El club de la selva
Por Nerea Liebre
()
Información de este libro electrónico
Relacionado con El club de la selva
Libros electrónicos relacionados
Lobo siberiano Calificación: 4 de 5 estrellas4/5¿Dónde está la pequeña Zi zi?: Una nueva aventura de Joli y Manucha Calificación: 5 de 5 estrellas5/5A los pies del halcón Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMarisa y Violeta: Amigas al rescate Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones¿A las chicas les gustan los tontos? Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLágrimas de sirena Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Papel en blanco Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMi vecino de abajo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCuentos de la selva Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa despensa mágica Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPirata Plin, pirata Plan Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCuentos que parecen ciertos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCuentos de detectives para amigos inseparables Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCazadores de croquetas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa casa de la barranca: Novela policial para chicos curiosos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSandokán: Los tigres de Mompracem Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLas aventuras de Tom Sawyer Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPollos, pepinos y pitufos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUn vampiro peligrozo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSimón miedoso Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSombras y temblores Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUna voz en la casa prohibida Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCuentos que encierran misterios Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesFrida la friki Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl monstruo Malacresta Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLucila y Joan, detectives viajeros Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDe coronas y galeras Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl turbante rojo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCuentos clásicos como nunca I (Audio en castellano) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEsquimales Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Acción y aventura para niños para usted
El Despertar de los Dragones (Reyes y Hechiceros—Libro 1) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La mala del cuento Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Una Princesa Diferente - Princesa Pirata (Libro infantil ilustrado) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Libro de cuentos infantiles: Cuentos para dormir para niños. Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Libro de las maravillas del mundo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl león, la bruja y el ropero Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Veinte mil leguas de viaje submarino: Edición Juvenil Ilustrada Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La aventura de los Balbuena en el lejano Oeste Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Estas brujas no se rinden Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El último juramento Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa catedral Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Senda De Los Héroes (Libro #1 de El Anillo del Hechicero) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El progreso del peregrino (edición para niños) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El mapa secreto de las cosas Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La fórmula del doctor Funes Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El agujero negro Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Las aventuras de Tom Sawyer: Clásicos de la literatura Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Ravensong. La canción del cuervo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Jules Verne - Obras completas Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Cuentos para dormir a Elías Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El mundo perdido Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La piedra verde: Txano y Óscar 1 Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El cielo se está cayendo / The Sky Is Falling Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesChilango y tenochca Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Los viajes de Gulliver Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCuentos Para Niños y Niñas: Cuentos Para Niños de 4 a 8 Años Parte 4: 100 Historias 100 Valores Morales Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesClubes rivales Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Las pruebas del sol Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El niño con bigote Calificación: 5 de 5 estrellas5/5
Comentarios para El club de la selva
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
El club de la selva - Nerea Liebre
vida.
1. Malón
Su abuela hizo sonar la bocina del Ford Taunus, modelo ochenta, dos veces. Mika se apresuró, cargó la mochila a su espalda y bajó raudamente la escalera. Le llamó la atención la nota que alguien había deslizado por debajo de la puerta de entrada a esas horas de la noche. La levantó y con la ayuda de su lapicera-linterna leyó los desprolijos garabatos:
—¡Envidia! Ya quisieran ser ellos los representantes en la Comisión Disciplinaria.
Abolló el papel. Hacía días que las amenazas anónimas no lo dejaban en paz, desde que sus compañeros le habían delegado dicho rol frente a la comisión que dictaminaba sanciones en casos de mal comportamiento, integrada por maestros y alumnos. Pero las notas, más que infundirle miedo, lo hacían sentir importante. Como una estrella de cine a la que todos acosan. Se apresuró, estaba retrasado y quería dar el ejemplo.
En una de las últimas medianoches de noviembre, un ómnibus de doble altura estacionó frente a la sede del club Aventureros del Oeste, delegación Floresta, aguardando ser abordado por los cuarenta campistas que coronaban el año con tan ansiado viaje.
El tradicional evento, interrumpido una década atrás, había despertado el interés del barrio, incluso algunos vecinos sin nadie a quién despedir se habían acercado. El bullicio se expandía a lo largo de la cuadra, los padres se apresuraban a repetir por vigésima vez las recomendaciones a sus hijos, les mostraban cuál era el frasco de repelente de insectos y cuál la crema para ronchas.
