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jueves, 5 de mayo de 2011

PATITO FEO RUMBO A SER FELIZ (cambios y más cambios)

Siempre CREÍ ser el patito feo. En el colegio, en la Universidad. Aunque hubo brevísimos momentos de gloria como el ser la pareja (momentánea y sin derecho más que a posar en las fotos) de la reina del colegio primario o de la radiante quinceañera de secundaria, no me sentí contento más allá de esas horas protocolares; tampoco ser el impensado mister del salón y ser maquillado, con polvos antibrillo y gel húmedo, apoyó a descartar en mí el síndrome de "el patito feo".


Después sacrificios de nerd. Andar solo como un lobo estepario concentrado, ceño fruncido, serio, concentrado en todo y en nada. Todo para evitar frenos que aletarguen o trunquen el camino a la profesionalización. O sea, a estudiar y estudiar, jovencito, sin excesos fiesteros ni enamoramiento que luego  terminarás como un ebrio frustrado sin cerebro o serás padre a temprana edad, respectivamente. Más o menos eso me decían mis padres. Nunca pensé que alguien podría crucificarse a sí mismo durante tantos años. Ese alguien, estoy seguro, fui yo.

Sin embargo le saqué la vuelta a esos sacrificios y pude aprovechar una vida paralela: un mundo nuevo nacido del conjuro de dos palabras: LEER Y ESCRIBIR. Hay libros donde me sentí como el típico nerd de biblioteca que está lejos de conocer más amigos y socializar porque yo mismo cerré las manos y el corazón en un tiempo que siempre consideré mío pero que en verdad fue PRESTADO. Ahora lo sé, lo aprendí: DEBES VIVIR LIGERO porque la vida es fugaz y traicionera. Tu desastre puede estar a la vuelta de la esquina, así como el amor de tu vida, oportunidad irrechazable si quiere vivir y no malvivir. Leyendo fui el implacable Sinuhé (que viajó a pelear contra miles de espíritus malignos en La Rebelión de Lucifer, de J.J. Benítez), fui El doble filo Gío (que vivió insatisfecho y murió en un farandulero círculo de amigos falsos, El Giocondo, de Francisco Umbral), fui el incomprendido Erik (que padeció un amor desastroso y obsesionado en  El Fantasma de la Ópera, de Gastón Leroux).  Hay más personajes que me hubiera gustado encarnar, pero no quiero dilatar más estos párrafos.  

Ser todos y nadie es una ventaja que los libros te otorgan: no sales herido de las guerras librescas ni eres el súper héroe de moda.
¿Egresado y?  Ya, listo, acabé los 5 años de Ciencias de la Comunicación y la verdad siento que hay bastantes cosas del periodismo que no me gustan y no me gustarán. Por ejemplo, esperar infinitas horas para entrevistar a un viejo calvo intelectual que quizás ni me quiera dar la mano al terminar la sesión periodística, ofreciéndome el muy reputado con sus dientes temblorosos su último libro a la venta. "No gracias, otro día regreso". No regreso ni con el pensamiento. Conozco periodistas a los que ser mermelero o franelero (que no es lo mismo pero son como hermanos: nacidos del mismo vientre enfermizo) les cae mejor que el apellido de su deení (Documento Nacional de Identidad) celestito. 

Pese a todos los problemas de la Universidad Nacional Jorge Basadre Grohmann, debo admitir que le tomé un gran cariño a ciertos ambientes universitarios. Me late que más que los profesores y compañeros, me encariñé colmadamente de "esas noches solitarias en que yo escapaba del salón y vagabundeaba pasos abajo, hacia la lóbrega Facultad de Educación, y escuchaba las letras nostálgicas de esas baladas latinoamericanas-tristísimas- desde la Conchita Acústica de la Universidad en esa noche nostálgica. O sea que la nostalgia era la protagonista saliéndose por todas mis venas y ojos y no encuentro mejor palabra que esa para reconocerme como un patito feo por naturaleza y decisión propia, hasta que alguien me exorcizó, en cierto modo.

