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La Regenta #1-2

La Regenta

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En Vetusta, capital de provincia, Ana Ozores se casa con el antiguo Regente de la Audiencia de la ciudad, Víctor Quintanar, hombre bondadoso pero maniático y mucho mayor que ella.

1112 pages, Unknown Binding

First published January 1, 1884

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About the author

Leopoldo Alas

344 books82 followers
Leopoldo García-Alas y Ureña (25 April 1852 – 13 June 1901), also known as Clarín, was a Spanish realist novelist born in Zamora. He died in Oviedo.

Alas spent his childhood living in León and Guadalajara, until he moved to Oviedo in 1863. There he studied for the Bachillerato (B.A. degree) and began his law studies. He lived in Madrid from 1871 to 1878, where he began his career as a journalist (adopting the pen-name "Clarín" in 1875) and he graduated with the thesis El Derecho y la Moralidad (Law and Morality) in 1878. He taught in Zaragoza from 1882 to 1883. In 1883 he returned to Oviedo to take up a position as professor of Roman law.

Above all, Clarín is the author of La Regenta, his masterpiece and one of the best novels of the 19th century. It is a long work, similar to Flaubert's Madame Bovary, one of its influences. Other influences included Naturalism and Krausism, a philosophical current which promoted the cultural and ethical regeneration of Spain.

La Regenta is special for its great wealth of characters and secondary stories, while the main character's description is left slightly unfocused and vague. On the other hand, the downfall of the provincial lady has a place amidst two very diverse suitors: the most handsome man in the city and the cathedral's priest. The depiction of this priest is a key part of the book.

For the description of the provincial atmosphere and the city's collective life, Clarín used techniques such as the internal monologue or the free indirect style, which makes the story be narrated by the characters themselves and allows the reader to penetrate in their intimacy.

In 1890, he published a new novel, Su único hijo. Even though most critics consider it as a lesser novel in comparison with La Regenta, it is equal to the former in the skill with which the technical resources are used. Su único hijo was originally meant to be the introduction to a trilogy, but aside from an outline and a few fragments of the two sequels, Su único hijo was Clarín's last full-length novel.

Apart from these works, Clarín is also the author of magnificent stories and of a large number of journalistic articles. He also wrote an essay, La Literatura en 1881 (1882), in collaboration with Armando Palacio Valdés.

Leopoldo Alas remains a rather enigmatic figure in the Spanish literary world, leaving a legacy that encouraged the search for God and humanism simultaneously. This aberrant confluence has facilitated the presence of various interpretations regarding the author's writings, most noticeably of his masterpiece, La Regenta.

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Profile Image for César Lasso.
353 reviews102 followers
April 15, 2015
La Regenta… (¡madre mía!) es un “novelón” al menos por dos razones:

1) Porque nos encontramos ante una obra maestra que es cima de la literatura española del XIX. Me falta aún leer otra obra cumbre de ese siglo, el Fortunata y Jacinta de Galdós, para poder opinar si ambas obras podrían ostentar el podio de honor ex aequo.

2) Porque su extensión es más que respetable: unas mil páginas. 950 tenía la edición de Alianza que yo he manejado, repartidas entre un estudio introductorio de 50 (que debería haber seguido a la novela en lugar de introducirla, y que yo no acabé por considerar que contenía spoilers) y 900 páginas bastante apretadas (largos párrafos, letra no muy grande, estrechos márgenes). Fue publicada en dos tomos entre 1884 y 1885, y esa primera edición sumaba, entre ambos, 1119 páginas.

Ante semejantes datos, da casi pudor escribir una reseña que esté a la altura, pero voy al menos a esbozar un intento.

El nudo central es una tensión amorosa en un “triángulo cuadrado”: un matrimonio desigual entre un hombre viejo y una mujer joven en el que no hay sexo. Se basa éste en una relación de cariño paterno-filial. Y dos pretendientes que son, tal vez, los protagonistas de la historia: el clérigo más poderoso de la catedral y el don Juan de la ciudad. Ambos, como es lógico, se odian.

Pero La Regenta es mucho más: es un minucioso fresco de la vida en una pequeña ciudad española de provincias en la segunda mitad del s. XIX. Cincuenta y cinco personajes he consignado yo en un recuento no exhaustivo que podría llegar a los sesenta o sesenta y cinco, sin contar con los que ni siquiera “tienen nombre” (la gobernadora, la baronesa, etc.). Obviamente, no todos gozan del mismo protagonismo. Algunos aparecen apenas en un único capítulo. Pero el elenco de secundarios no deja de ser extenso y, en algunos casos, son “secundarios importantes”. El capítulo 19, por ejemplo, está dedicado a un luso-descendiente entrañable, don Pompeyo Guimarán, aunque todo ese capítulo no sirve más que para acabar de nuevo poniendo de realce la tensión entre los “protagonistas principales”.

Si el elenco es numeroso, para lectores de culturas alejadas de la española, como pueden ser los anglosajones, ese reparto llega a ser confuso, ya que cada personaje puede ser designado de varias maneras a lo largo de la obra. Un par de ejemplos: Doña Petronila Rianzares, aparte de por su nombre de pila, es designada como “el gran Constantino” o “el obispo-madre”. Y Visitación Olías de Cuervo, además de “Visitación”, puede ser llamada “Visita” o “la del Banco”. Nombres abreviados y nombres completos alternan con uno o varios motes. He elaborado una lista para los lectores que se desorienten. Está aquí: http://www.shelfari.com/books/2579147... .

Aparte de personajes puntuales, hay un gran protagonista en la historia: la pequeña ciudad provinciana de “Vetusta”, trasposición literaria del Oviedo en que vivió el autor. Creo que su retrato es demoledor. Peso destacado tienen en él las clases pudientes, tanto los sectores anticlericales como la Iglesia, que se describe como falsa, corrupta y llena de envidias (los clerófobos tampoco quedan muy bien parados). Pero, además, algún que otro personaje humilde tiene un papel destacado, como es el caso de Petra, criada de la Regenta. En eso, y salvando las diferencias, me ha recordado al papel que tiene la criada en O Primo Basílio de Eça de Queirós. En esta última, se trata de una criada fea y amargada; en el de Clarín, bonita y que no duda en utilizar su cuerpo para obtener favores. Pero ambas, personajes perversos o peligrosos.

¿Habría leído Clarín a Eça de Queirós, cuyo primo Basilio fue publicado apenas seis años antes? Me caben a mí dudas, porque no creo que hubiera una traducción española tan temprana; pero Clarín, desde luego, se muestra un autor informadísimo de la realidad de su tiempo (si no leyó a Queirós, de lo que no hay duda es de que estaría informado de su actividad). Las referencias a los avances científicos de la época son frecuentes, tanto en el plano teórico (las teorías evolutivas de Darwin, por ejemplo) como en el práctico (la mención a los experimentos de transfusión de sangre para salvar vidas: caramba, muchos tenían que ser eficaces, por chiripa, porque hay dos tipos sanguíneos que son donantes universales). También Clarín se hace eco de las ideas filosóficas de su tiempo: el Positivismo, por un lado, y el iberismo que abogaba por algún tipo de unión (aunque fuese espiritual) entre España y Portugal. Esa utopía, reelaborada por el catalán Sinibaldo de Mas hacia mediados de siglo, fue muy discutida y comentada tanto en Portugal como en España en la segunda mitad del XIX.

Pintando un retrato tan sombrío de la Iglesia católica (integrada por un clero que rivaliza entre sí y antepone los intereses materiales y de carrera a los espirituales, muy dudosos), me sorprende que el Opus Dei no haya prohibido la lectura de La Regenta a sus seguidores. El contemporáneo portugués de Clarín sí ostenta tres de sus títulos en el nivel 6 (máxima condena) de libros prohibidos: El crimen del padre Amaro, El primo Basilio y La reliquia. Para los curiosos de esa lista condenatoria, aquí va el enlace: http://www.stagger.net/books/opus_dei... .

Desde el punto de vista del lenguaje de Clarín, la obra se hace fluida y bien escrita. No creo que resulte muy complicada de entender para extranjeros con buen dominio de mi lengua, aunque tampoco resulta simplona. Un detalle me llama la atención: los casos de laísmo son flagrantes (la dije que…) y hay también algún caso de leísmo (a este hombre no sé quién me le ha cambiado). Sin embargo, la prosa de Clarín, particularidades aparte, tiene poco que envidiar al fluir cristalino de Cervantes. En otras ocasiones (bastante contadas, por cierto), Clarín recoge la forma de expresarse del pueblo humilde, como cuando el mozo de estación anuncia a quienes habían ido a despedirse: «Señores, la diligencia va a salir: ¡desapartarse!».

En cuanto al ritmo narrativo, ha habido frecuentes momentos en que se me ha hecho lento, y tal vez más en la primera mitad de la obra. Pero no ha dejado de ser un placer la minuciosidad de las descripciones que me han trasladado de forma muy viva al siglo XIX. Y, hacia el final, la acción se precipita hacia un desenlace raudo. De ninguna manera nos encontramos ante una novela soporífera. Clarín, ocasionalmente, demuestra un divertido sentido del humor. Todavía recuerdo, en la primera parte, las descripciones de la “fauna humana” que frecuentaba el Casino. Había un buen señor que había sido comerciante en Inglaterra. Todas las noches, llegaba a la biblioteca, cogía el Fígaro y el Times, y desplegaba este último sobre la mesa. Tras una atenta mirada a la primera, comenzaba a cabecear y se quedaba irremediablemente dormido. Un día, no despertó. Cuando lo fueron a enterrar, comentó la gente los pequeños detalles que se sabían del señor, y alguien observó que el buen hombre nunca había sabido nada de inglés. Detalles como ese, que el autor narra con gracia e ironía, son frecuentes.

