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Kudryavka
Kudryavka (perra de pelo rizado) cuenta la historia en primera persona de Pepa, una mujer a quien la policía avisa de que su exmarido ha muerto de un infarto, al mismo tiempo en el que se producía un incendio. Kudryavka es una perra perdida en el espacio sideral y otra que despedaza una muñeca. Es una niña de doce años en una mujer de cuarenta que narran la historia en presente, el tiempo de las heridas abiertas y sangrantes. Es la historia de un amor tembloroso, de un duelo corrupto y patológico, pero también es la historia del Hombre, del Hijo. De la Niña. De aquello que decimos cuando callamos. ¿Estamos preparados para descubrir los secretos que guardan los muertos?
192 pages, Paperback
Published March 23, 2023
About the author
Xenia García
7 books27 followersXenia García (Sevilla, 1975). Estudió Ciencias de la Información, Máster en Dirección de Comunicación y Marketing y Máster en Escritura Creativa por la Universidad de Salamanca. Ha sido copy en agencias publicitarias, periodista, profesora, camarera, representante de los trabajadores. Lleva más de dos décadas dedicándose a la comunicación corporativa en diversas instituciones.
Ha publicado relatos en varias antologías, blogs y revistas literarias y en 2017 publicó su primer libro de relatos "El trigo que cae" (Talentura, 2017) y en 2022 obtuvo el 57º Premio Libro de Cuentos Fundación MonteLeón con "Cárceles de azúcar" (Eolas, 2022). Su primera novela "Kudryavka (perra de pelo rizado)" ha sido premio Fernando Quiñones (Alianza, 2023).
Ha publicado relatos en varias antologías, blogs y revistas literarias y en 2017 publicó su primer libro de relatos "El trigo que cae" (Talentura, 2017) y en 2022 obtuvo el 57º Premio Libro de Cuentos Fundación MonteLeón con "Cárceles de azúcar" (Eolas, 2022). Su primera novela "Kudryavka (perra de pelo rizado)" ha sido premio Fernando Quiñones (Alianza, 2023).
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Displaying 1 - 18 of 18 reviews
May 27, 2023
4,5 🌟
Durísimo todo lo que cuenta Xenia García acerca de lo que ocultamos las personas, de nuestro lado más oscuro, de infancias rotas, de lo que callamos.
Una voz narrativa muy especial.
Durísimo todo lo que cuenta Xenia García acerca de lo que ocultamos las personas, de nuestro lado más oscuro, de infancias rotas, de lo que callamos.
Una voz narrativa muy especial.
April 17, 2023
Seguramente leeré muy buenos libros en lo que queda de año, no me cabe la menor duda, pero no sé si alguno de ellos me tocará tan fuerte como lo ha hecho este. Ya solo leyendo el primer capítulo (un capítulo breve, tan solo un par de páginas que cuentan en unas cuantas frases la historia de una familia rota) se me puso la carne de gallina. He leído esas dos primeras páginas varias veces. Son tan hermosas. Son tan terriblemente tristes...
Este es un libro crudo, valiente, de una fuerza y una calidad literaria incuestionables. Un libro que habla sobre monstruos invisibles, monstruos que llevan corbata y van a misa los domingos, monstruos que quizás duermen en nuestra cama o viven en el piso de al lado sin que podamos siquiera llegar a sospecharlo. Un libro en el que, pese a toda su crudeza, lo monstruoso y lo bello se mezclan en extraña armonía gracias a la desgarradora prosa poética de la autora.
Esta novela ganó el Premio Unicaja Fernando Quiñones. También fue finalista del Felipe Trigo y seguramente habría ganado cualquier certamen honesto al que se hubiera presentado porque lo merece.
Este es un libro crudo, valiente, de una fuerza y una calidad literaria incuestionables. Un libro que habla sobre monstruos invisibles, monstruos que llevan corbata y van a misa los domingos, monstruos que quizás duermen en nuestra cama o viven en el piso de al lado sin que podamos siquiera llegar a sospecharlo. Un libro en el que, pese a toda su crudeza, lo monstruoso y lo bello se mezclan en extraña armonía gracias a la desgarradora prosa poética de la autora.
Esta novela ganó el Premio Unicaja Fernando Quiñones. También fue finalista del Felipe Trigo y seguramente habría ganado cualquier certamen honesto al que se hubiera presentado porque lo merece.
April 18, 2023
He encontrado muy pocas reseñas y valoraciones de Kudryavka (Perra de pelo rizado), la novela ganadora del XXIII Premio Unicaja de Novela ‘Fernando Quiñones’, escrita por Xenia García, y publicada por Alianza Editorial. Lo poco que he encontrado ha sido desbordante y grandilocuente: la reseña de Salva Robles en su blog, la valoración de Mayte Blasco en Goodreads, las opiniones impresas en la solapa del libro.
Se trata de una novela potente y cruda y muy valiente, de eso no me queda ninguna duda. La narración, a modo de desahogo y catarsis del personaje, sirve para contarnos una historia en la que, sin demasiado esfuerzo, el lector irá descubriendo lo que ha sucedido. La novela tiene una fuerte dosis psicológica y una contundente crítica social sobre un tema que, sin importar lo repugnante y monstruoso que sea, se repite en todas las sociedades y en todas las épocas.
