Una sola crítica esta semana, del poeta Al Berto, portugués, de una antología publicada por Pre-Textos titulada "El Miedo". La crítica la realiza Luis Antonio de Villena, que ha publicado sobre todo varios ensayos con esta editorial. Además, dentro de esa discriminación positiva que tanto le gusta a la falsa izquierda de más de 50 años, el poeta es, como no, homosexual. Por tanto:
Valoración de la objetividad a priori de la crítica en nuestra opinión: 4/10
La crítica que realiza LADV es cualquier cosa menos una crítica. Hay una parte biográfica y otra parte meramente descriptiva y repetitiva incluyendo una referencia a Burruoughs que no tiene sentido.
Por lo que se refiere al libro, se trata de un poeta más interesante de lo que parece sugerir LADV, con unas dosis de malditismo poco interesantes y cansinas, pero con una imaginería y una vertiente irracionalista que si no son del todo originales, sí están muy bien resueltas. Un poeta con talento, que brilla especialmente cuando se olvida de su personaje y se concentra en la poesía, sus imágenes y su ritmo. Libro recomendable.
Valoración del libro: 7 / 10
Además de este libro, hay una pequeña referencia al terrible libro de Gerardo Diego, que el crítico llega a llamar "la más lúcida recopilación de la poesía española de la Edad de Plata". Primero, una antología en la que el antólogo se incluye así mismo no es una antología. Se le puede llamar de mil maneras, libro colectivo, reunión de amigos, pero no una antología. Además, Gerardo Diego tuvo la estupenda idea de crear una moda patética que ha durado hasta nuestros días y que está basada en la ley del amiguismo y del mínimo esfuerzo, común denominador. Lo de la "Edad de Plata" suena a término futbolístico. En fin, sr. Prieto de Paula, después de tanto tiempo sin leerle, que mal comienzo, qué popular, que fácil, qué comercial, qué vacío.
Este blog es una página libérrima de crítica y contracrítica de poesía y poetas en español realizada por el colectivo Addison de Witt
domingo, 24 de junio de 2007
viernes, 22 de junio de 2007
Contracrítica El Cultural Tercera semana de Junio
Dos críticas de poesía en El Cultural de editoriales de las que no suelen aparecer, con dos libros interesantes, y sin conflictos a priori entre crítico y editorial. Ojalá sigan así.
Comenzamos por la crítica que realiza Antonio Colinas sobre el libro de Hilda Doolittle "Helena en Egipto". Hay algunos detalles que olvida Antonio a la hora de hacer su crítica sobre este libro y que creemos que son significativas para completarla. En una primera etapa de su creación H.D. formó parte de la corriente del imaginismo, una de las más importantes del siglo XX. Pero el interés de HD por Grecia era anterior a su encuentro con Pound, aunque éste se vio reforzado a raiz de su amistad. De hecho H.D. y su marido Aldington sacaron al mercado una línea de poesía en la que tradujeron libros griegos poco conocidos.
En este caso sí resulta interesante conocer algo de la vida íntima de la poeta. Aunque HD se separó de su marido en 1938, desde 1920 mantuvo una relación lésbica con la escritora Bryher, que en posteriores años se convirtió en relaciones a tres con algunos de los amantes o maridos de Bryher. De esta época nacen varios de sus libros más importantes, algunos de los cuales, por su temática en la que refleja el conflicto sexual interior que tenía, se publicaron tras su muerte.
El carácter bisexual de H.D. tiene una importante relevancia a la hora de elegir a Helena como protagonista de su libro, la mujer más guapa de su tiempo, capaz de provocar por su belleza nada más y nada menos que la guerra de Troya. Escrito en un estilo mucho más cercano al modernismo que al imaginismo, H.D. coge la obra teatral Helena de Eurípides y le da una vuelta de tuerca y deconstrucción feminista que le lleva a reinterpretar toda la guerra de Troya.
En definitiva, un libro imprescindible y único. La traducción es correcta y como único pero decir que el libro es bilingüe pero los textos en inglés están a modo de pie de página, lo que dificulta la lectura del verso original.
Valoración de la independencia del crítico: 9/10
Valoración del libro Helena en Egipto: 7,75/10
Sobre el libro de Karmelo Iribarren, reconocemos que no es una poesía que nos interese especialmente. Existe un exceso de sobriedad retórica y la desnudez de su lenguaje poético es tal que, efectivamente, consigue no escribir poesía, olvidándose, sea voluntariamente o por falta de talento, de métrica (que podría ser alternativa), imágenes, metáforas, etc. Dicen en una página dedicada a este escritor, que el autor busca que sus poemas no suenen a poesía pero que lo sean. En nuestra modesta opinión, el poeta no logra el segundo objetivo pero sí el primero. No hay poesía salvo en muy contados versos. Los personajes que retrata, por otro lado, los hemos visto en numerosas ocasiones, lo que supone además un recorte a la originalidad. Quizás Kermelo pueda ser un buen prosista de relato corto. Su humor y su capacidad de observación se lo permitirían. Como poeta, a este colectivo, no nos gusta y creemos que no escribe poesía.
Valoración de la independencia del crítico en este caso: 8/10
Valoración del libro Ola de Frío: 4/10
Comenzamos por la crítica que realiza Antonio Colinas sobre el libro de Hilda Doolittle "Helena en Egipto". Hay algunos detalles que olvida Antonio a la hora de hacer su crítica sobre este libro y que creemos que son significativas para completarla. En una primera etapa de su creación H.D. formó parte de la corriente del imaginismo, una de las más importantes del siglo XX. Pero el interés de HD por Grecia era anterior a su encuentro con Pound, aunque éste se vio reforzado a raiz de su amistad. De hecho H.D. y su marido Aldington sacaron al mercado una línea de poesía en la que tradujeron libros griegos poco conocidos.
En este caso sí resulta interesante conocer algo de la vida íntima de la poeta. Aunque HD se separó de su marido en 1938, desde 1920 mantuvo una relación lésbica con la escritora Bryher, que en posteriores años se convirtió en relaciones a tres con algunos de los amantes o maridos de Bryher. De esta época nacen varios de sus libros más importantes, algunos de los cuales, por su temática en la que refleja el conflicto sexual interior que tenía, se publicaron tras su muerte.
El carácter bisexual de H.D. tiene una importante relevancia a la hora de elegir a Helena como protagonista de su libro, la mujer más guapa de su tiempo, capaz de provocar por su belleza nada más y nada menos que la guerra de Troya. Escrito en un estilo mucho más cercano al modernismo que al imaginismo, H.D. coge la obra teatral Helena de Eurípides y le da una vuelta de tuerca y deconstrucción feminista que le lleva a reinterpretar toda la guerra de Troya.
En definitiva, un libro imprescindible y único. La traducción es correcta y como único pero decir que el libro es bilingüe pero los textos en inglés están a modo de pie de página, lo que dificulta la lectura del verso original.
Valoración de la independencia del crítico: 9/10
Valoración del libro Helena en Egipto: 7,75/10
Sobre el libro de Karmelo Iribarren, reconocemos que no es una poesía que nos interese especialmente. Existe un exceso de sobriedad retórica y la desnudez de su lenguaje poético es tal que, efectivamente, consigue no escribir poesía, olvidándose, sea voluntariamente o por falta de talento, de métrica (que podría ser alternativa), imágenes, metáforas, etc. Dicen en una página dedicada a este escritor, que el autor busca que sus poemas no suenen a poesía pero que lo sean. En nuestra modesta opinión, el poeta no logra el segundo objetivo pero sí el primero. No hay poesía salvo en muy contados versos. Los personajes que retrata, por otro lado, los hemos visto en numerosas ocasiones, lo que supone además un recorte a la originalidad. Quizás Kermelo pueda ser un buen prosista de relato corto. Su humor y su capacidad de observación se lo permitirían. Como poeta, a este colectivo, no nos gusta y creemos que no escribe poesía.
