La Enfermedad Del Terapeuta
La Enfermedad Del Terapeuta
La Enfermedad Del Terapeuta
CON WINNICOTT
ANGUSTIA PSICOTICA Y CONTENCION
Titulo original:
Psychotic Anxieties and Containment
A Personal Record of an Analyse with Winnicott
III III! I I
II1II 11111 !I'd HI ········································
Traduccion: CLAUDIA HERCMAN
Direccion Tecnica: ANDRES BARBAROSCH I II I
I 1IIIdlltin d,' Willnicott donde predominan las angustias
I It III I II lIll III rOrlne personal.
ISBN: 950-892-008-4
I II III t I III
© 1995 Lugar Editorial SA
I dlllill d IIIIII/In d(' lid Illucln: .
Castro Barros 1754 - (1237) Buenos Aires
Tel: 921-5174/924-1555 II 1 II II I
Queda hecho el deposito que marca la ley 11.723 dill 11111111111 Wlllllh'oll . 105
Impreso en Argentina Print Iin Ar,::'ntinH 1111111111111 1IIIIti """" •.•.•.......•......••••.....••••............................. 111
,<.- tamos en deuda con la Dra. Little por compartir con nosotros
la historia de sus analisis personales. Su relato es de enorme
1m portancia para psicoanalistas y psicoterapeutas debido a su
t' I riencia directa en un purgatorio interne por el cual muchos
cuyas contribuciones han sondeado las profundidades ontolo- z:lron el trabajo de Winnicott por carecer de valor, yasegura-
gicas de nuestra existencia, han "transicionalizado" la pers- Ion que se trataba del resultado de su enfermedad (Rodman,
pectiva psicoanalitica del sujeto ala indivisibilidad de la diada, InS7, carta 25). Tambien existio un contraste entre la opinion
ha introducido la "tercera dimension" de la dialectica, la ironia d(' Wjnnicott y la de Klein acerca del grado de desarrollo del
y la paradoja a una estructura psicoanalitica teorica que no yo d I recien nacido (Winnicott, 1962, cap. 16).Winnicott, quien
sabia que aim se encontraba atrapada en la "primera dimen- 'J )re laba en gran medida el trabajo de Melanie Klein, no acep-
sion" del "0 '" 0" (una cosa u otra), y ayudo a legitimizar los to d h ho de tener qu sumir sus ideas en conformidad con
las de ella. por otra parte, mantenian diferencias sustanciales dad emocional de uno del exterior al interior, es decir: el pacien-
referentes no s610 al tema de la realidad per se, sino tambU~n le debia aceptar que aunque hubiera side maltratado en su
a su inclusi6n en la teoria y la tecnica psicoanaliticas. 1nfancia 0 en su niflez, los unicos elementos de importancia
Asi, Winnicott habia quedado atrapado en una guerra para el psicoanalisis eran sus propias respuestas ante el aban-
entre dos polos, donde no podia adherirse a ningun bando, y dona 0 la intrusi6n. La raz6n fundamental de esta perspectiva
se hallaba en la misma situaci6n de otros analistas britanicos aparentemente unilateral y ascetic a era la necesidad supues-
como Fairbairn, Balint, Bowlby, Khan, Little, Milner y otros, I del paciente de "hacerse cargo" de sus propias reacciones
quienes a pesar de tener predisposici6n por las ideas de ante los traumas originados en el abandono y la intrusi6n de
Klein, no podian renunciar a destacar la importancia tecnica . u crianza en lugar de culpar, exonerandose a si mismo antes
de la realidad. De ese modo, Winnicott form6 parte de la llama- <I ascender a la propia aceptaci6n del self ontol6gico (existen-
da escuela de relaciones objetales, hoy denominada El Grupo cial de uno). En otras palabras, una vez descontada toda la
Independiente. Al releer recientemente los trabajos public ados (. mpleja metapsicologia, el infante-paciente necesitaba "hacer-
de Winnicott, quede impresionado por 10kleiniana que resul- cargo" de su responsabilidad por su dilema para poder "cono-
tara la base de su orientaci6n, pero tambien por 10innovador (' 'r" su self. Si bien la teoria psicoanalitica 10habia tornado des-
de Klein que fue Winnicott. Lo que distingui6 su trabajo ( y el (I un principio, no habia side suficientemente explicado el he-
de otros miembros del Grupo Independiente) es la gran impor- I'ho de que la segunda teoria del psicoanalisis de Freud surgi6
tancia que Ie atribuyeron a la relaci6n entre la realidad y la fan- (I la perspectiva hermeneutica del infante, cuya proclividad
tasia. La fantasia tenia un papel de gran importancia en la teo- Ilarcisista lo/la lleva a responder por (hermeneuticamente)
ria kleiniana y para el Grupo Independiente, la realidad era la lodos los sucesos de la realidad externa como si estuvieran oca-
contraparte y la instigadora de la fantasia. lonados por impulsos internos, sin contar aun con la madu-
Winnicott, por alguna raz6n, parece haber comprendido I ('z para explicar un mundo separado del self que posee un
que las practicas parentales deficientes e intrusivas tenian un If nte de causalidad separado.
efecto destructivo en el desarrollo infantil por encima de la con- Winnicott era consciente de esta perspectiva freudiana cla-
pci6n de Klein acerca del simple permiso de los padres res- (. ,que tuvo mayor enfasis aun en la tecnica kleiniana, pero
p to d la destructividad infantil innata. Me extendere sobre t Ill1biencontaba con la experiencia de ser el Director Medico
e t t ma ya que, si bien es sutil, resulta importante para los ( 1(' Paddington Green, un hospital y clinica para nillos. AlIitenia
psicoanalistas. Uno de los legados de la segunda teoria de I, posibilidad de observar de cerca la interacci6n madre-infan-
psicoanaIisis de Freud (la primera fue la represi6n de los recuer- It'. Por 10tanto, eI corrigi6 la teoria de Klein desde su perspec-
dos sexuales traumaticos) fue la del sentido inherente de cul- Ilv~l,no la rechaz6. Enfatiz6 la naturaleza de la relaci6n entre
pa que el ser humane adquiere desde el nacimiento debido a I I pareja de crianza y la importancia de que la madre acepte
sus fantasias inevitables e inexorables con respecto a la exce- ('1 prlmario "estar uno con" su hijo, su capacidad para satisfa-
siva apropiaci6n de la persona de uno de sus padres y a la agre- ('('r, J ara cuidar, y para dedicarse ala supervivencia y el cre-
si6n asesina hacia el otro, es decir: el complejo de Edipo. Para to 1IIIcntodel bebe. Seguramente Winnicott apuntaba a la impor-
la tecnica psicoanalitica, el resultado de esta segunda teoria I 'Ilel del medio inicial de este nuevo ser humano, la "provi-
fue el de cambiar el enfasis de la realidad a la fantasia y, mas \()\I ambiental", el "ambiente de sosten", etcetera. Winnicott
aun, de cambiar el sentido de responsabilidad por la enferme- l(lllrt:nt mente destac6 que el infante no es tal sin su madre;
de ese modo ayud6 a iniciar un cambio importante en el enfo-
que psicoanalitico: del self unitario a la relaci6n indivisible Parte 1
entre dos (madre-bebe), que se convirti6 en la fuente de la psi-
cologia del self. Mas aun, sus conceptos se correspondieron con
los de Bowlby y los de Stern. Tal vez pudieramos resumir ade-
cuadamente el enfoque de Winnicott de la siguiente manera
(que constituye una reafirmaci6n de 10 que dije anteriormen-
tel: El "ser" del infante-paciente debe ser separado por un medio
de provisi6n ambiental ("ambiente de sosten") para transfor-
marse en un ser que lucha, que necesita, que desea, un self
"hacedor", capaz de realizar una neurosis de transferencia con
conflictos edipicos. De 10 contrario, el analista debe convertir-
f~LTRABAJO DE WINNICOIT
se en el sustituto real del ambiente de sosten ausente del pas a - f/"N LAS AREAS DONDE PREDOMINAN
do, y debe preparar al paciente para un "analisis neur6tico"
mediante su propio sosten. f "I\S ANGUSTIAS PSICOTICAS.
En cierto modo, Winnicott ha promovido aquello que Sear-
les habia denominado relaciOn simbiOtica Considero que la esen- I IN INFORME PERSONAL.
cia de ese punto de vista se aproxima a la "curaci6n" y que puede
trascender la "terapia". La que nos queda a nosotros es validar
las posiciones de Winnicott y de Searles y sentar las bases para
Polonio: Para definir la locura, s6lo haria
compartir, tocar, conversar, ayudar, ipara ser amigo!
falta confesarse loco.
Aparentemente, Margaret Little fue victima de padres teme-
rosos y discordantes, pero fue beneficiaria de uno de los gran-
Hamlet: Estoy loco cuando sopla el nor-
des "curadores" y "terapeutas" del psicoanalisis. Le estamos noroeste: cuando sopla el sur se
agradecidos por revelarnos parte de su metodo. distinguir la garza del halc6n.