Es una historia escrita de manera tan rotunda y convincente que uno podría sospechar que es autobiográfica, aunque no hay ninguna constancia de ello.
Es una buena novela, sin embargo, no es para todo tipo de lector. No lo digo por la historia que narra porque ahí no hay nada nuevo. De eso se ha escrito ya mucho, aunque nunca será suficiente. Lo digo por la manera de contar de la escritora española: por la saturación de simbolismos, por la sobreabundancia de lirismo, por lo indirecto —a veces— en el enfoque, en la perspectiva.
En varias ocasiones tuve la sensación de estar presenciando una obra de teatro en lugar de estar leyendo una novela. Una muy buena obra de teatro, quede dicho. Hay merito en esta manera de escribir, ya lo creo, pero como lectura me pareció demasiado, por momentos opresora. Por eso opino que no es para todos, aunque yo qué voy a saber.
EL FINAL NO PODRÍA HABER SIDO MEJOR EN UNA OBRA COMO ESTA.
«Voy a escribir una novela…» dice el personaje a 19 páginas del punto final «…Voy a transformar todo esto en mentira —no, en mentira no, en ficción— para queque entonces sea más verdad que nunca y así poder olvidarlo»
Y es de esa misma manera como la autora convierte el horror en arte.
Se trata de una novela potente y cruda y muy valiente, de eso no me queda ninguna duda. La narración, a modo de desahogo y catarsis del personaje, sirve para contarnos una historia en la que, sin demasiado esfuerzo, el lector irá descubriendo lo que ha sucedido. La novela tiene una fuerte dosis psicológica y una contundente crítica social sobre un tema que, sin importar lo repugnante y monstruoso que sea, se repite en todas las sociedades y en todas las épocas.
Es una historia escrita de manera tan rotunda y convincente que uno podría sospechar que es autobiográfica, aunque no hay ninguna constancia de ello.
Es una buena novela, sin embargo, no es para todo tipo de lector. No lo digo por la historia que narra porque ahí no hay nada nuevo. De eso se ha escrito ya mucho, aunque nunca será suficiente. Lo digo por la manera de contar de la escritora española: por la saturación de simbolismos, por la sobreabundancia de lirismo, por lo indirecto —a veces— en el enfoque, en la perspectiva.
En varias ocasiones tuve la sensación de estar presenciando una obra de teatro en lugar de estar leyendo una novela. Una muy buena obra de teatro, quede dicho. Hay merito en esta manera de escribir, ya lo creo, pero como lectura me pareció demasiado, por momentos opresora. Por eso opino que no es para todos, aunque yo qué voy a saber.
EL FINAL NO PODRÍA HABER SIDO MEJOR EN UNA OBRA COMO ESTA.
«Voy a escribir una novela…» dice el personaje a 19 páginas del punto final «…Voy a transformar todo esto en mentira —no, en mentira no, en ficción— para queque entonces sea más verdad que nunca y así poder olvidarlo»
Y es de esa misma manera como la autora convierte el horror en arte.
September 19, 2023
Lectura terminada, no estaba en mi lista pero ese es el juego de un lector impenitente, no hay reglas ni normas para empezar una lectura, porque cada día es un mundo nuevo para comenzar.
Después de leer varios libros de Carol Joyce Oates y Miguel Ángel Oeste, ya comenté en su día sobre el tema de abusos y violencia sexual que me cuesta encajar.
En esta lectura Xenia García nos da luz sobre los abusos a menores y lo hace con voz propia, a través de un estilo limpio y metafórico, creando un ritmo interno que repite con palabras o escenas el dolor o la impotencia, hay una prosa poética en todo ello.
Nos dice cuales son los caminos de ese acoso, la sexualización temprana de la infancia, visualiza que cualquier persona de nuestro alrededor puede ejercer el abuso, nos muestra la siniestra darkweb, etc.
Ese camino y dolor extremo de las víctimas que de alguna forma u otra, todos deberíamos acompañar en su sanación, es lo que nos ofrece Xenia García en un mantra continuo de preguntas, capitulos cortos y frases incisivas sobre la violencia ejercida.
En Kudryavka también encontraremos en cierta forma paz y sosiego para las víctimas, además de esperanza porque ha habido una escritora que ha dado su mano para relatar el dolor que no es poco.
Después de leer varios libros de Carol Joyce Oates y Miguel Ángel Oeste, ya comenté en su día sobre el tema de abusos y violencia sexual que me cuesta encajar.
En esta lectura Xenia García nos da luz sobre los abusos a menores y lo hace con voz propia, a través de un estilo limpio y metafórico, creando un ritmo interno que repite con palabras o escenas el dolor o la impotencia, hay una prosa poética en todo ello.
Nos dice cuales son los caminos de ese acoso, la sexualización temprana de la infancia, visualiza que cualquier persona de nuestro alrededor puede ejercer el abuso, nos muestra la siniestra darkweb, etc.