Por último, me llama la atención que una obra de tanto calado haya tenido tan poca repercusión fuera de España. Se trata de un libro muy español, de acuerdo, pero el color local no siempre es un obstáculo para la internacionalización. Tolstoi y Dostoievski, por ejemplo, son muy rusos, pero eso no impide que se los cuente entre los grandes de la literatura universal. ¿Por qué Clarín ocupa una posición “más discreta”? Tengo mis sospechas. Intuyo que la traducción de la inglesa Penguin no haya sido muy afortunada, por muy prestigiosa que sea esa editorial. Para empezar, dejaron en la versión inglesa el título sin traducir, tal cual el título español. ¿No podrían haber traducido The Regent’s Wife? Da la impresión de que pretendieran echar atrás al lector anglosajón desde el principio mismo, no dándole un título que le sugiriese algo.

Pues es una pena, porque una obra como esta merecería mayor divulgación.
Profile Image for bookstories_travels🪐.
680 reviews1 follower
September 13, 2023
Y por fin puedo decir que he terminado un eterno pendiente al que tenía mucho respeto y un poco de miedo, por su envergadura y su fama de pesado y denso. Un libro que durante casi un mes me ha dado de todo. Con él hr sufrido, me he desesperado, me he maravillado, e incluso me he reído en algún momento. Estoy muy contenta de haberme dado la oportunidad de leer este clásico de las letras españolas, tan conocido como temido. Y sobre todo, estoy contenta de haberlo leído poco a poco, sin presiones, compaginándolo con otras lecturas. Creo que el no haber leído este libro de un tirón ha hecho que no haya sido una lectura que me haya agobiado y, sobre todo, me ha ayudado a captar todos los matices y detalles de la historía, sus personajes y la magistral forma de escribir de su autor, Leopoldo Alas Clarín . Gracias a esto he podido disfrutar tanto “La Regenta”.

En la muy noble y leal ciudad de Vetusta, corte en lejano siglo, vive la bella Ana Ozores, conocida como La Regenta por el puesto judicial que una vez ocupó su marido, con quien mantiene una relación más filial que marital. El matrimonio y las convenciones sociales imperantes en Vetusta agobian y oprimen a Ana, una mujer apasionada y excesivamente sensible. Todo este caudal de sentimientos y su endémico aburrimiento se canalizan, o bien en una exacerbada pasión religiosa, guiada por el magistral Fermín de Pas, o por el abrumador deseo que le inspira Alvaro de Mesía, el Don Juan de Vetusta. Un microcosmos marcado por la hipocresía, la decadencia, el pacatismo, la ignorancia y la religiosidad será el escenario en el que estos dos hombres se disputarán el corazón, el alma e incluso el cuerpo de Ana.

Publicada en dos tomos entre 1884 y 1885, “La Regenta” es considerada la gran novela española del siglo XIX y uno de los grandes exponentes del movimiento literario del realismo en nuestro país, siendo una de las obras más importantes de la literatura española (Algunos críticos la colocan en el podio, justo por detrás, como no, del celebre “Don Quijote de la Mancha”). Por los temas que trataba y su descarnada y audaz critica a los estamentos políticos y religiosos y a la sociedad española del momento, “La Regenta” fue objeto de polémica desde su primera aparición, siendo duramente censurada durante los años posteriores a su aparición, e incluso vetada en algunos círculos. En Oviedo, la ciudad donde Clarín vivió durante la mayor parte de su vida adulta y que es el escenario de la obra bajo el nombre de Vetusta, el libro sentó como un autentico jarro de agua fría. Esta censura se mantuvo hasta los tiempos del franquismo, cuando se prohibió la publicación de la novela hasta 1962 , gracias a sus innegables características artísticas. Toda esta biografía editorial junto a la fama a la que aludíamos antes de ser una obra difícil de leer han hecho que haya sido un libro que durante mucho tiempo no haya tenido el reconocimiento que se merece por parte de los lectores, siendo un mero nombre a estudiar en los temarios de la asignatura de Lengua y Literatura Castellana. Poco a poco el tiempo ha puesto las cosas en su lugar, y cada vez más son los lectores que se animan a darle una oportunidad a esta crónica provinciana en la que se dan la mano la religiosidad, la pasión, la maldad y la hipocresía.

Articulada en 30 capítulos, la primera mitad de “La Regenta” nos sirven como introducción al mundo de Vetusta y a los personajes principales y secundarios. Será en los 15 últimos en los que se desarrollará la trama novelesca propiamente dicha, el triángulo entre Ana-De Pas-Mesía. Es cierto que en esta última parte la obra se vuelve más rápida y activa. El que en los primeros capítulos se incida tanto en las biografías y caracteres de los personajes y tan poco en la acción argumental puede resultar pesado y farragoso para muchos. Pero para mi el retrato realista de Vetusta, tan claro, detallista y profundo, me ha parecido maravilloso, una forma absolutamente inversiva de meterte en el ambiente del libro. Me costó dos capítulos poder desenvolverme apropiadamente en la historia, pero una vez aterrice con el tercer capítulo todo empezó a cobrar forma y a tener sentido, y pude empezar a disfrutar de esta novela. Por otro lado, siento que en esos quince capítulos finales se centran,en un momento determinado, demasiado en la religiosidad de Ana. Clarín es un autor narrativamente inteligente, y muy pausado. Su prosa es elegante y pulcra, extremadamente incisiva y plagada de un simbolismo que trasciende a sus personajes. Juega mucho con los contrasentidos y las oposiciones, presentando situaciones y personajes que parece que se contraponen entre sí pero que beben unos de otros. Este método aporta mucho volumen y recovecos a la obra. El zamorano puede ser cínico, acido y tierno según lo que narre. Se toma su tiempo para hablar de los personajes y se centra mucho en las cuestiones que le interesan. Pero su habilidad reside en que todo esto tiene su sentido, ninguno de los datos y personajes sobra para el ambicioso conjunto literario que nos propone. Pero a mi las inquietudes religiosas y místicas de Ana Ozores se me acabaron haciendo un poco repetitivas. Sé que son importantes para el personaje y para la relación con el magistral, pero creo que haber acortado esta parte hubiera aportado un poco del dinamismo que a veces he echado en falta en esta lectura. El famoso adulterio, por el que la obra es conocida, tarda mucho en darse tras un montón de rodeos, y la acción puramente argumental se finiquita en los dos últimos capítulos de forma bastante detallada, si, pero que resulta un tanto arrítmica después de la tranquilidad argumental con la Clarín se movía en las páginas anteriores. Esos son los únicos puntos negativos que puedo poner a este magnifico libro. Y tampoco creo que sean especialmente negativos. Vivimos en unos tiempos actuales en que nos hemos acostumbrado a que en todas las facetas de nuestra vida y de la cultura prime lo instantáneo y lo rápido. Por eso, a veces resulta pesado cuando nos encontramos ante un libro más lento y tan centrado en el alma y la personalidad de los personajes como el de Clarín. Pero eso no quiere decir que sea mala o difícil de leer ni mucho menos. El kit de la cuestión es dejar que la prosa de Clarín y su historia nos atrape, tomar el tren y dejarse guiar por él.

Ciertamente “La Regenta “merece su fama de libro complejo, y es algo muy a tener en cuenta antes de empezarlo. Es un libro exigente, denso, lento y muy psicológico. De hecho no había momentos que no cogiera el libro y ni me viera en la necesidad de volver páginas atrás para enterarme mejor de que había pasado anteriormente para recordar quién era tal o cual personaje. Clarín hace un estudio detallado de casi 150 personajes y de la sociedad de una capital de provincias con la precisión de una autopsia. La crítica a la España del siglo XIX ,a un mundo hipócrita y fariseo es contundente y acida, ningún estamento social queda sin tocar. Los curas no son un modelo a seguir, ni mucho menos, son tas humanos y vulgares como cualquier laico; los nobles solo lo son por su linaje; el matrimonio no es una institución a respetar; las convenciones se cambian según lo que convenga; la religiosidad tiene un tufo rancio; la pasión y la diversión es lo único que importa, siempre y cuando se mantengan las formas; la educación no es tan importante como el hacerse respetar; el deseo más vulgar se camufla como amor verdadero sin ningún escrúpulo. “La Regenta” es un mundo marcado por la religiosidad vulgar y no sentida, las apariencias, el machismo, la decadencia intelectual y la estupidez más abyecta.

Vetusta es en si misma un pequeño mundo poblado por toda una galería de personajes finamente retratados, que muestran todos los matices que se podía encontrar en la alta sociedad española del siglo XIX. Todos ellos tienen un motivo por el cual aparecen dentro de la obra y conforman un fresco, detallado y vivido que se mueve y que está caracterizado con toda gana de colores, que no solo caracteriza a la sociedad española, también nos habla del ser humano. “La Regenta” no es uno un simple estudio provincial, también es un estudio sobre el ser humano, sobre las altas y bajas pasiones, sobre la familia, la amistad y el amor, sobre cómo las convenciones sociales y la hipocresía condicionan a todos sus participantes. Vetusta es un microcosmos, un mundo provincial rico en caracteres, cerrado y cruel que representa un todo. Clarín usa el alejamiento para poder hablar del contexto social de la España del siglo XIX pero no de su historia, es por eso que la ciudad de Vetusta no se llama Oviedo, porque a Clarín le interesa más componer una obra que desmenuce la sociedad española provincial que una crónica histórica. De ahí que haya referencias históricas, pero que al autor le interese más hablar del sentir español y de como a repercutido en él esos sucesos. No hay que olvidar que la obra se escribió durante el periodo de la regencia, como una época políticamente estable, pero en la que ocurrieron varios sucesos que afectaron a la psique española, como la perdida de los últimos territorios americanos. España ya no era ese país que creía ser, importante y poderoso, y Clarín osa reírse de aquellos que aún tenían esa idea en la cabeza. Eso es “La Regenta”, una sátira social que denuncia sin pudor la hipocresía de la política, la religión y la moralidad social española, y para criticar la excesiva influencia de la Iglesia católico y el analfabetismo cultural de las clases altas españolas.