Dicen que luego del invierno llega la primavera, que luego de las más sangrientas guerras llega la paz, que luego de los huracanes las ciudades quedan más tranquilas (no hay nadie silbando ni gritando luego del susto  tremendo). Debe ser cierto. Es madrugada y mis ojeras de lecturas me dicen que valió la pena el sacrificio, como si Dios me escuchara. Estoy enamorado.

Es la primera vez que hay tanta química, tantos sentimientos y gustos encontrados. Soy muy joven para querer cerrar así el capítulo de mi vida emocional, lo sé, pero en aras de la honestidad siento que encontré a la chica que siempre, aunque sin proponérmelo, busqué (quizás es un error que muchos cometen por decir a cada rato esa frase. En mi caso es la primera vez que la digo).

"Es que somos dos geminianos que el tiempo separó hace muchíiiisimo tiempo", me dijo ella con su gran sonrisa. Sonrisa de ángel con ojos de aceituna. Me derrito como el rico helado que cada uno se pide. Le digo mil tequieros y estoy imparable. Y cuando ella dice que me quiere mucho siento que ya no soy el patito feo y menos un ex-crucificado. Es como si sus manos borrasen las cicatrices que mi alma tiene. Cicatrices que nadie ve ni percibe, más que las personas que me conocen bien a fondo.

Tantos atardecer recostados en el pasto en las afueras de la ciudad, viendo al sol ocultarse en lontananza. Tantas noches de la mano como salmones yendo contra la autopista. Las coincidencias se imponían ante las diferencias y las diferencias eran apagadas por nuestras sonrisas. "Dame tu mano". 

¿Porqué escribí esto tan coloquialmente en vez de hacerlo un poema si  algunos algunos me dicen que soy un purista del lenguaje? Bueno, no soy un purista dinosáurico de los que son una especie en peligro de extinción. Pero si ser purista es escribir correctamente y esquivar a toda manera el metrofloggero y facebookero típico como "k tal, iio vien, zabez, n zeeee, scribo com krjos me dE l Gna" !soy entonces un purista! Tengo amigos que escriben de esa manera tan computacionalmente moderna y no me incomoda, así como la manera en que cada uno escoge qué ropas comprarse cuando va de shopping. Pero claro, personalmente soy devoto de Su Excelencia El Diccionario (que es un cementerio de palabras, según un viejo escritor muy crítico de los jóvenes del chat ). Para mí el diccionario es el amigo indesmayable que cuando tú no sabes algo te dice, "ven, mira, que aquí tengo la respuesta". Lo mejor: no te pide nada a cambio y no tiene fecha de vencimiento como nosotros, simples mortales. Me asombro cuando veo en la Casa Basadre de Tacna libros que quintuplican mi edad...y más todavía.

Verdaderamente ella ahora forma parte del diccionario de mi corazón que así como papá, mamá, hermanos, amigos leales, les pone un halo de estrellas a cada persona. La confianza es grande y recíproca. Si criticas este romanticismo mío te diré: Sé que hay cambios, que las personas cambian. Pero la vida nos enseña que tarde o temprano tienes que confiar. Si no confías en nadie (ni en tus padres o pareja) te quedarás solo como un esquimal en tu confinado iglú. Vale la pena confiar...pero siendo precavidos.

A ella que seguramente leerá estas palabras le digo: "Siempre estuve esperando por ti". 



miércoles, 22 de diciembre de 2010

FIN DE CLASES (o el divorcio entre mi rutina y la universidad)

Por primera vez, en los 5 años que estudié en la Universidad Nacional Jorge Basadre, las labores académicas concluyeron en diciembre, a diferencia de años pasados que culminaron en febrero, marzo. Las calificaciones me cayeron como regalo de Navidad y sospecho que el esfuerzo sumado a la suerte surtieron el efecto anhelado: acabar mi carrera profesional de Ciencias de la Comunicación.

