Perspectivas y posibilidades
de REDD+ en Bosques Andinos
Programa Regional para la Gestión Social de Ecosistemas
Forestales Andinos ECOBONA - INTERCOOPERATION
Perspectivas y posibilidades de REDD+ en Bosques Andinos
PROGRAMA REGIONAL ECOBONA - INTERCOOPERATION
Perspectivas y posibilidades de REDD+ en Bosques
Andinos. Serie Investigación y Sistematización # 11.
www.bosquesandinos.info
Autores: Verónica Gálmez y Roberto Kómetter.
Revisores: Carmenza Robledo (Codirectora del Grupo de
Medio Ambiente y Cambio Climático de Intercooperation),
Esther Haldimann (Codelegada para la Región Andina)
y Galo Medina (Coordinador Regional ECOBONA).
Edición general: Soledad Hamann.
Corrección: Diana Cornejo.
Procesamiento gráfico: Christian Bendezú.
Editor: INTERCOOPERATION FUNDACIÓN SUIZA PARA
EL DESARROLLO Y LA COOPERACIÓN INTERNACIONAL.
Av. Ricardo Palma No. 857, Miraflores. Lima, Perú.
Hecho el Depósito Legal N° 2010-00101
Primera edición.
Tiraje: 1000 ejemplares.
Imprenta: Tarea Asociación Gráfica Educativa.
Pasaje María Auxiliadora 156 - 164, Breña, Lima.
Reproducción autorizada si se cita la fuente. Este libro deberá ser citado de la siguiente manera: Gálmez V. y Kómetter R. (2009). Perspectivas y posibilidades de REDD+ en
Bosques Andinos. Serie Investigación y Sistematización #
11. Programa Regional ECOBONA - INTERCOOPERATION.
Lima, Perú.
ECOBONA es un Programa Regional Andino de la Agencia
Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE), implementado en Bolivia, Ecuador y Perú por la Fundación Suiza
para el Desarrollo y la Cooperación Internacional (Intercooperation). Trabaja para que las autoridades y la sociedad
conozcan y valoren la importancia y potencialidad que tienen los Ecosistemas Forestales Andinos para el desarrollo
económico y social. El objetivo que persigue ECOBONA es
lograr que actores de los ámbitos local, nacional y regional
andino apliquen políticas, normas e instrumentos de gestión
social de los recursos de Ecosistemas Forestales Andinos
en las áreas geográficas priorizadas en cada país.
Perspectivas y posibilidades
de REDD+ en Bosques Andinos
Índice
4
Acrónimos
6
Presentación
8
Introducción
11
1.
El contexto histórico, desarrollo de las negociaciones REDD+ y mecanismos
de financiación existentes
13
2. El contexto normativo de REDD+ en la Región Andina
27
3. Los ecosistemas forestales andinos
31
4. La deforestación y la degradación en los Bosques Andinos
41
5. Las áreas naturales protegidas y los Bosques Andinos
47
6. Elementos clave para el diseñ o de un proyecto REDD+ en los Bosques Andinos
51
7.
Consideraciones metodológicas clave para la formulación de proyectos REDD+
con enfoque andino
67
8. Experiencias en la cuantificación de la biomasa y carbono en Bosques Andinos
73
9. El potencial de restauración de los Bosques Andinos
77
10. Estimaciones sobre la cantidad de carbono almacenado en los Bosques Andinos
de la región
81
11. Iniciativas de REDD+ en la Subregión Andina
89
12. Vacíos y necesidades de acción en torno a REDD+ en los Bosques Andinos
101
13. Perspectivas y posibilidades de REDD+ en los Bosques Andinos
105
Referencias
112
'ndice de fotos
116
Agradecimientos
120
5
Acrónimos
ACCA
AECID
AFOLU
AIDER
AMPA
AWG-KP
AWG-LCA
CDB
CCBA
CDC
CEPAL
CIDOB
CIF
CIFOR
CMNUCC
CO2
CONDESAN
COP
CORNARE
COSUDE
CWD
DFID
ECOAN
ECOBONA
EFA
EMPA
ENB
FACE
FAN
FAO
FCPF
FSC
GEF
GEI
Gg
GTZ
IC
ICRAF
IDEAM
IIAP
ILHC
INPE
6
Asociación para la Conservación de la Cuenca Amazónica
Agencia Española de Cooperación Internacional
Forestación, Reforestación y otros usos de las Tierras (Agriculture Forestry and other
Land Use)
Asociación para la Investigación y el Desarrollo Integral
Amazónicos por la Amazonía
Grupo de Trabajo Especial Sobre los Nuevos Compromisos de las
Partes del Anexo I con Arreglo al Protocolo de Kioto
Grupo de Trabajo Especial sobre la Cooperación a Largo Plazo (Ad Hoc Working
Group on Long-Term Cooperative Action) en el Marco de la CMNUCC
Convenio sobre la Diversidad Biológica
Alianza para el Clima, la Comunidad y la Biodiversidad (Climate, Community and
Biodiversity Alliance)
Centro de Datos para la Conservación
Comisión Económica para América Latina y el Caribe
Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia
Fondos de Inversión en el Clima (Climate Investment Funds)
Centro de Investigación Forestal
Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático
Dióxido de carbono
Consorcio para el Desarrollo Sostenible de la Ecorregión Andina
Conferencia de las Partes
Corporación Autónoma Regional del Rionegro - Nare
Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación
Restos Leñosos Gruesos (Coarse Woody Debris)
Departamento para el Desarrollo Internacional del Reino Unido (Department for
International Development)
Asociación de Ecosistemas Andinos
Programa Regional para la Gestión Social de Ecosistemas Forestales Andinos
Ecosistema Forestal Andino
Laboratorios Federales Suizos de Investigación y Ensayo de Materiales
Boletín de Negociaciones de la Tierra (Earth Negotiations Bulletin)
Programa de Reforestación para el Ecuador
Fundación Amigos de la Naturaleza
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (Food and
Agriculture Organization)
Fondo Cooperativo para el Carbono de los Bosques (Forest Carbon Partnership Facility)
Consejo de Administración Forestal (Forest Stewardship Council)
Fondo Mundial para el Medio Ambiente (Global Environment Facility)
Gases de Efecto Invernadero
Gigagramo
Sociedad para la Cooperación Técnica
Intercooperation - Fundación Suiza para la Cooperación y el Desarrollo
Centro Mundial para la Agroforestería (World Agroforestry Centre)
Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia
Instituto de Investigación de la Amazonía Peruana
Illegal Logging for Household Consumption
Instituto de Investigación Espacial de Brasil (Instituto Nacional de Pesquisas Espaciais)
IPCC
IIRSA
LAC
LIDAR
MDL
MODIS
MRV
NAMA
NDFI
ODM
OIMT
ONG
OSACT
PBI
PDD
PK
POWPA
PROBONA
PROFAFOR
PSA
REALU
REDD
REDD+
REDDES
RNA
R-PIN
R-PP
SBI
SBSTA
SECCI
SPDA
TNC
UICN
UNESCO
UNFCCC
UNREDD+
VCS
WWF
Panel Intergubernamental de Cambio Climático (Intergovernmental Panel on
Climate Change)
Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana
Latinoamérica y el Caribe
Laser Imaging Detection and Ranging
Mecanismo de Desarrollo Limpio
Moderate Resolution Imaging Spectroradiometer
Monitoreo, Reporte y Verificación
opriate Mitigation
Acciones Nacionales Apropiadas de Mitigación (Nationally Appropriate
Actions in Developing Countries)
Índice Normalizado de Diferencia de Fracción (Normalized Difference
ence Fraction
Index)
Objetivos de Desarrollo del Milenio
Organización Internacional de las Maderas Tropicales
Organización no gubernamental
Órgano Subsidiario de Asesoramiento Científico y Tecnológico
Producto Bruto Interno
Documento de Diseño del Proyecto (Project Design Document)
Protocolo de Kioto
Programa de Trabajo en Análisis de Vacíos en Áreas Protegidas del Convenio
sobre Diversidad Biológica (Programme of Work on Protected Areas)
Programa de Bosques Nativos y Agropecuarios Andinos
Programa FACE de Reforestación
Pago por Servicios Ambientales
Carbono Almacenado en todos los usos de la Tierra (Reducing Emissions from All
Land Uses)
Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación Forestal
Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación Forestal, el rol de la
conservación, el mejoramiento de las reservas de carbono forestal y el manejo
forestal sostenible
Programa Temático de la OIMT sobre REDD+
Regeneración Natural Asistida
Nota de Idea de Proyecto para REDD (Readiness Project Idea Note)
Propuesta de Preparación para REDD (Readiness Preparation Proposal)
Órgano Subsidiario para la Implementación (Subsidiary Body for Implementation)
Órgano Subsidiario de Asesoramiento Científico y Tecnológico (Subsidiary Body
on Scientific and Technical Advice
Iniciativa de Energía Sostenible y Cambio Climático (Sustainable Energy and
Climate Change Initiative)
Sociedad Peruana de Derecho Ambiental
The Nature Conservancy
Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (United
Nations Framework Convention on Climate Change)
Programa de las Naciones Unidas para REDD+
Estándares voluntarios de carbono (Voluntary Carbon Standard)
Fondo Mundial para la Naturaleza (World Wildlife Fund)
7
Presentación
La deforestación y la degradación del territorio forestal son fuente de hasta el
25% de las emisiones anuales brutas de gases de efecto invernadero a escala
mundial. En reconocimiento a la urgencia de enfrentar esta problemática, la
Conferencia Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC)
se ha dado a la tarea de diseñar un mecanismo que promueva la reducción de
estas emisiones a partir del año 2012, conocido como REDD+ por sus siglas
en inglés.
En el contexto andino la deforestación y la degradación del territorio forestal
conforman el sector de más altas emisiones de gases de efecto invernadero
en la mayoría de los países de la región. Las causas directas e indirectas de
los procesos de deforestación y degradación son multidimensionales y afectan
a la sociedad en su conjunto. Las autoridades sectoriales y territoriales tienen
un gran desafío frente a la regulación de la propiedad y el uso del suelo y en
la ejecución de actividades de control y seguimiento que permitan verificar el
uso adecuado de los recursos forestales. Diversos grupos sociales dentro y
fuera de los bosques participan en procesos de deforestación y degradación
del territorio forestal, en gran parte como consecuencia de la falta de competitividad económica.
Se espera que la Conferencia de las Partes de la CMNUCC genere un marco
internacional que contribuya a afrontar la deforestación y la degradación del
territorio forestal. Por su parte, la ejecución de ese marco y sus mecanismos
correspondientes estarán a cargo de los actores sociales dentro de los países
en desarrollo. Para la Región Andina esto representa un enorme reto y una
gran oportunidad de promover el manejo sostenible de los recursos forestales
con un esquema de equidad en la distribución de los beneficios y las responsabilidades.
La publicación presenta una información completa de la evolución de las
negociaciones dentro de la CMNUCC, así como un análisis del potencial de
la Región Andina en REDD+. El documento articula las posibilidades dentro
del contexto de cambio climático con la riqueza del recurso forestal andino y
el rol de los bosques en los medios de vida de la población.
Es un enorme gusto poder poner a disposición del lector un documento tan
completo y que con seguridad será de gran valor para la implementación de
cualquier mecanismo que la CMNUCC acuerde para la reducción de emisiones por deforestación y degradación del territorio forestal.
Carmenza Robledo
Dr. Rec. Nat.
Codirectora del Grupo de Medio Ambiente y Cambio Climático
INTERCOOPERATION
8
El paisaje andino de montaña está integrado por bosques, páramos, punas, humedales,
turberas, salares, glaciares y aquellas zonas adyacentes que mantienen producción agropecuaria. Este paisaje incorpora, además, a todas las relaciones sociales y culturales que
lo han modificado y configurado hasta convertirlo en lo que hoy podemos observar.
Una parte importante de este paisaje andino lo constituye el Bosque Andino, frágil ecosistema caracterizado por su alto grado de diversidad biológica, cuya singularidad y
rareza son únicas. El Bosque Andino es fundamental en la provisión de servicios ecosistémicos principalmente vinculados con el ciclo del agua, la regulación climática regional
y la captura y almacenamiento de carbono. En los países andinos, el Bosque Andino y su
inmensa diversidad de formaciones vegetales (más de sesenta tipos) ha sido catalogado
como ecosistema frágil y estratégico, por estar situado en zonas de recarga de cuencas
hidrográficas que proveen agua de la que se benefician más de 40 millones de personas
en Bolivia, Ecuador y Perú. Esto lo hace fundamental como soporte de los sistemas
productivos agropecuarios de los Andes.
Así, los servicios ecosistémicos resultan importantes en la economía local y nacional
de los países andinos, sobre todo desde la perspectiva de la producción agrícola. No
obstante, su rol como cofres de insuperable belleza escénica puesta a disposición del
turista, y su relevancia como reserva de parientes silvestres de especies útiles cultivadas, suman también a su importancia económica.
