Los Caminos de la Fe
Manuel Cabrera Espinosa
Resumen
Traemos para esta nueva edición del congreso virtual sobre Historia de
las Vías de Comunicación el camino recorrido en una expedición postulatoria
por las Siervas de María Ministras de los Enfermos en la provincia de Almería
en el año 1876. La información de la que partimos la hemos localizado en los
fondos de las Siervas de María, donde se puede acceder a parte de la
correspondencia de María Soledad Torres Acosta, la fundadora de la
Congregación. En concreto, nos referimos a la carta 7ª “Apuntes de expedición
postulatoria”. El recorrido se inicia en Almería el 28 de agosto de 1876 y
concluye en Vélez Blanco el 2 de octubre del citado año.
Introducción
Las Siervas de María Ministras de los Enfermos son una Congregación
religiosa católica femenina, erigida por la Santa Sede mediante un decreto
formal. La idea de su fundación partió de Miguel Martínez Sanz, párroco
perteneciente a la orden de los servitas del barrio madrileño de Chamberí. Su
fundación oficial se produjo el 15 de Agosto de 1851, festividad de Nuestra
Señora de la Asunción. Fueron siete las hermanas fundadoras que recibieron el
santo hábito y emitieron los votos religiosos de castidad, pobreza y obediencia,
en manos del Cardenal Arzobispo de Toledo, Juan José Bonel y Orbe. Entre
ellas se encontraba María Soledad Torres Acosta que pasaría a ser la primera
Superiora General de la Orden. El 18 de septiembre de 1867, la Congregación
recibió el decreto pontificio que las incluía entre las congregaciones de derecho
pontificio. La aprobación definitiva de parte de la Santa Sede, la recibió el 11 de
julio de 1876, de manos de León XIII1. A partir de su fundación realizan
paulatinamente una expansión a lo largo del territorio español, y en
Iberoamérica.
En esta ocasión, nos vamos a centrar en la expedición que las
Hermanas realizan a Almería por petición del Obispo de la ciudad de dicha villa
Sáez de Viteri, T.: «Serve di Maria Ministre degli Enfermi». En Guerrino, Pelliccia; Rocca,
Giancarlo. Dizionario degli Istituti di Perfezzione. Roma: Edizione Paoline, 1988.
1
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José María Orberá y Carrión2. Éste se incorpora como Obispo de Almería el día
6 de abril de 1875 y tras la visita pastoral para conocer la diócesis se hace
consciente de la situación de pobreza y necesidad en la que vivían muchos
barrios de la ciudad. La situación de penuria observada le llevó a traer a
algunas comunidades religiosas que le ayudaran a mejorar esta lamentable
situación. Una de estas congregaciones fue la de las Siervas de María, una
comunidad de religiosas dedicada al cuidado de enfermos en su domicilio y a la
educación en escuelas de los niños más desfavorecidos. Orberó ya había
colaborado con anterioridad con Soledad Torres Acosta para impulsar su
Instituto, tanto en Cuba como en España3.
Sólo un año más tarde de la llegada de Orberá a la diócesis de Almería,
concretamente el 7 de julio de 1876 llegaron a Almería la Madre María Soledad
Torres y la Hermana Sor Angustias Jiménez. El 24 de Agosto, regresaría
nuevamente a Almería Soledad Torres acompañada de cinco hermanas que
junto con la Hermana Angustias que había quedado en la ciudad, fundarían la
primera comunidad en el antiguo cementerio de Belén donde trasformaría las
dependencias del mismo en el convento de san Blas o de Belén. El nombre del
convento dio lugar a que las hermanas de la congregación fueran conocidas en
Almería como "las Blasas".