Mis padres están contentos, mis amigos también. Dicen que cierro una etapa crucial  de mi vida y que se abrirán una baraja de puertas entre las cuales debo elegir la que considere correcta. Aunque el error siempre logra clavar sus dardos cada cierto tiempo en nuestras vidas, espero aprender y, si me caigo desde un precipio, renacer como un Ave Fénix (o un cuervo, como me decían rutinariamente mi entrañable gente de la promoción colegial).

Extraigo lecciones que particularmente considero vitales en estos 5 años. Asimismo, como máquina cernidora, trazo algunas correcciones a ciertas imprecisiones de las aulas de la Facultad de Letras y Ciencias Jurídicas.
1) La experiencia: No creo que la experiencia sea solamente la sumatoria total de errores (como algunos demagogos y mediocres predican): la experiencia es la suma de errores y ACIERTOS que marcan nuestros pasos. La experiencia solamente se obtiene cuando uno se arriesga, se aventura. No hay que temerle a lo nuevo. Si es posible aletea con fuerza como el pichón que salta desde lo alto de su nido.

2) Las Relaciones Públicas son muy distintas de lo que se nos dice en la Universidad. Cada empresa tiene su propio esquema -o a veces un invisible e inexistente- MOF (Manual de Orgnización y Funciones). Pero las palabras que me sirvieron en las prácticas preprofesionales fueron: análisis FODA (Fortalezas Oportunidades Debilidades Amenazas), compañerismo, equipo, proyección, evaluación y proyectos. Lo demás ha sido un relleno de las separatas que nos complican el examen.

3) En el periodismo, uh, qué va, no encontré similares a los Hérores Periodísticos que se mencionan en los libros y hojas sueltas de las clases. Por lo menos en Tacna el mercantilismo le tapó la boca a gran parte de periodistas. Peor aún: periodistas que no saben ejercer éticamente su trabajo (con las excepciones del caso, claro está). Vi un periodismo tacneño en pañales, todavía. Pero sin duda, tenemos "contados periodistas" emulables, admirables.

4) Los contactos: Uno de los mayores favores que le deberé siempre a la Universidad es el haberme contactado con personas (pocas) que realmente les interesa leer y escribir, así como apoyar la cultura sin pretensiones ocultas. Hombres nobles como Livio Gómez (Q.E.P.D.) Edilberto Cabrera, César Quispe, Enrique Azócar, Francisco Mamani, Rubén Mamani, Darwin Fuentes, Luis Calderón, Fredy Gambeta, entre otros, son  personas  dispuestas a trabajar limpiamente y abiertas a sugerencias, a la corrección. Aprendí un abecedario de valores gracias a ellos. Espero que por lo menos ciertas piezas de ese abecé me queden, darling.

5) Hay profesores que cuando entregan sus notas finales les gusta el juego de la diva: se esconden, desaparecen, no responden al celular, faltan a las reuniones con sus pobres estudiantes que son víctimas de la desesperación por saber sus notas de curso. Oiga, estimado profesor, ya pues, déjese de tantas poses de galán terrible y déles las notas a sus estudiantes.

6) Hay gente basura. Una gordita con su falta de respeto y lengua viperina me demostró que hay profesionales -como ella- que nunca debieron titularse como periodistas. ¿Sabe usted que la ética de todo profesional implica respeto a los demás y trabajar por el bien social? Esa gorda quería asesinarme con tanto odio que me prodigaba (nunca antes pensé que alguien sería tan hipócrita porque cuando habla en la radio tiene una voz muuuy calmada, misma monjita esa bruja circular). Y lo que más le disgustó fue, supongo, que yo tomaba a juego sus insultos, riéndome delante de ella, diciéndole que entrenando en un gimnasio ella podría llevar una vida mejor, que no hay que tenerle miedo a la decencia y a la caballerosidad, que tanta pus a mí no me salta y usted, señora, solita va a ahogarse en su rencor.

