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Lilus Kikus
Lilus Kikus
Lilus Kikus
Libro electrónico61 páginas38 minutos

Lilus Kikus

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Esta magnífica novela de Elena Poniatowska nos narra el tránsito de la niñez a la adultez de Lilus Kikus, una niña que no deja de hacer preguntas y de buscar las respuestas en todo lo que la rodea. Una novela que, a pesar del paso del tiempo, no ha perdido vigencia sobre el lugar que ocupa una niña en nuestra sociedad y las luchas que debe enfrentar a diario, sin perder el entusiasmo y la alegría de vivir.
Recrea Libros reedita esta magnífica historia que atrapará a niños y niñas por sus aventuras, y a adultos, por la sabia mirada infantil de la sociedad.
IdiomaEspañol
EditorialRecrealibros
Fecha de lanzamiento30 jul 2020
ISBN9789569847554
Autor

Elena Poniatowska

Nació en París en 1932, pero con tan sólo nueve años se trasladó a México. Su carrera se inició en el ejercicio del periodismo. Por esta labor se le entregó en 1978 el Premio Nacional de Periodismo en México. Ha sido nombrada Doctor Honoris Causa por ocho universidades y galardonada con el Premio Nacional de Lingüística y Literatura en 2002. Entre sus novelas destacan: Lilus Kikus (1954), Hasta no verte Jesús mío (1969), Premio Mazatlán, La noche de Tlatelolco (1971), Premio Xavier Villaurrutia, Querido Diego, te abraza Quiela (1978), La Flor de Lis (1988), Tinísima (1992), Premio Mazatlán, La piel del cielo (2001), Premio Alfaguara, y El tren pasa primero (2007), Premio Rómulo Gallegos. También ha escrito cuentos, reunidos en De noche vienes (1979) y Tlapalería (2003), libros de entrevistas, ensayos y crónicas. Su obra ha sido traducida a más de una decena de idiomas y su trayectoria como periodista y escritora ha sido reconocida con múltiples premios nacionales e internacionales.  En 2013 se le concedió el Premio Cervantes.

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    Lilus Kikus - Elena Poniatowska

    Los juegos de Lilus

    Lilus Kikus... Lilus Kikus... ¡Lilus Kikus, te estoy hablando!.

    Pero Lilus Kikus, sentada en la banca de la calle, está demasiado absorta operando a una mosca como para oír los gritos de su mamá. Lilus nunca juega en su dormitorio, ese cuarto que el orden ha echado a perder. Mejor juega en la esquina de la calle, debajo de un árbol chiquito, plantado en la orilla de la vereda. De allí ve pasar a los autos y a las gentes que caminan muy apuradas, con cara de que van a salvar al mundo...

    Lilus cree en las brujas y se cose en los calzones un ramito de hierbas finas, romerito y pastitos; un pelo de Napoleón, de los que venden en la escuela por diez pesos. Y su diente, el primero que se le cayó. Todo esto lo mete en una bolsita que le queda sobre el ombligo. Las niñas se preguntarán después en la escuela cuál es la causa de esa protuberancia.

    En una cajita, Lilus guarda también la cinta negra de un muerto, dos pedacitos grises y duros de uñas de pie de su papá, un trébol de tres hojas y el polvo recogido a los pies de un Cristo en la iglesia de Nuestra Señora de la Piedad.

    Desde que fue al campo de un tío suyo, Lilus encontró sus propios juguetes. Allá tenía un nido y se pasaba horas enteras mirándolo fijamente, observando los huevitos y las briznas de que estaba hecho. Seguía paso a paso, y con gran interés, todas las ocupaciones del pajarito: Ahora duerme… al rato te iré a buscar comida. Tenía también un ciempiés, guardado en un calcetín, y unas moscas enormes que operaba del apéndice. En el campo había hormigas, unas hormigas muy gordas. Lilus les daba a beber jarabe para la tos y les enyesaba las piernas fracturadas. Un día buscó en la farmacia del pueblo una jeringa con aguja muy fina, para ponerle una inyección de urgencia a miss Lemon. Miss Lemon era un limón verde que sufría espantosos dolores abdominales y que Lilus inyectaba con café negro. Después lo envolvía en un pañuelo de su mamá; y en la tarde atendía a otros pacientes: la señora Naranja, Eva la Manzana, la viuda Pomelo y don Plátano. Amargado por las vicisitudes de esta vida, don Plátano sufría de la gota, y como era menos resistente que los demás enfermos, veía llegar muy pronto el fin de sus días.

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