Category:People associated with the Chaco War

Category:People of the Chaco War 

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Mayor de Artillería Sinforiano Rodríguez. 10 de noviembre de 1.932.Muete heroica del Mayor Sinforiano Rodríguez. Oriundo de Carapeguá. Revistaba en el R.I.3 Corrales comandando el tercer batallón. Militar de carrera, egresado de la institución castrense durante la gestión del Coronel Manlio Schenoni. Tuvo una destacada actuación durante la batalla de Boquerón, al participar del cerco al fortín y detener a las fuerzas bolivianas comandadas por el Tte. Coronel Peñaranda quienes pretendían ingresar al fortín a fin de llevar refuerzos, víveres y armamento. Luego participó en la toma de los fortines bolivianos Yucra y Arce. Leyendo al Mayor SR. Lorenzo Medina en “Algunas batallas memorables de la Guerra del Chaco” se refiere a al Capitán Sinforiano Rodríguez diciendo “La batalla del 10 de noviembre de 1932 en los campos de Saavedra, también denominada Km. 7, fue cruenta. Se produjeron enconados encuentros bayoneta en mano, cuerpo a cuerpo, en que se disputaba palmo a palmo el terreno a punta de bayoneta y a culatazos. Las bajas fueron cuantiosas, de ambas partes. El capitán Sinforiano Rodríguez del Regimiento de Infantería Corrales cayó en su puesto de combate con valentía y haciendo honor a su querido regimiento. Dos días antes, en un encuentro de oficiales en el PC de Alihuatá se hablaba de la situación del Regimiento Corrales que se había adelantado demasiado detrás de los bolivianos. La sugerencia era seguirlos para protegerlos en caso de ser necesario. El mayor Paulino Antola recibió la orden de relevar al R.I. Corrales que pasaría a descanso y reemplazarlos. Se dispuso el desplazamiento del Regimiento 2 de Mayo por caminos que estaban encharcados por la lluvia del día anterior. La marcha fue continuada y cuando alguien se caía avisaba con un silbido imitando al apere’a. Al día siguiente se encontraron con el Tte. Amancio Pampliega que se había adelantado para apoyar al Corrales con dos piezas de artillería. Se escuchaba en la lejanía el tableteo de ametralladoras y explosiones de granadas. El 9 de noviembre amaneció con sol radiante. Al día siguiente el 2 de Mayo y el Corrales habrían de protagonizar una hazaña estupenda desbaratando el plan enemigo a punta de bayonetas. Los bolivianos estaban atrincherados en la orilla del monte y en las copas de los árboles tenían armas automáticas con tiros de alta precisión abarcando todo el campo. Las tropas del Corrales estaban en el cañadón pelado, en pequeñas zanjas bajo el sol calcinante y expuestas a los tiros a mansalva. No tenían comida, agua ni asistencia médica. Con la luz del día era imposible cumplir la orden de rescatarlos. Por la orden recibida el capitán Alcibiades Irrazabal del III batallón debía relevar al capitán Sinforiano Rodríguez bajo el amparo de la noche. El mayor Torreani Viera en el PC muy cercano a la línea enemiga, le dijo al Mayor Medina. “Ko’ape tuicha jajeroky tahjina”. Antes de llegar a las posiciones del capitán Rodríguez, el capitán Irrazabal comandante de batallón tuvo que ser evacuado por heridas. Con un baqueano a las tres de la madrugada comenzó la evacuación y el relevo hombre por hombre bajo intenso fuego de hostigamiento. Empezaba a clarear el día 10 cuando la artillería enemiga comenzó el bombardeo intenso. A esto se sumaron dos aviones. Uno de ellos evolucionó sobre la isleta donde se encontraba Sinforiano Rodríguez y a donde ya había llegado el mayor Paulino Antola. En la sección morteros estaba el Tte. Joel Estigarribia. Cuando apareció la infantería boliviana y se produjo una lucha encarnizada. El alto mando boliviano decidió atacar con 3500 hombres creyendo que el Regimiento Corrales estaba solo y desguarnecido. No contaba con que el 2 de Mayo ya se encontraba entre ellos. Lamentablemente el capitán Sinforiano Rodríguez no pudo ser relevado a tiempo. Se quedó a presentar una heroica batalla, cayendo en combate cuerpo a cuerpo, bayoneta en mano de un tiro en la cabeza. Como anécdota se cuenta que sus compañeros alabando su valentía le decían que solo podrían matarlo si le daban un tiro en la cabeza, pues la tenía un poco grande de ahí su apelativo de ¨Cabezón¨. El destino asi quiso que se cumpliera esa premonición segando la vida de un valeroso soldado paraguayo que defendió con su vida nuestro chaco boreal. En el año 2000 todavía era factible encontrar en el lugar donde se produjo esta batalla, en Saavedra, también denominada Km. 7, hoy conocida como Avalos Sánchez, las latas de kerosén que eran usadas para acumular agua. Alguna que otra bala de metralla y machetes herrumbrados. Lo que era un campo pelado estaba cubierto de árboles y maleza típica del Chaco verdeante en el cañadón cubierto del agua de las lluvias. Una calle de Asunción lleva el nombre del mayor Sinforiano Rodríguez por Ordenanza 6117 del año 1967. Era capitán cuando murió en Saavedra mereciendo un ascenso póstumo. La arteria que honra su nombre es paralela al Este de la avenida José Félix Bogado, al Norte de la avenida General Santos. Arranca desde la calle Centenario y se extiende hasta la calle Madrinas de la Guerra del Chaco. Es paralela al Oeste a la calle Tte. René Brugada, en el barrio San Vicente. En su ciudad natal, Carapeguá, también recibió un homenaje, teniendo una de las arterias principales su nombre. Casado con Doña Clefira Antonia Doldan Vera, tuvo dos hijos, la Dra. Carmen Nínive Rodríguez y el Doctor Sinforiano Tiberio Rodríguez, ambos destacados profesionales paraguayos.