7) Definitivamente hay que probar suerte en Lima, que tiene la onda del movimiento periodístico y comercial más grande que Tacna. Aunque si encuentro acá lo necesario, lo pensaré masticando mi chicle de menta. Igual, Lima es una meta donde muchos primos míos fueron para quedarse, trabajar, tener familia y...
!pasarla en grande! Larcomar, Centro Cultural de España en Lima, Jirón Quilca, Costa Verde, Boulevard de Asia (eisha, ¿vale?), Paseo Mágico de las Aguas, El Barrio Apolo, La Parada, La Calle de los Gitanas más Bellas del Mundo (este nombre lo inventé y patentizaré algún día), Jesús María, entre otros lugares que no recuerdo o que futuramente conoceré.

8) Amigos que siempre recordaré. Una logia invisible, cuyo sello máximo es una sonrisa, eso es para mí la amistad. Hay pocos amigos verdaderos que desde la niñez hasta la adultez pude cosechar entre los estudios escolares y universitarios (ojo, no soy un viejito escribiendo con manos tembleques sus memorias antes de conocer a su sarcófago). Esta es una de mis maneras personales de agradecerles su amistad impagable a muchos. Como se lo dije a cada uno de mis súper amigos, estamparé sus nombres en los libros que publicaré, jeje, de paso que me gano una venta segura. =)


BUSCANDOMIRADAS SERÁ EN ESENCIA EL MISMO BLOG. Sólo que ahora escribiré capítulos nuevos de una escena a mi criterio evolucionada (una escena no tan ligada a la Universidad). Quiero darme un tiempo para mí mismo y distanciarme de los claustros basadrinos. Espero seguir adelante, contra viento y marea, como el capitán de un barquito que a medida que se resiste a la tormenta, CRECE. 

jueves, 26 de agosto de 2010

FIN DE SEMESTRE :) ( wooohooo! )


Anoche, miércoles, se celebró en el campus la verbena por el 39 aniversario de la Universidad Nacional Jorge Basadre Grohmann de Tacna (cae el 26 de agosto). A las 9, fuimos 3 amigas  y 1 amigo (estudiantes de derecho) a curiosear. Había una banda de hard rock que me encantó (tocó covers de Metállica y Rata Blanca ). Total, aunque la intención de la Universidad es buena, no aplaudo el hecho de que no vendan cerveza adentro (con eso podría paliar el frío que al final me convenció de ir al calor de mi casa). Otro aspecto que critico es que la verbena se haga al aire libre y sin toldos de protección para el público universitario. Tantos millones de soles que hay por el cannon minero y sin embargo los directivos de la universidad no saben qué hacer con el dineral. Desaprobados, viejitos de la ANR (asamblea nacional de rectores), ustedes cobran injustificadamente miles de soles cada mes.


Hoy, jueves 26, tengo una mañana pensante. Hace 2 semanas tuve 2 propuestas de trabajo. Ayer tuve otra, pero siempre el horario de la universidad se encarga de fregármela toda. Y fueron propuestas de trabajo ligadas a la redacción periodística, con horarios y honorarios decentes. Pero justo a esas horas tengo clases en la universidad, a veces pruebas, prácticas, actividades (entre otros impedimentos para mi despegue laboral). Ojalá que a fin de año, cuando acabe mis estudios en la universidad, tenga la misma suerte de recibir propuestas de trabajo para analizarlas y sentar cabeza de una vez y trabajar (adoro este verbo).

Hace poco me contactó un joven poeta interesado en publicar un libro. Su nombre: Omar. Espero que se una al grupo literario del cual soy parte: "VIERNES 9:30". O si no se une, ojalá Omar pueda publicar el libro que tanto desea. Conozco la emoción que lo embarga. La viví antes. Es como perder la castidad en la literatura. Si podemos ayudarlo, encantados.


