C-Hay Divorcios Mejores Que Otros
C-Hay Divorcios Mejores Que Otros
C-Hay Divorcios Mejores Que Otros
Hay divorcios que pueden contribuir a la calidad de vida de todos los involucrados: desde esta perspectiva, la autora propone una estrategia donde la presencia de los hijos es el elemento convocante que convierte a los padres en socios de una misma empresa.
Existen divorcios que son mejores que otros; que daan menos; que pueden contribuir a la calidad de vida de todos los involucrados. Constance Ahrons escribi el libro The good Divorce (1994), enfatiza que hay divorcios destructivos y otros que no lo son: hay una buena manera de divorciarse y es aquella que atiende a las necesidades de los hijos y permite que los padres se visualicen como tales de manera cooperativa y flexible. Este coprotagonismo de los adultos permite sortear la inevitable confrontacin de la pareja conyugal que se est desvinculando y asume que quien, tan poco tiempo atrs, fuera un aliado, se convierte en un enemigo acrrimo: slo la mirada sobre los hijos los puede reunir nuevamente como aliados, abocados a un objetivo comn. La idea es que luego de la separacin y cuando ya no habiten una misma casa, los padres puedan conformar una familia binuclear, que habita dos casas y con un adulto como jefe de hogar en cada una de ellas, entre las cuales circularn los hijos. La condicin de xito es un camino consensuado que los padres deben prever para sus hijos y que atienda no slo a las cuestiones personales de los adultos sino a las particularidades de los hijos, de acuerdo con su edad, sexo, caractersticas particulares de cada nio y sus necesidades evolutivas. Ms an, los acuerdos debern ser revisados segn las necesidades cambiantes de los hijos en funcin de su crecimiento. Anticiparse a esto es fundamental: los hijos van a crecer y sus necesidades de intimidad, atencin, autonoma, diferenciacin, las actividades sociales, el dinero que necesitan para sustentar su vida social y educacional, cambiarn y demandarn otras contribuciones de parte de los adultos a cargo. La palabras clave son entonces flexibilidad y cooperacin para lograr cada vez acuerdos consensuados y la mirada puesta en los hijos, el elemento convocante que convierte a los padres en socios de una misma empresa. Puede ocurrir que una vez definida la desvinculacin y experimentado el alivio que muchas parejas refieren (porque cesaron las peleas; porque se ha interrumpido la tensin que suscitaba la convivencia), los hombres se sientan libres de acercarse a sus hijos como antes no lo haban hecho y se conviertan en los padres que nunca fueron. Y, para sorpresa de las madres que suponan al padre irresponsable y desligado afectivamente, descubren que la relacin del padre con los hijos fuera de su presencia es muy enriquecedora, ella se siente as relevada de la pesada tarea de criar a los hijos sola y puede contar con otro adulto responsable. Es que el divorcio es una crisis que puede reformular mltiples aspectos existenciales, entre ellos aquellos sobre los que inciden las creencias y el consenso social: este consenso atribuye a las mujeres una vinculacin ms estrecha
con los hijos; a veces los hombres estn excluidos de la crianza y slo aportan dinero que la madre administra. Esta distribucin inequitativa, que genera una sobrecarga para la madre y aleja al padre emocionalmente de los hijos, no genera rechazo social. Tambin puede ocurrir que madres abocadas a la tarea exclusiva de la crianza continen autoexigindose ese nico rol y se orienten a excluir al padre. A veces, imbuidas de su enojo por causa del alejamiento del compaero a quien atribuyen la responsabilidad por la ruptura, sin darse cuenta sumen a los hijos en una pseudoorfandad, al entorpecer el contacto con el padre a quien ellas no desean ver. Si logra el alejamiento y ste se prolonga en el tiempo, puede ocurrir que ella misma comience a sentirse sobrecargada y sola a cargo de la crianza. Puede suceder, luego de un tiempo, que se sienta mejor anmicamente o se relacione sentimentalmente con otro hombre y comience a desear ms tiempo libre para ella sin los nios. Si en este momento deseara contar con la colaboracin del padre, que ella ha contribuido a alejar y con