Sé transformado: El poder sanador de los sacramentos

"Con la delicadeza obtenida de años de ministrar a las necesidades y heridas de los demás, Bob Schuchts te presenta el poder sanador de los sacramentos de una manera poderosamente reveladora. Sé transformado explica cómo las gracias de los siete sacramentos impactan tu vida diaria y cómo pueden sanar las heridas profundas del rechazo, la confusión y el abandono. Al hacerlo, llegas a comprender tu verdadera identidad en Cristo. Después de leer este libro, te darás cuenta de que tus anhelos más profundos son en sí mismos un anhelo por los sacramentos".

Christopher West

Fundador y presidente de The Cor Project

Cofundador del Instituto de Teología del Cuerpo

"Para muchas personas, los sacramentos están a distancia como una formalidad de la vida cristiana. Al no comprender completamente el ministerio de Cristo, los apóstoles y la Iglesia durante los últimos dos mil años, muchos desconocen qué y quiénes son realmente los sacramentos y el poderoso papel que desempeñan en la vida que Dios diseñó para cada uno de nosotros. En este libro, Bob Schuchts ha vuelto a captar el significado y la belleza de los sacramentos y la poderosa obra de Cristo a través de ellos. Sé transformado es un libro que resistirá la prueba del tiempo y verdaderamente transformará la vida de la gente. Este libro ha renovado mi fe en Cristo y en la Iglesia y me ha infundido un nuevo vigor para los sacramentos, y ¡estoy seguro de que lo hará contigo!"

Paul George

Fundador de Adore Ministries

Este libro me ayudó a entender la vida sacramental en la Iglesia de nuevas maneras con cada capítulo. A lo largo de los años, Bob Schuchts y su ministerio me han impactado profundamente y me han guiado hacia la sanación; este libro es, naturalmente, una continuación de eso. Como converso a la fe católica que lucha con la escrupulosidad, mis ojos aún se abren a la bondad y la abundante gracia de los sacramentos. Schuchts está cruzando la teología sacramental, que a veces puede abordarse de manera hiperacadémica, con la dedicación a la obra de sanación interior del Espíritu. ¡Este libro ha sido un regalo para mi vida!

Audrey Assad

Cantante, compositora y música católica

Bob Schuchts ha iluminado magistralmente el poder curativo y restaurador de los sacramentos, estos ríos transformadores de gracia que nos llevan a la vida abundante. Para los católicos de toda la vida o para cualquier persona que alguna vez se haya preguntado: ‘¿Realmente me sucede algo cuando recibo los sacramentos?’, ¡este libro es para ti!

Hermana Miriam James Heidland, SOLT

Oradora católica y autora de Loved as I Am

¡Qué libro maravillosamente simple y transformador! Lamentablemente, muchos católicos no entienden y, lo que es más importante, no experimentan la gracia y el poder plenos que contienen los sacramentos. Dios desea transformar, sanar y santificar a su pueblo, y muy a menudo elige realizar esto en los sacramentos de la Iglesia. Con cada sacramento, Bob Schuchts revela maravillosamente la gracia sanadora y a menudo invisible de los sacramentos. Continúa mostrando que esta gracia está presente para todas las personas que abren su corazón para recibirla.

Reverendo Dave Pivonka, TOR

Autor de Breath of God

"Sé transformado ofrece una manera original de entender la antigua tradición católica de que los sacramentos sanan las heridas de la naturaleza humana caída. En un mundo donde tantos han experimentado heridas profundas, ¡este libro es exactamente lo que se necesita! A través de testimonios personales y explicaciones claras, Schuchts muestra cómo cada uno de los sacramentos puede ser el medio de un encuentro personal con el Señor Jesús, el médico de nuestras almas y cuerpos".

Mary Healy

Autora de Men and Women Are from Eden

"Bob Schuchts continúa guiándonos en un increíble viaje de sanación, esta vez a través de los sacramentos. Te invito a reflexionar sobre cómo nuestro Señor nos ha dado el don del encuentro con él. Sé transformado ofrece información sobre el amor de nuestro Padre y las formas en que Jesús desea sanar nuestras heridas a través de cada sacramento. Todos hemos experimentado quebrantamiento en diferentes momentos de nuestras vidas, y Schuchts nos ayuda a abordarlo. Que este libro te dé esperanza y te ayude a conducirte a la libertad en Cristo".

Padre Francisco Rodríguez III

Párroco de la iglesia St. William en Round Rock, Texas

Nihil Obstat:

Héctor R.G. Pérez, S.T.D.

Censor librorum

Imprimátur:

Gregory L. Parkes, D.D., J.C.L.