WILLIAM SHAKESPEARE, Hamlet, II. ii
/1,/ riesgo que implica
('ontar mi propio anaZisis
II 1.lnna.
Durante tres alios soporte sus largos periodos de llanto y
III 1111, I mor, sus acusaciones y sus amenazas de suicidio que
'1111 d .re serias. Solia salir como una loca, conducir des con-
III II l( lamente por la carretera y esconderse durante horas, tras
III l'lllll regresaba muy tarde una vez que yo ya habia renuncia-
1111 I I)uscarla. Por ese entonces yo ejercia la medicina y tenia
11111('110 trabajo.
No bien comenzo su tratamiento, comprendi que yo tam-
1111 II 10 necesitaba, y me propuse encontrar un terapeuta.
1\ pesar de que durante las tres primeras semanas de di-
lit II d miedo me paralizo de modo tal que no podia hablar ni
IIIIIVI'rme,el doctor X nunca me considero mas que como una
III It rMica leve. El se dab a cuenta de la tension que me asfi-
I II HI, P ro no intentaba comprenderla, y eventualmente me
t 111111:11> masajeandome suavemente el vientre. Me trataba como
It 1111 • cr humano racional, e insinuaba que yo podia ser una
111111('1' alractiva, cosa que nunca crei posible, a pesar que, de
actividades. cll1'0 de la habitacion. ( Mi madre solia decir que yo era " debi!,
Pero aun asi, nuestra lucha continuo. En una oportunidad I'mpre siguiendo la ley del minimo esfuerzo". "G De que servi-
hable de como me gustaria "ser alguien", refiriendome a ser una I i IS en una expedicion al Artico?" y citaba a Milton, "On his
verdadera persona, no nadie, 0 una no persona, como en reali- 1111,
tdness".)
dad me sentia. Esto fue interpretado como mi deseo de ocupar En noviembre de 1945 mis padres enfermaron repentina-
ellugar de mi madre, de ser mi madre fisicamente, en sus 11Ic'nte;mi padre deliraba y se volvio inmanejable. Le diagnos-
r laciones sexuales y en su capacidad de reproduccion. La que I ('aron un "accidente cerebrovascular". Debia permanecer inter-
m at rraba era descubrir que fuese una "mala copia" de mi II\(10,Ycomo en esa epoca era dificil conseguir lugar en un hos-
IluKlr d Ella Sharpe misma (que era exactamente 10mismo), I' (~11, hubo que internarlo en un hospital para enfermos
1)('1'< no I dj hacerle comprender esto a ella, a fuerza de que el 1III'I1Lales, Murio cinco dias despues, de bronconeumonia; post
r e. g fll r" r a1.Toda vez que hablaba de alguno de mis padres, /I/(wlem descubrieron que su cerebro estaba intacto.
(II, \I opinion 111i palabras expresaban fantasias, y cualquier Su enfermedad y muerte fueron el centro de una crisis
ref:r '11 fa a I r hdad implicaba una defensa contra la fanta- 1Il,Iyoren mi familia. Ruth se habia rehusado a compartir su
'la. modo tal que me encontraba atrapada en la "telarana"; II II >ILacionconmigo y me pidio que me fuera. Mi madre orde-
yo era la loca, no mi madre; eUa era la que "sabia", como mi III)que no hubiera flores en el funeral, al que ella no podria
madre habia sabido siempre, y no yo; mientras que mi recono- II I 'Iir. Resulto una tarea muy triste y fria de la que solo nos
cimiento de mi misma y de la psicosis de mi madre eran des car- II I'imos cargo uno de mis hermanos y yo. (Luego, mi madre
tad as como fantasias. Nuevamente me encontraba en el confu- 1110, t ro sus sentimientos posesivos y su hostilidad incons-
so "Pais de las Maravillas" 0 "A traves del espejo", como en mi I Inlle hacia eI permitiendo que la noticia de su muerte se publi-
nifiez, cuando simultaneamente "imaginaba cosas" y "no tenia I \1:1,'010 en la revista de la eseuela donde el habia ensenado
imaginacion", cuando no tenia otro remedio que saber 10qu dllr:II1Letreinta anos.)
veia y sabia y a la vez "no sabia nada". Yo debia leer la comunicacion que me permitiria conver-
Siempre en el divan la realidad debia dejarse a un lado, 111111(1 en miembro titular de la Sociedad Britanica de Psi-
inc1uso las observaciones respecto de su edad 0 su salud, y Illdll:Hlsi una semana despues del funeral. Quise posponerlo,
en especial 10referente a su enfermedad cardia a. No solo teni .. III I() \;l s flora Sharpe insistio en que la presentara. Entre mi
inmediata congoja y mi transferencia psic6tica, no pude hacer- Fui a ver a la doctora Payne, y en su divan llore y des car-
Ie frente, pero en realidad senti que interferia masivamente gue mi ira durante una hora. AI finalizar, me dijo en tono de
en mi dolor. sorpresa: "iPero, usted esta muy enferma!" Y Ie respondi que
Lei mi trabajo y disfrute del debate. Ella estaba encanta- ('so era exactamente 10que Ie habia estado explicando a la seno-
da con mi exito, y no dijo nada acerca de mi duelo 0 de la con- ra Sharpe durante los ultimos seis anos. Sabia que nunca habi-
gOjafamiliar, excepto una simple y obviamente sincera expre- lllTIOS tocado mis verdaderos problemas; en lugar de empatia
si6n de pesame por mi perdida. El analisis continu6 como si, lIabia habido una "confusi6n de lenguas" (Ferenczi). Sintien-
fuera de la lectura de mi trabajo, nada hubiera pasado. dome mas no persona que nunca, y aun sin saber 10que sig-
Mi deseo de no leer el trabajo fue interpretado como la cul- Ilificaba ser "yo misma", una vez mas me encontraba totalmen-
pa que experimentaba por sentir envidia de su capacidad Ie expuesta a mi angustia psic6tica, con una ira, una culpa,
para escribir y presentar trabajos, transferida de mis padres II na impotencia y una desesperaci6n abrumadoras.
en su relaci6n y creatividad sexual, y como miedo ala retalia- La doctora Payne me deriv6 a Marion Milner, quien me
ci6n si me atrevia a sentirme segura 0 a desafiarla de algun llyud6 en lineas analiticas generales y me contuvo con gene-
modo. Yono podia negar la envidia, pero no 10considere de gran ro idad durante el ano siguiente; pero la situaci6n era dificilya
importancia en ese caso. ( En mi trabajo titulado: "Counter- '1lle nosotras habiamos sido estudiantes en la misma epoca.
transference and the Patient's Response to it" [Little 1950], hablo 1,lIego,D. W. tuvo un horario libre y me tom6 a su cargo.
de esto en forma solapada.) Por esta epoca, mi vieja amiga y ama de llaves se retir6.
En abril de 1947 acordamos terminar el analisis despues IIice una mudanza importante, separe mi casa de mi consul-
del verano. "No tiene sentido seguir analizando por el s610he- Iorio y comence a vivir sola por primera vez. Tambien por pri-
cho de analizar", dijo; pero en mayo, durante el Pentecostes, Illera vez me embarque en una relaci6n sexual con un hombre,
falleci6 repentinamente. j Ilgo que hasta el momento me habia resultado imposible.
Yo habia estado en Amsterdam asistiendo al primer Con-
greso de Psicoanalistas Europeos despues de la guerra, y 10habia
disfrutado. Habia hecho nuevos amigos y nuevas relaciones, y
por primera vez habia notado que un hombre se interesaba en
mi. Dnos dias antes me habia despedido de la senora Sharpe;
era el dia de mi cumpleanos (el mismo dia del de mi padre), y
ella me habia deseado un felizregreso. Cuando regrese, me ente-
re de que habia muerto. De modo que aqui se repiti6 el trauma
de la muerte de mi padre, que nunca habia elaborado, ya que
en ese momento habia negado la realidad; y esto habia repeti-
do un trauma aun anterior, la perdida de una tia muy querida,
caso en el que la Sra. Sharpe tambien habia evitado mi trabajo
de duelo, y en lugar de eso, me dio una interpretaci6n transfe-
rencial por sus vacaciones venideras, que sonaba tan il6gica
como la mayoria de las "explicaciones" de mi madr .
I )sicoterapia con
I). W W, 1949-1955, 1957
1965), donde fuera posible ser. Iia, el mantenerse en contacto con el "ello", el yo y el superyo,
S6lo en contadas ocasiones sosten significaba literal- ('11 personas de toda clase y de cualquier edad, incluyendo a
mente restringir 0 controlar. El era compasivo, pero consisten- ;4i mismo, el comprender ellenguaje corporal en toda~ sus
te en su firmeza, a veces hasta el punto de ser cruel, cuando 10 lormas, era una dimensi6n esencial en el. No se defendla de
consideraba necesario para la seguridad de su paciente. De- HIlS propios sentimientos, sino que los dejaba fluir en toda su
jando de lado la intervenci6n fisica, el podia "prohibir" la acci6n. 1'.:lInayen ocasiones, hasta permitia la libertad ~e expresarlos.
