nota: El peso del mbolo se
supone despreciable.)
Son correctas:
l. la A
2. Slo la C
3. Slo la B
4. Slo la B y la C
5. Ninguna de las afirmaciones
Un caso histrico a modo de introduccin O 29
Pero, qu es una teora?
Empecemos con algo sencillo: una teora es un conjunto de enunciados vinculados
entre s por medio de la lgica (deductiva). Los enunciados 1, 2 y 3 de Torricelli (<_Iue
mencionamos en pginas 25 y 26) c;:onstituyen el punto de partida de su teora, en el sentido
de que a partir de ellos, empleados como premisas, es posible iniciar una serie de razona-
mientos y obtener as conclusiones. Son enunciados fundamentales o iniciales de la teo-
ra. Pero sta no consta slo de tales enunciados, sino tambin de todas las consecuen-
cias lgicas que se obtengan a partir de ellos.
Los enunciados que se desprenden de la teora (es decir, que son conclusiones obte
nidas a partir de los enunciados fundamentales) pueden tener distinta naturaleza, pero
algunos sern de esta forma:
"Al realizar la experiencia de Torricelli con este tubo de vidrio, empleando mercu-
rio, en tal lugar, a tal hora ... el lquido descender hasta 76 cm de altura".
A este tipo de enunciado se lo llama observacional: nos dice qu deberemos obser
varo medir cuando realicemos la experiencia. Hasta aqu, todo transcurre en el plano de
la deduccin lgica. Lo que ensea el proceder de Torricelli es que, para abrir juicio
ca de la teora, es necesario realizar la experiencia y cotejar el resultado con la descrip-
cin anterior, obtenida por medio de un razonamiento deductivo. Como resultado de la
"interrogacin a la naturaleza" puede ocurrir:
A. Que el mercurio descienda hasta una altura de 76 cm.
B. Que ocurra cualquier otra cosa: que descienda hasta 25 cm, o ascienda hasta
82 cm, o que no descienda en absoluto o que todo el mercurio del tubo vaya a
parar a la cubeta.
Este proceso constituye una contrastacin de la teora. Como resultado de la mis-
ma pueden acontecer dos cosas: que haya acuerdo entre el enunciado observacional Y lo
que realmente acontece (A), o bien que haya desacuerdo (B). En el primer caso, talco-
mo le sucedi a Torricelli, la teora "ha pasado felizmente la prueba". Pero digmoslo
con cautela: ello, a lo sumo, nos permite "tenerle cierta confianza" y no ms. Como ve-
remos en los Mdulos 3 y 4 de esta estructura, se han propuesto distintas
nes para el "estado" en que permanece una teora cuando "pasa muchas pruebas" del ti-
po A: se ha dicho que la teora est verificada o confirmada, o corroborada. Pero cada
uno de estos trminos responde a distintas concepciones acerca de la naturaleza de las
teoras cientficas, debidas a distintos autores, y por ello dejamos la cuestin en suspenso.
De suceder el caso B, se suele decir que la teora est (o fue o qued) refutada. En
principio, la ausencia de refutaciones permite seguir tratando a la teora con respeto, Y
emplearla para el desarrollo de nuevas iiwestigaciones. De otro modo, es probable que
ella sea :lescartada por los cientficos, o bien que deba ser modificada en algn aspecto;
(Por ejemplo, reemplazando algn enunciado fundamental o agregando algn otro.) Tam-
bin ste es un tema polmico, y ser discutido ms adelante.
Nota: Existen importantes razones lgicas, vinculadas con la naturaleza del
razonamiento deductivo, por las cuales la ocurrencia del caso A no nos permi-
te asegurar la verdad de la teora. Trataremos el tema en el Mdulo 3.
Observe ahora lo siguiente: los razonamientos de Torricelli condujeron a tina con-
clusin que describe lo que sucede cuando se intenta elevar el agua por medio de una
bomba neumtica. Tal conclusin fue: el agua no asciende ms all de cierto lmite. To-
rricelli construy, de este modo, una explicacin de un hecho ya conocido de anteman0.
30 D Mdulo 1
La respuesta que pudo dar a la pregunta" por qu ... ?" fue un razonamiento del siguien-
te tipo: "En tales y tales condiciones, y a partir de tales y tales enunciados fundamenta-
les ... concluyo que el agua no podr ascender ms all de cierto lmite".
Pero adems, Torricelli pudo construir un razonamiento semejante para el caso del
tubo de vidrio con mercurio. Lo que iba a suceder al realizar la experiencia no haba sido
observado nunca. La pregunta a la cual contest Torricelli en este caso no es" por qu ... ?"
sino, ms bien, "qu suceder si...?". Por tanto, realiz una prediccin acerca de un he-
cho no observado.
Las explicaciones y predicciones de una teora, si resultan exitosas, no son otra co-
sa que contrastaciones en las cuales ella "ha pasado la prueba". Por el contrario, si la teo-
ra fracasa en la explicacin de un hecho o predice algo que no sucede, queda refutada.
Obviamente, nadie propondra una teora destinada a explicar un hecho si no lo explica,
pero en cambio bien puede suceder que alguna de sus predicciones no se corresponda
con los resultados experimentales, quiz obtenidos por un investigador distinto de aqul
que la propuso. En este caso, aunque la teora haya tenido xito en cuanto a explicacio-
nes y predicciones anteriores, quedar refutada.
Una observacin final: una teora, como hemos dicho, es una red de enunciados
vinculados por la lgica. Pero sus enunciados reciben nombres muy diversos: suposicio-
nes (trmino que hemos empleado nosotros a propsito de la teora de Torricelli), hip-
tesis, leyes ... y muchos otros. Por ahora, vaya como sugerencia, no se complique con la
nomenclatura. Pero observe lo siguiente: la denominacin que se emplee destaca la exis
tencia de algn aspecto polmico, que ser tratado ms adelante. Por ejemplo, si usted
llama hiptesis a los enunciados 1, 2 y 3 de Torricelli, est avalando un punto de vista:
que tales enunciados se prvponen a modo de conjetura ("a ver qu pasa si aceptamos
provisoriamente que ... "). Lo mismo ocurre si adopta el trmino suposicin. Hay aqu
mucha tela para cortar, pero no se impaciente. El Gato es bastante ms complicado que
su sonrisa.
ACTIVIDAD 6
Suponga que a un aristotlico le comunican el proceder de Torricelli con su
tubo lleno de mercurio. Qu prediccin hubiera hecho ace;cade lo que debe-
ra ocurrir al invertir el tubo?
ACTIVIDAD 7
Vuelva atrs y trate de precisar, con sus palabras, lo que en primera aproxima-
cin entendemos por:
l. Teora.
2. Enui!ciados (o suposiciones) fundamentales de la teora.
3. Enunciados observacionales.
4. Contrastacin de una teora.
5. Verificacin o confirmacin o corroboracin de una teora (que no son si-
nnimos, pero quieren expresar un "estado" de la teora posterior a su con-
trastacin).
6. Refutacin de una teora.
7. Explicacin ofrecida por una teora.
8. Prediccin de una teora.
En cada caso, remtase a la teora de Torricelli.
Un caso histrico a modo de introduccin D 31
ACTIVIDAD 8
Si conoce bien alguna teora fsica, qumica o biolgica, trate de reiterar con
ella la actividad anterior. Ejemplos clsicos: mecnica de Newton, teora at-
mico-molecular de Dalton y Avogadro, teora de la evolucin de Darwin.
