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Felipe: Sus Breves Relatos, Sus Sueños, Sus Dichas Y Desdichas
Felipe: Sus Breves Relatos, Sus Sueños, Sus Dichas Y Desdichas
Felipe: Sus Breves Relatos, Sus Sueños, Sus Dichas Y Desdichas
Libro electrónico137 páginas2 horas

Felipe: Sus Breves Relatos, Sus Sueños, Sus Dichas Y Desdichas

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Información de este libro electrónico

Felipe era un nio soador, con una inteligencia y astucia sin igual y muy admirable adems una capacidad increble para aprender y asimilar muchos conocimientos pero demasiado inquieto, travieso, inocente e imprudente, Felipe de nio en su afn de conocimiento lo llevo a cometer muchos errores que los pago muy caros. Y de adulto con el trabajo, la paciencia, la perseverancia y la investigacin, y los errores cometidos que tambin los pago muy caros, los corrigi y los supero con creses, nos ensea, que a pesar de los obstculos y la adversidad de la vida se pueden realizar todos los objetivos que uno se propone, Don Juanito y doa Dolores sus padres, nos demuestra que son los primeros y los mejores maestros que uno puede tener, porque con su buen ejemplo nos ensea muchos principios importantes que nos van a servir para nuestra formacin en la vida.
En sus breves narraciones.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento27 abr 2012
ISBN9781463321154
Felipe: Sus Breves Relatos, Sus Sueños, Sus Dichas Y Desdichas
Autor

Pablo Adolfo Izquierdo López

Pablo Adolfo Izquierdo López: es un Ing. Electromecánico nacido en 1947 en Cundinamarca Colombia en la actualidad vive y trabaja en Estados Unidos. Desde temprana edad ha tenido como pasatiempo el de escribir, al finalizar la primaria escribió y dirigió una pequeña comedia obtuvo un buen éxito en su primera y única presentación esto lo motivo para después con el transcurrir del tiempo escribir unos poemas y en la actualidad ha escrito más de medio centenar de poemas inéditos y otros que ha publicado en internet como el de Familia Querida, Amigos del Alma, Viejo Querido, Nereida Querida, y otro sinnúmero de poemas. Ha colaborado con algunas breves notas literarias para algunos periódicos locales culturales.

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    Felipe - Pablo Adolfo Izquierdo López

    Copyright © 2012 por Pablo Adolfo Izquierdo López.

    Número de Control de la Biblioteca del

    Congreso de EE. UU.:                                     2012902744

    ISBN:                   Tapa Dura                           978-1-4633-2114-7

                                 Tapa Blanda                        978-1-4633-2116-1

                                 Libro Electrónico                978-1-4633-2115-4

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Esta es una obra de ficción. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Todos los personajes, nombres, hechos, organizaciones y diálogos en esta novela son o bien producto de la imaginación del autor o han sido utilizados en esta obra de manera ficticia.

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    Palibrio

    1663 Liberty Drive

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    Llamadas desde los EE.UU. 877.407.5847

    Llamadas internacionales +1.812.671.9757

    Fax: +1.812.355.1576

    [email protected]

    343374

    DEDICATORIA

    Dedicado a la memoria de mis padres, de mis hermanos y de mi cuñado Rafael Rocha Sabogal que están en el cielo.

    Dedicado a mis hijos que tanto quiero y adoro, y que han sido mi permanente fuente de inspiración, Yeny Patricia Izquierdo Rodríguez, Jinna Maritza Izquierdo Puerto, John Demis Izquierdo Puerto y Johann Karlss Izquierdo Puerto.

    Dedicado a mis hermanos: Germán Izquierdo Alarcón, Gloria Pastora Izquierdo López y María Nidia Izquierdo López.

    Dedicado a mis nietos: Santiago Andrés Orozco Izquierdo y Juan José Rodríguez Izquierdo.

    AGRADECIMIENTOS

    Quiero expresar mi más sincero agradecimiento primero a Dios, que en su infinita bondad me permitió escribir este libro.

    También mi agradecimiento a usted mi estimado lector que tiene este libro en sus manos.

    Mis agradecimientos a Palibrio, a mi asesora: Christina Lázaro, ella fue la que estuvo siempre pendiente de mis escritos, me apoyo, asesoro para que todo saliera bien, porque sin su gestión no hubiera sido posible que este libro fuera una realidad.

    Mi agradecimiento al prologuista Ricardo Ernesto Patiño Bermúdez.

    En Estados Unidos: mis agradecimientos y gratitud, a Horizontes News LLC a su fundador y asesor Alberto Ojeda, Jairo Izquierdo M., Elsa Izquierdo M., Sandra Ospina, Ledy Adriana Serrano, Sandra Liliana Serrano, Yenny Maritza Serrano, Claudia Patricia Serrano, David Roy Spike, Jorge Hincapié, Aldrin Santaniello, Aizer Núñez, Henry Numpake, Gustavo Carlos, Harold Vega, María Argentina Ortega, Eduardo Dawson, Jorge Dawson, Mario Dawson, Elke A. Alizo, Mike Doucette, Carmen Cecilia Campoverde, Diana E. Lemus, Raúl Ramos y Fanny Papsideros.