Esto resultaba muy efectivo, ya que, aunque podia ser desobe- :;111 aer en ntim ntalismos, era capaz de sentlr acerca de un
decido, no podia pasar desapercibido, porque ]0 habia expre- p:l('i nl:, on. II p:lclenl . y para su paciente. Era capaz de
e~trar en una e:cperiencia y compartir el modo en que las emo- Respondia alas preguntas en forma directa, tomandolas
ClOnesque habIan sido reprimidas eran liberadas. literalmente, y luego consideraba (solo, a menu do can el pacien-
Le :onte acerca de una perdida de mi ninez que recorda- tel el porque de la pregunta, par que habia sida formulada en
ba. HabIa e?cont~ado una amiga, "A",en la escuela, alguien ese momento, y cuaI era la angustia inconsciente que traslucia.
que me habla elegldo para ser su amiga. Me habia brindado su Me permiti6 trabajar can mis tiempos, yeI se adapt6 a
casa, su habit~ci6n, su ninera y sus juguetes. Un dia, despues ellos. S610cuando alguna circunstancia -por 10general impre-
de unas vacaclOnes, ella no apareci6,y luego durante varios dias vista y externa- 10requeria, ejercia algun tipo de exigencia.
estuvo "enferma"; y luego "muri6". Yohabia sido "poco amable" Esto era muy importante para mi. Me permitia ser yo misma,
y "eg,?ista"par no h~be.~leescrito. Evidentemente "no me impor- mantener mi propio ritmo, mientras que en mi infancia me habi-
taba , de 10~ontrano Ie hubiese escrito". EI comenz6 a lagri- an empujado y retenido, de modo tal que ni los tiempos ni las
mear, par rm, y yo pude llorar par aquella perdida como nun- contradicciones me pertenecian.
ca 10habia hecho.
EI momento fijado para una regresi6n total no dependia
, "lPor que ~iempre llora en silencio?", me pregunt6. Le expli- s610de mi, tambien era necesario considerar su disponibilidad
que que 10habIa aprendido de pequena. Una noche, lloraba a en relaci6n can sus otros pacientes. Decia que los pacientes a
ausa de u,n dolor de muelas. Ese dia habia sido agotador para veces tenian que "hacer fila" para entrar en esa fase; uno
ladas, segun me dijeron. "Ya deja de llorar, carino, nos haces tenia que esperar que el otro hubiera salido y que ya no tuvi~-
ntir mal a todos"; y a la manana siguiente, cuando el abce- ra necesidad de eI en ese sentido. Pero el momento dependla
.'0 !labia cedido y habia disminuido el dolor, "YaYes, lloraste
de mi en tanto que debia estar preparada.
p)r nada". Y a menu do me decian "jAlegrate, carino! Pronto EI daba muy pocas interpretaciones, y s61010hacia cuan-
('. lara muerta".
do habia llegado al punto en que el problema se tornaba
E: lo 10enfureci6. "Odio a tu madre", exdam6. Se escan- consciente. De ese modo, la interpretaci6n podia sonar justa.
II d ~;() uando Ie conte que hasta los diez anos, a mas, me obli- EI no era "infalible", pero a menudo hablaba en forma tentati-
',"HIll it •• I cansar" todas las tardes en una habitaci6n oscu- va a can suposiciones: "Creo que quizas ...", "Mepregunto si...",
I I II Illgll l s ni libras, y que me humillaron par haber raid a o "Parece como si. .." Esta modalidad me permitia saborear a
II (/:1 qll ponianjunto a mi cama hasta que Ie esculpi una entir 10que eI decia; y era libre de aceptarlo 0 rechazarlo. No
dIn de 111 do tal que logre obtener pequenos trozos de cera daba interpretaciones como si yo tuviera acceso a la funci6n
II il 1 IIlH'li ar, apretar y moldear.
simb6lica, 10que de hecho no ocurria.
I . W. era una persona sincera. Los " buenos modales" eran Un dia su secretaria me inform6 que el no se encontraba
IlIpo.-f:wl s para eI. Respetaba a las personas, ya fueran pacien- bien y que llegaria un poco tarde a mi sesi6n. Cuando lleg6,
1('. (l {'oJ s, aunque tal vez era demasiado franco a la hora de
s veia gris y muy enfermo; me dijo que tenia laringitis. Yorefu-
('j Ile;tr. xigir "asociaciones" 0 forzar una "interpretaci6n era
i
Ie: "Usted no tiene laringitis, tiene una afecci6n cardiaca. Vuel-
('Oil, ld 'ra 10"malos modales", ademas de resultar inutil. Era va a su casa". Insisti6 can la laringitis, pero no Ie fue posible
11111 lion. lo: respondia alas observaciones y contestaba pre- continuar can la sesi6n. Esa noche me llam6: "Tenias raz6n, es
1\11111: I, con sinceridad a menos que tUviera la necesidad de pro-
I 111a afecci6n cardiaca". Esto produjo un largo receso, muy dolo-
I('j',t'l :1 01 ra J r ona, pero era fundamental saber cuando su
roso, pero finalm nt se me permiti6 saber la verdad: yo podia
I('~ Pll('. 1;1 110 ra lotalmente ciertayporqu'.
(','I, \" n 10 i-it , ((('bi:l~onfiar en mi percepci6n. Esto era un
Vir,<lj"i,~n?orta~te, y ello sabia. Poco tiempo antes, me habia La infancia de mi madre, en Australia, fue terribLe, con un
<,I.i~o,ll
S,I, ~st~ en~ern:a, pero en usted tambien existe mucha padre alcoh6lico e inestable que enganaba a su mujer, y una
" l d PSlqUlca . MI pnmera reacci6n fue la angustia y luego Illadre carinosa pero dominante, que se metia en todo y era
.II I' ono "d d ' ,
'f' cer mi mle 0 e que el negara 0 perdiera de VI'stamI' :Ibsolutamente impredecible. Tenia dos hermanos mayores.
VII
. I'm dad g - "P
, a rego: ero eso 10dejaremos para mas adelan- /\mbos la fastidiaban, la toqueteaban, la atonnentaban y la inti-
,I
IC, hora 10importante es la enfermedad " M - t d
('I'll 16 " . as ar erne des- midaban. Mi madre adoraba a uno de ellos, Tenia un herma-
, ' omo una persona que sufre de esclerosis multi Ie 110menor ciego de nacimiento, y cuando tuvo cinco anos, 10
(fliClJcne el cerebro tornado por la enfermedad". p ,y (Icjaron al cuidado de mi madre al nacer otro nino, Cerca de su
, '. t~ era una d.esCripci6nexacta de mi estado "borderline" ("lsa se levantaba el aterrorizador mundo del presidio del que
y cI 1111 transferencIa hacia el (Little 1964a) ya q I I' Illlabuelo obtenia mana de obra, los Aborigenes canibales, y la
. 'I' -I' I " ue en a esc e-
In, :-l mu tip e, las lesiones aparecen diseminadas y el h h Maleza, donde los niflos a menudo se perdian y casi nunca eran
;1',(', {jll , ] cerebro este t~mado trae trastornos psiquicos pC:~ia~ hallados.
'/,',1~o ,y por ,10q~~ sabIa, habia "parcelas" de salud y de enfer- Mi madre debia ser valiente, divertida e intetigente. Su padre
1I1(.(ldI._Estotamblen reflejaba el estado de mi mad dId (ambien la fastidiaba, la toqueteaba y la intimidaba, y fmalmen-
('II lfll I habl b d II " re, e mo 0
a a e e a. Su madre es impredecible ca -t· Ie la repudi6 a ella y a su hijo ciego. Ella aprendi6 a bailar para
o!' ':lni%<tI caos alrededor de ella" (- W' . ' 0 Ica, y
vease mmcott 1961) "Es vi y a patear "accidentalmente" la botella de brandy, tambien
I '()1110 t II <:I aja de sorpresas constant " D h h ' _'.
