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Léperas contra mocosos
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Léperas contra mocosos
Libro electrónico86 páginas1 hora

Léperas contra mocosos

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Las distinguidas damas Torres son respetadas y admiradas por todos los adultos de la ciudad Torrealta. Sin embargo, los niños las odian porque son un manantial de leperadas contra ellos. Tres mocosos hábiles e inteligentes deciden darles una sopa de su propio chocolate y comienzan así una guerra feroz.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento25 mar 2013
ISBN9786071613813
Léperas contra mocosos

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    Léperas contra mocosos - Francisco Hinojosa

    Léperas

    contra Mocosos

    Francisco Hinojosa

    ilustrado por

    Rafael Barajas, El Fisgón

    Primera edición, 2007

          Primera reimpresión, 2012

    Primera edición electrónica, 2013

    © 2007, Francisco Hinojosa, texto

    © 2007, Rafael Barajas, El Fisgón, ilustraciones

    D. R. © 2007, Fondo de Cultura Económica

    Carretera Picacho-Ajusco, 227; 14738 México, D. F.

    Empresa certificada ISO 9001:2008

    Esta obra fue escrita con el apoyo del Sistema Nacional

    de Creadores de Arte del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes.

    Comentarios:

    [email protected]

    Tel. (55) 5227-4672

    Se prohíbe la reproducción total o parcial de esta obra, sea cual fuere el medio. Todos los contenidos que se incluyen tales como características tipográficas y de diagramación, textos, gráficos, logotipos, iconos, imágenes, etc., son propiedad exclusiva del Fondo de Cultura Económica y están protegidos por las leyes mexicanas e internacionales del copyright o derecho de autor.

    ISBN 978-607-16-1381-3

    Hecho en México - Made in Mexico

    Índice

    Las Léperas Damas

    Los Príncipes Mocosos

    Una súper lección

    Un regalo en casa

    La sabrosa venganza

    Competencias anuales de deportes sobre ruedas

    Vencer o perder

    Planes, ocurrencias e ideas

    Perfumes, cremas y lápices labiales

    Tres patas de pollo

    Los preparativos

    El primer duelo

    El segundo duelo

    El tercer duelo

    De tripas corazón

    Para Luisa Segovia

    Las Léperas Damas

    En la calle de La Soledad, de la colonia Maravilla, de Ciudad Torrealta, había una vez tres mujeres que no eran muy queridas por los niños, aunque sí apreciadas por los papás de esos niños. Se llamaban Dulcilanda Colorada, Reina Cristina de los Cielos y la señorita Chucha Torres.

    Dulcilanda Colorada era flaca y larga como un bambú. Lo que más le gustaba en la vida era el color rojo. Disfrutaba —hasta chuparse los dedos— de la sandía, el jitomate, las fresas, el betabel y la mermelada de cereza. De beber: agua de jamaica revuelta con vino tinto y, según cuentan algunos niños que la vieron, con tres gotas de sangre fresca de gallina. Su coche era rojo, al igual que todos sus vestidos, sombreros, zapatos, pulseras y moños, además del lápiz labial con el que se pintaba la boca y el barniz de sus largas uñas. Sabía tirar con el arco y las flechas y cantaba con una voz tan chillona que los niños, al oírla, se llevaban de inmediato las manos a las orejas y huían de ella. En cambio, los señores y las señoras de la colonia, al escucharla, le aplaudían hasta el cansancio.

    —Pero qué hermosa voz tiene —le decían—. Parece cantante de ópera.

    Como Reina Cristina de los Cielos no tenía más que unos cuantos pelos en la cabeza, para cubrirla usaba siempre unos horribles, viejos y sucios gorritos de todos los colores. También le faltaban algunos dientes y le sobraba un poco de nariz. Le gustaba mucho comer hígado de vaca con ajo y queso añejo, riñones de cochino y cabezas de pollo crudas. Por eso, cada que abría la boca salía de ella un tufo apestoso, entre carne podrida y llanta quemada de coche. Al menos eso es lo que olían los niños, porque los adultos creían

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