2 min de escucha
Las Palomitas de Isabella 432Hz
valoraciones:
Longitud:
3 minutos
Publicado:
9 feb 2022
Formato:
Episodio de podcast
Descripción
En el mágico reino de las palomitas era posible encontrarlas en todos los colores del arcoiris. Había tanto pequeñitas como gigantescas. ¡Éstas eran suaves, aromáticas y deliciosas!
Se encontraban en abundancia a lo largo y ancho de todo el reino.
La pequeña Isabella las disfrutaba todo el día, saboreando todas sus presentaciones. Paseaba por las calles de palomitas, cruzaba por los puentes hechos de palomitas; los cuales cruzaban ríos de palomitas. ¡Todo el reino estaba hecho de palomitas mágicas!
El mejor amigo de Isabella era Barney, el perrito parlanchín. El cual le aconsejaba siempre acerca de muchas cosas.
Un día llegó al reino un chisme. Este decía que las palomitas mágicas iban a dejar de aparecer, y que por lo tanto el reino mágico también. Esto solo se trataba de un rumor, debido a que al ser mágicas, las palomitas no podían parar de aparecer.
El problema era que la pequeña Isabella, mientras crecía, dejaba de creer en la magia a su alrededor. El perrito Barney no podía permitir esto, ya que si los niños dejaban de creer en la magia, entonces el reino de palomitas sí que podría desaparecer.
Ante tal situación, Barney decidió buscar a Isabella. Después de mucho buscarla, la encontró sentada y triste a la orilla del río de palomitas, viendo como las últimas desaparecían en la corriente .
Barney le dijo: “Isabella, recuerda que la vida misma es magia. A todo aquello que le pones amor, se vuelve magia. Recuerda la pequeña flor que plantaste, recuerda todos los regalos mágicos. Cuanto más reconozcas que la vida es mágica, más magia verás”
Isabella entonces se dio cuenta de que el perrito Barney tenía razón, su vida era mágica desde siempre y no tendría porque ser distinto.
Entonces, la magia empezó de nuevo a aparecer. ¡El reino de las palomitas floreció y la magia siguió haciendo lo suyo por mucho, mucho tiempo!
Se encontraban en abundancia a lo largo y ancho de todo el reino.
La pequeña Isabella las disfrutaba todo el día, saboreando todas sus presentaciones. Paseaba por las calles de palomitas, cruzaba por los puentes hechos de palomitas; los cuales cruzaban ríos de palomitas. ¡Todo el reino estaba hecho de palomitas mágicas!
El mejor amigo de Isabella era Barney, el perrito parlanchín. El cual le aconsejaba siempre acerca de muchas cosas.
Un día llegó al reino un chisme. Este decía que las palomitas mágicas iban a dejar de aparecer, y que por lo tanto el reino mágico también. Esto solo se trataba de un rumor, debido a que al ser mágicas, las palomitas no podían parar de aparecer.
El problema era que la pequeña Isabella, mientras crecía, dejaba de creer en la magia a su alrededor. El perrito Barney no podía permitir esto, ya que si los niños dejaban de creer en la magia, entonces el reino de palomitas sí que podría desaparecer.
Ante tal situación, Barney decidió buscar a Isabella. Después de mucho buscarla, la encontró sentada y triste a la orilla del río de palomitas, viendo como las últimas desaparecían en la corriente .
Barney le dijo: “Isabella, recuerda que la vida misma es magia. A todo aquello que le pones amor, se vuelve magia. Recuerda la pequeña flor que plantaste, recuerda todos los regalos mágicos. Cuanto más reconozcas que la vida es mágica, más magia verás”
Isabella entonces se dio cuenta de que el perrito Barney tenía razón, su vida era mágica desde siempre y no tendría porque ser distinto.
Entonces, la magia empezó de nuevo a aparecer. ¡El reino de las palomitas floreció y la magia siguió haciendo lo suyo por mucho, mucho tiempo!
Publicado:
9 feb 2022
Formato:
Episodio de podcast
Títulos en esta serie (28)
El Castillo del Sultán (432Hz) de Los Cuentos de Sophie