Obispo de Pensacola–Tallahassee

El Nihil Obstat y el Imprimátur son declaraciones oficiales de que un libro o folleto está libre de errores doctrinales o morales. No se da a entender que aquellos que han otorgado el Nihil Obstat o el Imprimátur estén de acuerdo con su contenido, opiniones o declaraciones expresadas.

Los textos de las Sagradas Escrituras en esta obra están tomados de La Biblia Latinoamericana © 1972 Bernardo Hurault y Ramón Ricciardi, y se utilizan con permiso del propietario de los derechos de autor. Todos los derechos reservados. Ninguna parte de La Biblia Latinoamericana puede reproducirse de ninguna forma sin permiso por escrito del propietario de los derechos de autor.

Traducido por Kris Fankhouser.

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© 2017, 2024 Bob Schuchts

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Libro de bolsillo: ISBN-13 978-1-64680-311-8

Libro electrónico: ISBN-13 978-1-64680-312-5

Imagen de la portada © Peter Zelei/iStock.

El diseño de la portada y del texto por Andy Wagoner.

Impreso y encuadernado en los Estados Unidos de América.

Los datos de catalogación en publicación de la Biblioteca del Congreso están disponibles.

Dedicado a san Juan Pablo II

Gracias por revelar el amor del Padre al mundo entero. Tu visión integral de la persona humana es la inspiración de este libro.

No somos la suma de nuestras debilidades y fracasos; somos la suma del amor del Padre por nosotros y nuestra capacidad real de convertirnos en imagen de su Hijo.

Papa Juan Pablo II

Jornada Mundial de la Juventud, Toronto, 2002

Índice

Prólogo

Introducción

1. Rostros descubiertos

Cómo reflejamos la gloria de Dios

2. Las poderosas bendiciones de Dios

Cómo los sacramentos nos restauran a la plenitud

3. El amado del Padre

Cómo el Bautismo sana las heridas del rechazo

4. Presencia permanente

Cómo la Sagrada Comunión sana las heridas del abandono

5. Ungido con poder

Cómo la Confirmación sana las heridas de la impotencia

6. La autoridad del Padre

Cómo el Orden Sagrado sana las heridas de la confusión

7. El amor fiel de Dios

Cómo el santo Matrimonio sana las heridas del miedo

8. Puro e inmaculado

Cómo la Reconciliación sana las heridas de la vergüenza

9. Resucitado a la vida

Cómo la Unción de los Enfermos sana las heridas de la desesperanza

Conclusión

Reconocimientos

Notas

Prólogo

Poco después de publicar mi primer libro, Sé sanado (Ave Maria Press, 2021), comencé a recibir comunicaciones de personas de toda América del Norte y más allá, contándome sobre sus poderosos encuentros con Jesús a través de los sacramentos. Escuché declaraciones como:

Después de leer tu libro, tuve la confesión más poderosa y transformadora de mi vida.

Finalmente me estoy convirtiendo en el sacerdote que siempre quise ser.

Ahora veo lo que Dios pretendía que fuera mi matrimonio y por qué la sanación es tan necesaria para que eso suceda. Ojalá que hubiera sabido esto antes de casarme.

Otros han compartido sobre sus encuentros transformadores con Jesús en los sacramentos de la Sagrada Comunión, la Unción de los Enfermos, el Bautismo y la Confirmación. Aún otros compartieron su entusiasmo por obtener una perspectiva completamente nueva sobre los sacramentos. Estos testimonios destacaron el hambre que muchas personas tienen por comprender y redescubrir el poder transformador de los sacramentos.

Es por esta razón que me sentí llamado a escribir este libro: Sé transformado: el poder sanador de los sacramentos. Quiero que todos experimenten la riqueza de su gloria (Ef 3:16) que se comunica de manera misteriosa pero poderosa a través de los sacramentos. Sobre la base de muchos de los temas centrales de Sé sanado, este libro subraya la capacidad a menudo ignorada y poco apreciada de los sacramentos para transformar cada área de nuestras vidas, alcanzando incluso las heridas más profundas de nuestra existencia. He llegado a comprender que los sacramentos son el principal remedio de Dios para sanar a toda la persona, a toda la familia, a toda la Iglesia y al mundo entero. Son poderosos porque el Espíritu Santo siempre está obrando en y a través de estos misterios sagrados para llevarnos más plenamente a la vida de resurrección de Jesús.

Presenté muchas de estas ideas en Sé sanado, destacando la importancia vital de descubrir nuestra verdadera identidad como amados del Padre, cómo el pecado y las heridas distorsionan esta identidad, y cómo el Espíritu Santo, obrando a través de los sacramentos, nos restaura a la plenitud en Cristo. Este libro se basa en muchos de esos temas, pero es independiente. No necesitas haber leído Sé sanado para comprender y beneficiarte de este libro. Ambos libros están destinados a cada lector en cada etapa de su viaje espiritual.