'I. I ' ' , e. e ec 0 este habIa sido Ilara defender a su madre cuando sus padres se peleaban. No
( "111 lien l d mi mfancia del cual no d- ('S este ellugar para dar tantos detalles, pero poco antes de morir,
I, I' b' " ' po Ia separarme a pe-
II ( ( , '~~..'I<lI1,l?ady la confiabilidad que inspiraba mi padre IlIlmadre me dijo que "el unico modo de sobrevivir a todo eso
1 (jll( / ~t:lIl1blen se veia afectado por el caos de mi madre: ITa convertirlo en un juego" (vease Searles, 1959). La increible
101 I II I Ie, I), W, me coment6 que probablemente si de mu ('s que sobrevivi6 a todo eso, se cas6 con mi padre, que Ie era
II I III(' III rI )1('l";ln I uesto a cargo de una mad ' d ti ypeque- IiIl'l fiel como ella a eI. En ese sentido, no habia dudas, a pesar
1111 III II).'1 I ('nlclo ningun problema (Deb reIa op va estable,
I . 0 ac arar que a pesar d que se fastidiaban mutuamente y tambien a sus hijos de
II III dl('lrl/;I(1 ,yonoaparentabaser"anormal".Hab- 'd al IIn modo bastante sadico. Mi madre sostenia que el sexo era "un
I trill'. 0, IlprolHI10examenes, hasta habia ganado b I~~~_ (Ieber desagradable de la mujer hacia su esposo"; parir era un
I (lid Ido 111(' Ii ina, habia ejercido la medicina era ecas, a ,Ia ('spanto: se fajaba para disimular el embarazo y postergaba la
III ,'Ol'lllil<la y alificada. Ademas, exceptuando ~res :e~::~~- Idea del parto (que inevitable mente resultaria fatal) "no pensan-
r
(II' 10, ('lIl 1na cada uno, mas las vacaciones, traba'e continua- (10en ello" por el tiempo que fuera posible. Tener miedo impli-
IIWIlI('('01110 analista durante todo ffil' an~l' , D~ (';Iba "cobardia" y resultaba "despreciable".
/\ -' ctllSIScon ,W.)
«III necesario dar algunos datos acerca de ' f: ", Mi padre no era para nada insignificante, Era un matema-
(,'1'10 ('0111 rario, resultara dificil comprender 0 creer ~cahmasIhda, lleo que abandon6 sus proyectos de seguir una carrera univer-
1 I ('0 '1 ' q I"g M
' , " 1I J 0, e sorprende 10poco que Ie di'e aD W :li!"'lriay se convirti6 en cambio en maestro de escuela para pa-
('II !)(I/ul)r({$, sin embargo su comentario ace d ~, . . g:,r us estudios (impagos a causa de la qUiebra de su padre).
1 " .. rca e mi madr
1I~(Olll(~II,ni1I' v JaclOn(no una "interpretaci6n" analitica), M 1':1'<1 una persona estable, calida y sociable, pero todas sus amis-
P( 111111 0 (OII1J}I- nd r 111uchas de las co _ 1:ldc y actividades fuera de cas a (golf, navegaci6n, etcetera)
('W j' ( 'I· I -. I sas que ya sabIa,
, fll( ].1)1,10 ,-vado 0 que me habi;:)I didiO, .'1':111 'istematicam ntc d stnlidas por mi madre; s610se Ie tole-
raban las actividades que pudiera emprender solo 0 en familia; Ie. Lo unico predecible era que seria impredecible; habia que
asi se convirtio en un hombre irritable y de mal genio. Era dema- vivir con eso y encontrar la manera de sobrellevarlo. Los uni-
siado escrupuloso, inhibido y timido con las mujeres, y no er~ ('osjuegos posibles, ya fueran conjuguetes, pelotas 0 palabras,
demostrativo en absoluto con sus hijos. La (mica mujer a lH Icnia que decidirlos ella; por 10 general eran buenos, pero si
que Ie hablo en su vida fue a mi madre; fue amor a primera yo decidia jugar a algun juego, 10 interrumpia 0 se hacia cargo
vista y para toda la vida y muy pocas veces pudo ponerse a la (Ie dirigirlo. La espontaneidad, "idea, impulso, acci6n ... todo
II no... al mismo tiempo, sabiendo que hacer" (Sacks, 1985) era
altura de ella.
Era de esperar que todos sus hijos tuvieran algun tipo d (Icsechada. Su propia madre, la tirana buena, estaba siempre
trastorno. Ella manifestaba su temor de que cada uno "sal- ('crca, y no siempre era tan buena.
dria mal". Mi hermana mayor, Ruth, intelectualmente brillan- Mitio ciegoera casi la unica persona con la que podia hablar.
te, desarrollo un superyo salvaje, un coraje moral y una capa- l':ra academico, muy culto, Ie gustaba mucho Ia musica y era
cidad de resistencia considerables. Fue una leyenda en su tiem- lImy independiente. Cuando se caso, perdi el contacto con d,
po, y una santa; lamentablemente para ella, "Esta vida n ('ai en una profunda depresion y me enferme fisicamente.
merecia ser vivida si no habia otra mejor despues". Mi herma- Durante mi analisis con D. W. atravese tres periodos de
na menor, Cecily, enfermo poco despues de que mis padres emi- (Iepresiones graves que me impidieron trabajar. Hacia tiempo
graran a Australia (siempre la Tierra Prometida) en 1934, y 1I11e habia notado que tenia periodos de depresion que dura-
murio a los 28 anos casi antes de que ellos llegaran (estuvie- II; I n aproximadamente diez dias, a intervaIos de tres meses, sin
I ('\acion con alguna perdida conocida, que nunca pude com-
ron alIi solo 4 anos). Mis dos hermanos, gemelos, diez ano
menores que yo, nacieron prematuros tras un embarazo cast prender. Y tambien hubo dos depresiones que me incapacita-
fatal cuando mi madre tenia 42 anos y tres hijos anteriores, Ion despues de perdidas conocidas.
Ambos viven y han tenido sus dificultades. En los primeros tiempos de analisis, tras un ataque serio
(It' gastroenteritis (Iuegosupe que habia side una manifestacion
Para Ruth yo era "irritante". Debo haber representado una
amenaza para su supremacia, ya que siempre fui enfermiza y de mi condicion de celiaca), me senti muy enferma, fisicamen-
necesitaba y recibia mucha atencion, probablemente a caus II- agotada y profundamente deprimida por un tiempo. No podia
de una hernia hiatal congenita junto con mi condicion de celi- II' a Ias sesiones. D. W. venia a mi casa cinco, seis y hasta siete
aca (ambas genetic as), que me han molestado toda la vida. Am- vcces por semana; Ias sesiones duraban noventa minutos. Esta
bas me fueron diagnosticadas a los dieciseis anos. (Antes d ~It I Iacion se prolongo durante tres meses. En esas sesiones casi
eso, mis quejas eran "pavadas" 0 "fruto de mi imaginacion", y , Icmpre permanecia recostada llorando, sostenida por el. El
I HI me presionaba, escuchaba mis quejas y me demostraba que
mas tarde se convirtieron en "psicogeneticas", pero siempr
I ('('onocia mi afliccion y que podria esperar pacientemente. Una
se trataba de algo que "debia controlar".)
VI'Z que me recupere en la parte fisica, la depresion fue cedien-
Mi madre hizo todo 10 posible para ser una buena espos
y madre, a veces con exito, pero su angustia la convertia en un (In, y pude comenzar a trabajar nuevamente.
persona posesiva, y asi interferia compulsivamente en los asun- Para d, psique y soma eran inseparables, eran "cuerpo y
tos y las relaciones de los demas. Era una persona muy inteli- ('~.piritu que, muy profundamente, resultan aspectos interde-
PI'\ Hlicnt d 1a mi ma r alidad" (Van der Post, 1982). Siem-
gente y dotada, calida y carino sa, pero todo de un modo total-
Pl(' ,'C pr lI])al);, pOl' 1111. '.111\(\ [isica; llevaba consigo un este-
mente desordenado, de manera tal que se danaba tragicamen-
toscopio, un tensi6metro y un term6metro, y los usaba. En oc - "('ounter-transJerence and the Patient's Response to it" tambien
siones me aconsejaba que viera a mi medico si era necesari II'('ibi una invitaci6n para ir a Topeka como analista didacta,
pero tambien confiaba en mi palabra acerca de mi estado d(: 111'1'0debi rechazarla porque estaba muy absorbida por mi pro-
salud. Cierta vez, cuando tuve una bronquitis leve, me pregun- III(l analisis.
t6 por que no consultaba al medico, pero Ie respondi: "No e Me sentia muy desdichada por todo esto y a la vez me
toy enferma, estoy triste", y eso fue suficiente. l'lllbargaba la angustia par la situaci6n en que se encontraba
El periodo comprendido entre el otono de 1950 y la prima- Il. W., deprimido despues de su ataque cardiaco. Fue como uno
vera de 1952 fue particularmente doloroso para mi. Habia vue]- Ill' los anos de mi infancia, en que me veia en dificultades en la
Lode mis vacaciones y tenia una sesi6n con D. W., pero me I'llcuela a causa de un error acerca de mi edad, y simultanea-
informaron que habia sufrido un segundo, aunque menos grav • lll('nte angustiada en mi casa por el embarazo de mi ma~r~.
"Laque cardiaco, 10que nuevamente signific6 un largo receso, ( 'I'COque no hablamos sobre su depresi6n, pero yo la perclbm
Luego, me solicitaron que fuera la adjunta de la Secretaria (l'O11l0con la senora Sharpe) por su apariencia y sus modos
:1 Irninistrativa tanto de la Sociedad Britaruca de Psicologia com t1lcrados, ya que todo analizado es sensible a 10que Ie ocurre
(lei Instituto de Psicoanalisis, cargo para el cual tendria que' I ,'ll analista.