En contraste con su importancia, las formaciones forestales andinas son cada vez más
escasas y sufren de mayores presiones. La necesidad urgente de una buena gestión
de estos espacios demanda mucha inversión y decisión política. Ambos son factores
difíciles de conseguir, por lo que mecanismos innovadores como REDD+ suponen una
opción para obtener financiamiento financiamiento adicional para la gestión de estos
bosques con el fin de reducir sus presiones mientras que los países andinos contribuyen
a la reducción de emisiones por deforestación.
ECOBONA, un programa regional de la Cooperación Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE), implementado en Bolivia, Ecuador y Perú por la Fundación Suiza INTERCOOPERATION, tiene como objetivo implementar el enfoque de gestión social en
los ecosistemas forestales andinos. En tal virtud, ECOBONA procura, a través de esta
publicación, presentar una evaluación y análisis del potencial de aplicación de REDD+
en los Bosques Andinos.
Esperamos que esta información sea de utilidad para un público diverso en nuestros
países y permita planificar de mejor forma el uso de nuestros recursos naturales en los
ecosistemas forestales andinos.
Galo Medina Muñoz
Coordinador Regional
Programa Regional ECOBONA-INTERCOOPERATION
9
10
Introducción
El cambio de uso del territorio forestal y la degradación
de los bosques encuentran sus raíces en un complejo de
realidades ambientales, sociales, políticas e institucionales (Forner et al., 2006), lo cual contribuye a incrementar
las emisiones globales de gases de efecto invernadero,
favoreciendo el cambio climático y la disminución de la
biodiversidad (IPCC, 2007). El cambio climático afecta
el sustento de las comunidades dependientes de los recursos forestales, especialmente el de aquellas comunidades vulnerables comúnmente asentadas en las zonas
altoandinas de América del Sur y que se caracterizan
por una débil gobernabilidad en torno a la implementación de programas de índole variada. Sin embargo,
las actividades forestales ofrecen un potencial atractivo
para la adaptación al cambio climático y la mitigación
de sus efectos adversos. Al promover la conservación
de la cobertura boscosa mediante prácticas adecuadas
de manejo, las emisiones de carbono forestal a la atmósfera se reducen, contribuyendo a atenuar el cambio
climático y sus impactos.
Estudios recientes sobre las posibilidades de implementación de las iniciativas de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de los bosques
(REDD+) desarrolladas en América del Sur se han
concentrado en los ecosistemas forestales propios de
los sistemas ecológicos de la cuenca amazónica baja
(e.g. Hall, 2008; Chomitz et al., 2007; Borner y Wunder, 2007; Swallow et al., 2007; May et al., 2004). Sin
embargo, pocos estudios se orientan a estimar las
posibilidades de las iniciativas de REDD+ (y, en general, sobre las estimaciones de biomasa y dinámica del
carbono) en los Bosques Andinos (Soethe et al., 2007;
Wilcke et al., 2005; Fehse et al., 2002). A pesar de su
gran vulnerabilidad a ser deforestados y degradados
debido a la alta presión humana sobre ellos, estos bosques podrían ofrecer posibilidades de constituirse en
reservas importantes de carbono forestal si es que se
proponen y adoptan las medidas necesarias para un
manejo forestal adecuado acorde con las necesidades
de los pobladores locales, siempre y cuando se lleven
a cabo los estudios necesarios que demuestren sus
potencialidades para mitigar el cambio climático.
Las iniciativas orientadas a mitigar el cambio climático
mediante proyectos implementados en Ecosistemas
Forestales Andinos (EFA) se han orientado hacia aquellas actividades que propician el secuestro de carbono
mediante prácticas de reforestación en zonas degradadas. Los últimos avances en las negociaciones dentro de la Convención Marco de las Naciones Unidas
para el Cambio Climático (CMNUCC) abren la puerta
a iniciativas que propicien una reducción de las emisiones de gases del efecto invernadero, diseñadas e
implementadas bajo un esquema estratégico que considere no solamente evitar la deforestación y degradación forestal, sino contrarrestar las causas de estas en
zonas altoandinas, las cuales se encuentran dentro del
esquema de REDD+.
Resulta improbable que la implementación de un esquema de REDD+ sea exitosa en la reducción de las
emisiones planificadas, si es que esta no considera en
su formulación las actividades tradicionalmente practicadas por las poblaciones locales de los Andes, tales
como la recolección de madera para leña y fabricación
de carbón. La situación prevista de los EFA se caracteriza por una demanda creciente de madera para leña y
de conversión de bosques a pastizales y a tierras agriculturales, si es que los patrones de comportamiento
tradicionales siguen siendo similares y no se ofrecen
incentivos para revertir esta situación.
Considerando que la degradación de los Bosques Andinos tiene un impacto adverso sobre la dinámica vinculada con la biodiversidad, el funcionamiento ecológico y los servicios ambientales (Jameson et al., 2007)
resulta prioritario considerar estos ecosistemas y su
degradación asociada en las discusiones actuales de
REDD+ y futuros compromisos.
11
12
1
Contexto histórico, desarrollo de las
negociaciones REDD+ y mecanismos
de financiación existentes
Carmenza Robledo, Verónica Gálmez y Oliver Gardi
El inicio de la discusión sobre la reducción de emisiones
por la deforestación y degradación forestal en países
en desarrollo se inició en 2005, durante la undécima
Conferencia de las Partes (COP-11) de la Convención
Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático
(CMNUCC). Durante esta Conferencia de las Partes,
los gobiernos de Papúa Nueva Guinea y Costa Rica
presentaron una propuesta para considerar opciones
con el fin de reducir las emisiones de gases de efecto
invernadero ocasionadas por la deforestación (RED).
En esta propuesta se menciona que la CMNUCC aún
no considera las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) por deforestación en los países en desarrollo, que corresponden a un 17% de las emisiones
anuales globales como mínimo. Por lo tanto, no existen
incentivos dentro de la Convención, ni dentro del Protocolo de Kioto, que promuevan una disminución en la
tasa de deforestación. Este es un déficit que las Partes
de la Convención aceptaron enfrentar. Con el correr de
las negociaciones, el término RED ha sido ampliado a
REDD+, que incluye —además de deforestación y degradación forestal— la consideración del potencial de
mitigación del cambio climático de la conservación, el
manejo forestal sostenible y las distintas posibilidades
para aumentar los reservorios de carbón en el bosque.
Este capítulo resume el desarrollo de las negociaciones
acerca de esta temática en el contexto de la CMNUCC
en el periodo 2005 - 2009, y describe los instrumentos
de financiación actualmente disponibles para actividades en reducción de emisiones de GEI causadas por la
deforestación y la degradación forestal. Adicionalmente, el capítulo presenta el rol de los países andinos en
la negociación dentro de la Convención y su participación en los instrumentos de financiación.
Negociaciones
La CMNUCC provee distintos espacios de negociación. El espacio donde se toman las decisiones es la
Conferencia de las Partes (COP). La COP está conformada por las Partes —es decir, por aquellos países
que han ratificado la Convención— y por una serie de
observadores. Entre estos últimos se encuentran las
agencias multilaterales (p.e. FAO, OIMT o el Banco
Mundial), las organizaciones no gubernamentales (p.e.
IUCN, WWF o Greenpeace) y los representantes de las
comunidades indígenas (además, estas comunidades
también pueden estar representadas por las delegaciones de sus países). Las Partes tienen libertad de
incluir a representantes de los sectores que consideren
necesarios en cada país como miembros de su delegación, incluyendo el sector público, el sector privado
y la sociedad civil. Con el fin de garantizar que todas
las Partes puedan participar, existen mecanismos para
financiar la participación de al menos dos representantes de aquellos países en desarrollo que no tengan los
medios para financiarla por sí mismos.
Hasta el presente, la COP decide por consenso; es decir, todas las Partes tienen que estar de acuerdo para
tomar una decisión. Si la delegación de una Parte, por
más pequeña que esta sea, manifiesta su desacuerdo,
la decisión no puede ser tomada y se mantiene el ítem
de la agenda para el siguiente encuentro. La ventaja
de este mecanismo es que da el mismo poder de deci-
13
sión a todas las partes; la desventaja es que el proceso
es lento y que a veces solo se logra lo que se denomina
el “mínimo común”, generando con ello decisiones de
muy corto alcance. Existen propuestas para cambiar
la modalidad y aceptar, por ejemplo, una mayoría de
las dos terceras partes. Como no ha habido acuerdo
a este respecto, por el momento las decisiones de la
COP siguen siendo por consenso. La COP se reúne
una vez al año; la última de ellas fue la COP-15, que se
llevó a cabo en Copenhague, Dinamarca.
La COP tiene dos órganos subsidiarios que preparan
las decisiones sobre asuntos técnicos y financieros.
El primero es el Órgano Subsidiario de Asesoramiento Científico y Tecnológico (SBSTA en inglés y OSACT
en español), encargado de guiar a la COP en asuntos
científicos, tecnológicos y metodológicos. El segundo
es el Órgano Subsidiario para la Implementación (SBI
en inglés y OSI en español). Estos cuerpos se reúnen
dos veces por año.
La CMNUCC cuenta con una Secretaría permanente
que tiene sus oficinas en la ciudad de Bonn, Alemania.
La Secretaría cumple una gran cantidad de funciones,
entre ellas, la de recibir y compilar las remisiones (submissions en inglés) y propuestas de las Partes para
cada reunión y sobre cada tema, compilar papeles técnicos sobre temas específicos, y organizar las reuniones
regulares y extraordinarias de la COP, de los órganos de
soporte, de los grupos de trabajo y de los órganos regulatorios del Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL).
En la COP-13, en Bali, Indonesia (2007), las Partes vieron la necesidad de abrir un proceso amplio de negociaciones para permitir una implementación completa, efectiva y sostenible de la Convención a partir de
ese momento, y más allá del año 2012. Este acuerdo
se conoce como el Plan de Acción de Bali (Bali Action
Plan - BAP). El Plan de Acción de Bali incluye temas de
adaptación, mitigación, transferencia de tecnologías y
conocimiento, y temas de financiamiento orientados a
llegar a un acuerdo sobre un régimen global del cambio
climático post-2012. El accionar del BAP se refleja en la
Hoja de Ruta de Bali (Bali Road Map). Para poder recorrer esta ruta y llegar a la meta de un nuevo acuerdo
global, se crearon dos organismos nuevos de discusión
y preparación de ítems de agenda: el Grupo de Trabajo Ad Hoc acerca de Acción de Cooperación a Largo
Plazo bajo la Convención (AWG-LCA por su sigla en inglés1), y el Grupo de Trabajo Ad Hoc sobre el Protocolo
de Kioto (AWG-KP por su sigla en inglés). Se acordó
que ambos organismos reportaran a la COP para que
esta tomase las decisiones pertinentes. Originalmente
14
estos dos grupos de trabajo sesionarían en el periodo
2007-2009 para llegar a una decisión en la COP-15 en
Copenhague. Debido a la imposibilidad de llegar a tal
acuerdo durante la pasada COP, el periodo de trabajo
de ambos grupos fue extendido hasta la COP-16, que
se llevará a cabo en México a finales del año 2010.
Tanto los grupos de trabajo como los órganos subsidiarios discuten los asuntos y preparan las decisiones que
son tomadas por el órgano máximo de la Convención,
que es la Conferencia de las Partes. Esto asegura un
proceso convergente de todas las discusiones.
¿Cómo ha sido la consideración de REDD en el proceso de negociación?
Consideración de REDD en el OSACT
La COP-11 solicitó al OSACT que iniciara un proceso
para aclarar tres aspectos principales respecto de la
deforestación y la degradación de los bosques:
X Aspectos científicos, socioeconómicos, técnicos y
metodológicos.
X Enfoques de política e incentivos positivos para reducir las emisiones de GEI causadas por la deforestación en los países en desarrollo.
X Identificación de los puntos comunes a (i) y (ii).
En la COP-13 (Bali), se solicitó al OSACT, mediante la
decisión 2/CP.13, que se concentrara en un programa
de trabajo en asuntos metodológicos relacionados con
REDD. El trabajo sobre enfoques de política e incentivos fue pasando poco a poco a ser considerado dentro
del AWG-LCA. En este marco, se solicitó a las Partes
que provean y discutan sus puntos de vista en referencia a los asuntos metodológicos, incluyendo la evaluación de cambios en la cobertura forestal y las reservas
de carbono asociadas, así como las emisiones de GEI;
los cambios incrementales debido al manejo forestal
sostenible; la demostración de la reducción de emisiones por deforestación y degradación forestal; las implicancias de los enfoques nacionales y subnacionales,
incluyendo el desplazamiento de las emisiones, y las
opciones para evaluar la efectividad de las acciones.
