Ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes y a no decir
mentiras para ganarme el aplauso de los débiles.
Si me das fortuna, no me quites la razón.
Si me das éxito, no me quites la humildad.
Si me das humildad, no me quites la dignidad.
Ayúdame a ver la otra cara de la medalla, no me dejes
inculpar de traición a los demás por no pensar igual que yo.
Enseñame a querer a la gente como a mí mismo y a no juzgarme
como a los demás.
No me dejes caer en el orgullo si triunfo, ni en la desesperación si
fracaso. Mas bien recuerdame que el fracaso es la experiencia que
precede al triunfo.
Enséñame que perdonar es un signo de grandeza y que la venganza es
una señal de bajeza.
Si me quitas el éxito, déjame fuerzas para aprender de el fracaso, si yo ofendiera a la gente, dame valor para
disculparme y si la gente me ofende, dame valor para perdonar.
¡Señor... si yo me olvido de ti, nunca te olvides de mi!
Autor: Mahatma Gandhi