Ese camino y dolor extremo de las víctimas que de alguna forma u otra, todos deberíamos acompañar en su sanación, es lo que nos ofrece Xenia García en un mantra continuo de preguntas, capitulos cortos y frases incisivas sobre la violencia ejercida.
En Kudryavka también encontraremos en cierta forma paz y sosiego para las víctimas, además de esperanza porque ha habido una escritora que ha dado su mano para relatar el dolor que no es poco.
Read
April 21, 2023Kudryavka (perra de pelo rizado) es la primera novela publicada de Xenia García y ganadora del XXIII Premio Unicaja de Novela Fernando Quiñones. En su libro de cuentos Cárceles de azúcar ya nos da una primera imagen del personaje central de la novela.
DE LIBROS Y LECTURAS: CÁRCELES DE AZÚCAR - Xenia García (librosylecturasdeelena.blogspot.com)
Pepa, una mujer divorciada, recibe la noticia del fallecimiento de su exmarido. En la limpieza del que fue el piso del Hombre descubre la realidad de su vida: unas imágenes de contenido sexual y pedófilo.
La novela, escrita en primera persona es un torbellino de sensaciones e imágenes de su propio pasado, de aquella niña fea, solitaria e ingenua que fue. De aquella mujer que se casó con el Hombre y con quien tuvo un Hijo. La narración contiene toda la rabia, la sorpresa, la estupefacción ante un hecho inconcebible, ante la reacción de la familia del Hombre cuyos silencios y aceptación le resultan todavía más escandalosos. La familia pertenece a la Obra y con su comportamiento solo pretenden esconder la realidad.
“En los clanes de la Obra, todos saben. El conocimiento dosificado es la masilla perfecta para mantener el ideal de familia. Me sorprende que no conozcan y que lo asuman con esa fría naturalidad, con la franqueza implícita en la mentira”
Y, de paso, magnificar la vida de ese Hombre, de ese monstruo al que ya nada se le puede preguntar ni reprochar.
Otro de los personajes importantes es el Hijo a quien hay que proteger y cuidar, algo que nunca hicieron con ella en su infancia. Pepa, la protagonista, cuenta veladamente sus recuerdos y ahí aparece el desvalimiento de una niña maltratada y sometida.
“La maternidad te convierte en una actriz hábil”
Y la Niña, esa criatura que aparece como un fantasma en el piso del Hombre. Esa niña que mantenía una relación, una dependencia con él y que va relatando poco a poco los abusos que se pueden cometer con una persona inocente.
La novela se desarrolla en capítulos cortos, concisos, con un lenguaje tajante y directo. Y, a pesar de los temas tratados hay sutileza y respeto. Pepa, poco a poco, va soltando el lastre de sus recuerdos, la escritura le sirve de catarsis para enfrentarse no solo al hecho de haberse casado con un pedófilo sino también con un suicida. Es una mujer que se enfrenta sola a todos los miedos, a todas las conductas humanas, a todos los secretos de la mente humana y a todas las mentiras.
“Los motivos de un muerto: ¿es acaso posible intuirlos? Escribir es también una forma respetable de morirse, la única posible. Lo hago porque confío. Porque escribir tiene también algo de renacer a la vida una vez hemos acabado con los fantasmas, con los remordimientos, con los chicles de fres. Quizás la costra, después de todo, se haga más liviana una vez escriba”
Kudryavka es una novela arriesgada y valiente. Ponerse en la piel de tres personas distintas que han sufrido o cometen esta clase de barbaridades no es nada fácil y Xenia lo resuelve de manera magnífica, con un estilo potente, lírico y personal.
Kudryavka es una gran novela y Xenia García una gran escritora.
Yo les diría que leyeran el libro de relatos, Cárceles de azúcar para encontrarse con esa Pepa pequeña.
“Del mismo modo que en el colegio las niñas no preguntan por la mañana quién ha limpiado la noche anterior, la madre Amparo nunca se acerca para interesarse por lo que ocurre durante las visitas a casa de don Pedro”.
DE LIBROS Y LECTURAS: CÁRCELES DE AZÚCAR - Xenia García (librosylecturasdeelena.blogspot.com)
Pepa, una mujer divorciada, recibe la noticia del fallecimiento de su exmarido. En la limpieza del que fue el piso del Hombre descubre la realidad de su vida: unas imágenes de contenido sexual y pedófilo.
La novela, escrita en primera persona es un torbellino de sensaciones e imágenes de su propio pasado, de aquella niña fea, solitaria e ingenua que fue. De aquella mujer que se casó con el Hombre y con quien tuvo un Hijo. La narración contiene toda la rabia, la sorpresa, la estupefacción ante un hecho inconcebible, ante la reacción de la familia del Hombre cuyos silencios y aceptación le resultan todavía más escandalosos. La familia pertenece a la Obra y con su comportamiento solo pretenden esconder la realidad.