Durante la COP-14 en Poznan (diciembre de 2008), se
dictaron ciertas recomendaciones sobre orientaciones
metodológicas respecto de REDD y se solicitó que se
organice una reunión de expertos para tratar temas
metodológicos tales como el establecimiento de los niveles de emisión de referencia para la deforestación y
degradación de los bosques, el rol de la conservación,
el manejo sostenible de los bosques, los cambios en la
cobertura forestal y las reservas de carbono; así como
la relación entre los niveles de emisión de referencia y
otros niveles de referencia pertinentes. Dicha reunión
se llevó a cabo en marzo de 2009 y se discutieron alternativas para determinar los escenarios de referencia.
Colombia fue el único país andino presente.
En la COP-15, la OSACT preparó una decisión preliminar sobre lineamientos metodológicos para la implementación de las actividades de REDD+. Algunos de
los elementos y lineamientos relacionados con la medición y reporte que se consideraron incluyen:
X Identificación de las causas de la deforestación.
X Uso de las guías del IPCC como base para las estimaciones de emisiones y cambios en las existencias de las reservas de carbono.
X Establecimiento de un sistema nacional robusto y
transparente para el monitoreo de los bosques, utilizando una combinación de sensores remotos y verificación en campo mediante inventarios de carbono.
X Establecimiento de niveles de emisión de referencia, considerando las circunstancias nacionales.
X Tratamiento de las fugas o desplazamiento de emisiones y del tema de la permanencia.
X Fortalecimiento de las capacidades de los países
en desarrollo en la colección y análisis de datos y el
desarrollo de estimados.
En Copenhague, los miembros del OSACT acordaron,
entre otras cosas, que los países en desarrollo deberán
establecer un nivel de referencia basado en emisiones
históricas, el cual podría ser ajustado teniendo en cuenta
las condiciones de cada país. Aún no queda claro cómo
debe desarrollarse este nivel de referencia: si partiendo
de, por ejemplo, número de hectáreas por año (deforestadas o degradadas), o en cifras netas de emisiones de
GEI en un periodo determinado. En la decisión propuesta
se hace referencia también a la necesidad de establecer
un sistema de monitoreo a escala nacional. Algunos temas, como el tratamiento de fugas o la cuantificación de
actividades en el plano subnacional, no fueron resueltos;
por ello se encargó al AWG-LCA su aclaración. Pese a
que la decisión fue preparada por la OSACT, las partes
no lograron un acuerdo durante la COP.
La falta de una decisión en Copenhague significa que
aún no hay claridad acerca de las modalidades y procedimientos para REDD ni de las definiciones de los
términos centrales, tales como bosque, degradación o
manejo sostenible de los bosques.
Consideración de REDD en el AWG-LCA
Según el mandato comisionado al AWG-LCA por la
COP, el término REDD incluye la reducción de las emisiones de GEI por deforestación y degradación forestal,
el rol de la conservación, el manejo sostenible de los
bosques y el aumento de los reservorios de carbono en
países en desarrollo. Esto es lo que se conoce como
REDD-plus o REDD+. Una dificultad en la aplicación
de REDD+ es que no hay claridad sobre el significado
de los términos que engloba. Tal es el caso de “bosques” (que solamente está definido dentro del Protocolo de Kioto), o de términos como “manejo sostenible
de los bosques”, “conservación” o “degradación”, que
tienen muchas definiciones. También hay términos que
aún no han sido definidos, como “aumento de los reservorios de carbono”. Esta situación da pie a distintas
interpretaciones y a la correspondiente diversidad en
las metodologías para la cuantificación del potencial
del carbono. Desafortunadamente hasta el momento el
AWG-LCA no ha encontrado acuerdo en la definición
de estos términos. Algunos de los elementos en los
que aún no se ha llegado a un consenso son:
X El nivel o escala para la cuantificación y monitoreo
del carbono: nacional o subnacional.
X La inclusión o no y de qué manera de actividades
REDD+ en un régimen de mitigación para un periodo post-2012.
X La definición de un objetivo de reducción de emisiones.
X El mecanismo de financiamiento para REDD+.
El texto de negociación hace referencia a que el mecanismo de REDD+ debe ser efectivo, basado en resultados, flexible, dinámico y conducido por incentivos.
Además, se menciona que, para que el mecanismo
15
alcance dichas características, debe ser implementado siguiendo un enfoque por “fases de intensificación
gradual”2. Estas fases diferenciadas hacen referencia
a las distintas capacidades de los países en desarrollo para alcanzar el estado de “preparación” requerido
para la implementación del mecanismo de REDD+.
X Fase 1: desarrollo de la estrategia nacional de
REDD+ y generación de capacidades básicas.
X Fase 2: implementación de las políticas y medidas
nacionales de REDD+, en combinación con compensaciones por resultados simulados (proxy-based) en
función de las reducciones de emisiones y remociones
por actividades forestales seleccionadas y categorías
de uso de la tierra y cambio de uso de la tierra.
X Fase 3: mecanismo de compensación basado en
resultados para la medición, reporte y verificación
de las reducciones de emisiones y remociones del
sector forestal y otros sectores seleccionados del
uso de la tierra y cambio de uso de la tierra.
Es importante resaltar que, pese a la falta de una decisión
clara en la COP-15, REDD+ fue uno de los asuntos de
discusión dentro del AWG-LCA en los que mayor avances se logró. Se espera, entonces, que las discusiones
inter sesionales durante 2010 puedan efectivamente conducir a un acuerdo y a una decisión en la COP-16.
Consideración de REDD en la COP-15:
el Acuerdo de Copenhague
El 18 de diciembre de 2009, la COP-15 “tomó nota” del
Acuerdo de Copenhague. El Acuerdo, que fue lanzado por un pequeño grupo de países (Estados Unidos,
China, Brasil, India y Sudáfrica), sugiere compromisos
voluntarios que no son legalmente vinculantes para la
reducción de emisiones de GEI. Ya que el Acuerdo no
fue adoptado por la COP (solo se “tomó nota”), existen
dudas acerca de su estatus legal y, por tanto, de su
significado legal y político.
El Acuerdo incluye un artículo referente exclusivamente
a REDD+ y dos artículos en los que REDD+ se menciona con relación a otros asuntos. El artículo 6 reconoce
la necesidad de reducir emisiones de GEI causadas
por la deforestación y la degradación, e incluye asimismo la necesidad de promover el aumento de los
reservorios de carbono. En el mismo artículo se llama la
atención sobre la necesidad de crear mecanismos de
financiamiento. Por su parte, el artículo 8 indica la necesidad de incrementar los recursos y generar recursos nuevos y adicionales de una manera adecuada y
previsible con el fin de asegurar el monto de 30 billones
16
de dólares para actividades de mitigación y adaptación en países en desarrollo en el periodo 2010-2012,
y el monto de 100 billones de dólares para el 2020, incluyendo varias fuentes (públicas, privadas, bilaterales
y multilaterales, además de una financiación relevante
para REDD+). El Acuerdo creó el “Fondo Verde de Copenhague para el Clima”, pero no es claro ni en los mecanismos de gobernanza de este fondo ni en la fuente
o magnitud de los recursos.
El Acuerdo de Copenhague abrió la posibilidad a los
países de suscribir actividades apropiadas de nivel
nacional para la mitigación (NAMA). Al finalizar el plazo de remisión de propuestas (submissions), veintiséis
países en desarrollo habían presentado su remisión.
Once de ellos incluían actividades en REDD+, o en el
sector forestal en general, como medios para reducir,
de manera voluntaria, sus emisiones de GEI.
El rol de los países andinos
en las negociaciones
Con respecto a la temática de la definición de la escala para la cuantificación y monitoreo del carbono, tanto Perú como Colombia apoyan el enfoque anidado
(nested approach). Este enfoque combina las ventajas respectivas de los mecanismos de contabilidad y
acreditación, tanto de la escala nacional como de la
escala del proyecto. El enfoque apoya la contabilidad
de GEI a escala nacional, pero permite la acreditación
de las reducciones de GEI alcanzadas por proyectos
individuales. Este enfoque es flexible y permitiría a los
países pasar de un enfoque de proyecto (o subnacional) a uno nacional, a medida que sus capacidades
sean fortalecidas.
El mecanismo permite empezar temprano y apoyar el
escalonamiento, ya sea hacia un enfoque nacional o
hacia la coexistencia de un enfoque de proyectos y un
enfoque nacional, inmersos en un sistema donde los
créditos producto de REDD son compartidos tanto por
los gobiernos como por los proyectos. El enfoque apoyado por ambos países permite pasar paulatinamente
de una escala subnacional (actividades tempranas tales como proyectos) a lo macrorregional, y posteriormente a la escala nacional.
Por su parte, la estrategia REDD de Colombia se
basa en el principio de integridad ambiental y tendrá
un fuerte énfasis en priorizar y promover acciones de
REDD con cobeneficios sociales –como factores que
faciliten la adaptación y fomenten el cumplimiento de
las metas del milenio– y ambientales –como biodiversidad–. En este marco, Colombia apoya la flexibilidad
para avanzar de un enfoque subnacional al nacional
y para contabilizar la reducción de emisiones por deforestación y degradación –al cual los países deben
llegar, dependiendo la complejidad de sus diferencias
regionales y las consecuentes estrategias subregionales o subnacionales para cada región en particular–.
Asimismo, el tema de REDD es parte intrínseca de la
política nacional de cambio climático y cooperación en
cambio climático al estar ligado con los otros tres pilares
de esta política: (i) el plan nacional de desarrollo bajo en
carbono, (ii) el plan nacional de adaptación –ambos en
proceso de construcción– y (iii) el fomento de los mecanismos de mercado como medios eficientes de reducción de emisiones en países en desarrollo, transferencia
de tecnología y fomento de mejores prácticas.
La posición de Colombia en las negociaciones ha ido
evolucionando con el tiempo en varios de estos temas;
a la fecha se puede resumir de la siguiente manera (Ortega et al., 2010):
X Actividades elegibles: Colombia apoya la inclusión
de todas las actividades propuestas dentro del marco de REDD+.
X Fuentes de financiamiento: Colombia apoya la utilización de una mezcla de fuentes, entre mecanismos de mercado y fondos.
X Escala de contabilidad: Colombia prefiere la contabilidad subnacional, pues es un país muy extenso
cuyos territorios tienen diferentes características sociales, económicas y ambientales. Así, las causas de
la deforestación en Colombia son diversas; por tanto,
las estrategias para controlarla deben también ser
diferentes. Imponer compromisos a escala nacional
haría que el país avance al ritmo de la región colom-
biana más compleja, lo que podría retrasar la implementación de REDD en el país y el acceso a fondos
por parte de comunidades que ya están listas para
trabajar en actividades de este tipo.
Durante las negociaciones en la COP-15, la posición
del Perú con respecto a REDD+ no perdió de vista la
necesidad de considerar los incentivos para las economías que son y han sido bajas en emisiones. Desde Poznan (COP-14) se ha manifestado la voluntad de
contribuir con REDD+ a través de la conservación de
los bosques, y se debe contar con una señal clara para
que REDD+ sea considerado como un incentivo adicional. Con respecto a la modalidad de financiamiento,
Perú apoya el enfoque de mercados, y este debe incluir fases preparatorias para el arreglo institucional.
Por su parte, Bolivia apoya un enfoque nacional, lo
que permitiría perseguir un conjunto amplio de políticas para reducir las tasas de deforestación y degradación, así como reducir las fugas internas.
Recientemente Bolivia presentó al Grupo de Trabajo Especial sobre la Cooperación a Largo Plazo de la
CMNUCC un documento que incorpora y desarrolla el
contenido principal del “Acuerdo de los Pueblos” y el
proyecto de la “Declaración Universal de los Derechos
de la Madre Tierra”, los cuales fueron aprobados en la
“Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio
Climático y los Derechos de la Madre Tierra” llevada a
cabo en la ciudad de Cochabamba (19-22 abril, 2010).
En este documento se propone que se adopte una enmienda al Protocolo de Kioto para el segundo periodo de compromiso (2013-2017), en el cual los países
desarrollados debieran comprometerse a incrementar
el porcentaje de las reducciones domésticas en por lo
menos el 50% con respecto al año base de 1990, excluyendo los mercados de carbono.
17
Con relación a REDD+, el texto del proyecto de negociación propuesto por Bolivia hace referencia a los siguientes aspectos que deberían tenerse en cuenta:
X El mecanismo debiera estar basado en fondos y
permitir su distribución equitativa: debe impedir esquemas de compensación, asegurar la integridad
ambiental y proteger los derechos de los pueblos
indígenas y las comunidades locales, al no haber
transferencia de derechos de propiedad de carbono al mercado.
X La conservación de los bosques puede ser financiada, incluyendo actividades de adaptación relacionadas con los bosques.
