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Poemas de nácar
Poemas de nácar
Poemas de nácar
Libro electrónico132 páginas28 minutos

Poemas de nácar

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Información de este libro electrónico

En la saturada
gran ciudad
la lineal lluvia,
enjambre de hidrógeno y oxígeno,
atraviesa
al gaseoso smog
destilando en las ramas
de árboles afoliados
en determinadas estaciones
el trascendental elemento;
disolvente universal
de nimboestratos exudados.
IdiomaEspañol
EditorialMAGO Editores
Fecha de lanzamiento7 dic 2012
ISBN9789563171754
Poemas de nácar

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    Poemas de nácar - Hidal Goodman

    Hidal Goodman

    Poemas de nácar

    © Copyright 2013, by Hidal Goodman

    Primera edición digital: Febrero 2015

    Colección Poeta Carmen Berenguer

    Director: Máximo G. Sáez

    [email protected]

    www.magoeditores.cl

    Registro de Propiedad Intelectual Nº 221.673

    ISBN: 978-956-317-175-4

    Diseño y diagramación: Freddy Cáceres O.

    Lectura y revisión: María Jesús Blanche S.

    Edición electrónica: Sergio Cruz

    Derechos Reservados

    POEMAS ANTERIORES

    Mar, mar, mar

    Líquido salobre

    suspendido en el sistema solar,

    por la concéntrica

    gravedad terrestre

    tus aguas turquesa

    son atraídas

    en paraísos tropicales.

    La evaporación es menos etérea,

    quisiésemos, en lugares árticos y antárticos.

    Los peces comen, juegan y duermen

    en tu interior

    cuando quieren.

    Antaño, en tus orillas

    condimentaste con gusto acre

    las carnes seculares

    de animales germinales.

    Los ricos seres bivalvos

    de menuda sabrosura

    también deleitaron gente

    en los mares del sur.

    Turbulentos vaivenes lejanos

    hacen e hicieron zozobrar

    algunos grandes aceros,

    insignificantes corchos,

    lustre de otras embarcaciones,

    flotando dorsales,

    vigilan el cielo enrarecido...

    Mientras, en el litoral

    dejas efervescente

    el bramido detergente

    de la espuma consecuente.

    Acuario

    Sano adorno

    en reservado movimiento oblongo,

    los pequeños peces

    fosforescentes

    en inanimadas olas,

    moviéndose callados

    hablan en lenguaje marino

    encerrados bajo el mismo techo,

    limitado envase

    por rígidos diedros cristalinos;

    viven comiendo

    el deshidratado alimento

    en estancadas aguas oxigenadas

    con relativo ánimo de despecho.

    Costa

    Playa, millones de partículas

    son tu discreta vigencia

    mojando, secando

    viene y va

    la mar

    aderezando.

    Minúsculos minerales

    suavizando,

    va y viene

    empapando.

    La repentina ventisca

    al grano

    de arena

    va trasladando,

    ¿irás muy lejos?

    Vas acelerado

    para estar

    desierto formando.

    Sacho

    Al aventarte

    eres la fuerza rompiente

    de la encrespada cohesión brumosa…

    Descendiendo, descendiendo

    por tu peso vas cayendo

    y guiando la cuerda te acompaña,

    hasta que el tiempo

    llega a su fin

    y toca fondo

    tu análoga forma lograda.

    Inmóvil, mientras el pescador trabaja

    estás más allá de sus pies

    como la base tumbada

    de sus afortunados anhelos de abril.

    Rapa Nui

    Lejos de los Andes,

    la elevada escalera natural

    hacia el envolvente firmamento;

    se encuentra

    un trozo de suelo

    estático, de deslizable chubasco

    volcánico, de privilegiado clima.

    Su ubicación requirió

    navegar y navegar

    hasta encontrarte

    en el desencuentro conquistable.

    El horizonte en ti

    provoca hundirte

    en lo alejado del continente.

    Fondeadero del ocaso,

    tu posición triangular

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