Clarín bebe en este trabajo de la corriente naturalista, de ahí que en esta novela las circunstancias sociales, biográficas e incluso genéticas, marcan las vidas de los personajes y nuestra forma de ser y de actuar. Todo ese va bagaje hace las veces del destino del que hablaban los autores de la dramaturgia clásica griega, son el ente del cual uno no puede escapar, que lo condiciona todo. Entre tantos personajes, la figura de Ana Ozores se alza dramáticamente por encima, como centro neurológico de todas las subrtramas que dan movimiento y vida a la obra. Hija de un militar de ideas estrambóticas y liberales y de una costurera italiana que murió al darla a luz, Ana ha tenido desde su infancia una vida marcada por el aburrimiento, por unas convenciones sociales que se han ocupado de acallar su espíritu. Un suceso de su infancia la marcó al demostrarle, como la opinión de los demás podía llegar a subyugarla. Y a medida que fue creciendo tuvo que ver como todas sus fantasías, inspiración e inteligencia eran aplastadas en una ciudad de provincias, formada por una corte de personajes que ni lo entendían, ni podían llegar a sus alturas morales e intelectuales. Para muestra un botón: al personaje se le conoce como La Regenta, como una muestra de la despersonalización que esta mujer sufrirá por parte de sus vecinos de Vetusta y la alineación de la mujer hacia su esposo para a la sociedad de la época. Ana es hija de las circunstancias. De no saber conformarse con lo que tiene, de una infancia triste; de su extrema sensibilidad; de la falta de una meta en la vida y de una educación que pudiera encauzar su espíritu imaginativo; de la idealización constante que hace de facetas externas de su día a día, ya sea Dios o el amor. Es una mujer que no es perfecta para nada. Es un quiero y no puedo constante, quiere amor y a la vez mantener su honra, quiere divertirse y a la vez desprecia a sus vecinos y amigos, quiere ser libre y a la vez cumplir con lo que se espera de ella. Es tan egoísta como bondadosa, tan moderna como convencional, tan cursi y obsesiva como independiente y revolucionaria. Ana Ozores es a la vez víctima y verdugo de su propia historia. Es un personaje que te podrá caer bien o mal, pero llega un momento en el que no puedes evitar compadecerla, tal es la forma en que Clarín la da vida. Con sus luces y sombras, sin duda es uno de los grandes personajes femeninos de la historia de la literatura española , gracias al retrato psicológico que el autor hace de su protagonista, impecable, mostrando todos las matices del personaje sin obviar nada. Un personaje incomprendido por quienes la rodean, y quien acabará pagando las culpas propias y las de los demás. Toda ello es un contrasentido que está constantemente en la cuerda floja. Con ella, Clarín nos muestra la imagen que se tenía de la mujer en su época. Y a la vez hace por medio de Ana una audaz crítica hacia la situación social de la mujer, hacia lo que se esperaba de ella respecto a su papel como esposa, y como sus pecados y errores eran juzgados de una forma más implacable que si los hubiera cometido un hombre.

Aunque la obra se tratan muchos temas, y de muy diversa índole, el adulterio de Ana es la espina dorsal de todo. Es a partir de este en donde se trabajan todos los demás. Se ha hablado muchas veces del parecido de “La Regenta” con otras dos grandes obras protagonizadas por damas adúlteras, “Ana Karenina” de Lev Tolstoi y, especialmente, “Madame Bovary” de Gustave Flaubert. He leído estas dos obras, pero fue hace muchísimos años y no las recuerdo bien (las tengo muy pendientes de releer). Pero creo que la diferencia de la obra española respecto a las historias rusas y francesas se debe a que el personaje principal se encuentra constantemente dividido entre dos figuras masculinas (aunque quizás podríamos añadir que también se encuentra dividida por el deber y la fidelidad que le debe a su esposo). Los retratos psicológicos de Fermín de Pas y Alvaro de Mesía no son menos escrupulosos que los de Ana. Son la trilogía que mueve todos los hilos narrativos de la novela de una forma u otra. Mesía y De Pas representan a las dos Ana, la mujer espiritual y la mujer terrena, y ambos se disputaran a esta mujer en una contienda espiritual y terrenal,siendo las dos caras de una misma moneda. Son las personificaciones de la lucha entre el poder laico frente al todopoderoso poder clerical que se daba en la sociedad de la Restauración, y personificaciones de una sociedad hipócrita que oprime a mujeres como La Regenta. Ambos hombres representan esos mecanismos o presiones, siendo la infidelidad el encauzamiento de esto. Si bien el personaje de Mesía está nítidamente retratado (un don Juan que adora el deporte de conquistar corazones y meterse en las alcobas de mujeres, que gusta ser admirado, y que en realidad es un cobarde), De Pas es quizás el otro gran personaje de la obra junto a Ana. Un hombre absolutamente condicionado por su ambición y por una madre aún más ambiciosa que ha guiado su sino, un sacerdote que no deja de ser profundamente humano y que maldice su destino como cura, que desarrolla una relación tóxica y compleja con la protagonista, marcada por el alineamiento moral que en varios momentos consigue que la joven sienta hacia él. Algunas de esas escenas resultan profundamente perturbadoras, por la forma en que uno siente los mecanismos de De Pas para hacerse con el alma de Ana y controlarla, y el sentimiento de posesividad que acaba generando hacia su persona.

Para terminar, si os animáis a leer esta maravilla de las letras españolas, os recomendaría usar una buena edición, plagada de notas a pie de página, textos explicativos, y si es posible un listado con los personajes. La de Cátedra es muy buena opción. Yo he leído “La Regenta” con una edición de Alianza muy bonita en lo estético y que cumple, pero me ha faltado todo esto para poder profundizar más en esta novela y en todo lo que cuenta.

En definitiva, “La Regenta” es una novela llena de recovecos, personajes inolvidables y critica. Es mucho más que un libro sobre el adulterio, es un estudio de la vida de provincias, una novela de amor sin amor y un retrato periodístico sobre la situación cultural, moral y social de la España del siglo XIX. Por su lentitud y su fijación en la psicología de los personajes, reconozco que quizás esta no sea una obra para todos. Pero también creo que si le das una oportunidad no te dejará indiferente. Es increíble y crudo ver la destrucción social y moral de la protagonista, la forma en que el autor nos muestra este periplo con todo lujo de detalles, la alineación total de una ciudad para condenarla cuando muchos de sus componentes no pueden decir que son mejor que ella.
Profile Image for Roy Lotz.
Author 1 book8,758 followers
December 27, 2021
Las novelas era mejor vivirlas.

Public education is perhaps the most efficient system ever devised for getting people to hate books—or at least certain books. Just as American students are traumatized by Shakespeare and Charles Dickens, so do Spanish students learn to resent Cervantes and Leopoldo Alas. Virtually anything can be unpleasant if you are made to do it. When the assigned task is time-consuming and difficult, your chances of enjoying it drop to nearly zero.

I begin with this little aside because, as somebody who actively inflicted this book upon himself, I can understand why so many of the students forced to read this book derived so little pleasure from the experience. This book is a literary masterpiece; but it is also long, slow, and difficult. I fell asleep more than a dozen times during the course of reading this book, and I am supposedly a person who deeply cares for literature and who savors enormous novels. I can only imagine what it is like for the poor high school student who will be tested on its contents.

La Regenta is, along with Madame Bovary and Anna Karenina, a 19th century novel of the adulterous wife. Much like Bovary or Karenina, the titular character (the young wife of a retired local official), whose real name is Ana Ozores, is trapped in a marriage without love or passion, and faced with the hopeless choice of being unfulfilled or condemned by her society. The impossibility of this situation—the absurdity that the choice, once made, was final; and the double standard that damned adulterous wives while tolerating and even encouraging adulterous husbands—was so manifest that these three writers hit upon the same formula for exposing the shallowness and moral hypocrisy of their respectives cultures. (Inspired by this novel, the other major Spanish novelist of the time, Benito Pérez Galdós, would publish his own masterpiece about this same dilemma, Fortunata y Jacinta, just a few years later.)

Furthermore, the same tension runs through these three novels, in which their males authors feel obvious empathy for the plight of their heroines, but ultimately disapprove of their actions. In other words, if the rules of marriage are shown to be absurd, this does not excuse those who wilfully break them. The ambiguity and complexity of this situation—in which characters are neither wholly despicable nor admirable, and in which social rules are both narrow-minded and imperative—is what helps to give these novels their universal appeal. For even if the exact situation of Ana Ozores is unlikely to occur in the present day—when people date, get married later, and can get divorced—we still deal with the selfsame situation: when obeying a rule does not satisfy our desires, but flouting it does not satisfy our conscience.

So far my comments have been generic, and can be applied to any of the three above-mentioned novels. But of course La Regenta has its own merits and faults. One conspicuous quality of Alas’s writing is his excellent prose. Though this book lacks—quite conspicuously lacks, I should say—the economy, precision, and obsessive perfectionism of Flaubert’s style, Alas’s writing often swells into quite beautifully lyrical passages that must stand with the best in the language. One gets the impression that he wrote in a high state of inspiration, pouring out images and phrases onto the page. Here is one good example:
Setos de madreselva y zarzamora orlaban el camino, y de trecho en trecho se erguía el tronco de un negrillo [olmo], robusto y achaparrado, de enorme cabezota, como un as de bastos, con algunos retoños en la calvicie, varillas débiles que la brisa sacudía, haciendo resonar como castañuelas las hojas solitarias de sus extremos.

Translated into English:
Hedges of honeysuckle and blackberry bordered the path, and here and there rose up the trunk of an elm, sturdy and squat, with an enormous crown, like an ace of clubs, with some shoots in the bare patches, weak rods that shook in the breeze, making the solitary leaves on their ends resonate like castanets.

Alas is capable of such rich description, not only in his sketches of the countryside, but most especially in his portrayal of Vetusta (his lightly fictionalized version of Oviedo, a provincial capital in the north of Spain). Indeed, this novel is as much a portrait of this city as it is the story of an adultery. In terms of the plot, virtually nothing of importance happens during the entire first half of the book. Instead we are taken on a tour of this cold, rainy city and its ignorant, unhappy inhabitants. The author is quite damning of Vetusta (a place which, incidentally, I find quite lovely), giving the reader the impression that no sort of honest, authentic life is possible in such a place—where everybody knows everybody, and thus jealousy and gossip are rampant; where nothing of importance happens, and thus where no serious ambition can be realized; where the only excitement is transgression and the chances of detection are high, and thus where the social order is heavy-handed and narrow-minded.