X Debería establecerse una ventana de financiamiento
o un fondo especializado para las actividades relacio-
nadas con los bosques. Adicionalmente, un grupo de
expertos o un comité sería establecido para facilitar la
ejecución de dichas actividades, con el apoyo de un
grupo técnico si es necesario. El establecimiento de
dicha ventana de financiamiento o fondo especializado, con el apoyo de un grupo de expertos o de un comité, debe asegurar el acceso previsible, suficiente y
oportuno a los recursos financieros para los países en
desarrollo. Asimismo, se recalca que los mecanismos
de mercados de carbono no son apropiados para financiar e implementar las actividades relacionadas
con los bosques y no deberían ser utilizados.
X Debe contemplarse un incentivo a las propuestas
de actividades que involucren la participación plena y efectiva de los pueblos indígenas y comunidades locales dependientes de los bosques.
Tabla 1.1. Algunas intervenciones de los países de la subregión durante la sexta sesión
del AWG-LCA (Bonn, junio de 2009), con referencia a REDD+
País
Intervención
Bolivia
t &OUÏSNJOPTEFJNQMFNFOUBDJØO FYQSFTØQSFGFSFODJBQPSFMVTPEFGPOEPTQÞCMJDPT PQVFTUPBMPT
mecanismos de mercado.
t "QPZBRVF3&%% TFBEJSJHJEPFOFMDPOUFYUPEFBDDJPOFTBQSPQJBEBTEFNJUJHBDJØOBFTDBMB
nacional (NAMA, por sus siglas en inglés).
t 4PMJDJUØ SFGFSJSTF B MB %FDMBSBDJØO EF MBT /BDJPOFT 6OJEBT TPCSF MPT %FSFDIPT EF MPT 1VFCMPT
Indígenas.
Colombia
t .FODJPOØ RVF FM UFYUP EFCFSÓB SFGMFKBS MBT DJSDVOTUBODJBT OBDJPOBMFT Z TFS GMFYJCMF BHSFHBOEP
además que las NAMA y REDD+ no necesariamente se encuentran “mezclados”.
t "QPZBFMGJOBODJBNJFOUPEFNPOJUPSFP SFWJTJØOZWFSJGJDBDJØO .37 QBSBFMQSPDFTPEFQSFQBración (“readiness”) por países desarrollados, y además, menciona que el lenguaje de financiamiento para REDD+ debería reforzase y qué recursos específicos deberían identificarse.
Ecuador
t -MBNØMBBUFODJØOBDPOTJEFSBSBTVOUPTEFHÏOFSPFJOFRVJEBETPDJBMBFTDBMBHMPCBMZEFOUSPEF
los países, acogiendo el reconocimiento de grupos particularmente vulnerables. Enfatizaron un
enfoque ecosistémico y financiamiento para REDD+.
Perú
t .FODJPOØRVFFMQSFÈNCVMPEFCFSÓBBDMBSBSMBSFMBDJØOJOWFSTBFOUSFMPTPCKFUJWPTEFNJUJHBDJØOZ
los costos de adaptación.
t "QPZB MB NJUJHBDJØO FO QBÓTFT FO EFTBSSPMMP B USBWÏT inter alia, de mecanismos de desarrollo
limpio (MDL) y acción en bosques y agricultura.
t 3&%% EFCFSÓBGPSNBSQBSUFEFVONFDBOJTNPGMFYJCMFZFRVJUBUJWP
Fuente: Comunicaciones de Earth Negotiations Bulletin (ENB), junio de 2009.
Tabla 1.2. Algunas intervenciones de los países de la subregión durante las consultas informales
intersesionales del AWG-LCA (10-14 agosto de 2009)
País
Intervención
Bolivia
t &OGBUJ[ØMBJODPSQPSBDJØOEFMBTQPCMBDJPOFTJOEÓHFOBTFOMBTEFMJCFSBDJPOFT
t &OGBUJ[ØRVFMPTQBÓTFTEFTBSSPMMBEPTIBOBDVNVMBEPVOBEFVEBBUNPTGÏSJDBZFYQSFTØFTQFSBOza respecto de las metas ambiciosas de reducción, consistentes con la magnitud del problema.
Colombia
t &O DVBOUP BM UFNB EF GJOBODJBNJFOUP FO MB GBTF EF BDUJWJEBEFT EF QSFQBSBDJØO TVHJSJØ JOJDJBS MB
discusión con relación a lo que será financiado por el fondo y la procedencia del financiamiento.
t .FODJPOØRVFMBT/"."OPEFCFOSFFNQMB[BSBM.%-
Fuente: Comunicaciones de Earth Negotiations Bulletin (ENB), agosto de 2009.
18
Tabla 1.3. Algunas intervenciones de los países de la subregión durante la primera reunión de la sétima
sesión del AWG-LCA (Bangkok, 28 de setiembre - 9 octubre de 2009), en referencia a REDD+
País
Intervención
Bolivia
t &OGBUJ[ØMBOFDFTJEBEEFBCPSEBSMBBEFDVBDJØOEFMPTDPNQSPNJTPTEFMPTQBÓTFT"OFYP*FOSFMBDJØO
con su responsabilidad histórica y nivel de ambición de reducciones en el mediano y largo plazo.
t &OGBUJ[ØMBOFDFTJEBEEFDPOTJEFSBSVOBTBMWBHVBSEBQBSBFWJUBSMBDPOWFSTJØOEFMPTCPTRVFT
t &OGBUJ[ØRVFFMUFYUPEFOFHPDJBDJØOEFCFTFSDPOTJTUFOUFDPOMBMFHJTMBDJØOOBDJPOBM
t *EFOUJGJDØVOOFYPFTUSVDUVSBMFOUSFFMDBNCJPDMJNÈUJDPZMPTNFSDBEPT
t -MBNØMBBUFODJØOQBSBDPOTJEFSBSVOFOGPRVFEFBCBKPIBDJBBSSJCB ZDVFTUJPOØTPCSFFMFTQBDJP
atmosférico sobrante para países en desarrollo.
Colombia
t &OGBUJ[ØRVFFMUFYUPEFOFHPDJBDJØOEFCFTFSDPOTJTUFOUFDPOMBMFHJTMBDJØOOBDJPOBM
t -MBNØBDPOTJEFSBDJØOTPCSFMBSFMBDJØOFOUSFMBQFSNBOFODJBZMBTGVHBTDPOFMMFOHVBKFPQFSBDJPOBM
Ecuador
t &OGBUJ[ØMBOFDFTJEBEEFDPOTJEFSBSVOBTBMWBHVBSEBQBSBFWJUBSMBDPOWFSTJØOEFMPTCPTRVFT
t -MBNØBDPOTJEFSBSVOMFOHVBKFEFiSFTQFUPQPSFMDPOPDJNJFOUPUSBEJDJPOBMw
Fuente: Comunicaciones de Earth Negotiations Bulletin (ENB), octubre de 2009.
Tabla 1.4. Remisión de documentos (submissions) al Órgano Subsidiario
de Asesoramiento Científico y Tecnológico (OSACT, 30 de junio de 2009)
País
Aspecto tratado
Bolivia
Asuntos relacionados con las poblaciones indígenas y comunidades locales para el desarrollo y
aplicación de metodologías*
t -BQBSUJDJQBDJØOBDUJWB QMFOBFJOGPSNBEBEFMTFDUPSJOEÓHFOBFOFMEJTF×PEFVONFDBOJTNP3&%%
es fundamental para lograr una implementación exitosa en campo en países en vías de desarrollo.
t -BQBSUJDJQBDJØOEFMTFDUPSJOEÓHFOBFOMBEJTDVTJØOTPCSF3&%% UBOUPFOBTQFDUPTQPMÓUJDPTDPNP
técnicos, debe implementarse a través de representaciones regionales, por país, y por la representación del Foro Permanente de Naciones Unidas sobre los Pueblos Indígenas.
t 4PCSFMPTBTQFDUPTNFUPEPMØHJDPT TFEFCFBQPZBSFOMBHFOFSBDJØOEFDBQBDJEBEFTRVFQFSNJUBO
la participación del sector indígena en la aplicación de esquemas de medición, monitoreo y validación de emisiones en territorios indígenas, incorporando aspectos de la realidad indígena.
t &MEFTBSSPMMPEFVOBFTUSBUFHJBOBDJPOBMEF3&%% QBSBUJFSSBTJOEÓHFOBTEFCFSÈJODMVJSVOBMÓOFB
de base socioeconómica, modelos de gestión actuales, sistemas de compensación en línea con las
formas de vida tradicionales, entre otros.
Colombia
(Panamá
y Costa
Rica)
***
Experiencias y perspectivas sobre necesidades en generación de capacidades en asuntos técnicos
e institucionales y de cooperación**
t &OUFNBTEFEFTBSSPMMPNFUPEPMØHJDP TFOFDFTJUBDPOUBSDPOVOFOGPRVFEFBSSJCBIBDJBBCBKP FT
decir, metodologías que sean propuestas por el IPCC para distintas opciones de escala. Sin embargo, enfoques de abajo hacia arriba también deben darse para que los países y los desarrolladores
de proyectos puedan proponer sus propias metodologías y que estas sean aprobadas por una Junta
de la CMNUCC.
t &YJTUF MB OFDFTJEBE EF DSFBS DBQBDJEBEFT QBSB EFTBSSPMMBS NFUPEPMPHÓBT BTÓ DPNP GPSUBMFDFS MBT
capacidades nacionales requeridas para implementarlas. Asimismo, se necesita crear capacidades
para la evaluación de proyectos.
t -B HFOFSBDJØO EF DBQBDJEBEFT EFCF FTUBS PSJFOUBEB FTQFDÓGJDBNFOUF B JODMVJS B MBT QPCMBDJPOFT
indígenas y comunidades locales, para que estos actores puedan estar involucrados en el diseño e
implementación de las metodologías REDD+.
t 1SPNPWFSMBDPPQFSBDJØOQBSBGBDJMJUBSVONFKPSBDDFTPZUSBOTGFSFODJBEFUFDOPMPHÓBFOUÏSNJOPTEF
calidad de datos de cobertura forestal e información sobre el contenido de carbono en los bosques
y por tipo de ecosistemas.
t (FOFSBSMBTDBQBDJEBEFTQBSBEFUFSNJOBSZFWBMVBSMBEFHSBEBDJØOGPSFTUBM BTÓDPNPQBSBJEFOUJGJDBSMBT
causas directas e indirectas de la deforestación por sector económico. Así también se requiere generar
las capacidades para estimar y analizar los costos de oportunidad del cambio de la cobertura de la tierra,
en el diseño de alternativas productivas a escala local, en los procesos de información y consulta sobre
REDD+, en el diseño de la estrategia nacional de REDD+ y marcos subnacionales, y en el desarrollo
de estructuras de pago y mecanismos de distribución de acuerdo con la estrategia nacional y marcos
subnacionales. Adicionalmente, se requiere generar capacidades para que los gobiernos puedan proveer asistencia en el establecimiento de líneas de base y sistemas de monitoreo a escala de proyecto.
19
Ecuador
Asuntos relacionados con las poblaciones indígenas y comunidades locales para el desarrollo y
aplicación de metodologías*
t 3FTQFUPQPSMPTEFSFDIPTZUÓUVMPTEFQSPQJFEBEEFMBTDPNVOJEBEFTZQVFCMPTJOEÓHFOBT
t -BTBDUJWJEBEFT3&%% EFCFOJODPSQPSBSNFDBOJTNPTEFDPOTVMUBQSFWJBRVFJODMVZBOBMBTDPNVnidades y pueblos indígenas.
t -PTQSPZFDUPT3&%% EFCFOJODMVJSNFDBOJTNPTBEFDVBEPT FRVJUBUJWPTZUSBOTQBSFOUFTEFEJTUSJCVción de beneficios.
Experiencias y perspectivas sobre necesidades en generación de capacidades en asuntos técnicos
e institucionales y de cooperación**
t &M.JOJTUFSJPEFM"NCJFOUF BUSBWÏTEFM1SPHSBNB4PDJP#PTRVF IBJOJDJBEPVOQSPDFTPEFBDUVBMJ[Bción de la cobertura vegetal a una escala de 1 : 50 000.
t &M.JOJTUFSJPEFM"NCJFOUFSFRVJFSFGPOEPTQBSBDPNQMFUBSFMNBQBEFWFHFUBDJØOZEFTBSSPMMBSMPT
estudios del monitoreo del cambio de la cobertura boscosa y las reservas de carbono asociadas, así
como las emisiones de GEI.
t -BJOUFHSBDJØOEFMBEFHSBEBDJØOGPSFTUBMBVOFTRVFNB3&%% EFCFTFSWPMVOUBSJBQBSBMBTQBSUFT
debido a las dificultades técnicas e institucionales para aplicar las metodologías propuestas para
evaluar la degradación y debido a la falta de consenso sobre su definición.
t &DVBEPSOPDVFOUBDPOFYQFSJFODJBSFMBDJPOBEBDPOMBNFEJDJØOEFMBTFNJTJPOFTQSPWFOJFOUFTEFMB
degradación forestal.
t -BUFOEFODJBEFJNQMFNFOUBSVOFTRVFNB3&%% EFCFSÓBFTUBSPSJFOUBEBBVOBFTDBMBOBDJPOBM
Cualquier proyecto REDD+ de escala subnacional tiene que estar contenido en un proceso progresivo que se oriente hacia una escala nacional.
t %FCFSÓBFTUSVDUVSBSTFVOÞOJDPTJTUFNBOBDJPOBMEFNPOJUPSFPZSFQPSUF
Fuente: Remisiones (submissions) hechas al OSACT No 30 de la CMNUCC, junio de 2009 (www.unfcc.int).
