Estructura Del Aparato Psíquico
Estructura Del Aparato Psíquico
Estructura Del Aparato Psíquico
En 1900 Sigmund Freud, mdico vienes creador del psicoanlisis, describe al aparto psquico como una estructura integrada por un sistema Inconsciente y otro Preconsciente- Consciente. A este enfoque se lo conoce como primera tpica. En 1920 aborda la segunda tpica conformada por tres instancias: Yo, Ello y Super Yo. Cada una de esta tpicas no son excluyentes sino complementarias. PRIMERA TOPICA Se puede pensar la primera como la descripcin del espacios SEGUNDA TOPICA la segunda como las instancias que ocupan esos lugares con la particularidad que esos ocupantes van modificando y ampliando su estructura en la medida en que se desplazan por cada parte de esa tpica.
Es as como el Yo, el Ello y el Super-Yo que habitan el sistema Inconsciente tendrn diferente estructura de la que se observa en el Preconciente-Consciente.
Cuando estas huellas representacionales se anudan a una zona corporal, producen una primera ligadura con el organismo y comienza a constituirse una zona ergena. Como consecuencia se genera la formacin del lmite corporal, elevando el puro organismo a cuerpo investido libidinalmente. Es as como, en el comienzo de la estructuracin psquica,
aparece una primera concepcin del Yo como superficie corporal, an cuando no haya nocin de identidad yoica. Pero el Inconsciente no solo tiene representaciones; es tambin sede de las pulsiones.
Qu son pulsiones?
Son la carga energtica del aparato, son fuerza, empuje ( en los animales vida instintiva) que se originan en excitaciones orgnicas y buscan suprimir la tensin mediante un objeto que brinde satisfaccin. A todo este reservorio de energa pulsional Freud lo denomina Ello. Es as como el Ello y el Yo se entraman en ese espacio denominado Inconsciente. Pero estas instancias tambin aparecen en el sistema Preconsciente- Consciente.
Es el Yo de la identidad, cuando el sujeto se reconoce a s mismo como nico y singular diferente de los dems. Es decir que surge al mimo tiempo el Yo como identidad y el no-yo como otro diferente de m.
Cmo se estructura este Yo? Jaques Lacan1 retoma estos conceptos freudianos y los despliega en su conceptualizacin del proceso de constitucin de la subjetividad que va a denominar Estado del Espejo
para explicar la formacin del Yo. Analiza la conducta del nio ante el espejo durante los primeros meses de vida. Lacan enfatiza la prematurez que caracteriza al beb quin necesita que otro lo sostenga ante el espejo ya que slo no puede sostenerse. El nio ve en el espejo a otro nio, no se reconoce a s mismo, ni tampoco reconoce una imagen. En el primer momento del Estado del Espejo el beb solo ve a un nio. Esta experiencia y el sostn que el otro le brinda, no solo en ese momento, sino en los cuidados cotidianos, le permiten formar ese primer Yo corporal que unifica el cuerpo otorgndole unidad. En el segundo momento el beb toca con sus manos el espejo, mira por detrs y comprende que lo que ve no es otro nio sino una imagen. Pero el tercer momento es el ms importante. En el espejo no solo se refleja el nio sino tambin quin lo sostiene. Cuando el pequeo mira primero al espejo, luego gira la cabeza y ve a quin lo sostiene, vuelve al espejo
y percibe la imagen de los dos, es cuando reconoce que esa imagen es la propia. Es el comienzo del Yo como identidad, como diferente del otro. Se instala una primera distancia entre el sujeto y su imagen resultando que el sujeto se reconoce all donde no est.
Y otra consecuencia importante es el rol del otro en la formacin del Yo. 1Es el sostn y la mirada del otro lo que permite la estructuracin del Yo. Esto puede observarse en la vida cotidiana cuando el nio habla de s mismo, pero en tercera persona, es decir, se nombra como es nombrado y se ve como es visto. Pero en un momento posterior, alrededor de los tres aos comienza a nombrarse en primera persona asumiendo plenamente su identidad. Esto muestra el afianzamiento de los sistemas PreconscienteConsciente, diferenciado del sistema Inconsciente
Yo.
Esta instancia acta, por un lado, como censora del sujeto, marcando el lmite entre lo permitido y lo prohibido. Y por otra como sostenedora del ideal al que el Sujeto puede aspirar para lograr su superacin.
En otra etapa de la constitucin subjetiva, que S. Freud va a denominar Narcisismo 2se forma el Yo Ideal, que es el de la imagen especular, el de unificacin corporal, el Yo que es ubicado en el lugar de majestad .