This being Spain, the Catholic church inevitably plays a large role in the social order. But it is an ambiguous one. If Alas (a misogynist in life) could not quite decide whether to deify or damn his protagonist, Ana, he also could not quite decide (as a man who was both personally religious and anti-clerical) whether religion was the solution or the problem. Whereas most of the priests or clerics in this book are despicable in one way or another, both Ana and her spiritual guide, Don Fermín, are depicted as possessed of deep spiritual longings that cannot be satisfied through the church. One wonders, however, whether these characters are frustrated because their religion prohibits the very thing they crave (romantic love), or because they are imperfectly religious (that is, they do not believe with pure hearts). In any case, I imagine that the omnipresence of the Catholic church is one aspect that could make this book off-putting for many readers.

As a work of exquisite prose, and as a portrait and critique of its society, this book is unrivaled. Even so, as a work of art I would rank it lower than both Flaubert’s and Tolstoy’s books. Alas’s writing, though gorgeous, is undisciplined. One often feels that he is filling up page after page, not in service of the plot or any plan, but because that is where his inspiration led him. The result is a book that is much, much too long, and which lacks a satisfactory organization. Admittedly, Tolstoy’s book is perhaps liable to the same critique. Yet the Russian author compensates for this with his enormous insight into each one of his characters, which gives his book a kind of spiritual dimension that Alas cannot equal. Even this book’s protagonist, Ana, does not jump out of the text as do even the minor characters of Tolstoy. This is why La Regenta, though enormously impressive, leaves a rather cold impression on the reader (or at least, on me), as neither the plot nor the characters help to push us along. It is a book of descriptions rather than actions.

I must end with the caveat that I read the book in Spanish and that I often had difficulty with the language. Alas did not write for foreigners. Even so, by the end of the book, there was no doubt in my mind that it deserves its reputation as one of the very greatest Spanish novels. If any of this piques your interest, then I recommend you give it a go. But for God’s sake, do not inflict this on any teenagers.
Profile Image for Victorian Spirit.
281 reviews721 followers
December 7, 2021
La Regenta está considerada como la obra cumbre de la literatura española del siglo XIX pero es uno de los grandes pendientes para muchos lectores españoles... y no les culpo. No solo tiene una extensión que acobarda sino que su propia estructura (muy dividida entre dos primeros tercios totalmente descriptivos y un final de infarto) no te lo pone muy fácil.
Aun así, debo decir que me ha gustado mucho. No la considero redonda pero me ha permitido maravillarme con la genialidad y el ingenio de un escritor excelente que nos regala algunos de los mejores personajes de nuestras letras, una magnífica recreación de la vida de provincias en el siglo XIX y una historia que a mí no se me acaba de ir de la mente.
Se suele comparar con otras grandes obras decimonónicas protagonizadas por mujeres adúlteras, como Madame Bovary o Anna Karénina, pero para mí, más que una historia de adulterio es sencillamente la crónica de la destrucción de una mujer, tanto en lo personal como en lo social. A diferencia de esas otras protagonistas de la época, no es una destrucción que ella misma se busque sino que es la alienación total a la que le aboca toda una ciudad, Vetusta, confabulada en ver caer el último bastión de virtud e inocencia que les queda en pie. Y eso es algo que merece ser leído.

RESEÑA COMPLETA: https://www.youtube.com/watch?v=3pSpc...
Profile Image for Aida Lopez.
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July 24, 2019
⛪️Me ha costado lo mío leerlo,pero sin dudas merece la pena .El libro se publicó en dos partes:

En 1884 los primeros 15 capítulos donde se van presentando los personajes y se describe la famosa Vetusta.

En 1885 la segunda parte compuesta por otros 15 capítulos . Aquí es donde los lectores tenemos nuestra recompensa,que ritmo,que cantidad de sucesos y giros.

⛪️”La Regenta” es taaaantas cosas:Una critica a la sociedad ovetense,al dominio del clero,retrato de la hipocresía social y clasista.

⛪️Trata temas como el adulterio,los matrimonios acordados,la educación,política,religión.

⛪️Pero a mi donde me gano fue con la riqueza de sus personajes principales y secundarios.

Mi personaje preferido:Doña Paula,la madre del magistral ...que queréis que os diga esa mala malísima taaaan bien construida.

Quise empatizar con Ana Ozores,pero me desespero mucho,pese a ser un juguete en manos de los demás ,su forma fantasiosa de vivir,sus desmayos,su misticismos...

⛪️En conjunto un indispensable,que requiere un esfuerzo que se recompensa...y que tiene un final,que final!.

📌”El Magistral,con una mirada sola,comprendió que su cliente (“El era un médico de espíritu “)se resistía a tomar su medicina;y pensó,recordando la alegoría de la Cuesta:”No quiere tanta pendiente,hagámosla parecido a lo llano”.

🖇Como única pega a la edición,es preciosa,pero un clásico de este nivel merece y necesita una pequeña introducción y biografía a mi parecer.
Profile Image for Marta Querol.
Author 8 books183 followers
July 28, 2013
Cuando entra tristeza al ver que un libro se acaba, cuando te planteas volver a leerlo nada más terminarlo, no hay mucho más que decir. Una historia humana, social, llena de matices, atemporal a pesar de reflejar los prejuicios de una época, y escrita con una maestría difícil de encontrar en la literatura actual.
La evolución de Ana Ozores y el Magistral a lo largo de la novela, el carácter libertino, superficial y prepotente de Mesía, la debilidad de carácter y egoísmo de Quintanar, la hipocresía de tantos otros, y la propia Vetusta y su clima como un personaje más de la novela, en la que las calles, los paseos, las plazas, las capillas de la catedral, todo habla al lector.
Para mí, de lo mejor que he leído.
Profile Image for María Carpio.
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December 2, 2023
En Clarín se conjugan lo político, lo ideológico, lo social, lo psicológico, lo pedagógico y la propia literatura en función del fondo y la forma. Clarín, un escritor y articulista de periódicos satíricos de finales del siglo XIX, hace de La Regenta, quizás, su mayor obra-reflejo. Se trata en gran medida de un compendio de sus principios éticos y morales fuertemente basados en el krausismo (filosofía que armonizaba el teísmo y el panteísmo, desde una visión laica opuesta a un Dios dogmático, preconizando como las bases del Derecho un orden universal de piedad, abnegación y altruismo), pero también es una obra decididamente anticlerical. Hace poco escuchaba el comentario de alguien sobre la novela Salvo mi corazón todo está bien, de Héctor Abad Faciolince, que decía que hace tanto tiempo que no leía una novela con un personaje de cura bueno, pues desde hace muchas décadas, en la literatura casi exclusivamente se retrataba a los sacerdotes como ruines. Y, al menos en este caso, tiene razón. Uno de los personajes centrales de la novela es Don Fermín el magistral, un sacerdote del pueblo de Vetusta, que confunde el deseo sexual y la pulsión erótico-amorosa con una especie de platonismo místico. Y es que cada personaje que Clarín desarrolla en esta novela tiene una base filosófica, si se quiere, y una dimensión psicológica producto de aquello. Hay arquetipos y estereotipos, todos basados en una construcción del imaginario social, político e ideológico de la época pero, obviamente, como en toda ficción -y aún más en esta- Clarín toma la parte por el todo, haciendo de ese pueblo-chico-infierno-grande la caja de Petri de una de las caras de la humanidad, la de las bajas pasiones o mejor, la de lo desvirtuado. No es un retrato fidedigno realista ni pretende serlo; es una ficción de lo opaco y, en su tramo final, de lo grotesco del ser humano.

Pero Don Fermín no es el único personaje infame de La Regenta. Lo son casi todos los que pasean por estas páginas, en mayor o menor medida. Me recuerdan a una frase en una carta de Bolívar sobre los quiteños de la Real Audiencia en el S.XIX: "son todos unos truhanes, viciosos hasta la infamia, todos son unos truchimanes". Bueno, no diría exactamente que la gente de Vetusta (por algo su nombre) son todos execrables en el sentido al que se refería Bolívar, pero esa frase me resulta tan melodiosa que la uso más por la fuerza lingüística que tiene que por lo que describe. Es quizás esa misma fuerza descriptiva -o similar- la que usa Clarín para retratar el paisaje humano de la vetusta ciudad de Vetusta. Hay una decadencia moral evidente de la que todos son cómplices y, por lo tanto, su enemiga natural es quien más virtudes presenta, pues los deja en evidencia ante sí mismos y entre ellos: Ana Ozores, la Regenta, llamada así por el título que tuvo su esposo, Don Víctor Quintanar, un ex regente de una de las ciudades ex-colonia en América.

La Regenta es una mujer piadosa y religiosa, de una belleza incomparable, límpida, blanca y muy virtuosa. Por ello, prácticamente todo el corifeo de personajes persigue un fin auto-reivindicativo: buscar la perdición de Ana, obviamente, en las mieles de las pasiones y los amores prohibidos. Y para eso no podía faltar el donjuán que las ha conquistado a todas, Don Álvaro Mesía. En este tira y afloja (más tira que afloja) pasa un gran trecho de la novela, en el que Ana se ve inundada de sentimientos impíos, descubre el deseo sexual, y aquello es motivo de contradicciones en sus creencias y su piedad. No obstante, su guía espiritual, Don Fermín el magistral, le estará preparando un camino de rosas hacia el cielo, en apariencia, pues él también es presa de los ardores de la carne...