(*) FCCC/SBSTA/2008/L.23, párrafo 11.
(**) FCCC/SBSTA/2008/L.23, párrafo 10.
(***) Perú apoyó en el proceso de elaboración del documento.
Instrumentos de financiación para actividades REDD
A la fecha existe un buen número de instituciones que financian actividades de REDD. Para
finales del año 2009 había, por lo menos, ocho de tamaño considerable (n > USD 20 millones).
En este documento diferenciaremos entre instituciones que financian exclusivamente actividades en REDD (n = 5) e instituciones que financian múltiples actividades, incluyendo REDD
(n = 3) (ver tablas 1.5 y 1.6).
Tabla 1.5. Fondos de financiación para REDD
Nombre
Tipo
Administrado por
Congo Basin Forest Fund (CBFF)
Multilateral
Banco Africano de Desarrollo
Forest Carbon Partnership Facility (FCPF)
Multilateral
Banco Mundial
Forest Investment Program (FIP)
Multilateral
Banco Mundial
International Forest Carbon Initiative (IFCI)
Bilateral
Gobierno de Australia
UN-REDD Programme
Multilateral
PNUD
Tabla 1.6. Fondos multipropósito con un componente REDD
Nombre
Tipo
Administrado por
Amazon Fund (AF)
Global Climate Change Alliance (GCCA)
Multilateral
Bilateral
Banco de Desarrollo del Brasil
Comisión Europea
Special Climate Fund (SCF)
Multilateral
Banco Mundial
Fuente: Climate Funds Update y Robledo & Gardi, 2010.
El volumen financiado para finales del año 2009 era de USD 2.065 millones. Sin embargo,
solo un 33% había sido depositado hasta esta fecha (ver figura 1).
20
Figura 1: Financiado vs. depositado
Figura 2: Bosques y cambio climático: instrumentos
de financiamiento gestionados y co-gestionados por
el Banco Mundial (incluyendo montos financiados
por países / metas financieras en millones de USD)
Fondos de Mitigación - REDD
Programa UN-REDD
Iniciativa Internacional Carbono Forestal
Programa de Inversión Forestal
Fondo Cooperativo para el Carbono
de los Bosques (FCPF)
Los Fondos de Carbono
del Banco Mundial
¿? / 2.600
Fondo Forestal de la Cuenca del Congo
0
Financiado (millones USD)
100
200
300
400
Depositado (millones USD)
Fondos Multipropósito con un componente de REDD
Otros Fondos
de Carbono del
Banco Mundial
¿? / 2.100
El Fondo
"BioCarbon"
(BioCF)
¿? / 90
Fondo Cooperativo
para el Carbono de
Bosques (FCPF)
160 / 385
1'200
1'000
800
Fondo de preparación
110 / 85
600
400
Fondo de Carbono
50 / 200
200
0
Fondo
Amazonía
Alianza
Financiado (millones USD)
Fondo Especial
para el Clima
Depositado (millones USD)
Fuente: Climate Funds Update y Robledo & Gardi, 2010.
Fondos de Inversión del Clima de Bancos
Multilaterales para el Desarrollo
7.000 / ¿?
Fondos del Banco Mundial
Forest Carbon Partnership Facility (FCPF)
El FCPF es uno de los fondos de carbono del Banco
Mundial (ver figura 2). Fue lanzado oficialmente durante la COP-13 en Bali y se encuentra operativo desde
julio de 2008. Este fondo asiste a los países en vías de
desarrollo en sus esfuerzos por incluir a REDD como
una opción de mitigación del cambio climático.
El FCPF tiene como meta crear las condiciones mínimas
necesarias para llevar a cabo actividades de REDD+,
preparando a los países para participar en un futuro mecanismo de REDD+ bajo la CMNUCC. Este fondo busca
crear un ambiente que facilite las actividades de REDD+
mediante el auspicio de la generación de conocimientos
e intercambio de experiencias, para facilitar el desarrollo de un programa global mayor sobre incentivos para
REDD+ a mediano plazo. El FCPF no ha sido diseñado
para financiar programas de política ni de inversión, que
serán de todas maneras necesarios para alcanzar sustanciales reducciones de emisiones. Para poder cumplir
su objetivo, este fondo ha creado dos mecanismos: el
Mecanismo de Preparación y el Mecanismo de Financiamiento del Carbono. Hacia fines de 2009, el FCPF
contaba con 36 países participantes en el Mecanismo
de Preparación3, once donantes del Fondo de Preparación4, cinco donantes para el Fondo del Carbono5 y seis
del Grupo de Observadores6 (FCPF, 2009).
Fondo Estratégico
del Clima (SFC)
2.000 / ¿?
Programa de Inversión
Forestal (FIP)
¿ 330 / 500 ?
Fondo de
Tecnología Limpia
(CTF)
4.900 / ¿?
Otros programas
meta del SCF
¿ 820 / ¿?
Fuente: The World Bank and Climate Funds Update, adaptado
por Robledo & Gardi, 2010).
El Fondo de Preparación
Mediante este fondo, los países estarán preparados
para implementar REDD+ en un contexto más amplio.
Las actividades de preparación bajo este fondo se
limitan a la planificación temprana, el trabajo analítico y el diseño del sistema. Hacia finales de enero de
2010, el Fondo de Preparación contaba con USD 112
millones.
Las actividades de este mecanismo pasan por las
siguientes fases: (i) la formulación del R-PP (por sus
siglas en inglés “Readiness Preparation Proposal”),
y (ii) “Readiness Preparation” – “R- Package” (preparación para REDD, estudios y actividades).
21
X Para iniciar el proceso, los países preparan
un R-PIN (por sus siglas en inglés “Readiness
Preparation Idea Note”), y según la calidad de
los documentos, los países son seleccionados
para participar del Mecanismo de Preparación
y, por ende, pueden ser elegibles para recibir
apoyo financiero para el diseño del documento
del R-PP proveniente del Fondo de Preparación.
La formulación del R-PP incluye la preparación
del arreglo organizacional para REDD, el plan
de consulta y participación, el diagnóstico de
las causas de la deforestación y degradación, y
los términos de referencia para llevar a cabo el
diseño de la estrategia de REDD, así como el escenario de referencia y el sistema de monitoreo,
reporte y validación.
X El Paquete de Preparación (“Readiness Package
Preparation”) incluye el cumplimiento de los términos de referencia preparados en el documento del R-PP, con el apoyo financiero del Fondo
de Preparación. Este paquete representa el producto final del proceso de preparación, y debe
describir: i) cómo el sistema de monitoreo será
implementado; ii) qué escenario de referencia se
adoptará, y iii) la estrategia de REDD y el proceso
de preparación de los diferentes actores.
El Mecanismo de Financiamiento
del Carbono (Fondo de Carbono)
El FCPF apoyará solo a unos cuantos países que hayan participado satisfactoriamente del Mecanismo
de Preparación. Es decir, cuyo “paquete de preparación” haya sido aprobado por el Fondo del Carbono para evaluar los incentivos financieros para la
puesta en marcha de los programas de REDD en
aproximadamente cinco países.
El Fondo de Carbono remunerará a los países seleccionados de acuerdo con los contratos negociados
para la reducción verificable de emisiones que superen el escenario de referencia. El Fondo de Carbono
proveerá reducciones de emisiones de REDD+. Esto
será evidencia de que las reducciones de emisiones
de GEI resultantes de las actividades de REDD+ lanzadas por los países participantes son realizadas y
verificadas por metodologías aceptables, tanto por
los países como por las entidades que participan en
el FCPF. Aún está en cuestionamiento el monto que
debe alcanzar el Fondo para lograr esta meta.
22
Programa de Inversión Forestal - FIP
(Forest Investment Program)
A través de un esfuerzo colaborativo entre los Bancos
Multilaterales para el Desarrollo7 y los países8, en julio
de 2008 se lanzó un nuevo paquete de Fondos de Inversión para el Clima (CIF, por sus siglas en inglés) con
el fin de acortar la brecha financiera y de aprendizaje
entre el presente y un acuerdo de cambio climático global post-2012 (figura 2).
El CIF combina financiamiento concesionado significativo con instituciones financieras internacionales, flujos de
los sectores público y privado, el GEF y otros mecanismos de financiamiento del clima (como el Carbon Finance). Los CIF se encuentran gestionados por una representación balanceada de donantes y países receptores,
así como por observadores activos de Naciones Unidas,
GEF, sociedad civil, representantes de pueblos indígenas y el sector privado. El FIP es uno de los programas
meta del Fondo Estratégico sobre el Clima del CIF.
El objetivo principal del FIP es apoyar los esfuerzos de
los países en desarrollo en su preparación para REDD
y brindar financiamiento con el fin de lograr la preparación de los países para REDD mediante reformas
e inversiones, identificadas a través de los esfuerzos
de creación de la estrategia nacional para alcanzar la
preparación para REDD. El FIP considera, además, las
oportunidades que puedan identificarse para apoyar a
los países en su adaptación a los impactos del cambio
climático sobre los bosques y contribuir con los beneficios múltiples, tales como la biodiversidad, la conservación y el mejoramiento de los medios rurales de vida.
El FIP financiará los esfuerzos para hacer una transición que permita enfrentar las causas principales de
la deforestación y degradación forestal, y para superar
las barreras que podrían limitar los esfuerzos previos
hechos para tal fin. En comparación, otros fondos, tales
como el FCPF y el UN-REDD, no han sido diseñados
para cubrir tales inversiones transformacionales, necesarias para alcanzar la reducción de emisiones.
El FIP ha sido diseñado para alcanzar cuatro objetivos
específicos (FIP, 2009):
X Iniciar y facilitar los pasos hacia un cambio transformacional en las prácticas y políticas relacionadas
con el sector forestal en países en desarrollo.
X Dirigir modelos replicables para generar entendimiento y aprendizaje de los enlaces entre la implementación de inversiones basadas en el sector forestal, con
las políticas y medidas, las reducciones de emisiones
a largo plazo, la conservación, el manejo sostenible
de los bosques y el mejoramiento de las reservas de
carbono forestal en países en desarrollo.
X Facilitar el apalancamiento de recursos financieros
adicionales para REDD, incluso mediante un mecanismo forestal potencial de la CMNUCC, dirigidos
a una reducción de la deforestación y degradación
sostenida y efectiva y, por tanto, mejorando el manejo sostenible de los bosques.
X Proveer de experiencia y retroalimentación valiosa
en el contexto de las negociaciones de la CMNUCC
sobre REDD.
El FIP se encuentra en una etapa previa a iniciar sus operaciones y se establece con el fin de movilizar los fondos, que se han incrementado significativamente (USD
500-800 millones). A fines de enero de 2010, Australia,
Dinamarca, Noruega, Reino Unido y Estados Unidos establecieron compromisos con el FIP, con lo que se ha
llegado a un monto de USD 354 millones. De acuerdo
con la última reunión sostenida en marzo de 2010, son
cinco los países piloto seleccionados en el marco del
FIP, Perú es el único de América Latina. Los otros cuatro
son: Burkina Faso, Indonesia, Ghana y Laos9.
Fondo Amazonía - Brasil
Si bien en los países de la Región Andina no se cuenta
con un fondo significativo, en América Latina, Brasil ha
desarrollado una importante iniciativa llamada “Fondo
Amazonía”. Este fondo brasileño tiene como objetivo reducir las emisiones de la deforestación, principalmente
en la Amazonía brasileña, con una meta de US$ 21 billones. El fondo cuenta con US$ 1 billón10 asignado por el
gobierno de Noruega. Según declaraciones realizadas
por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, el 20% del
total de los fondos puede usarse en otros ecosistemas
fuera de la Amazonía, e incluso en países vecinos. Este
fondo es gestionado por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), una institución pública,
mientras que la coordinación se encuentra bajo la responsabilidad del Ministerio de la Casa Civil, que depende directamente de la oficina del Presidente. El fondo
contará con dos comités: uno técnico, y el otro conformado por los representantes de las diferentes regiones.