Valoración de la independencia del crítico en este caso: 8/10
Valoración del libro Ola de Frío: 4/10
viernes, 15 de junio de 2007
Contracrítica de El Cultural segunda semana de junio
Comenzamos con el libro de Mario Cuenca Sandoval "El Libro de los hundidos", V premio de poesía Vicente Nuñez, que es una de las dos críticas de poesía que hace El Cultural esta semana. El libro lo publica, cómo no, Visor. Aproximadamente, llevamos una crítica de Visor a la semana en El Cultural, lo cual no deja de ser sorprendente. Es como si Visor tuviera una cuota del mercado de poesía del 50%, cuando en realidad no debe de ser mayor a un 10%. Aconsejamos al resto de editores que se espabilen e inviten al sr. Presidente a jurados de premios planetizados.
El Premio de Poesía Vicente Núñez es un premio que impulsa la Diputación de Córdoba junto con el Ayuntamiento de Aguilar de la Frontera. El jurado del V premio estuvo compuesto por, cómo no, Luis García Montero, Benjamín Prado, Chus Visor, Alejandro López Andrada y María Rosal, junto con, el sr. Diputado-Delegado de la diputación de Córdoba, la alcaldesa de Aguilar (a título honorario) y un funcionario de la diputación con voz pero sin voto. La preselección de las obras, parece que se pre-seleccionaron diez, se realizó a través de una comisión creada por el Sr. Diputado Delegado de la diputación de Córdoba, valga de nuevo la cacofonía.
Con la excepción de María Rosal, todos los miembros del jurados son o han sido chicos Visor e incluso amigos. El hecho de que gane un escritor residente en Córdoba un premio convocado por la Diputación de Córdoba es, como siempre, fruto de las casualidades. María Rosal también es escritora cordobesa, por cierto, y es otra casualidad.
Objetividad a priori del jurado de V premio Vicente Nuñez en nuestra opinión: 3/10
Vamos con la crítica de Ainhoa, que no presente en principio problemas de objetividad y no creemos que también sea de Córdoba y, desde luego, no es chica Visor.
Objetividad del crítico en este caso: 9/10
Esta vez, Ainhoa, no estamos demasiado de acuerdo con las cosas que comentas. Comenzamos. Hablas de los malos poetas y de los usos en la retórica de ohes y ahes, de los pajaritos y las flores...Llevamos más de cien años en los que los poetas han dejado esas retóricas de la cursilería. Diferenciar a Mario por no utilizar ese tipo de usos retóricos es extraño porque lo hace similar a los demás. Lo contrario sí que sería ser diferencial y peculiar. De ahí que decir que Mario ensaya "ángulos inéditos" resulta muy chocante y además no es cierto.
Por otra parte, si los poetas malos han hecho uso de ohes y ahes, y han hablado de flores y pajaritos en la antiguedad, te acabas de cargar de un plumazo unos dos mil años de poesía. Cada periodo tiene su momento y su comprensión.
Hablas de aspectos temáticos supuestamente originales en la poesía de Mario que, por otra parte, tienen una tradición de muchísimos años en la poesía contemporánea, y algunos incluso antigua, como el incluir a personajes literarios antiguos, hablar de cine, matar a mitos o hablar de objetos cotidianos dándoles un nuevo sentido.
No hay por tanto originalidad en ningún caso. Finalmente dices que la originalidad tiene un precio y mencionas dos: versos periodísticos en un poema y la eliminación de los signos de puntuación. En primer lugar sería importante aclarar que tiene un precio bajo tu propio criterio estético, que es tan válido como el de cualquier otro. En segundo lugar, un libro de poesía no tiene por qué estar compuesto exclusivamente de versos clásicos y puede incluir prosa, recortes de periódico o lo que le venga en gana. De nuevo, esto se ha hecho desde hace más de un siglo. Y la eliminación de los signos de puntuación es una opción estética que proviene del stream of consciouness, que como muy bien sabes tampoco es un invento de ahora, precisamente, sino que es la base de la novela moderna.
Por eso resulta chocante que digas que el poeta pierde porque ha invertido, como si se hubiera arriesgado. En realidad el poeta está utilizando recursos estilísticos que ya utilizaban nuestros bisabuelos en el mejor de los casos. No hay riesgo ni innovación. Simplemente hay un uso de varias formas retóricas, conocidas por todos y utilizadas en abundancia por la poesía "no oficial".
Y sobre el libro, por no extendernos demasiado, tiene imágenes interesantes, buenas metáforas y una perspectiva conceptual que lo hace recomendable.
Valoración del libro: 6,75/10
El otro libro criticado, una poesía reunida de Javier Villán, parece bastante interesante por sacarnos a un poeta olvidado por las antologías, lo cual suele ser sinónimo de originalidad. Desgraciadamente no hemos encontrado el libro todavía. En cuanto lo tengamos actualizaremos esta página.
El Premio de Poesía Vicente Núñez es un premio que impulsa la Diputación de Córdoba junto con el Ayuntamiento de Aguilar de la Frontera. El jurado del V premio estuvo compuesto por, cómo no, Luis García Montero, Benjamín Prado, Chus Visor, Alejandro López Andrada y María Rosal, junto con, el sr. Diputado-Delegado de la diputación de Córdoba, la alcaldesa de Aguilar (a título honorario) y un funcionario de la diputación con voz pero sin voto. La preselección de las obras, parece que se pre-seleccionaron diez, se realizó a través de una comisión creada por el Sr. Diputado Delegado de la diputación de Córdoba, valga de nuevo la cacofonía.
Con la excepción de María Rosal, todos los miembros del jurados son o han sido chicos Visor e incluso amigos. El hecho de que gane un escritor residente en Córdoba un premio convocado por la Diputación de Córdoba es, como siempre, fruto de las casualidades. María Rosal también es escritora cordobesa, por cierto, y es otra casualidad.
Objetividad a priori del jurado de V premio Vicente Nuñez en nuestra opinión: 3/10
Vamos con la crítica de Ainhoa, que no presente en principio problemas de objetividad y no creemos que también sea de Córdoba y, desde luego, no es chica Visor.
Objetividad del crítico en este caso: 9/10
Esta vez, Ainhoa, no estamos demasiado de acuerdo con las cosas que comentas. Comenzamos. Hablas de los malos poetas y de los usos en la retórica de ohes y ahes, de los pajaritos y las flores...Llevamos más de cien años en los que los poetas han dejado esas retóricas de la cursilería. Diferenciar a Mario por no utilizar ese tipo de usos retóricos es extraño porque lo hace similar a los demás. Lo contrario sí que sería ser diferencial y peculiar. De ahí que decir que Mario ensaya "ángulos inéditos" resulta muy chocante y además no es cierto.
Por otra parte, si los poetas malos han hecho uso de ohes y ahes, y han hablado de flores y pajaritos en la antiguedad, te acabas de cargar de un plumazo unos dos mil años de poesía. Cada periodo tiene su momento y su comprensión.
Hablas de aspectos temáticos supuestamente originales en la poesía de Mario que, por otra parte, tienen una tradición de muchísimos años en la poesía contemporánea, y algunos incluso antigua, como el incluir a personajes literarios antiguos, hablar de cine, matar a mitos o hablar de objetos cotidianos dándoles un nuevo sentido.