I)rCJarm-me durante dos anos. Tras asistir a s6lo tres reunio- Siempre temia que sufriera un tercer ataque y muriera, 10
11('.' I 1Consejo de Direcci6n supe que no queria aceptar I lillChubiese side fatal para mi. Una vez tuve que esperar un
1)11(',I . I ro a la semana siguiente, mi predecesora falleci I l'Inpo en la sala de espera. Le pregunte varias veces ~ la recep-
1I'IH'llIln:lm'nL ; y tome su lugar. Yo era "obviamente la per- I' nnista: "6Aun no ha llegado?" Finalmente, despues de cua-
(11111 II 11(':1(1;1" lara sucederla, y me presionaron tanto pan Il'nla y cinco minutos, entre ala habitaci6n. esperando enco~-
II I pi II c,1 pI1('.10. III no pude rehusarme. II:Irlo enfermo 0 muerto y supe que se habla quedado dorml-
II 1111H'11111 I :lIllli mo tiempo que la mudanza de Glouce - do '11.el divan y ino habia escuchado el timbre! De modo que
I I 1'1111 I M 111~ 1'('ldll lI' . Era la integrante masjoven d I ,':lIaba salvada, y nuevamente tuve la posibilidad de saber y de
I 1111 III tli I 11'1'('(IIIdel C113(D. W. era miembro y cuyo carg q.~llirmi propio impulso. Pero mi depresi6n continu6, y en los
t I I , I tit : I I II I II 0 <1('1;olllil' d Formaci6n. Estaba en de - pl'ores momentos, no podia dormir por las n~ches hasta no
II III 111,1I 1111 1 I 111,1 yOI' pn 1'1~ lIas decisiones que se tomabaJ lI:d) r telefoneado aD. W. y dejado sonar repetldas veces has-
\ II! I'll I tll'll' I II III Ir;t1>njoy todo 10que tenia relaci6n con I I que el respondiera. "
t I II III dl III\C'II' <ill' ha ia faIta una secretaria experimen- Luego supe que su segundo ataque y su depreslOn .fue-
/1/1 I, I MI ('1111:1 ('I dp;lbl ,inutil e inadecuada y queria renun- 111I1 consecuencia de su angustia por la ruptura de su pnmer
" II, Y C',1l1'1'1I1(' 111I'V']l11ente,Si bien fue un gran alivio cuand 1I1:llrimonio,una decisi6n que no tom6 ala ligera. A su debido
111111111(11111', VIl Illayo de 1952, me remplazaron, la culpa y 1(1 Ih'lllpO,me inform6 acerca de su divorcio y de su pr6xi~0 casa-
d('pl ('/ OJ I p'rsi U ron, en especial cuando descubri que n llllcnLo,por si 10escuchaba en algun otro lugar 0 ~olem.en los
II II)I:I III f; Ir IHlra mi en el Programa de Formaci6n, mientr IH'ri6dicos.Para rni fue dificil, en especial porque rm propm rela-
q11(' :I 111('II:II ian invitado en la epoca del deceso de la Sr;t t'l0I1de pareja finalmente estaba terminando. Yo era muy celo~
1\11111)\', (ISIIrC<lliclac1, D. W. me dijo que el habia intervenid • :I. Pudimos trabajar sobre material edipico, pero todo eso quedo
Pill:l :l1I11('ip;tn.,ca 10' hechos porque yo estaba "demasi C!O ,'OIlIUun tema aislado que debia retomarse mas adelante.
('IlI"IIII:I j.ISII 19r::J,c\ spu'sdelapubli
OO
a j'nd· mitr btllo 1...(1 i.on ntinuaron como antes, pero ahora en su
nueva casa. El analisis parecia interminable, y culpaba a D. W. II .asa, que quedaba de camino, hasta que pudiera viajar y
por mis fracasos. Pero luego, en el verano de 1952, por prime 11: lIlsportar mi auto. .
ra vez en mi vida, explote contra mi madre a causa de algunn Cuando volvi a mi casa, el yeso ya estaba suelto y tUVle-
de sus oposiciones a todo y de sus tonterias "inteligentes". L( 1111) que cambiarlo. El yeso nuevo era pesado y dificil de
dije exactamente 10que sentia: que ella era cruel y ridicula, qlw 11l:ll1ejar, tenia un arco debajo del ta16n, que me resultaba muy
no debi6 haberse casado 0 haber tenido hijos, y otras COSfl, Ill('t)modo. De modo que nuevamente mi movilidad se via res-
de ese estilo, sin prestar atenci6n al efecto que tenian en elhl. II Illgida, s6lo podia desplazarme pesadamente. _ _
El comentario de D. W. fue: "Se 10 debia a usted miSDW Cuando volvi a ver a D. W., seis semanas despues, habmn
desde hace mucho tiempo". Fue una agresi6n espontanea mlly 1II'IIITidotantas cosas que estaba confundida y habia olvidado
importante que antes hubiese sido imposible, y aunque no vol I III II' completo 10que habia desencadenado mi ac~ide~te, de ~odo
a ver a mi madre hasta que estuvo por morir, dos anos md 11\ 1(' nunc a Ie hable de eso. El supuso que habm sldo de~_ldoa
tarde, nunca me arrepenti de 10que dije. I I lransferencia, a causa de sus vacaciones (ver la reaCClOnde
Llegaron mis vacaciones y las de D. W.Yo viaje al norte dt III diora Sharpe ante mi duelo), y tambien que se habia trata-
Escocia, a un lugar en medio del campo, donde podia ha ('I IIII (Icun intento suicida. Pude haber protestado, pero la recien-
caminatas en soledad. Mi madre me escribi6 planteandome U II, II I)t'rdida de la movilidad habia renovado la depresi6n, y supon-
acusaci6n desmedida; mi "explosi6n" fue ignorada, fue inutll, II que sentia una culpa inconsciente por haber atacado ver-
ya que ella reafirm6 su dominaci6n sobre mi. Escale furio. II II III nente a mi madre, por haber rechazado su acusaci6n, y por
111 nt un camino de montana resbaloso y empinado en m dill I I It ''I.quefisico que hubiera querido propinarle y que finalmen-
cI 111 pesa niebla. AI dia siguiente, aim llena de ira, me n' II volvi en mi contra.
l>:t1', en cl - p d humedo al salir del hotel, cai y me quebr" l'I Notengo recuerdos del contenido del trabajo del aflo siguien-
tohilio. (I h8b r ocurrido el dia anterior, hubiera perman ('\ II C'I) analisis, de modo que pienso que proyecte mi confusi6n,
till lodn I•• n 1:1 n la montana hasta que hubiesen podtdll Ilt'('1 ra, yD. W. debe haberse hecho cargo de eUa(Searles, 1959),
( I \l'OI 11 ru I'm .) M II varon al hospital, me enyesaron con IIII I II \0 contrario, resulta dificil entender 10que vino despues, en
(~,() I vi<\I1 y nlablillaron. Le envie una postal a D. W. p1l1I II IIII ular por que la internaci6n y la regresi6n que habian. ~ido
I larl J d mi accidente, y el me respondi6 con un tele I I I tll I. 'ccuencia del accidente, aparentemente no fueron utlhza-
ma y una carta. II, tan exhaustivamente como hubiese correspondido.
El Director Medico del hospital fue de gran ayuda. MI Ahora entiendo que algo debia romperse para librarme
hab16 de la depresi6n que trae la perdida repentina de mo IIII (Iominio de mi madre y para destruir finalmente el cicIo de
miento; ella habia sufrido ya que de joven habia tenid pn II pl'lici6n. Aqui cabe relatar dos recuerdos de mi infancia.
liomielitis. Quince dias despues ya estaba comenzando a dc' 1IIIn s el de mi madre sUjetandome las munecas y excIaman-
plazarme, y me dieron el alta. Pero luego se me present6 1 1'111 dtl "II ebes controlarte!", cuando en realidad ella me controla-
blema de regresar a mi casa. Mi auto y todas mis perten 1 (. I 1111 " mi. El segundo es de cuando tuve neumonia, enfermedad
se encontraban a 95 km. en una direcci6n mientras q 1(' IIII '1\ lI' rcsult6 parte de una "depresi6n" temprana (a los 5 anos)
casa estaba a 950 km. en la direcci6n contraria. Afortm nd I III III IIIctO de cambios masivos repentinos incIuyendo la m~dan-
mente, dos amigas que hice en el hotel vinieron a r ,nl 11 , ., 11I1H nueva casa, donde mi padre estaba a cargo de mter-
me, una despach6 mi auto, y la otra m invil6 a qu 1;'11"11)(' I II IIII' (It' II n o1egio;por la noche habia diecinueve chicos con los
q1I no se me permitia hablar. AI mismo tiempo me cambiaron ti6 elegir entre la vida y la muerte, y tampoco not6 que ya habia
d .jardin de infarites. No me gustaba el primero, pero al segun- optado inconscientemente, al caer en ellugar donde cai.
