El primer expresidente del principado que se sienta en el banquillo

Más de tres horas de Cascos ante el juez: un alegato sobre "mantener el nivel de vida" sin ir "de gorrón" y unos audífonos para escuchar al fiscal

"Esto es lo más triste que me ha pasado en la vida, me invalidó para cualquier actividad política", sostiene el exlíder de Foro sobre la demanda del partido que impulsó

El exdirigente ve "ridículo tener que explicar un tique de 72 euros" y asegura que quienes le pidieron regresar a Asturias "se comprometieron a mantener" su nivel de ingresos

VÍDEO: Francisco Álvarez-Cascos se sienta en el banquillo por un presunto delito de apropiación indebida

LNE

Dice que puso como "condición" para volver a la política en Asturias liderando Foro "mantener" su nivel de ingresos, solo reconoce algún "error" en alguno de los gastos puntuales que se facturaron al partido, como la compra de un videojuego para sus hijos, pero niega haberse lucrado o hecho negocio con el alquiler de la sede en Madrid. Por eso, Francisco Álvarez-Cascos defiende que pasar las comidas de sus hijos o de entradas para la Copa Davis de tenis formaban parte de su "compromiso normal, como gastos de representación y libre disposición, como el que tiene cualquier parlamentario". Y ve "ridículo" dar explicaciones "por un tique de 72 euros" , según declaró en la primera sesión del juicio por supuesta apropiación indebida de 181.648 euros a la organización que lideró entre 2011 y 2015, tras la denuncia de la actual dirección forista.

La declaración como acusado de Álvarez-Cascos empezó con cierta sorpresa cuando al ser preguntado por el magistrado y presidente de la sala tercera de la Audiencia Provincial de Oviedo, Javier Domínguez Begega, confirmó que iba contestar "a todas las preguntas", tanto las que le hiciese el fiscal, Enrique Valdés-Solís, como el abogado de la acusación particular, Luis Yanes, en representación de Foro y las de su letrado, Luis Tuero. Después, no tuvo reparo en justificar los gastos que pasó a Foro de comidas con sus hijos. "Claro que los pasaba, cuando iba a ver a mis hijos a Madrid y salíamos a comer, no ib a decirles: hala, iros por ahí", afirmó el expresidente del partido, que empezó su declaración advirtiendo de sus problemas de oído, a los que aludió repetidamente con gestos, a lo largo de la sesión, ante algunas preguntas. "No os oigo a ninguno, tengo audífonos, cuanto más cerca estén del micro mejor", pidió a fiscal y abogados. El veterano político, que guardó silencio a su llegada al Palacio de Justicia, no se anduvo por las ramas y, en su primera respuesta al fiscal, ya lanzó la línea argumental de su relato: "Señor Fiscal, es ridículo. No hay un solo gasto en B, no hay un solo gasto suntuario y si hay demanda es porque están todos los tiques".

Además, el exvicepresidente del Gobierno y expresidente del Principado se dijo dispuesto "a defender mi gestión política" ante "esta demanda por apropiación indebida que es lo más triste que me ha podido pasar en mi vida". El que también fuera ministro de Fomento con el PP reconoció en el estrado de la Audiencia que "esta querella de 2019 me invalidó y me inutilizó para cualquier actividad política".

El Fiscal aprovechó la disponibilidad del acusado para preguntar y repreguntar por la mayoría de facturas y gastos objeto de este proceso, pero antes preguntó por la estructura de la gestión económica de Foro. Cascos aprovechó para contextualizar como había sido su retorno a la política en Asturias de la mano de Foro, después de que el PP le rechazase aunque "Mariano Rajoy me aseguró tres veces que sería el candidato, pero al final eligieron a otra persona". El fiscal centró el interrogatorio al preguntar directamente si había pasado gastos personales que no estaban relacionados con su actividad política.

"Cuando me convencieron en 2011 para hacer algo que no tenía previsto en mi vida, que era volver a la política, solo puse una condición: mantener mi nivel de vida e ingresos. Hay un sueldo para los dirigentes nacionales con unos complementos en función de responsabilidad y yo tenía la máxima y también están definidos los gastos de representación y los gastos de libre disposición", fue la respuesta de Cascos, quien admitió que ese compromiso no quedó reflejado en un documento por escrito. "La palabra basta", dijo. El Fiscal quiso saber con quien había cerrado ese acuerdo y Cascos citó varias veces a Pelayo Roces y a José Antonio Martínez, entre otros.

