¿Por qué demonios daremos tantas vueltas a las cosas? con lo fácil que sería dejar al impulso hablar solo; porque en realidad aunque sea lo que más duela, es el verdadero sentiminto de lo que llevamos dentro...
Quizá no queramos oír, pero a veces se convierte en necesidad poder escucharlo.
Á•
A veces nuestro corazòn debería tener una conexiòn mas directa con nuestros labios...
Abrazos.
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