Camino sin retorno

Te atrapa y te envuelve en su universo absurdo hasta la desesperación. Es una historia de huidas, de personajes atrapados en una espiral enloquecedora y cómo tratan de huir de ella. Una obra muy recomendable.

"Stray dogs” de John Ridley es un relato en tono noir que sigue la senda marcada por la obra de James M. Cain en la que un pobre desdichado acaba cayendo en las redes de una “mujer fatal”. En 1997 Oliver Stone adaptaría esta novela combinando este thriller clásico con el estilo de su cinta precedente, “Asesinos natos”. Sean Penn es un estafador de poca monta que se ha metido en problemas con un matón local. Debe hacer un “recado” como compensación y su coche se avería en un pueblo, en mitad de ninguna parte rodeado por el desierto, de la América profunda. Confrontando a un fantoche urbanita pagado de sí mismo frente a un entorno rural que no entiende y mira por encima del hombro, allí conocerá a una mujer -Jennifer López en uno de sus primeros y más interesantes papeles- que despertará sus bajos instintos. Ésta mantiene una poco sana relación con un marido mucho más mayor que ella -interpretado por un Nick Nolte pasado de vueltas- y del que quiere escapar a toda costa. Sean Penn será el primo ideal para llevar a cabo el pérfido plan de esta “femme fatale”. Stone construye, ayudado por su montaje alocado, lisérgico y agresivo, un agobiante -a veces un tanto irregular- y “divertido” (en el sentido más negro de la palabra) relato que cuenta con un estética sucia y personajes muy extremos (podemos destacar además la presencia de Joaquín Phoenix, Jon Voight, Billy Bob Thornton). Su banda sonora firmada por Morricone ayuda a que nos demos una idea del desequilibrado estado mental de no sólo su protagonista sino del relato entero. No es su película más celebrada, pero para mí es una de mis favoritas del director de “Platoon”.

Oliver Stone, se deja de historias complejas, montajes locos, política o Vietnam. Y acierta de lleno.

Una clásica road movie en la que nadie es lo que parece y en la que el protagonista va a sufrir de lo lindo. Y se pasa volando (acostumbrado a un director cuyas películas se acercan a las tres horas).

Partimos del toque sensual de la película, que protagonizan Jennifer Lopez y Sean Penn. Acierto de lleno, ambos funcionan y crean un aroma de sensualidad, pero también de desconfianza. Sus personajes cuadran y junto con Nick Nolte, crean cuánto menos un triángulo estrambótico.

Los secundarios en mayor o menor medida están excelentes, destaco a Powers Boothe (este tipo estaba siempre a la altura de las circustancias) y a Billy Bob Thornton (en un personaje brevísimo, pero bastante repulsivo) que además deja una especie de moraleja que acompaña al filme todo el rato.

Las escenas de Phoenix y Danes, no molestan aunque simplemente sus personajes estén ahí para crear molestias al protagonista. De hecho, es una relación bastante peculiar la que ambos tienen con el protagonista. Funciona.

El único personaje que no me cuadra, es el de Jon Voight. Además, en un punto de la historia Penn y él comienzan a contar historias y por un rato, el filme baja el ritmo.

Porque U-Turn va exactamente de eso, una carrera cuesta abajo sin frenos, sobre un hombre que creía que lo malo ya había pasado y se encuentra en una especie de pueblo, en el que todo el mundo esconde algo. Es como si todo fuese una penitencia, por los errores del pasado.

En fin, para un servidor es una gran película. Va directa al grano y a excepción de un par de escenas no se entretiene con tonterías. Y eso, es a veces lo que la gente pide.

Intentar analizar esta película de una forma lógica y en parámetros propios del thriller criminal (donde supuestamente se enmarca) creo que me resultaría completamente imposible.
Tanto la trama como al dirección (metiendo planos detalle encadenados rapidísimos y flashazos de cosas sin ton ni son) crean una especie de tobogán por el que si asumes las alforjas que hay que llevar para este viaje (es decir, abandonarse a la locura) te tirarás o si no asumes el juego no entrarás en la peli y no te tirarás.
La cinta es como coger y mezclar la sensación de desubicación completa de "Lost in translation" con una comedia negra de los cohen y meterle explosiones de violencia ultra viscerales de vez en cuando por parte de los personajes.
El resultado no es otra cosa que una película absurdamente divertida, con un humor negrísimo, muy autoconsciente de lo que pretende ser (una gamberrada made in Oliver Stone, básicamente) y que monta un juego con el espectador al que busca descolocar y que pase un buen rato divertido y riendo de cosas que, en otras condiciones, no le harían ninguna gracia.

La película no es ni más ni menos que lo que os acabo de decir. Seguramente se podrán sacar lecturas más rebuscadas y alguna crítica político o social de todo el tema pero, en lo que a mí como espectador atañe, lo ya mencionado es con lo que me quedo. Y, francamente, me lo he pasado absolutamente genial.
Eso sí, la actuación de Jennifer López es más que cuestionable. Parece que no sepa por dónde le da el aire. En cualquier caso, poco importa. Si estáis buscando una peli muy gamberra y loca (del estilo por ejemplo del Death proof de Tarantino) para desconectar y pasar un rato riendo, creo que esta cinta es una muy buena opción.

Increíbles algunas escenas de esta película, llenas de una gran tensión sexual, muy morbosas, que dan ganas de verlas una y otra vez. Luego, en momentos diferentes de la película, esa tensión sexual baja bastante, pero ya nos ha sorprendido Jenniffer López con una faldita roja espectacular y una carita bellísima y luego en una escena se le ve una teta. ¡Gracias Jenny por tu sensualidad!

Además la peli mola y tiene personajes muy currados e incluso, identificables, como el padre de la Jenny. Si yo fuera él habría hecho lo mismo.