Regreso a la historia
La teora de Torricelli y el xito de su contrastacin fueron conocidos en 1644, y
en pocos aos otros investigadores imaginaron nuevas experiencias destinadas a prestarle
apoyo o bien a refutarla. La ms conocida se debe a Blaise Pascal, quien concibi una
contrastacin sumamente original y sencilla. Si es verdad que vivimos en un "mar de aire
pesante", la presin sobre los objetos deber disminuir a medida que nos alejamos de la
superficie terrestre. Por tanto Pascal obtuvo esta prediccin: si la experiencia de Torrice-
lli se realiza en lo alto de una montaa, all la presin atmosfrica ser menor que a
nivel del mar; y para equilibrarla tambin ser menor la altura necesaria de mercurio. En
la cima de la montaa la columna de mercurio deber tener una altura menor de 76 cm.
La experiencia fue realizada en 1648 en el Puy-de-Dome, un monte de la cordillera
central de Francia, por Prier, cuado de Pascal. Un barmetro de control fue dejado al
pie del monte a cargo de un ayudante y no experiment variacin alguna a lo largo del
da. En la cima, por el contrario, el barmetro de Prier indic una altura de 68,5 cm. El
xito de esta nueva contrastacin ciment la "confianza" en la teora de Torricelli. Por
lo dems, pronto se desencadenaran nuevas lneas de investigacin, estrechamente vin-
culadas con ella, pero tambin motivadas por los desafos tericos planteados por el com-
portamiento de las bombas neumticas.
En este punto nos detendremos transitoriamente. Es indudable que el inters de
Galileo, Torricelli y sus sucesores inmediatos se hallaba potenciado por requerimientos
tcnicos de la poca. Pero ste es un rasgo de la ciencia moderna, que no advertirnos en
siglos anteriores. Bastara mencionar un episodio muy conocido: en el siglo 1 d.C. (la
poca es incierta) el ingeniero alejandrino Hern construy una rudimentaria turbina de
vapor, que slo fue empleada para operar juguetes mecnicos. Hern vivi en una socie-
dad radicalmente distinta de la r:ue sirvi de marco a Torricelli y su dispositivo no tuvo
transferenci;_ alguna a la tecnologa. Por qu? Analizaremos, a modo de primer intento
de respuesta, dos concepciones alternativas de la ciencia en lo que respecta a sus vincula-
ciones con la tecnologa: una clsica, de origen griego, y otra moderna, que comienza a
manifestarse a partir del siglo XVII. Tenemos ya los elementos para hacerlo.
32 O Mdulo 1
CIENCIA ANTIGUA Y CIENCIA MODERNA: PRIMERAS REFLEXIONES
Como ya dijimos, en la actualidad los problemas que plantea la tecnologa y la in-
dustria pueden ser sometidos al anlisis cientfico, mas sto es una caracterstica de la
ciencia en su significacin actual. La tradicin clsica, vigente an en tiempos de Torrice-
lli, haba concebido la ciencia a modo de una indagacin esencialmente reflexiva, sin apli-
cacin prctica alguna. Es por ello que la ciencia antigua no tuvo gravitacin sobre el de-
sarrollo de las tcnicas, salvo episodios accidentales.
Los fundamentos de esta concepcin especulativa de la ciencia, de origen helnico,
estn claramente sentados en la obra de Platn y Aristteles, filsofos de extraordinaria
influencia hasta bi<n avanzados los tiempos modernos. En La Repblica, de Platn, por
ejemplo, el portavoz de las concepciones del autor (Scrates) pregunta a su interlocutor
acerca de la conveniencia de ensear astronoma a los jvenes, y recibe por respuesta:
-Opino que s (debe ser enseada). Porque conocer con exactitud el momento del
mes y del ao en que nos encontramos ha de interesar no slo al agricultor y al na-
vegante, sino tambin al estratego.
Ante esta defensa de la astronoma fundada en la utilidad de sus aplicaciones tcni-
cas, recibe por respuesta:
-Me haces gracia. Temes, o pareces temer, que el vulgo te reproche la prescripcin
de enseanzas inutiles. Estas de que hablamos tienen considerables ventajas, pero es
difcil hacer comprender la ms importante, o sea la de purificar el instrumento del
alma, corrompido y cegado por otras ocupaciones, y que es preferible conservarlo,
ms que salvar diez mil ojos, pues solamente con l se contempla la verdad.(*)
Ms adelante, el interlocutor de Scrates reconoce que su concepcin "prctica" de
la astronoma es un "torpe elogio" de esta ciencia. Detrs de estas consideraciones sub-
yace la conviccin de que la bsqueda del conocimiento esta reservada al ciudadano, al
hombre libre. El trabajo manual, las artesanas, la creacin y puesta a prueba de tcnicas
son consideradas serviles, despreciables: se identifican estas actividades con la condicin
infamante del esclavo. Aristteles, en su justificacin de la esclavitud, escribe: "Cuando
la lanzadera camine sola, los esclavos sern innecesarios". (La irona, con los siglos, se
convirti en profeca.)
Esta dicotoma social se observa todava con claridad en la Europa renacentista: el
mdico "clnico" es un egresado universitario que diagnostica a partir de antiguos trata-
dos de medicina hipocrtica (y no desdea consideraciones astrolgicas), mientras que el
"cirujano" es un artesano que se ocupa de realizar intervenciones quirrgicas tales como
entablillar un hueso fracturado o extraer muelas. El gran anatomista Andrea Vesalio, que
vivi en el siglo XVI, describe crticamente una clase de diseccin de su poca:
Cuando la realizacin de todas las operaciones manuales ~ e s c r i e fue confiada a
los barberos, no slo perdieron los doctores el verdadero conocimiento de las vsce-
ras, sino que pronto desapareci la prctica de la diseccin, sin duda porque los
doctores no emprendan operaciones, en tanto que aqullos a quienes se encomen-
daban las tareas manuales eran demasiado ignorantes para leer las obras de los maes-
tros de anatoma. Pero era adems imposible que esos hombres preservaran para no-
sotros un difcil arte que haban aprendido slo mecnicamente. Es igualmente ine-
vitable el lastimoso desmembramiento del arte de curar introducido en nuestras es-
cuelas por el deplorable procedimiento en boga, de que sea un hombre quien practi-
(*) Platn: La Repblica, Bs.As. Eudeba, 1981.
Un caso histrico a modo de introduccin O 33
ca las disecciones y otro quien describe las partes. Este ltimo se encarama en un
plpito cual si fuera un grajo y con un notable aire de desdn susurra informaciones
sobre hechos que nunca conoci de primera mano pero que aprendi de memoria
en libros ajenos, o cuya descripcin tiene ante su vista. El disector, ignorante en las
cosas del idioma, es incapaz de explicar la diseccin a la clase y se limita a ilustrar la
demostracin que debe ajustarse a las instrucciones del mdico, en tanto que el m-
dico jams pone manos a la obra sino que, por el contrario, desdeosamente esqui-
va el bulto, como vulgarmente se dice. De esta manera, todo se ensea mal; se mal-
gastan los das en cuestiones absurdas, y en la confusin se ensea menos a la clase
que lo que un carnicero en su establo podra ensear a un doctor.(*)
Pero ya por entonces la concepcin clsica de la ciencia comenzaba a ser seriamente
cuestionada. La revalorizacin de las tcnicas, las artesanas y el trabajo manual fue lle-
vando a un grupo cada vez ms numeroso de estudiosos a encarar el estudio de la natura-
leza empleando la observacin controlada y la experimentacin.(**)
Las nuevas "ciencias experimentales", fundadas en un abordaje metodolgico simi-
lar al que emplean hoy la fsica, la qumica o la biologa, no desdearon el contacto con
la tcnica -y la industria. Como lo ilustra el caso de Torricelli, los nuevos cientficos no
vacilaban en abordar problemas que intrigaban a los tcnicos y artesanos; su solucin, a
veces, desencadenaba el estudio de nuevos e incitantes aspectos del mundo natural; no
tratados hasta entonces. Incluso, en ocasiones, la ciencia experimental prometa ya ser
una adecuada va para acceder al diseo de nuevas tcnicas y prestarle fundamento. Tal
cosa ocurri, como veremos ms adelante, en el caso de la teora de Torricelli.