De acuerdo con las declaraciones de los representantes del gobierno brasileño, los inversionistas del fondo
no tendrán ningún beneficio de sus grants; es decir, el
fondo se basa enteramente en donaciones voluntarias y
no tiene como meta participar en ningún mecanismo de
mercado orientado a reducir las emisiones.
Programa REDDES de la OIMT
La OIMT ha lanzado un nuevo programa temático llamado “Reduciendo la Deforestación y la Degradación
Forestal y Mejorando los Servicios Ambientales en Bosques Tropicales - REDDES”. El programa tiene como
meta prevenir y reducir la pérdida de los servicios ambientales de los bosques tropicales debido a la deforestación y degradación. Una de las ventajas comparativas
de la OIMT es la generación de capacidades a la escala
de implementación, demostraciones e incremento mediante difusión de información sobre aspectos técnicos
y lecciones aprendidas sobre PSA bajo REDDES. La
OIMT se encuentra recibiendo propuestas de proyectos para la primera ronda de financiamiento bajo el programa REDDES. A la fecha se han presentado catorce
proyectos al fondo de REDDES durante su primera convocatoria de propuestas, en junio de 2009, y se enviaron
veintitrés propuestas de proyectos en la segunda convocatoria, en setiembre de 2009. De los países andinos,
solo el Perú ha presentado propuestas al fondo; sin embargo, de la región América Latina, países como Brasil,
México y Guatemala también lo han hecho.
La participación de los países andinos
en los instrumentos de financiación
En cuanto a la participación de los países andinos en
las iniciativas de financiamiento, Bolivia, y recientemente Ecuador, participan del programa UN-REDD, y
tanto Bolivia como Colombia y Perú se encuentran elaborando sus respectivos documentos del R-PP bajo el
marco del FCPF. Algunos de los detalles se especifican
a continuación:
País
Participación en FCPF
R-PIN
R-PP
Participación
en UN-REDD
Bolivia
Marzo 2008.
Misión de reporte en agosto 2009.
Colombia
Aprobado en
octubre 2008.
Ecuador
Perú
Programa de Inversión
Forestal (FIP)
Se unió en noviembre 2009.
Aprobado en
setiembre 2008.
Trimestre II
de 2010.
Seleccionado como país
piloto en marzo 2010.
23
Bolivia
Bolivia es uno de los países de la subregión que
ha alcanzado mejores resultados en cuanto a
la obtención de financiamiento para su preparación ante el mecanismo de REDD+, pues
recibe apoyo del Programa UN-REDD+ de las
Naciones Unidas como parte de los programas
nacionales “Quick Start” del UN-REDD+ para la
participación efectiva de REDD+ de los países
seleccionados11.
Recientemente, en el marco del Programa UNREDD, se aprobaron US$ 15 millones adicionales para el financiamiento de REDD+ en países
en desarrollo. Durante la última reunión de la
junta de políticas del Programa (marzo 2010)
se aprobaron US$ 4,7 millones para Bolivia. El
desarrollo de los programas de REDD+ en el
marco del UN-REDD debe contemplar consultas con los diversos actores involucrados, clarificación de la tenencia de las tierras, sistemas
de monitoreo del carbono, reporte y verificación
(MRV), fortalecer la gobernanza y estrategias
consensuadas para reducir la deforestación.
Bolivia apoya que la fuente de financiamiento
para REDD sean fondos no vinculados al mercado para los incentivos de reducción de emisiones. Asimismo, apoya de manera enfática la
necesidad de contar con mecanismos de transferencia tecnológica.
Avances del Programa Nacional Quick
Start de UN-REDD+ en Bolivia:
t 4FHVOEBNJTJØOEFFWBMVBDJPOEFBMDBOce completada en agosto de 2009.
t 1SJNFSCPSSBEPSEFMQSPHSBNBOBDJPOBMB
ser completado a mediados de noviembre
de 2009.
t 3FVOJØO EF WBMJEBDJØO B TFS MMFWBEB B GJnes de diciembre de 2009.
t 1SPHSBNBOBDJPOBMBTFSFOWJBEPBMBQSJmera reunión de la Junta de Políticas en el
año 2010.
Colombia
Colombia avanza en la formulación del R-PP
como país participante del FCPF del Banco
Mundial, cuya fase de implementación permitirá
definir entre otras cosas el tiempo que requiere
el país para pasar de una contabilidad regional
24
(subnacional) a una contabilidad nacional, así como los niveles de referencia regionales, de acuerdo con la posición en
la que se encuentre cada una de las regiones del país en la
curva de transición forestal.
En el marco del avance de los diferentes componentes del
R-PP, el país adelanta el diseño del sistema de monitoreo, con
apoyo de la fundación Gordon and Betty Moore, que financia
desde febrero de 2009 el proyecto “Capacidad institucional
técnica y científica para soportar proyectos REDD”, liderado
por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia (IDEAM) y busca la estandarización
metodológica para el monitoreo de coberturas vegetales, deforestación y contabilización de contenidos de carbono.
Ecuador
Durante el Tercer Comité Político del Programa UN-REDD de
las Naciones Unidas (octubre 2009) Ecuador fue aceptado
formalmente como país observador. Esto quiere decir que,
aunque existen algunos beneficios, aún no se está considerando financiamiento. Es posible que durante el año 2010 se
haga efectivo este financiamiento, ya que España ha ofrecido
aportar al Programa. Durante el Cuarto Comité Político (marzo
2010) Noruega ofreció también recursos adicionales. Ecuador
no desarrolla el documento del R-PP; sin embargo, se encuentra en proceso de construir la Estrategia Nacional REDD.
Perú
En el año 2008, el Perú postuló con éxito al Fondo FCPF.
Para tal efecto, el Ministerio del Ambiente del Perú preparó y
presentó el documento del R-PIN, que fue aprobado en setiembre del mismo año. El documento contiene información
general acerca de los patrones de uso de la tierra, causas
de deforestación, procesos de consulta pública y potenciales acuerdos institucionales en relación con REDD dentro
del país.
Actualmente el Perú se encuentra en el proceso de elaboración del documento del R-PP. En la elaboración del R-PP están participando actores claves de la sociedad civil organizada, y se espera su culminación en el año 2010. A la fecha
no se ha analizado el monto exacto que se requiere para el
proceso de preparación para REDD, aunque en el documento del R-PIN se propuso un monto de US$ 5.400.000 para ser
implementado en cuatro años y medio, como presupuesto
inicial para realizar los análisis y estudios necesarios para la
fase de realización de estudios y actividades propuestas en
el R-Plan (como antes se llamaba al R-PP)12. A continuación
se describen las fases del proceso de REDD en Perú en el
marco del Fondo de Preparación del FCPF.
Fondo de preparación FCPF
Fase I: Presentación R-PIN
t R-PIN revisado y seleccionado por el comité del
FCPF. Presentado en junio y aprobado setiembre
2008.
Notas
1
Long-Term Cooperative Action under the Convention.
2
El Meridian Institute, para el gobierno de Noruega, fue el que
introdujo inicialmente este enfoque por fases para el gobierno
de Noruega (REDD: An Options Assessment Report, 2009).
3
Argentina, Bolivia, Camerún, Camboya, República Central
Africana, Chile, Colombia, República Democrática del Congo,
Costa Rica, El Salvador, Guinea Ecuatorial, Etiopía, Gabón,
Ghana, Guatemala, Guyana, Honduras, Indonesia, Kenya, Laos,
Liberia, Madagascar, México, Mozambique, Nepal, Nicaragua, Panamá, Papúa Nueva Guinea, Paraguay, Perú, Surinam,
Tanzania, Tailandia, Uganda, Vanuatu y Vietnam (Mapa: http://
forestcarbonpartnership.org/fcp/node/203).
4
Agencia Francesa para el Desarrollo (AFD), Australia, Finlandia,
Dinamarca, Holanda, Noruega, Japón, España, Suiza, Reino
Unido y Estados Unidos.
5
Alemania, Noruega, Dinamarca, Comisión de la Unión Europea
y The Nature Conservancy.
6
Pueblos indígenas dependientes de los bosques, sector
privado, organizaciones internacionales, ONG, Secretaría de la
CMNUCC, Programa UN-REDD de las Naciones Unidas.
7
Al final de 2009, Australia, Canadá, Dinamarca, Francia, Alemania, Japón, Holanda, Noruega, España, Suecia, Suiza, Reino
Unido y Estados Unidos comprometieron un total de USD 6.313
millones. http://www.climateinvestmentfunds.org/cif/sites/climateinvestmentfunds.org/files/CIF%20pledges%20as%20of%20
Dec%2031%202009.pdf
8
Banco Africano de Desarrollo, Banco Asiático de Desarrollo,
Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo y Banco
Interamericano de Desarrollo.
9
Ver: http://www.climateinvestmentfunds.org/cif/pf_2010_
pressrelease_03_19
Fase II: Formulación R-PLAN
t Preparación participativa de R-Plan (siguiendo modelo FCPF). Primer borrador.
Fase III: Realizar estudios y actividades
propuestas en R-PLAN
t %JTF×PEFFTUSBUFHJBT3&%%
t .BSDPEF*NQMFNFOUBDJØO3&%%
t &TDFOBSJPTEFSFGFSFODJB
t %JTF×PEFMTJTUFNBOBDJPOBMEFWFSJGJDBDJØO NPOJtoreo y reporte.
t &WBMVBDJØOEFMBTSFTFSWBTEFDBSCPOP
t "OÈMJTJTEFJNQBDUP
t 1SPDFTPEFDPOTVMUB
Fase IV: Implementación de la estrategia REDD
t *OWFSTJØOFOQSPHSBNBTQSPZFDUPT
t *OWFSTJØO FO HPCFSOBO[B OVFWBT QPMÓUJDBT NBSDP
institucional.
t *OWFSTJØOJOJDJBMFOQSPZFDUPT3&%%
Fase V: Pago por los servicios ambientales
t %JTF×PEFQSPZFDUPTEFNPTUSBUJWPT
t .FEJDJØO NPOJUPSFPZSFQPSUFEFSFEVDDJØOEFFNJsiones.
t 1BHPT
Fuente: DGCDRH-MINAM, 2010
El Perú también cuenta con financiamiento para otras
actividades de preparación para Reducir las Emisiones de GEI por Deforestación y Degradación de Bosques. Este proviene, entre otras instituciones, de la
Fundación Gordon and Betty Moore, que financiará
básicamente el Componente de Desarrollo y Fortalecimiento de Capacidades Técnicas en REDD. Dicho
proyecto está a la espera de la firma del acuerdo de
financiamiento para iniciar sus actividades.
10 El texto del Acuerdo, traducido al español, menciona “billones”.
Sin embargo, la connotación de “billones” en inglés es distinta
que en el español utilizado en los países andinos. En Perú y
Colombia, un billón es un millón de millones; mientras que en
inglés se entiende como mil millones.
11 Presentación de Nina Kantcheva UN-REDD realizada en el I
Simposio Latinoamericano de REDD+, Manaos Brasil – setiembre de 2009). Ver: http://www.un-REDD+.org
12 II Comunicación Nacional a la CMNUCC. Versión preliminar,
marzo 2010.
Asimismo, el PNUD y el KfW, en el marco del proyecto
“Mitigación y Adaptación al Cambio Climático” - MACC
ejecutado por SERNANP y PROFONANPE, tienen comprometidos recursos para apoyar el Proceso de Consulta y Participación REDD a escala nacional, regional
y local, con los distintos actores y usuarios del bosque
(especialmente con la población indígena), para los
años 2010 y 2011, respectivamente.
25
26
2
El contexto normativo
de REDD+ en
la Región Andina
Por Milagros Sandoval, CI Perú
En la Región Andina existen desde hace ya varios
años políticas públicas y marcos jurídicos relacionados con la promoción del aprovechamiento sostenible y la conservación de los recursos forestales. Por
tanto, no se puede negar que ha habido importantes
avances respecto de la implementación de estos
marcos jurídicos, que han dado lugar a la creación
de áreas naturales protegidas y al otorgamiento de
derechos sobre los recursos naturales, así como el
establecimiento de una institucionalidad propia.
Lamentablemente estos esfuerzos desplegados no
han podido asegurar, como se hubiese querido, la
reducción de actividades de deforestación y degradación que afectan las áreas forestales.
Si bien es necesario aclarar que los marcos jurídicos no son los únicos responsables de la falta de
efectividad para la reducción de dichas actividades,
algunas de las falencias que se han encontrado sobre estos responden a que en muchas ocasiones
han sido calificados como extensos, complejos y
dispersos, lo cual probablemente ha sido producto
de diversas modificaciones en los ámbitos políticos
e ideológicos.