“En los clanes de la Obra, todos saben. El conocimiento dosificado es la masilla perfecta para mantener el ideal de familia. Me sorprende que no conozcan y que lo asuman con esa fría naturalidad, con la franqueza implícita en la mentira”
Y, de paso, magnificar la vida de ese Hombre, de ese monstruo al que ya nada se le puede preguntar ni reprochar.
Otro de los personajes importantes es el Hijo a quien hay que proteger y cuidar, algo que nunca hicieron con ella en su infancia. Pepa, la protagonista, cuenta veladamente sus recuerdos y ahí aparece el desvalimiento de una niña maltratada y sometida.
“La maternidad te convierte en una actriz hábil”
Y la Niña, esa criatura que aparece como un fantasma en el piso del Hombre. Esa niña que mantenía una relación, una dependencia con él y que va relatando poco a poco los abusos que se pueden cometer con una persona inocente.
La novela se desarrolla en capítulos cortos, concisos, con un lenguaje tajante y directo. Y, a pesar de los temas tratados hay sutileza y respeto. Pepa, poco a poco, va soltando el lastre de sus recuerdos, la escritura le sirve de catarsis para enfrentarse no solo al hecho de haberse casado con un pedófilo sino también con un suicida. Es una mujer que se enfrenta sola a todos los miedos, a todas las conductas humanas, a todos los secretos de la mente humana y a todas las mentiras.
“Los motivos de un muerto: ¿es acaso posible intuirlos? Escribir es también una forma respetable de morirse, la única posible. Lo hago porque confío. Porque escribir tiene también algo de renacer a la vida una vez hemos acabado con los fantasmas, con los remordimientos, con los chicles de fres. Quizás la costra, después de todo, se haga más liviana una vez escriba”
Kudryavka es una novela arriesgada y valiente. Ponerse en la piel de tres personas distintas que han sufrido o cometen esta clase de barbaridades no es nada fácil y Xenia lo resuelve de manera magnífica, con un estilo potente, lírico y personal.
Kudryavka es una gran novela y Xenia García una gran escritora.
Yo les diría que leyeran el libro de relatos, Cárceles de azúcar para encontrarse con esa Pepa pequeña.
“Del mismo modo que en el colegio las niñas no preguntan por la mañana quién ha limpiado la noche anterior, la madre Amparo nunca se acerca para interesarse por lo que ocurre durante las visitas a casa de don Pedro”.
September 15, 2023
Los autores acostumbrados a manejar los cuentos y la narrativa breve, cuando se pasan al mundo de la novela, no necesitan de largos párrafos con descripciones para emocionar al lector. A Xenia le sobra ese talento para llenar esta novela, dónde aparecen temas tan descarnados como el suicidio o los abusos sexuales, de imágenes potentes que se quedan resonando en la cabeza del lector: costra, gusanos, intermitentes, mariquitas, muñecas de papel... Casi cada capítulo por separado se constituye ya en una lectura interesante de por sí, aislado del resto. Aunque, por supuesto, el todo es mucho más que la suma de las partes.
No deja indiferente esta lectura que se devora del tirón y que conmueve profundamente, con sus capítulos breves y sus frases que te golpean en serie como el ataque de un experto boxeador. Es mucho más difícil hacerlo de lo que parece a primera vista. Ojalá nos traiga Xenia más literatura así, mejor pronto que tarde.
No deja indiferente esta lectura que se devora del tirón y que conmueve profundamente, con sus capítulos breves y sus frases que te golpean en serie como el ataque de un experto boxeador. Es mucho más difícil hacerlo de lo que parece a primera vista. Ojalá nos traiga Xenia más literatura así, mejor pronto que tarde.
April 20, 2023
Todavía he de digerir lo que acabo de leer. De momento solo acierto a decir que me ha encantado la forma de narrar de la autora y que la historia me ha sobrecogido. Tremenda.
August 9, 2024
Xenia García afirmó en una entrevista que con esta novela quiso partir de una historia real, la de la mujer que encontró vídeos pedófilos en el ordenador de su marido, porque "quería que se viera que no son personas tan ajenas a nosotros las que hacen monstruosidades, que pueden ser nuestros hermanos, nuestros padres, nuestros tíos". Xenia lo logra. Escribe una historia aterradora porque todo en ella es real o puede llegar a serlo. Aquí están los duros en la palma de la mano, los chicles de sabores, las muñecas feas y deshechas. Kudryavka –el verdadero nombre de Laika, la perra perdida en el espacio– es también la perra de pelo rizado en la que habitan la niña abusada y la mujer adulta, Casandra frente al monstruo. Su lectura no ha sido nada cómoda y aun así, me ha resultado de una belleza inmensa y descarnada.
May 31, 2023
*En respuesta a Cristina Aymerich*: He leído tu crítica, de la que valoro el amplio bagaje cultural -los mayas, Nietzsche-, y de la que me permito discrepar en dos aspectos, para mí fundamentales en la novela, que expongo, más allá de que los personajes me parezcan de todo menos dogmáticos.