La salida del Narcisismo permite la formacin del Ideal del Yo, imagen a futuro que le dice al Yo como debe llegar a ser. Es decir que el Yo ideal est bajo el predominio del proceso primario, mientras que el Ideal del Yo se relaciona con el Proceso Secundario1 en la medida en que se instalan las variables espacio-tiempo que permiten al Yo articular su realidad actual y lo que anhela para el futuro.
representaciones. Este flujo catico de energa materializa las formaciones del Inconsciente. Esas representaciones pueden emerger a la conciencia a travs de los sueos, los actos fallidos, los lapsus o los sntomas. El Sistema Consciente intentar ligar ese sinsentido con alguna palabra que explique, aclare y otorgue significacin para ser incorporada al Yo, accediendo de esta manera al nivel simblico, que permite su ubicacin en la estructura subjetiva. En este sentido ese Otro desconocido y ajeno que es el Inconsciente puede emerger parcialmente a travs de representaciones que el Sujeto reconoce como propias. Pero no todo el contenido inconsciente sigue este proceso. Muchas representaciones quedan sin acceso a lo simblico y no llegan a adquirir sentido lgico. Este es el registro de lo Real, que J. Lacan conceptualiza en sus escritos como lo no simbolizable. El Proceso Secundario muestra el funcionamiento de la lengua, de los significantes que se organizan en un espacio y tiempo que le dan sentido a lo que el sujeto enuncia. Las variables espaciotemporales permiten que los significantes se organicen en forma lgica. Cada significante se enlaza con el siguiente formando una cadena que se denomina Metonimia, facilitando de este modo la comprensin de lo enunciado por un Sujeto. Pero tambin cada significante, de acuerdo a la posicin que ocupa en la cadena, portar diferentes significados evocando, por asociacin, otros significantes que no estn explcitos en el enunciado. Esta posibilidad de enunciar un significante que alude a otro sin nombrarlo se denomina Metfora. Tanto la Metonimia como la Metfora permiten la flexibilidad del pensamiento propio de las caractersticas de creatividad y autonoma. El Proceso Primario motoriza la primera formacin del Yo, como Yo Corporal, en el que las inscripciones inconscientes (huellas mnmicas) empiezan a conformar el psiquismo. Entre el beb y su madre se produce un intercambio que trasciende lo meramente autoconservativo. La madre aporta alimento, cuidados corporales, alivio a las necesidades, pero, fundamentalmente, aporta palabras, caricias, miradas, arrullos que pulsionan al beb. As el organismo del nio empieza a transformarse en un cuerpo humanizado. Este semejante que es la madre(o quin ejerza esa funcin) no solo se ocupa de la autoconservacin del nio, sino de su bienestar emocional, impartiendo, a travs de sus cuidados fsicos el sostn y la organizacin que el nio necesita para ser un sujeto humano. De esta forma esa madre, como semejante, es otro, pero como dadora de sostn y organizacin que humaniza de transforma en Otro primordial. El intercambio beb-madre ayuda a la formacin de las zonas ergenas que van a ir construyendo una superficie corporal que, al mismo tiempo que unifica, delimita un adentro y un afuera formando una fina pelcula que engloba al nio y a su madre en una primera clula narcisista que se rige por los principios bsicos de placer- displacer. En este momento de la estructuracin psquica, desde el lado del infans, no hay diferencia Yo/No-Yo, por lo que l y la madre forman un todo indiferenciado. Ante la emergencia de la necesidad aparece el objeto de satisfaccin que trae la calma. Pero ese objeto es aportado por otro, un semejante, que ocupa el lugar de Otro Primordial y que, desde ese lugar, legaliza la vinculacin intersubjetiva. Como consecuencia de esta vinculacin el infans notar diferencias en la satisfaccin que el otro le proporciona, ya que ese otro no siempre estar disponible de la misma manera. Es as como una segunda experiencia de satisfaccin ser distinta de la primera; algo que estaba en la primera no estar en la segunda. Empieza a marcarse una diferencia, una distancia, una falta que resquebraja lentamente la clula inicial permitiendo la