No hay por tanto originalidad en ningún caso. Finalmente dices que la originalidad tiene un precio y mencionas dos: versos periodísticos en un poema y la eliminación de los signos de puntuación. En primer lugar sería importante aclarar que tiene un precio bajo tu propio criterio estético, que es tan válido como el de cualquier otro. En segundo lugar, un libro de poesía no tiene por qué estar compuesto exclusivamente de versos clásicos y puede incluir prosa, recortes de periódico o lo que le venga en gana. De nuevo, esto se ha hecho desde hace más de un siglo. Y la eliminación de los signos de puntuación es una opción estética que proviene del stream of consciouness, que como muy bien sabes tampoco es un invento de ahora, precisamente, sino que es la base de la novela moderna.
Por eso resulta chocante que digas que el poeta pierde porque ha invertido, como si se hubiera arriesgado. En realidad el poeta está utilizando recursos estilísticos que ya utilizaban nuestros bisabuelos en el mejor de los casos. No hay riesgo ni innovación. Simplemente hay un uso de varias formas retóricas, conocidas por todos y utilizadas en abundancia por la poesía "no oficial".
Y sobre el libro, por no extendernos demasiado, tiene imágenes interesantes, buenas metáforas y una perspectiva conceptual que lo hace recomendable.
Valoración del libro: 6,75/10
El otro libro criticado, una poesía reunida de Javier Villán, parece bastante interesante por sacarnos a un poeta olvidado por las antologías, lo cual suele ser sinónimo de originalidad. Desgraciadamente no hemos encontrado el libro todavía. En cuanto lo tengamos actualizaremos esta página.
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lunes, 11 de junio de 2007
Errores nuestros en relación con Manuel Rico
Nos aclara en su blog Manuel Rico dos errores nuestros de las que queremos dejar constancia, uno de los cuales, nos hemos enterado hoy mismo y del que nos hubiera gustado que nos informara directamente. El los califica de mentiras, pero como ya dijimos en su momento, no somos perfectos y cometemos errores a veces. La diferencia es que nosotros los corregimos, en cuanto nos informáis, inmediatamente, y los reconocemos. Mentir sería querer decir algo sabiendo que no es cierto. Y nosotros no mentimos. Pero sí nos equivocamos y aquí estamos para decirlo.
En primer lugar, un error del que nos informan ahora: el Manuel Rico que escribe el blog llamado Periodismo Incendiario y el Manuel Rico responsable de Bartleby Poesía y crítico de Babelia son personas distintas. Por tanto, toda referencia al Manuel Rico que escribe en Periodismo Incendiario, ideario político, subdirector de Tiempo etc y que erroneamente ha sido atribuida al Manuel Rico responsable de Bartleby, ha sido un error y ha sido corregida.
También es casualidad que haya dos Manueles Rico distintos con blog...Pero tenemos que estar más atentos por nuestra parte!!!!!!!!!.
Por otra parte insiste en que no tiene ninguna amistad con Edgardo Dobry. Aunque ya dijimos que habíamos corregido esto inmediatamente de que lo leímos en su blog, de nuevo lo indicamos para que no haya lugar a dudas. La fuente que nos habló de su amistad se equivocó y nosotros lo publicamos por error y lo corregimos.
Pedimos por tanto disculpas a Manuel Rico, y por extensión a Bartleby, por los errores cometidos y agradecemos, a pesar de los insultos, que se nos indiquen dichos errores aunque sea de manera indirecta (leyendo sus blog) para que de esta manera quedé claro que nuestro objetivo es la verdad, ser objetivos, y sólo eso. Se nos puede acusar de equivocarnos pero no de mentir.
En próximas ocasiones, por favor, no dudéis en enviarnos un comentario de corrección.
Salu2
En primer lugar, un error del que nos informan ahora: el Manuel Rico que escribe el blog llamado Periodismo Incendiario y el Manuel Rico responsable de Bartleby Poesía y crítico de Babelia son personas distintas. Por tanto, toda referencia al Manuel Rico que escribe en Periodismo Incendiario, ideario político, subdirector de Tiempo etc y que erroneamente ha sido atribuida al Manuel Rico responsable de Bartleby, ha sido un error y ha sido corregida.
También es casualidad que haya dos Manueles Rico distintos con blog...Pero tenemos que estar más atentos por nuestra parte!!!!!!!!!.
Por otra parte insiste en que no tiene ninguna amistad con Edgardo Dobry. Aunque ya dijimos que habíamos corregido esto inmediatamente de que lo leímos en su blog, de nuevo lo indicamos para que no haya lugar a dudas. La fuente que nos habló de su amistad se equivocó y nosotros lo publicamos por error y lo corregimos.
Pedimos por tanto disculpas a Manuel Rico, y por extensión a Bartleby, por los errores cometidos y agradecemos, a pesar de los insultos, que se nos indiquen dichos errores aunque sea de manera indirecta (leyendo sus blog) para que de esta manera quedé claro que nuestro objetivo es la verdad, ser objetivos, y sólo eso. Se nos puede acusar de equivocarnos pero no de mentir.
En próximas ocasiones, por favor, no dudéis en enviarnos un comentario de corrección.
Salu2
sábado, 9 de junio de 2007
Contracrítica primera semana de junio El Cultural
Una sola crítica también en El Cultural acompañada de tres reseñas para empeorar la ceguera en el lado izquierdo y un artículo interesante de Michel Houellebecq.
La crítica es de la obra reunida de Manuel Álvarez Ortega que publican tanto Visor como Devenir. Como no, la crítica la realiza Francisco Diaz de Castro, del que ya hemos hablado en varias ocasiones su conexión con Visor a través de la concesión del Premio Ciudad de Melilla.
No creemos que todos estos hechos contribuyan a que las críticas se hagan de manera objetiva y pensamos que además Visor tiene una presencia excesiva en El Cultural.
Valoración de la objetividad del crítico en relación a este libro: 1/10
Al contrario de lo que ocurría en el caso de Riechmann, Manuel Alvárez Ortega sí es un poeta imprescindible de los últimos cincuenta años, un poeta además infravalorado por el pensamiento único reinante y muy por encima de la mayoría de sus compañeros de generación y de sus vecinos generacionales. Es un poeta de voz auténtica, propia, que nos introduce en un universo simbolista y surreal que Manuel lleva a una dimensión personal. Es evidente que entre la vasta producción poética del autor, se encuentren poemas y metáforas fallidas. Pero en general, reinvidicamos desde aquí el nombre de Manuel Alvárez Ortega como uno de los poetas en español más importantes del siglo XX. Autor imprescindible.
Valoración del libro: 8/10
Imprescindible también el libro de Michel Houellebecq que con el título de Supervivencia, publica la pequeña editorial Acuarela.
La crítica es de la obra reunida de Manuel Álvarez Ortega que publican tanto Visor como Devenir. Como no, la crítica la realiza Francisco Diaz de Castro, del que ya hemos hablado en varias ocasiones su conexión con Visor a través de la concesión del Premio Ciudad de Melilla.
No creemos que todos estos hechos contribuyan a que las críticas se hagan de manera objetiva y pensamos que además Visor tiene una presencia excesiva en El Cultural.
Valoración de la objetividad del crítico en relación a este libro: 1/10
Al contrario de lo que ocurría en el caso de Riechmann, Manuel Alvárez Ortega sí es un poeta imprescindible de los últimos cincuenta años, un poeta además infravalorado por el pensamiento único reinante y muy por encima de la mayoría de sus compañeros de generación y de sus vecinos generacionales. Es un poeta de voz auténtica, propia, que nos introduce en un universo simbolista y surreal que Manuel lleva a una dimensión personal. Es evidente que entre la vasta producción poética del autor, se encuentren poemas y metáforas fallidas. Pero en general, reinvidicamos desde aquí el nombre de Manuel Alvárez Ortega como uno de los poetas en español más importantes del siglo XX. Autor imprescindible.
