Mario Luis, el preferido en el Agote, por Leonel P

Me llamo Leo y en mi pabellón escuchamos un par de cumbias colombianas, pero nuestro compact preferido es de Mario Luis (el de la foto). Acá en este instituto hay muchos pibes de zona sur y zona oeste, que ahí se escucha mucho colombiano y en zona sur mucho santafesino se escucha. Es mucha la diferencia entre esas dos cumbias.
Todos los días cuando me levanto prendo el grabador mp3 y empiezo a escuchar un compilado que tiene canciones de La Sonora, los Cádiz, Los ángeles del rock, entre otros.
Cuando estaba en la calle iba con mis amigos a un baile que queda en San Martín que se llama Bus Bailable. Fui a ver a Mario Luis, a Dalila, Los Lamas.
Hace más de un año que no vienen los grupos a tocar al instituto. El último que vino a tocar fue Damas Gratis y disfrutamos una linda tarde.
Nos gustaría que venga a tocar Mario Luis porque tiene letras que te hacen pensar en las chicas de afuera. Yo me les hago el turro y les escribo sus letras y se las dedico. No me gusta la cumbia villera porque habla de droga, violencia y de robos.

¡¡¡Por fin!!!, por Roberto S

Estamos re contentos porque hace más de un año que estamos pidiendo para tener visitas higiénicas, pero no nos pasaban cabida. Pero ahora parece que en marzo o abril se van a empezar a hacer las visitas higiénicas. Así dicen, espero que sea verdad, pero como acá a todos nos mienten…, yo por mi parte no pierdo las esperanzas de que se hagan. Los que lean esto y son hombres nos van a entender, que si no tenés relaciones sexuales en un año no te queda otra que.., otra no hay.
Por eso espero que se haga todo lo que dijeron así se me sale todo lo que tengo adentro.
Yo soy papá, tengo a mi señora que es mi familia y me gustaría volver a hacer el amor con ella.

El mejor de zona Norte, por Miguel G

En la zona Norte, allá por General Pacheco, Tigre, se encuentra el baile más colombiano de Buenos Aires: “Tropitango bailable”.
Abren los viernes, sábados, domingos y feriados. Los viernes son noches colombianas, al igual que los sábados; los últimos temas colombianos, que por ahí algunos ni suenan en la calle y la rompen en el baile y después de un par de fechas se escuchan en todos lados.

Una vez fui al Tropi y escuché un tema que la re colgaba, ya hace dos años y no sabía como se llamaba, después lo escuché en la radio y re sonaba en todos lados, la re cuelga ese tema “costumbres”, de la Sonora Skandalo.
Los domingos son noche del recuerdo, es para matarse, los mejores colombianos del recuerdo, como por ejemplo Karicia, La Nueva Luna, Rayito Colombiano, Mario Luis, Los Diablitos, etc.
Los viernes y sábados tocan grupos en vivo. Yo fui a ver a Damas Gratis, La Sonora Skandalo, la Sonora Tropicana y un par de grupos más. Pero el que estuvo más piola fue Los Angeles Azules, la rompió, explotó el baile. Tienen altos temas y encima, cantan mi canción preferida: “Que levanten la mano”, es un re tema, para cortarse las venas, ja.
El Tropi es un baile re grande. Tiene una pista abajo y escaleras a los costados que te llevan a los costados de la pista. Ahí es donde estoy siempre con los pibes. También hay un patio, atrás para tomar un poco de aire pero nunca voy, no da.
Hay tres barras para comprar escabio, dos abajo y una arriba, los tragos salen re baratos. La jarra te sale $ 30 y es la más cara y los tragos son re ricos. Mis preferidos son Pantera Rosa y el Pitufo. Hay más pero son fuertes, igual como soy medio borracho, me gusta lo que venga, jajaja. hablando en serio, me gusta tomar pero con moderación.
El día del aniversario estuvo re lleno, había como cinco o seis cuadras de fila, un re bajón, pero había un conocido adelante y bueno, nos sacó las entradas que salen $10. Las chicas no pagan nada. Ese día estuvo re lleno, hacía un frío… pero adentro te morís de calor y tocaron banda de grupos. Hago memoria a ese día porque fue el más piola.
Y bueno, cuando salga iré al Tropi a festejar mi libertad y la voy a pasar re piola; pero esta vez la plata que voy a gastar no va a venir de arriba. Fin.