El proceso histrico por el cual surgieron estas "ciencias experimentales", que su-
ppne cambios de perspectiva y de metodologa con relacin a la concepcin clsica de la
ciencia, fue arduo y complejo. Incidieron en l transformaciones sociales, econmicas,
polticas y culturales que son, en definitiva, las que dieron origen a las sociedades actua-
les cuyas races se encuentran en la Europa del siglo XVII. La llamada "Revolucin cien-
tfica de los siglos XVI y XVII", de la cual Torricelli fue partcipe, no puede ser desvin-
culada de tales transformaciones. Veamos de qu se trata.
ACTIVIDAD 9
Persiste an hoy cierto desdn por las actividades que involucran tarea ma-
nual? Trate de detectar, en la regin donde usted vive, si existe alguna correla-
cin entre las distintas modalidades de la enseanza media (bachillerato, orien-
tacin comercial o tcnica) y el nivel socioeconmico de las familias a las que
pe,rtenecen los alumnos. Por ejemplo: es usual que una familia de alto nivel
socioeconmico enve a sus hijos a una escuela tcnica? Por qu? Subyacen
ciertos juicios de valor en tales elecciones?
(*) Citado por B. Farrington en Mano y cerebro en la Grecia Antigua, Madrid, Ayuso, 1974.
(**) La circunstancia de que los nuevos estudiosos recurriesen sistemticamente a la observacin y a
la experimentacin no involucr desdn por el razonamiento y la especulacin terica. Por ello la deno-
minacin "ciencia experimental", todava empleada, slo quiere destacar que el experimento es indis-
pensable para controlar la argumentacin .terica. (Acaso Torricelli procedi slo experimentando?)
En mdulos siguientes volveremos sobre este punto.
34 O Mdulo 1
ACTIVIDAD 10
El siguiente texto pertenece a Carlos Pellegrini, u.-1a de las figuras ms repre-
sentativas de la llamada "generacin del 80" y presidente argentino entre 1890
y 1892. Sintetiza su pensamiento en materia educativa.
"La instruccin - dice Pellegrini- debe estar dividida en tantas grandes divi-
siones cuantas son las necesidades que nacen del rol que el individuo va a ju-
gar en la vida social. El individuo pertenece a la clase baj a que se dedica a los
trabajos materiales; o a la clase que se dedica a explotar las riquezas del pas,
es decir al comercio en general; o a la clase que se dedica a los estudios eleva-
dos ... La instruccin primaria ... basta para las necesidades de aquella masa del
pueblo que se dedica al trabajo puramente corporal. Quererla recargar con
otros estudios sera hacerle perder tiempo intilmente, sera hacerle aspirar a
estudios que no le corresponden, sera por fin empobrecer la industria quitn-
dole brazos tiles ... La obligacin de instruirse debe limitarse aqu ... La ins-
truccin secundaria tiene que dividirse en dos partes. Para los que se dediquen
al comercio (y aqu comprendemos el estudio del pastoreo y la agricultura) y
para los que pretenden pasar a estudios ms elevados".(*)
(a)
(b)
(e)
(d)
Qu reminiscencias del t exto de Platn se advierte en este fragmento?
Conoce usted modos actuales de concebir la educacin semejantes al
que se sostiene en el texto?
A partir de la concepcin educativa del texto, trate de inferir el modelo
de sociedad avalado por Pellegrini.
Los textos de historia suelen comentar la llamada "ley 1420". Qu coin-
cidencias y qu discrepancias surgen de la comparacin entre el texto de
Pellegrini y el de la mencionada ley de educacin?
SOCIEDAD Y TCNICA EN TIEMPOS DE TORRICELLI
Para comprender a grandes rasgos los cambios socioeconmicos y polticos que se
manifiestan en Europa en tiempos de Torricelli (estrechamente vinculados con el rol de
la nueva ciencia experimental surgida por entonces) , debemos retroceder un milenio en
la historia europea, y remontarnos a un episodio bien conocido: la cada del Imperio Ro-
mano Occidental. Entre los siglos V y VI d. C. la homogeneidad del Imperio fue destrui-
da por la migracin, muchas veces violenta, de los pueblos brbaros ("extranjeros"). El
historiador y filsofo francs Pierre Ducass narra lo acontecido con singular dramatismo:
Los desrdenes cada vez ms frecuentes, el conflicto entre las ciudades y el campo,
la destruccin o el pillaje de los centros urbanos, la deteriorizacin de las rutas, de
los puentes y de los acueductos, las epidemias y la inseguridad de los transpor tes
acompaaron el debilitamiento progresivo del orden romano. Por causa de la des-
composicin poltica, la desorganizacin administrativa y el entorpecimiento en los
intercambios la cantidad y calidad de los bienes producidos alcanzaron su nivel ms
( Mignone, E.: "Relaciones entre el Sistema Pvltico y el Sistema Educativo", Buenos Aires,
Ed . Docencia, 1986.
Un caso histrico a modo de introduccin D 35
bajo; una miseria indecible se extendi sobre Occidente y el hambre se hizo end-
mica.(*)
El orden feudal
La destruccin del orden romano fue hasta tal punto irreversible que de sus cenizas
surgi un nuevo modelo de sociedad: la sociedad feudal. En ella la agricultura constituy
la actividad econmica crucial, ya que las operaciones comerciales se hallaban muy restrin-
gidas por falta de adecuadas vas de comunicacin entre centros productivos. (En parti-
cular porque a partir del siglo VIII la expansin musulmana impicli el intercambio mar-
timo.) Las comunidades se constituyeron en predios rurales, propiedad de un seor feu-
dal para el que trabajaban siervos bajo un rgimen coactivo: el seor brindaba proteccin
y subsistencia al siervo a cambio de su trabajo, y en la prctica posea tambin derechos
sobre la persona del mismo. (No el de la vida, sin embargo, como sucede en un rgimen
de esclavitud.) El servicio que prestaba el campesino no tena retribucin pecuniaria: no
perciba dinero por su trabajo. Por lo dems, este nuevo orden feudal se corresponda
con un orden consagrado por la Iglesia Catlica, en el cual cada individuo ocupaba un.es-
tamento que le haba sido asignad<;> por Dios y la naturaleza.
La colonizacin agr cola caracterstica de este primer perodo medieval manifest
el inters de la Iglesia por "reencontrar el sentido de la tierra". En particular, ciertas r-
denes religiosas (como la de los benedictinos) promovieron el uso y la reinvencin de
tcnicas agrcolas simples, vinculadas con el trabajo de la tierra: arados primitivos, azada,
hoz. Pero en general el bagaje tcnico de esta poca era muy r..1dimentario.