Valoración del libro: 8/10
Imprescindible también el libro de Michel Houellebecq que con el título de Supervivencia, publica la pequeña editorial Acuarela.
Conversaciones entre alquimistas. Jorge Riechmann. Primera semana de junio, 2007. Babelia
Esta semana una sola crítica de poesía en Babelia. Triste.
La crítica la realiza Luis Antonio de Villena sobre el libro de Jorge Riechmann "Conversaciones entre alquimistas".
Luis Antonio creemos que no tiene los criterios de objetividad necesarios para esta crítica, como el mismo constata al final de la misma, en un ejercicio de autocomplacencia que sólo Luis Antonio es capaz de realizar, cuando recuerda la presencia del autor en una de sus múltiples y amigables antologías que este hombre ha realizado.
Objetividad del crítico sobre el libro en este caso: 4 /10
No tenemos problemas de objetividad en este caso: 7 / 10
Empieza"Conversaciones entre alquimistas" con uno de los mejores poemas del libro, escrito por Juan Carlos Mestre y dedicado a Jorge. El triángulo se cerrará más tarde con dos poemas dedicados a Gamoneda, aunque a nivel de dedicatorias el libro se parece más a un poliedro.
Comienza el poemario con un poema sin título de corte surrealista en el que se nos anuncia que el alquimista ya puede hablar. A partir de ahí el libro se divide en tres partes.
La primera lleva por nombre "La alegría de no tener". Comienza con dos poemas cortos, atípicos a lo largo del poemario, en especial el segundo, profundamente marcado por el esencialismo. Cada poema es un salto semántico y de plano y un mundo en sí mismo que hace difícil hacer una valoración del conjunto dado que estilo y temática van de un lado a otro predominando en general el tono reflexivo. El nivel de los poemas va ascendiendo a partir de "No hay oro en las muelas del alquimista", basado en el tópico de que los contrarios se acercan, o se rozan. "Más cera de la que arde" ya nos acerca al mejor Jorge, al plenamente lírico, que se basa en imágenes poderosas, en un hábil manejo del léxico y un final muy cuidado. Casi el mismo nivel se logra en el siguiente poema, "Conversación" y de alguna manera nos damos cuenta de que estamos en uno de los mejores momentos del libro, "un oasis para los significantes sin referencia" y un cielo convertido, para quienes murieron de hambre, en una suntuosa "zapatería chocolatería". En este poema, además, el poeta incluye el concepto de "hombre de la inminencia" que utilizará más tarde. El siguiente poema, "El hechicero de la cueva de Chauvet" es otro de los mejores poemas del libro, en donde Jorge consigue realmente hechizar introduciendo hábilmente referencias culturalistas, irracionalismo y, sobre todo, poesía que transciende. Un poco más adelante, en "Derelicción del contexto" nos encontramos uno de los problemas del libro. El poema, como otros más adelante, se apoya en una idea sobre la cual se ha escrito multitud de poemas y ensayos, y el poeta no logra aportar nada original al tema. Ocurre lo mismo con otro poema de esta primera parte: "Allora siamo a un bivio". En "Acertijo para tontos" el poeta nos da su propia definición de poesía: "almanaque de debilidades que sin embargo acumula energía". "Situación" nos hace un breve pero lírico análisis metapoético. Y en "La velada del cazador" Jorge saca ligeramente a relucir un sentido del humor que quizás podría usar con mayor frecuencia.
Otro de los problemas que saldrán en mayor medida en otras partes lo podemos ver en "Oh padre que conservas...". Jorge se introduce en lo que podríamos calificar como una poesía más cercana a lo que se entiende por poesía de la experiencia y demuestra que el poeta se mueve mejor en el terreno de la abstracción intelectual que en el elegíaco. Pero quizás el problema fundamental, que apenas se atisba aquí pero que saldrá a relucir más adelante, es el ritmo poético. El ritmo deja de funcionar, se hace prosaico, y el poeta comienza a abusar de la anáfora como ya había hecho en "Buscando la verdad en libros de segunda mano".
Un ejemplo de los muchos, que incluimos porque era un verso destacado como bueno por Ainhoa en la crítica de El Cultural: "pero al menos no habremos dejado pasar ni un solo paralogismo". Solo la sustitución de paralogismo por sofisma mejoraría no sólo el ritmo sin que además sería más acertado (salvo que el poeta crea también en la bondad de los razonadores de la falsedad).
El panegírico como poema, en este caso a Gamoneda, tampoco es un terreno en el que Jorge se mueva cómodo ("Miel de vértigo" es el título del poema). Termina la primera parte con un nuevo poema de corte esencialista, que viene a dar un respiro a unas páginas excesivamente cargadas de letras.
La segunda parte, "Contra la ley de los grandes números" es la más larga y en ella encontramos una buena muestra de lo que Jorge es: un magnífico poeta en ocasiones y un no-poeta en otra, un ensayista, con escasos términos medios. Comienza esta segunda parte con "Hervor del tiempo", que sería uno de esos escasos poemas que se ubican en el medio. En un mismo poema, surrealismo ("Cantan los gallos desde el interior de los ataúdes"), surrealismo sucio ("El castillo de marfil con torres de mierda"), algún ligero toque social, brusquedad rítmica agravada por el abuso de sobreesdrújulas..."La libertad arrancada" presenta enumeraciones de frases completas e incide en problemas de ritmo como atestigua el final del poema ("pero al menos no habremos dejado pasar ni un sólo paralogismo"). En "Antropófugos" aparece la Máquina, como otro de los sustantivos claves del poemario, que sube de nivel con "Yo también conozco ese dolor", en donde una canción nos lleva a un poema intenso, delicado, de gran altura poética. Brillante el encabalgamiento de: "...la corteza de un pan que resu-/miese el sabor de la vida".
A partir del siguiente poema, Jorge nos adentra en un terreno difícil, como es la poesía social, socioeconómica podríamos casi decir, en donde las intenciones son mejores que los resultados. Nos dice en uno de estos poemas: "no hay tiempo para los SOS, por eso escribimos en poemas en prosa"; cuando en realidad el poeta acaba de dejar de escribir poesía para escribir prosa, ensayo más concretamente, porque el mensaje ha podido sobre todo lo demás. Y aquí anotamos el tercer problema del poemario. Exceso de ambición temática. El poeta quiere tratar demasiados temas, está a veces muy seguro de su verdad, lo que da lugar a textos demasiado largos y a la perdida de la poesía en favor del ensayo. Los mismos defectos aparecen en "Después del vendaval", introducido por unas declaraciones de unos señores que hacen exactamente lo contrario de lo que dicen. A pesar de que a estas alturas el poemario se ha convertido en un terreno para el ensayo, nada original por otra parte, Jorge consigue con su prosa ensayística un milagro en "La belleza de la huelga general", en donde un mayor lirismo del poema lo habría convertido en un clásico. En "Filología latina" parece dar una pequeña pulla a los poetas que hablan del almendro en flor, aunque curiosamente el mismo nombrará de manera lírica a los árboles de floración temprana más adelante. El tono bajo persiste en esta parte, y algunos versos como el dedicado a Verlaine no los terminamos de entender. ¿Qué tendrá que ver una cosa con la otra?. "Poética de la mosca cojonera" es un ejemplo claro de acumulación de fallos. Más que un poema, parece el discurso de un político, anaforizado, lleno de verdades absolutas, obviedades e ingenuidades. Sin poesía. El tono mejora en "Momento de parar" aunque sin llegar a los niveles alcanzados previamente. A parte de que su análisis ensayístico sea muy discutible. ¿1919 es la solución?.