salida del narcisismo al registro de la realidad como un existente fuera de ese narcisismo inicial. As como en el narcisismo el Yo se unifica (sin distinguirse an del otro) y se rige por el placer-displacer (Juicio de Atribucin), en la salida del mismo empieza a registrar la realidad y la existencia o no de los objetos (Juicio de Existencia). Esta salida del narcisismo como momento estructurante del Sujeto, se facilita por la Represin Primaria, mecanismo formador del aparato psquico, que lo cliva en un sistema Inconsciente y un sistema Preconsciente-Consciente. Este mecanismo de Represin Primaria impulsa la construccin del Proceso Secundario, que da lugar a la actividad intelectual. Sin el establecimiento del sistema Preconsciente- Consciente no hay posibilidad de creatividad ya que las variables espaciotemporales son las encargadas de estructurar el pensamiento lgico. Esta Represin Primaria o Primordial es designada por Lacan como Significante Nombre del Padre en referencia a ese aporte que el Otro primordial brinda al aparato psquico y que funciona como corte de la clula narcisista inicial. En tanto y en cuanto se produzca este corte, por esa falta emerge el deseo. Deseo de qu? De encontrar ese objeto que suture la falta y permita el retorno al narcisismo inicial . A ese objeto Lacan lo llama objeto a. Es un objeto definitivamente perdido que se busca incesantemente y se cree encontrar en sustitutos (personas, aprendizajes, bienes materiales, apariencia fsica,) que nunca brinda la satisfaccin total. De esta manera ese deseo (que es inconsciente) sigue circulando y se expresa en anhelos varios entre los cuales discurre el proyecto de vida. Este proceso de construccin del aparato psquico se Articula con los significantes que el Otro aporta y con la legalidad que todo significante implica, originando el despliegue del proceso secundario. La legalidad que implica el significante se refiere al valor relativo de acuerdo a la posicin que ese significante tiene en la cadena. Por lo tanto, as como Freud conceptualiza a la representacin como la mnima unidad material combinable que forma el psiquismo, Lacan usa el trmino significante para designar a esas representaci ones que adems de tener una parte material (huella) que ingresa al psiquismo por las percepciones, se agrega la valoracin que el Otro aporta con una legalidad constituida. Significante puede ser una palabra, un fonema, un objetocualquier elemento lingstico o no que est inserto en un sistema y que adquiera valor en tanto y en cuanto se diferencia de los otros elementos que forman ese sistema y con los cuales se combina siguiendo las leyes de la condensacin y desplazamiento en el Sistema Inconsciente. En el orden del discurso el equivalente ser la metfora y la metonimia. De lo expuesto se puede sealar que ese Otro Primordial aporta significantes que permiten la construccin de la clula narcisista, pero tambin el significante que desaloja al Sujeto del narcisismo. Esta aparente contradiccin no es tal. El Otro Primordial, encarnado en un semejante (otro) cumple dos funciones bsicas: funcin materna y funcin paterna. La Funcin Materna es el sostn libidinal que introduce al infans en el narcisismo primario. Aporta los significantes necesarios para que el nio pase de ser un conjunto de msculos, huesos, vsceras, impulsos,, es decir, un organismo viviente, a transformarse en un cue rpo unificado accediendo al Yo Corporal, primer modelo de unidad.
Si un nio es alimentado y cuidado, pero no amado es probable que no sobreviva o se deteriore psquicamente en forma irreversible. El infans necesita de las miradas, las caricias, la voz que el semejante le brinda para humanizarse. Freud se refiere al narcisismo primario cuando sostiene que en los primeros momentos de la vida el recin nacido ocupa el lugar de su majestad el beb, lugar en el que es puesto por los semejantes que lo cuidad. Esto ocurre cuando los mismos ejercen plenamente la funcin materna. La Funcin Paterna es la encargada de poner un lmite al narcisismo. Es la funcin que va a desalojar al nio de ese lugar privilegiado para permitirle tomar contacto con la realidad circundante. As como en el narcisismo toda necesidad es satisfecha por el otro, se privilegia el placer, y el nio asume una posicin pasiva, la salida del narcisismo lo obliga a participar activamente en la bsqueda de los objetos que satisfagan la necesidad. En forma metafrica el narcisismo es la etapa en la que todo viene de arriba y la salida del mismo es la etapa de con mi esfuerzo logro satisfacer mis necesidades. Es en este sentido que Lacan, enfatizando esta pasividad propia del narcisismo, ubica en esta etapa el goce asociado a la pulsin de muerte, por lo paralizante y dependiente de ese momento; y ubica al placer del lado de la realidad, por la creacin y la actividad que se despliega con la salida de la posicin narcisista. El narcisismo primario es necesario y fundamental para afianzar al aparto psquico en los primeros momentos de su formacin, pero es paralizante del crecimiento por la pasividad que le produce al nio. En este sentido la funcin paterna, como corte, impulsa el crecimiento subjetivo por la actividad e independencia que le exige al nio.
Entonces narcisismo (con predominio del proceso primario) y Edipo (con predominio del secundario) son los dos momentos estructurantes del aparato psquico que determinan la aparicin del sujeto deseante .