Amigos hoy el relato es pura ficción y va con la propuesta de nos ha hecho llegar Gustab, en ella nos da libertad para hacer un relato donde los que le seguimos y sabemos de sus entradas, le vamos conociendo a través de ellas. La premisa para esta convocatoria libre absolutamente es que él sea personaje del tema.
Una noche reveladora
Transcurría una noche de guardia un tanto tranquila cuando me llamaron a mi despacho de urología que bajara que había una urgencia, colgué el interfono y baje al instante.
Al entrar al Box, vi un hombre maduro bien formado con terribles quejidos, sus manos tapaban sus partes más blandas y enseguida me di cuenta de la lesión que el paciente tenía.
Antes de mirar la parte dañada, le dije a la enfermera que cogiera una vía y le administrara un calmante, pues aún le esperaba pasar un mal trago.
Durante la revisión no me había fijado bien en él, y al mirarle a los ojos me tembló todo el cuerpo, él no sabía quien era yo, pero yo sí.( iba con pijama verde y mascarilla)
Le hice una serie de preguntas y me confirmó lo que me temía, se había facturado el pene mientras mantenía relaciones sexuales.
Le aconseje que lo mejor era pasar por quirófano pues estas fracturas si se operan antes de las 48 horas los resultados son satisfactorios.
El hombre seguía un poco en estado de shock, cuando nos quedamos solos en la habitación con un rubor en sus mejillas me pregunto:
_ Doctora me traerá consecuencias irreparables.
Le contesté que no, qué no se preocupara que su virilidad estaba a salvo, la lesión no era de las más graves quedaría bien después de una recuperación de al menos un mes de abstinencia sexual.
Tres meses después...
Cogí el teléfono y marqué un largo número, allí estaba él con su voz varonil respondiendo con su seducción acostumbrada.
_ Hola Gustab, estás disponible para este fin de semana, tengo libre y me gustaría contratar tus servicios todo el fin de semana.
Él nunca conocía los nombres reales ni nada de sus clientas, únicamente un número identificador y este correspondía a una dama que le gustaba, era elegante y a la vez salvaje algo que dominaba a la perfección, dudo unos segundos si estaría a la altura de sus exigencias, tan solo había transcurrido tres meses de su operación del pene, y aunque ya había mantenido encuentros sexuales esta mujer era muy exigente pues los anteriores servicios, casi le costaba llegar a complacerla a un cien por cien, pero lograba llevarla al extremo hasta conseguir un Squirting donde empapaba las sabanas de satén.
_ Un segundo, miró su agenda.
Si, este fin de semana lo tengo libre desde el viernes hasta el domingo, ¿dónde te recojo?...
Yo siempre iba con peluca y grandes gafas de sol, mi vestimenta era lujosa y procuraba hablar lo menas posible siempre utilizaba el acento francés que heredé de mi madre y los años que estudie en Francia. Él no me reconoció, estaba más moreno y su cuerpo había recuperado la gran forma que recordaba.
Todo era de ensueño sabía como tratar a una mujer, agradable, simpático y con una conversación que no te llegaba a cansar, lo justo para entrar en preliminares que todo pareciera una relación de dos amantes enamorados, nada más lejos, sabíamos que era sexo comprado, pero no te lo hacía sentir, era el amante perfecto.
Después de una copa de champán, puso música y me pidió que bailáramos era la primera vez que comenzábamos nuestro cortejo con un baile, sus movimientos eran suaves y el tacto de sus manos delicioso, me fue desabrochando el vestido poco a poco sin apenas darme cuenta, hasta que cayó al suelo, me quedé en ropa interior.
Sus labios rozaban mi cuello mientras sus yemas de los dedos recorrían mis piernas hasta dejarlas en el glúteo y hacer espirales con ellas.
Le dejé hacer, mientras que mis pasos de baile iban a su compás, se deshizo de mi sujetador, mis pechos ahora rozaban su camisa, aún él estaba con su ropa, lo único que se había quitado eran los zapatos, por un segundo se quedó parado frente a mí, bajo su cabeza y con su lengua lamió mi pezón, este estaba en pleno pie de guerra erecto y duro, con un tacto exquisito fue al otro y le mordió con sus dientes sin llegar hacerme gritar de dolor, pero si de un placer que ya estaba sintiendo dentro de mi cuerpo.
En un instinto de deseo le cogí de la cabeza y le arrodillé dejando su boca en mis labios vaginales, sin quitar las bragas beso por encima del encaje notaba como mi clítoris daba espasmos, mi voz solo dijo "Prends moi s'il te plaî."
_Espera un poco no tengas prisa fue su respuesta, él sabía como tratarme y, así me lo demostró durante todo el juego sensual, me excitaba y cuando estaba a punto de tener mi orgasmo me dejaba con la miel de la boca me enfurecía no obstante sabía que al final ganaría la batalla.
De este manera suave y salvaje a la vez fue entrando con su pene erecto como el trinquete de un barco dentro mi, sus embestidas eran feroces llegue a sentir que mis piernas eran la fuente de Damasco, vertían todo líquido por ellas, al llegar a la cima del placer salió de mi boca un gemido brutal, me desplome entre sus brazos y permanecí absorta durante una eternidad.
El fin de semana transcurrió entre orgasmos, baile, conversación y más sexo, el trabajo de cirujana estresa mucho y estas salidas con Gustab me daban energía para un mes.
Al dejarme en el hotel, jamás iba a casa ni a recogerme ni dejarme, estuve a punto de decirle "la operación fue todo un éxito estás mejor que hace tres meses, tu pene es un gran vibrador, pero pensé que era mejor tener ese secreto tanto para mí como para él".
Mi antiestrés estaba asegurado, y así quería que siguiera.
Campirela_