martes, 18 de octubre de 2011
El obispo Irurita, un mártir de la Cruzada Nacional que no fue tal
lunes, 13 de junio de 2011
Jesús Ulled y sus hermanos, una saga de políticos monegrinos en Barcelona
A petición de mi amigo el escritor y coleccionista zaragozano Roberto Mateo Caballero, anduve rastreando en Internet estos días información sobre un olvidado grupo llamado Juventud Republicana Aragonesa, que actuó en la Barcelona de principios del siglo XX.
He aquí lo que he hallado en relación a quienes fueron sus principales impulsores, la familia Ulled, originarios de Sariñena (Huesca), y a su actuación política a lo largo de la primera mitad del siglo pasado.
Político, abogado y periodista, Jesús Ulled Altemir muy probablemente nació en Sariñena en 1894, aunque algunas fuentes le dan por nacido en Huesca. Fallecido en Barcelona en1968.
Al igual que su padre, Antonio Ulled Ballarín, y sus hermanos Rafael y José, ambos nacidos en Sariñena, se trasladó a Barcelona, ciudad en la que militó desde muy joven en la órbita del Partido Radical, siendo toda la familia muy cercana a Alejandro Lerroux “desde sus primeras luchas en Barcelona”, como recordó el propio Lerroux en ocasión de un banquete celebrado en honor del político aragonés en 1932.
En la Ciudad Condal Jesús Ulled fue miembro destacado del grupo de sicarios lerrouxistas autodenominado Jóvenes Bárbaros, uno de cuyos principales líderes fue su hermano José, y fundador y líder de la organización político-cultural Juventud Republicana Aragonesa.
En 1909 Jesús y sus hermanos son acusados de ser instigadores de los incendios de iglesias y conventos durante la Setmana Tràgica barcelonesa, y han de huir de la ciudad (José se exilia en París). Las buenas relaciones de los Ulled con elementos militares les salvarán del destino que sufrieron inocentes como Francesc Ferrer i Guàrdia y otros.
En 1913 Jesús Ulled escribió en colaboración con Jaume Durany una obrita de teatro titulada El Divíno vagabundo, Dante Alighieri (episodio dramático en un acto y en verso), siendo ésta la única publicación que se le conoce.
De 1917 a 1919 José Ulled es consejero de Trabajo en la Mancomunidad de Prat de la Riba. En 1921, siendo el presidente del sindicato de periodistas barceloneses, sufre un atentado llevado a cabo por pistoleros del Sindicato Libre -que en esos años actuaban a sueldo de la patronal catalana Fomento del Trabajo Nacional, en connivencia con el gobernador civil, Martínez Anido-, de cuyas secuelas fallecerá en 1929. En ese año Jesús, que desde hace tiempo es corresponsal en Barcelona del diario El Liberal, es elegido presidente de dicho sindicato.
Impulsor de la Casa de la Democracia Aragonesa en Barcelona, Jesús Ulled fue uno de los elementos fundadores del Centro Aragonés de la capital catalana, entidad en la que estuvieron presentes los hermanos Ulled desde el principio y de la cual Rafael era presidente en 1928.
Durante la Segunda República, lejos ya de los ardores revolucionarios juveniles, los Ulled se convierten en políticos del sistema republicano, siempre cerca de Lerroux. Rafael tendrá su feudo electoral en Sariñena y Los Monegros, y será miembro de la ejecutiva nacional del Partido Radical aunque fracasará en sus intentos de ser elegido por Huesca. Jesús será primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona y subsecretario del Ministerio de Trabajo durante el Bienio Negro (1933-1935), la etapa republicana de gobierno radical-cedista.
Al producirse la sublevación militar de 1936 y fracasar ésta en Barcelona, Rafael, que se encuentra en la capital catalana, es detenido y encerrado en el barco-prisión Uruguay, fondeado en el Port Vell. En 1937 es sacado del barco por elementos anarquistas, y fusilado inmediatamente.
De Jesús no vuelve a haber constancia documental hasta su fallecimiento por causas naturales en 1968. El 20 de marzo de ese año el diario La Vanguardia le dedicó a Jesús Ulled una cumplida necrológica en la que da cuenta de su funeral, oficiado en la iglesia barcelonesa de Santa Maria del Pi, en el que según ese periódico se le tributaron honores de teniente de alcalde y al que asistió la flor y nata del periodismo franquista catalán de la época. Por su parte, el Colegio de Abogados de Madrid le incluyó en la esquela anual en honor de sus colegiados fallecidos en 1968 publicada en el diario ABC ése mismo año.