Por un lado, que Pepa, partiendo de sí misma, escribe la historia porque durante todo el tiempo ve más allá de ella: se pone en el lugar del Hijo, de la Niña, del Hombre. Esa empatía (del griego empátheia, sentimiento de identificación con alguien), la mueve -y este es mi punto de vista opuesto- la compasión (del latín cumpassio, traducción del vocablo griego sympátheia, literalmente "sufrir juntos", "tratar con emociones").
Por encima de un debate religioso o divino, entiendo la compasión como una de las razones que nos dignifican como especie. Pues bien, esa compasión es la que lleva a Pepa a actuar -por encima de su propio sufrimiento-, para intentar evitar o paliar el dolor ajeno. Al proyectarnos en los demás, vemos el material de lo que estamos hechos. Y esa conexión -con todos los abismos que nos habitan desde que nacemos- permite dejar entrar la luz por la grieta.
Al acudir a la policía, Pepa procura salvar a todas las Niñas, entre las que estuvo ella. Al proteger a la indefensa, al abrir los ojos pese a cegarse, está poniendo palabras al silencio de quien rodea al Hombre. Para que no habite el olvido.
Solo al salvar a otras personas se salva a ella misma. Y esa humanidad es la mayor grandeza respecto a un Dios. La autora no juzga, sino que emprende una búsqueda hacia la verdad, cual detective que bucea donde nadie esperaba, porque intuye que es necesario bajar muy profundo para entender de dónde brota esa verdad.
Allí, al borde del hundimiento, sale a flote esta novela. Detecto mucha generosidad en esta historia; tanta como crudeza, vulnerabilidad y sinsentido asolan nuestros días, más allá de la ficción. Y siento y agradezco la valentía de quien hace uso de la literatura para hacernos pensar y cuestionarnos sobre nosotros mismos que, al final, sabemos que no somos importantes. Gracias y ehorabuena por el premio Alianza, Xenia García.
Por un lado, que Pepa, partiendo de sí misma, escribe la historia porque durante todo el tiempo ve más allá de ella: se pone en el lugar del Hijo, de la Niña, del Hombre. Esa empatía (del griego empátheia, sentimiento de identificación con alguien), la mueve -y este es mi punto de vista opuesto- la compasión (del latín cumpassio, traducción del vocablo griego sympátheia, literalmente "sufrir juntos", "tratar con emociones").
Por encima de un debate religioso o divino, entiendo la compasión como una de las razones que nos dignifican como especie. Pues bien, esa compasión es la que lleva a Pepa a actuar -por encima de su propio sufrimiento-, para intentar evitar o paliar el dolor ajeno. Al proyectarnos en los demás, vemos el material de lo que estamos hechos. Y esa conexión -con todos los abismos que nos habitan desde que nacemos- permite dejar entrar la luz por la grieta.
Al acudir a la policía, Pepa procura salvar a todas las Niñas, entre las que estuvo ella. Al proteger a la indefensa, al abrir los ojos pese a cegarse, está poniendo palabras al silencio de quien rodea al Hombre. Para que no habite el olvido.
Solo al salvar a otras personas se salva a ella misma. Y esa humanidad es la mayor grandeza respecto a un Dios. La autora no juzga, sino que emprende una búsqueda hacia la verdad, cual detective que bucea donde nadie esperaba, porque intuye que es necesario bajar muy profundo para entender de dónde brota esa verdad.
Allí, al borde del hundimiento, sale a flote esta novela. Detecto mucha generosidad en esta historia; tanta como crudeza, vulnerabilidad y sinsentido asolan nuestros días, más allá de la ficción. Y siento y agradezco la valentía de quien hace uso de la literatura para hacernos pensar y cuestionarnos sobre nosotros mismos que, al final, sabemos que no somos importantes. Gracias y ehorabuena por el premio Alianza, Xenia García.
September 3, 2023
Durísimo.
Necesario y muy bien escrito.
Necesario y muy bien escrito.
July 18, 2023
em sap greu, perquè tracta un tema super dur i que ha de ser tractat, però no l'he disfrutat gens ni m'ha fet sentir el que m'hauria d'haver fet sentir.
June 18, 2023
Kudryavka es un cuchillo sacrificial hecho de sílex.
La protagonista, Pepa, empuña el instrumento.
El Hijo mira, no abre la boca, sus ojos tornándose todavía más oscuros.
La Niña traspasa el umbral del abuso… hasta la violación, al paso que atestigua la crueldad de Pepa.
Ellos son sarcásticamente catalogados y maniatados al deseo de Pepa.
Es Kudryavka novela y es ritual de cruento sacrificio del Hombre. En 192 páginas ofrece al lector, escondida entre líneas de nutrida ficción, la narración física y psicológica de cómo extraer brutalmente el corazón latiente del Hombre.
