Mañana Será Domingo Y pensando en estar tendidos al sol dejo que hoy transcurra Queriendo que un poco intentes de nuevo Dejando que un poco me olvides Mañana, que va a ser domingo Voy a llevar mi lindura Vas a llevar tus puñales
Canción de cuna para la niña que de a ratos soy
El vaiven de la hamaca los adormecía casi tanto como ese amanecer inicipiente. El tarareaba una canción de cuna un instante antes de estrellarse contra sus labios. En puntas de pie se escapaba la noche cansada y ella notó que las manos de él estaban asustadas. Temblaba. Le mostró sus marcas. Se volvió loco en su boca. Ella se cubrió en una manta. La mañana ya era día. Las ganas ya se dormían. El ya más hombre le besó la frente y los labios y la abrazaba. Quizás en otra vida, cuando ella tenga un poco más de fé y el un poco más de años..
Todos me hablan de vos y yo no quiero escucharte Es que nadie puede creer que me hayas dejado ir, que no hayas querido tenerme Pero en definitiva nadie entiende que fui yo la que no quizo quedarse Es que antes de que vos digas que ibas a lastimarme yo ya sabía que no iba a dejarte Ahora son días de luces y no te dejo jugar al fantasma No es casual que no tenga cortinas en casa Las heridas históricas previenen los dolores futuros Es tiempo de fiestas Los fantasmas y sus locuras se quedan afuera
Esta noche es de letras y escribo desnuda de ropas y almas Y definitivamente no soy para esperar. Y no sé retener recuerdos hasta mañana Por la ventana se cuela toda la luna y hace sonar los vientos Prendo el cigarrillo número mil y sigo desnuda En el baño corre el agua Y en el baldío del alma se exilian algunos sentidos Pretendo dormir esta noche abrazada a mi insomnio Sin ropa y sin sueños Quiero quedarme dormida serena Me queda por transcurrir todavía un largo trecho
LA MUJER
Hay una mujer que se me ha metido entre las letras. La mujer que teje arañas y arremete llevando a cuestas un pasado. La mujer que me dio un cimbronazo retando a mi compasión. La que me acompaña a dolerme, a la que acompaño cada vez que me curo. La que vino a traerme un hada al inicio de una noche mágica, a pesar de haber transitado las mismas manos. Qué poco importó eso finalmente. La mujer que me lee y que me enseña a leer. La mujer que no quiero escuchar llorar. La que sabe de secarse los mocos sola y en el baño. La que me hizo regalo de la vida. La que me puso paréntesis. Apartado. Punto y a parte. La valiente, la serena, la íntegra, la amiga, la indómita, la plácida, la que deja un halo a su paso, la que porta el hermoso seudónimo y el histórico nombre. LA MUJER. SIBILA Para vos amiga.
En la cima del mundo. A merced del próximo temblor.
Sin seguro contra terceros
Ahí voy. A estrellarme. A darme la cabeza contra la pared. Y las manos y el cuerpo. Destrucción parcial anticipada. Por la vía rápida. Sin frenos. A no medir las cosecuencias. Allá voy. A romperme. ¿Por qué? Por que nunca me alcanzan los límites. Por que necesito romperme para poder irme. De una vez por todas. Ahí voy.
¿Será?
Hace un tiempo, una noche, entre penumbras, desnudez y un abismal deseo, alguien me preguntó si era libre. Le contesté que no del todo porque no tenía un sueño que me liberara de la realidad. Hoy me doy cuenta cuán equivocada estaba. Soy libre. Tengo un Sueño. Lo cumplo y estoy viva.
Mujer
De mágicas curvas y alitas intangibles.
Mis historias escritas
" ...Y así cómo de la nada las frases empiezan a moverse en mí cabeza, se acomodan, se acobardan, me acompañan hasta que te las dejo en este espacio cómo escritas en cualquier papel...."
"Si casualmente te encuentras en éstas líneas...sabrás que te he dado lo más valioso que tenía"
"Lo más sincero que puedo regalarte es aquello que alguna vez he escrito. Es lo que llevo en las entrañas y lo que nace de mis luchas internas. Es mi esencia lo que te estoy dando en ese regalo"
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