Esta noche (suena y se lee tan poético estas dos palabras) parece que veré la luz. Luz, en sentido figurado, porque ese nombre no me trae tan buenos recuerdos que digamos.  

martes, 18 de mayo de 2010

APUNTES DE UN MARTES CON SABOR A DERROTA



Clarito me lo había remarcado el instructor de pesas, Don Carlos: “Si vas a levantar más de 60 kilos, primero debes de calentar los brazos, estirarlos y luego trabajar abdominales superiores e inferiores”. Esta mañana pensé: mejor los abdominales para la sesión de otro día, ya que, primero, soy delgado y segundo, en la calle no ando con la panza al aire. Una repentina confianza de león hizo que ni bien acabé las dos horas de entrenamiento y fuese a la ducha, sintiese un entorpecimiento de mi columna y del cuello. Makurki.

Apenas logro torcer la columna o el cuello y crujen “conejos” de los huesos y nervios flojos, medio resaqueados. A las 11 de la mañana, estuve tendido como un lagarto en mi cama pantera (negra, con la caraza de una pantera en el medio). No me duele, pero incomoda. Voy a la cocina por yogur; no hay, entonces voy a la tienda. No puedo amarrarme las hileras con la soltura de antes, ahora como un obeso debo de inclinarme con precaución exagerada para no perder el equilibrio. Al mediodía entró rico el lomo saltado, pero igual, la incomodidad perdura.

Después, el horario me dice que a las 4 de la tarde en punto empezarán las clases en la universidad. Pero fiel a mi holgazanería innata, iré a eso de las 5 y 30. Sumado a la flojera, el calor asesino de estos días me tiene lelo, porque debo reconocer: soy un hombre que necesita el clima frío de los lobos árticos y de los osos polares.

Apegado al refrigerador, tomando agua helada, me pasé gran parte de la tarde, viendo a mi loco gato Marti hacer piruetas en el aire, tratando de atrapar de un zarpazo a un moscón que zumba como un mini helicóptero. Chápalo, Marti, y si quieres, cómetelo, gato insectívoro (pese a que le doy banquetes cárnicos de mis alimentos y su propio RicoCat).


Y pensar que dentro de poco seré esclavizado por las eufemísticamente llamadas prácticas preprofesionales que me exige la carrera de Ciencias de la Comunicación. Torturas preprofesionales, sería más justo denominarlas. Pero de este remolino de responsabilidades no puedo escapar. Ojalá mi jefe sea sincero, responsable y honesto. ¿Pido bastante, acaso? Sería bacán y aplaudible, también, que se apiade de mi billetera y le ponga algunos reales para que mis pies y mi cabeza circulen más rápido y bien aceitados.


Vaya faenón (perdona que gaste tanto tu palabra Bieto Quimper, rey de los petroaudios y de los juicios resueltos por teléfono). Pero a veces creo que hay gente muy conchán (Cristian Meier, patenta esta palabra, te juro que ganarás una fortuna si lo haces) que no paga ni un centavo a los practicantes. Lo peor: casi todos mis compañeros que también realizan prácticas me dicen, muy convencidos de su derrota: "pero es que siempre ha sido así el trato a los practicantes". Les dije y les sigo diciendo: eso quieren que nos creamos, nos meten esa yuca fujimorista de que debemos hacer de todo sin esperar nada. Y les ejemplifico algunos casos: mi ex enamorada era practicante de contabilidad en Ceticos, ganaba 850 nuevos soles mensuales por 7 horas de trabajo de lunes a viernes. Un amigo que tengo, realizaba prácticas en la Sunat, cobraba 750 nuevos soles mensuales. ¿No me crees, hijo mío? (perdonen mi sarcasmo sacerdotal) Ingresen a la página web de la SUNAT y verán el dinero que se les paga a los practicantes.