Las viajeras
La expedición postulatoria en la que centramos el artículo será llevada a
cabo Madre Soledad Torres Acosta y la Madre Josefa Díaz, si bien en las
últimas etapas, ya por tierras del levante almeriense, se unirán otras hermanas
de la congregación. El ejercicio de la postulación para el mantenimiento de las
Órdenes religiosas era una actividad habitual. La limosna siempre ha sido un
elemento indispensable para el gasto que suponía la atención directa a los más
necesitados. De hecho, en sus estatutos fundacionales quedan definidas como
mujeres “dedicadas a cuidar a los enfermos, sobre todo a los pobres, les
ayuden en necesidades extremas y que sea en sus casas; sin cobrar nada,
Buendía, A., García, I.: Las Siervas de María en la Enfermería Almeriense. Revista Científica
Colegio de Enfermería de Almería, nº 10 febrero 2003, pp. 18-23.
3 Instituto de Estudios Almerienses. Disponible en:
www.dipalme.org/Servicios/IEA/edba.nsf/xlecturabiografias.xsp?ref=374 Visitado el 15/08/2019.
2
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habrán de contentarse con las limosnas que les den y los donativos de
personas piadosas4”.
Aunque sea someramente, exponemos una pequeña biografía de estas
intrépidas viajeras que, movidas por la fe, iniciarán su periplo por tierras
almerienses con el objetivo de recoger un necesario dinero para la creación de
nuevas casa de la Orden.
María Soledad Torres Acosta, nació en Madrid el día 2 de diciembre de
1826. Fue la séptima del grupo fundacional del recién creado Instituto de
Siervas de María que dio comienzo el 15 de agosto de 1851. Durante 5 años se
dedicó al cuidado de enfermos en su domicilio en Madrid. En 1856 es
nombrada Superiora General y se afana en extender el Instituto. El Decreto de
Aprobación del Instituto se obtuvo en 1876, justo el mismo año en el que se
llevó a cabo la Fundación de Almería. Más tarde se consolidarían las de
Zaragoza (1877), Granada (1880), La Habana (1883) o Puerto Rico (1887).
Soledad muere el 11 de octubre de 1887, dejaba 46 fundaciones, siendo la
última la de Salamanca en ese mismo año5.
Por su parte, Josefa Díaz nació en Mirueña el 10 de marzo de 1842.
Emitió los votos el 16 de febrero de 1874, pasando el mismo año a la
Comunidad de Valencia. Tras ser Superiora en varias Comunidades, se
reintegra a la Casa Madre como Maestra de Novicias en 1885. Tras la muerte
de Soledad Torres Acosta es elegida Segunda Superiora General el 24 de
octubre de 1887. Durante su gobierno se fundaron 83 casas, 32 de ellas en el
extranjero.Gobernó la Congregación durante 17 años. En 1904, al dejar de ser
Superiora General, pasó con el cargo de Superiora a la casa de Segovia,
cesando un año después, permaneciendo en la misma casa hasta su muerte,
acaecida el 15 de enero de 19166.
El viaje y los caminos
Veamos con un poco de más detalle las 10 rutas que llevaron a Soledad
Torres y Josefa Díaz por las tierras de la provincia de Almería movidas por la
fe, por las paupérrimas condiciones en las que se encontraba gran parte de la
Estatutos Fundacionales Siervas de María Ministras de los Enfermos.
en : siervasdemaria.es. Visitado el 5 de julio del 2019.
6 Íbidem.
4
5Disonible
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población de dicha comarca y por la necesidad de limosna para poder llevar a
cabo la obra de la Orden. Estamos ante 10 rutas hoy pequeñas con los
actuales medios de comunicación, pero, sin duda, todo un periplo situándonos
en el entorno temporal en el que fueron realizadas. A través de ellas nos
acercaremos a los caminos y los medios de transporte, pero también a los
elementos culturales más significativos que aparecen nombrados en la carta de
Soledad.
Primera etapa: Almería a Adra
Las dos Siervas salen de Almería el 28 de agosto de 1876 a las doce de
la noche por mar hacia Adra. Se embarcan en el vapor Rosario desde el puerto
de Almería, un puerto de nueva construcción según proyecto de 1861.
Proyecto puerto Almería de 1861. Fuente: Biblioteca Virtual del
Ministerio de Defensa
Tras siete horas de travesía usados para recorrer las 33 millas náuticas
que separan a las dos villas y llegar a las siete de la mañana del día 29 de
agosto, a la rada de Adra. Rada que continuó usándose hasta la construcción
del puerto de Adra en 1911.