Las visitas de P a P, por Mario O

Las visitas de P a P se hacen cada quince días. Yo lo voy a visitar a mi hermano que está en cana hace dos años. Para poder tener la visita de P a P tenés que hablar con tu asistente social y la asistente social hace el informe pidiendo la visita al juzgado y el juzgado no te la puede negar.
Mi hermano está alojado en el penal de Florencio Varela y yo en el instituto Agote, de Palermo viejo. Me llevan en una camioneta Traffic blanca. Salgo a la mañana. Llevo un par de cosas que rescaté: gel, cigarrillos, shampoo, desodorante. Tengo dos horas de visita. En la misma Traffic llevan a un pibe a Devoto a visitar a su hermano y después a mi. En la visita estamos con tres guardias al lado. Después vuelvo al Agote.

Yo jugué con él, por Matías B

Bueno yo soy Matute de Avellaneda. Mirando la televisión deportiva, encontré un sueño ya perdido. Contándole lo ocurrido vi a un ex compañero de aquellas épocas de mi pasado en clubes de niños. Creo que me sentí especial en ese momento, porque sé que él es alguien que compartió momentos agradables y satisfactorios de mi vida.
El jugador llamado “el Toto” Salvio la está rompiendo en Lanús y dijo para TyC Sports que piensa que todo lo que está viviendo es algo muy lindo para su carrera. Salió de la parte del club de Papi fútbol Sarmiento, allá en Avellaneda. Ahí yo jugué con él.

Comparendo, por César G (publicado en la revista La vida y la libertad)

Puede parecer una exageración, pero hoy cuando me subí a la camioneta que me llevó hasta el Juzgado, sentí un gran alivio al ver que todavía hay vida allá afuera.
Mis fosas nasales volvieron a sonreír al sentir fragancias distintas, aunque sean del aire maquillado de gasoil o del odio con el que manejaba la gente en sus autos.
Mientras mis muñecas se dormían por las esposas, yo no podía dejar de sonreír porque sé que no me falta demasiado para volver allá. Me enamoré de más de doscientas mujeres de las cuales ya me olvidé su rostro y pude seguir perfeccionando mi hambre por desnudar con letras esta eterna realidad
Habrá sido la primera vez que no me arrastró hasta el resentimiento el silencio de cementerio del Juzgado y es la primera vez que no me asusta el aspecto zombi de la secretaria del Tribunal.
Saboree cada hoja de los árboles, me tragué cada gaseosa que la gente tomaba en las veredas, comí todas las comidas de todos los restaurantes que me crucé y atropellé a todo posible despreciador.
Reflexioné hasta que me dolió la frente al ver un gendarme muy joven que hace guardia en la puerta con una piel mestiza que identifica a la de los que estamos de este lado, con la misma tristeza en sus retinas y con el mismo mínimo proyecto de futuro que nosotros.
Después una vez más el zambullido en mi causa penal, en las fojas tanto y tanto, en tal delito tantos años, en esas palabras típicas de los refrigeradores humanos que son los abogados, yo estaba ahí áspero pero a la vez no. Mientras los labios de la secretaria eran un ventilador de palabras raras yo pensaba en mi mamá, en la novia que no tengo, en cuántos pibes estaban en ese momento en la misma situación y por mi distracción ahora no me puedo acordar bien que mierda me dijeron: si fueron noticias buenas o malas…
No me importa, en su descuido, les robé el boleto que me llevará de vuelta hasta allá, al mundo un poco menos triste que éste.

Nota de Página 12 sobre nuestro Blog

En el día de hoy, el periodista Gustavo Veiga, autor de libros como Donde manda la patota, Deporte, desaparecidos y dictadura y Fútbol limpio Negocios turbios, hizo referencia a nuestro blog en su columna del suplemento deportivo Líbero del diario Página 12.

Estamos muy agradecidos con él, ya que la repercusión que empieza a tener el blog es una gran ayuda para seguir estimulando a los chicos con este taller. Que ellos sepan que alguien los lee, que hay alguien del otro lado de la pantalla pendiente de sus textos, los motivará mucho más con esta iniciativa del blog.

Aquí les dejamos la nota http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/libero/11-4319-2009-02-23.html

Gracias Gustavo!!!!!!