***
Sé que me dirán soy como el salmón que va contra la corriente, que soy un asistemático, pero bah, eso lo dirán los que como ranitas en un cajón de cartón no saben que la salida está a un paso, a un documento, a un clic.

Ojalá se me pasé el dolor de espalda, trato de estirar el cuello como la jirafa, para distensionarme. Marti juguetea con el vencido moscón en el piso. Las prácticas ya se me vienen encima, como un huaico, ¿o como una esperanza? Jojolete, ya veré cómo me las arreglo. La idea es tener tiempo libre para seguir escribiendo y participar en torneos de karate. Asimismo para tomar bajo la luz de la noche un café o un helado o pasear con alguien especial o irme de shopping.

Moraleja: !los practicantes no somos la última rueda del coche. Sin practicantes, no se formarían profesionales!

jueves, 5 de noviembre de 2009

¿QUIÉN ME LLAMA, please? (de anónimos y llamadas sin saldo)

Miro la agenda del celular.
Varios nombres y números.
No me decido. No sé a quién llamar.
Sigo buscando.


De pronto, el timbre de mi celular me alerta que recibí un mensaje de la empresa CLARO. Me dice que el número 952 332742 intentó comunicarse conmigo dos veces. Ambas, alrededor de las 8:30 de la noche. Ambas, fueron notificaciones aclarando que ese celular no tiene el saldo para llamarme. Por el código de ciudad (052) sé que esa persona que me llamó utilizó un celular de Tacna, la ciudad donde vivo.

Me pregunto quién es y le llamo.
-Hola, disculpa, recibí dos llamadas tuyas hace unos minutos –le digo cortésmente, una chica me responde.
-Ah, no, no. Para nada, eh.
-Pero aquí dice el número de tu celular. Dudo que la empresa me notifique un número erróneo.
-Ah…no sé.
-Soy Rogger Avendaño. ¿Nos conocemos de alguna parte?
-Jajaja

Ella se ríe. Me implanta una duda telefónica. No es la primera vez. Desde hace unos meses, recibo llamadas anónimas. Y cuando respondo, cuelgan. Quiero pensar que alguien se equivoca de número. A no ser que alguien me juegue una broma (anteanoche el profesor Darwin me retó por responder a mi celular en plena clase. Sí, era otra llamada anónima).

Sigo pensando en esas llamadas misteriosas. Me alegraría saber que es una vieja amiga que decidió adoptarme como un títere para sus travesuras. Aunque quizás, para mi mala suerte, sea pura joda la que me enchufan. Idealizo demasiado, tal vez. Pero a esa persona le diría lo mismo que en el primer post de este blog: ¿HOLA, NOS MIRAMOS?


Aquí transcribo partes de la letra de una canción que dice lo que pienso temporalmente:
"Necesito saber, si me escucharás"
"¿Porqué siiiiigo creyendooo...porqué siiiigo a tu lado?"

miércoles, 28 de octubre de 2009

QUIERO DORMIR y no estudiar!!...por ahora

Riiiiing!!!!
Suena el despertador. Debo ir a las clases en la universidad. ¡Qué pesado! Tenía un reparador sueño hasta que chilló alarma que yo mismo, con ánimo precavido y masoquista, coloqué para llegar temprano a la fregada prueba del día de hoy. Un tema simplón, pero que ya es una ciencia: las relaciones públicas. En verdad, los profesores de mi facultad se complican dando tantos pasos y teorías, cuando lo necesario para desempeñarse es, a fin de cuentas, hacer algo similar al análisis FODA (fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas) de la empresa. Basta con saber qué recursos tengo a la mano, qué metas quiero alcanzar e idear un cronograma. No tanta payasada académica como la de algunos profesores. Hasta dan ganas de irse de la universidad. Con lo mal que enseña el profesor de esa materia, dormir no es nada raro en su clase. Irse es mejor.