Siguen a estos poemas cuatro micropoemas de un verso cada uno y uno de dos versos. Algunos utilizan tópicos tan gastados como: "Cualquier lugar puede ser un paraíso, también éste" o "somos lo que regalamos", eso sí, tratados con un cierto humor socarrón casi metafísico.
A partir de este punto, mejora la segunda parte. "Relato contra el olvido del sueño" es un excelente poema. Cuando el poeta se olvida del discurso didáctico-impositorio, vuelve la poesía. Otro buen poema es "Todos los enunciados generales son falsos", lo cual, por cierto, es un enunciado general, y además recuerda las sentencias con las que a veces suele terminar los poemas. "Diagonal de Juan Gris" es otro buen poema que sería mejor si de nuevo el poeta, que parece no tener más recursos técnicos en su prosa, no abusara de la anáfora. Y acaba la segunda parte con dos magníficos poemas, lejos de lo panfletario. Ahí, en el detalle querido Jorge, sacas la gran poesía. En "ese juego sutilísimo entre el tiempo y la eternidad que se establece en todos los jardines con surtidor".
La tercera parte se titula "Carne y palabras". En el café del primer poema deben escucharse conversaciones distintas a las del resto de cafés del mundo. Pero nos encantaría ir y descubrir a esos seres humanos bisnietos del hombre natural de Rousseau. En "Ensoñación del carterista" nos imaginamos que habla el sujeto poético porque el sintagma "las inconscientes provocadoras" suena muy muy mal. En su "Propuesta civilizadora" apostamos a que ellas salgan a cazar y luego coman fruta. También los vegetales son seres vivos, ¿no?.
En "Segunda derivada", otra vez las mujeres. ¿Cómo se distinguen las mujeres "mal amadas"?. Brillante en el final del poema pero inquietante en el discurso. "El kilo y medio de lo imprevisible" nos suena a las columnas de domingo de contraportada del diario El País, y no lo decimos con malas intenciones. Prosa a partir de un hecho real llevado al terreno del sentimiento. Tercera mención a las mujeres esta vez como "enigmáticas criaturas", que luego completará con su incapacidad para "tener infantes en brazos". Definitivamente, nos separa una generación. O dos.
Quizás el peor poema del libro, una pena por a quién va dedicado, sea "Nihilismo y baile flamenco", que nos suena vagamente a Lorca, pero como una versión no muy acertada. Más adelante, en "Voluntarismo vegetal" es curioso que la propia conclusión sea voluntariosa.
Volvemos a encontrar poesía "En Ronda", que muestra como un poco de oscuridad y de desprogramación ayudan enormemente al poeta, y sobre todo en "Don del extranjero", quizás el mejor poema del libro y por el que vale la pena la inversión de 12 euros. Extraordinario poema, con el mejor poeta, muestra del dominio del lenguaje y de su capacidad de elevación lírica. Igualmente ocurre con "Blanca vela sin nave", donde Jorge demuestra su habilidad para la elección de adjetivos. Casi un capítulo aparte merece "También por donde nadie anduvo..." en donde el poeta saca un tema nada original, no aporta nada y en otra nota de pie de página inquietante parece decir que en Rumanía estaban antes mejor. Mejor haber titulado aquel libro de ensayo "Desandar lo desandado". "Precisamente porque no hay respuestas", ¿por qué no dejar de darlas?. Termina la tercera parte con dos poemas del infrecuente término medio de este poemario.
Y finaliza el poemario con un poema final en el que fallan metáforas y ritmo combinado con un tono medio bueno.
En definitiva, encontramos en este libro las mismas virtudes y los mismos defectos que han acompañado a este poeta durante años. Por una parte, tiene brotes de talento brillantes en unos poemas, en donde se muestra hasta donde podría llegar. Por otra parte, el esfuerzo por colocarnos eslóganes y vender ideología ya vendida, la falta de ritmo poético y un exceso de narratividad, pretensiones y prosaísmo contrarrestan parte de los méritos que el talento de este poeta muestra. Además, el número de poemas brillantes es claramente inferior al de poemas "menos buenos". En resumen, algunos poemas extraordinarios pero sobra prosa, sobra el referente moral del que todo lo sabe y sobre todos ejerce su didáctica, sobran páginas y falta poesía en muchos poemas. Si el poemario tuviera 50 páginas menos sería el mejor libro de 2007 sin discusión.
A destacar también el hecho de que sea el primer libro de poesía que Jorge publica en Tusquets después de llevar años cambiando de editorial en cada libro. Parece que el poeta se estaría preparando para el logro del nacional de poesía. Los dedicados del libro podrían ayudar.
Valoración del libro "Conversaciones entre alquimistas": 6,9 /10
La crítica la realiza Luis Antonio de Villena sobre el libro de Jorge Riechmann "Conversaciones entre alquimistas".
Luis Antonio creemos que no tiene los criterios de objetividad necesarios para esta crítica, como el mismo constata al final de la misma, en un ejercicio de autocomplacencia que sólo Luis Antonio es capaz de realizar, cuando recuerda la presencia del autor en una de sus múltiples y amigables antologías que este hombre ha realizado.
Objetividad del crítico sobre el libro en este caso: 4 /10
No tenemos problemas de objetividad en este caso: 7 / 10
Empieza"Conversaciones entre alquimistas" con uno de los mejores poemas del libro, escrito por Juan Carlos Mestre y dedicado a Jorge. El triángulo se cerrará más tarde con dos poemas dedicados a Gamoneda, aunque a nivel de dedicatorias el libro se parece más a un poliedro.
Comienza el poemario con un poema sin título de corte surrealista en el que se nos anuncia que el alquimista ya puede hablar. A partir de ahí el libro se divide en tres partes.
La primera lleva por nombre "La alegría de no tener". Comienza con dos poemas cortos, atípicos a lo largo del poemario, en especial el segundo, profundamente marcado por el esencialismo. Cada poema es un salto semántico y de plano y un mundo en sí mismo que hace difícil hacer una valoración del conjunto dado que estilo y temática van de un lado a otro predominando en general el tono reflexivo. El nivel de los poemas va ascendiendo a partir de "No hay oro en las muelas del alquimista", basado en el tópico de que los contrarios se acercan, o se rozan. "Más cera de la que arde" ya nos acerca al mejor Jorge, al plenamente lírico, que se basa en imágenes poderosas, en un hábil manejo del léxico y un final muy cuidado. Casi el mismo nivel se logra en el siguiente poema, "Conversación" y de alguna manera nos damos cuenta de que estamos en uno de los mejores momentos del libro, "un oasis para los significantes sin referencia" y un cielo convertido, para quienes murieron de hambre, en una suntuosa "zapatería chocolatería". En este poema, además, el poeta incluye el concepto de "hombre de la inminencia" que utilizará más tarde. El siguiente poema, "El hechicero de la cueva de Chauvet" es otro de los mejores poemas del libro, en donde Jorge consigue realmente hechizar introduciendo hábilmente referencias culturalistas, irracionalismo y, sobre todo, poesía que transciende. Un poco más adelante, en "Derelicción del contexto" nos encontramos uno de los problemas del libro. El poema, como otros más adelante, se apoya en una idea sobre la cual se ha escrito multitud de poemas y ensayos, y el poeta no logra aportar nada original al tema. Ocurre lo mismo con otro poema de esta primera parte: "Allora siamo a un bivio". En "Acertijo para tontos" el poeta nos da su propia definición de poesía: "almanaque de debilidades que sin embargo acumula energía". "Situación" nos hace un breve pero lírico análisis metapoético. Y en "La velada del cazador" Jorge saca ligeramente a relucir un sentido del humor que quizás podría usar con mayor frecuencia.