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Rada Adra en 1863. Fuente: Biblioteca Virtual del Ministerio de Defensa
Con ánimo y sintiéndose bien recibidas como escribe Soledad, se
presentan a las autoridades civiles y eclesiásticas y se hospedaron en la casa
del
Presbítero don Diego Fernández de Piñar. En Adra, permanecieron
recaudando limosna durante los días 29 y 30 de agosto, donde “Casa por casa,
y puerta por puerta, nada se nos puso por delante; mas que todo sea por honra
y gloria de Dios Nuestro Señor y aumento de nuestra Congregación, que sea
una buena áncora donde se salven nuestras almas, las de nuestros Prelados,
nuestros Directores y especialmente las de todas aquellas personas que tanta
parte ponen en que se extienda nuestro amado Instituto; sin olvidarnos de las
de nuestros pobrecitos enfermos y las que contribuyen con sus limosnas. Así
sea. En dicho día 29 y 30 recogimos 255 reales”.
Encontramos una bella descripción de la población de Adra a la que
llegaron en su primera etapa Soledad y Josefa, en la obra de Tapia Garrido7:
“Desde los altos de la sierra de Turón y de Sierra Alhamilla hasta la mar,
en una estrecha franja de terreno en declive se recoge el término de Adra. En
la misma raya de la mar Adra la Nueva, la villa murada que determinaron hacer
los Reyes Católicos para defensa de la costa y construyeron su hija Doña
Juana y su nieto el emperador Carlos. Entonces fortaleza, hoy ciudad
industriosa, agrícola y pescadora. Frente a la junta de los ríos Grande y Chico,
con las espaldas amparadas en un alcor, que la hurta al espionaje desde la
7
Tapia, J.A.: Historia de la Baja Alpujarra. Instituto de Estudios Almerienses. Almería, 2000.
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mar, la musulmana Adra la Vieja, hoy poblado agrícola de La Alquería. El río es
la única entrada y camino al interior. Desde su fundación Adra ha sido el
puerto, la factoría y la fortaleza de la Baja Alpujarra almeriense”
Segunda etapa: Adra a Berja
El día 31 de agosto parten por la mañana en diligencia hacia el pueblo
vecino de Berja, distante de Adra unos 21 kilómetros. Saliendo de Adra el
camino atravesará la Alquería, la Cuesta del Borrego para atravesar la rambla
del rio de Adra. De allí se dirige a la ermita de la virgen del Carmen, los
Ucleces, la Fabriquilla y tras pasar la Rambla de Benejí entra en Berja. Berja se
encuentra en una llanura, rodeada de montañas y a orillas del rio Adra. Esta
población era más considerable que Dalías, y poseía mercados, fábricas y
campos cultivados8.
Llegarán a Berja a las diez de la noche y se hospedan en la posada del
pueblo Al día siguiente, 1 de septiembre, “el encargado de la Parroquia supo
dónde estábamos y tuvo la bondad de mandarnos llamar para su casa, el que
nos atendió con todo lo necesario. Los posaderos se quedaron con mucho
sentimiento de nuestra separación y no permitieron cobrar nada por la noche y
horas que estuvimos después de darnos la cena y desayuno. Además, un
caballero que allí se encontraba, y extraño para nosotras, nos pagó los
asientos de la diligencia. Continuamos por el orden anterior y dimos principio a
nuestra cuestación y en el 31 y 1 de septiembre sacamos a pesar de las
dificultades 274 reales, 20 céntimos”.
Este camino recorrido en diligencia entre Adra y Berja fue, aunque en
sentido inverso, el mismo camino que siglos antes siguió Boabdil camino del
exilio y del que queda recogido el testimonio en la obra de María Ramírez 9:
“Dentro de unos días partiré para Fez, mi último destino, dejaré la tierra que me
vió nacer y en ella quedan enterrados todos mis antepasados. Me siento sólo y
no sé que me deparará el futuro. Me hubiera gustado quedarme para siempre
en este lugar en el que nací y que formará para siempre parte de mi vida, por
8Ibañez,
C.: Del mar al cielo. Crónica de un viaje a Sierra Nevada. 3ª ed. Viuda de Cordero.