Creo que a medida que avances en este libro con un corazón abierto, descubrirás una apreciación mucho mayor de los sacramentos. Aún más importante, mi oración es que seas transformado a través de su poder sanador en formas que impactarán profundamente tu vida y todas tus relaciones, tanto ahora como por toda la eternidad.

Introducción

No sigan la corriente del mundo en que vivimos, sino más bien transfórmense . . .

Romanos 12:2

La transformación es una parte esencial de nuestra vida como cristianos. Para crecer espiritualmente, cada uno de nosotros debe pasar por un proceso radical de morir y resucitar. Despojándonos de las mentiras engañosas que nos mantienen atados al pecado y la vergüenza, estamos llamados a abrazar nuestra verdadera identidad y misión única en Cristo. Este viaje es radical porque llega a las raíces más profundas de nuestro quebrantamiento, sacándonos de la oscura prisión de nuestro egocentrismo hacia la gloriosa libertad de la comunión con la santísima Trinidad.

A lo largo de los años, como terapeuta, maestro y líder ministerial, a menudo he reflexionado sobre la naturaleza de este viaje espiritual y cómo se logra la transformación en cada una de nuestras vidas. Basándome en la sabiduría de las Escrituras y las enseñanzas de la Iglesia, me he dado cuenta de que los sacramentos juegan un papel mucho más vital en este proceso de lo que jamás imaginé. Como católico de toda la vida, no siempre he apreciado los sacramentos ni he comprendido cuán intrínsecamente poderosos son. Me tomó muchos años comprender lo que la Iglesia ha sabido y enseñado desde el principio: cuando se reciben con fe, los sacramentos tienen un poder tremendo a través del Espíritu Santo para transformar radicalmente nuestras vidas. El Catecismo de la Iglesia Católica dice: "Celebrados dignamente en la fe, los sacramentos confieren la gracia que significan. Son eficaces porque en ellos actúa Cristo mismo; Él es quien bautiza, Él quien actúa en sus sacramentos con el fin de comunicar la gracia que el sacramento significa . . . Como el fuego transforma en sí todo lo que toca, así el Espíritu Santo transforma en vida divina lo que se somete a su poder" (CIC, 1127, énfasis añadido).

¿Entendiste todo eso? Cada sacramento es un encuentro con Jesús que cambia la vida, comunicado a través del poder del Espíritu Santo. Este poder que habita en nosotros es el mismo poder que resucitó a Jesús de entre los muertos (ver Rom 8:11), comunicándonos su vida sobrenatural. ¿No es asombroso? Como veremos en las próximas páginas, el Espíritu Santo, obrando a través de los sacramentos, es literalmente capaz de resucitar a las personas de entre los muertos, física y espiritualmente. Este es nuestro llamado como cristianos: vivir la vida de resurrección de Cristo. Por eso, nos dio los sacramentos: El deseo y la obra del Espíritu en el corazón de la Iglesia es que vivamos de la vida de Cristo resucitado (CIC, 1091).

La mayoría de nosotros, incluyéndome a mí, todavía estamos en gran parte dormidos ante estas realidades. Aunque hemos recibido la fuerza más potente del universo, caminamos a diario como si estuviéramos solos y tuviéramos que resolver la vida por nosotros mismos. ¿Cómo puede ser esto posible? ¿Por qué tenemos esta brecha entre lo que enseña la Iglesia y nuestras propias experiencias personales poco espectaculares con los sacramentos?

Las Escrituras y el Catecismo brindan una perspectiva muy necesaria sobre estos asuntos (ver CIC, 1098; Heb 3,12–13). Señalan la condición de nuestros corazones como el factor clave en nuestra entrega al poder del Espíritu en nuestras vidas. Cuando nuestros corazones se endurecen por el engaño del pecado, inhibimos el poder del Espíritu que obra en nosotros y a través de nosotros. Además, cuando no perdonamos a quienes nos hieren, creamos barreras que impiden el flujo de la gracia de Dios en nuestros corazones (ver Lc 6,37–38; CIC, 2840, 2843).

Por el contrario, cuando nos humillamos y confiadamente llevamos nuestro quebrantamiento a Jesús, su gracia se vuelve más poderosa en medio de nuestras debilidades (ver 2 Cor 12:9). En estas circunstancias, los sacramentos son capaces de sanar las raíces más profundas de nuestro quebrantamiento, liberándonos de las heridas del pecado y devolviéndonos a la comunión íntima con la Trinidad. Esto es lo que significa ser transformado.

