La violencia de género no se frena sólo con discursos, campañas, afiches. Y ni siquiera con lugares dónde denunciar o condenas judiciales. Las mujeres víctimas de violencia necesitan trabajo para no depender del maltratador, subsidios que puedan ayudarlas a volver a ser dueñas de su propia vida (como se realiza en Gran Bretaña para que la falta de dinero no sea un impedimento a la hora de denunciar el maltrato), refugios que las amparen cuando no tienen dónde vivir (que prácticamente no hay en el país) o, directamente, un hogar donde no sean amenazadas sino que puedan construir una nueva vida. En ese sentido (y para generar normas que pongan realmente en la práctica la ayuda a las mujeres y que no sólo condenen la violencia de género en forma teórica) la Legislatura de la provincia de Buenos Aires dio media sanción al proyecto de ley –presentado por Sandra Cruz, del Frente para la Victoria – que establece un cupo habitacional para ser adjudicado a mujeres golpeadas o acosadas intr...