Una laba de irónicamente dogmáticos personajes fluye a lo largo de los 192 avances: Bichos (“El Hombre, tú, el bicho”) Gusanos silenciosos (“Eres un gusano, una alimaña sin sostén”. “Dios es un gusano sordo”) El obsceno vicio de la pederastia (“Degenerado. Pedófilo”) Odio (“¡Ojalá te mueras!”) Víctimas y su ismo. Suicidio (“Exhausto: Se acabó”) Mierda (“Loca de mierda. Fea de mierda. Rara de mierda”) Sumisión falsificada (“La familia cosiendo bocas”. “Me tumbo y obedezco”) Y ante todo, la propia protagonista: su interpretación dosificada de los hechos, una voz que suena a deidad, porque es ella la que juzga, etiqueta, dicta sentencia. Pepa deja escapar, entre los huecos de la arritmia de sus dudas, lo que afirma que debe ser la humanidad.
¿Y la compasión? No. Compasión no.
Los sacerdotes asignados para los sacrificios en la cultura maya, desnudaban a la víctima, la pintaban de azul, agarraban sus extremidades mientras la tendían sobre una piedra convexa que exponía indefenso su pecho. Entonces uno de ellos hundía el cuchillo de sílex justo debajo de las costillas y arrancaba el corazón latiente. Sangre, descuartizamiento… sacrificio para los dioses
¿A qué dioses sacrifica Pepa la víscera palpitante, fruto de su concienciudo ritual? ¿Existe algo más allá de sí misma?
¿Es denuncia de convenciones o rabia narcisista abanderando tópicas respuestas?
¿Vencerá la brillante y extravagante belleza literaria a la carencia de auténtica humanidad?
Para proyectar luz sobre incongruencias de este pelaje, nadie mejor que Nietzsche en “Así habló Zarathustra” cuando pone su dedo sobre la paradójica coincidencia entre religión y ateísmo. En su parábola, un hombre loco se precipita por las calles del mercado gritando, “¡Busco a Dios! ¡Busco a Dios!”, para encontrar como respuesta la burla y la carcajada. A lo que el loco responde, “¿Dónde está Dios? ¡Os lo diré! Nosotros lo hemos matado!” La multitud lo mira con desconcierto. Entonces se da él cuenta de que ha llegado demasiado pronto. Que lo que parece estar ocurriendo es algo todavía por acontecer: será cuando los hombres reconozcan que son ellos mismos los que han matado a dios y que sin Dios el fundamento de todo lo que es humano desaparece, literalmente hablando. Sin Dios no hay compasión.
La moderna muerte de dios a la que Kudryavka se suscribe, no apunta a la desaparición cultural de Dios, que esencialmente permanece. Sino al dios que los hombres inventan: a una práctica de lo que llamamos religión tan insatisfactoria y acomodaticia como in-creíble. La muerte de Dios que Nietzsche proclama dinamita los ídolos que cierran al hombre el camino hacia el Dios más allá de dios. Gracias Friedrich, por matar a dios en beneficio del Hombre.
Bajo la ceguera de los asesinos de dios, Kudryavka inventa su verdad sobre la Obra, sobre Ellos.
Quizá algún día Xenia García, en su sincero y admirable deseo de verter una mirada poética sobre la vida que nos ocurre, alcance a vislumbrar la esencia de la condición humana con su grandeza y su fragilidad. ¿Se define un hombre por sus errores? ¿O por sus aciertos? ¿No es cada hombre una obra en proceso? ¿Y el derecho al propio itinerario sin ser juzgado por los demás hombres no pertenece a los derechos humanos inalienables?
La protagonista, Pepa, empuña el instrumento.
El Hijo mira, no abre la boca, sus ojos tornándose todavía más oscuros.
La Niña traspasa el umbral del abuso… hasta la violación, al paso que atestigua la crueldad de Pepa.
Ellos son sarcásticamente catalogados y maniatados al deseo de Pepa.
Es Kudryavka novela y es ritual de cruento sacrificio del Hombre. En 192 páginas ofrece al lector, escondida entre líneas de nutrida ficción, la narración física y psicológica de cómo extraer brutalmente el corazón latiente del Hombre.
Una laba de irónicamente dogmáticos personajes fluye a lo largo de los 192 avances: Bichos (“El Hombre, tú, el bicho”) Gusanos silenciosos (“Eres un gusano, una alimaña sin sostén”. “Dios es un gusano sordo”) El obsceno vicio de la pederastia (“Degenerado. Pedófilo”) Odio (“¡Ojalá te mueras!”) Víctimas y su ismo. Suicidio (“Exhausto: Se acabó”) Mierda (“Loca de mierda. Fea de mierda. Rara de mierda”) Sumisión falsificada (“La familia cosiendo bocas”. “Me tumbo y obedezco”) Y ante todo, la propia protagonista: su interpretación dosificada de los hechos, una voz que suena a deidad, porque es ella la que juzga, etiqueta, dicta sentencia. Pepa deja escapar, entre los huecos de la arritmia de sus dudas, lo que afirma que debe ser la humanidad.
¿Y la compasión? No. Compasión no.
Los sacerdotes asignados para los sacrificios en la cultura maya, desnudaban a la víctima, la pintaban de azul, agarraban sus extremidades mientras la tendían sobre una piedra convexa que exponía indefenso su pecho. Entonces uno de ellos hundía el cuchillo de sílex justo debajo de las costillas y arrancaba el corazón latiente. Sangre, descuartizamiento… sacrificio para los dioses
¿A qué dioses sacrifica Pepa la víscera palpitante, fruto de su concienciudo ritual? ¿Existe algo más allá de sí misma?