ACTIVIDAD U
Cree usted que an hoy persisten, en alguna parte del mundo, sociedades feu-
dales? Si la respuesta es afirmativa, dnde?
Observacin importante. A partir de aqu, y a fin de que usted se familiarice
con los distintos perodos, caractersticas, hechos y protagonistas de la histo-
ria europea, remftase con frecuencia al cuadro de la pgina 40
Miniatura l medieval en
la cual se expresa el
orden feudal: en la par-
te superior guerreros,
intelectuales y comer-
ciantes; debajo quienes
producen los recursos.
(*) P. Ducass,Historia de las tcnicas, BuenosAires,Eudeba, 1985.
36 O Mdulo 1
El surginento del capitalismo y la revolucin tecnolgica eriropea
A partir del siglo XI esta. situacin comenz a modificarse. El gran imperio rabe,
que desde el siglo VIII impeda el intercambio comercial por va martima de la Europa
mediterrnea, se encontraba en franca declinacin. La cristiandad, definitivamente con-
solidada en lo poltico e ideolgico, inici las Cruzadas, y la actividad econmica y co-
mercial se expandi hacia el norte y hacia el este de Europa. Grandes ciudades comenza-
ron a constituirse en el epicentro de la vida social, la industria y la transaccin comercial;
en el campo prosigui exclusivamente la actividad agrcola. Un creciente nmero de indi-
viduos abandon gradualmente la condicin servil y se convirti en artesano libre. Sur-
gieron la especializacin profesional y aparecieron los oficios;Jos artesanos que practica-
ban un mismo oficio se agruparon en gremios o corporaciones. La subordinacin del sier-
vo al seor feudal fue reemplazada gradualmente por obligaciones contractuales que tu-
vieron en cuenta el valor del trabajo producido. La circulacin cada vez mayor de mone-
da origin el crdito, esto es, el "comercio del dinero". Surgieron bancos, dinastas de
mercaderes, grandes ferias comerciales. Gradualmente, el sistema feudal se descompuso y
aparecieron, hacia los siglos XIV y XV, las primeras manifestaciones de un nuevo modo
de produccin: el capitalismo.
Hasta .el siglo XV las poderosas corporaciones de artesanos impedan la libre contra-
tacin de sus miembros por terceros, pero ya por entonces las nuevas formas de gobierno
europeo (monarquas absolutas), necesitadas de dinero para afrontar interminables gue-
rras, comenzaron a dar su apoyo poltico a comerciantes y banqueros a cambio de prs-
tamos. Surgi as una nueva clase social que comenz a acumular enormes riquezas: la
burgues1. Gradualmente, los burgueses se volvieron propietarios de los medios de pro-
duccin, y los artesanos, incapaces de competir con la incipiente produccin masiva, se
convirtieron en asalariados. La expansin martima europea y la consolidacin de los im-
perios colonia).es en Amrica, Africa y Asia alentaron an ms en la burguesa el afn de
financiar la produccin al slo efecto del beneficio y para un mercado cada vez ms cre-
ciente.
ACTIVIDAD 12
El siguiente fragmento describe los orgenes de la actividad.capitalista en este
perodo histrico. Lalo atentamente.
(El propietario del taller) tiene el trabajo, y de l dependen para vivir no sola-
mente los obreros y obreras que emplea por su cuenta en su propia casa o a
domicilio, sino tambin los pequeos artesanos cuyas herramientas a menudo
son de su propiedad, que no pueden procurarse materia prima fuera de l y
no pueden vender los productos de su trabajo sin pasar por l. Ahora bien, en-
gaa sobre la calidad de la materia prima, y sobre el peso, y se hace pagar pre-
cios exorbitantes. En cuanto a los salarios o las compras, paga poco y nada, y
practica el truck system, el pago en especies.(*)
A esta etapa del desarrollo del modo de produccin capitalista se la llama del
capitalismo manufacturero. Puede, con la informacin del texto, indicar por
qu?
(*)Le Goff; J. Mercaderes y Banqueros de la Edad Media, Buenos Aires, Eudeba, 1970.
Un caso histrico a modo de introduccin D 37
El desarrollo tcnico europeo a partir del siglo XI acompa esta serie de sustancia-
les cambios socioeconmicos y polticos hasta un punto tal que puede hablarse de una
autntica "revolucin tecnolgica medieval" a partir de entonces. La gradual desapari-
cin de la esclavitud, caracterstica de los imperios antiguos, oblig a inventar (o rein-
ventar) tcnicas capaces de aprovechar la energa animal, la del aire y la del agua de los
ros. El perfeccionamiento del arns del caballo y la difusin de molinos de viento y de
agua fueron factores decisivos en la primera etapa de la gran revolucin tecnolgica me-
dieval. A ello se agreg paulatinamente el desarrollo de la metalurgia y las tcnicas de
extraccin de minerales. El apogeo de este brillante perodo en la historia de las tcnicas
se manifest a fines de la Edad Media con la difusin de la brjula, la plvora, la reloje-
ra y la imprenta.
La trascendencia social de esta revolucin tecnolgica merece esta significativa re-
flexin por parte del historiador contemporneo Lynn White:
El efecto acumulativo de las nuevas fuerzas disponibles, o sea la de los animales, la
hidrulica y la elica, sobre la cultura de Europa, no ha sido estudiada atentamente.
Pero desde el siglo XII, y aun el XI, se produjo un rpido reemplazo de la energa
humana por la extrahumana all donde se necesitaban grandes fuerzas o donde se
requeran movimientos tan sencillos y tan montonos que el hombre poda ser
reemplazado por un mecanismo. La gloria principal de la Edad Media no se funda
en sus catedrales, en sus epopeyas ni en su escolstica: se cifra en haber edificado
por primera vez en la historia una compleja civilizacin que no descansaba sobre las
sudorosas espaldas de los esclavos o de los peones, sino principalmente sobre fuer-
zas extrahumanas.(*)
El dibujo de las bombas neumticas del libro de Agrcola, en la figura 1 de este m-
dulo, ilustra a la perfeccin el juicio tico de White. (**)
La ms antigua representacin europea de un arns moderno (aproximadamente del800 d.C.).
(*) Este texto fue escrito en 1940. Desde entonces se han acumulado muchos trabajos sobre la his-
toria social de las tcnicas, salvndose as en parte las carencias que seala el autor,
(**) Lynn White: Tecnologa medieval y cambio social, Buenos Aires, Paidos, 1973.
38 O Mdulo 1
ACTIVIDAD 13
(a) Trate de imaginar una sociedad en la cual no existe la imprenta (como en
la Europa anterior al siglo XV) y proponga ejemplos concretos de mbi-
tos en los cuales tal invencin provoc cambios sociales y culturales revo-
lucionarios.
(b) En qu sentido la difusin de la imprenta pudo afectar a las formas po-
ticas? (Ayuda: relacione la informacin recogida con esta reflexin, no
textual, del poeta argentino Leopoldo Ivlarechal: "la rima es al poema lo
que el gancho a la percha: sirve para colgarlo en el ropero de la memoria".)
(e) Cmo supone usted que se transmitan antiguos textos como La llada
o La Odisea de 'Homero, compuestos en una poca y en una regin donde
la escritura no tena an gran difusin?