Almería, 1881.
9 Ramírez, M.: El último nazarí. Aliar Ediciones S.L. Granada, 2015.
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muy lejos que el destino me lleve. Granada, quisiera llevarme tu esencia y
recordarte siempre. Me aconsejan que me haga un palacio que se asemeje a la
Alhambra, pero tú eres única y por mucho que quisiera reproducirte, no sería
como la luz que tenías, que todo lo acariciaba y se multiplicaba en los
brocados, y se entretenía en los oros y se deslizaba entre los marfíles como tú
lo hacías en tus bellos salones”.
Tercera etapa: Berja a Dalías
La tercera etapa, será una etapa corta, de poco menos de 9 kilómetros,
que realizan en diligencia: “Salimos para Dalias en un coche diligencia y
llegamos a dicho pueblo, y en el día 2 y 3 que empezamos nuestra petición por
el orden ya referido y hospedadas en una casa de las más principales,
recogimos 604 reales. A todos estos puntos nos acompañó el señor lectoral del
Seminario de Almería, a quien el ilustrísimo señor Obispo nos confió, y este
señor lo hizo muy bien.”
Dalías fue en tiempo de los árabes cabeza de distrito, compuesto de seis
lugares: Asubros, Obda, Celita, Elchiban, Almecet y Dalías. Conquistada a los
sarracenos por los Reyes Católicos, y repoblada por los cristianos y por
familias venidas del interior de la península tras la expulsión de los moriscos. El
25 de Agosto de 1804 sufrió un terrible terremoto que destruyó la mayor parte
de sus casas e iglesias y ocasionando la muerte a 162 personas10. Tras dos
días en Dalías en los que recaudan 604 reales, se disponen a volver a Almería.
Para ello, la ruta más corta era ir hasta la pequeña rada de Aguasdulces (actual
Agualdulce) donde se embarcarían para llegar a Almería.
10
Del mar al cielo… Op. Cit.
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Imagen actual del “Campo de Dalías”. Fuente:jpl.nasa.gov/spaceimages
Cuarta Etapa: Dalías a Aguadulce
Estamos ante una de las etapas más penosas que han de recorrer las
religiosas, puesto que en su primer tramo han de descender por caminos de
fuertes pendientes desde las estriberas de la sierra de Gádor hasta las llanuras
cercanas al Mediterráneo. El camino, por el que podían transitar carros, hoy se
encuentra desaparecido ya que los cambios acaecidos en el paisaje en la
actualidad son impresionantes. El causante de este abismal cambio paisajístico
ha sido el espectacular desarrollo de la agricultura intensiva en invernaderos en
esta zona de Almería, cuyo principal exponente se encuentra en el “Campo de
Dalías”. A la par que aparecía un “mar de plástico” en toda esta zona ha habido
un aumento considerable de las poblaciones y de las vías de comunicación que
hacen irreconocible lo que Josefa y Soledad vivieron a finales del siglo XIX. Sin
embargo, nos podemos acercar a sus vivencias a través de lo escrito por María
Soledad: “Salimos del pueblo de Dalias a las doce de la noche, y aquí fueron
los grandes apuros. Es un camino pésimo, como ya lo vimos a nuestra ida. Nos
subimos en un carro que nos prepararon y éramos seis viajeros; pero los cuatro
no se determinaron y fueron a pie por otro camino más breve y mejor, una
grande jornada. Mas, nosotras, que no podíamos andar, fuimos como digo, en
el carro, hasta que el carretero nos dijo que nos bajásemos por el grande
peligro de las cuestas y montañas que teníamos que subir. (…) Después de
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este peligro encontramos a los compañeros, rendidos de andar nos esperaban
en la conclusión de las montañas. Continuamos nuestro viaje menos mal, y
llegamos a un puertecillo de mar que le llaman Aguasdulces”
Quinta etapa: Aguadulce a Almería
Aguasdulces, hoy enclave turístico de primer orden de la provincia de
Almería, era un pequeño puertecillo de mar y el objetivo de las hermanas era
embarcarse para volver a Almería en una pequeña travesía de apenas 5,6 Mn.