Entrevista a César G, columnista del blog del Agote

César G es nuestro mejor escritor. Lee y escribe todos los días. Hace casi dos meses que sus textos son escritos desde la Unidad 1 de Ezeiza, lugar al que lo llevó su último traslado. Todos los miércoles, su madre lo va a visitar, él le deja sus notas y nosotros nos acercamos hasta su casa así podemos subirlas al blog y él puede seguir expresándose.

A César le hicieron una entrevista que salió publicada en el diario Crítica. La adjuntamos así ustedes conocen un poco la historia de nuestro compañero.

Ya le falta poco para recuperar su libertad. Ojala, cuando llegue ese día, pueda tener la oportunidad de seguir escribiendo y conseguir trabajar de esto que tanto le gusta.
http://www.criticadigital.com/impresa/index.php?secc=nota&nid=2716

Los días más esperados, por Juan Carlos S

Todos los miércoles y domingos en el instituto recibimos visitas de nuestra familia. A mi me vienen a ver mi mamá, mi hermana y mi sobrina. También viene mi novia. Todos vienen en el colectivo 188, desde Barracas, cargadas de cosas para dejarme y a veces compartimos las cosas que me traen en la visita.
La visita empieza a las nueve de la mañana y termina a las doce del mediodía.
A las visitas las recibimos en el patio cuando hace calor y a veces cuando llueve tenemos arriba, en el teatro o en el gimnasio. Cada uno de nosotros tenemos banco y sillas.
Son los días más importantes para nosotros. Por eso nos levantamos temprano y nos ponemos perfume y la mejor ropa que tenemos. Nos ponemos desodorante y gel para salir a visitas porque es el día más esperado porque vemos a nuestra familia.Nos gustaría tener visitas íntimas, porque casi la mayoría es papá o tenemos novia o señora y quisiéramos tener un momento de intimidad con ellas.

2º parte del Fútbol de La Matanza, por Roberto S

Hay una parrilla debajo de un árbol que vende choripan, vacío, tira de asado, morcilla, tortilla, etc.
La parrilla la atienden “Pantera” y el “Cordobés”. Llegan en una moto Honda Cg 125, con un carrito atrás con todas las cosas de la parrilla. Arrancan a cocinar a las doce del mediodía.
En la heladerita de telgopor ponen mucho hielo y cerveza, vino y gaseosas.
Por cercanía o lejanía los equipos llegan de diferente manera. Los barrios más cercanos son San Pete, Villegas, Puerta de Hierro y 17 de Marzo. De ahí los equipos vienen caminando. San Alberto, Ciudad Evita, El Tambo y La Palito son las barriadas más alejadas. Esos equipos llegan en moto, coches, remises y en colectivo.
Los equipos se cambian a un costado de la cancha. Mientras se ponen los botines y las medias, muchos, fuman marihuana. Existía un equipo que se llamaba Jamaica y el nombre lo decía todo.
Hace poco se armó un nuevo tiroteo, ahora juegan las mujeres… esa será una próxima historia.

El crack del Agote

Una vez cuando era chico mi madre me llevó a un club de Baby Fútbol llamado “Sociedad de fomento José Hernández” y ahí empecé mi vida futbolística.
Estábamos en la “B” y nunca pudimos pasar a la “A”. El año 2004 fue un año muy bueno, ese año salimos segundos y campeón salió Colegiales, pero lo que importaba para pasar a la “A” era el puntaje de la tabla general. Si salías puntero ascendías.
Después de retirarme del Baby empecé con fútbol en cancha grande y mi primer club fue Chacarita. Ahí jugué en la liga y ese año jugué de once y de siete y me pasaron a AFA, a la quinta división de Chaca. Duré unos meses porque me sentía re sarpado, eran todos grandotes, altos y yo era chico y flaquito, entonces me tomé el palo.
De ahí me fui a una filial de River y estuve jugando un par de meses, en esos meses me fui a probar a Tigre, en la loma del orto y quedé, me dijeron que jugaba bien pero no fui porque era mucho viaje y era entrenamiento todos los días, entonces no daba.
Un día me fui a probar a Lamadrid y ganamos 2 a 1 pero no quedé, me dijeron que jugaba bien, pero que me faltaba soltarla más, porque era muy individual, pero los cagamos a baile.
Después de la filial jugué en Argentinos Juniors y quedé y jugué tres meses porque me agarró la temporada de verano y me mató.
Y por último jugué en Racing y quedé de número ocho. Fue en el club que mejor jugué. Me sentía re jugador, jugué cuatro meses ahí, pero a lo mismo que Argentinos Juniors, me agarró el verano y me mató.
Pero ahora cuando salga voy a seguir probando suerte y me voy a ir a San Lorenzo, ojalá que salga todo bien y tenga un futuro de futbolista.

