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Hombre Oso Escocés: Un Asunto Peligroso: Hombre Oso Escocés, #2
Hombre Oso Escocés: Un Asunto Peligroso: Hombre Oso Escocés, #2
Hombre Oso Escocés: Un Asunto Peligroso: Hombre Oso Escocés, #2
Libro electrónico119 páginas2 horas

Hombre Oso Escocés: Un Asunto Peligroso: Hombre Oso Escocés, #2

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Información de este libro electrónico

Aidan McMillan es un oso con una misión. Junto a un grupo de cambiantes simpatizantes, la Alianza, ha descubierto la existencia concreta de uno de los rumores más infames de la historia y leyendas de cambiantes: los Hijos de Domnall, una sociedad secreta de humanos que ha jurado destruir a todos los cambiaformas. Una de sus células ha aparecido en Edimburgo, y la Alianza se ha propuesto infiltrarse en su organización como sea. Mientras tanto, él también se encuentra investigando el fallecimiento de sus padres, ocurrido hace varios años. Todos dicen que se trató de un accidente, pero, ¿lo fue verdaderamente?

Heidi Blackwood, la hija del alfa de su jauría, ha sido enviada a trabajar con Aidan y los demás con el objetivo de aniquilar a los Hijos de Domnall y neutralizar la amenaza que representan para los lobos de todo el mundo. Al verse por primera vez lo saben de inmediato: están destinados a ser compañeros. Aunque Aidan huele diferente a todos los lobos que ha conocido, ella no se da cuenta de que él es todo lo que no debe buscar en un compañero: un oso, uno de los enemigos naturales de los lobos.

¿Podrán evitar distraerse el tiempo suficiente para poder derrotar con éxito a los Hijos de Domnall? ¿O los complicados sentimientos que tienen el uno por el otro lo echarán todo a perder antes del momento decisivo?

Esta novela corta de romance paranormal es la segunda parte de la serie "Hombre Lobo Escocés", y continúa a partir del final de la primera parte. Por favor lee la serie completa para sacarle el mayor provecho.

Esta es una lista de todos los títulos de esta serie:
*Un Romance Inesperado
*Un Asunto Peligroso
*Un Amor Prohibido
*Un Nuevo Comienzo
*Un Dilema Doloroso
*Una Segunda Oportunidad

IdiomaEspañol
EditorialeXplicitTales
Fecha de lanzamiento21 abr 2022
ISBN9798201928292
Hombre Oso Escocés: Un Asunto Peligroso: Hombre Oso Escocés, #2
Autor

Lorelei Moone

Lorelei Moone is an author of paranormal romance based in London. A lover of all things sweet and caffeinated, when she's not writing about sexy bear shifters and their strong-willed curvaceous love interests, Lorelei can be found baking cookies or cakes for her family.

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    Hombre Oso Escocés - Lorelei Moone

    Hombre Oso Escocés: Un Asunto Peligroso

    Lorelei Moone

    Traducido por Evangelina Ledesma

    Aidan McMillan es un oso con una misión. Junto a un grupo de cambiantes simpatizantes, la Alianza, ha descubierto la existencia concreta de uno de los rumores más infames de la historia y leyendas de cambiantes: los Hijos de Domnall, una sociedad secreta de humanos que ha jurado destruir a todos los cambiaformas. Una de sus células ha aparecido en Edimburgo, y la Alianza se ha propuesto infiltrarse en su organización como sea. Mientras tanto, él también se encuentra investigando el fallecimiento de sus padres, ocurrido hace varios años. Todos dicen que se trató de un accidente, pero, ¿lo fue verdaderamente?

    Heidi Blackwood, la hija del alfa de su jauría, ha sido enviada a trabajar con Aidan y los demás con el objetivo de aniquilar a los Hijos de Domnall y neutralizar la amenaza que representan para los lobos de todo el mundo. Al verse por primera vez lo saben de inmediato: están destinados a ser compañeros. Aunque Aidan huele diferente a todos los lobos que ha conocido, ella no se da cuenta de que él es todo lo que no debe buscar en un compañero: un oso, uno de los enemigos naturales de los lobos.

    ¿Podrán evitar distraerse el tiempo suficiente para poder derrotar con éxito a los Hijos de Domnall? ¿O los complicados sentimientos que tienen el uno por el otro lo echarán todo a perder antes del momento decisivo?

    Esta novela corta de romance paranormal es la segunda parte de la serie Hombre Oso Escocés, y continúa a partir del final de la primera parte. Por favor lee la serie completa para sacarle el mayor provecho.

    Esta es una lista de todos los títulos de esta serie:

    Un Romance Inesperado

    Un Asunto Peligroso

    Un Amor Prohibido

    Un Nuevo Comienzo

    Un Dilema Doloroso

    Una Segunda Oportunidad

    © 2017 Lorelei Moone

    Traducido por Evangelina Ledesma

    Published by eXplicitTales

    Diseño de portada © 2023 eXplicitTales

    Todos los derechos reservados

    Tabla de Contenidos

    Hombre Oso Escocés: Un Asunto Peligroso

    Acerca de la Autora

    Capítulo Uno

    La serie Hombre Oso Escocés es más divertida si lees los libros en orden. Descubre el primer libro Un romance inesperadoaquí.

    No todo estaba bien en Rannoch, Escocia. Heidi Blackwood sentía que su corazón se aceleraba y que la necesidad de protestar crecía en su pecho. ¿Cómo demonios había podido suceder esto?

