Un piso parisino con el que soñar
“Los clientes querían una casa única, una casa que no tuviera nadie más”, recuerdan desde HEJU Studio sobre este proyecto. Y, tras dudar entre varios despachos parisinos para crearla, acabaron confiando en ellos. “Nos eligieron por nuestro estilo minimalista con toques creativos y gráficos”.
Realmente, el estilo del estudio es tan singular como reconocible: materiales naturales, espacios texturizados con vocación táctil, imaginación, armonía y poesía definen sus trabajos, trufados por una personal fusión de los estilos nórdico y mediterráneo.
Todas esas características están presentes en este apartamento de 220 metros cuadrados en un edificio hausmanniano, habitado por una pareja joven y su bebé, cuya distribución ha sido completamente reimaginada. “Hemos conservado el precioso salón y le hemos añadido una cocina; hemos creado un dormitorio principal enorme con vestidor y baño, y hemos diseñado un ala dedicada a la niña, que sustituye a la antigua cocina”, explican desde HEJU Studio.
Muchas de estas estancias están articuladas en torno a dos enormes armarios con forma de ola que se extienden desde la entrada hasta el salón y la cocina. “Nos gustó la idea de incluir una forma muy moderna y escultural en este tipo de apartamento burgués. Tiene diferentes funciones: un armario de entrada, una estantería en el salón y un armario técnico en la cocina, pero también oculta el acceso al dormitorio principal. Con este mobiliario arquitectónico orgánico queríamos encontrar un gesto libre e intuitivo, realzado por la textura de la pintura de cal. Fue muy difícil de diseñar y de realizar, hallar el equilibrio entre forma y función”, reflexionan desde el despacho.
Para equilibrar estos aportes de formas geométricas y orgánicas, el estudio decidió mantener una paleta neutra y apagada de colores naturales: una pintura de cal beige en dicho mueble de almacenamiento ondulado; terracota en la sala de estar secundaria; verde oliva en el cabecero…
Pero, más allá de la pintura, en muchas otras partes de la casa el material luce al natural: “Elegimos diferentes variedades de madera, como pino Douglas y nogal en la cocina, o roble y fresno en el dormitorio principal. También añadimos cinco tipos de piedra para subrayar la nobleza del lugar: un hermoso mármol Calacatta viola en la cocina; un cuarzo gris claro como encimera en esta misma estancia; un clásico mármol de Carrara para la antigua chimenea; terrazo en el baño principal; una piedra rosa para el lavabo del dormitorio principal y algunos detalles en travertino, como el lavabo en el baño secundario”.
Gracias a todas estas decisiones, la casa es un oasis orgánico, culto y refinado a la vez: “Como en todos nuestros proyectos, el ambiente en este apartamento es muy tranquilo, pero con detalles escultóricos. El punto focal, el gesto arquitectónico audaz, son los dos almacenes en forma de ola que subrayan los amplios volúmenes del lugar”.
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