27
Para el caso específico de la implementación de esquemas de pago por servicios ambientales, se ha identificado que algunos marcos normativos en la Región
Andina ya contienen estos conceptos, señalando la
importancia de los servicios ambientales, así como la
necesidad de valorarlos y establecer esquemas para
las actividades de compensación.
Más allá de estas afirmaciones, ningún país de esta
región contaría por el momento con legislación específica promulgada que regule el establecimiento de
estos esquemas para diseñar o implementar el mecanismo REDD+. Sin embargo, en algunos países ya se
esbozan propuestas legislativas o interpretaciones de
la legislación vigente con el fin de apoyar en el diseño y posterior implementación de dichos mecanismos.
Aquí es importante aclarar que la falta de legislación
específica para el establecimiento de otros esquemas
de pago por servicios ambientales (como los de recursos hídricos) no ha sido barrera para diseñarlos o
implementarlos a partir de la legislación existente.
Cabe resaltar también que en algunos países se han
iniciado procesos de determinación de competencias y
funciones respecto de los servicios ambientales, con el
28
fin de determinar la institucionalidad que se haría cargo
de roles tales como el otorgamiento de derechos sobre
aquellos, supervisión o fiscalización, monitoreo, registro, entre otros.
En gran medida se puede apreciar que no necesariamente se pretende crear nuevas instituciones para
implementar este tipo de mecanismos, sino utilizar la
institucionalidad existente y cumplir con el establecimiento de un procedimiento que pueda asegurar la
implementación de dichos esquemas.
Es importante también recalcar que estos marcos normativos se basan en la soberanía de los países respecto del aprovechamiento de sus recursos naturales,
así como la función promotora que los Estados cumplen en torno a estos.
No cabe duda de que el diseño e implementación de
REDD+ supone para nuestros países un importante
reto que vendrá desde el sector político, ligado a la
necesidad de integrar y articular diversas políticas públicas que de alguna u otra manera han incidido en
alentar o desalentar actividades relacionadas con la
deforestación de nuestros bosques.
La revisión de dichas políticas públicas deberá también verse reflejada en la modificación de los marcos
normativos e institucionales, con el fin de que sean coherentes y acordes con evitar la deforestación en diversos espacios, tal como en el presente caso en los
Bosques Andinos.
Cada país de la Región Andina deberá tomar las decisiones más adecuadas, considerando sus marcos jurídicos,
aspectos políticos, visiones de desarrollo, entre otros factores. Solo se deberá tener en cuenta que no hay respuestas exactas ni fórmulas que puedan ser replicadas:
cada realidad es distinta y eso deberá ser considerado.
Así, las propuestas ahora apuntan a mejorar las características de los derechos otorgados sobre los
recursos forestales para poder brindar mayor seguridad jurídica a la inversión (por ejemplo, en bosques
comunales, territorios comunales originarios, territorios
colectivos, resguardos, entre otros). En ese sentido, el
otorgamiento de derechos sobre los recursos forestales o los bosques deberá implicar una nueva lógica de
desarrollo “con bosques en pie”.
Por último, es importante resaltar que las respuestas
que pueda dar el Derecho para la implementación de
estos esquemas a través del establecimiento de marcos
normativos, institucionales o contractuales dependerán
en gran medida de los avances técnicos que se vayan
logrando, así como de la inclusión de todos los actores
relevantes para el establecimiento de estos esquemas.
Sin ello, el Derecho responderá de manera sesgada;
por lo cual un trabajo articulado multidisciplinario que
incluya a diversos actores sociales será un paso importante para obtener los resultados más beneficiosos.
Aún queda trabajo por realizar, no solo respecto de los
marcos normativos e institucionales para el establecimiento del mecanismo REDD+, sino también respecto
de los posibles marcos contractuales que se deberán
aclarar, por lo cual algunas preguntas que se plantean para poder embarcarse en la implementación de
REDD+ serían las siguientes:
X ¿Será posible otorgar derechos sobre los servicios
ambientales en favor de particulares? ¿Cuáles y
qué características tendrían dichos derechos? El
otorgamiento de estos derechos deberá tener en
consideración la soberanía de los países en cuanto
a sus recursos naturales.
X ¿La institucionalidad vigente podrá responder al establecimiento de estos esquemas? ¿Hay suficiente
capacidad instalada? Será necesario esclarecer las
competencias y funciones de diversas instituciones
públicas así como emprender un trabajo de integración y articulación entre estas.
X De acuerdo con la legislación vigente, ¿qué papel
jugará el Estado en torno a los contratos a suscribirse para la transferencia de derechos sobre los
servicios ambientales?
X ¿Se cuenta con mecanismos para la distribución de
beneficios? ¿Será necesario crear otros o replantear
los existentes? En cualquier caso, este tipo de mecanismos debería considerar también la legislación
supranacional.
X ¿Cómo se promoverá el desarrollo integral de las poblaciones asentadas en las áreas forestales donde
se planifique implementar estos esquemas? ¿Cuál
será su nivel de participación en la implementación
de estos esquemas?
29
30
3
Los ecosistemas
forestales andinos (EFA)
Los ecosistemas forestales andinos (EFA)
se encuentran entre los más diversos y
amenazados ecosistemas terrestres (Etter
y Villa, 2000). Son reconocidos como un
hotspot principal a escala global (Orme
et al., 2005) y representan una prioridad
para la conservación por su extraordinaria
riqueza y endemismo y porque varias de
sus especies constituyentes están siendo
severamente amenazadas (Aubad et al.,
2008). Además de ser prioridad de conservación por la gran biodiversidad que
albergan, los EFA representan la base de
subsistencia de las poblaciones asentadas en zonas aledañas debido a los innumerables beneficios sociales, económicos y ambientales que les proporcionan.
La importancia de los EFA radica primordialmente en la relación del bosque como
medio natural (importancia ecológica) y
también en la relación del bosque como
uso y aprovechamiento por las poblaciones humanas (importancia socioeconómica). Ver los detalles en la tabla 3.1.
Tabla 3.1. Importancia ecológica y socioeconómica de los EFA
Importancia
Características
Importancia
ecológica
t 4POGVFOUFEFBMNBDFOBNJFOUPZSFHVMBDJØOEFBHVB
t 4POVOGBDUPSEFUFSNJOBOUFQBSBMBQSPUFDDJØOEFMTVFMPZTVFTUBCJMJ[BDJØO
t 4POSFTFSWPSJPGVOEBNFOUBMEFEJWFSTPTUJQPTEFFTQFDJFTEFGMPSBZGBVOB NVDIBTEFMBT
cuales tienen distribución restringida. De estas especies, no todas son aprovechadas y algunas son desconocidas.
t 4POVOBGVFOUFQPUFODJBMEFSFDVSTPTHFOÏUJDPTQBSBMBJOEVTUSJB MBBMJNFOUBDJØOZMBNFEJDJOB
Importancia
socioeconómica
t "MNBSHFOEFMPTTFSWJDJPTFDPMØHJDPT MPTCPTRVFTPDVQBOVOMVHBSJNQPSUBOUFQPSTVWBMPS
en la economía local.
t -PTQBTUPTOBUVSBMFTTFDPOTUJUVZFODPNPMBQSJODJQBMGVFOUFEFSFTFSWBBMJNFOUJDJBQBSBFM
ganado.
t 1PSMBFYUSBDDJØOEFNBEFSBDPNPMF×B GVFOUFFOFSHÏUJDB QBSBMBGBCSJDBDJØOEFDBSCØO
herramientas y construcción.
t $PNPGVFOUFQBSBMBSFDPMFDDJØOEFIJFSCBTNFEJDJOBMFT GSVUPTTJMWFTUSFTZNJFM FOUSFPUSPT
productos.
Fuente: Adaptado de PROBONA, 2006.
31
La zonificación de los EFA se encuentra generalmente definida por el criterio de elevación, debido a su influencia
sobre la temperatura y precipitación orográfica (Armenteras et al., 2003). Si bien no se cuenta con una definición
estandarizada para los EFA en toda la Región Andina,
una variedad de sistemas de clasificación ha sido utilizada en América Latina para clasificar estos ecosistemas
(e.g. Holdridge, Nature Serve, UICN, UNESCO).
Los EFA de Bolivia, Ecuador y Perú incluyen tanto a
formaciones vegetales compuestas principalmente por
árboles de por lo menos cinco metros de altura, con
predominancia de elementos biogeográficos de los Andes, como a los agroecosistemas. Una heterogeneidad
de árboles de géneros tales como Polylepis, Buddleja,
Delostoma, Podocarpus, Nageia, Cedrela, Alnus, Escallonia, Salix y varias especies maderables de la familia Lauraceae, conforman los relictos boscosos de los
EFA (Ecobona, 2006a).
Una serie de características hacen de los EFA ecosistemas propicios para el desarrollo de proyectos forestales relacionados con la reducción de las emisiones
originadas por actividades que propician la deforestación y degradación forestal. Estas se reflejan en fortalezas y oportunidades, como se detalla en la tabla 3.2.
La vegetación remanente
en los Andes del Norte y Centro
En los Andes del Norte y del Centro se ha identificado
un total de 133 sistemas ecológicos o ecosistemas de
los cuales 113 son andinos y los restantes veinte corresponden a zonas de transición asociadas a fitorregiones colindantes de tierras bajas (Josse et al., 2009).
El mapa de sistemas ecológicos, elaborado con el apoyo de diversas instituciones1 que trabajan en la Región
32
Andina, incluye territorios de los países de Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela.
Según este estudio, el límite entre los Andes del Norte y del Centro está representado por la depresión de
Huancabamba en el paso de Porculla, Perú (6° S) a
2145 msnm, mientras que el límite altitudinal inferior,
considerado como sistemas ecológicos de los Andes
del Norte y Centro, ha sido determinado por los primeros ecosistemas extra andinos colindantes, es decir, los
600 msnm de elevación aproximadamente, con algunas
variaciones según la vertiente y la ubicación latitudinal.
Teniendo en cuenta estos criterios, el área total considerada abarca 152 millones de hectáreas. La riqueza total
de sistemas ecológicos en los países de los Andes es la
que se muestra en la tabla 3.3 (Josse et al., 2009).
El área total de la vegetación remanente calculada es de
118 112 712 ha, mientras que la extensión de las tierras
intervenidas en el área de estudio alcanza las 33 342 217
ha, lo que representa el 22% del área total de estudio.
Asimismo, se menciona que al analizar los niveles de
remanencia por países andinos, resalta sobremanera el
nivel de transformación de los Andes venezolanos, colombianos y ecuatorianos, y la aparente poca actividad
humana en los de Perú y Bolivia (Josse et al., 2009).
Si bien estos resultados se rigen por la metodología y escala espacial utilizada, y considerando que no toda esta
extensión es considerada como “bosque” de acuerdo
con las definiciones adoptadas por cada país ante la
CMNUCC, es evidente que la vegetación remanente calculada representa un gran potencial para el desarrollo
de prácticas de manejo forestal sostenible que contribuyan a reducir las tasas de conversión de áreas naturales
hacia áreas intervenidas. La proporción de áreas naturales y transformadas por país en los Andes del Norte y
Centro es la que se detalla en la tabla 3.4.
Tabla 3.2. Fortalezas y oportunidades que caracterizan a los EFA para el desarrollo
de proyectos forestales relacionados con REDD+
Fortalezas
t 1SFTFODJBEFSFMJDUPTEFCPTRVFTRVFNBOUJFOFOVOBFTUSVDUVSBZDPNQPTJDJØOBMUBNFOUFBNFOB[BEBT
t 1PCMBDJØOMPDBMDPODPOPDJNJFOUPUSBEJDJPOBMTPCSFFMNBOFKPEFMPT&'"
t *OJDJBUJWBTNVOJDJQBMFTZSFHJPOBMFTQBSBMBDPOTFSWBDJØOEFFDPTJTUFNBTGSÈHJMFT
t 1SPZFDUPTZQSPHSBNBTSFMBDJPOBEPTDPOMPT&'"ZTVTSFDVSTPTFOFKFDVDJØO
t &YQFSJNFOUPTBHSPGPSFTUBMFTZUFNBTDPNPCJPEJWFSTJEBEZSÏHJNFOIÓESJDPRVFHFOFSBOJOGPSNBDJØOWBMJPTB
t 5FOFODJBEFMBUJFSSBDPNQBSBUJWBNFOUFEFGJOJEBZFTUBCMF
t *EFOUJEBESFHJPOBMBSSBJHBEBFOMBTDPNVOJEBEFT
Oportunidades
t &YJTUFODJBEFBMUFSOBUJWBTFDPOØNJDBTWJBCMFTZTPTUFOJCMFTEFNBOEBEBTQPSFMNFSDBEPBDUVBM
t 3FBDDJPOFTFOGBWPSEFMBDPOTFSWBDJØOEFMPT&'" QPSFGFDUPTQFSDJCJEPTEFMDBNCJPDMJNÈUJDPZFTDBTF[EFBHVB
t 1SPDFTPTEFJOUFHSBDJØOSFHJPOBMFODVSTP
t 5FOEFODJBTEFMBDPPQFSBDJØOJOUFSOBDJPOBMFOGBWPSEFMPTFDPTJTUFNBTEFNPOUB×B
t 'JOBODJBNJFOUPQBSBBDDJPOFTEFBEBQUBDJØOBMDBNCJPDMJNÈUJDP
Fuente: Adaptado del Plan de incidencia política para la gestión social de ecosistemas forestales andinos en Bolivia, Ecuador y Perú.
