Cualquier artista busca ser recordado, destacar de los demás y que el lector se lleve tan buena impresión de su obra que quiera volver a comprar su arte. Y para lograr esto, siempre obsesiona mucho lograr ser original.
Pero, ¿te has parado alguna vez a pensar qué quiere decir ser original? En términos generales, creo que todos podríamos coincidir en que la originalidad implica a una persona innovadora; es decir, que emplea ideas fuera de las comunes. No todo el mundo puede ser original, especialmente si tenemos poca experiencia escribiendo. Recuerda siempre que primero es importante escribir para aprender a terminar tus historias que empezar directamente a crear un bestseller.
Teniendo en cuenta que deseas aprender y fomentar esta innovación que te hará destacar, te traigo 6 consejos que he extraído de mis propias lecturas. Estoy segura de que a ti se te ocurren otros: ¡déjamelas en los comentarios!
1. Retorcer los clichés o los mitos
Una forma de ser original es partir directamente de algo manido. De hecho, curiosidad filológica del día: la palabra original proviene del término origen. Me parece muy poético entender que algo original siempre debe partir del origen para aportar algo nuevo y permitir que el arte común vaya creciendo.
Teniendo esta idea en mente, una idea para poder crear historias que nadie ha contado aún sería retorcer esas historias que se han quedado anticuadas y darle un buen giro para adaptarlas a nuestra sociedad. Vamos, lo que viene siendo un retelling de toda la vida. Lo mismo sucederá con los clichés que ya no tienen validez en nuestra sociedad porque el mundo, por suerte, cambia.
De hecho, esta idea es muy apropiada para principiantes. Tomar un mito o un cuento popular y escribirlo para adaptarlo a la mentalidad de hoy en día. Si te faltan algunas ideas, tengo una sección entera dedicada a mostrarte mitos y leyendas de diferentes culturas y algunas ideas para darles la vuelta.
2. Darle voz al antagonista o crear un antihéroe
Las mayoría de historias parten de un punto de vista que prototípicamente podríamos denominar el lado de los buenos, los protagonistas, que se deben enfrentar a los malos, los antagonistas.
No obstante, ten en cuenta que la definición de protagonista o antagonista no tiene nada que ver con la moralidad de sus actos. Un protagonista es el personaje principal de la historia, mientras que el antagonista es el personaje que actúa en contra de éste. Siguiendo la definición original de los términos, podríamos crear perfectamente una novela narrada y protagonizada por el que siempre ha sido considerado el malo. De hecho, es algo que está teniendo mucho auge actualmente: darle la vuelta a las historias para poder escuchar la voz del malo y darle verosimilitud a sus actos.
Ligada a esta idea, también puedes trabajar una obra con dos narradores, siendo ambos contrarios al otro. De esta forma, maduras y dotas de verosimilitud la idea del bien y del mal. En lugar de partir de una concepción maniqueísta de tus personajes, puedes hacerlos más humanos y entregarles tantos (o más) defectos como virtudes. Así, rompes totalmente con el estigma del bueno y del malo y creas historias narradas por protagonistas con las que el lector podría identificarse muy fácilmente.
3. Basar tu worldbuilding en algo llamativo o poco común
Centrándonos en el género que nos atañe, la fantasía, podemos buscar la originalidad no tanto en los personajes ni en la trama, sino en el mundo que hemos inventado. De hecho, una de las características que más me gusta de los mundos de los libros que leo (y, por ende, que escribo) es que escapen de lo común.
¿Y qué es lo común en fantasía? Escribir historias dentro de una ambientación de corte medieval. Estrújate los sesos para poder sacar una ambientación fuera de esta época. Si te interesa, tengo una entrada dándote algunas ideas de posibles ambientaciones fuera del medievo.
Si aún así quieres rizar más el rizo, una característica que puede hacer que tu mundo destaque por encima del resto es que todo su universo gire entorno a un aspecto del que nunca nadie haya escrito. Tenemos el ejemplo de la orogenia de N. K. Jemisin (¿un sistema de magia basado en la geología?) o la magia alomántica de Sanderson (¿magos que comen metal?). Para ello, no hay trucos. Debes fomentar tu ingenio y desarrollarlo para que seas capaz de pensar ideas tan random como estas y, aquí viene la parte difícil, poder cuadrarlo todo en un universo coherente y verosímil.
4. Jugar con el tono y el humor
Otro aspecto con el que podemos jugar para crear una obra que se diferencie del resto es el tono con el que está escrita. Tradicionalmente, se han escrito las obras con un tono neutro, en algunos casos incluso serio. También puedes llamar la atención de tus lectores si trabajas tus escritos con un tono diferente.
Uno de los más fáciles, dentro de la dificultad de escapar de la normatividad, es emplear un tono de humor. Terry Pratchett destacó en eso. Toda su obra, su inmensa saga de Mundodisco, es una gran carcajada dirigida directamente al género de la fantasía. Retuerce los mitos y los clichés que siempre se han trabajado en fantasía con un tono de humor desternillante.