El equipaje que subían al maletero del ómnibus era excesivo y debieron reordenarlo varias veces antes de cerrar la puerta, se contaban cuarenta y cuatro mochilas, faroles, estacas, toldos, picos y palas, mesas plegables, colchonetas, un carrito y diez carpas. Preparar la expedición había llevado seis meses y los responsables soportaban ahora las últimas directivas de los padres, más de uno había realizado el mismo viaje en su adolescencia.
Por fin ocuparon sus lugares. Gaspar Lado, un joven instructor de karate, tomó lista para llevar un control de los aventureros
(nombre otorgado por el club a los socios menores de edad). Noble y de buen corazón, tenía muy buena aceptación por parte de los chicos. Y también por parte de Miranda Pink, a cargo de los juegos y tiempo libre, a quien le gustaba admirar sus pectorales amplios y gemelos resistentes.
Mika Dahúc llegó agitado, transpirando, con una gota de sudor que luego de recorrer la frente se depositó en la punta de su nariz. Subió tropezando con el último escalón y cayó encima de Roque Lado, quien arqueó los labios hacia abajo.
—¿¡Estas son horas de llegar muchacho!? –Protestó de mal talante– ¿Acaso nadie le aclaró que los voceros deben dar el ejemplo? –agregó observando su uniforme caqui diferente al verde del resto de sus compañeros.
Mika contuvo la maldición trepada a su garganta, apretó con fuerza el equipaje de mano y se dirigió directo al fondo. La semana anterior había cumplido catorce, edad que le hacía merecer el importante rol –según su criterio– de vocero grupal. Se habían separado en grupos de cuatro chicos, tres menores de trece años y uno de catorce designado para transportar las herramientas peligrosas y ser el portavoz oficial.
Roque Lado, padre de Gaspar, era un antiguo instructor de karate en el club Aventureros del Oeste. Por su obsesión con el entrenamiento duro y la disciplina estricta casi militar, se había ganado el apodo de Mayor.
Le habían solicitado ayuda especial en la organización del campamento pues había formado parte del último contingente una década atrás y contaba con experiencia. Se caracterizaba por su tono de voz alto y las órdenes disparatadas que su hijo intentaba disimular.
El último coordinador era el enfermero Pascal Ferro, a quien siempre se lo veía con su maletín de primeros auxilios. Poco le simpatizaba compartir entre quince y dieciséis horas de viaje sentado junto al viejo gruñón.
Al llegar al único asiento disponible, Mika encontró sobre él un sobre con su nombre, lo abrió rogando mentalmente que fueran instrucciones destinadas a nuevos voceros, pero en su interior ya sospechaba lo obvio. Otra intimidación.
Se sentó sin darle importancia, estaba seguro de saber quién era el autor intelectual del escrito, solo cinco chicos de los aventureros iban a su colegio y sabían de su designación en la Comisión Disciplinaria. Aunque quizás se lo había comentado a alguien más. Unos cuantos más. Pensó que recurrir a un coordinador sería cobarde, teniendo en cuenta la improbable veracidad del contenido. Debería desmenuzar el meollo por su propia cuenta, como una investigación de Sherlock Holmes. A la vuelta del campamento compraría un libro del detective y copiaría sus tácticas.
El objetivo del viaje era sumarse a una campaña de reciclado de papel, que mensualmente convocaba a chicos de todo el país en el Parque Nacional Iguazú, y de este modo acabar con la tala de árboles y proteger la selva misionera. Repartirían panfletos a los turistas de la zona para lograr la concientización sobre el cuidado del medio ambiente y el aprovechamiento de los recursos.
—La selva misionera es muy peligrosa, ¡sí señor! –así comenzó el inesperado discurso de Roque Lado mientras su hijo fingía estar dormido–. ¡Acechan animales salvajes, trampas inesperadas, contratiempos imprevisibles!
Mika mordió su labio inferior dejando los ojos en blanco ante lo que sería, sin duda alguna, una introducción fastidiosa a la supervivencia selvática. Sacó del equipaje de mano la guía