    En Colombia: mis agradecimientos y gratitud, a mi familia y mis amigos: Adriana Angélica Rocha I., Giovanni Alexander Rocha I., Judy Andrea Rocha I., María Paola Rodríguez I. María Fernanda Rodríguez I., Juan Humberto Izquierdo C., Magda Viviana Izquierdo C., Gladis Pastora Izquierdo C., Sandra Judith Izquierdo C., Alberto Izquierdo M., Emilse Izquierdo M., William Yasso I., Zeidy Janet Izquierdo, Deisy Pastora Izquierdo, Wilson Orlando Izquierdo M., Nidia Pastora Izquierdo M., Luz Beatriz Izquierdo M., Nohora Izquierdo M., Yesid Izquierdo, Mauricio Izquierdo, Lizeth Izquierdo, Fernando Abel Rodríguez, Guillermo Castellanos, Myriam Rengifo G., María Luisa Castro N., Luz Miryam Rodríguez, Blanca Irma Ayala, Álvaro D’antonio, Gilberto D’antonio, Jesús Guecha, Nohora Guecha, Carlos Eduardo Guecha, Carlos Julio Tovar Cajuto, Carlos Arturo Pico, Bertha Solano, Rocío Puerto, Nelly Teresa Puerto, Nubia Puerto, Carlos Puerto, Iván Numpake, Mónica Sarmiento, Ángela Numpake, Natalia Puerto, Gabriel Mojica, Alba Luz Chaparro, Cesar Augusto Mojica, Alexandra Rodríguez, Gustavo Orozco, Mariela Corredor, Guillermo Orozco, Flor Alba Corredor, Jairo Corredor, Humberto Corredor, mis agradecimientos, gratitud y mis disculpas a un sin número de familia y amigos que se me hayan podido escapar por mencionar.

    PROLOGO

    Felipe era un niño soñador, con una inteligencia y astucia sin igual y muy admirable además una capacidad increíble para aprender y asimilar muchos conocimientos pero demasiado inquieto, travieso, inocente e imprudente, Felipe de niño en su afán de conocimiento lo llevo a cometer muchos errores que los pago muy caros. Y de adulto con el trabajo, la paciencia, la perseverancia y la investigación, y los errores cometidos que también los pago muy caros, los corrigió y los supero con creses, nos enseña, que a pesar de los obstáculos y la adversidad de la vida se pueden realizar todos los objetivos que uno se propone, Don Juanito y doña Dolores sus padres, nos demuestra que son los primeros y los mejores maestros que uno puede tener, porque con su buen ejemplo nos enseña muchos principios importantes que nos van a servir para nuestra formación en la vida.

    En sus breves narraciones, Felipe muestra la crueldad con que actuaron algunos beligerantes, malhechores o guerrilleros que desde el momento que se agruparon, han sido el azote de un pueblo necesitado de paz y tranquilidad. En la actualidad estos beligerantes se han convertido en verdaderos verdugos y narco guerrilleros que están azotando un pueblo habido de paz y tranquilidad.

    Prologuista:

    Ricardo Ernesto Patiño Bermúdez

    FELIPE: SUS BREVES RELATOS, SUS SUEÑOS, SUS DICHAS Y DESDICHAS

    En el año ’47, sería para un mes de septiembre, en Villa Tranquilidad, una hermosa mansión existía, rodeada de bellos, hermosos y elaborados jardines, y construida al borde de un precioso mirador metido en la montañosa región. Desde donde se apreciaban paisajes únicos y maravillosos, a la distancia se divisaba una delgada, retorcida y angosta carretera, como un hilo aferrado a la montaña, tallando la roca y circundando la caprichosa cordillera, serpenteando por cada ensenada y por rocas de la empinada cordillera. En su recorrido entre las encrucijadas de las montañas, esta delgada carretera coqueteando a la naturaleza se asomaba y desaparecía en su trayecto de travesía por la gran cordillera.

    Entre riscos, el cielo y las nubes, en sus primeras horas del día, el sol, astro rey, empezaba a vislumbrarse, y con sus primeros destellos de luz, iluminaba y brillaba en la radiante y fresca mañana, expandiendo energía y poder por doquier. Por un instante el astro rey parecía extasiarse en la fabulosa Villa Tranquilidad, hermosa villa de campo con amplios dormitorios y grandes ventanales, adornada en su interior con arcos y hermosas columnas dando una sensación de amplitud y comodidad. En su habitación principal, increíblemente decorada y preparada con anterioridad para ese extraordinario acontecimiento que en ese instante estaba sucediendo, mediando las diez de la mañana, doña Dolores ese día jueves, por cierto, sudando se encontraba, y los apuros de parto terminaba. Trajo al mundo un hermoso bebé, el primero de sus tres vástagos, cuyo nacimiento fue un verdadero acontecimiento para todos los habitantes de la región del Alto del Rosario.