Sin embargo, este 5 de septiembre de 1876 el mal estado de la mar se lo
impidió y tuvieron que emprenden el camino por tierra usando para el
desplazamiento unos burros. Las dos religiosas estarían acompañadas por un
sacerdote, un caballero y los arrieros: “Continuamos nuestro viaje menos mal, y
llegamos a un puertecillo de mar que le llaman Aguasdulces para embarcarnos;
pero estaba este tan revuelto con unas fuertes olas que no se determinaron a
que nos embarcáramos; y como Dios Nuestro Señor querría pasásemos por
todas las dificultades, no quiso privarnos de ésta que no fue pequeña. Nos
prepararon unos borriquitos, no con jamugas, sino con unos aparejos del país.
Una buena fotografía podía haberse sacado. Un Sacerdote, con su traje talar,
un caballero y dos religiosas montados en sus burros, y los arrieros, componían
toda la comitiva.
Emprendimos por nuestras cuestas y montañas, sin dejar la orilla del
mar, que era imposible describirlo las subidas y bajadas: tan pronto nos
veíamos con la cara en el suelo, como en las espaldas, pues lo que por una
parte subíamos, teníamos que bajarlo por la otra; nos parecía que siempre nos
encontrábamos en el mismo sitio. Los pobrecitos trabajadores que se
encuentran trabajando allí taladrando las montañas para hacer camino, se
pasmaban al vernos. Todo esto era con la fuerza del sol, y solo la sombra del
cielo”.
El camino que debían de recorrer aún perdura en la actualidad en gran
parte del mismo y se trata del antiguo camino carretero que unía las
localidades de Almería y Aguadulce, y que hasta finales del siglo XIX, era el
único existente para llegar desde Almería al campo de Dalias. Es un camino
que discurre cercano al mar, casi abrazando la montaña y adaptándose a su
difícil orografía, con una distancia de aproximadamente 9.500metros. Desde la
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rada de Aguadulce se dirige al paraje de extraordinaria belleza, los acantilados
del Cañerete, sigue por el barranco del Palmer para ascender hasta la torre de
la Garrofa construida en el Siglo XVI para formar parte de la defensa marítima
de la costa almeriense. Relata María Soledad que a medio camino llegaron a
otro pequeño puertecillo, pensamos que debería ser la rada de la Garrofa,
donde por intercesión de un caballero les enviaron un carruaje para llega a
Almería: “Por fin llegamos a otro puertecito con muchísimo trabajo, pero con la
ayuda de Dios nuestro Señor sin más novedad que el cansancio del camino.
Allí creíamos nos esperaban con un carruaje, y como llegamos tarde ya se
habían marchado. Mas, entre tanto que nos preparaban el desayuno en aquella
venta, a orillas del mar, dispuso un buen caballero fueran a Almería en busca
de un carruaje. Por fin llegó este y terminamos nuestro viaje por entonces,
llegando a nuestro Belén de Almería, en donde encontramos a nuestras
hermanas y queridas hijas buenas y deseosas de vernos”.
Camino de Aguadulce a Almería
Como decíamos, esto fue el 5 de septiembre de 1876. Dos días después
salieron dos parejas de religiosas para varios puntos de la provincia con el
mismo objeto de recoger la póstula, mientras que María Soledad quedó en
Almería hasta el 15 de septiembre que continuando con la labor que estaba
desarrollando en la provincia decide dirigirse hacia el levante almeriense,
concretamente a Vera.
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Sexta etapa: Almería a Vera
Nos escribe Soledad: “El 15 de idem salí de Almería para Vera por orden
del muy ilustrísimo señor Obispo, nuestro protector, dejándome a Sor
Angustias en Belén sola. Emprendí mi viaje sola y llegué sin novedad al
referido Vera, encontrándome allí con una de las dos parejas, Sor Consuelo y
Sor Campanar. Acto continuo me presenté a ver a su ilustrísima, que me
esperaba para darme las disposiciones de cómo emprender el viaje para
Garrucha, y algunos otros puntos más. Este ilustre Prelado no se olvidó de
fortalecer nuestro espíritu, para poder llevar a cabo tan ardua empresa”.
