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lunes, 24 de junio de 2019

Juntos o separados


“Mientras más se aleje una sociedad de la verdad,
más odiará a aquellos que la proclaman.”
(George Orwell)


Leyendo la cita y observando el mundo que nos rodea, ¿cómo podría no creer que es terriblemente cierta?

A veces, cuando veo que todo es una cuestión de “bandos”, pierdo la esperanza que esto, que la sociedad en la que vivimos, tenga arreglo. Porque lamentablemente, a eso se ha reducido todo. Eres de izquierda o de derecha, de arriba o de abajo, blanco o negro. Y claro, si te gustan las ideas socialistas no puedes estar de acuerdo con ningún tipo de autoridad. Si usas “uniforme”, no puedes ser amigo de un joven hippie. Si eres empresario no almuerzas con operarios. Si eres un obrero no juegas al golf. Y el símbolo del yin y el yang es sólo eso, un símbolo; algo abstracto y, tal parece, obsoleto.

Cuesta aceptar que lo que nos gusta, lo que creemos, lo que sostenemos de algún modo, pueda tener fallas, pueda no ser “perfecto”. Es como si un católico no admitira los horrores que ha cometido la Iglesia en nombre de Dios. Es más fácil, agredir y ponerse contra quienes –tal vez– nos enfrenten a esas cuestiones, esas ‘verdades’. No sea caso de revisar las propias convicciones o creencias, admitir que no todo es una cuestión de equipos, de adversarios; y que, la única manera de que una sociedad funcione, es que tomemos la parte mejor de todas y cada una de las posiciones... ¿no crees?

Alma & Luna

lunes, 27 de mayo de 2019

Diversidad


“La plaga de la humanidad es el miedo y el rechazo de la diversidad: el monoteísmo, la monarquía, la monogamía. La creencia de que sólo hay una manera de vivir, sólo una forma de regular el derecho religioso, político, sexual, es la causa fundamental de la mayor amenaza para el ser humano: los miembros de su propia especie, empeñados en asegurar su salvación, seguridad y cordura.”

En la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, se lee: “Todos los hombres nacen libres e iguales en dignidad y derechos.” Pero entonces, ¿somos iguales o diversos?

La respuesta es simple... somos todos diversos. Todos tenemos diversas culturas, una diversa educación, diversos gustos, diversas actitudes frente a la vida, etcétera, etcétera. Y es aquí donde se ve que la igualdad vive en la diversidad; porque no debemos buscar los “puntos en común”, esos valores que podemos llegar a compartir; sino lograr la convivencia aún con valores diversos.

Porque hablamos de diversidad y no de diferencias. Ninguna diferencia es aceptable, porque las ‘diferencias’ crean desigualianzas desde el momento que se inicia a ‘qué es mejor que...’. La diversidad, en cambio, gana y se alimenta de la del otro; por ello, mientras las diferencias dividen, la diversidad une a todos.

Esto se logra con un concepto primordial: respeto. Respeto hacia el otro, hacia lo que el otro cree, piensa, se expresa, le gusta... aún si todo esto no nos pertenece, no hace parte de nosotros. De este modo lograremos avanzar como sociedad, como raza “humana”, cuando podamos convivir unos con otros a pesar de y gracias a nuestra diversidad. Esto es lo que se debería pretender de cualquier principio de igualdad; no homologar sino coexistir dentro la diversidad.

Recuerda lo que decía Linus (Snoopy): “Sólo siendo diversos podemos estar juntos; porque un rompecabezas no se arma con piezas iguales.”

¿Tú que piensas? ¿Aceptas aquello que es diferente a lo ‘tuyo’? ¿Lo respetas realmente?

Alma & Luna