El fiscal preguntó de forma directa por el gasto de un billete de AVE a Córdoba, por 177 euros. "Seguro que sería un viaje para ver a mis hijos", contestó Álvarez-Cascos, dando pie a la repregunta por parte de Valdés-Solís sobre si el pago de ese tipo de gastos formaba parte del acuerdo para fichar por Foro. "Entiendo que ese concepto entraba en el compromiso de mantener mi nivel retributivo desde el año 2010".

Cascos, primer expresidente del Principado que se sienta en el banquillo, se escudó de forma repetida en que Foro había pasado todos los controles de fiscalización del Tribunal de Cuentas y apeló a la justicia "para que no se cuente un relato falso". Cuando Luis Yanes, el abogado del partido, le planteó si en el año 2012 había cobrado un salario de 200.000 euros, el veterano político se limitó a contestar que esa información "figura en mi declaración de la renta". Además, el que fuera primer presidente de Foro apuntó en varias respuestas a Rosario Cabal como "la profesional que llevaba las cuentas y todos los temas económicos del partido" y aseguró que él se limitaba "a coger los tiques y los pasaba a las personas que llevaban la contabilidad; yo no me dedicaba a las cuentas".

A lo largo de una declaración que se prolongó más de tres horas, receso al margen, y que tendrá una segunda entrega este jueves, Cascos admitió "algún error" en pagos puntuales, como el de unas entradas para el Circo del Sol, o las facturas un videojuego para sus hijos o el de otro billetes de AVE por importe de 66 euros o el pago por la intervención en conciliación con un particular. Pero sostuvo que "estas cosas se resuelven en casa, aquí no había nadie lucrándose con esto". Un argumento sobre el que abundó más adelante. "Si alguien cometió un error, cometería un error, pero yo no me he lucrado con eso ni he recibido dinero", alegó en una de sus respuestas al abogado de Foro, Cascos que tampoco aclaró por qué el partido pagó a un procurador que fue contratado para intervenir profesionalmente en el despido de un hijo del político.

El exlíder de Foro pidió sin éxito ayuda política a Feijóo cuando presidía Asturias

Juan A. Ardura

La declaración de Francisco Álvarez-Cascos reservó alguna sorpresa, como que recurrió a una mediación del gallego Alberto Núñez Feijóo, que no logró. Además dejó varias "perlas" sobre las relaciones con los que fueron sus compañeros en Foro, como quedó de manifiesto con el alquiler de una oficina en el paseo de la Castellana de Madrid, una operación que justificó porque, en la capital, "está el meollo de todo".

El vacío que se encontró un Cascos ya presidente de Asturias en la cúpula nacional del PP, cuando Mariano Rajoy ganó las elecciones generales, fue total, como se desprende de la argumentación que ofreció ante los magistrados de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial acerca de su estancia en el hotel NH Atlántico de La Coruña, en el puente de la Constitución de 2011. Cascos relató que hizo "un viaje relámpago" para "hablar con personas de alta responsabilidad que no estaban distraídas en Madrid con las elecciones generales que acababa de ganar el partido". "¿Quiénes eran mis interlocutores en Galicia? Acudí al presidente de la Xunta de Galicia y al presidente del Consejo de Estado para pedirles ayuda que no conseguí, y en enero disolví la Junta General del Principado porque me bloquearon el Presupuesto", especificó. Sin nombrarlos de forma expresa, se refirió a los gallegos Alberto Núñez Feijóo y José Manuel Romay Beccaría. ¿Cuál era el objeto de aquella mediación, que provocó que Foro tuviera que pagar dos habitaciones de hotel durante tres noches en la ciudad gallega? Pues el intento para romper "el pacto entre el PSOE y el PP para modificar el TREPA, de la administración de Asturias", según la explicación que ofreció Cascos al fiscal Enrique Valdés-Solís.