Inicia en solitario María Soledad el viaje hacia el levante almeriense. El
camino se suaviza puesto que acaban los enclaves montañosos, quizás por
eso el relato se centra mucho más en los lugares a los que llega en los que en
la ruta realizadas, podemos decir que en esta ocasión es el destino y no el
camino lo que le relata con mayor detalle María Soledad en sus escritos. En
Vera se hospedan en el Hospital de San Agustín, un Hospital mandado
construir por el Emperador Carlos V en el año 1521. Estuvo situado en lo que
en la actualidad es la plaza del Hospital11.
Pero el origen el Hospital de San Agustín está en el terrible terremoto
que tuvo lugar en Vera en la noche del 9 de Noviembre del año 1518.
Terremoto que destruyó cerca de doscientas casas, salvándose solamente la
Iglesia de Santa María y un aljibe, falleciendo sepultados la gran mayoría de
sus ciudadano y que dio lugar a una verdadera reconstrucción de la ciudad. En
esta reconstrucción hay que enclavar el proyecto de construcción del Real
Hospital de San Agustín, obra que finalizaría hacia 1530. Éste contaba con una
capilla que se encargaría de las funciones parroquiales, hasta que se
construyera una nueva Iglesia12. Antes de partir al día siguiente para Garrucha
el 16 de septiembre domingo reciben a las cuatro de la mañana en la capilla del
hospital la confesión. Con posterioridad, celebraron el Santo Sacrificio de la
Misa junto con las Hijas de la Caridad.
Lao, M.R.: El Hospital de San Agustín de Vera. Origen de la Asistencia en el Levante
Almeriense (siglos XVI -XIX). Tesina de fin de máster, Universidad de Almería, Dpto. de
Enfermería, 2009.
12 Alarcon, A.J.: Los Expósitos de la Hijuela de Vera (1736-1910). Trabajo Fin de Máster.
Universidad de Almería, 2013.
11
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Hay que recordar que las Hijas de la Caridad llegaron a Vera el 17 de
Noviembre de 1872. Se les confió una misión concreta: hacerse cargo del
Hospital para atender a enfermos y accidentados de las minas de la Sierra de
Almagrera. Y es que la comarca alrededor de sierra Almagrera tuvo un enorme
desarrollo con la explotación de la minería en Sierra Almagrera que tuvo lugar a
partir de 1838, fecha en que fue descubierto un filón, por fortuna y excepción
de tipo aflorante, en el Barranco Jaroso. Este desarrollo tuvo como como
contrapartida un gran número de accidentes, muchos de ellos con resultado
mortal, que sufrían a diario los mineros que con nulas condiciones de seguridad
extraían el metal de las entrañas de la tierra. Por ello, se hizo necesaria tanto la
construcción de hospitales en Cuevas de Almanzora y Garrucha, como el
aumento de personal para cubrir las nuevas demandas del Hospital de San
Agustín de Vera, a cubrir esta esta labor llegaron las Hijas de la Caridad a
Vera.
Séptima etapa: Vera a Garrucha y vuelta a Vera
Tras participar en los Santos Oficios, el 16 de septiembre parten para la
cercana villa de Garrucha. En este viaje de un día Madre Soledad Torres va
acompañada de Josefa Díaz y el canónigo Eusebio Sánchez. Al respecto, nos
deja escrito María Soledad: “Al día siguiente, domingo, que celebraba nuestra
santa Madre Iglesia los Dolores Gloriosos de nuestra Señora querida Madre la
Virgen Santísima, se presentó antes de las cuatro de la mañana, en la capilla
del Hospital para confesarnos a las tres hermanas que en dicho punto estaban
hospedadas. Después celebró el Santo Sacrificio de la Misa, nos dio la
Sagrada Comunión, que recibimos en unión con las Hijas de la Caridad; y
después de todo, y tomar el desayuno, emprendimos nuestro viaje para el
referido Garrucha en compañía de los Sacerdotes, dispuestos por su señoría
ilustrísima. Llegamos a dicho punto y nos hospedamos en casa del señor Cura,
como en los demás puntos; y después de descansar en breve rato,
emprendieron la póstula en compañía del señor Cura hasta la hora de comer.