En La Regenta desfilan un variopinto cúmulo de personajes de todo credo e ideología, desde los creyentes hasta los ateos, pasando por los panteístas, todos ellos ridiculizados en mayor o menor medida. La sátira sutil es uno de los recursos que mejor maneja Clarín, aunque al final de la novela, la sátira se muestra más grotesca, recordando en algo a la Comedia del Arte italiana o a una especie de Molière español en prosa. Aunado a esto está la intención retratista del momento social y político que se estaba viviendo en la España carlista de la época, y el claro surgimiento del liberalismo, el progresismo y el laicismo. Esta intención (dogmática igualmente) de separar el Estado de la Iglesia es representada por Clarín no solo en la voz de sus personajes -los miembros del club de juego de Vetusta- sino en la misma caracterización de sus personajes religiosos, estando a la cabeza el oscuro Magistral y sus pretenciones de poder.

Por otro lado, aunque pertenece a la época del naturalismo y del realismo, en cierto sentido esta novela no pertenece a ninguno, quizás tampoco sea una novela costrumbrista como tal, aunque tiene mucho de las tres corrientes literarias. Es una novela que toma técnicas y estilos de estas corrientes pero los transforma en una herramienta discursiva y, por qué no, casi didáctica, pero que por la destreza de la pluma de su autor, se salva de lo panfletario y en verdad logra traspasar la barrera de lo meramente discursivo para entrar de lleno en el terreno de la literatura pura. Y es por aquí que se le podrían ver ciertos fallos, según desde donde se analice la novela, pues por momentos podría parecer algo maniqueísta su construcción (sobre todo de sus personajes) y su intención moralizante (aunque no vista desde la moral tradicional sino desde el krausismo que se mencionó antes) podría tornarse demasiado evidente, dejando por momentos a lo literario como pretexto para construir un discurso ideológico parcializado. Pero, por suerte, en mi opinión Clarín logra escalar estos escollos, no de forma fácil pero sí remitiéndose a lo estrictamente literario, haciendo uso del estilo naturalista en la exhaustiva descripción de detalles de las escenas, la ambientación, la acción, los personajes, su mundo interior y su psiquis. Conocemos cómo funciona y qué hay en la conciencia de cada uno de los personajes principales. Conocemos sus motivaciones profundas. En esto hace la diferencia en Clarín frente a su propia intención didáctica y moralizante. Por lo demás, la Iglesia es retratada como decadente, percepción no poco generalizada a finales del siglo XIX, de ahí que tomaran fuerza el liberalismo y la posterior secularización de las sociedades occidentales en al siglo XX. Pero lo que hace el autor es que toma al individuo religioso como representante de la institución (la Iglesia no como cuerpo místico de Cristo, sino como estructura de poder y de control social) y relativiza la decadencia de la estructura como decadencia del individuo, en una analogía que, nuevamente, toma la parte por el todo. Sin que esto sea impreciso per se o preciso, dado el momento histórico que se vivía.

Sin embargo, hay algo que puedo reprochar a esta novela, más allá de que vista con ojos contemporáneos podría sonar a machista y hasta misógina, pero que contextualizándola en su tiempo, podría incluso ser una novela de vanguardia en términos de construcción de personajes femeninos, sobre todo, en el hecho de permitirse que una mujer sea retratada con deseos sexuales, cosa escandalosa para la España de fines del siglo XIX. El hecho de que el ardor erótico de Ana sea tan meticulosamente descrito -incluso desde dentro como monólogo interior-sensitivo- es aún menos de avanzada que lo que en un inicio Clarín desarrolla en este personaje, y eso es lo que más reprocho en esta novela. Me explico, Ana tiene una sensibilidad artística pero también intelectual, quiere ser escritora y de hecho escribe, lo cual le vale este burlón apodo por parte de las gentes de Vetusta: "la Jorge Sandio" (en referencia a George Sand, la escritora francesa del siglo XIX que usaba un seudónimo masculino por las mismas razones por las que Ana deja de escribir: no era bien visto que una mujer escribiera). Y este hilo suelto y nunca retomado es el que más he echado en falta pues pudo haber sido un parteaguas importante en la literatura española, pero no lo fue. Ana deja de escribir, es ridiculizada y nunca más se vuelve hablar del tema ni se retoma su intención original, dejando casi la idea de que el autor en realidad está de acuerdo con esta máxima: la mujer no puede ni debe escribir. Y es así como toda idea de una especie de proto-feminismo que intuí que podía plantearse se vio frenado porque finalmente Ana termina siendo esa estereotípica mujer etérea, virginal, que se debate entre la histeria y las crisis de nervios, y que finalmente se equipara a su opuesto equivalente: la perdida (es decir, la puta). Nuevamente, se comprueba que durante siglos los personajes femeninos nunca se salieron del canon, de ese esquema maniqueo que enfrenta las dos únicas concepciones reinantes durante mucho tiempo acerca de la mujer: la santa o la puta. Pero, no se le puede pedir más a Clarín, eso hay que entenderlo, es un hijo de su tiempo.

Finalmente, creo que todo el ritmo lento y cadencioso de la extensa narración (casi mil páginas), que podría producir en ciertos lectores abulia y hastío (no fue mi caso, aunque es cierto que a veces revolotea sobre personajes y situaciones que parecerían una subtrama porque desvían el tronco argumental, pero que no lo son porque contribuyen al desenlace), este ritmo, decía, en el tramo final toma otro cariz y pisa el acelerador en una franca declaración de intenciones, que antes parecían algo soslayadas y tibias. Los dos últimos capítulos incluso cambian el estilo, sobre todo por el ritmo y por el giro en la trama y en los propios personajes principales envueltos en un rectángulo amoroso (cosa poco frecuente, pues se han visto más triángulos que rectángulos), y ese giro final devela una sátira más bufa que sutil, digna de la literatura picaresca y más cercana a obras como El Decamerón de Giovanni Bocaccio, pero con cierto tono que puede descuadrar la armonía de la obra. Lo que sí no se puede negar es lo insospechado y sorpresivo del desenlace y la escena final, simple y compleja a la vez, y grotesca como pocas. No daré más detalles por si alguien quiere leerla.
Profile Image for Bryn Hammond.
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September 22, 2022
Review on a second read.
When, a while back, I went through a few Spanish and Portuguese 19thC novels, I remember La Regenta as the one I was most involved in, although Fortunata and Jacinta was also everything I want in a big 19thC social-psychological novel. On this second read, no doubt helped by a familiarity even though I'd forgotten the plot, I was shortly saying to myself it might be my favourite 19thC novel in that tradition--if I don't count the more metaphysical side, Moby-Dick and Dostoyevsky.

It's often placed as the third in a trio of Madame Bovary and Anna Karenina: adulterous women. Both of those I read maybe three times, but with misgivings: Madame Bovary is a shallow twit in herself, and the writing cold; Anna Karenina was much more sympathetic, although that novel celebrates family life too much for me. So in adulterous woman classics, it's La Regenta--Ana Ozores--who works for me, almost without reservations. On my first read, a little thing disappointed me: that Ana comes to despise her early instincts towards writing; but on a second read I don't feel the author is ranged behind society's attacks on Ana 'the bluestocking, the George Sand'. Ana is a sincere person, and I have far more points of connection with her than I did with the other adulterous women. I began to compare the novel instead to Middlemarch, in its view of a town, and even in terms of a rival to Dorothea, with whom I identified all over the place.

La Regenta dares to go places that surprise me. It's erotic as heck. It portrays mental illness, and the fear of mental illness, startlingly well. The abuse Ana is subject to as a child rings true: not sexual abuse, but her behaviour sexualised by adults whose 'care' she is in, and what effects this has on her. The novel earns its controversies on publication.

And it's still... not only fresh, it's still a fantastic experiment. Alas runs with the omniscient point of view of the great age of novels (for a statement on why so, and what omniscience has to do with it, see essays by Iris Murdoch in Existentialists and Mystics: Writings on Philosophy and Literature) -- Alas stretches and shapes omniscient into an extraordinary tool. I told myself, you could learn how to write from this single novel--and I wish I had. It's a sheer masterclass, not just on point of view, but on so much of the writer's kit.

I haven't even mentioned the character who was most alive to me on my first read: the canon theologian, the priest who slides into irreligious love. Perhaps I had to be as old as I am to truly see Ana Ozores, because I didn't look much past her on this read. There'll be a third ahead, and I hope a fourth.

--original review--
Marvelous novel, that told me the 19th century novel was alive and kicking in Spain - I had no idea. If you think you've run out of great 19th century novels, oh come here.
Profile Image for Neus Gutiérrez.
1,014 reviews644 followers
September 18, 2015
En pocas palabras...
BIEEEN!! POR FIN SE TERMINÓ!!!
Me ha parecido un libro taaaaaan pesado y ufff que mal me ha caído la protagonista, por amor de dios x)
Sinceramente eso de que se mete "bien" en la psique femenina, no sé cómo tomarlo... esa mujer no se parece a mí, ni a mi psique ni en el blanco de los ojos.
Profile Image for Bere Tarará.
530 reviews33 followers
October 28, 2019
Terminar esta obra es un verdadero triunfo de la voluntad. Considero que se equivocan quienes comparan esta obra con Madame Bovary.
El amorío de Ana Ozores es un pretexto para retratar la España ignorante, doble moral, dominada por el clero y la decadencia todas sus clases sociales en el siglo XIX. Muestra la lucha que se dio en la filosofía entre materia y espíritu y como este último perdió
Profile Image for Jorge.
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May 17, 2016
Leopoldo Alas (1852-1901) ha creado una novela superlativa, una obra que en sí misma parece contener un universo completo y en la cual derrocha especial ingenio y un talento sin medida. En la ciudad española de Vetusta el autor ha logrado recrear el mundo entero encerrado dentro de estas monumentales letras hispanas llenas de magia blanca. El lenguaje que utiliza en riquísimo, lleno de fuerza, de elegancia y esplendor. Una de las particularidades de esta obra es que casi en cada párrafo, en cada frase, en cada idea, en cada palabra hay ingenio, profundidad, sarcasmo, hilaridad, sensibilidad, emoción, belleza…

Nos encontramos en una pequeña ciudad de España a finales del siglo XIX, marcada por una aguda religiosidad que inunda la atmósfera y también por unas severas y artificiosas normas sociales que guían (¿esclavizan?) la vida de sus tristes habitantes. La novela describe prolijamente historias de amor, de ambiciones y de engaños; de conquistas, de luchas de poder, de apatía por la vida o de pasión por ella, todo ello impregnado por una delicada y dulce espiritualidad.