ER siglo XVH y ios al.bores de la Revolucin industrial
A partir del Renacimiento, el incipiente desarrollo del modo de produccin capita-
lista despert en las clases burguesas en ascenso un creciente inters por el perfecciona-
miento de las tcnicas. Las alianzas entre seores de la nobleza y comerciantes o finan-
cistas promovieron la tarea de grandes tecnlogos, como Leonardo da Vinci, quienes re-
cibieron proteccin de los Estados a cambio de su tarea. La "nueva ciencia experimental",
que se gestaba por entonces, pareca tambin conducir a aplicaciones tcnicas ms o me-
nos inmediatas, y por ello fue .tambin alentada: Kepler, Stevin, Tartaglia, Gilbert y Ga-
lileo fueron protegidos por prncipes y monarcas, aliados de la burguesa.
En tiempos de Agricola y Vesalio (s. XVI) la industria minera y metalrgica se ha-
Haba en pleno desarrollo, lo cual se manifest en la aparicin de industrias derivadas, ta-
les como la armera, la cerrajera y la herrera. Desde el siglo XIII se dispona en Europa
de altos hornos, y l.a explotacin de minerales deba realizarse (por agotamiento de las
capas superficiales) a profundidades cada vez mayores. Estas actividades industriales se
hallaban ya en poder de la burguesa, por la necesidad de contar, para su realizacin, con
suficiente acumulacin de capitales, mano de obra numerosa y maquinaria de alto costo.
Y puesto que el xito de la produccin capitalista radicaba en el acrecentamiento del ca-
pital, problemas como el que abord Torricelli resultaban del mayor inters, pues de su
resolucin podan esperarse innovaciones tcnicas de aplicacin industrial.
Pero en el siglo XVII, poca de Torricelli, se manifestaba una aguda contradiccin
entre las nuevas formas de la industria vinculadas a la actividad de las clases burguesas y
las estructuras polticas vigentes, en las que an persistan rasgos del sistema feudal. El
modo de produccin capitalista slo poda desarrollarse en plenitud a condicin de que
la burguesa accediese al poder. Ello ocurri por primera vez en Inglaterra, entre 1640 y
1688. Sucesivos movimientos revolucionarios acabaron por instaurar un rgimen poltico
en el que el gobierno fue ejercido por monarcas cuyas atribuciones estaban fuertemente
restringidas por un parlamento controlado por la burguesa, lo cual garantiz el ejercicio
de libertades polticas inditas para la poca.
Como consecuencia de estas "revoluciones burguesas", se gener en Inglaterra, en
el siglo XVIII, un contexto sociopoltico y econmico singular. El pas era por entonces
el centro de las principales corrientes comerciales del mundo. La acumulacin de capita-
les por la burguesa, ahora en goce de derechos constitucionales especficos, dio paso a
una nueva forma de capitalismo industrial, es decir, de produccin mecnica, posibilita-
Un caso histrico a modo de introduccin O 39
do por numerosas innovaciones tcnicas. (Re"cuerde que en siglos anteriores, como se
mencion en la Actividad 12, la produccin era manual, y por ello a esa fase del capita-
lismo se la denomina manufacturera.) Los artesanos se volcaron masivamente a las ciuda-
des, en las que grandes fbricas prometan trabajo a cambio de un salario. Aqu, a partir
de mediados del siglo XVIII, estamos en presencia de un episodio histrico que gravitar
decisivamente en la formacin de las sociedades modernas, pues somos sus herederos: la
Revolucin Industrial.
ACTIVIDAD 14
El siguiente es un annimo recibido por un paero de Gloucestershire en los
comienzos de la Revolucin Industrial:
"Hemos sido informados de que has puesto tijeras en mquinas y si no las qui-
tas antes de quince das las quitaremos nosotros por ti, condenado perro del
infierno. Y vaya por el Dios Todopoderoso que destruiremos todos los talleres
que tengan tijeras mecnicas y partiremos en pedazos vuestros malditos cora-
zones."(*)
Qu consecuencia social trajo aparejada la Revolucin Industrial, segn se
pone de manifiesto en este texto? Puede vincularlo con episodios similares
del mundo actual? (Trate de imaginar ejemplos concretos.),
En el Mdulo 5 de esta Estructura analizaremos con cierto detalle la.s relaciones que
se advierten entre los distintos modos de existencia social y econmica y el desarrollo
tcnico de cada poca histrica. Por el momento, nos limitaremos a sealar cmo las in-
vestigaciones de Torricelli se proyectaron en campos cientficos y tecnolgicos conexos,
y cmo afectaron, con el tiempo, a la historia de la invencin y el perfeccionamiento de
la tcnica ms trascendente vinculada con la primera fase de la Revolucin Industrial: la
mquina de vapor.
Desolador paisaje de
mquinas y chimeneas
vomitando humo. Gra-
bado de poca.
(*) Las "tijeras en mquinas" o "mecnicas" no son otra cosa que cortadoras mecnicas de pao,
en reemplazo de las tijeras manuales.
IX X XI XII
EXPANSIN
COMERCIAL
1
XIII
CORPORACIONES
DECLINACIN
DEL IMPERIO ARABE
1
CRUZADAS
XIV XV XVI XVII XVIII XIX
PRIMJRAS
MANIFESTACIONES
DEL CAPITALISMO
CAPITALISMO
INDUSTRIAL
1
CAPITALISMO MANUFACTURERO
MONARQufASABSLUTAS 1
1
1
REVOLUCIONES
VIA.nj;S BURGUESAS
MARITIMOS _t_ 1 ""'
INDEPENDENCIA
AMERICANA
PORTUGUESES (INGLATER:RA) "-...
FUNDAIONES (FRANCIA)
DE BUENOS 1
AIRES 1
"' REVOLUCION
INDUSTRIAL
DESCUBRIMIENTO
DE AMRICA
1 1
REVOLUCIN TECNOLGIICA MEDIEVAL
1555
Empleo 11.
de la brjula IMPRENTA
y la plvora RENACIMlENTO
1
REVOLVCIN
, CIENTIFICA
COPERNICO KEPLER NEWTON
1 GALILEO
Leonar,do
Boyle
WAT
Algunos episodios, perodos socioeconncos, tecnolgicos y cientficos (y protagonistas) de la historia
europea. Este cuadro (an rudimentario) se volver ms detallado a lo largo del curso.
Un caso histrico a modo de introduccin O 41
Una andanada de investigaciones: la creacin de la neumtica.
Los est udios sobre el vaco de Torricelli y Pascal confluyen hacia 1650 con otra l-
nea de investigacin independiente, la de Otto von Guericke, clebre alcalde de Magde-
burgo. Guericke, hombre de fortuna, diseaba y construa bombas de succin con el
propsito de perfeccionarlas, hasta que cierta vez descubri que una de sus bombas fun-
cionaba perfectamente en el tercer piso de su casa pero no en el cuarto. Intrigado, co-
menz a hacer operar la bomba de succin en condiciones de laboratorio. Por ejemplo,
intent extraer agua de un barril hermticamente cerrado: el barril implot. Luego logr
construir un barril de bronce, muy resistente, en el cual haba agua y aire. Pudo entonces
sin inconvenientes extraer toda el agua, y finalmente extrajo aire. Haba creado una
bomba 'l:ie vaco. Con una de ellas, muy perfeccionada, realiz en 1654 la clebre "expe-
riencia de los hemisferios" (que hoy ilustra casi todos los libros de fsica): dos hemisfe-
rios huecos, encajad.os, entre los cuales se haba hecho el vaco, no pudieron ser separados
por la traccin de ocho caballos. Ello s ocurri, fcilmente, cuando se dej penetrar el
aire entre los hemisferios.