quien los hijos ya no tienen contacto cotidiano, ste puede no mostrarse disponible. Es que el contacto regular con los hijos es un estmulo para estar alerta a sus cambiantes necesidades evolutivas: el alejamiento estimularen el padre alejado la evocacin del nio que era su hijo cuando la familia conviva, pero el hijo se convertir en un extrao que no le despertar inters. Estamos hablando de la construccin de una pareja coparental con responsabilidades compartidas, muy claramente diferenciada de la ya disuelta pareja conyugal, respecto de la cual habr intereses contrapuestos. Slo padres que se piensen a s mismos abocados a una tarea comn, la crianza, podrn dejar de lado una actitud confrontativa. Slo hombres y mujeres que pueden imaginarse como pareja de padres, y no como esposos, podrn cooperar para llevar adelante la tarea con eficiencia. Aquellos que a la hora de tomar decisiones se imaginen en relacin con sus hijos podrn anticipar cmo stos se sienten en cada momento. En definitiva, esto se correlaciona con lo que haya sucedido durante la convivencia: si la crianza fue una prioridad, si ambos padres, hasta la separacin, tuvieron alguna forma de acuerdo, los nios saban que podan contar con ambos padres, independientemente de quin llevara adelante en forma personal la tarea. Si esto no funcion durante la convivencia, es bastante probable que contine del mismo modo durante la desvinculacin. Ahora bien, si priman el enojo y un comportamiento querellante y vindicativo, es muy difcil que puedan reconocer a los hijos como individuos con necesidades, ya que la prioridad ser la pelea con el ex cnyuge vivenciado como enemigo. Cuando esta modalidad relacional confrontativa coincide con la presentacin judicial de la demanda de divorcio, sta puede reforzarla y extenderla. El paradigma judicial se sostiene en un modelo adversarial -uno contra el otro e implica demostrar mediante pruebas que el otro es el culpable, lo cual ser determinado por el juez, quien establecer quin puede ejercer ciertos derechos y quin no. Evidentemente, este modelo ganador/perdedor da por tierra con un abordaje cooperativo y flexible centrado en las necesidades evolutivas de los hijos. Puede darse que los abogados insten a los padres a llevar a los hijos a los tribunales para que cuenten acerca de
malos tratos o alejamiento de un padre. O bien, los nios pueden ser involucrados en conversaciones acerca de dinero o de con quin y dnde vivirn. As, no slo los nios debern decidir cuestiones que los exceden, sino que aprenden que sus padres, los adultos de quienes dependen, no pueden resolverlas y esperan que ellos lo hagan. Los padres, abocados a la tarea de desestimarse entre s y delegando decisiones con respecto a sus hijos en abogados y jueces, favorecen una imagen poco asertiva de s, que reforzar la soledad de los nios cuando ms necesitan confiar en los adultos, dado que el mundo se ha vuelto catico en el trnsito desde la convivencia original hacia la separacin. Los hijos necesitarn cuanto antes una nueva organizacin provista por sus padres, una nueva rutina que les permita bajar los niveles de ansiedad y vuelva el mundo previsible otra vez. Aun viviendo en nuevas casas, concurriendo a nuevos colegios y viendo a sus padres con nuevas parejas, cuanto antes los padres se muestren cooperativos y contribuyan consensuadamente a ayudar a los hijos a transitar este camino por ahora desconocido, menos dolorosamente lo vivirn. Lo contrario, la sensacin de que los hijos se convierten en misiles que un padre dirige contra el otro, o de que los nios atraviesan un campo minado y deben evitar todo paso en falso para no ser mutilados o provocar un estallido, no har sino generarles dolor, desconfianza, incertidumbre. El mundo de la separacin es nuevo, pero de la mano de ambos padres ya no ser incierto ni tenebroso. Para los hijos no es relevante si hay una o ms casas, s lo es saber si tendrn acceso a ambos padres como antes; tampoco dnde duermen, siempre que sea en condiciones de seguridad y cuidado, y s es muy importante saber que al despertarse vern a su mam o a su pap, y percibir as que estn creciendo en un mundo previsible. * Integrante de la Asociacin Sistmica de Buenos Aires (Asiba).