También nos relata las disputas, las envidias, las contradicciones y malas artes que tienen lugar dentro del clero. Pero sobre todo la novela relata una gigantesca lucha entre un demonio y un ángel quienes se disputan el alma y el corazón de doña Ana Ozores.

Leopoldo Alas ha sabido crear una asombrosa galería de personajes de carne, hueso y alma donde destacan la atribulada, mística y dubitativa doña Ana, el prestigiado y ambicioso Vicario General (Magistral) de Vetusta llamado don Fermín de Pas; el alma pura, cándida y honorable pero banal del marido de Ana llamado don Víctor Quintanar; el bizarro, amoral e irredento seductor don Álvaro Mesía; el único hombre ateo en la piadosa ciudad de Vetusta don Pompeyo Guimarán, la frívola y envidiosa viuda llamada Obdulia Fandiño, el sencillo y leal amante de la naturaleza don Tomás Crespo “Frígilis”, el resentido apóstata Don Santos Barinaga.

También concurren a la historia un sinnúmero de lúbricos y superficiales miembros de las clases pudientes de esa ciudad donde el autor nos relata sus vicios y sus aspiraciones, así como un nutrido contingente de personajes que parecen vivir a través de las páginas del libro, todos ellos comparecen para crear una trama épica. Según he leído, el autor ha creado entre 60 y 100 personajes que desfilan por el libro, todos ellos dotados de un carácter singular y a cual más o a cual menos desmenuzados por el autor dejándonos ver sus entresijos.

Vetusta es el otro gran personaje de la novela, tal vez el que contiene a todos los demás. Esta ciudad y su sociedad fungen como una suerte de infierno en la tierra para la gente sencilla, para los románticos infatigables y para los idealistas puros, como lo es Doña Ana, esos seres que no encuentran sustancia en la vida terrenal (…un páramo inhabitable para las almas enamoradas de lo infinito…); o bien esa misma ciudad puede ser una especie de paraíso terrenal para aquellos que buscan únicamente satisfacer sus ambiciones y sus placeres materiales y lo hacen aprovechando su posición en la sociedad, como lo es Don Álvaro Mesía y todo su banda de taimados amigos y compañeros de juergas. Pero también existe un tercer grupo, tal vez el que la pasa peor: la fracción de los que se debaten y se desgarran penosamente entre ambos mundos, el metafísico y el material, como lo son Don Fermín de Pas y todos aquellos que se llaman ateos, heresiarcas y apóstatas.

Como decía, casi cada frase contiene algo especial y profundo o ingenioso y ni que decir de las escenas que construye el autor y que habiendo un sinnúmero de ellas dignas de recordar, hay una en especial que retengo ahora por su fuerza y significado. Se trata de la escena donde Don Santos Barinaga, el resentido apóstata, se encuentra de regreso a su casa. De noche y bajo los efectos del alcohol, se dirige al balcón de la casa de Don Fermín de Pas, Vicario General de la Diócesis de Vetusta, y desde allí abajo en la calle, ebrio de alcohol, pero también ebrio de coraje, de indignación e impotencia, despotrica a todo pulmón, bajo el piadoso cielo de Vetusta, lanzando consignas y vituperios contra Don Fermín y contra la Iglesia, contra sus mentiras, contra sus inquinas, contra sus ambiciones desmedidas, contra sus corruptelas y contra las acciones egoístas, materialistas e inhumanas que lo llevaron a él, a Don Santos Barinaga, a la desgracia y a la ruina económica y moral. Don Santos, en medio de la oscuridad, encarna a un ser espectral venido del más allá para castigar a la Iglesia, para consignar, bajo las estrellas, todos los abusos y equivocaciones del clero. Bajo la piel de Don Santos late un ser reprimido y humillado, como lo son muchos habitantes de Vetusta, que sólo bajo ciertas circunstancias se atreven a ver al mundo tal y como es.

Si uno abre el libro y toma cualquier página al azar lo más probable es que encontremos alguna oración o algún párrafo lleno de ingenio filosófico o de contundente verdad como por ejemplo:
“…el magistral no creía en una pasión especial, en un sentimiento puro y noble que se pudiera llamar amor; esto era cosa de novelistas y poetas, y la hipocresía del pecado había recurrido a esa palabra santificante para disfrazar muchas de las mil formas de la lujuria”.

A lo largo de todo el libro, el autor escribe largas y profundas disquisiciones interiores de gran parte de los protagonistas, alternándolas con diálogos ricos y sustanciosos que ponen al descubierto las vanas intenciones humanas. También nos regala descripciones soberbias tanto de tipo bucólico como de aquellas que abarcan las intrincadas relaciones humanas, todo esto a través de párrafos y párrafos que corren fluidamente y penetran nuestro intelecto.

En buena parte del libro el sutil y a la vez lapidario autor, gran maestro de la lengua española en todos sentidos, deja ver las pasiones humanas desnudas, las traiciones, la codicia, la intolerancia, la brutal sujeción a unas frívolas normas convencionales, las perniciosas preocupaciones sociales y las funestas vanidades que enferman el corazón; todo esto formando en ocasiones un lodazal humano. Pero también el autor nos muestra enfáticamente las incoherencias y aberraciones del clero que llegan a extremos inhumanos; un ejemplo de esto lo tenemos cuando Don Fermín de Pas, exasperado por todos sus infortunios vocifera interiormente lo siguiente:
“¿Quién le tenía sujeto? El mundo entero…Veinte siglos de religión, millones de espíritus ciegos, perezosos, que no veían el absurdo porque no les dolía a ellos, que llamaban grandeza, abnegación, virtud a lo que era suplicio injusto, bárbaro, necio y sobre todo cruel…, cruel…Cientos de papas, docenas de concilios, miles de pueblos, millones de piedras de catedrales y cruces y conventos …, toda la historia, toda la civilización, un mundo de plomo, yacían sobre él, sobre sus brazos, sobre sus piernas, eran sus grilletes…”

Sin duda una obra singular cuya lectura nos invita a abrir nuestros procesadores mentales para estimular la imaginación, pero sobre todo para ver nuestra conciencia y así darnos la posibilidad de poder preservarnos un tanto de este mundo a veces sórdido, injusto, fatigoso e intolerante.

Forma y contenido se alimentan y exaltan recíprocamente para crear esta novela cercana a la perfección, que no es solamente una obra señera en la literatura española del siglo XIX, y por extensión del XX, sino un brillante astro en el firmamento de las letras universales, de ese cielo del que tendríamos que arrancar más de 5 estrellas para calificar esta novela del grandísimo Leopoldo Alas.
Profile Image for raquel (taylor's version).
393 reviews316 followers
May 8, 2022
La primera vez que oí hablar de este libro, allá por mi adolescencia en la secundaria, pensé que sería un tostón de libro. En una clase la profesora nos explicó la trama (así muy resumida) y pensé en cómo los clichés no cambian tanto en la forma, sino en la época. Me atreví a leerla y ME ENCANTÓ. Lo digo en serio. La trama avanza lenta, muy paulatinamente, pero la descripción es tremenda. El realismo maravilloso, te mete de lleno. Los personajes fuertes y muy currados.
Profile Image for Elena.
292 reviews16 followers
January 29, 2020
Tiene partes muy densas y verdaderamente pesadas, especialmente todas las que tienen que ver con el tema religioso, pero lo cierto es que tiene un algo que engancha, probablemente lo estupendamente construidos que están todos los personajes, despreciables del primero al último. Como dato curioso y gramaticalmente atroz, Clarín era laísta ("la diga", "la habla") e incluso leísta ("No sé quién me le ha cambiado"), cosa que me parece importante destacar porque igual os podéis llevar un susto con la primera patada laísta que os encontréis (a mí me pasó).

Yo quería que me cayera bien Ana Ozores, pero es que no es más que una pazguata melindrosa y NO LA SOPORTO. Tantos lloros, tantos desmayos y tanto misticismo de baratillo me ponían los nervios de punta. Espabila, chica, que te manipula todo el mundo y así acabas.
Profile Image for Choco Con Churros.
836 reviews84 followers
May 25, 2023
Reto lector 2023 PopSugar Reading Challenge N° 38:  Un libro que leíste hace más de 10 años.

Pedazo obra. ¡Qué hipocresía tan insoportable!. Y en el fondo... Cómo los comprendes a todos y cada uno de ellos, a la vez que los desprecias. Recordaba la extraordinaria intensidad emotiva del cura, que cristalizaba en una ira de corte práctico, y la de Ana Ozores, que cristalizaba en ensoñaciones alejadas de la realidad, que la afiebraban. Recordaba la hipocresía de todos aunque no, la frágil indefensión de los inocentones que iban a cara descubierta. Las zancadillas por la espalda, las intrigas ayudadas del boca a boca más mezquino. ¡Qué novelón!❤ Amantes de la lectura y Reto 2023
Profile Image for Núria.
530 reviews654 followers
January 10, 2008
He tenido el placer de encontrar pocos escritores de los que se llaman realistas que tengan auténtico sentido del humor, y si hablamos de escritores españoles aún es peor. Clarín es una excepción, La Regenta está repleta de ironia (amarga) y rellena de escenas cómicas que a veces se acercan a lo grotesco. Clar��n sabe que sus personajes son ridículos y no lo esconde, todo lo contrario. Ésta es una de las principales características que hace que leer esta novela sea un auténtico placer, a pesar de sus más de 1000 páginas.