Aun cuando se ignora cunto debi la obra de Guericke a las de Torricelli y Pascal
(pues no existe documentacin al respecto), no cabe duda de que el t ema del vaco y c-
mo producirlo "estaba en el aire" de la poca. Las propiedades de un "espacio vaco"
fueron investigadas por diversos estudiosos, en particular por el irlands Robert Boyle,
el ms influyente de los mecanicistas britnicos de entonces. Boyle construy una bom-
ba de vaco que poda ser conectada a un recipiente dotado de un soporte; en ste era
posible colocar objetos u animales. El sonido de un reloj se amortiguaba hasta desaparecer
cuando Boyle quitaba gradualmente el aire del recipiente, las velas se apagaban, un ratn
mora. En el vaco, concluy Boyle, no se propaga el sonido, ni es posible la combustin
ni la vida. (Habra, quiz, alguna relacin entre ambas?) En cambio, la luz se propaga
sin dificultades. Entre 1643 y 1660, fecha en que Boyle public sus trabajos, el vaco
haba entrado "de lleno" en el campo de la investigacin cientfica, despus de dos mile-
nios de reinado de la tesis aristotlica de su imposibilidad.
De inmediato, los estudios de Boyle se orientaron hacia las propiedades generales
del aire. Empleando tubos en forma de U con un extremo cerrado (como indica la figura
10) el aire encerrado en A puede ser sometido a distintas presiones si se modifica la can-
Fig. 10
tidad de mercurio vertida en B. Se observa que, al variar sta, el aire se comporta como
un resorte. Boyle logr establecer por este can1ino la relacin inversa entre el volumen de
una masa de aire y la presin que soporta. Esta "ley de la elasticidad del aire", como l
la llam, no e's otra cosa que la clebre ley que hoy lleva su nombre.(*) La primera de las
leyes de la neumtica, el estudio cientfico del comportamiento de los gases, haba sido
enunciada.
('") Tal como se la enuncia hoy, la ley es vlida si no se modifica la temperatura. Pero en tiempos de
Boyle este concepto no era an suficientemente claro, y no existan tennmetros (sino rudimentarios
termoscopios). Si bien Boyle modific la temperatura del gas durante sus experimentos, no advirti di-
ferencia alguna.
42 O Mdulo 1
Por otra parte, Boyle observ que, cuando el mbolo de una mquina extractora de
aire es traccionado hacia afuera y luego es liberado, vuelve a su posicin incial como im-
pelido por el "resorte de aire". La experiencia del alcalde Guericke, en verdad impresio-
nante, mostr que el "mar de aire" de Torricelli es capaz de originar fuerzas muy pode-
rosas sobre las paredes de un recipiente en el que se ha producido un vaco parcial.(*) N o
podran esas fuerzas ser aplicadas al diseo de una mquina de aplicacin industrial? El
propio Guericke dise un dispositivo, fundado en esta idea prctica, que con el tiempo
dara lugar al actual freno de aire.
La experiencia de Torricelli con su tubo invertido es un procedimiento para crear
vaco; el empleo de las bombas extractoras de Guericke o Boyle es otro. Pero hay un ter-
cero. Desde comienzos del siglo XVII era conocida la diferencia entre el aire y el vapor
de agua, y el mecanismo de condensacin del vapor de agua por enfriamiento. Las nue-
vas ideas sobre el vaco y su produccin por mecanismos diversos se vincularon con ello.
Poco a poco se comprendi que es posible generar un vaco parcial en un recipiente lleno
de vapor de agua que es refrigerado desde fuera. En 1690, casi medio siglo despus de
que Torricelli enunciara su teora, el francs Denis Papin, ex ayudante de Boyle, imagin
esta sntesis: al calentar el agua contenida en un recipiente provisto de un mbolo, se ge-
nera vapor, y el mbolo asciende; cuando se enfra con agua el recipiente, parte del va-
por se condensa, se genera un vaco par!!ial y el mbolo desciende.
Aunque el dispositivo de Papin no pudo ser empleado para finalidades prcticas, su
diseo es ejemplar. La obra de T<;Jrricelli y sus sucesores haba mostrado a las claras que
las dificultades inherentes al empleo de bombas neumticas para elevar el agua ms all
de 10,3 m eran insalvables, por lo cual la atencin de los tcnicos se volc al estudio de
las "bombas de fuego" (como la proyectada por Papin). Se inicia aqu, entonces, la pre-
historia de la mquina de vapor.
ACTIVIDAD 15
Disee y realice una simple experiencia para mostrar la formacin de un vaco
parcial en un recipiente que contiene vapor de agua cuando se lo enfra. (Indi-
que los elementos a ser utilizados, el procedimiento a emplear y los resultados
que se esperan btener. Luego haga la experiencia y redacte un breve informe
acerca de ella.)
ACTIVIDAD 16
Cmo imagina el dispositivo proyectado por Papin? Haga un esquema. C-
mo podra utilizarse para hacer girar una rueda (por ejemplo, con labes, y as
impulsar una embarcacin) teniendo en cuenta que el movimiento que se ob-
tiene es de vaivn?
(*) La expresin "vaco parcial", que se emplear frecuentemente a partir de aqu, significa simple-
mente que se ha extrado parte de la materia gaseosa contenida en el recipiente. De hecho, el vaco ob-
tenido por Torricelli tarn bin era "parcial", pues, corno se supo ms adelante, en la parte superior del
tubo hay gases de mercurio.
Un caso histrico a modo de introduccin O 43
La prehistoria de la mquina de vapor
La idea central de los numerosos proyectores de "bombas de fuego" no era novedo-
sa, y ya la hemos mencionado: se trata de crear un vaco parcial por enfriamiento y con-
densacin de vapor de agua, y aprovechar as los efectos de la "fuerza de la atmsfera".
Ninguno de los intentos, tales como el pionero de Somerset (1628) o el de Papin, result
adecuado para su utilizacin en escala industrial. Ello sucedi al fin con la creacin del
ingeniero ingls Thomas Savery, que en 1698 logr construir una "bomba de fuego" re-
almente eficaz, empleada por mucho tiempo para desagotar el agua de las minas.
ACTIVIDAD 17
La figura 11 ilustra las partes principales de la mquina de Savery; A, B y C
son grifos que pueden abrirse o cerrarse a voluntad desde el exterior. El fun-
cionamiento de la mquina comienza as: con A y C abiertos, se inyecta por A
vapor de agua previamente obtenido en una caldera; B permanece cerrado.
Una vez que el cuerpo de la bomba ha sido llenado con vapor, se cierran A y
C, y se enfra con agua, desde el exterior, dicho cuerpo.
l. Qu sucede entonces dentro de la bomba? ,_:_-===:::-----
2. Ahora se abre B. Qu ocurre entonces?
3. Se cierra ahora B, y se abre C, al tiempo
en que se abre A y por l se inyecta una nue-
va cantidad de vapor. Qu ocurre?
Haga esquemas para facilitar su razonamien-
to. A partir de 3 el proceso se reinicia, y, si
sus conclusiones son correctas, ver que la
mquina extrae continuamente el agua de la
parte inferior y la expulsa por el tubo de sali-
da.