¿Es denuncia de convenciones o rabia narcisista abanderando tópicas respuestas?
¿Vencerá la brillante y extravagante belleza literaria a la carencia de auténtica humanidad?
Para proyectar luz sobre incongruencias de este pelaje, nadie mejor que Nietzsche en “Así habló Zarathustra” cuando pone su dedo sobre la paradójica coincidencia entre religión y ateísmo. En su parábola, un hombre loco se precipita por las calles del mercado gritando, “¡Busco a Dios! ¡Busco a Dios!”, para encontrar como respuesta la burla y la carcajada. A lo que el loco responde, “¿Dónde está Dios? ¡Os lo diré! Nosotros lo hemos matado!” La multitud lo mira con desconcierto. Entonces se da él cuenta de que ha llegado demasiado pronto. Que lo que parece estar ocurriendo es algo todavía por acontecer: será cuando los hombres reconozcan que son ellos mismos los que han matado a dios y que sin Dios el fundamento de todo lo que es humano desaparece, literalmente hablando. Sin Dios no hay compasión.
La moderna muerte de dios a la que Kudryavka se suscribe, no apunta a la desaparición cultural de Dios, que esencialmente permanece. Sino al dios que los hombres inventan: a una práctica de lo que llamamos religión tan insatisfactoria y acomodaticia como in-creíble. La muerte de Dios que Nietzsche proclama dinamita los ídolos que cierran al hombre el camino hacia el Dios más allá de dios. Gracias Friedrich, por matar a dios en beneficio del Hombre.
Bajo la ceguera de los asesinos de dios, Kudryavka inventa su verdad sobre la Obra, sobre Ellos.
Quizá algún día Xenia García, en su sincero y admirable deseo de verter una mirada poética sobre la vida que nos ocurre, alcance a vislumbrar la esencia de la condición humana con su grandeza y su fragilidad. ¿Se define un hombre por sus errores? ¿O por sus aciertos? ¿No es cada hombre una obra en proceso? ¿Y el derecho al propio itinerario sin ser juzgado por los demás hombres no pertenece a los derechos humanos inalienables?
July 4, 2024
Kurdryavka es una novela dura. Y tan dura cuanto llena de compasión. No la compasión que alguien que también reseña aquí dice que viene de la existencia de Dios (sin la cual —su existencia— dice quién reseña que no habría compasión), sino de la humana, esa compasión verdadera y palpable que nos hace "humanos, demasiado humanos".
Una compasión de la cual que adeptos a cierta institución criminal-religiosa carecen, como todo criminal.
Una compasión que, no proveniendo de ningún dios, sino de la humana, demasiado humana naturaleza de Pepa, del Hombre, del Hijo, de la Nina, no descarta accesos y excesos: de rabia, de ira, de sexualidad, de tristeza, de todo. Y sin embargo es esa misma compasión que los limita, los circunscribe, y se pregunta —casi antropológicamente afín a esa pregunta tan arraigada en la literatura rusa— "¿de quien es la culpa?"
Es una novela dura. Y real. Demasiado real.
A algunos (o a muchos) les fastidiará.
Como toda buena novela.
Una compasión de la cual que adeptos a cierta institución criminal-religiosa carecen, como todo criminal.
Una compasión que, no proveniendo de ningún dios, sino de la humana, demasiado humana naturaleza de Pepa, del Hombre, del Hijo, de la Nina, no descarta accesos y excesos: de rabia, de ira, de sexualidad, de tristeza, de todo. Y sin embargo es esa misma compasión que los limita, los circunscribe, y se pregunta —casi antropológicamente afín a esa pregunta tan arraigada en la literatura rusa— "¿de quien es la culpa?"
Es una novela dura. Y real. Demasiado real.
A algunos (o a muchos) les fastidiará.
Como toda buena novela.
May 25, 2024
Uno se enfrenta a Kudryavka como se enfrenta a cualquier otro libro: sin saber cómo va a salir. Pero tras su lectura, se confirman las sospechas que crecen desde el primer párrafo, de Kudryavka es imposible huir y quedar además indemne. Por sus 192 páginas se descubren, en toda su profundidad, todas las acepciones del dolor. Xenya García ha construido un relato atroz y doloroso sobre la culpa, el trauma y el sufrimiento silencioso maternal e infantil, desde todas las perspectivas posibles, sin el menor atisbo de compasión ni melodrama. Kudryavka es un ladrido de auxilio y rabia contra la oscuridad que de tan visible, se mantiene transparente y natural, como una muñeca que posa inerte en un salón, como una costra en una rodilla, como una moneda en la mano de un niño. Un libro tan terrible como necesario.
May 22, 2023
NO LEAS ESTE LIBRO SI
No leas este libro si hoy “el mundo te parece recién pintado”, con esa “alegría que se pega a las palmas de las manos y a los ojos y a la piel”.