Otro de los problemas que saldrán en mayor medida en otras partes lo podemos ver en "Oh padre que conservas...". Jorge se introduce en lo que podríamos calificar como una poesía más cercana a lo que se entiende por poesía de la experiencia y demuestra que el poeta se mueve mejor en el terreno de la abstracción intelectual que en el elegíaco. Pero quizás el problema fundamental, que apenas se atisba aquí pero que saldrá a relucir más adelante, es el ritmo poético. El ritmo deja de funcionar, se hace prosaico, y el poeta comienza a abusar de la anáfora como ya había hecho en "Buscando la verdad en libros de segunda mano".
Un ejemplo de los muchos, que incluimos porque era un verso destacado como bueno por Ainhoa en la crítica de El Cultural: "pero al menos no habremos dejado pasar ni un solo paralogismo". Solo la sustitución de paralogismo por sofisma mejoraría no sólo el ritmo sin que además sería más acertado (salvo que el poeta crea también en la bondad de los razonadores de la falsedad).
El panegírico como poema, en este caso a Gamoneda, tampoco es un terreno en el que Jorge se mueva cómodo ("Miel de vértigo" es el título del poema). Termina la primera parte con un nuevo poema de corte esencialista, que viene a dar un respiro a unas páginas excesivamente cargadas de letras.
La segunda parte, "Contra la ley de los grandes números" es la más larga y en ella encontramos una buena muestra de lo que Jorge es: un magnífico poeta en ocasiones y un no-poeta en otra, un ensayista, con escasos términos medios. Comienza esta segunda parte con "Hervor del tiempo", que sería uno de esos escasos poemas que se ubican en el medio. En un mismo poema, surrealismo ("Cantan los gallos desde el interior de los ataúdes"), surrealismo sucio ("El castillo de marfil con torres de mierda"), algún ligero toque social, brusquedad rítmica agravada por el abuso de sobreesdrújulas..."La libertad arrancada" presenta enumeraciones de frases completas e incide en problemas de ritmo como atestigua el final del poema ("pero al menos no habremos dejado pasar ni un sólo paralogismo"). En "Antropófugos" aparece la Máquina, como otro de los sustantivos claves del poemario, que sube de nivel con "Yo también conozco ese dolor", en donde una canción nos lleva a un poema intenso, delicado, de gran altura poética. Brillante el encabalgamiento de: "...la corteza de un pan que resu-/miese el sabor de la vida".
A partir del siguiente poema, Jorge nos adentra en un terreno difícil, como es la poesía social, socioeconómica podríamos casi decir, en donde las intenciones son mejores que los resultados. Nos dice en uno de estos poemas: "no hay tiempo para los SOS, por eso escribimos en poemas en prosa"; cuando en realidad el poeta acaba de dejar de escribir poesía para escribir prosa, ensayo más concretamente, porque el mensaje ha podido sobre todo lo demás. Y aquí anotamos el tercer problema del poemario. Exceso de ambición temática. El poeta quiere tratar demasiados temas, está a veces muy seguro de su verdad, lo que da lugar a textos demasiado largos y a la perdida de la poesía en favor del ensayo. Los mismos defectos aparecen en "Después del vendaval", introducido por unas declaraciones de unos señores que hacen exactamente lo contrario de lo que dicen. A pesar de que a estas alturas el poemario se ha convertido en un terreno para el ensayo, nada original por otra parte, Jorge consigue con su prosa ensayística un milagro en "La belleza de la huelga general", en donde un mayor lirismo del poema lo habría convertido en un clásico. En "Filología latina" parece dar una pequeña pulla a los poetas que hablan del almendro en flor, aunque curiosamente el mismo nombrará de manera lírica a los árboles de floración temprana más adelante. El tono bajo persiste en esta parte, y algunos versos como el dedicado a Verlaine no los terminamos de entender. ¿Qué tendrá que ver una cosa con la otra?. "Poética de la mosca cojonera" es un ejemplo claro de acumulación de fallos. Más que un poema, parece el discurso de un político, anaforizado, lleno de verdades absolutas, obviedades e ingenuidades. Sin poesía. El tono mejora en "Momento de parar" aunque sin llegar a los niveles alcanzados previamente. A parte de que su análisis ensayístico sea muy discutible. ¿1919 es la solución?.
Siguen a estos poemas cuatro micropoemas de un verso cada uno y uno de dos versos. Algunos utilizan tópicos tan gastados como: "Cualquier lugar puede ser un paraíso, también éste" o "somos lo que regalamos", eso sí, tratados con un cierto humor socarrón casi metafísico.
A partir de este punto, mejora la segunda parte. "Relato contra el olvido del sueño" es un excelente poema. Cuando el poeta se olvida del discurso didáctico-impositorio, vuelve la poesía. Otro buen poema es "Todos los enunciados generales son falsos", lo cual, por cierto, es un enunciado general, y además recuerda las sentencias con las que a veces suele terminar los poemas. "Diagonal de Juan Gris" es otro buen poema que sería mejor si de nuevo el poeta, que parece no tener más recursos técnicos en su prosa, no abusara de la anáfora. Y acaba la segunda parte con dos magníficos poemas, lejos de lo panfletario. Ahí, en el detalle querido Jorge, sacas la gran poesía. En "ese juego sutilísimo entre el tiempo y la eternidad que se establece en todos los jardines con surtidor".
La tercera parte se titula "Carne y palabras". En el café del primer poema deben escucharse conversaciones distintas a las del resto de cafés del mundo. Pero nos encantaría ir y descubrir a esos seres humanos bisnietos del hombre natural de Rousseau. En "Ensoñación del carterista" nos imaginamos que habla el sujeto poético porque el sintagma "las inconscientes provocadoras" suena muy muy mal. En su "Propuesta civilizadora" apostamos a que ellas salgan a cazar y luego coman fruta. También los vegetales son seres vivos, ¿no?.
En "Segunda derivada", otra vez las mujeres. ¿Cómo se distinguen las mujeres "mal amadas"?. Brillante en el final del poema pero inquietante en el discurso. "El kilo y medio de lo imprevisible" nos suena a las columnas de domingo de contraportada del diario El País, y no lo decimos con malas intenciones. Prosa a partir de un hecho real llevado al terreno del sentimiento. Tercera mención a las mujeres esta vez como "enigmáticas criaturas", que luego completará con su incapacidad para "tener infantes en brazos". Definitivamente, nos separa una generación. O dos.
Quizás el peor poema del libro, una pena por a quién va dedicado, sea "Nihilismo y baile flamenco", que nos suena vagamente a Lorca, pero como una versión no muy acertada. Más adelante, en "Voluntarismo vegetal" es curioso que la propia conclusión sea voluntariosa.
Volvemos a encontrar poesía "En Ronda", que muestra como un poco de oscuridad y de desprogramación ayudan enormemente al poeta, y sobre todo en "Don del extranjero", quizás el mejor poema del libro y por el que vale la pena la inversión de 12 euros. Extraordinario poema, con el mejor poeta, muestra del dominio del lenguaje y de su capacidad de elevación lírica. Igualmente ocurre con "Blanca vela sin nave", donde Jorge demuestra su habilidad para la elección de adjetivos. Casi un capítulo aparte merece "También por donde nadie anduvo..." en donde el poeta saca un tema nada original, no aporta nada y en otra nota de pie de página inquietante parece decir que en Rumanía estaban antes mejor. Mejor haber titulado aquel libro de ensayo "Desandar lo desandado". "Precisamente porque no hay respuestas", ¿por qué no dejar de darlas?. Termina la tercera parte con dos poemas del infrecuente término medio de este poemario.