Después, por la tarde, salimos todas, y al paso vimos el nuevo Hospital del
señor Don Juan María Anglada. Hablamos con dicho señor, y su esposa y
madre, quienes desean nos encarguemos de los cuidados y aseo del
VII CONGRESO VIRTUAL SOBRE HISTORIA DE LAS VÍAS DE COMUNICACIÓN (15 al 30 septiembre 2019), pág. - 40 -
establecimiento. Quedamos de acuerdo y se verificará la fundación para
primeros del año entrante, después de hechas todas las formalidades”.
Garrucha que a inicios de siglo XIX era un pequeño barrio de
pescadores dependiente de Vera, tomará un gran interés y desarrollo tras el
descubrimiento de los yacimientos de plata de la cercana sierra Almagrera.
La rada de Garrucha se convirtió en el puerto mejor acondicionado para
sacar el material de las minas por vía marítima a la vez que llegaban los
materiales
necesarios
para
mantener
las
explotaciones
mineras.
Se
establecieron en el litoral de Garrucha fábricas de fundición y los nuevos
empresarios se construyeron en la población sus nuevas casas. Este auge del
comercio en todos los ramos hizo que a Garrucha acudieran numerosas
familias pudientes tanto nacionales como extranjeras. Garrucha se convirtió, de
este modo, en cabeza del distrito minero consiguiendo un gran desarrollo
comercial y social lo que le llevó a separarse de su capital, Vera, y constituirse
en pueblo independiente en enero de 186113.
Rada de Garrucha en 1860. Fuente: Biblioteca Virtual del Ministerio de
Defensa
13www.losberruezo.blogspot.com/2016/02/el-progreso-de-garrucha-en-el-siglo-xix.html
el 14 de junio del 2019.
.Visitado
VII CONGRESO VIRTUAL SOBRE HISTORIA DE LAS VÍAS DE COMUNICACIÓN (15 al 30 septiembre 2019), pág. - 41 -
Entre las muchas de estas nuevas familias que se asentaron en
Garrucha encontramos a los Anglada. Juan y Jacinto Anglada constituyeron la
sociedad “Anglada hermanos” (1860) que poseía la fundición de San Jacinto,
junto a Canga, en Garrucha, e intervinieron en la constitución de las
sociedades “Fuente Nueva” y “Tres Fuentes” (XII-1863) que dotaron de agua a
la población y campos de Vera14. Es justo el Hospital de los Anglada el que
refiere María Soledad, hospital en el que se instalaron para llevar su servicio
las Hijas de la Caridad. Cuando éstas marcharon en 1885 quedo en desuso y
se hizo apremiante su sustitución. Por ello, se les pide a las Siervas de María
que ocupen este vacío y es lo que condiciona que en enero de 1886 abran
casa en Garrucha con la llegada de 5 hermanas.
El mismo día 16 regresan a Vera, el recorrido es de apenas 8 kilómetros,
María Soledad permanecerá en Vera hasta el día 22 de septiembre, mientras
que el resto de hermanas partirán hacia la cercana vera a continuar con la
recogida de dinero para la obra: “Concluido este negocio y la póstula el mismo
día 16, domingo, nos retiramos; y en el camino las Hermanas y los señores
Sacerdotes acompañantes se dirigieron a Cuevas y yo me quedé en Vera con
las Hijas de la Caridad, las que nos tratan como Hermanas de la misma Orden.