La Regenta no es sólo una historia de adulterio. Al fin y al cabo éste no se consuma hasta prácticamente el final de la obra y aún pasa de puntillas sobre el asunto. En la obra encontramos un gran número de personajes, todos descritos y presentados con detalle, aunque la protagonista es Ana Ozores, que después de una infancia llena de soledad y tristeza se casó con un hombre más interesado en aficiones como la caza y las obras de Calderón de la Barca que no en estar con su mujer. Ella siente todo el tedio de una ciudad de provincias y de una existencia sin sentido. Desea trascender toda la vulgaridad que le rodea y dotar de sentido su vida, pero las dos alternativas que intenta, el amor y la religión, fracasan.

Clarín demuestra ser un maestro del punto de vista y constantmente salta del punto de vista de un personaje al de otro. En la primera parte del libro se describe minuciosamente un solo día hasta el último y más mínimo detalle. A veces incluso se nos describe el mismo día desde diferentes puntos de vista. Así, la acción se ralentiza y se centra en hechos externos, explicados de forma exhaustiva. En cambio, en la segunda parte, una vez ya presentados los personajes, abundan las elipsis, la acción se dilata y ya no se describen tanto hechos externos sino más bien el estado anímico de los personajes y sus pensamientos (también de forma exhaustiva) Parece que la acción no avance, intuímos cuál será el desenlace, pero éste se hace esperar. Y a pesar de todo, el interés no decae nunca. Todo lo contrario.

A pesar de ser una obra del siglo XIX, ya encontramos indicios posmodernos: muchos de los personajes se guían por modelos que han sacado principalmente de la literatura. Así, Ana Ozores aspira a ser como Santa Teresa de Jesús, su marido aspira a ser como los héroes de las obras de Calderón de la Barca (más exactamente aspira a imitar el actor que las interpreta, que a la vez imita a un actor más famoso, con lo cual el marido es una copia de una copia), y el amante de Ana, el Don Juan de la ciudad, imita efectivamente a Don Juan Tenorio, pero además alrededor del amante de Ana, hay toda una serie de personajes que lo admiran y lo imitan, con lo cual también son una copia de una copia. Es com si la vida fuera solo un sucedáneo de lo que nos cuentan los libros. Todos los personajes se conforman con esto, todos menos Ana que busca algo más, pero inevitablemente fracasará.

Es una obra en que todos los personajes tienen su papel y su importancia, pero uno de mis preferidos es Tomás Crespo, que tiene el mal nombre de Frígilis. Frígilis es prácticamente el único personaje honrado de tota la novela, el que siempre parece capaz de escuchar y ayudar a sus amigos, el que procura hacer lo correcto, aunque a veces le salga mal. A pesar de esto, absolutamente toda la gente de la ciudad lo tienen por un loco, porque entre sus aficiones está la de cultivar árboles y plantas, hacer experimentos químicos e intentar cruzar animales. Pero son precisamente estas pequeñas aficiones las que le aportan paz. Es como si se nos dijera que el único tipo de felicidad posible está en las aficiones pequeñas e insignificantes.

Y no puedo terminar esta reseña sin la nota frívola de turno: ¡Oh, Don Fermín de Pas! Este hombre me provoca sofocos indescriptibles. Está tan tormentado, tan frustrado, tiene tanta tensión sexual acumulada... ¡Oh, qué hombre!
Profile Image for SergioMar.
39 reviews14 followers
March 17, 2017
No le pongo una estrella porque hasta me sabe mal. Por ahí dicen que esta historia es entretenidísima, que es muy divertida, que menudos retratos psicológicos, que si es la mejor novela del XIX, o que es la mejor novela española después del Quijote, o que es junto a Fortunata y Jacinta, la gran obra del XIX. Pero criaturas, ¿¿habéis leído a Galdós?? Una sola página de Fortunata y Jacinta, o la novela menos interesante de las novelas contemporáneas galdosianas entretiene más que el ladrillazo de La Regenta. La acción de la, según algunos, mejor novela desde El Quijote se resume en: "La Regenta está triste, ¿qué tendrá la Regenta?" Porque la Regenta se aburre como las ovejas. Llora. Se aburre. Llora. Tiene remordimientos. Se aburre. Llora. Se enferma de pena. Se aburre. Se aburre más. Y yo más todavía. ¡Anda ya!
Leed Fortunata y Jacinta.

Y se me olvidaba, ya conozco de sobras el tipo de la mujer de la alta sociedad muerta de aburrimiento que le lleva al adulterio, etc. Galdós creó unas cuantas mujeres de esas. Se aburrían como unas monas, pero tenían temperamento. Yo me quedo con estas.
Profile Image for antu.
27 reviews14 followers
August 17, 2022
si algo hemos aprendido es que el amor sí existe, pero hay que dejar de buscarlo en oviedo
Profile Image for Patricia Castro.
Author 9 books33 followers
February 12, 2020
De las mejores novelas que se han escrito en la historia. La mejor sin duda de la triada romántica Madame Bovary - Anna Karenina - La Regenta; de estas tres, La Regenta es la única en la que se critica la sociedad de la época no solo por cerrada, sino porque es la misma que le pone la piedra en el camino a Ana Ozores (La Regenta) con Álvaro Mesía y luego le criminaliza por pecar, cuando lo único que deseaban es que cayese y pecase. Además La Regenta no se cree un ser superior ni especial con derecho a la felicidad como Emma Bovary o Anna Karenina, sino otro ser humano de mierda que sabe que pecará porque su carne es igual de débil que la del resto (no es nadie especial).
Profile Image for Alejandro.
14 reviews
January 17, 2020
Oda al tedio.
Pocas veces en mi vida he tenido que enfrentarme a un libro tan soporífero como este, y eso que he leído libros de toda índole y época a lo largo de mi ya dilatada existencia. Ni siquiera en las más sesudas obras coetáneas de autores alemanes, rusos, británicos o franceses he experimentado jamás el nivel de desamparo y desesperación por la ausencia absoluta de acción a que el autor nos obliga desde la primera hasta la última de las más de mil páginas páginas de esta novela en dos tomos.
Hasta bien entrada la segunda mitad del segundo tomo, o sea, cerca ya del final, no ocurre nada, literalmente nada. Hace falta mucho arrojo y fuerza de voluntad para llegar tan lejos sin perder la paciencia y cierta estabilidad emocional. Sólo entonces, después de someternos a una exasperante descripción de toda clase de hechos cotidianos irrelevantes y a una interminable colección de pensamientos banales, detallados hasta la extenuación y tan inútiles como agotadores, la trama empieza a coger algo de ritmo. Y al final, cuando las cosas podrían al menos haber terminado con cierta honra, el lector se topa con un desenlace apresurado y sin gracia que le deja con una expresión de incredulidad difícilmente descriptible.
Como si no fuera suficiente con tener que padecer la asfixiante atmósfera católica e ignorante de una pequeña ciudad de interior, representante de la España oscura y no ilustrada de la época, Clarín parece disfrutar recreándose en hacernos sufrir innecesariamente a través de interminables circunloquios descriptivos tan nimios como insulsos.
Por si fuera poco, tenemos que aguantar a un personaje principal altamente irritante, una pazguata insoportable que pide a gritos al menos una bofetada por página, con sus soporíferos e incongruentes devaneos místicos que no llevan a ningún lugar mínimamente coherente. Y a una colección de mastuerzos analfabetos que se dedican a recrearse en su propia ignorancia y cuya vida no tiene el más mínimo interés, aparte de los inocentes juegos de identidad sexual que Clarín introduce hábilmente rompiendo el dogma del naturalismo más ortodoxo de la época. Afortunadamente, porque si no no habría manera de soportar tamaño despropósito.
Únicamente esto y una minuciosa construcción de personajes, cimentada sobre interesantes perfiles psicológicos y complejas relaciones sociales, aporta algo de luz a un conjunto que se limita a recrearse en su propio absurdo.
Según algunos críticos, esta es la obra cumbre de la novela española del siglo XIX, llegando otros a ponerla al nivel de El Quijote. No puedo estar en más desacuerdo. Les recomiendo que se ahorren el disgusto y lean a Galdós, por ejemplo. La diferencia es abismal.
Profile Image for Mari Carmen.
490 reviews86 followers
September 14, 2020
La travesía ha sido larga pero ha merecido la pena. Un clásico pendiente por el eterno miedo a la literatura de cas, pero ni es difícil ni es pesado.
Vetusta es una ciudad industrial donde las clases sociales están más que diferenciadas y el clero tiene gran importancia.
Ana Ozores es una joven a la que la alta sociedad Vetustense aceptará en su seno. Ana está en el punto de mira de todos y todas y será el juguete más divertido de tod@s ell@s. La lucha entre las creencias y el amor pasional, la devoción y la virtud, el deseo de ser buena cristiana y buena esposa mantendrán preocupada todo el tiempo.
Fermín de Pas y Álvaro Mesías son dos personajes que influirán en demasía en las tribulaciones de Ana.
La marquesa de Vegallana ha sido sin duda mi personaje favorito y tanto Obdulia como Visitación me han parecido curiosas y carismáticas, como personaje masculino, me quedo con Frígilis, el único que muestra amistad y lealtad en toda la novela.
La crítica a una sociedad hipócrita, de postureo, de ansias de poder y manipulación está magistralmente narrada en esta joya de nuestras letras.
Muy recomendable.
Profile Image for Cristina G. Leitón.
171 reviews283 followers
April 4, 2017
No me lo puedo creer. He logrado terminarlo. Sin duda, es una obra maestra, como novela es completamente maravillosa. Su lectura me ha costado la vida y más, pero porque he tenido que leerlo para la universidad (junto a muchas otras lecturas). Si lo hubiera leído con calma y sin presión, lo hubiese disfrutado mucho más.

Es denso, sí, pero ya sabía qué esperar de una novela naturalista española. A pesar de todo, las últimas 300 páginas da un giro a todo lo demás y llegan a enganchar. Pero no os engañaré: el argumento es lo menos importante. Lo importante es lo que hay detrás; los personajes, oh, LOS PERSONAJES.