Pero no solo puedes destacar empleando humor, también puedes jugar con otros tonos que llamen la atención de tu lector. Si empleas un narrador interno, tomando la voz del personaje, puedes hacer que tu novela adquiera la forma de hablar y de pensar de su personaje. Tal vez acabes creando una novela cínica o una especialmente optimista. El límite te lo pones tú.
5. Emplear voces narrativas o narradores poco comunes
Enlazando con lo anterior, otra característica que puede hacer destacar tu obra sería el de jugar con el narrador. Como hemos comentado en el apartado anterior, sería muy interesante narrar toda la novela con el tono y la forma de hablar de un personaje concreto. De ta forma que lo haga diferente y llamativo. Tal vez podría explicar toda la historia un personaje inmortal, incapaz de entender muchas de nuestras preocupaciones, por ejemplo.
Además de esto, también puedes emplear narradores poco comunes. Si no conoces qué narradores son los que puedes emplear en tu novela, te dejo por aquí una entrada en la que te los desgloso. Te he traído varias entradas sobre narradores poco habituales. Tal vez pueda interesarte emplear un narrador en segunda persona o uno que mienta y manipule al lector.
6. Forja tu propio estilo y crea historias que reflejen tu forma de ser
Ahora voy a decirte algo que puede parecer que contradice todo lo que he dicho en esta entrada. Te he mostrado ejemplos que he extraído de mis lecturas, te ha hablado de mi autores favoritos y qué aspectos de ellos puedes tomar para poder lograr ser más original. Después de todo esto, debo decirte que lo que te va hacer ser original eres tú.
Sí, no te voy a mentir. A escribir se aprendiendo leyendo a grandes autores y aprendiendo a partir de lo que ellos hicieron. También se aprende a escribir copiando y reinterpretando lo que otros han hecho. Y, mientras no sea ningún plagio, no tiene nada de malo. Escribir es una habilidad que se adquiere con mucha práctica y paciencia, a través de mucho ensayo y error. No puedes escribir una buena novela, original y llamativa, cuando no tienes la experiencia suficiente. Vaya, la mayoría no podemos hacerlo.
Por eso, debo advertirte sobre dos cosas. La primera es que debes darte tiempo para aprender. Y, la segunda, es que debes encontrar poco a poco lo que te hace a ti diferente y especial. Esa diferencia será la que tendrás que trasladar a tus obras para diferenciarte de los demás al mismo tiempo que te mantienes en la comodidad de ser quién y cómo eres.
¿Puedes imitar a los grandes para aprender? Más que poder, es lo que deberías hacer. Sin embargo, recuerda que tus historias forman parte de ti y lo que estás buscando es que los lectores te lean y les gustes. No por imitar a nadie, sino por ser quién eres.
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Y eso es todo por hoy. Estos son mis consejos para poder escribir textos que se diferencien de los demás y poder destacar en un mercado ya de por sí saturado. No obstante, seguro que se te ocurren otros diferentes.
Cuéntame, ¿qué otros aspectos crees que hacen que una obra sea original?
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Creo que, sobre crear algo original, también podría ser respecto a usar mitología real: ¿Cuántas historias usan la mitología griega (Percy Jackson y Dc) o la nórdica (Marvel)? ¿Por qué no crear un panteón propio (con todas las influencias que quieras, pero propio al final)?
¡Muy cierto! De hecho, es un tema que trato mucho en la web. Ya sea coger mitología existente pero poco conocida o crear nuestro propios dioses.
Sea como fuere, es darle ese toque tuyo único que lo diferenciará del resto.
¡Gracias por comentar!
Una duda: ¿Hay en la página un «lugar» para enviar un borrador y que reciba retroalimentación?
No, lo siento. Actualmente no cuento con el tiempo como para hacer de lectora beta. Pero en redes sociales se trabaja mucho con un intercambio: yo leo tu manuscrito y tu lees el mío.
Una idea que he tenido desde hace tiempo es la de crear un mundo donde no existen los hombres, y las mujeres han sido las únicas encargadas de hacer prosperar su civilización prácticamente desde sus inicios. Me parece una idea llamativa, pero me preocupa un poco no poder hacerlo bien y que una idea como esa pueda molestar a cierto tipo de personas. ¿Qué sugerencias o recomendaciones podrías darme?
El primer consejo es que leas obras que ya lo hayan hecho. Por ejemplo, «Las estrellas son legión». Y el segundo que puedo darte es que te apoyes de la opinión de una mujer (mejor si es activista feminista o entiende bastante del tema) para que puedas trabajar bien la feminidad sin ofender sin querer.
Es una idea muy interesante, ya me contarás si la llevas a cabo ^^