sábado, 27 de octubre de 2012
La melodía de los recuerdos.
Hoy dejé que la música sonara sola, y salió aquella canción. Esa que sacaba la sonrisa a mis labios, recordándote. Volvieron de nuevo los buenos recuerdos a mi mente, convirtiéndose en amargos. La sonrisa se convirtió en una lágrima que resbaló por mi mejilla hasta el infinito abismo de mi soledad. No recuerdo si escuché el final, o directamente cambié la canción medio inconsciente. Pero tus recuerdos se esfumaron igual que el viento arrastra a las nubes tormentosas; lentamente, dejando siempre el rastro de la lluvia por allá donde pasan. Y allí estaban tus heridas de nuevo, volviéndose a abrir poco a poco. Pero no dejé que se abriera la carne bajo el peso de tus falsas promesas. De nuevo, esa coraza de hierro se arremolinó a mi alrededor, protegiéndome de el dolor de tus besos, de las agujas de tus palabras.
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