do J detestaba; alIi habia un chico mayor que yo, que me moles- De modo que cuando se aproximaban las vacaciones del
/:Iba. (Un ano antes, por la noche, habia nacido Cecily, y pase verano siguiente, D. W. me propuso internarme con mi consen-
;I (; Ilpartir una habitaci6n con Ruth, que me molestaba y me timiento en un hospital, "para estar seguro de que no me sui-
:1,'\\ laba.)
cidaria". Me eche sobre el, furiosa; cree que 10golpee, aunque
En el nuevo jardin de infantes la identidad sexual era con- no estoy segura. Me sujet6 las munecas y me sostuvo, de modo
I'IIS:1.En unjuego de "pajaros en un nido", el padre pajaro era que no 10 lastime. Finalmente, estuve de acuerdo, siempre y
III1p queno de largos budes rubios como los mios, que usaba cuando me asegurase que no me aplicarian electroshock, que
1111 v tido y que siempre Ie goteaba la nariz (descontrolada- tendria mi propia habitaci6n, que podria marcharme si 10dese-
IIICI~/). Pero era un "nino", y yo una "nina", de modo que no aba (hacer mi propia elecci6n),y que el me llevaria hasta alli y
1)()(II;'i r el padre pajaro. (Los hombres y los ninos llevan el me traeria de regreso. El estuvo de acuerdo en todo, y 10cum-
(';i1)c11 orto y usan pantalones; las mujeres y las ninas lle- pli6. Tambien me adar6 que se mantendria en contacto con el
VillicI abello largo y usan faldas." jEso me habian dicho!). hospital.
1\1 ra, r p ntinamente enferma, con fiebre muy alta y deli- Nos dirigimos hacia alli al dia siguiente de que finalizara
I(III(10,In lra Jadaron a la habitaci6n de mi madre, y mi padre el Congreso Internacional en Londres (1953). En el and en de la
: (' III('. No PlI I I' cordar el contenido del delirio, pero supon-
estaci6n, el not6 que me aferraba a su impermeable, aterrori-
',II illl(' <1('1)(' <Ie h:lI r tenido que ver con estas cuestiones de zada. Me tom6 de la mano, y cuando llegamos me dijo: "Eres
1111'11 \(1p.11"I. ('I'yo Inisma y de identidad sexual. muy valiente", y agreg6 algo acerca de la "creatividad innata",
I 11'111(' 1'111'111
I II Ii lI1o=1c1res que me pasaba dia y noche afe- que no entendi ni recuerdo , pero que luego descubri que habia
II \(11II I III fllll\ 1101('P .rmitia marcharse. D. W. compren- sido importante en 10relacionado con la espontaneidad.
tllll'IllI "1111111111(' tlt'/:III:1 111 rir", que era cierto, como supe El estaba preocupado porque el Jefe del Servicio se habia
1111 111111I" III 11\(\(11 <llri:l qll "Ella no me dejaria elegirsi ido de vacaciones sin avisarle. El suplente era un hombre duro,
II 1111111, ""1'/1/11 I, pilm ~lIa.
hostil al analisis, reacio a aceptar indicaciones y mas aun a que
I I /11111111 '1111 , ('II IlIdn I'llil rcafirm6 su dominio sobre mi se Ie prohibiera recurrir al electroshock.
II I 1111 "I "III 1111",IIgn dvl>itl romperse, y fue mi propio AI principio, cuando D. W. me dej6, me sentia protegida,
II II I 1111
pero luego de cinco dias, triste y abandonada. Estaba confun-
III I('J',l ('. 0 11(' I'" .) 'la, me encontraba nuevamente con dida y algo desorientada. (Durante esas cinco semanas escri-
II "('Ill 1,11:1<1:1. L:\ 'onfu i6n entonces consisti6 en la repeti- bi dia a dia 10 que me pasaba, y aun conservo esas notas.)
(' Oil d( I (1<'11'10('11 1 ual no podia distinguir entre mi madre y Durante diez dias me redui en mi habitaci6n, llorosa y ate-
yo III I III:': Illentlm nte no sabia que era ser "yo misma". Al morizada, pero, para mi sorpresa, comence a escribir poesia.
(': I II ('olilulldid:I, no podia explicarle aD. W. de que se trata- Luego, una manana me prometieron que me dejarian sola
II I, 0 ilII(' In II:d)ill provocado, al igual que no habia podido hacer- y que nadie me molestaria. Uno tras otro vinieron a mi habi-
1('('III('11<1('1' :1 Illi madr Ia confusi6n de cuando era nina (ni laci6n no menos de ocho personas, y cuando la octava, una
II till I p()<lI<!odt:j:lrc!vomitar). Entonces, s6lohabiapodidoe _ lTIucama de la saIa, estuvo junto ami cama, Ie palmee el tra-
I II ('IIIt'I"IIl;1.y :1I11Cn(lZaron morir. Tampoco D. W. lne permi- S 1'0.Inm c!i;llillll('nlc vino el Jefe del Servicio. Senti que me
an~enazo: "E~sten otras formas de tratar las enfermedades psj- I rido mi infancia. Recuerdo un dia en 1944, en que visitaba
(Illlcas ademas del analisis, que algunas veces resultan nece- ('on Ruth a nuestros padres; no estuvimos sentados los cua-
s rias". Le recorde que tenia prohibido utilizar el electroshock. 11'0 juntos mas de cinco minutos, siempre habia algo que
~ la noch~, :ya estaba fUriosa. Arremetj contra la bandeja de 1 Illlcer 0 que ir a buscar. No pudo haber side peor antes, pero
(, l1a; dembe el velador y todo 10que pude encontrar en la habi- ('II ese entonces no habria tenido la misma capacidad que aho-
Ia ion, en una orgja de destrozos. Me aislaron de inmediato. I II para afrontarlo.)
I,,~anoche estaba paranoica: alas enfermeras que venian la
Nuevamente, algo se habia roto (platos, una lampara,etce-
vel como "dia?los". Pero me habia aferrado ados cosas qu Ic'ra)pero no yo, yo estaba en 10que habia pasado a ser mi ver-
ItI 'go :omprobe que eran "objetos transicionales" (Little, 1950): (Iildera "guarderja", donde 10 segura era no tener control so-
1111 panuelo que me habja dado D. W. Y una bufanda suave d IIre uno mismo. Los limites eran amplios y flexibles. Psiquica-
I;In a~uI que habia comprado porque me habia gustado. Por Illcnte, era una extension del consultorio de D. W. donde, alguna
III manana, me trasladaron a una habitacion abierta en un V('Z, habia roto un florero. Ahora se me aclaraba la eleccion en-
pili .1I0n cerrado, y vino la Jefa del pabellon. Mas tarde, m II c la vida y la muerte ("Ser. .. 0 no ser. .." --,-Hamlet, III. i, pace
I>:III r n, me alimentaron y me cuidaron como si fuera una cria- Wlnnicott, 1971b). AI internarme Winnicott en el hospital se
1111',1, Y 111instalaron en la habitacion donde permaneci duran-
Ilrodujo una repeticion de su reaccion ante la rotura del flore-
II' ('I I" '. 'I de mi estadia en el hospital.
10, pero esta vez no se rompio el contacto como entonces, cuan-
1'_11 18 iones con D. W. habia experimentado este tipo (10el me deja sola con el desastre que yo habia provocado.
(1(' ('II (111(10, I·r j mpre "simbolico"; el me abria la puert ,
Mas tarde me di cuenta de que el desastre en sf mismo era
" I(1.1 (' II I l<'nninnb con cafe y masas, se ocupaba de qu , \llla creacion, ya que la destruccion y la creacion son insepa-
I III
I ( I I 1111 1\ Idll C6111oda,y me suministraba panuelos de I, Ibles: es imposible pintar un cuadra sin destruir la tela en
I' 'I' I, I I, f j 1'1 I, 111'1'0 en 1 hospital, hubo una "regresion total hlanco y los tubas de pintura (y to do tiene su ambivalencia),
I III d. Ilf lid, 11('I", 111111 exl n ion de 10 que el me habia dad '
"I)orque nada vive si algo no muere, y nada muere si alga no
I I
I III II tit Ilf I'" ('OIIlIICf ]rmanente can el hospital y me: vlve" (Thompson, 1924) "y el amor trae aparejada la destruc-
II I 11,1IIII I lit 1',11 I (j'Il' 0 III i ra d6nde se encontraba. , (m." (Winnicott, 1963b).
1'1 I Illd Idll d,'1 11111 fJ Inl era t.ot.aly la interferencia, mini Si bien habia muchas cosas que no me agradaban respec-
III I 1111ellll III lodo'y 110Ill' xigian nada. Pasaba el tiemp
II) del hospital, en general el ambiente era amable y acogedor,
1111111 I Ildll, 1,'y"lldo,'y pintando, algunas veces en las pared,
y :1 veces hasta divertido, Una vez, pinte un mar, y agregue una
ell III II III j II' OIl: ('II r 'ali 1 d, me la pasabajugando, Yo ron-
"llOrme cabeza de monstruo emergiendo del agua, con ojos
d "II pw "',I I I'dII I y v gaba por las calles; cuando llovia, un:1 I n Ii ntes y mandibulas feroces. Estaba colgado en mi habita-
('111,1111"'(11/);1,1 III rme con paraguas e impermeable. Un,1
>'
I'/, (jll(' 1111, pi s ampollaron, lajefa los venda y me dijo: "Dc
I Oil, Y el terapeuta ocupacionallo observaba de espaldas a mi.