Los sacramentos son el remedio elegido por Dios para sanar nuestras heridas mortales e infundir en nuestras almas la vida resucitada de Cristo. Estas heridas, que se originaron con el pecado de Adán y Eva y son perpetuadas y profundizadas por nuestros propios pecados personales, nos hacen dudar del amor de Dios e inhiben su expresión en nuestras vidas.

El Espíritu Santo siempre está obrando, en y a través de los sacramentos, para reproducir la vida de Cristo en nosotros. Su presencia sobrenatural expresada en cada sacramento tiene la capacidad de sanar nuestro quebrantamiento, restaurar nuestra identidad y capacitarnos para compartir la misión incesante de Cristo. Este proceso triple de transformación incluye la sanación, la identidad y la misión¹.

La sanación es un encuentro que cambia la vida con el amor y la verdad de Dios. Mientras que el pecado nos fragmenta, el amor del Padre nos restaura a la plenitud en Cristo. Esto ocurre de manera más efectiva a través de los sacramentos cuando el amor sanador de Dios llega a lo más profundo de nuestro ser. En palabras de san Juan Pablo II: El Espíritu Santo [obrando a través de los sacramentos] . . . realiza la purificación de todo lo que ‘desfigura’ al hombre [y] cura las heridas incluso las más profundas de la existencia humana². Con el tiempo, la sanación de Dios nos restaura progresivamente a nuestra verdadera identidad.

La identidad se refiere a quiénes somos y cómo llegamos a entendernos a nosotros mismos en relación con Dios. Cuando vivimos apartados de Dios y nos separamos de su amor y verdad, desarrollamos una identidad falsa basada en mentiras y engaños. Terminamos siendo definidos por nuestros pecados, heridas y relaciones desordenadas. Por el contrario, cuando entramos en una relación real y vibrante con Jesús a través de los sacramentos, llegamos a descubrir la verdad sobre nosotros mismos. A san Juan Pablo II le gustaba citar al respecto el Concilio Vaticano II: Cristo, el nuevo Adán, en la misma revelación del misterio del Padre y de su amor, manifiesta plenamente el hombre al propio hombre y le descubre la sublimidad de su vocación³. Este altísimo llamamiento representa nuestra misión.

La misión se refiere a nuestro propósito único en la vida, llevándonos más allá de nuestras limitaciones humanas para convertirnos en la persona irrepetible creada por Dios. Otro de los pasajes favoritos de san Juan Pablo II del Concilio Vaticano II habla de esta realidad: El hombre . . . no puede encontrar su propia plenitud si no es en la entrega sincera de sí mismo⁴. Fluyendo de nuestra identidad única en Cristo, nuestra misión se adapta a nuestra vocaciones específicas y circunstancias de vida. Informa cómo invertimos nuestro tiempo, energía y recursos. Antes de entregar nuestras vidas a Dios, muchos de nosotros nos hemos involucrado en varias pseudo-misiones que no lograron llamarnos más allá de nosotros mismos. Pero cuando es inspirada y fortalecida por el Espíritu Santo, nuestra misión personal se convierte en una participación dinámica en la obra de Jesús de restaurar todas las cosas al Padre (ver CIC, 850). Cuando se ofrece a Dios, nada en nuestra vida se desperdicia. Incluso nuestras heridas, cuando sanan (como las de Cristo), se convierten en un poderoso medio de gracia para ayudar a restaurar a otros a la plenitud y la santidad. Todo en nuestra vida, incluso nuestro quebrantamiento más profundo, puede ser transformado para su gloria.

En todo este proceso de transformación (sanación, identidad y misión), los sacramentos juegan el papel más fundamental. Son la fuente de nuestra sanación y restauración, definen nuestra identidad en Cristo y fortalecen y dirigen nuestra misión. Cuando son recibidos y vividos auténticamente, estas alianzas sagradas, selladas por el mismo Señor, nos permiten convertirnos en personas íntegras y santas (sanación), sabiendo quiénes somos en Cristo (identidad) y amando con el amor del Padre (misión). De esta manera, traen sanación no solo a nosotros mismos sino también a nuestras familias y comunidades. ¿Puedes imaginar el impacto en nuestras vidas si permitimos que el Espíritu Santo nos transforme de esta manera a través de los sacramentos? En las siguientes páginas, leerás varias historias conmovedoras e inspiradoras de personas de diversas vocaciones y estados de vida, cuyas vidas y relaciones se han transformado de esta manera. Estas historias de sacerdotes, parejas casadas, solteros y religiosos consagrados ilustran cómo cada uno de los siete sacramentos tiene el poder de sanar nuestras heridas, restaurar nuestra identidad e invitarnos a