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13 abril 2010

Mendelssohn, Sinfonía "Escocesa"


En 1829, cuando contaba veinte años de edad, Félix Mendelssohn llevó a cabo un largo viaje por Escocia. Las cartas que, con tal motivo, escribió muestran claramente la honda impresión que en su espíritu produjeron las bellezas del paisaje y del ambiente de aquellos lugares, tan pródigos en historia. Las sensaciones de Mendelssohn quedaron reflejadas en dos de sus obras: La Sinfonía Escocesa, en la menor (opus 56) y la Obertura Las Hébridas, también conocida con el nombre de La Gruta de Fingal.
A propósito de este viaje, Mendelssohn escribió desde Edinburgo, con fecha 30 de julio de 1829:

"Hoy, a la hora del crepúsculo, enderezamos nuestros pasos al Palacio en el que vivió y amó la reina María. Hay en él un pequeño recinto al que lleva una escalera de caracol, la misma que subieron antaño los asesinos de Rizzio, a quien tras encontrarlo escondido en su interior, lo arrastraron a lo largo de tres habitaciones continuas, dándole muerte en un rincón sombrío. La capilla paredaña carece hoy de techumbre; la hierba y la hiedra crecen copiosas en su interior. Ante su altar, hoy destrozado, María fue coronada reina de Escocia. Todo en torno son ruinas, todo está marchito, bajo la bóveda derruida a través de cuyos destrozos puede verse un trozo de cielo brillante y sereno. Creo haber encontrado hoy en esta vetusta capilla el arranque de mi sinfonía escocesa...".
María Estuardo, reina de Escocia y de Francia. Rival de su prima Isabel I para ocupar el trono de Inglaterra, estuvo prisionera en la famosa Torre de Londres y más tarde fue decapitada, acusada de alta traición.

Esta visita al palacio real de Holyrood, medio en ruinas, cuyo recuerdo está ligado a la coronación de María Estuardo como reina de los escoceses, constituyó el impulso decisivo para que Mendelssohn compusiera la Sinfonía Escocesa. En ella invirtió -el trabajo se prolongó durante casi trece años- un espacio de tiempo excepcionalmente dilatado, si se tiene en cuenta la fácil inspiración que tenía Mendelssohn.

Comenzada en el invierno de 1830-31, la concluiría en 1842 y estrenada el 3 de marzo de dicho año en la Gewandhaus de Leipzig, bajo la batuta de su autor. El éxito alcanzado fue tan lisonjero que no tardaría en ser representada en Londres ante un público entusiasta. El hecho de haber sido dedicada por el propio compositor a la reina Victoria de Gran Bretaña e Irlanda, muestra muy a las claras el favor general del que gozaba Mendelssohn en Inglaterra, donde se dio en llamársele "el segundo Haendel".

Aunque desde el punto de vista musical su valor intrínseco sea inferior al de la Sinfonía Italiana, es ésta una de las obras más características y personales de toda la producción de Mendelssohn. Tal vez quepa reprochar a la Escocesa cierta monotonía, pero tampoco sería justo regatearle su perfección formal y el fondo subyugador de su melodía. Música descriptiva -el espíritu escocés y su ambiente están recogidas en ella, como rodeados de una bruma poética e impalpable- esta Sinfonía preludia lo que, andando el tiempo, será el poema sinfónico.
Vista panorámica del castillo de Holyrood. Al fondo a la izquierda se ve la capilla en ruinas. El histórico edificio guarda en sus muros misterios y leyendas.

Suave, refinada y lírica, se abre con un brillante y melancólico andante con moto, al que sigue, en forma de sonata, un allegro un poco agitato, en cuyos últimos acordes aparece de nuevo la frase del andante inicial. Seguidamente, y también en forma de sonata, estalla el vivace non troppo, evocador del mundo de los gnomos y trasgos, tan caro al estro poético de Mendelssohn. Auténtica romanza onírica sin palabras es el bellísimo adagio del tercer tiempo, que antecede al al allegro vivacísimo igualmente en forma de sonata y que da paso, a su vez, al solemne allegro maestoso assai, con el que se pone punto final a la Sinfonía.