Y finaliza el poemario con un poema final en el que fallan metáforas y ritmo combinado con un tono medio bueno.
En definitiva, encontramos en este libro las mismas virtudes y los mismos defectos que han acompañado a este poeta durante años. Por una parte, tiene brotes de talento brillantes en unos poemas, en donde se muestra hasta donde podría llegar. Por otra parte, el esfuerzo por colocarnos eslóganes y vender ideología ya vendida, la falta de ritmo poético y un exceso de narratividad, pretensiones y prosaísmo contrarrestan parte de los méritos que el talento de este poeta muestra. Además, el número de poemas brillantes es claramente inferior al de poemas "menos buenos". En resumen, algunos poemas extraordinarios pero sobra prosa, sobra el referente moral del que todo lo sabe y sobre todos ejerce su didáctica, sobran páginas y falta poesía en muchos poemas. Si el poemario tuviera 50 páginas menos sería el mejor libro de 2007 sin discusión.
A destacar también el hecho de que sea el primer libro de poesía que Jorge publica en Tusquets después de llevar años cambiando de editorial en cada libro. Parece que el poeta se estaría preparando para el logro del nacional de poesía. Los dedicados del libro podrían ayudar.
Valoración del libro "Conversaciones entre alquimistas": 6,9 /10
sábado, 2 de junio de 2007
Contracrítica de El Cultural última semana de mayo
Tres críticas de poesía esta semana. Muy buenas noticias para empezar, aunque la presencia sempiterna de Hiperión y Visor cansa un poco y habría que seleccionar mejor los títulos de estas dos editoriales imprescindibles pero que publican también libros prescindibles.
Por el lado positivo, las tres críticas tienen una nota muy alta en cuanto a la objetividad del crítico. Ojalá continúe esta tendencia.
Comenzamos con el libro Tierras Altas, de Fermín Herrero, que publica Hiperión. La crítica la realiza Túa Blesa.
Salvo que alguién tenga otra información, no vemos ningún conflicto de intereses de Tua Blesa con esta editorial.
Valoración de la independencia del crítico en este caso: 9/10
Fermín Herrero ya fue XII premio Hiperión en 1996 y en 1999 obtuvo de nuevo, cómo no, otro premio de la misma editorial, en este caso el Ciudad de Córdoba. Fermín es un buen poeta aunque su excesivo interés por el mundo rural hace que sus libros tengan un interés limitado para cierto tipo de público. En cualquier caso, es un poeta de versos cálidos, con buenas imágenes. Interesante, a su aire, independiente, un poeta que vale la pena leer.
Valoración del libro Tierras Altas: 6,75/10
Túa Blesa nos presenta una nueva crítica, demasiado resumida, en este caso de Visor. La poeta es Josefa Parra, que ganó el Loewe para jóvenes en 1995, y que presenta La Hora Azul.
Túa apenas ha tenido, en nuestra opinión, contacto con Visor, a parte de su excelente introducción a la obra completa de Leopoldo María Panero.
Valoración de la independencia del crítico en este caso: 8/10
Con la poesía de Josefa nos da la sensación de que todos sus versos ya los hemos leído antes. Su poética es correcta pero no hay sorpresas ni versos que nos cautiven. Todo parece ya escrito antes. Y no es que, por supuesto, acusemos a la autora de esa palabra maldita llamada plagio. Rotundamente no. Pero si nos parece que la falta de originalidad y de voz propia de la poeta restan interés a su obra.
Valoración del libro La Hora Azul: 5/10
Finalmente, Antonio Colinas hace la crítica del famoso libro de Philip Larkin, Las Bodas de Pentecostés. Edita Lumen. Salvo un libro escrito hace más de 30 años en Lumen, no vemos conflicto de intereses.
Valoración de la independencia del crítico: 8/10
La crítica de Antonio Colinas lo dice todo y lo dice muy bien. Así que no tenemos mucho más que añadir salvo poner un enlace para que los lectores puedan leerla por si mismos y disfrutar de lo que es una buena crítica.
http://www.elcultural.es/HTML/20070531/LETRAS/LETRAS20639.asp
Valoración del libro Las Bodas de Pentecostés: 7/10
Por el lado positivo, las tres críticas tienen una nota muy alta en cuanto a la objetividad del crítico. Ojalá continúe esta tendencia.
Comenzamos con el libro Tierras Altas, de Fermín Herrero, que publica Hiperión. La crítica la realiza Túa Blesa.
Salvo que alguién tenga otra información, no vemos ningún conflicto de intereses de Tua Blesa con esta editorial.
Valoración de la independencia del crítico en este caso: 9/10
Fermín Herrero ya fue XII premio Hiperión en 1996 y en 1999 obtuvo de nuevo, cómo no, otro premio de la misma editorial, en este caso el Ciudad de Córdoba. Fermín es un buen poeta aunque su excesivo interés por el mundo rural hace que sus libros tengan un interés limitado para cierto tipo de público. En cualquier caso, es un poeta de versos cálidos, con buenas imágenes. Interesante, a su aire, independiente, un poeta que vale la pena leer.
Valoración del libro Tierras Altas: 6,75/10
Túa Blesa nos presenta una nueva crítica, demasiado resumida, en este caso de Visor. La poeta es Josefa Parra, que ganó el Loewe para jóvenes en 1995, y que presenta La Hora Azul.
Túa apenas ha tenido, en nuestra opinión, contacto con Visor, a parte de su excelente introducción a la obra completa de Leopoldo María Panero.
Valoración de la independencia del crítico en este caso: 8/10
Con la poesía de Josefa nos da la sensación de que todos sus versos ya los hemos leído antes. Su poética es correcta pero no hay sorpresas ni versos que nos cautiven. Todo parece ya escrito antes. Y no es que, por supuesto, acusemos a la autora de esa palabra maldita llamada plagio. Rotundamente no. Pero si nos parece que la falta de originalidad y de voz propia de la poeta restan interés a su obra.
Valoración del libro La Hora Azul: 5/10
Finalmente, Antonio Colinas hace la crítica del famoso libro de Philip Larkin, Las Bodas de Pentecostés. Edita Lumen. Salvo un libro escrito hace más de 30 años en Lumen, no vemos conflicto de intereses.
Valoración de la independencia del crítico: 8/10
La crítica de Antonio Colinas lo dice todo y lo dice muy bien. Así que no tenemos mucho más que añadir salvo poner un enlace para que los lectores puedan leerla por si mismos y disfrutar de lo que es una buena crítica.
http://www.elcultural.es/HTML/20070531/LETRAS/LETRAS20639.asp
Valoración del libro Las Bodas de Pentecostés: 7/10
Contracrítica de Babelia poesía ultima semana de mayo
Babelia sólo realiza una crítica esta semana y es al libro ganador del Premio Loewe, Eros es mas, de Juan Antonio González Iglesias.
Los miembros del jurado eran: Carlos Bousoño, María Victoria Atencia, Francisco Brines, José Manuel Caballero Bonald, Víctor García de la Concha, Jaime Siles, Luis Antonio de Villena, Guillermo Carnero, Jesús (Chus) García Sánchez.
Todos los miembros del jurado, con la excepción de Victor García de la Concha y Bousoño (que no sabemos si por su avanzada edad asiste al jurado en su toma de decisiones o es un cargo honorífico como así reza en la nota de prensa), han publicado previamente con Chus Visor. Algunos de ellos, además, han sido premiados por Visor. Jaime Siles y Guillermo Carnero ganaron el premio Loewe anteriormente y Jaime Siles ganó también el Generación del 27 también para Visor. Luis Antonio de Villena ha ganado con Visor el Premio Ciudad de Melilla y también el Generación del 27.
