INTRODUCCIÓN
Mitología egipcia, es el conjunto de creencias que conformaban la religión del antiguo Egipto.
Las creencias religiosas de los antiguos egipcios tuvieron una influencia importante en el
desarrollo de su cultura, aunque nunca existió entre ellos una verdadera religión, en el sentido
de un sistema teológico unificado. La fe egipcia estaba basada en una acumulación
desorganizada de antiguos mitos, culto a la naturaleza e innumerables deidades. En el más
influyente y famoso de estos mitos se desarrolla una jerarquía divina y se explica la creación de
la tierra.
Horus, adorado en el antiguo Egipto, era el dios del cielo, la luz y la bondad. Se representaba
como un halcón, a veces con cuerpo de hombre y solía asociarse con los faraones.
Corbis/Gianni Dagli Orti
CREACIÓN
Osiris y Anubis Osiris, personaje de la mitología egipcia, vivía en el fabuloso mundo subterráneo
como gobernante de los muertos. Aquí aparece (centro) con Anubis, otro dios de los muertos,
representado con cabeza de chacal. La ilustración data de la XVIII dinastía de Egipto (15701293 a.C.) y se encuentra en el Museo Egipcio de Turín, en Italia. Art Resource, NY/Nimetallah
De acuerdo con el relato egipcio de la creación, al principio sólo existía el océano. Entonces Ra,
el sol, surgió de un huevo (una flor, en algunas versiones) que apareció sobre la superficie del
agua. Ra dio a luz cuatro niños, los dioses Shu y Geb y las diosas Tefnet y Nut. Shu y Tefnet
dieron origen a la atmósfera. Ellos se sirvieron de Geb, que se convirtió en la tierra, y elevaron a
Nut, que se convirtió en el cielo. Ra regía todas las cosas. Geb y Nut después tuvieron dos
hijos, Set y Osiris, y dos hijas, Isis y Neftis. Osiris sucedió a Ra como rey de la tierra, ayudado
por Isis, su esposa y hermana. Set, sin embargo, odiaba a su hermano y lo mató. Isis entonces
embalsamó el cuerpo de su esposo con la ayuda del dios Anubis, que se convirtió así en el dios
del embalsamamiento. Los poderosos hechizos de Isis resucitaron a Osiris, quien llegó a ser rey
del mundo inferior, la tierra de los muertos. Horus, hijo de Osiris e Isis, derrotó posteriormente a
Set en una gran batalla erigiéndose en el rey de la tierra.
DIOSES LOCALES
De este mito de la creación surgió la concepción de la enéada, un grupo de nueve divinidades,
y de la tríada, formado por un padre, una madre y un hijo divinos. Cada templo local en Egipto
poseía su propia enéada y su propia tríada. Sin embargo, la más importante enéada fue la de
Ra y sus hijos y nietos. Este grupo era venerado en Heliópolis, el centro del culto al Sol en el
mundo egipcio. El origen de las deidades locales es oscuro; a algunas de ellas se las tomó de
religiones foráneas, y otras fueron en un origen dioses animales del África prehistórica.
Gradualmente, se fueron fundiendo en una complicada estructura religiosa, aunque
comparativamente muy pocas divinidades locales llegaron a ser importantes en todo Egipto.
Además de las ya nombradas, las divinidades importantes incluían a los dioses Amón, Thot,
Ptah, Khnemu y Hapi, y a las diosas Hator, Mut, Neit y Seket. Su importancia se acrecentó con
el ascendiente político de las localidades donde eran veneradas. Por ejemplo, la enéada de
Menfis estaba encabezada por una tríada compuesta del padre Ptah, la madre Seket y el hijo
Imhotep. De todos modos, durante las dinastías menfitas, Ptah llegó a ser uno de los mayores
dioses de Egipto. De manera semejante, cuando las dinastías tebanas gobernaron Egipto, la
enéada de Tebas adquirió suma importancia, encabezada por el padre Amón, la madre Mut y el
hijo Khonsu. Conforme la religión se fue desarrollando, sucedió que muchos seres humanos
glorificados tras su muerte acabaron siendo confundidos con dioses. Así Imhotep, que era
originalmente el primer ministro del gobernador de la Tercera dinastía, Zoser, llegó a ser
conceptuado como un semidiós. Durante la Quinta dinastía, los faraones comenzaron a
atribuirse ascendencia divina y desde esa época fueron venerados como hijos de Ra. Dioses
menores, simples demonios, por ejemplo ocuparon un lugar jerárquico entre las divinidades
locales también.