Ironías de la Historia: Jesús Ulled Altemir de cuerpo presente, en un funeral católico y recibiendo honores de jerarca franquista en una emblemática iglesia barcelonesa a la que probablemente pegara fuego sesenta años antes…
viernes, 10 de junio de 2011
Presentaciones de "Un castillo en la niebla" en Barcelona y Huesca
sábado, 21 de mayo de 2011
Resistiendo a los bárbaros. A votar contra Gürtel y sus compinches en Catalunya
jueves, 17 de marzo de 2011
Las penas de un viajante de comercio. Una carta de Lanaja a Barcelona fechada en 1820
El lunes pasado recibí en casa un tesorito que compré hace unos días en una subasta de Internet.
lunes, 28 de febrero de 2011
Josep Dencàs regresa a Catalunya
En la edición de Catalunya de ayer lunes hay una entrevista que le retrotrae a uno en el túnel del tiempo. Concretamente hasta los años treinta, cuando lo que entonces se llamaba "el Orden Público" y hoy denominan "la seguridad ciudadana", estaba en Catalunya bajo la (ir)responsabilidad de un individuo llamado Josep Dencàs, conseller (ministro) de Gobernación (hoy diríamos Interior) de la Generalitat republicana catalana.
El tal Josep Dencàs fue un elemento de cuidado. Dirigente de Estat Català (el sector literalmente fascista del independentismo catalán de la época), máximo jefe de los tenebrosos "escamots" (escuadras) paramilitares de "camises blaves" (camisas azules) de Estat Català, protector de los hermanos Miquel y Josep Badía (dos significados sicarios, que desde la dirección de la policía autonómica catalana dirigieron el pistolerismo antisindical nacionalista), y en fin, agitador extremista cuya hoja de servicios concluyó abruptamente el 6 de octubre de 1934, cuando tras fracasar la asonada independentista huyó del palacio de la Generalitat a través de las alcantarillas, apareciendo una semana después a la derecha de Mussolini en el balcón de Piazza del Popolo desde el que el Duce arengaba a sus secuaces. Una joya, el señor Dencàs. Pues leyendo la entrevista que publica hoy El País, se diría que Dencàs ha regresado a la Patria reencarnado en la figura de Felip Puig, actual conseller de Interior en el flamante gobierno de la Generalitat formado recientemente por la derecha nacionalista catalana.
Quede claro desde el principio que en sus primeras semanas al mando de policías y bomberos catalanes, Felip Puig no ha perdido el tiempo, eso es seguro. De Puig ya eran conocidos de antiguo sus exabruptos cuarteleros, su desprecio hacia la izquierda y sus valores, y su inquina contra los inmigrantes en general y los españoles en Catalunya en particular. Su mentalidad y maneras no han cambiado. Las primeras actuaciones del señor Puig, ya pregonadas antes de tomar posesión del cargo, han sido eliminar las cámaras de filmación de las comisarías de los Mossos d'Esquadra y derogar el Código Ético de esta policía autonómica, medidas ambas aprobadas por el Gobierno tripartito de izquierdas precedente con objeto de atajar los abusos (por llamarlos finamente) detectados en las comisarías catalanas. Los cambios revanchistas de Puig no se han frenado ahí, y puestos a derogar ha anulado la limitación de velocidad a 80 km/h en los accesos a Barcelona. Por derogar ha derogado incluso el mobiliario de despacho instalado por su antecesor, Joan Saura, del partido post-comunista IC, que ha sustituido por completo a pesar de la austeridad monacal en los gastos que predica el nuevo conseller.
Para Felip Puig, el rojerío que le precedió en la conselleria "se había impuesto una cierta complicidad con la transgresión al límite de la ley. La gente nos pedía que marcáramos los límites". Según Puig, Joan Saura y sus bolcheviques "no consideraban necesario tener una buena policía". Ya hace tiempo que de modo especial, Puig le venía afeando a su antecesor la impunidad de la que presuntamente han gozado okupas y otros maleantes por el estilo en la etapa del Tripartito de izquierdas. Y es que ya se sabe que la cabra roja tira al monte, y que no hay rojo que no se sienta solidario con un delincuente. Ocurre que probablemente Puig y Saura (y con él, este servidor de ustedes) no acaban de coincidir en la definición del término delincuente: para el actual conseller de Interior sólo lo son los greñudos okupas, y nunca los atildados caballeros de la "sociedad civil" catalana que se dedican desde hace décadas a saquear los fondos públicos del Palau de la Música y a recaudar el 3% del coste de toda obra pública contratada en Catalunya, ingresando esas jugosas comisiones en las cajas B de Convergència Democràtica de Catalunya, el partido del señor Felip Puig, quien por cierto ha ejercido en él como secretario de Organización amén de otros destacados cargos.
Pero Puig va más lejos. Mucho más. Cuando el periodista Jesús García le pregunta "cómo afrontarán los Mossos d'Esquadra bajo su mandato la amenaza islamista radical" el señor conseller al mando contesta que evitando que arraiguen los focos que promueven un determinado sistema de valores, caso del islamismo radical. E inmediatamente añade: "también tenemos un neoanarquismo revolucionario que está activo. Los Mossos están en esos frentes". Es decir, equipara, metiéndolos en el mismo saco, a grupos terroristas de carácter políticorreligioso reaccionario con colectivos legales y legítimos que sustentan convicciones políticas contrarias a las suyas. Puig considera que ser revolucionario le convierte a uno en objetivo policial. Está claro que lo que a Felip Puig le encantaría es meter en cintura a los anarquistas y a la izquierda en general siguiendo el acreditado método de Dencàs y los Badia.