ACTIVIDAD 18
vapor
Fig. 11
f
salida
de
agul
Savery era ya consciente de las posibles implicancias econmicas y sociales de
su invencin, y no es extrao que la bautizara "El amigo de los mineros" en su
solicitud de patente. Al tiempo que seala la utilidad de su creain para dis-
minuir. "las enormes cargas y dolores que padecen los mineros que tienen que
desagotar el agua", no deja de agregar que ello representar para Inglaterra un
aumento de su riqueza pues aumentar la mar10 de obra disponible para la ex-
traccin de minerales.
Este documento prefigura ya un aspecto caracterstico de la Revolucin In-
dustrial, extensible a las modernas civilizaciones tecnolgicas. Cul? (Consul-
te las opiniones de Asimov y de Sabato que hemos mencionado en la Intro-
duccin.)
La mquina de Savery era una "bomba de fuego" sumamente incmoda, pues obli-
gaba a los operarios a abrir y cerrar continuamente los grifos. El vapor deba calentarse y
enfriarse alternativamente, lo cual implicaba una gran demanda de combustible (carbn).
44 D Mdulo 1
Para ser empleada a grandes profundidades, era necesario disponer de vapor a gran pre-
sin y, por no disponerse de calderas resistentes, no eran raras las explosiones: invento-
res, operarios y mineros acababan volando por los aires. En buena medida, estas dificul-
tades fueron resueltas por el siguiente eslabn en la prehistoria de la mquina de vapor,
la invencin del obrero ingls Thomas Newcomen.
La obra de Newcomen es una real hazaa tecnolgica, pues sintetiza los intentos
anteriores, en particular los de Papin y Savery. El mecanismo cilindro-mbolo de Papin
se conjuga con elementos extrados de la idea central de Savery para la succin del agua.
La mquina, que por sucesivas modificaciones diera lugar a las de James Watt en la se-
gunda mitad del siglo XVIII, se esquematiza en la figura 12, tal como era empleada hacia
1705.
El vapor es inyectado por B y eleva el mbolo hasta el punto ms alto de su recorri-
do (A cerrada, C cerrada). Se cierra B y se inyecta por A agua dentro del cuerpo de la
bomba. El agua refrigera el recipiente y el vapor se condensa, formndose all un vaco
parcial. El mbolo, por efectos de la presin atmosfrica, desciende. (Por ello a la mqui-
na de Newcomen se la llama "atmosfrica".) La vlcula C permite desagotar el agua, y
as reiniciar el ciclo. Como consecuencia, se logra un movimiento de vaivn del mbolo.
En una innovacin posterior, el movimiento que se transmite al balancn abre o cierra
las tres vlvulas en ~ momento adecuado, con lo cual la mquina adquiere automatismo
y evita la necesidad de contar con la mano del hombre para realizar esa tarea.
bombas
Fig. 12
Una de las primeras mquinas
de Newcomen . Grabado de
poca. Observe la dimensin
de la misma comparndola
con el personaje que
cuentra a la izquierda.
Un caso histrico a modo de introduccin O 45
Aun cuando no existe acuerdo entre los historiadores acerca del conocimiento que
el propio Newcomen pudo tener de la obra de los fsicos neumticos o de los diseos de
Papin, no hay duda de que en este perodo histrico se inicia una etapa de intercambio y
confluencia de ideas cientficas e jdeas tcnicas, promovidos por las exigencias de la pro-
duccin. El carcter simbitico ciencia-tcnica-industria slo adquirira sentido moderno
en el siglo XIX, pero es interesante sealar rasgos del mismo en la obra de un tecnlogo
genial: James Watt. En 1763 Watt, reparador de instrumentos de fsica, recibi de la
Universidad de Glasgow una mquina de Newcomen en mal estado de funcionamiento, y
su inters por la misma desemboc en una obra crtica y de perfeccionamiento de tal en-
vergadura que su nombre se asocia desde entonces al de la mquina de vapor. Esto obe-
deci, en parte, a la estrecha relacin que Watt mantuvo con el fsico Black, profesor de
la Universidad de Glasgow, pionero del estudio cientfico del calor y la temperatura. (Por
ejemplo, el notorio aumento de la eficacia de uno de los prototipos de Watt se debe a la
plena comprensin del concepto "calor latente de vaporizacin", formulado por Black o
quiz, independientemente, por el propio Watt.) En 1770 las posibilidades de las mqui-
nas de Watt comenzaron a ser explotadas, y el mundo industrial no permaneci esttico
ante las promesas-del nuevo mecanismo. Arruinado financieramente, Watt se asoci con
un poderoso industrial, Boulton, de donde surgi una firma comercial: Boulton & Watt.
La incorporacin de la mquina de vapor de Watt al proceso de industrializacin en
Occidente (por ejemplo, en el mbito de la produccin textil y en el de los transportes)
fue, como sealamos anteriormente, el factor primordial de cambio en la evolucin del
sistema capitalista. La manufactura cedi su lugar, con gran rapidez, a la produccin fa-
bril con maquinarias y se origin, en particular, un notable aumento de la concentracin
de mano de obra asalariada. En El Capital, Karl Marx, al referirse a las implicancias so-
cioeconmicas de esta ruptura, escribe: "Hasta la edad de la gran industria la manufactu-
ra es la forma dominante del modo de produccin capitalista, pero en ella el capital no
consigue apropiarse de todo el tiempo de que dispone el obrero manufacturero". Y tam-
bin, desde una perspectiva algo diferente: "( ... ) en la manufactura y el artesanado, el
obrero se sirve del instrumento, mientras que en la fbrica es el obrero el que sirve a la
mquina".
Las frases anteriores bastan para destacar la importancia que los estudiosos de las
sociedades, como Marx, han otorgado y otorgan a la tecnologa como variable a ser teni-
da en cuenta en el anlisis del cambio social. En el siglo XIX, la Revolucin Industrial fue
potenciada por un desarrollo tcnico sin precedentes fundado en los logros de la ciencia.
La alianza ciencia-tecnologa mostr a las claras que el antiguo sueo de un "conocimien-
to puro" (al modo de Platn y Aristteles) iba a ser sepultado por la instrumentacin
poltica y social del poder tcnico. La tecnologa cientfica exhibi su doble faz: en el
anverso, su capacidad de facilitar y aliviar el trabajo humano, de ofrecer mayores condi-
ciones de salubridad y confort, de difundir la educacin y la cultura. En el reverso, la po-
sibilidad de generar condiciones de explotacin y degradacin del hombre, de consumis-
mo enajenado, de masificacin del individuo, de destruccin del medio ambiente y aun
del exterminio definitivo de la especie.
A lo largo de este curso tendremos oportunidad de profundizar el anlisis de esta
contradiccin que parece ser inherente al poder tcnico y que, si bien es
de toda sociedad, adquiri relevancia mundial a partir de la Revolucin Industrial. Nues-
tro punto de vista es que, en tanto docentes en ciencias, sera un tanto hipcrita eludir el
tratamiento de tales problemas, que vinculan a la ciencia con aspectos ideolgicos, pol-
ticos y ticos. Quiz usted considere que puede obviarlos, .pero la experiencia indica que
los alumnos formulan preguntas de esa naturaleza. Y si nosotros, informados en ciencias
y educadores, no atinamos al menos a sugerir algunas reflexiones, quin lo har? En
manos de quines delegaremos la responsabilidad?
Al fin de cuentas, no percibe algo inquietante en la expresin facial del Gato de
Chesire?_
46 O Mdulo 1
PRIMERAS ENSEANZAS DE UN CASO IDSTRICO:
LAS COMPLEJIDADES DEL GATO
El camino zigzagueante que hemos seguido a lo largo de este Mdulo 1 preanuncia
la tarea que nos aguarda. Hemos tratado de mostrar cmo el episodio histrico analizado,
la formulacin de la teora de Torricelli, puede ser contemplado desde distintas perspec-
tivas, cada una de las cuales ser tratada a partir de ahora.