HISTORIA DE LOS DIOSES EGIPCIOS
Al principio, existía solamente Nun, las aguas oscuras del caos.
Un día, una colina se elevó sobre las aguas.
Esta colina fue llamada Ben-Ben.
Atum ( 1 ), el primer dios estaba parado en esa colina
Atum tosió y escupió fuera de sí a Shu ( 2 ), el dios del aire,
y a Tefnut ( 3 ), la diosa de la humedad.
Shu y Tefnut tuvieron dos hijos. Geb ( 4 ), el dios de la tierra
y Nut ( 5 ) la diosa del cielo.
Shu levantó a Nut hacia arriba de modo que ella quedó en
forma de bóveda sobre Geb.
Nut y Geb tenían 4 hijos: Osiris ( 6 ), Isis ( 7 ),
Seth ( 8 ) y Nephthys ( 9 ).
Osiris fue el rey de la Tierra e Isis la reina. Osiris fue un buen
rey que gobernó sobre la tierra por muchos años.
Sin embargo, todo no marchaba bien. Seth estaba celoso
de Osiris porque quería ser el regente de la tierra.
Cada día estaba más enojado y más enojado hasta que un día
mató a Osiris
Osiris bajó al mundo subterráneo y Seth se quedó.
en la tierra y la reinó en ella.
Osiris e Isis tenían un hijo llamado Horus (10). Horus luchó contra
Seth y recuperó el trono. Después de eso , Horus fue el rey
de la tierra y Osiris fue el rey del mundo subterráneo.
Atum(ú)
Dios principal de la concepción heliopolitana. Más tarde identificado como el sol del atardecer,
en el aspecto trinitario del principio solar ("Yo soy Khepri por la mañana, Ra al mediodía y Atum
por la tarde") Era representado con figura humana con una doble corona sobre su cabeza.
Tefnut, Tefenet
Diosa de Oxirinco, representada como una mujer con cabeza de leona. Con Su esposo Shu,
representaba al vacío o al aire ocupado por el espacio entre el cielo y la tierra. Mientras Tefnut
representa a la humedad y al rocío, Shu representa al aire seco.
Shu
Nacido de Atum por esputo o masturbació, hijo de Ra, Esposo de Tefnut. Él fue quien separó a
sus hijos Geb y Nut que se emparejaban. Representaba la atmósfera. Iconográficamente, era
representado como un hombre con una pluma sobre la cabeza.
Nut
Diosa del cielo nocturno, hija de Shu y de Tefnut. Desprendida un primera vez del abrazo con
su hermano Geb por intervención del padre, consiguió volver a unirse a él con la ayuda de Thot
y engendró a Osiris, Isis, Neftis y Seth. madre de las estrellas.
Geb
Geb : Dios de la tierra, hijo de Shu y de Tefnut. Acoplándose con su hermana Nut, generó a
Osiris, Isis, Neftis y Seth.
Osiris
Dios de Bisiris en el Delta, donde parece ser que había suplantado al antiquísimo Anziti (Andjti).
Su culto popular se difundió, desde el inicio del período histórico, por todo Egipto. Identificado
en Memfin con Sokaris y en Abidos con Khentamentiu, ambas divinidades funerarias. Dios de
los muertos, es representado mumiforme, a veces ictifálico, con una corona flanqueada por dos
altas plumas sobre la cabeza. El cuerpo lo tenía pintado de verde, color del renacimiento. La
leyenda lo hace esposo de su hermana Isis y padre de Horus el Joven.