Alucinante.
Profile Image for María Crespo.
144 reviews
October 6, 2024
Día histórico, hoxe, 6 de outubro de 2024, pasando este outro rito de iniciación como filóloga chamado ler a Regenta. Cando un libro tan longo pasa contigo os días, pasas a formar parte del tanto coma el de ti. Que marabillosamente ben escribe este home; que ben postos todos os personaxes secundarios, cada un con seu propósito; que plásticas e sensoriais descricións de Vetusta, a cidade que xulga; que pasada de triángulo amoroso.
Ana, un personaxe feminino psicoloxicamente complexo, circular e contraditorio, acosado polo mundo no que vive, pola sociedade e a relixión, polo seu propio pensamento e a súa propia vida; pero, se algo teño que destacar, é a Fermín de Pas. Que tremenda construción vital e psicolóxica, que forma de despertar comprensión e rabia, compaixón e odio incluso, pero que forza, que escuridade, que hipnótico o seu influxo.
Eu tería cambiado as últimas páxinas, quizais volvéndoas aínda máis perversas, pero desfruteino tanto tanto… Tería sido imposible que me resultase un mecanismo tan ben artellado sen todos eses cadros costumistas, sen todas esas historias e anécdotas de vidas da época, de usos e hábitos… Sen dúbida e como estaba determinado, deixa un (consistente e turbio) pouso en min.
Profile Image for Mariola.
152 reviews36 followers
July 27, 2023
Uno de los mejores libros que he leído, compitiendo con Fortunata y Jacinta.
Tendré que hacer una relectura porque cada personaje secundario merece toda la atención, y en esta, mi primera vez, estaba muy concentrada en la historia de Ana Ozores y el Magistral.
La verdad es que fui de indignación en indignación, en una sociedad tan enferma e hipócrita no había opción para la querida Ana.
Maravilloso personaje Frígilis.
Profile Image for Andrea Vivanco.
154 reviews11 followers
June 15, 2023
2/5
Antes de que me funen por darle a este libro solo 2 estrellas, debo decir que solo le estoy dando esa calificación por la gran calidad en la prosa, fuera de eso no hubo nada que me gustara, y si no fuera por eso, le hubiera dado menos.
Y es que este libro tiene todos los elementos que no me gustan en una novela:

-Exeso de descripciones (este es el libro más descriptivo que he leído).

-Exeso de páginas (sépase que es un libro de más de 1000 páginas).

-Demasiados personajes que el autor se toma capítulos enteros para introducirlos y al final sentí que no aportaron nada. Salvo los 4 principales junto con Frígilis y Petra.

-En 25 de 30 capítulos no pasó absolutame nada, lo que deja a la verdadera historia dentro de los últimos 5, y con esto...

-hace que esos 5 capítulos se sientan muy apresurados. Y que los otros 25 se sientan como una introducción eterna y algo repetitiva a los personajes, la sociedad de Vetusta, y a sus costumbres, etc.

-Cuando la novela al fin alcanza la parte importante, es muy decepcionante.

-Personajes con los que no empaticé. Al final sentí que todos eran una bola de hipócritas. (Aunque probablemente fue intencional por parte de Clarín).

-No pude con tanto machismo y misoginia. Yo sé que no era tan mal visto en la época, y que es una novela costumbrista, y retrata la sociedad española de la época. Pero no pude, enserio no. Solo con decir que la escena final es de la ⚠️spoiler⚠️ regenta siendo acosada por un monaguillo ⚠️fin de spoiler⚠️.

En fin, yo entiendo que es una de las obras literarias más importantes de España, pero para mi no funcionó. Si no hubiera sido con ayuda de audiolobro, no hubiera terminado nunca esta novela.
Tal vez mi error fue no haberlo leído con más calma, ya que es una lectura que requiere mucha atención y tiempo.
Profile Image for Lucas Sierra.
Author 2 books556 followers
December 15, 2022
Vivir extremosamente (Comentario, 2022)

¡Qué novela maravillosa es La Regenta! Entré a leerla sin conocer a Clarín, y entre el humor bien agenciado, y el uso de la lítote para referir lo que es mejor no referir con exceso de claridad, y las relaciones entre los personajes, y las descripciones pormenorizadas, y, en fin, entre tanta cosa que crea a un narrador de talla no pude sino pasar días magníficos.

Con Ana Ozores completo la trilogía trágica de las casadas infieles, que en alguna parte leí conformaba esta novela junto a Emma Bovary y Ana Karenina. Ahora, el cariz del drama, aquí, es bien melodramático, y eso, de alguna manera, configura en comedia las más de novecientas páginas de la obra. Ahora, en una comedia con odios, porque ¡ay de Álvaro Mesía si se me pone al alcance de los puños!

Quedo prendado de esta obra con cariño de lector viejo. Frígilis, en tus manos encomiendo el despertar de Ana Ozores. Y el incendio de Vetusta.
Profile Image for EMMA.
253 reviews377 followers
March 16, 2019
من ترجمه فارسي كتابو خوندم،نسخه اصلي كتاب هزار صفحه است و دو جلد نسخه فارسي هشتاد صفحه😐اين امتياز به اون نسخه فارسي هستش،كاش ميتونستم دو جلدي رو بخونم اونوقت بهتر ميتونستم نظر بدم
Profile Image for Cassandra Dexter Colby.
325 reviews177 followers
November 13, 2021
Poco voy a añadir a todo lo que se haya podido decir de esta novela... MARAVILLA TOTAL. Me alegro de no haberla leído en mis años de instituto, no la hubiera disfrutado tanto y, quizá, no habría vuelto jamás a ella por cogerle manía. Pero, madre de Dior, qué pedazo de libro. Iba con las expectativas muy altas por eso de que don Fermín de Pas era un cura curato y tal, pero no esperaba yo encontrarme con semejante personaje, con esas cuitas que tiene, ESAS DESCRIPCIONES que hacen de él (ay, omá), ese hombre al fin y al cabo que hay debajo de las sotanas que aborrece cuando siente algo por la Regenta...
Es verdad que a veces la narración es densa y descriptiva, pero se hace necesario. Vetusta es el gran personaje aquí, con todos sus habitantes. Menudo retrato de la sociedad española, tan vigente aún: el cotilleo, el placer de ver caer al contrario, la hipocresía... tal cual hoy día. En cuanto a Ana Ozores creo que es un personaje más interesante que Emma Bovary (lo tengo pendiente). El resto está perfectamente dibujados: el tenorio Álvaro, la pécora de Visitación, Obdulia, Víctor de Quintanar, doña Julia (menuda fiera)... Una de las cosas que más me ha sorprendido es el erotismo que envuelve a la novela, la lascivia que hay en los personajes, sobre todo los femeninos (Teresita y Petra, vaya par). Sí, las mujeres no salen bien paradas aquí, pero estamos en una época y un lugar que no son la actualidad. No nos pongamos modelnos ni reivindicativos, porque no. La novela se disfruta igualmente, yo he tenido momentos de morderme las uñas (Fermín yendo a buscar a la Regenta a la cabaña pensando que está allí con Álvaro, por favor, qué añdkfasñdkfjs). En fin, que los clásicos siempre dan alegrías y en este caso la sorpresa ha sido tan grata que, por fin, estoy en una nube tras leer un libro. Ya no es "paso la última página y a otra cosa". Lo mal parada que va a salir la próxima está claro, porque es del Reto, ya la empecé antes que ésta y me estaba pareciendo un truño que ni la catedral de Vetusta...
Profile Image for Gonzalo Martínez.
166 reviews5 followers
March 21, 2023
4,5

“La Regenta” está considerada la segunda mejor novela de la literatura española (después de “El Quijote”), y no puedo decir que me sorprenda. En esta obra mastodóntica se disecciona con todo lujo de detalle una ciudad imaginaria, Vetusta, que no es sino la Oviedo en que vivió el autor, y que actúa como símbolo de todo el país en su época. En dicho escenario tiene lugar la historia de una conjura por parte de toda la ciudad para hacer caer al último bastión de la virtud romántica, simbolizado por la Regenta, mujer casada e intachable, que es vista como un desafío a la moralidad vulgar, frívola y decadente de los vetustenses. El seductor Álvaro Mesía, ridiculizado por Clarín como un Don Juan vacío y cobarde, acorde para su sociedad y su tiempo, será la cabeza de este ataque del conservadurismo hipócrita y rancio de finales de siglo contra la última fortaleza del romanticismo. Contra esta conjura resistirá la protagonista, pobre esclava de su contexto social, apoyada en otro personaje no menos esclavo, el cura Fermín de Pas, que encontrará en la Regenta un alma gemela a la que nunca podrá unirse por culpa de la sotana que le impusieron desde niño.

Esta guerra de tres frentes, con la Regenta intentando resistirse y conservar su virtud romántica, los vetustentes tratando de hacerla caer a través de la seducción de Mesía, y el confesor Fermín de Pas tratando de dominar a su adepta, será perfectamente descrita por la prosa maestra de Clarín. Con su estilo cargado de ingenio burlón, belleza poética y sutilezas, el autor consigue transmitir perfectamente la frustración de los actores implicados, en un baile absurdo provocado por una sociedad pervertida y esclavizadora, y que Clarín contrapone con frecuencia a la Naturaleza libre y hermosa. Aunque el escritor se inspira en los moldes del naturalismo, el corazón de su novela está cargado de sátira (no se salva de la burla ningún personaje) y de tragicomedia romántica, conformando una auténtica obra maestra. Han quedado grabadas en mi mente tanto escenas conmovedoras como escenas de una comicidad brillante, que no creo que olvide jamás.

El único problema de “La Regenta” es que, con todos sus méritos y grandeza, no deja de ser una lectura pesada. Aunque a veces la genialidad de Clarín le arrastra a uno con la historia, también son muchos los momentos en que he sentido la lectura más como un trabajo que un placer, con un exceso de descripción de personajes y lugares, y un ritmo extremadamente lento. No es una obra amena, ni tampoco el estilo de Clarín, con sus sutilezas y significados velados, permite la lectura rápida, al menos si no se quieren sacrificar los aspectos más fundamentales de la novela. En definitiva, es una obra que merece muchísimo la pena, pero conviene estar preparado y mentalizado antes de emprender su lectura.
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