La Roda
Como excepción, y sin que sirva de precedente, el articulo de hoy es una crónica viajera, en vez de un comentario político.
El pasado fin de semana estuve con algunos amigos en La Roda y otras localidades de La Mancha. Para mi, como seguramente para muchos otras personas, La Roda era un municipio situado a mitad de camino entre Madrid y Levante donde se solía parar a descansar un rato para tomar café acompañado, si es posible, de un Miguelito.
Pero La Roda, como tantas otras localidades de la geografía española, es mucho más que eso cuando tienes la oportunidad de descubrirla acompañado de gente que la quiere y la conoce muy bién.
Descubrir los terreros, dolinas de tierras blancas, en los que desde tiempo inmemorial se obtiene en explotación a cielo abierto el "blanco españa", componente básico para la fabricación de pinturas, además de historico blanqueador de azulejos; las interesantes visitas al taller Cebrián de alfareria tradicional o a las bodegas Ortega, las más antiguas de La Roda y, sobre todo, los impresionantes fondos, mas de 3.000 Quijotes de diferentes epocas y lugares, algunos de ellos ejemplares únicos, del Centro Cervantino, fueron una autentica y agradable sorpresa.
La gastronomía de la zona y la visita a las localidades vecinas como Tarazona o Fuensanta que comparte su patrona con La Roda, una imagen de La Virgen de los Remedios que tiene una herida en la cara, recuerdo de la pedrada que le dió el asustado pastor al que se le apareció.
La vuelta a Madrid la hicimos pasando por Alcalá del Jucar, que tiene unas impresionantes casas de arquitectura popular excavadas en la montaña y unas calles estrechas y empinadas que se asoman a la hoz del río.
Fué el complemento perfecto de un estupendo fin de semana.
Gracias Ramón por la iniciativa, gracias Gabriel por tu sabiduría y tus atenciones.
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