Pese a figurar como la Sinfonía nº 3, es posterior cronológicamente, a la nº 4 Italiana.

Félix Mendelssohn. Sinfonía nº 3 "Escocesa".

20 marzo 2010

Canción de Primavera



Blanco está el árbol que asiento
te da glacial a sus pies,
y escuchas gemir el viento,
y en el cielo ceniciento
pardas nubes pasar ves.

Todo está yerto y helado;
monte y valle, selva y prado;
y con mortal desazón,
ves al invierno albergado
en tu propio corazón.

De pronto, el ramaje mueve
sobre ti el árbol, llueve
ráfagas alabastrinas,
y tú, que son imaginas
copos de escarcha y de nieve.

Pero, a los pocos instantes,
ves con risueños asombros,
que son pétalos fragantes
los que dispersos y errantes
cayeron sobre tus hombros.

¡Oh prodigio halagador!
Diciembre truécase en Mayo,
la nieve cámbiase en flor,
y tu corazón a un rayo
se abre otra vez, del amor

Reverdece la pradera
al soplo de blanda brisa,
y el sol en la azul esfera
dice, con dulce sonrisa:
-«¡Bienvenida, oh Primavera!»

Heinrich Heine, Nueva Primavera (1831)


Félix Mendelssohn, Canción de Primavera

(Lieder ohne Worte, opus 62, nº 6)


10 julio 2009

El Sueño de una Noche de Verano


William Shakespeare escribió alrededor del año 1595, apartándose del estilo dramático de sus conocidas obras, una deliciosa comedia romántica que tituló "El Sueño de una Noche de Verano" (A Midsummer Nigth's) considerada como uno de los grandes clásicos de la literatura teatral mundial.
Se desconoce con exactitud cuando fue escrita y representada por primera vez, aunque por algunas referencias indirectas se supone que fue entre 1594 y 1596 quizá con motivo de una boda aristocrática, la de Sir Thomas Berkeley y Elizabeth Carey o también para una celebación de la Reina.
Al parecer Shakespeare se inspiró en un relato del libro "The Canterbury tales" (Cuentos de Canterbury) de Geoffrey Chaucer, aunque también pudo hallar referencias en obras de autores griegos clásicos como Ovidio y Apuleyo, y narra las aventuras de cuatro jóvenes amantes atenienses durante una noche de estío en un bosque iluminado por la luz de la luna y el divertido enredo que se produce entre ellos y numerosos personajes mitológicos que lo habitan y aparecen por allí.

Oberón, Titania y los duendes del bosque

La acción se desarrolla en la Grecia de la antigüedad y el argumento gira entorno a la próxima boda de Teseo, duque de Atenas, con Hippolyta la Reina de las Amazonas. Al mismo tiempo, Egeo quiere casar a su hija Hermia con Demetrio, a lo cual ella se niega porqué esta enamorada de otro joven: Lysandro. Según una antigua ley ateniense si no obedece a su padre deberá morir, pero Teseo le ofrece la solución de consagrarse a la diosa Diana como sacerdotisa. Al anochecer Hermia y Lysandro huyen hacia el bosque, pero antes Hermia confía su secreto a su amiga Helena que está enamorada de Demetrio sin ser correspondida. Helena no puede evitar contar lo que sabe a Demetrio y ambos también marchan hacia el bosque.

Es una hermosa noche de verano, en el aire flotan mezclados los delicados aromas de arbustos y flores, se escucha el suave murmullo de un arroyo y la luna ilumina con su luz misteriosa el bosque.
El rey de las hadas Oberón y su esposa la reina Titania llegan con su séquito de duendes y hadas comenzando una discusión pues Titania no quiere entregar a su "niño cambiado" (niño humano recién nacido que las hadas o trolls cambiaban por uno propio) por otro que le ofrece su esposo.