Pues este tipo es quien tiene a su cargo la seguridad ciudadana de los catalanes. Una seguridad que en Barcelona comportará en breve la retirada de dos mil policías autonómicos, quienes por iniciativa de Felip Puig se "replegarán" fuera de la ciudad a menos de tres meses de las elecciones municipales: un modo artero de fomentar la sensación de inseguridad entre la ciudadanía de la urbe esperando que perjudique a la izquierda que gobierna la ciudad. Y es que Barcelona, la Gran Babilonia según los nacionalistas reaccionarios catalanes, nunca ha gustado a los "camises blaves".
En la imagen que ilustra el post, Felip Puig mitinea delante de la bandera independentista catalana inventada en Cuba a finales del siglo XIX por comerciantes y propietarios de esclavos catalanes.
lunes, 21 de febrero de 2011
Jordi Hereu descalabra al aparato del PSC
domingo, 6 de febrero de 2011
Primarias socialistas en Barcelona: Jordi Hereu, el mal menor
domingo, 30 de enero de 2011
Barcelona retira el último símbolo civil franquista
En la fotografía de El País que ilustra el post, banderas republicanas ondean mientras es levantado en el aire el símbolo fascista desmontado hoy en Barcelona.
viernes, 21 de enero de 2011
Adiós a un campesino aragonés
El miércoles murió mi padre. Tenía 83 años.
viernes, 22 de octubre de 2010
Ratzinger, vete al diablo
miércoles, 29 de septiembre de 2010
29 de septiembre: ¡Zapatero, rectificación o dimisión!
lunes, 19 de julio de 2010
19 de julio de 1936, el día en que vencimos a los dioses
Barcelona ha derrotado en la calle la sublevación militar fascista.
miércoles, 7 de julio de 2010
Dinamita para la Sagrada Familia
El último disparate alumbrado por los beneficiarios económicos de ese Paraíso del hormigón armado que es la Sagrada Familia de Barcelona, ha sido organizar una "campaña popular" para impedir las obras del AVE. Es obvio que se han tomado todas las medidas habidas y por haber para que el túnel del AVE que atraviesa el centro de la ciudad no suponga ningún riesgo no ya para la dichosa Sagrada Familia, sino también para cualquier edificio de viviendas de los muchos bajo los cuales circulará este tren. Pero a ellos les da igual.
En la fotografía, grupo de El Prendimiento, en la fachada de la Pasión, obra de Subirachs. Observen los cascos y las corazas de los soldados romanos situados detrás de Cristo.
miércoles, 16 de diciembre de 2009
Paseando por la Fira de Santa Llúcia
sábado, 26 de septiembre de 2009
Tim Robbins en Barcelona
Sobre "1984" dijo Robbins a El País "que no es una obra del pasado, sino más relevante hoy que nunca, por cuanto hay en ella un fuerte aviso sobre las libertades individuales". Robbins, que se enfrentó públicamente a las políticas criminales y represoras del gobierno de George Bush hijo y su banda de neocons, insistió en la idea de que hay que seguir defendiendo con ahínco la libertad "No hay que dejarse intimidar, pues cuando tienes miedo ya no eres libre. La manera de doblegarte de los totalitarismos es haciendo que tú mismo pienses que no eres libre. No eres libre si no eres libre por dentro. Debes vivir con coraje. Nadie puede controlarte si estás realmente dispuesto a ser libre".
miércoles, 16 de septiembre de 2009
Barcelona: putas, lumpenturismo e hipocresía burguesa
En la imagen, un lumpenturista inglés semidesnudo duerme la borrachera en mitad de la plaza de Catalunya.
lunes, 27 de abril de 2009
Geriátricos, donde nos acaban de exprimir
jueves, 23 de abril de 2009
Sant Jordi, fiesta de la (in)cultura
sábado, 4 de abril de 2009
Un poema anarquista de Joan Salvat-Papasseit
NOCTURNO PARA ACORDEÓN
Heme aquí: yo guardé madera en el muelle,
(Vosotros no sabéis
qué es
guardar madera en el muelle:
pero yo he visto la lluvia
a cántaros
sobre los botes,
y guarecerse bajo las tablas el destajo de la angustia:
bajo los flandes
y los melis,
bajo los cedros sagrados.
Cuando los carabineros acechaban en la noche
y era un túnel la bóveda del cielo
sin luz en los vagones, hice un fuego de estrellas en la boca del lobo.
Vosotros no sabéis
qué es
guardar madera en el muelle:
pero todas las manos de todos los golfos
como una farándula
se juramentaban al abrigo de mi fuego.
Y era como un milagro que tiraba de las manos entumecidas.
Y en la niebla se perdían los pasos.
Vosotros no sabéis
qué es
guardar madera en el muelle:
ni sabéis la oración de las linternas de los buques,
que son de tantos colores
como la mar bajo el sol:
que no le hacen falta velas).
Joan Salvat-Papasseit