Las diferencias en los institutos, por Leonel P

Mi nombre es Leonel y hace dos años y once meses que estoy privado de mi libertad. El primer año estuve en un instituto de provincia y después me trasladaron a uno de Capital Federal, el Agote, adonde estoy ahora.
Las diferencias entre institutos son muchas. En provincia no podíamos fumar más de cinco cigarrillos por día y teníamos que usar la ropa del instituto y no la ropa personal que es la que más me gusta usar. Me gusta usar chombas Nike, Adidas, conjuntos deportivos, remeras de vestir y camisetas de equipos de afuera, como el Manchester, Barcelona o Chelsea. Nos daban una remera, un short, un pantalón y un buzo. Todo era color verde, azul o negro.
Lo único parecido que tienen los institutos de provincia y capital son las actividades, por ejemplo el fútbol, panadería, cocina, tareas de mantenimiento. En provincia había uno en particular: no me acuerdo el nombre del taller, pero venía un psicólogo que nos hacía hablar sobre las drogas y nos hacía escuchar una canción tranquila y nos relajábamos cerrando los ojos. Algunos se quedaban dormidos. El taller más concurrido era el de panadería.
En las visitas hay diferencias, también, como el respeto, la mercadería que nos traían y los horarios.
Resumiendo, yo prefiero el instituto de capital porque uso mi ropa, puedo hablar por teléfono todos los días, la comida está mucho más rica y el tema del viaje para mi familia es más cómodo.

MI primera vez, por Miguel G

Fue el lunes 18 de Agosto de 2008, a seis días de mis 18 años. A eso de las seis de la tarde, más o menos, le dije a mi señora que me iba a dar una vuelta en auto, para “caretearla” un toque, porque ella ya estaba enterada de que yo robaba, pero no me gustaba decirle “mi amor, ahora vengo, me voy a robar”, porque se ponía histérica.
Fui a buscar a los pibes y nos fuimos para Saavedra. Ahí hay muchas casas lindas, como en Urquiza, Caballito, Devoto. Fuimos ahí y no pasaba nada. Ya eran como las once de la noche y nos estábamos yendo. Primero la llevamos a mi compañera, una piba del Barrio Mitre, pero antes vimos una chalet que se regaló. Bajamos del Gol y nos metimos adentro. Estuvimos como media hora y vino la policía. A todo esto había una chica escondida en la casa que llamó al 911. Nos tuvimos que ir por los techos y al llegar al otro lado de la cuadra por los techos estaba toda la manzana rodeada y nos quedamos ahí hasta que nos agarraron y nos llevaron a la comisaría.
Al otro día mi madre me trajo un par de sandguches de milanesa y le convidé a mis tres amigos. Ese mismo día, a eso de las 17 horas me llevaron al Instituto Rocca y a los cinco días, cuando cumplí 18 me trajeron acá, al Agote.
Estuve un mes y medio y me dieron el egreso.
Salí y estuve tres semanas y me llegó una citación del Juzgado y me presenté y me trajeron de vuelta para acá, al Agote y ya hace cuatro meses que estoy privado de mi libertad y a todo esto, mi señora me dio la noticia de que está embarazada y estoy esperando mi libertad para poder presenciar el nacimiento del bebé que me va a hacer el más feliz del mundo.
Yanina te amo.

Cabañas siempre te recordaremos, por Ezequiel G

Allá en Ciudadela está mi barrio, que es conocido como Fuerte Apache. En el Nudo 1 un pibe se llamaba Darío Coronel y le decían Cabañas, porque era Paraguayo. Cuando era chico jugaba a la pelota siempre y se entendía bien jugando con otro muchacho de mi barrio que se llama Carlitos Tévez.
Siempre dirigía la batuta y jugaban contra los del Monoblock 2. Si vas a Fuerte Apache y preguntás quien era mejor jugador, si Tévez o Cabañas, todos te van a decir que Cabañas.
Juntos jugaron en All Boys y Santa Clara. Cabañas después jugó en Vélez y San Lorenzo, en cancha de once, incluso lo iban a buscar para ir a jugar. El pibe ya era ladrón y estaba todos los días abajo con todos los pibes.
Un día fueron a laburar y se tuvieron que enfrentar con la policía y casi llegando al barrio lo rodearon. El siempre dijo que la policía no lo iba a matar y se pegó un tiro en la cien y después cuando lo despedimos tiraron muchos cargadores de balas.
Cabañas siempre presente. Los pibes.