A nuestro juicio, históricamente, el premio Loewe es para la poesía lo que el premio Planeta para la novela.
A lo anterior añadimos que el premiado este año, como suele ser habitual, es un poeta de la casa Visor, que ha publicado dos libros para Visor y que, también había sido galardonado con el premio Generación del 27 que publica Visor.
Por tanto, como la pasada semana comentamos de los premios Hiperión, estamos hablando de nuevo de un jurado compuesto casi en su totalidad por personas con una fuerte vinculación con Chus Visor, que han publicado e incluso han sido premiados por esta editorial y editor, y de un premiado que, de nuevo como en el caso de Hiperión, forma parte de la cantera de Visor y el premio viene a "enriquecer" el curriculum de un autor de la casa con nuevos premios de la casa.
En vista de todo lo anterior:
Valoración de la independencia teórica del XIX premio Loewe: 3/10
Respecto al libro, reconocemos que estamos en franca minoría. Tanto Ainhoa Saenz en El Cultural como Antonio Ortega en Babelia, dos buenos críticos ambos, hacen críticas bastante favorables a este libro, en especial la de Ainhoa, que nos sorprende por lo entusiasta.
Ignoramos, de verdad y de corazón, si dentro del entusiasmo tiene algo que ver el hecho de que Ainhoa es doctora por Universidad Pontificia de Salamanca mientras que Juan Antonio González Iglesias es profesor de la Universidad de Salamanca (la pública, no la pontificia). Desconocemos si existe una relación profesional entre ambos doctores, que ayude a que la crítica de Ainhoa sea tan positiva y entusiasta. En principio ambos están especializados en campos distintos de la filología, ella en hebrea, él en latina, por lo que no vemos relación.
http://www.elcultural.es/HTML/20070322/Letras/LETRAS20062.asp
Pero la nuestra es la valoración de la crítica de Antonio Ortega en Babelia, que creemos que reune los suficientes requisitos para ser objetiva:
Valoración de objetividad del crítico en este caso: 9/10
http://www.elpais.com/articulo/narrativa/amor/mesura/elpepuculbab/20070602elpbabnar_12/Tes
Respecto al libro de Juan Antonio, como ya hemos anticipado, estamos en minoría en este caso. Desde luego nuestra opinión está muy lejos de la hiperbólica de Ainhoa en este caso, y algo menos lejos de la opinión de Antonio Ortega. La poesía de Juan Antonio bebe claramente de sus profundos conocimientos de literatura clásica, de aquella excelente traducción que realizó de Ovidio para Cátedra, y lleva esa tradición a un mundo muy personal, ascético, con un verbo limpio, reflexivo y clásico. Tiene talento y dominio del lenguaje Juan Antonio, pero el corsé clasicista le sigue pesando en demasía y le falta una apuesta más innovadora y transgresora a su poesía. Es una poesía a la que le falta audacia y, lo que es peor, en algunos momentos, resulta aburrida.
De como Juan Antonio resuelva ese conflicto interior que subyace en sus poemas y como definitivamente dé un paso adelante en su poética y elimine cierto lastre clásico, dependerá de si realmente su poesía alcanza una mayor altura. El estar tan profundamente ligado a Visor, a sus premios y demás puede resultarle de provecho en estos momentos pero dudamos que a largo plazo sea positivo para el poeta.
Valoración del libro: 6,75/10
Los miembros del jurado eran: Carlos Bousoño, María Victoria Atencia, Francisco Brines, José Manuel Caballero Bonald, Víctor García de la Concha, Jaime Siles, Luis Antonio de Villena, Guillermo Carnero, Jesús (Chus) García Sánchez.
Todos los miembros del jurado, con la excepción de Victor García de la Concha y Bousoño (que no sabemos si por su avanzada edad asiste al jurado en su toma de decisiones o es un cargo honorífico como así reza en la nota de prensa), han publicado previamente con Chus Visor. Algunos de ellos, además, han sido premiados por Visor. Jaime Siles y Guillermo Carnero ganaron el premio Loewe anteriormente y Jaime Siles ganó también el Generación del 27 también para Visor. Luis Antonio de Villena ha ganado con Visor el Premio Ciudad de Melilla y también el Generación del 27.
A nuestro juicio, históricamente, el premio Loewe es para la poesía lo que el premio Planeta para la novela.
A lo anterior añadimos que el premiado este año, como suele ser habitual, es un poeta de la casa Visor, que ha publicado dos libros para Visor y que, también había sido galardonado con el premio Generación del 27 que publica Visor.
Por tanto, como la pasada semana comentamos de los premios Hiperión, estamos hablando de nuevo de un jurado compuesto casi en su totalidad por personas con una fuerte vinculación con Chus Visor, que han publicado e incluso han sido premiados por esta editorial y editor, y de un premiado que, de nuevo como en el caso de Hiperión, forma parte de la cantera de Visor y el premio viene a "enriquecer" el curriculum de un autor de la casa con nuevos premios de la casa.
En vista de todo lo anterior:
Valoración de la independencia teórica del XIX premio Loewe: 3/10
Respecto al libro, reconocemos que estamos en franca minoría. Tanto Ainhoa Saenz en El Cultural como Antonio Ortega en Babelia, dos buenos críticos ambos, hacen críticas bastante favorables a este libro, en especial la de Ainhoa, que nos sorprende por lo entusiasta.
Ignoramos, de verdad y de corazón, si dentro del entusiasmo tiene algo que ver el hecho de que Ainhoa es doctora por Universidad Pontificia de Salamanca mientras que Juan Antonio González Iglesias es profesor de la Universidad de Salamanca (la pública, no la pontificia). Desconocemos si existe una relación profesional entre ambos doctores, que ayude a que la crítica de Ainhoa sea tan positiva y entusiasta. En principio ambos están especializados en campos distintos de la filología, ella en hebrea, él en latina, por lo que no vemos relación.
http://www.elcultural.es/HTML/20070322/Letras/LETRAS20062.asp
Pero la nuestra es la valoración de la crítica de Antonio Ortega en Babelia, que creemos que reune los suficientes requisitos para ser objetiva:
Valoración de objetividad del crítico en este caso: 9/10
http://www.elpais.com/articulo/narrativa/amor/mesura/elpepuculbab/20070602elpbabnar_12/Tes
Respecto al libro de Juan Antonio, como ya hemos anticipado, estamos en minoría en este caso. Desde luego nuestra opinión está muy lejos de la hiperbólica de Ainhoa en este caso, y algo menos lejos de la opinión de Antonio Ortega. La poesía de Juan Antonio bebe claramente de sus profundos conocimientos de literatura clásica, de aquella excelente traducción que realizó de Ovidio para Cátedra, y lleva esa tradición a un mundo muy personal, ascético, con un verbo limpio, reflexivo y clásico. Tiene talento y dominio del lenguaje Juan Antonio, pero el corsé clasicista le sigue pesando en demasía y le falta una apuesta más innovadora y transgresora a su poesía. Es una poesía a la que le falta audacia y, lo que es peor, en algunos momentos, resulta aburrida.
De como Juan Antonio resuelva ese conflicto interior que subyace en sus poemas y como definitivamente dé un paso adelante en su poética y elimine cierto lastre clásico, dependerá de si realmente su poesía alcanza una mayor altura. El estar tan profundamente ligado a Visor, a sus premios y demás puede resultarle de provecho en estos momentos pero dudamos que a largo plazo sea positivo para el poeta.
Valoración del libro: 6,75/10
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