Seth
Dios de Ombos, patrón del Alto Egipto. En el mito osiríaco, hijo de Nut y de Geb, hermano de
Osiris, Isis y Neftis, y esposo de esta última. Asesino de du hermano, que después fue vengado
por su hijo Horus. El animal predinástico que representa a este dios no ha sido identificado.
Algunas veces, se ha querido ver en él al lebrel, el galgo o el burro salvaje. Representado con
cuerpo humano, cabeza de animal sethiano y cola en forma de flecha. Los hicsos hicieron de él
su divinidad nacional, transcribiendo su nombre en forma babilónica: Sutekh. En la Época Baja,
dios maléfico asimilado al desierto y al huracán.
Isis
Hija de Nut y de Geb hermana de Osiris, con el cual reinó sobre Egipto en la época de las
dinastías divinas. En la síntesis osiríaca, fue esposa de su hermano Osiris y madre de Horus.
Divinidad del cielo, originaria del Delta y representada como una mujer con su signo jeroglífico
sobre la cabeza y con cuernos liriformes que flanquean el disco solar. Asimilada a la Venus de
los romanos
Neftis , Nefté o Nefthys
Hija de Geb y de Nut, esposa de su hermano Seth y madre de Anubis. Representada como
mujer con el jeroglífico de su nombre en el lugar de la cabeza, o con cabeza humana y cuernos
liriformes que rodean el disco solar. Entraba en el ritual funerario de Osiris junto a su hermana y
rival Isis.
Horus
Dios de Behedet en el Delta occidental.Dios halcón protector de la monarquía. Divinidad solar
antiquísima con el nombre de Horus el Grande u Horus el Antiguo, para distinguirlo de Horus el
Joven, hijo de Osiris y de Isis, representado como un jovencito desnudo, con la trenza sobre
una sien y un dedo en la boca. Localmente adorado como Harendotes, "Horus vengador de su
padre", y Harmakis, "Horus en le horizonte". Sobre todo en el Delta, era asimilado a los dioses
locales menores.
ICONOGRAFÍA
Ra Detalle del interior de un sarcófago de la XI Dinastía, muestra el viaje del legendario dios del
sol Ra, que viajaba por el cielo a lo largo del día y descendía al inframundo durante la noche.
Bridgeman Art Library, London/New York/Fitzwilliam Museum, University of Cambridge
A los dioses egipcios se les representaba con torsos humanos y cabezas animales o humanas.
A veces el animal o el ave expresaban las características del dios. Ra, por ejemplo, tenía
cabeza de halcón, y el halcón estaba consagrado a él por su vuelo veloz a través del cielo;
Hator, la diosa del amor y de la risa, tenía la cabeza de una vaca, que le estaba consagrada; a
Anubis se le asignaba la cabeza de un chacal porque estos animales destrozaban las tumbas
del desierto en la época antigua; Mut tenía cabeza de buitre y Thot de ibis. Path tenía cabeza
humana, aunque ocasionalmente se le representaba como un toro, llamado Apis. Por su vínculo
con los dioses, los animales sagrados eran venerados, pero no se les rindió culto hasta la
decadente Dinastía XXVI. A los dioses se les reproducía también mediante símbolos, tales
como el disco del sol y alas de halcón que se colocaban en el tocado del faraón.
CULTO AL SOL
El único dios importante que fue venerado de manera constante fue Ra, jefe de las deidades
cósmicas, de quien los primeros reyes egipcios se proclamaban descendientes. Surgido en el
Reino Medio, (2134-1668 a.C.), el culto de Ra adquirió el carácter de religión del Estado, y el
dios se fue fundiendo gradualmente con Amón durante las dinastías tebanas, hasta convertirse
en el dios supremo Amón-Ra. Durante la Dinastía XVIII, el faraón Amenofis III rebautizó al dios
del sol Atón, un antiguo término que significaba la fuerza física solar. El hijo y sucesor de
Amenofis, Amenofis IV, instituyó una revolución en la religión egipcia al proclamar a Atón el
único y verdadero dios. Él cambió su propio nombre por Ajnatón, con el significado de “Atón
está satisfecho”. este primer gran monoteísta fue tan iconoclasta que hizo borrar la forma plural
dios de los monumentos y persiguió de manera implacable a los sacerdotes de Amón. Aunque
ejerció una gran influencia en el arte y el pensamiento de su época, la religión solar de Ajnatón
no consiguió sobrevivir y Egipto volvió a la antigua e intrincada religión politeísta después de la
muerte de Ajnatón.