    Este parto fue asistido por doña Josefina, la más veterana partera de la región, y doña Ruperta, la criada de la casa, muy querida y muy cariñosa señora, y quien sirvió de asistente en ese mismo momento a doña Josefina, la partera. El nacimiento de ese hermoso bebé fue el acontecimiento del año en toda la región del Alto del Rosario y de las regiones vecinas, don Juanito, campesino de pura cepa, autodidacta y con un gusto extraordinario para todo lo que proponía realizar, quien siempre estaba atento y no dejaba escapar detalle a las tareas que se proponía efectuar, como padre del primogénito de su segundo matrimonio, había hecho muchos preparativos para cuando esta tan esperada ocasión llegara.

    Don Juanito, que era un negociante muy importante de la región del Alto del Rosario, con alguna antelación a este extraordinario acontecimiento, había viajado a la ciudad capital, llevando un cargamento de café para venderlo a la federación de cafeteros. En esa ocasión especial, recibió todo el pago de la venta de café en efectivo, y la razón del efectivo era que él tendría que llevarlo para pagar a los campesinos de la región el café y los productos que él les había comprado unos días atrás. También separó y destinó una parte del dinero recibido para hacer algunas compras personales en la capital de la república.

    Inicialmente, visitó algunas tiendas especializadas en ventas de Instrumentos y equipos para tocar y escuchar música; vio varios equipos y decidió comprar una vitrola, marca Victor. Ésta era de cuerda y manivela, el último grito de nuestra arcaica tecnología. Los parroquianos de aquel entonces solían llamarla «música molida». También compró algunos discos de acetato de 78 revoluciones por minuto, unos de Carlos Gardel a quien quería escuchar; compró también una cajita metálica, veinte agujas contenía, para con ellas reemplazar las que se llegasen a averiar. Luego pasaría a otra tienda especializada en artículos para el hogar, en esta tienda compraría una hermosa vajilla, un juego de vasos de cristal murano, algunos adornos para decorar la villa y en especial la habitación principal. Después pasaría a otra tienda donde compraría algunas bebidas refrescantes, unas bebidas alcohólicas y algunas sorpresas para dar a los visitantes que fueran a asistir a ese tan importante acontecimiento. Por fin, con todos los cachivaches comprados, don Juanito, muy entusiasmado, regresaría a Villa Tranquilidad.

    Don Juanito con ocasión del nacimiento de su primogénito, programo para el sábado una parranda que incluía comida, bebida y, por supuesto, no podría faltar la invitación al cura del pueblo para que viniera y diera la bendición a este bello y hermoso bebito que acababa de nacer y quien, al parecer, estaba destinado a engrosar las filas de la comarca de la región, sin imaginar que con el pasar del tiempo este bebito, al crecer, les daría mucho que hacer.

    Para el dia sábado después de ese nacimiento tan esperado, de todas partes de la región y las regiones adyacentes, llegó gente a visitar al primogénito de doña Dolores y de don Juanito. Curiosos y extraños llegaron a la villa de visita; algunos traían regalitos y pendejadas para el bebito que recién acababa de nacer. Entre los visitantes se encontraba la viejita Melania, una buena vecina que tenía en su casa un horno de bahareque, en donde ella, en ocasiones especiales, elaboraba y horneaba algunos deliciosos bizcochuelos y panecillos. Para esa ocasión, llevó amasijos y bizcochuelos que ella misma había elaborado y estaban exquisitamente decorados, resaltando el color rojo. A los amasijos los llamaban «liberales». Imagínense: todos comían, todos bebían, todos brindaban, todos celebraban, todos comentaban, todos reían, todos gritaban; y al pobre pelado no lo dejaban el ojo pegar. Harto hasta la coronilla de tanta bulla y tanto alboroto, soltó tremendo berrinche porque estaba mamado de escuchar tanto escándalo, tanto parlamento y tanta pendejada; es cuando entonces una de las matriarcas, doña Rosalía, muy famosa, muy conocida y muy temida por los niños y los muchachos de la región, y todo por su oficio de ser la sobandera, ella era corpulenta y de gran tamaño, y con ronca voz la matriarca gritaba que recogieran esa botella de cerveza Cabrito que en el piso se encontraba, y que un borrachito un tiempo atrás un poco de cerveza había dejado. La matriarca gritó de nuevo que boten ese cuncho de cerveza, luego pidió que le alcanzaran esa botella vacía, la enjuagó y pronto la llenó con, una mezcla de leche y agua de panela caliente; luego buscó en su bolsa repleta de cachivaches malolientes y apestosos y sacó un chopo y de inmediato se lo puso en la boca de la botella, la que recientemente había sido llenada de tetero, la batió bien para que mezcle y refresque un poco, y luego ¡pum!, que se la empujan en la boca del bebito para que mame y no joda más el mocoso chillando.

    Doña Dolores, quien pocos días antes había tenido el parto, en el lecho de la cama se encontraba, muy dolorida, muy agotada y extenuada; ella solo quería descansar, pero las matronas del lugar todas reunidas alrededor de su cama no le dejaban el ojo pegar y todas le querían aconsejar, unas le querían enseñar cómo tendría que cuidar el crío, y otras viejas amuletos muy efectivos le iban a dar, para cuidar

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