He vuelto. Soy al fin libre de los malditos exámenes finales, después de todo un año estudiando y acumulando cansancio... Ya tengo cuatro notas de cinco. Todo notables. No está mal, pero se echa de menos algún sobresaliente. Aún así, para lo que he estudiado, me doy con un canto en los dientes; si los profesores supieran lo que he estudiado de verdad me suspenderían seguro.
Dejando a parte el amargor del estudio forzado (ni que me hubieran estado dando latigazos...), este fin de semana fui al festival Sonisphere y vi seis conciertos en dos días. Todavía me estoy recuperando, los festivales son matadores, pero aún así mereció muchísimo la pena. Vi el viernes a Sonata Arctica, Limp Bizkit y The Offspring, y el sábado a Within Temptation, Slayer y Metallica. La organización fue muy buena. No tenía buen recuerdo de otro festival al que asistí hace unos años, pero esta vez no tengo queja ninguna. El reciento era adecuado, cimentado, lo que es muy importante porque no se levantaban polvaredas de las masas humanas caminando, y no hubo más que un retraso de media hora en un concierto, así que chapó.
Voy a dejar a un lado a todos los grupos para hablar de Metallica, porque el concierto fue tan grande, que creo que jamás podré ir a cualquier otro mejor. Fue insuperable, o por lo menos para mí. He leído unos cuantos reportajes del concierto y la verdad es que no me convence ninguno. Unos dicen que fue muy planeado y lo critican, otros critican al grupo directamente que no son los mismos de cuando comenzaron... No sé como una buena actuación es mala por estar bien controlada y planificada, eso quiere decir que tanto los músicos como el equipo técnico han hecho un trabajo concienzudo para dar al público algo de calidad, no entiendo cómo eso es criticable. En cuanto a que no son los mismos que cuando empezaron... llevan 30 años en la música, es normal que se adapten y evolucionen, tampoco lo veo como un defecto; aún así, todo lo que tocaron fueron temazos de sus mejores momentos como grupo de thrash metal, así que en mi opinión lo hicieron perfectamente.
En realidad, cuando salieron a tocar no parecía un festival, parecía un concierto únicamente suyo, o, como me dijo Victor más tarde "Ya han llegado los que tenían que tocar, todos los demás eran teloneros". Lo cierto es que puedo estar influenciada porque desde hace tiempo tenía muchas ganas de verlos en directo, y eso, quieras que no, me dio unas ganas y una predisposición espectaculares para disfrutar del concierto. La lista de canciones fue impresionante, con el Black Album completo, de principio a fin (o de fin a principio, ya que tocaron los temas en orden inverso al original), y añadieron canciones tan míticas como Master of Puppets o Seek and Destroy. Se puede consultar la lista de canciones que tocaron aquí.
Además, James Hetfield conectó mucho con todo el público, haciéndonos cantar, vibrar y sentir todo lo que él nos transmitía. Se me ponían los pelos de punta con su voz llena y cálida, con unos toques de aspereza que la hacen tan especial. Eso, y que todos los instrumentos estaban cuidadosamente ajustados al sonido del recinto, lo que, aunque no podemos decir que se oyese como un disco de estudio, daba una claridad brutal para ser un directo. Al terminar el concierto, además, repartieron montones de púas al público, lo que se agradece mucho (aunque yo no logré coger ninguna, pues estaba demasiado lejos como para que me llegaran).
Resumiendo, que ha sido el concierto de mi vida, aunque ya he visto otros que me gustaron muchísimo, como los de Rammstein, Muse o Apocalyptica, que los disfruté como una enana también.
Y ahora que estoy con mono de más Metallica, voy a tocar Nothing Else Matters con el piano. En concreto esta versión, aunque con un poco más de velocidad, que este chico, aunque la toca muy bien, va un poco lento.
Para terminar, os dejo unas fotitos de las que sacaron los fotógrafos profesionales que se encontraban allí, ya que las que saqué yo son de mala calidad y no merecen la pena.
Si vuelven a España repito, lo tengo claro.