Pero yo cumplo. Como fiel cordero del rebaño estudiantil, debo ser parte del circense show que el profesor ejecute. Quizás por eso, por genes obedientes que me impulsan a ganarme el visto bueno de la sociedad, obtengo notas aprobatorias que mis padres celebran.

En promedio, el hombre duerme casi la tercera parte de su vida. Ocho o menos horas al día; es lo médicamente recomendado. Pero anoche, estudiando esa banal separata de la que mi jefe en la oficina se burla (qué huevadas eh, Rogger, me dice el gordo jefe de la oficina donde trabajo), anoche, me la pasé memorizando, ya en mi habitación, hasta la tres de la madrugada, la endemoniada separata de 30 páginas. Y la alarma de mi celular suena ahora, a las 7 en punto de la mañana. Debido a ello mis ojeras, mi pesadez, mi intolerancia a las bromas (jaladas de oreja y sacadas de lengua) que mi hermanita Jhira me avienta al dar conmigo en el pasillo de la casa. No dormí lo suficiente. Le digo que no atente contra mi quietud, que se autocontrole, que tengo algo vital que hacer en el baño.

-Eres un renegón –me increpa ella, con toda razón, claro, pero sin saber mis razones.

***
Menos mal, llego temprano a la clase. Aunque el bus me deja a varias cuadras. Me coloco a full volumen los auriculares mi mp3 (canción: Hero. Grupo: POP EVIL). Acelero el paso, mientras me imagino que estoy en un ring de la MMA (artes marciales mixtas) y mi rival será el profesor aburrido, al cual aplico una llave de candado al cuello, hasta que él se rinda.

La luz solar me amedrenta, así tenga puestos mis lentes negros. Tengo los ojos como piedras, pesados, duros. Cuánto amo dormir. Horas y horas, quisiera un sueño casi tan largo como el de la bella durmiente (en mi caso: Rogger durmiente). En momentos así, cómo desearía ser un pacífico koala australiano (ver foto titular), vivir feliz abrazado a un árbol. Claro, sería un koala con un libro cerca. Y quizás con una laptop cerca, para escribir, digo.

Ya en la universidad...
-¿Dónde están sus demás compañeros? Ya deben dar el examen de una vez–dice el profesor Rony, con sus ojos achinados, bigotes y barba de náufrago.

-Ya deben estar en camino –afirma la delegada del salón, con las manos en los bolsillos laterales de su casaca. Estoy sentado a dos filas atrás de ella. Al poco rato, veo que en la palma de su mano izquierda tiene pequeñas anotaciones con lapicero. Al parecer no estudió para el examen.

El profesor Rony, con su típica cara de niño, nos dice, en expresión rendida:

-Bueno…vayan sacando hojas en blanco para responder.

***Por las barbas de Mario Bros, no pensé que obtendría un 19 en el examen. Gracias, Profesor. Pero igual, sigo pensando que sus clases podrían ser mejores, más entretenidas, interesantes. Quizás así ya no durmamos tantos estudiantes suyos en clase. Hay un amigo que me contó que usted le curó el insomnio. Hasta piensa, mi compañero, que si algún día escribe un libro pondrá en la dedicatoria: al somnífero profesor que me curó del insomnio.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Por fin tengo mi cuenta en You Tube!!!

Hasta hace poco, veía con cierta envidia cibernauta que estudiantes de otras facultades colgaran videos en You Tube. Ya sean de clases universitarias, andanzas, fiestas, reinados, ceremonias, EXISTÍAN EN YOU TUBE.
Yo, entonces, era un desterrado de esa web donde ni siquiera podía subir algunos comentarios.

Hace poco, me animé a ingresar al reino fílmico de You Tube. Ahora puedo comentar algunos videos que encuentro interesantes y, de paso, colgar algunas banalidades que mis amigos y yo realizamos(realizaremos, también).

Aquí una pequeña muestra, grabada hace dos meses (cuando tuve mis esbeltos 66 kilos. Ahora peso 69). Luego pondré más videos.