No leas este libro si no concibes que “se pueda encontrar la salvación en la mierda”, que, como “Dios es un gusano sordo”, necesitamos escribir para encontrarla, porque “escribir tiene algo de morirse”.
No leas este libro si jamás te has sentido rara, o diferente, como “una perra de pelo rizado olvidada en el espacio”. Si solo lees porque se supone que hay que hacerlo, para matar el tiempo, porque nunca has necesitado “hacer tu propio tiempo, escudándote en los pliegues de la voluntad de seguir viviendo”.
No leas este libro si estás en el lado de los fuertes. Si no necesitas transformar tu universo en mentira “para que entonces sea más verdad que nunca y así poder olvidarlo”. Si no entiendes que “contar es vivir dos veces”.
Si nunca has necesitado “ponerte el vestido del revés para que te vean”.
Si tus ojos nunca han sido “un campo de sus propios pedazos”.
No leas este libro si eres de los que bastante tienen con lo suyo. No leas este libro si tu interés por el mal ajeno se limita a ese chascarrillo de pasada al llamarte el telediario, mientras comes y ríes. No leas este libro si no entiendes, ni quieres entender, que ahí fuera, en el mundo, hay gente que a diario “negocia con su propio deseo”, luchando por “exiliar lo que es”, por “ahuyentar al monstruo”, por no convertirse en quien no debe.
No leas este libro si alguna vez has dicho eso de “loca de mierda”, “fea de mierda”, “rara de mierda”. Para qué.
Por eso debes leerlo. Y correr la voz.
No leas este libro si hoy “el mundo te parece recién pintado”, con esa “alegría que se pega a las palmas de las manos y a los ojos y a la piel”.
No leas este libro si no concibes que “se pueda encontrar la salvación en la mierda”, que, como “Dios es un gusano sordo”, necesitamos escribir para encontrarla, porque “escribir tiene algo de morirse”.
No leas este libro si jamás te has sentido rara, o diferente, como “una perra de pelo rizado olvidada en el espacio”. Si solo lees porque se supone que hay que hacerlo, para matar el tiempo, porque nunca has necesitado “hacer tu propio tiempo, escudándote en los pliegues de la voluntad de seguir viviendo”.
No leas este libro si estás en el lado de los fuertes. Si no necesitas transformar tu universo en mentira “para que entonces sea más verdad que nunca y así poder olvidarlo”. Si no entiendes que “contar es vivir dos veces”.
Si nunca has necesitado “ponerte el vestido del revés para que te vean”.
Si tus ojos nunca han sido “un campo de sus propios pedazos”.
No leas este libro si eres de los que bastante tienen con lo suyo. No leas este libro si tu interés por el mal ajeno se limita a ese chascarrillo de pasada al llamarte el telediario, mientras comes y ríes. No leas este libro si no entiendes, ni quieres entender, que ahí fuera, en el mundo, hay gente que a diario “negocia con su propio deseo”, luchando por “exiliar lo que es”, por “ahuyentar al monstruo”, por no convertirse en quien no debe.
No leas este libro si alguna vez has dicho eso de “loca de mierda”, “fea de mierda”, “rara de mierda”. Para qué.
Por eso debes leerlo. Y correr la voz.
July 15, 2024
Una novela desgarradora e inolvidable, de esas que se te meten en la piel. Me encantó cómo dosifica la información. Poco a poco, nos va desvelando la terrible infancia de Pepa. Me gustó muchísimo el recurso narrativo de nombrar a los protagonistas por el apelativo de El Hombre, El Hijo, La niña. Da una fuerza tremenda a la historia.
Es una novela que releeré dentro de un tiempo para saborear el estilo, que corta como una navaja. Me gustan mucho las historias en caleidoscopio, en las que los lectores van reconstruyendo lo sucedido. La novela obtuvo un merecídisimo premio: El Fernando Quiñones. Hay mucho talento en estas páginas.
Es una novela que releeré dentro de un tiempo para saborear el estilo, que corta como una navaja. Me gustan mucho las historias en caleidoscopio, en las que los lectores van reconstruyendo lo sucedido. La novela obtuvo un merecídisimo premio: El Fernando Quiñones. Hay mucho talento en estas páginas.
May 17, 2023
¡Cuántas guerras en nombre de Dios y de las religiones! ¡Cuántas muertes inútiles! ¡Cuánto abuso! ¡Cuánto horror.
Estamos ante un libro necesario. Y valiente, muy valiente. Ya está bien de mirar para otro lado. Esta sociedad tiene que reaccionar. ¡Mi marido me pega lo normal! ¡Sí era un buen tipo! Abramos ventanas para denunciar.
Lo recomiendo al 100%, por su calidad literaria y por lo que nos hace pensar. Enhorabuena a la autora.
Estamos ante un libro necesario. Y valiente, muy valiente. Ya está bien de mirar para otro lado. Esta sociedad tiene que reaccionar. ¡Mi marido me pega lo normal! ¡Sí era un buen tipo! Abramos ventanas para denunciar.
Lo recomiendo al 100%, por su calidad literaria y por lo que nos hace pensar. Enhorabuena a la autora.
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