España se clasifica para el Preolímpico pese a otro partido gris

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Raúl Entrerríos lanza el balón durante el partido ante Egipto. BO AMSTRUP AFP-PHOTO

España cerró su Mundial. Por fin.

Quedará el mal cuerpo -tres jugadores lesionados durante el torneo, uno de ellos, Rodrigo Corrales, por caerle una valla encima-, la angustia por clasificarse para el Preolímpico y la decepción de una selección campeona de Europa de la que se esperaba más.

Faltó suerte y energía, pero sobre todo faltó ambición.

La rabia que dejó la ausencia en los Juegos Olímpicos de Río 2016 desapareció entre la alegría por la victoria en el Europeo del año pasado y a este Mundial España volvió a presentarse sin excesivo apetito, simplemente por inercia. Falló ante Croacia, falló ante Francia y ya entonces, lejos de las medallas, sólo le quedó un reto: el torneo clasificatorio para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020

Este sábado, en el último día, cumplió con él aunque sufriendo.

Estará, porque tenía que estar, pero durante 35 minutos pudo quedarse fuera. Egipto, un conjunto de nivel inferior, puso en muchos apuros a la selección hasta que se decidió a defender y encontró en Joan Cañellas el líder que no había tenido este año más allá de Raúl Entrerríos en determinados instantes.

En la primera parte, España se dejó encajar hasta 18 goles con mucha pasividad atrás. Veteranos como Ahmed El-Ahmar, hábiles en el uno contra uno, empezaron a gustarse y el encuentro se descontroló hasta el punto de que hubo una desventaja de dos goles (14-16, min. 27) y al descanso se llegó por detrás (17-18).

La reacción era necesaria y, por eso, no tardó en llegar. Con un punto más de intensidad, Egipto sólo marcó dos goles en 10 minutos y el sentido del marcador cambió (26-22) para definir la victoria.

Ahora España -si no gana el próximo Europeo- deberá esperar hasta abril de 2020 para hacerse un lugar en los Juegos y cambiar allí las sensaciones dejadas.

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