"Yo no iba de gorrón"

El abogado de Foro, Luis Yanes, también se interesó por el motivo de que el partido tuviera que correr con la factura de aquellos tres días del puente de la Constitución, a finales de 2011. "María Porto tiene familia en Galicia y yo no iba de gorrón", declaró Álvarez-Cascos. Otro de los momentos cruciales del interrogatorio del Fiscal se centró en el alquiler de la sede de Foro en Madrid de un local propiedad de Cinqualium, empresa gestionada por María Porto, entonces cónyuge de Cascos. "No era una sede ficticia, estaba en el mejor sitio de Madrid", rebatió el expresidente del Principado sobre un alquiler al que la Fiscalía imputa la parte más voluminosa de la supuesta apropiación indebida de Cascos, más de 173.000 euros.

"Es una inmoralidad decir que era una sede ficticia y que me lucré", sostuvo el expresidente de Foro, "porque ese despacho lo utilizaba Isidro Martínez Oblanca en Madrid hasta que se cerró en 2014, después de los malos resultados en las elecciones europeas". Cascos aseguró que con ese alquiler "no hay beneficio, ni pérdida, ni ánimo de lucro". Y recalcó que se trataba de una ubicación privilegiada. "Estaba en el meollo de todo, en Castellana, 91, en el centro de prestigio de Madrid, no era para que yo me lucrara", indicó. Además, subrayó que "fue la única sede que pasó por las comisiones directivas del partido". Cuando fue preguntado por el fiscal acerca de los reparos que planteó Enrique Álvarez-Sostres al citado alquiler, el procesado no dudó en contextualizarlos en un ánimo de venganza por su exclusión de la lista de Foro al Congreso en las elecciones generales. "Sostres era el primer valedor de la implantación de Foro en Madrid (...). Me invitó ocho veces a almorzar y nunca me habló de la sede", declaró Cascos, quien no dudó en asegurar que "se convirtió en enemigo mío al no ser candidato en 2015", aseveró.

Una de las numerosas facturas de gastos personales de las que debió dar explicación Francisco Álvarez-Cascos al abogado de Foro, Luis Yanes, fue la referente a la compra de un colchón con canapé y seis patas, comprado en El Corte Inglés por 3.000 euros. "Está equivocada la factura, hay un error", esgrimió el veterano político de la derecha asturiana, quien detalló a lo largo de su declaración que "se trata de un tresillo, está inventariado y se trasladó en el año 2012 del local que nos había cedido de forma desinteresada Javier Tejedor; la factura del Corte Inglés está equivocada". Cascos añadió que se regalaron figuras de los tres reyes magos "como detalle navideño porque es un gran aficionado a los nacimientos".

Tres cuartos de hora para dilucidar cuestiones previas

Francisco Álvarez-Cascos guardó silencio puertas afuera de la sala del juicio, tanto a su llegada como a la salida. Su abogado, Luis Tuero, fue el encargado de responder con un taxativo "por supuesto" cuando los medios le preguntaron si confiaban en su inocencia. La vista, señalada para las diez de la mañana, empezó con media hora de retraso pese a que tanto el acusado como los cinco testigos llamados a declarar en la primera sesión, entre ellos la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, aguardaban prácticamente desde las nueve y media a la puerta de la sala de vistas.

Tuero empezó a ejercer de abogado defensor desde el minuto uno de la vista al plantear un poker de cuestiones previas, entre las que incluyó la "deslealtad profesional" que suponía que el abogado de la acusación particular, Luis Yanes, había defendido a Cascos cuando era el presidente de Foro en una demanda de derecho al honor que guarda una cierta conexión con el asunto ahora enjuiciado. El abogado del expresidente del Principado consideró que existe "una vulneración del derecho a un proceso con todas las garantías de defensa. "No es de recibo, lo que en 2013 era blanco ahora se terna en negro". Otra de las cuestiones previas alegadas por Tuero fue la incorporación al proceso de la documentación que recibió la Fiscalía Anticorrupción. "No es de recibo que se presente una querella con documentos que llegaron seis meses más tarde. Altera la posición defensiva", reclamó el letrado Luis Tuero, que también hizo constar su queja de que "no hay indicios mínimos de que el contrato de alquiler de la sede en Madrid fuera simulado. Tras 45 minutos y el rechazo de las acusaciones a esas consideraciones previas, el tribunal "toma nota y resolverá en la sentencia", dijo Begega, que acordó el inicio del interrogatorio.

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