TEMA: REVIVAMOS LO QUE ESTÁ POR MORIR

TEXTO: APOCALIPSIS 3:1-2 Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: El que tiene los
siete espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice esto: Yo conozco tus obras, que
tienes nombre de que vives, y estás muerto. 2 Sé vigilante, y afirma las otras cosas
que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios.

Verdaderamente las palabras de nuestro Señor Jesucristo fueron palabras muy duras para
la iglesia de Sardis, y para comprender bien el porqué de las palabras del Señor es
necesario primeramente conocer EL CONTEXTO HISTÓRICO DE LA CIUDAD DE
SARDIS:

SARDIS ESTABA UBICADA EN LO QUE HOY ES TURQUÍA, Sardis fue en una época una
ciudad muy próspera, de gran comercio textil, era la capital del reino de Lidia, era famosa
por su enorme templo dedicado a la diosa Cibeles o Artemisa, FUE UNA DE LAS
CIUDADES PRINCIPALES DE TODA GRECIA, estaba llena de grandes y preciosas
edificaciones de los cuales aún hasta hoy permanecen sus ruinas.

Pero aunque Sardis fue una ciudad muy próspera y llena de lujos, en el tiempo que el
apóstol Juan les escribió este mensaje ya toda la gloria y la fama de Sardis eran cosa del
pasado, pero sus habitantes vivían siempre orgullosos del recuerdo de lo que fue la ciudad
y no querían reconocer su condición actual.

Y esa condición de vida de los habitantes de Sardis se había trasladado al estilo de vida de
la iglesia, por eso recibieron de parte del Señor un mensaje muy duro:

VEAMOS EL DIAGNOSTICO QUE HIZO EL SEÑOR A LA IGLESIA DE SARDIS: (VS 1)

Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: El que tiene los siete espíritus de Dios, y las
siete estrellas, dice esto: Yo conozco tus obras, que TIENES NOMBRE DE QUE VIVES,
Y ESTÁS MUERTO.

Definitivamente que el mensaje de nuestro Señor Jesucristo a la iglesia de Sardis es el más

duro de recibir, no solo a nivel de iglesia local sino también a nivel personal, de nuestra vida
cristiana, pero es un diagnóstico verdadero pues él conoce nuestras obras, él conoce
nuestra realidad y no hay nada mejor que se nos diga la verdad, pues como lo dice una
frase: “ES MEJOR HERIR CON LA VERDAD PARA NO DESTRUIRNOS CON UNA
MENTIRA”

Es más destructivo para nuestra vida que se nos diga que todo está bien, que no hay nada
que mejorar como lo hicieron algunos de los profetas de Dios con el pueblo de Israel
(Jeremías 6:13-14) Porque desde el más chico de ellos hasta el más grande, cada uno
sigue la avaricia; y desde el profeta hasta el sacerdote, todos son engañadores. 14 Y
curan la herida de mi pueblo con liviandad, diciendo: Paz, paz; y no hay paz. Cuando
en realidad nuestro cristianismo es solamente apariencia externa.

Lastimosamente los cristianos de la iglesia de Sardis TENÍA UN NOMBRE, PERO NO

TENÍAN VIDA. Tenían nombre de cristianos, de espirituales, pero en realidad estaban
muertos espiritualmente.

TRASLADEMOS ESTO AHORA A NUESTRA VIDA CRISTIANA: No podemos vivir de

apariencias, no podemos aparentar ser cristianos espirituales solamente en la iglesia,
Pero que en realidad nuestra vida espiritual esté muriendo, que nuestra relación con Dios
este cada dia mas fría y distante, enredados en pecados y siendo indiferentes con Dios en
nuestros corazones.

¿QUÉ DEBEMOS HACER ENTONCES PARA REVIVIR LO QUE ESTÁ POR MORIR? Así
como un médico cuando una persona ha dejado de respirar y su corazón de latir le aplica
RCP es decir reanimación cardiopulmonar, lo cual es un proceso de emergencia para
pacientes a punto de morir, TAMBIÉN NOSOTROS NECESITAMOS EL RCP PARA
NUESTRA VIDA ESPIRITUAL. ¿EN QUÉ CONSISTE EL RCP PARA NUESTRA VIDA
ESPIRITUAL? VEAMOS LO QUE NOS ENSEÑA LA PALABRA DE DIOS:

I) RECONCILIARNOS CON DIOS (2 Corintios 5:20) Así que, somos embajadores en

nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en
nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.

Esta reconciliación no es para volver a recibir nuestra salvación sino para volver a nuestra
amistad con Dios, para reconocer que le hemos fallado, para reconocer que nos habíamos
alejado y que necesitamos y anhelamos volver a tener una relación cercana con él.

Para poder hacer esto solamente necesitamos UN ELEMENTO INDISPENSABLE: UN

CORAZÓN ARREPENTIDO (Salmo 51:16-17) Porque no quieres sacrificio, que yo lo
daría; No quieres holocausto. 17 Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado;
Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.

II) CAMINAR EN SUS CAMINOS (Isaías 30:21) Entonces tus oídos oirán a tus espaldas
palabra que diga: Este es el camino, andad por él; y no echéis a la mano derecha, ni
tampoco torzáis a la mano izquierda.

Tenemos que comprender algo muy importante: NO BASTA CON SOLAMENTE VISITAR
LOS CAMINOS DE DIOS, no basta con solamente caminar en los caminos de Dios los días
domingos, TENEMOS QUE CAMINAR SIEMPRE EN SUS CAMINOS.

El verdadero arrepentimiento que produce cambios y trae bendición a nuestra vida no es

solamente reconocer que andamos por el camino equivocado, ES DEJAR EL CAMINO
EQUIVOCADO Y VOLVER AL CAMINO DE DIOS (Hechos 3:19) Así que, arrepentíos y
convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la
presencia del Señor tiempos de refrigerio,

III) PROCURAR VIVIR UNA VIDA AGRADABLE PARA DIOS (Romanos 12:1) Así que,
hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos
en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.

Tenemos que saber que si algo hace morir poco a poco nuestra vida espiritual y nuestra
comunión con Dios son nuestros pecados, es decir, todo aquello que sabemos que no es
agradable al Señor pero que aun así lo hacemos.

Es por eso que para revivir nuestra espiritualidad y nuestra comunión con Dios tenemos que
procurar agradar a Dios con nuestra vida, con nuestras acciones, con nuestras
decisiones,SE REQUIERE SER UN SACRIFICIO VIVO, es decir, hacer morir en nosotros lo
que al Señor no le agrada para que nuestra espiritualidad reviva, y nuestra comunión con
Dios se fortalezca.