El festejo de la libertad en Jesse James, por Roberto S

El baile que más me gusta de mi barrio es Jesse James. Ese lugar es re grande, tiene diez pistas de distintas clases de música. Con la entrada te dan una consumición de pizza con gaseosa.
Los viernes hay recitales y tocan muchos grupos de música que a otros bailes no van, como Diango, Los Pericos, Los Jóvenes Pordioseros, Vicentico y Los Auténticos Decadentes, entre otros.
Mucha gente viene a bailar desde Capital. En Liniers sale una Traffic que te trae por la Ruta 3. Hay muchos boliches como Radio Planeta, Cachaquísino, Mambo y Jesse, James, que es el mejor de todos.
Lo mejor del boliche son las bailarinas que están re hermosas y te dejan subir al escenario para que bailes con ellas.
La parte donde están las chicas más lindas es en el “Disco Bar”, ahí están las mejores, que es donde voy yo, porque ahí pasan cumbia.
El día que recupere mi libertad lo primero que voy a hacer es ir a Jesse que es el mejor baile de todos.

El primer beso, por Miguel G

Fue en una joda del barrio que se hace todos los viernes en un galponcito o a veces en algún club de la villa, pero con el mismo DJ.
La vi con sus amigas y me enamoré a primera vista, fue un 24 de Agosto de 2007, mi cumpleaños.
La vi en un pool de ahí de la villa, el “maxipool”, y estaba ahí, a la noche me la cruce en la jodita y la llame a una amiga de ella y le dije que me haga la segunda y fue y le dijo.
Al termino de la joda a eso de las 5.30 yo estaba re “en pedo” y salíamos de ese lugar llamado “Alto baile” todos juntos y adelante mío iba la chica que me gustaba, que se llama Yanina y ahora es mi señora.
Tan borracho estaba que me rechazo, me dijo: “No, estas re en pedo, pero igual sos lindo”.
A todo esto, yo me quería matar y al otro día la vi en el baile y ahí ¡si!, pude robarle un beso, el primer beso.

Reinvindicación de la inseguridad. (Manifiesto de un "pibe chorro"), por César G

Me llamo César Gabriel G y decidí hacer esta carta para reivindicar la sensación de inseguridad con la que vive la sociedad Argentina y porque digo esto; porque no va a dejar de haber robos y muertes mientras palabras como exclusión y desigualdad sean ajenas al intelecto de la mayoría. Yo que nací y me críe en una villa y actualmente me encuentro privado de mi libertad en el penal de Ezeiza, puedo dar fiel testimonio de eso. Puedo empezar hablando de mi impotencia cuando escucho al periodismo hablar sin tolerancia alguna de la situación de los menores que cometen “delitos”, como alegando que éstos llegan a tal instancia por propia decisión y porque robar genera algún tipo de placer, pero son pocos los que se preguntan que historia hay atrás de cada pibe que roba, es decir que todos miran el efecto y nadie reflexiona la causa.
La respuesta que sale siempre a este planteo, es que la manera con la que se solucionaría el problema de la inseguridad, es condenando al castigo carcelario cada vez a más temprana edad, con años de sentencia “ejemplares”, para que una vez adentro el pibe chorro pueda regenerarse y cuando llegue el momento adecuado se reinserte en la sociedad y sea un esclavo…perdón un trabajador más como todos. Y aquí otro punto donde me detengo; la cárcel no sirve para nada. Aquí donde el tiempo es lento y espeso como una humedad desgarradora y la vida se resume a una celda, al recuento y comida de perros, lo único que se respira es un dolor sin fronteras y un resentimiento eterno a todo lo que sea orden y poder. Pretenden que “cambiemos” dejándonos masacrar de autoritarismo esas ganas de cambiar que aunque no lo crean tienen en el fondo todos los que estamos encerrados. Pero como diariamente la policía nos tortura sin clemencia, la esperanza de una vida mejor, la mayoría ya sabe que el destino no es otro que una cárcel, la bala policial o el cementerio temprano.
En mi caso en particular puedo decir que ya llevo cuatro años preso y que al momento de mi detención tenía apenas dieciséis años recién cumplidos. Es decir era “un pibe chorro” más, y al igual que la mayoría de los que esta acá crecí en el hambre, en la pobreza y bajo el techo de chapa, sin una ayuda para proyectar los sueños de niño y con la contención de una familia quebrada. Pero a pesar de todo eso me esforcé para tomar con ganas las escasas herramientas de esperanza que hay acá y así fue como pude terminar la secundaria como así numerosos talleres de perfeccionamiento laboral. Logré darme cuenta como gira este mundo de que me apartaron y sentir unas ciegas ganas de luchar por los olvidados de esta sociedad a través del descubrimiento de mi pasión por la escritura. Pero todos estas cosas no son requisitos necesarios para mi tribunal (El Tribunal Oficial Nº 3 de San Martín) ya que fui a juicio y me condenó como a un mayor de edad y todo el tiempo como hace todo “el sistema injudicial” con aquellos que quieren un futuro mejor, me pone palos en las ruedas para que la justicia que doctrinan me haga bajar los brazos y hacerme creer como hace con todos los presos, que mi destino es la cárcel, una bala policial o el cementerio temprano.