Sinteticemos. La polmica acerca del vaco en el siglo XVII ilustra aspectos de una
controversia mucho ms amplia, referidos a grandes concepciones del universo. Se trata
de una pugna entre distintas cosmolog(as, esto es, creencias acerca de la naturaleza de los
cuerpos terrestres y celestes, sus cambios, las leyes que los rigen, la inmovilidad o movili-
dad de la Tierra, la finitud o infinitud del universo. Entre los siglos XVI y XVII, del "cho-
que" entre tres cosmologas alternativas surgi una concepcin del mundo estrechamen-
te vinculada con la investigacin cientfica. Tendremos que rastrear sus orgenes histri-
cos y analizar de qu modo se manifestaron en ese perodo revolucionario de la historia
de la ciencia. Lo haremos en el Mdulo 2.
Al analizar someramente la propuesta terica de Torricelli, sealamos que existen
serias polmicas acerca de la naturaleza de teoras cientficas. Tendremos que preguntar-
nos acerca de su estructura lgica, el carcter de sus enunciados, o el modo de validarla
(es decir, de los procedimientos de contrastacin y de lo que podemos afirmar de la teo-
ra una vez contrastada). Habr que profundizar el sentido de las explicaciones y predic-
ciones que derivan de una teora, y hasta qu punto ella puede o no garantizar la eficacia
de las tcnicas que fundamenta. Emprenderemos esta tarea en los Mdulos 3 y 4.
Finalmente, hemos tratado de poner en evidencia la estrecha vinculacin entre el
carcter de la investigacin cientfica en los siglos XVII y XVIII y la sociedad europea de
entonces, dispuesta a promover cuanto pudiese significar aportes tcnicos para el desa-
rrollo del modo de produccin capitalista. Ello nos ha puesto en contacto con la historia
de las tcnicas y su relacin con los distintos modos de existencia socioeconmica y po-
ltica que se han sucedido a lo largo de la historia europea. Profundizaremos estos aspec-
tos en el Mdulo 5.
El cuadro de la pgina 47 muestra, sintticamente, de qu modo el anlisis de nues-
tro caso histrico, centrado en el "problema del vaco", origina el inters por las tres
perspectivas ya mencionadas, que podemos denominar: (1) cosmolgica; (2) epistemol-
gica; ( 3) histrico-social.
Y ahora s podemos explicarle cmo hemos concebido el resto de nuestro curso. En
la Estructura II, cada una de estas perspectivas ser aplicada a una teora cientfica espe-
cfica: la mecnica de Newton (Mdulo 1); la teora atmico-molecular (Mdulo 2); la
teora de la evolucin (Mdulo 3) y la geometra (Mdulo 4). En este punto analizare-
mos el carcter formal de la geometra matemtica, lo cual nos permitir tratar el proble-
ma de la clasificacin de las ciencias (Mdulo 5). Finalmente, la Estructura III, a modo
de prosecusin de lo tratado en la Estructura I, estar dedicada a ofrecerle un panorama
del debate epistemolgico actual (Mdulos 1 y 2), para concluir con la presentacin de
los orgenes y caractersticas de las complejas (y conflictivas) relaciones entre la ciencia
y la sociedad en el mundo moderno (Mdulos 3, 4 y 5). Que es como decir: el Gato hoy,
en carne y hueso.
+--
a! M
dulo
2
+--
duJos aM
3y 4
r
..__
Un caso histrico a modo de intr oduccin D 47
DESARROLLO DE LA PRIMERA ESTRUCTURA DE ESTE CURSO
A PARTIR DEL MDULO 1
ABANDONO,DE LA
COSMOLOGIA f--- - .,
Sustitucin del rgimen feudal
ARISTOTLICA 1
por el rgimen burgus
1
Expansin del capitalismo
1
Valores de la ideologa bur-
COSMOLOGA
1
guesa (En particular: revalori-
1
zacin del saber tcnico)-
MECANICI STA 1----
1
ATOMSMO 1
1
+
1
1
1
Limitacin de las
1 bombas neumticas
1
ABORDAJE MECANICISTA
1
DE TORRICELLI : TEORA
DEL"MAR DEAIRE"(1643) PROBLEMA Primitivas
DEL mqUinas
VACO de vapor
Estructura de la teora
Explicaciones al Mdulo
Predicciones
Contrastaciones
Mquina de
-
Savery (1698)
Experiencias de Pascal
Experiencias de Von Guericke
Mquina de
Newcomen (1705)
Investigaciones de Boyle
Ley de Boyle
+_
REVOLUCIN
Desarrollo de la neuntica
1
INDUSTRIAL
(S. XVIII )
J
5
NO SE PIERDA EL PRXIMO EPISODIO
La imposibilidad del vaco es slo un aspecto, aunque fundamental, de la cosmolo-
ga 'aristotlica.: Aristteles y sus seguidores sostenan una visin del universo que perdu-
r (al menos en sus rasgos esenciales) entre el siglo IV a.C. y el siglo XVI. En total: vein-
te siglos, es decir, dos milenios. En esta cosmologa la Tierra ocupa el centro del univer-
so, y los astros giran alrededor de ella ubicados en caparazohes concntricas. La ltima
caparazn corresponde a las estrellas. Ms all no hay materia ni espacio: no hay nada.
En los dos siglos anteriores a Aristteles se propusieron otras cosmologas alterna-
tivas. Los atomistas (Leucipo, Demcrito) imaginaron un universo infinito en el cual ca-
rece de sentido hablar de un "centro". La Tierra es un astro ms, perdido en el espacio.
Los pitagricos tampoco pensaban que la Tierra fuese un lugar privilegiado, y la imagina-
ron, a diferencia de Aristteles, en movimiento. Estas dos cosmologas parecen tener
ms puntos de contacto con las cosmologas cientficas actuales. Por qu entonces la de
Aristteles prevaleci durante dos milenios? En el siglo III a.C. el astrnomo alejandrino
Aristarco propuso un sistema heliocntrico, tal como iba a hacerlo Nicols Coprnico en
el siglo XVI. Pero el sistema de Aristarco fue repudiado por sus colegas astrnomos,
mientras que el de Coprnico desencaden nada menos que la "revolucin cientfica"
que asociamos con los nombres de Kepler, Galileo o Newton. Por qu?
Coprnico sostena que la Tierra est en movimiento alrededor del Sol. Nada ms
obvio, dir usted. Pero, est seguro? Cierta evidencia de los sentidos parece indicar lo
contrario. Suponga que deja caer una piedra desde lo alto de una torre: la piedra cae al
pie de la misma. Si la Tierra se moviese debera caer a un costado, pues la torre (durante
la cada de la piedra) se ha estado moviendo junto con la Tierra. Debe ser una cuestin
de fsica, dir usted. Pero, de qu fsica? Para la fsica de Aristteles todo est claro co-
mo el agua: la piedra cae al pie de la torre porque ni la torre ni la Tierra se mueven. Y
cmo podan levantar esa objecin Coprnico y los copernicanos? Unicamente creando
una nueva fsica, que fuese compatible con una Tierra en movimiento. Cmo lo hicie-
ron, quines lo hicieron? Es algo que se ver.
No se pierda el prximo episodio.