    —Es posible que la idea de marcharte no te agrade, pero necesitamos a uno de los nuestros dentro de la Alianza. Tú misma lo dijiste —dijo Eric Blackwood, al tiempo que arrojaba una estricta mirada a su hija.

    —Sí, pero... —"Nunca se me ocurrió pensar que podría ser yo", pensó Heidi. La noticia que su padre acababa de darle la había tomado por sorpresa. Siempre que surgía el tema de la Alianza en alguna conversación, Heidi pensaba que alguno de los machos jóvenes de la manada sería elegido como su representante ante la Alianza. Ni por un momento había creído que ella podría ser la elegida. 

    —Ya hice los arreglos necesarios. Viajarás a Edimburgo para unirte a ellos. Ya he hablado con el líder local, Jamie Abbott —Su padre sonaba decidido. No aceptaría ninguno de los pretextos que ella le pudiera ofrecer, aunque tampoco tenía ella nada razonable que agregar. Sólo necesitaba un momento para asimilar la información.

    Por supuesto que su padre estaba en lo correcto. Necesitaban a alguien de confianza para unirse a la Alianza. ¿Quién podría ser más confiable que ella misma? Había aprendido a muy temprana edad que si querías que algo se hiciera bien, tenías que hacerlo tú misma. Era hora de demostrarlo.

    Respiró profundo y trató de concentrarse.

    —Empacaré mis cosas —Heidi giró sobre sus talones y salió de la sala de estar de la acogedora cabaña de leños en la que vivía con sus padres, y subió las escaleras hacia su dormitorio.

    Habían pasado años desde que técnicamente había cumplido la mayoría de edad, pero los Lobos de Rannoch no seguían las mismas reglas que la sociedad humana. Sin importar su edad, siempre sería en primer lugar la hija de su padre, y en segundo lugar ella misma. Sólo su matrimonio con un lobo elegible cambiaría eso, pero Heidi no tenía ninguna intención de meterse de cabeza en aun otra situación en la que se vería forzada a obedecer a alguien más.

    De alguna manera, esta misión podría traer algo bueno. Se preguntaba si su padre la había escogido debido a que podía percibir que era cuestión de tiempo antes de que Rannoch y sus reglas estrictas le quedaran chicos y no pudieran contenerla. O quizás simplemente porque confiaba en ella más que en los demás. Quería pensar que a lo mejor era un poco de ambas.

    Empezó a preguntarse cómo serían los otros miembros de la Alianza, mientras metía ropa y algunas armas en un bolso. Jamie Abbott era un oso, eso ya lo sabía.

    La rivalidad entre osos y lobos era una de las razones principales por las que su padre había insistido primeramente en que uno de los suyos se uniera a la Alianza, a pesar de la tregua que había existido entre ambas especies durante los últimos años.  Había oído rumores en las rondas alrededor de las fogatas de campamento acerca de otras especies de cambiantes menos comunes dentro de la Alianza, pero creía que eran tan sólo eso, rumores. Osos y lobos, esa era la situación más probable.

    También se preguntaba cómo sería quedarse en Edimburgo. Había visitado la ciudad un par de veces pero nunca había vivido sola fuera de casa. Podía ser algo emocionante, diferente, una aventura. Pero si Heidi tenía que ser absolutamente honesta consigo misma, también le daba algo de miedo.

    Veintidós años había pasado en esta habitación, en esta casa, segura en la certeza de que había toda una manada a su alrededor que haría cualquier cosa para proteger a la hija de su alfa. No es que ella necesitara protección —era más fuerte y más alta que la mayoría de las hembras de su edad, y más robusta. No era cobarde y se había visto envuelta en numerosas riñas a lo largo de su vida. Estaba acostumbrada a ganar, incluso al pelear contra los hombres de la manada.

    Pero el mundo exterior era en gran medida un misterio para ella. Los osos, sobre todo. Nunca había conocido uno, aunque por supuesto eso cambiaría dentro de poco.

    No le tomó mucho tiempo empacar unas cuantas mudas de ropa, una buena selección de cuchillos y otras armas que creyó útiles, pero sí se quedó largo rato pensando en todas esas otras cosas. Un álbum de fotografías, sus libros favoritos. Se vio a sí misma sosteniendo su viejo diario, el cual llevaba años sin escribir pero que ahora sentía que era algo demasiado valioso para dejar atrás.

    No, iba a comenzar una nueva vida en Edimburgo. Además, ¿qué pensarían los otros miembros de la Alianza si encontraban todos estos recuerdos infantiles entre sus cosas? No la tomarían en serio, y eso era algo que no se podía permitir.

    Apresuradamente guardó sus viejas cosas en el primer cajón de la cómoda y cerró el bolso. Estaba lista.

    Suspiró, levantó el bolso y cerró la puerta de su dormitorio por última vez en lo que sería un buen tiempo. No sabía cuándo volvería e hizo lo posible por no pensar demasiado en ello.

    El deber la llamaba. Era un honor que su padre la hubiera elegido para representarlos ante la Alianza, y haría lo imposible para estar a la altura de sus expectativas.

    En el piso de abajo, al lado de su padre, la madre de Heidi estaba esperando con los brazos cruzados. Claramente no estaba contenta con la idea de la partida de Heidi, pero no tenía otra opción. El poder de decisión de un alfa era absoluto, incluso en su hogar.

    —Ten cuidado, cariño ¿sí? —La madre de Heidi, Rebecca Blackwood, le dio un cálido abrazo. El tono de su voz ponía en evidencia las emociones que le desbordaban el pecho.

    —Estaré bien, de verdad —respondió Heidi, tratando de convencer tanto a

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