"! Ina linda muestra de arte esquizofrenico, lverdad? -comen-
I) 0 II tlwr lelclon ado para que un auto fuera a recogerla".
I(', , "tho disparado de la habitacion y se precipito por el corre-
I'" po, 'iblc Cfll haya estado angustiada y molesta, p ro dol'. La enfermera vino riendo entre dientes "lQue Ie hizo al
1'11111',111' ('0111 il1l1<11 <'I xi tiendo, y sosteniendome y cuidal do
(1111 )rc enor YT- pregunto, "Parecia que 10perseguia el diablo".
111(', ('II (·: IIIllII .Y ('II 8p<lri ncia imperturbable. (En es nlldo
, n'imos juntas, no de el, sino de mi pintura. La espontaneidad
II Id I (,c 1111>11 111:"1.' Ic:los d ] 8mbi nt. en 1 que habia t.ral . ('II
11"lli:1vuello, bienvenida sea.
~ero yo no podia aceptar vivir de ese modo durante mu- Era cierto que habia side aniquilada, incluso antes de exis-
c~o tI:mp~. El hecho de que tuviera que estar alIi me depri I r. No era una persona con derechos propios, s610 el apendice
nna aun mas, y una vez, al ver una soga en el jardin pense nu II,' otra persona; y de ese modo se me presentaba: "Esta es mi
~amente en e~~uicidiO. De pronto, me di cuenta de que no exi llii't", conocida como "la hermana de Ruth"; una de las tres
lla una soluclOn verdadera, sino s6lo un acto verdaderamenl (' Mmgareth que habia en mi clase y una de las dos M. Little de
I co y una victoria para el mundo de locura contra el cual habh II cscuela. Mi segundo nombre, Isabel, tampoco servia para
III h.a?o to~a mi vida y cuyas normas segui con demasia l:l II: Ida: "Siempre I,I,I" [inicial de Isabel y de I (yo)] -me decian .
.'1.1Il11S10n (W~:ott, 1963b). Nunca volvi a considerarlo, y retor ,'n un intento por deshacerme del egocentrismo, descarte la
n Ie la regn:slOn a la vida comlin (Winnicott, 1954a). I dcial, y s610 volvi a usarla para diferenciarme de otra psiquia-
.. C?menc.e a trabajar quince dias despues de mi regreso. MI II, I con el mismo nombre.
;:n8h ~s habla comenzado su tramo final. Tenia mucho pam Para ese entonces, la naturaleza de las sesiones habia cam-
(~I l~] Ie a D. W. ~cerca del tiempo que pase en el hospit81, I) 'Ido por completo, ya que habiamos trabajado tanto el dolor,
II db8J .ndo a traves de la experiencia, comentando acerca d('1 I I pena y la ira, que el juego, el ambito de la creatividad (Win-
('0111I 1C10 de mis pinturas y poemas, contandole acerca de mil II ('olt, 1971a), pudo tomar su lugar y la relaci6n, que habia apa-
./11('roo y ~is fantasias, como un nino hubiera hecho con, II Il'cido anos antes, pudo desarrollarse. Hay analistas que apa-
III:1<1 re. /\11l1.permanecia despierta la mitad de la noche pinta'll li'lll emente creen que todas las sesiones deben ser dolorosas,
ill) ('II:,dros Ivajes y escribiendo poemas melanc6licos. D. W Ill'ro aunque D. W. estaba convencido de que el analisis s610
If) 11111'111>:1 I omentaba, No los criticaba ni emitiajui 10 I I I de utilidad para quien sufria realmente, creia en el valor de
d!'."IIO, 010 dcci:t I que sentia, y esto ocum6 antes de que nil 1111: I relaci6n que tambien pudiera ser alentadora y placentera.
II I I 11'111'1,11 il(' (111(;no debia destruir mis pinturas por el )10 MlIl'hos de los juegos a traves de los cuales ahora crecia psi-
1111IIII III (jill' 1(" 110Ie Ftgradaban. Tenian valor simplem lll" IIII I"lmente podian haber side como los de mi madre: bromas,
Illllltll II 111011,1.11110 pllr, .] como para mi. I 111'11 los, y pavadas (una vez Ie pregunte por que habia elegido
I'll 1111111 IHllllo de :HlFi.fase final, D. W. me dio 1.11111 I 1II'Olarse en la Marina y no en el Ejercito 0 en la Fuerza
'I"
1111. I 111,,11111 ,. Pl'(' :III1I('llie importante que tuvo la mi 11111 l'II'a: "iPorque el uniforme Ie haciajuego con los ojos azules!"),
I did 111 d, II VI II(' Oil" (lliC Il'Ibia tenido su ob ., I II ,'mes, informaci6n, y discusiones serias acerca del analisis.
I I"" . servaclOn ('I
I t I I I 111 ilc' III III 1<11',. M' dijo que el temor a la aniq 111:1 11('10 estas cosas no eran utilizadas como defensa contra la
111111 'lIlt 1'1111 I, 1'01rc, poncli ala "aniquilaci6n" que ya he III I '11I}llIstia,para alejar la Ira 0 la excitaci6n, 0 para evitar el do-
III1lllldo: /111/)1(/ ,'(1/0 psiqui amente aniquilada, pero fisicanwlI I,ll 0 la tristeza haciendome reir. No habia imposici6n; podia
I( 111/1I I ohl('vlvl<lo, y n este momento estaba revivien I 1III 1IIIII'IrIas0 no, dependia de mi. EI hecho de ser humana era 10
I'. pl'II('III'I:, 1J:l.':I<la.Pa 6 un tiempo hasta que me fue p ,Ilil, IIIII!'0 importante, y el juego era una parte esencial de la vida
I ~II1:11'I~)'y tlliliz8r10 (Winnicott, 1968). Alin hoy tiendo a 01 1111111;lna a cualquier edad.
il 1~IOl'l~(·P(~(,II~.(I,1.n i?n, ?eronobienrecuerdoesaint rpll' I). W. me dejaba entrever 10 que un analisis como el mio
I II Oil. ,d Ivld nil :1 np;u tJa. ( EI terror es s6lo los recu r 10 I I 1 11'.111de el; exigencias que el estaba dispuesto a atender, y no
II I ,"
11110, 1'1 I I
" %<I )cl I /\yrt n, Day Eight); y "la up rviv n i;1(' 11
' «( (ill)Il(lj la condici6n de que el analisis resultara exitoso: eI de-
1"'/1111111:1 111('1111'.;1de In aniquila i6n" , 11111" ]11'11
, 'or
1.-,III,Oj'll
> I II I :HlporLar la angustia, la culpa, el dolor y la pena, la inse-
I!I " .) 1II1 11;\<1 y 1Ftimpotencia, el debia soportar 10 insoportable. No
Asi, me fui relacionando con otros colegas y amistades, AI
habia defensa contra la paradoja 0 la ambivalencia, ya sea en
el paciente 0 en el mismo. Me cont6 acerca de un pacient ('omenzar el ano 1954 mi madre muri6; yo no las habia visto ni
i I ella ni a Ruth despues de mi "explosi6n", y por primera vez
que durante varios meses habia estado amenazando con sui-
III Ide mantener cierta relaci6n con Ruth. Me sentia satisfecha
cidarse, hasta que tuvo que internarlo. Finalmente, se suicid6,
y complacida con mi trabajo y con otros aspectos de mi vida,
innecesariamente y, a su entender, por la raz6n equivocada, y
('11 especial con mis pinturas y mijardin, que parecia ser e1uni-
que sus instrucciones habian side ignoradas. Antes de esto,
('0 vinculo positivo que me ligaba a mi madre.
",\habia pasado por un largo periodo de angustia y de culpa,
Las sesiones comenzaron a ser mas cortas y menos fre-
ya que odiaba al paciente por hacerlo sufrir (Winnicott, 1947).
\1 ria gritar: "jPor Dios, hagalo de una vez!". Cuando final-
I'llentes, y a causa de mi insistencia aumentaron los honora-
I los, y en el verano de 1955 estuve de acuerdo en terminar
111 nte sucedi6, sinti6 una culpa y una impotencia nuevas n
cI bi6 haber podido evitarlo), furia contra aquellos que no lle- I'nll.el analisis. Una vez mas me re1acione sexualmente con una
1)( 'rsona, y otra vez result6 un fracaso, ya que nuevamente se
v~ll- I a cabo sus instrucciones, y luego un profundo sentimien-
10 I I' rdida de alguien por quien se habia preocupado tanto IIaLaba de una situaci6n edipica, Volvi a pedir ayuda a D. W.,
y (Iurante dieciocho meses nos vimos una vez por semana, has-
~nqui n habia depositado tantos sentimientos.
