Zak Ové contagia su cepa virulenta en el arte de 'Territorio CAAM'

Desde noviembre, la cepa vírica del artista británico-trinitense Zak Ové propaga un germen de ideas multiculturales tan virulentas que logran trascender el espacio del Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM). La epidemia afecta a los procesos creativos de los estudiantes de la Escuela de Arte y Superior de Diseño Gran Canaria (EASD), pacientes cero de Ové. Los jóvenes artistas en formación plasman nuevas visiones de la tradición en la vigesimotercera edición de la muestra colectiva Territorio CAAM.

A raíz de la exposición Cepa virulenta, instalada desde el pasado 7 de noviembre en la primera planta de la galería, los jóvenes artistas en formación absorbieron el universo mitológico y ritualista de Ové para convertirlo luego en propio. El resultado se aloja en la planta cero como parte de una muestra colectiva de diez proyectos artísticos visitables hasta el próximo 2 de febrero.

Las esculturas ritualistas y los colores de otro mundo de Ové, producen piezas que respiran con fuerza propia. Elaboradas por un gran compendio de ciclos formativos de grado superior y alumnos que cursan el Bachillerato de Artes, las creaciones habitan los espacios del CAAM como si siempre hubieran estado allí, integrándose en sintonía con la sala de arte. "La comunicación expositiva con el espacio es algo que dentro del aula no podemos trasladarles a los estudiantes.

“Espero que la gente venga a ver la exposición y el público se infecte de estas nociones”, confía Ové, maravillado con las nuevas figuras que arrojan la reinterpretación de su cepa.

La inauguración de esta versión de Territorio CAAM tuvo lugar esta mañana y la autoría pertenece a 270 estudiantes de ciclos de Grado Superior de Gráfica Publicitaria, Gráfica Interactiva, Animación, Cerámica Artística, Fotografía, Escultura Aplicada al Espectáculo y Modelismo e Indumentaria. Hasta el 2 de febrero de 2025, quien entre a las salas del CAAM podrá ver no solo las piezas de los estudiantes, sino también las conexiones invisibles entre sus obras y las de Ové plasmadas en diferentes lenguajes: esculturas, vídeos, videojuegos o la fotografía.