El fútbol de La Matanza, por Roberto S

A diez kilómetros de la General Paz los domingos al mediodía arranca el fútbol.
El escenario se llama “Atrás de la montaña”. El nombre se debe a que antes había una montaña grande delante de la cancha.
Ahora en ese espacio esta la cancha principal y unos más chica para que jueguen los hijos de los que van a jugar.
En la previa toman vida los desafíos entre barrios vecinos. Los partidos se pactan en la semana y arrancan cerca de la diez de la mañana.
Generalmente terminan bien, pero a veces hay finales a las trompadas.
El campeonato por plata arranca a las una. Al costado de la cancha esta la mesa del organizador, ahí van los técnicos y entregan la plata de sus equipos.
Al torneo llegan equipos de distintos barrios de La Matanza: Villegas, San Pete, La Palito, San Alberto, Puerta de Hierro, El Tambo, 17 de Marzo y Ciudad Evita.
El sorteo de fixture se realiza en al mesa con el sistema de palito corto - palito largo.
El árbitro y los líneas cobran para dirigir todos los partidos. Los pibitos que alcanzan la pelota se llevan cinco pesos cada uno.

La Gardel, el mejor fútbol del Oeste, por Marcelo O

Mi barrio queda atrás del Hospital Posadas y somos todos hinchas del pincha de Caseros.
Hay villa y monoblok, los partidos se juegan todos los Domingos a las 8 de la mañana en el fondo que hay una cancha de nueve. Compiten veinte equipos, los mejores son “La Villa”, el “1”, los “Parientes” y el “17”
Hay jugadores que llegaron a Primera División y jugaron en mi barrio, Barrientos y Ortiz que vistieron la camiseta de San Lorenzo.
En la cancha hay redes, banderines en las esquinas y antes de empezar se pintan las líneas de cal.
Muchos vienen de gira, re locos con botellas de cerveza en la mano.
Para poder jugar hay que pagar la inscripción de $100. El ganador se lleva todo lo recaudado, hay premios para el primero y segundo.

Un equipo muy indvidualista, por Ezequiel G

La selección genera bronca, por eso los pibes del Agote no se enganchan.
La falla principal es el juego colectivo. Lillo y Gaitán no se juntan, tendrían que asociarse más, así podría llegarle la pelota más seguido a los delanteros.
En la ronda final jugó tres partidos, empató con Paraguay, perdió con Brasil y Uruguay. Ahora debe enfrentar a Venezuela y a Colombia demostrando un buen juego. Para clasificar al Mundial de Egipto tiene que ganar los dos partidos.
Sergio Batista, el técnico, tiene que encontrar el esquema indicado para su equipo.
En tanto, los jugadores tienen que demostrar que tienen actitud como contra Uruguay y Brasil para que la gente vuelva a poder confiar en ellos que son los pibes del Checho.