RITUAL FUNERARIO
Embalsamamiento de Osiris El antiguo dios egipcio Set urdió varios planes para asesinar a su
hermano Osiris. Cuando lo logró, troceó su cuerpo y esparció los pedazos. La esposa de Osiris,
Isis, los reunió con la ayuda de Anubis, el cual, además, embalsamó y momificó el cuerpo,
como muestra esta ilustración del Libro de los muertos. SuperStock/Vallee des Nobles-Tombe
de Sennedjem, Thebes/Giraudon, Paris
Ampliar
El Libro de los muertos Los jeroglíficos de los libros y relieves del antiguo Egipto suelen ser
parte integral de la escena a la que aluden. Este detalle del Libro de los muertos (c. 1310 a.C.)
muestra el momento del rito en el que se pesa el corazón de los difuntos antes de que les sea
concedida la vida eterna. Bridgeman Art Library, London/New York
Ampliar
Enterrar a los muertos era una cuestión religiosa en Egipto, y los rituales y el equipamiento
funerarios egipcios llegaron a ser los más elaborados que el mundo haya conocido. Los
egipcios creían que la fuerza vital estaba compuesta de varios elementos psíquicos, el más
importante de los cuales era el ka. El ka, un doble del cuerpo, acompañaba a éste durante toda
la vida y, después de la muerte, se separaba del cuerpo para ocupar su lugar en el reino de los
muertos. El ka, sin embargo, no podía existir sin el cuerpo; por lo tanto debían hacerse los
esfuerzos necesarios para preservar el cadáver. Los cuerpos eran embalsamados y
momificados de acuerdo con un método tradicional supuestamente iniciado por Isis, quien
momificó a su marido Osiris (ver Embalsamamiento). Además, encima de la tumba se
colocaban las réplicas de madera o de piedra del cuerpo para que sirvieran de sustitutos en
caso de que la momia fuese destruida. Cuanto mayor fuera el número de dobles escultóricos,
mayores eran las oportunidades de que la persona muerta resucitara. Como última medida, se
erigían tumbas sumamente complicadas para proteger el cadáver y su equipo.
Al abandonar la tumba, las almas de los muertos eran supuestamente acosadas por
innumerables peligros, por consiguiente, a los cadáveres se los enterraba con una copia del
Libro de los muertos. Parte de este libro, una guía por el mundo de los muertos, consiste en
encantamientos ideados para superar estos peligros. Cuando se llegaba al reino de los
muertos, el ka era juzgado por Osiris, el rey de los muertos, y asistido por 42 demonios. El Libro
de los muertos también contiene instrucciones sobre la conducta apropiada ante estos jueces.
Si los jueces decidían que el difunto había sido un pecador, el ka era condenado a pasar
hambre y sed o a ser despedazado por terribles verdugos. Si la decisión era favorable, el ka iba
al reino celestial de los campos de Yaru, donde los cereales crecían dos veces más que la
altura de un hombre y la existencia era una versión glorificada de la vida en la tierra. Todas las
necesidades que el alma pudiera tener en esta existencia paradisíaca, desde muebles hasta
material de lectura, había que colocarlas en las tumbas. Como pago por la vida después de la
muerte y por su benevolente protección, Osiris requería que los muertos realizaran tareas para
él, tales como trabajar en los campos de cereales. Podían eximirse de este deber, si en las
tumbas se habían depositado unas estatuillas denominadas ushabtis, ya que estas, en el reino
de los muertos, se transformaban en sustitutos de los muertos.