“Sólo una mente educada
puede entender un pensamiento diferente al
suyo
sin necesidad de aceptarlo.”
(Aristóteles)
A veces se confunde comprender con aceptar, cuando son dos conceptos
totalmente diferentes; y la diferencia entre ambos es inmensa.
Una persona puede comprender perfectamente algo y ello no implica que
lo acepte como tal. Es decir, el rechazo o la no aceptación de algo que se ve o
se oye, no significa que no se comprenda. Y viceversa. También hay cosas que se
aceptan sin comprender la profundidad del mensaje, del concepto.
Pensemos a los dogmas religiosos. Muchos los aceptan y los hacen parte
de su día a día, y ¿esto significa que todos ellos los comprenden dichos
dogmas? Yo no creo; habrá quien sí, pero seguramente habrán muchos que
simplemente los han asumidos porque ‘así estaba establecido’, pero sin una
verdadera comprensión.
Y viceversa por ejemplo, cuando comprendemos cómo es realmente quien
tenemos delante y solicitamos continuos cambios de esa persona. Allí no lo
estamos aceptando, porque aceptar sería no pretender ni esperar ningún tipo de
modificación... a pesar que la misma aceptación signifique que los caminos de
ambos se dividan.
Te quiero... te comprendo... pero quisiera que cambies para estar
juntos: no te acepto.
Te quiero... y te acepto tal cual eres, y aunque no deseo que cambies,
ni que dejes de ser quien eres, no estamos hechos para estar juntos: te acepto
y me acepto.
¿Tú crees en esta diferencia o piensas que una implique la otra? ¿Cuál
es tu experiencia?
Alma & Luna