LI que me dijo directamente que ya era tiempo de que me hicie~
\ Lodosmodos, el explic6 claramente que no habia raz6n
I'; I cargo de mis propias responsabilidades y continuara con ml
P:II':l ~n rifi. arse. Si no se preocupaba por si mismo, atendien-
<10, , ,I.' pr \ ias necesidades, tanto fisicas como emocionale , v cia: "Se tu misma", pero esta vez por m~ no por el.
110 I (', III L ri (1Lilpara nadie, ni siquiera para el mismo. De
dl I, Illporlnll in que Ie daba a su matrimonio,a las vacacio-
III , ,I I 11111 ~ ('n, ~,10 amigos, etcetera. Pude ver ciertos cam-
lIlt I II I I, 1'1 I (. 111('111 Y voluci6n, alteraciones en su forma de
II d I 'i 11 I nIl
I II 111/ II I percibidas s610despues de que ocu
1111 I III I III 1 VI /, 1(' d 1(\ qllC taba arrepentida de no haber recu
I' tilll II I I 11111 ,1111'1'('. pOt di6 que el no hubiera podido lleve:I
I t dIll 1111 III d II 11 ('. ,
III IpOI I 111('1" de :1pr nd r de nuestros pacientes como una madre :llIlplio: para mis propios pacientes, para Wll1l1lCO~~ Y para to-
1111 C'II(\(' <1('. II hiJo, fu 1a piedra angular de su trabajo, porql Ie do,' 10 p icoanalistas que estan dispuestos a pernutrr tal regre-
0111'1101 , Y 110110.'at ro , 10 qu saben. 1\ on en cI t.ratamiento de pacientes psicoticos.
El valor de la regresi6n
I d, 1 p/lrllr de I;) 'ual he podido desarrollarme, si bien en r r ('II('onLrar la realidad (T. Traherne [1637?-1674] "The saluta-
III I I II(1I11 11;1. 'IIIconv rlirme en una persona mas madura qlll 111111") y una capacidad para fantasear (ilusi6n 0 imaginaci6n),
I III oId:\ .y r(,/ti. ' ('II':1iividad y posibilidad de relacionarse; y la capacidad para
I >t II:11 lil'.!:1vida pI" nalal yel plirner tiempo d )a vida po, I 1 lilllY,ar,'imbo)os y metaforas (Sechehaye, 1951).
II II d, l'I 1>('1)(' (", lol<llmcnl d p ndi nle, pnrn la 610 ':1 (1(" 1,:1rcgrc i6n ala dependencia es un "proceso curativo"
(Winnicott, 1954b) que no se origina en el analista sino en esa basicamente 10mismo, aunque en menor nivel, ya que la pre-
parte del analizado: su "verdadero self' (Winnicott, 1949a, ocupaci6n maternal primaria aparentemente revela un elemen-
IH Ob)que aun puede tener esperanzas de revertir la faHa ori- to de enfermedad temporariamente regresiva y hasta esqui-
ifn 1al haHar en el analista la adaptaci6n necesaria para sus zoide en la madre.
II ' idades. Mas que "tecnica", se requiere "tratamiento"; y en Existen muchas dificultades para ambos en el proceso. El
III 'i'lr.de interpretaci6n verbal, un comportamiento y manejo liempo es esencial; y la ausencia de trastornos por enfermedad
IlI11illVOS. Pero esto no es sencillo, ya que involucra al analiza- lisica, exigencias del mundo exterior, el trabajo, etcetera; pero,
(10en un regreso aterrador al estado anterior de no integraci6n. por sobre todo, existe en cada uno la resistencia propia de la
IG1:-;1 I riesgo de repetir la aniquilaci6n por los estimulos a angustia. El manejo es necesario. El marco analitico propor-
In,' III debe reaccionar fisicamente (reflejo de Moro), y con ciona alivio fisico, calidez, tranquilidad y la falta de interrup-
In,' d una integraci6n forzada, contra la cual no puede defen- ciones en general. Tambien se encuentra alivio emocional en
(I('r~ , 1 i comprende; un dejarse caer desesperanzado sin que las actitudes del analista de aceptaci6n, aliento y respuesta,
(', l.'l;ln [ronteras ni control alguno. que a veces pueden ser activas, 0 generalmente neutrales. En
(:-1 ''lnalista debe ser capaz de renunciar a sus defensas cl caso de un paciente con trastornos severos, resultan abso-
I'llit' 1;\IIli ma angustia, el terror a la aniquilaci6n, ala perdi- lutamente necesarias (Winnicott, 1949a,b, 1954a,b), y no s610
d I 11('I IcnUdad, tanto para el como para su paciente. AI mis- deseables; y cuando se practican, tienen efecto interpretativo,
1110/ ('IIIPO, u pro pia identidad debe estar bien definida y su <11 igual que las "senales" que una madre da a su pequeno.
('I II do <Ie 1<1 r alidad, intacto, manteniendo la conciencia en Como no es un nino, reacciona ante los fanos de un modo
do II ('k,' extr mos: la realidad y el delirio. El analista s ndulto, con un cuerpo adulto, por 10que resulta peligroso. Para
f IWIItIIi I I ('II I;I I i i6n de una madre cara a cara con su peque- d analizado, existe el riesgo de fracasar si no se satisfacen sus
IiiI, "II IIldo ('Il rv.didad ni el ni su paciente se encuentran en necesidades, de reconstruir defensas, de escapar hacia la enfer-
t 1 III 1(' Oil, (1;"10 I" 'qUiere de las mismas cualidades que la lIledad 0 la salud; 0 el suicidio, opci6n que el debe ser libre d
IIII I II I II 'I' \ , 'I' una "madre suficientemente buena" (Win- degir si asi 10desea, destruyendo de ese modo el anaIisis. Para
1111 tlil, 1'1.',/)), cl11patia hacia el nino a su nivel (Winnicot1., d analista existe un serio riesgo de ser atacado ya sea cu n I
I Htll/I), Y(':I()n('1I I para considerarlo una persona separad(; S descarga la Ira ocasionada por el trauma original, 0 uan I
dl i, :111d('pend r de su "actitud profesional", aceptar un (I cae la tensi6n y comete un error que no puede ser utilizado.
"I ( I \(' Oil<III" ~'l':\'''(Winnicott, 1954b) con una imagen suya difi • Es un asunto de vida y muerte, somatico 0 psiquico, y si el ana-
I('Iilc' dc' II,<1'1c pejo, y recordando que la sexualidad no tien Iisla no sobrevive ala enfermedad, el accidente 0 el ataque (0
II IIJ1,IIII, nifl ado en este caso; fundirse psiquicamente con -'I, de arroH6 una psicosis de contratransferencia), no podra haber
1('('(1/1111110 el I lirio de ser uno mismo con el; tolerar su 0 lio rccuperaci6n para el analizado, s6lo se podra volver, en el mejor
II 10111111' r :pr alia cuando se reviven los traumas origin 1 , (Ie los casos, al status quo ante.
(W I1I1('oil, I IJ 7,19 Oc) y soportar sus propios sentimi nl , En el caso en que ambos sobrevivan a los puntos peligro.,
C'11.III<10 (', '10,' Hl1rg n. :HlS. y que no se reconstruyan las defensas, el analista puede
1.1\ ":iI(~llci()n1I1ifol"m mente flotante" del analista Wr lid, 1('/ir'u- gradualmente su adaptaci6n; el analizado puede inte-
II II:\), C'II1111 nplni6n, ltl mas c rca de "la preocupaci6n 1118/('r J 1,1': \ rs ' y convertirse en una persona, un self diferente del "self'
II" prllll:lr :," (Ie,'cripl(l por Winni tt (1.;': n): lal v z, 'I (II- : I1IIc' (aunque tendrian relaci6n entre si). La experiencia
I ser "cuidado como a un hijo" resulta transformadora en el
.' nUdo de que resuelve la angustia relacionada con la super-
vlv ncia y la identidad brindando tranquilidad y continuidad
d er. El tener conciencia de que se es real, el reconocimien-
1() d 10 externo y 10 interno, la capacidad para fantasear y
(I isUnguir entre la fantasia y la realidad, simbolizar, relacionar-
•'C on otros de un modo que antes resultaba imposible, y madu-
1': I 1", primero hacia una "posici6n depresiva" (Klein, 1935) 0 "fa "
CAPITULO 9
d(' pI" 0 upaci6n por" (Winnicott, 1950, 1963a), y luego hacia
IlIvd dipico, continuando como en el desarrollo normal, ap -
y:I<lO, por la madurez adquirida anteriormente.
No, iempre se reconoce que la dependencia es mutua. ,1
111:111. 'Ia depende de que el paciente concurra alas sesiones, d(:
\0 n silencio estuve
( 'II I II
I )( I I'nl () VCIIgO
Y <1(' I I N:I(Lt bro Vida;
C' II I{(' f on
brillantes que saludan mis Ojos,
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