El travieso Puck en un cuadro de Joshua Reynolds

Contrariado, Oberón pide a su fiel servidor el duende "Puck" que busque el jugo mágico de una flor, el cual rociado sobre los párpados de quien está dormido le hace enamorarse locamente del primer ser que ve al despertar.
La presencia de las dos parejas que se han refugiado en el bosque es observada por los seres mágicos. Demetrio rechaza a Helena y cuando Puck aparece con la flor Oberón le pide que también rocíe los ojos de áquel, mientras él lo hace con Titania. Pero Puck se equivoca y moja a Lisandro quien al despertar ve a Helena y va tras ella enamorado, mientras Demetrio persigue a Hermia y ésta a Lisando. Entonces son los dos hombres que se disputan a Helena y se retan a un duelo.
Llegan al bosque un grupo de seis personajes para ensayar una representación sobre Pyramus y Thisbe, que se prepara para la próxima boda. Cuña, el carpintero (que interpreta al Prólogo), Ensamble, el ebanista (el León), Canilla, el tejedor (Píramo), Flauta, apañador de fuelles (Tisbi), Gazuza, el sastre (el claro de luna) y Soplete, el caldedero ((la pared).

De nuevo Puck comete una travesura y convierte la cabeza de Canilla, el tejedor, en la de un asno. Los demás huyen aterrados y cuando fatigado se pone a descansar, lo hace cerca de donde está Titania quien al despertar se enamora de él y le prodiga todas sus atenciones.
Finalmente, después de una noche muy agitada para todos, Oberón restablece el orden y la normalidad, con excepción de Demetrio a quien deja enamorado de Helena, para que Lisandro y Hermia puedan gozar tranquilos de su amor.
Al amanecer desaparecen Oberón, Titania, las hadas y los duendes y llega al bosque una partida de caza presidida por Teseo e Hipolita. Encuentran a las dos parejas de felices enamorados y por este motivo Teseo decide invalidar las demandas de Egeo y ordena que se celebren las tres bodas a un tiempo. Todos los protagonistas de la historia convienen que cuanto ha sucedido horas antes ha sido un sueño, el mágico sueño de una noche de verano.


Felix Mendelssohn (de quién este año se cumple el doscientos aniversario de su nacimiento), compuso cuando tenía tan sólo diecisiete años, una Obertura para esta obra de Shakespeare, después de haber leído su traducción al alemán.
Considerada una de las obras más perfectas compuesta por un músico a esa edad, refleja el pleno romanticismo de la época mezclado con elementos clásicos y efectos instrumentales realistas.
Se abre con cuatro de los acordes más evocadores de la música, Heinrich Eduard Jacob, en su biografía del compositor, dijo que Mendelssohn había tomado notas después de oir la suave brisa del atardecer en el jardín familiar. Luego, a través de distintos temas, la composición va describiendo los personajes y situaciones de la obra de Shakespeare.

Se estrenó al año siguiente, el 20 de febrero de 1827, en un concierto dirigido por Carl Loewe que tuvo lugar en Stettin (ahora Szczecin, Polonia). Mendelssohn viajó 80 millas a través de una tempestad de nieve para asistir a su primera aparición pública, donde además él y Loewe actuaron como solistas en el concierto para dos pianos de Weber.
En 1842, dieciseis años más tarde, Mendelssohn era el director del King's Academy of the Arts, y de la Leipzig Gewandhaus Orchestra. En octubre del año anterior se había representado con éxito su obra Sophocles Antigone en el New Palace de Postdam y complacido por esta obra, el rey Federico Guillermo IV de Prusia le encargó música para acompañar la obra de Shakespeare. Mendelssohn añadió entonces más piezas a su Obertura: el delicioso scherzo, el intermezzo, el romántico nocturno y la famosísima "marcha nupcial", así como varios números cantados por voces femeninas. Se estrenó el 14 de octubre de 1843 en Postdam y se acostumbra a tocar en concierto sus números musicales, aunque merece escucharse toda la obra por su belleza e inspiración.
En 1964 el famoso coreógrafo inglés Sir Frededick Ashton, creó un hermoso ballet con la música de Mendelssohn, tiulado The Dream (El Sueño) que estrenaron los bailarines del Royal Ballet de Londres, Antoinette Sibley y Anthony Dowell.


A continuación podemos escuchar la Obertura y otros fragmentos de "El Sueño de una Noche de Verano"