Tiempo de granadas...
Junto al granado de casa. Al margen de haber nacido y vivir en Granada, mi identificación con la fruta que da nombre a esta bella ciudad es plena. Y como en mi reciente compromiso de publicar con frecuencia en Blogger, me resulta fácil el recurso a mis fotografías, aprovecho la ocasión para ilustrar otra entrada, esta vez con motivo de la recogida de granadas en casa de papá hace unos días. Resultó que el árbol en cuestión lleva la casa paterna unos treinta o treinta y cinco años, aún recuerdo el día en el que mi padre y yo plantamos dos ejemplares pequeños traídos del vivero. La incógnita sobre la calidad de la fruta hubo de mantenerse al menos un par de años, aunque el vendedor insistió en asegurarnos que quedaríamos sorprendidos por el aspecto y sabor de la variedad escogida. Los árboles agarraron bien y la zona donde fueron plantados ofrecía muy buena orientación y una tierra con buen aporte de nutrientes, por lo que no tardaron en llegar los...