En dicho punto permanecí hasta que volvieron las Hermanas de Cuevas e
hicieron su póstula en Vera”
Octava etapa: Vera a Huércal-Overa
A partir de esta etapa, las referencias al viaje son muy escuetas en los
escritos de María Soledad. Sabemos que irá a Huércal-Overa, de allí se
desplazará a Vélez Rubio y que concluirá su viaje en Vélez Blanco, pero
apenas da detalles. De Huércal-Overa sólo nos pone: “y el 22 del mismo nos
retiramos para Huércal-Overa, que llegamos a las 11,30 del día y el señor Cura
Arcipreste nos recibió muy bien”
A pesar de las pocas referencias, en Huércal-Overa permanecerán 4
días, partiendo el 26 de septiembre a las cinco de la mañana para el largo
recorrido que la separaba de Vélez Rubio.
www.dipalme.org/Servicios/IEA/edba.nsf/xlecturalinajes.xsp?ref=8 .Visitado el 3 de junio del
2019.
14
VII CONGRESO VIRTUAL SOBRE HISTORIA DE LAS VÍAS DE COMUNICACIÓN (15 al 30 septiembre 2019), pág. - 42 -
Novena etapa: Huércal-Overa a Vélez Rubio
“De aquí salimos el 26 a las cinco de la mañana para Vélez Rubio en un
carro que un labrador nos prestó, y llegamos al dicho Vélez Rubio a las ocho
de la noche. En el camino paramos en un pueblecito que le llaman el Puerto y
el señor Cura Lumbreras, que es un santo varón, nos preparó al instante la
comida. ¡Dios se lo pague!”.
Estamos ante una larga jornada de aproximadamente 34,5 kilómetros.
Un camino antaño difícil pues no estaba bien habilitado y la senda atravesaba
varias ramblas inundables como la del barranco de Rosas que sólo era
franqueable en tiempos de escasez de aguas. El pueblecito que atravesaba era
el Puertecito, que nada tiene que ver con Puerto Lumbreras que sería la ruta
habitual en la actualidad tras la construcción de las autovías A6 y A 92. Lo que
resulta más que curioso es que el párroco de la localidad del Puertecillo (que
María Soledad nombra como Puerto) lo nombre como cura Lumbreras.
Con referencias a Vélez Rubio, puesto que están ausentes en los
escritos de la religiosa, tomamos las palabras que le dedica Grahan Bellinghan
en un viaje que realizó en 1881: “Estamos en Andalucía, la tierra de la canción
y el baile, la guitarra y la serenata, los vestidos de fantasía y los atolondrados
gitanos, el dorado bosquecillo y las montañas con gorra de nieve, la aceituna,
el vino y la caña de azúcar. Andalucía, la paradisíaca tierra de los moros y lo
más grande del mundo mencionado en las Sagradas Escrituras; la parte de la
tierra por la que Jonah viajó sin éxito; la tierra de Tartesos de la que Salomón
se llevó vasijas de plata y oro15”.
Décima etapa: Vélez Rubio a Vélez Blanco
En Vélez Rubio permanecerán desde su llegada en la noche del 22
hasta el 26 de septiembre que ella y Josefa partirán al cercano Vélez Blanco
donde permanecerán hasta el 2 de octubre: “hoy 27, salen las Hermanas Sores
Consuelo y Campanar a hacer la póstula con dos Sacerdotes, dispuestos por el
ilustrísimo señor Obispo, quien es incansable.
De dicho Vélez Rubio salimos las dos Hermanas arriba referidas para
Vélez Blanco, y la que suscribe para ésta en el mismo día 2 de octubre”.
15
Bellinghan, G.: Ups and Downs of Spanish travel. Kegan Paul, trench & Co. Londres, 1883.
VII CONGRESO VIRTUAL SOBRE HISTORIA DE LAS VÍAS DE COMUNICACIÓN (15 al 30 septiembre 2019), pág. - 43 -
Termina este 2 de octubre de 1876 un peregrinaje que se inició el 28 de
agosto del referido año. Más de un mes recorriendo los caminos de la provincia
de Almería en busca del dinero necesario para seguir con la obra de la
Congregación. Pero también un viaje que le hizo ver a María Soledad y a
Josefa la situación de extrema pobreza por la que atravesaba gran parte de la
población de Almería y la necesidad de ir ampliando la Congregación para
poder paliar estas situaciones extremas.
VII CONGRESO VIRTUAL SOBRE HISTORIA DE LAS VÍAS DE COMUNICACIÓN (15 al 30 septiembre 2019), pág. - 44 -