Programa Regional Ecobona, 2006b.
Tabla 3.3. Cantidad de sistemas ecológicos y macrogrupos por país en los Andes del Norte y Centro
País
Cantidad de
macrogrupos
Sistemas
ecológicos
Bolivia
37
69
Colombia
15
22
Ecuador
17
31
Perú
39
77
Venezuela
13
21
Tabla 3.4. Superficie de áreas intervenidas y áreas naturales en los Andes del Norte y Centro
País
Áreas naturales (ha)
Áreas naturales (%)
Áreas intervenidas (ha) Áreas intervenidas (%)
Bolivia
39 786 688
96,8
1 335 126
3,2
Colombia
11 650 856
40,5
16 937 195
58,9
Ecuador
6 310 003
56,8
4 791 295
43,2
58 562 572
87,5
8 338 158
12,5
1 802 593
48,1
1 940 443
51,9
Perú
Venezuela
Tabla 3.5. Bosques Andinos localizados en Perú
Departamento
Cajamarca
Frecuencia*
Superficie (ha)
1 487
2 100 017,81
Puno
674
5 497 320,43
Piura
643
750 375,67
Lima
536
2 604 346,96
Cusco
440
4 671 798,94
Huancavelica
313
2 187 633,64
(*) Frecuencia de Bosques Andinos peruanos identificados con estudios que cuenten con información espacial (Huerta, 2005).
33
Específicamente para el Perú, y con el fin de identificar
la localización de los Bosques Andinos en el territorio
nacional, se elaboró un mapa tomando en cuenta el
estado del conocimiento sobre la información cartográfica en el tema. El área de estudio se encuentra definida por una elevación de 1000 msnm para la vertiente
occidental y 2000 msnm para la vertiente oriental, lo
que abarca una superficie aproximada de 44 millones
de hectáreas. La ubicación de los Bosques Andinos,
representados en el mapa como puntos, resulta de un
proceso de recopilación de información tanto científica
como de la literatura gris2.
Del total de Bosques Andinos cartografiados, las regiones que presentan mayor número de observaciones
se muestran en la tabla 3.53. Asimismo, cerca del 15%
34
de los bosques localizados se encuentran ubicados en
áreas naturales protegidas (Huerta, 2005).
La ubicación de los Bosques Andinos identificados en
Perú, así como la de las áreas naturales protegidas, se
visualiza en el mapa 3.1.
Al sobreponer la información sobre Bosques Andinos
identificados en Perú (Huerta, 2005) en los macrogrupos determinados para los Andes peruanos (Josse et
al., 2009), se observa una mayor abundancia de puntos
sobre la vegetación existente en los macrogrupos denominados: la puna altoandina húmeda (873); la puna
altimontana húmeda (854); el bosque subandino xerofítico de Andes del Norte (519), y el arbustal montano
xerofítico de la puna húmeda (425). Ver mapa 3.2.
Mapa 3.1. Ubicación de los Bosques Andinos con estudios identificados y su localización
con relación a las áreas naturales protegidas en Perú
Límites regionales
(primera división política)
Regiones de trabajo de
Ecobona - Perú
Bosques Andinos
Áreas Naturales Protegidas
Elaboración propia con información cartográfica de Huerta P. (2005) y base de datos espaciales de GADM (Global Administrative Areas)
http:// biogeo.berkeley.edu/gadm
35
Mapa 3.2. Ubicación de los Bosques Andinos (puntos negros) representados sobre los macrogrupos
indicados en la imagen contigua
Límite político del Perú
(primera división política)
Bosques Andinos
Límites regionales
Elaboración propia con información cartográfica facilitada por el área ambiental de la Secretaría General de la Comunidad Andina (Josse et
al., 2009); Huerta P. (2005) y base de datos espaciales de GADM (Global Administrative Areas).
36
Actividad humana
Arbustal montano estacional y xerofítico de los Andes del Norte
Arbustal montano húmedo de los Andes del Norte
Arbustal montano xerofítico de yungas
Arbustal montano xerofítico de la Puna húmeda
Arbustal subandino estacional y xerofítico de los Andes del Norte
Bosque altimontano de la Puna húmeda
Bosque altimontano y altoandino húmedo de yungas
Bosque altimontano y altoandino húmedo de los Andes del Norte
Bosque altoandino de la Puna xerofítica
Bosque altoandino de la Puna húmeda
Desierto subandino
Isla
Lagos y lagunas
Nival
Páramo estacional de los Andes del Norte
Páramo húmedo de los Andes del Norte
Puna altimontana húmeda
Puna altimontana xerofítica
Puna altoandina húmeda
Puna altoandina xerofítica
Sabana de yungas
Vegetación subnival de la Puna húmeda
Vegetación subnival de la Puna xerofítica
Cuerpo de agua
Desierto andino
Bosque montano estacional de yungas
Bosque montano estacional de los Andes del Norte
Bosque montano húmedo de yungas
Bosque montano húmedo de los Andes del Norte
Bosque montano xerofítico de yungas
Bosque subandino estacional de yungas
Bosque subandino estacional de los Andes del Norte
Bosque subandino húmedo de yungas
Bosque subandino xerofítico de los Andes del Norte
Bosque subandino xerofítico de yungas
Bosque xerofítico tumbesino
Humedal altoandino y altimontano de la Puna xerofítica
Humedal altoandino y altimontano de la Puna húmeda
Pajonal arbustivo altimontano y altoandino estacional de yungas
Pajonal arbustivo altimontano y altoandino húmedo de yungas
Información cartográfica facilitada por el área ambiental de la Secretaría General de la Comunidad Andina (Josse et al., 2009)
37
Algunas características
de los bosques de Polylepis
y el límite de la vegetación arbórea
Los bosques de Polylepis representan la vegetación natural de una gran parte de los Andes centrales a altitudes
entre 3500 y 4400 (- 5000) msnm, pero en la actualidad
se encuentran altamente fragmentados en todas partes
de su rango de distribución natural en los Andes, desde
Venezuela hasta Argentina (Toivonen y Kessler, 2006).
Las aproximadamente veintiocho especies del género
Polylepis ocupan una gran variedad de hábitats, desde el límite superior de los bosques de neblina hasta
los volcanes áridos del Altiplano. Sin embargo, durante milenios las actividades humanas en los Andes han
destruido y degradado a más del 95% del área ocupada por estos bosques, restringiéndolos a hábitats
especiales y modificando su composición florística y
faunística. Se ha calculado que, en Perú, del total de la
extensión original de los bosques de Polylepis, 98% ha
desaparecido, mientras que en los Andes orientales de
Bolivia, se ha perdido más del 99% de estos bosques
(Kessler, 2006).
38
Hoch et al. (2005) demostraron que los bosques más
elevados con presencia de Polylepis tarapacana (4 810
msnm) son particularmente ricos en brinzales de Polylepis y exhiben una distribución piramidal de clases de
altura más pronunciada, lo cual apuntaría hacia el éxito
de una regeneración regular en el límite de la vegetación
arbórea. Sin embargo, no se descarta que esto sí ocurra
a elevaciones menores (4360 - 4559 msnm) debido a la
actividad del hombre, así como de llamas y alpacas, lo
cual podría haber disminuido el número de brinzales en
zonas de menor elevación. En cuanto a la posibilidad
de las limitaciones de carbono para el crecimiento de
los árboles en el límite de la vegetación arbórea, Körner
(2003) reveló que las plantas a gran elevación operan
a una capacidad fotosintética muy alta. Si a esto se le
suma la elevada difusividad, se crea una compensación
para la reducción altitudinal de la presión parcial de
CO24. Adicionalmente se menciona que resulta más probable que, dado que la temperatura decrece a un nivel
muy bajo para la actividad meristemática5 (limitaciones
como sumidero de carbono), sea esta la razón para la
disminución del crecimiento de Polylepis tarapacana al
alcanzar el límite de la vegetación arbórea.
Los bosques de Polylepis que se constituyen en el límite de la vegetación arbórea tienen una relación estrecha
con los impactos del cambio climático. La razón por la
cual es de gran interés considerar a estos árboles límite es clara: una línea de vegetación arbórea que avance
progresivamente, o la existencia de un bosque más denso por debajo de la línea de vegetación arbórea, tienen
implicancias importantes para el ciclo del carbono global,
pues incrementan los sumideros y reservas de carbono
terrestre (Grace et al., 2002), contribuyendo a mitigar el
cambio climático. Al momento, los estudios que generan
modelos para predecir los impactos del cambio climático
en la línea de vegetación arbórea se han orientado a ecosistemas alpinos del hemisferio norte (e.g. Körner, 1998;
Kullman, 2001), pero son muy pocos los que hacen referencia a este límite superior arbóreo en la Región Andina
(e.g. Hoch et al., 2005).
En un estudio realizado por Cierjacks et al. (2007), se
analizó si los bosques remanentes de Polylepis incana y Polylepis pauta en el centro de Ecuador tendrían
el potencial de recuperarse naturalmente luego de
un cese de algunas prácticas actuales de uso de las
tierras, como la ganadería o incendios forestales. Los
resultados mostraron que ni el pastoreo ni la extracción de madera han afectado negativamente el reclutamiento de plántulas de las especies en estudio durante
los últimos cuarenta años. Por tanto se sugiere que las
quemas sean un factor relevante en los patrones de
distribución actual de las dos especies de Polylepis
por debajo del límite de la vegetación arbórea.
Notas
1
Este mapa fue elaborado con el apoyo de diversas instituciones,
tales como Nature Serve, Intercooperation, CONDESAN, COSUDE, CDC, entre otras. El sistema de clasificación de Nature Serve describe 750 ecosistemas terrestres (incluyendo humedales)
para toda América Latina y El Caribe.
2
Información cartográfica y de atributo facilitada por Patricia
Huerta, Laboratorio de Teledetección de la Facultad de Ciencias
Forestales de la Universidad Nacional Agraria La Molina para
esta publicación (junio de 2009).
3
La abundancia de puntos que representan la ubicación de los
Bosques Andinos está sujeta a la información encontrada en
la literatura, la cual dependió de los recursos disponibles para
realizar el estudio, así como de la tendencia histórica de realizar investigación en ciertas regiones más que otras. Por tanto,
la abundancia de Bosques Andinos representados en el mapa
no necesariamente corresponde a la superficie real de Bosques
Andinos en el Perú.
4
Teniendo en cuenta la altitud a la cual se encuentran las especies del género Polylepis, se considera que la presión parcial de
CO2 es cercana a la mitad de la presión al nivel del mar (Hoch et
al., 2005).
5
Responsables del crecimiento vegetal.
Por su parte, al modelar espacialmente la distribución
potencial del Polylepis, su distribución actual, y los niveles de fragmentación del hábitat remanente en los
Andes ecuatorianos (Segovia-Salcedo y Zapata-Ríos,
2006), se determinó que el hábitat de Polylepis ha sufrido una considerable destrucción debido al crecimiento
de las poblaciones humanas, al avance de la frontera
agrícola y a la construcción de carreteras. Asimismo,
se determinó que es admisible que las poblaciones de
las diferentes especies ecuatorianas de Polylepis estén
perdiendo variabilidad genética debido a la reducción
del número de individuos y al aislamiento producido
por la fragmentación de hábitats.
Bajo escenarios de cambio climático con incrementos
en la concentración de CO2 en la atmósfera, se sugiere que, para el año 2100, más de la mitad de las poblaciones de algunas especies de Polylepis en Bolivia
podrían estar fuera de sus rangos tolerables y quedar
inviables; de ahí la importancia de considerar los impactos del cambio climático al establecer planes de
conservación a largo plazo (Naoki et al., 2006).
39
40
4
La deforestación
y la degradación
en los Bosques Andinos
Las causas de la deforestación
y degradación forestal1
La estrategia considerada para el diseño e
implementación de iniciativas que busquen
reducir la deforestación y degradación de los
Bosques Andinos debe basarse en el entendimiento cabal de las causas de la deforestación y degradación forestal, así como en las
consecuencias de aplicar las alternativas de
desarrollo consideradas.
De esta manera, se ha identificado que las
fuentes de presión y presiones sobre los EFA
se podrían resumir de la siguiente manera
(adaptado de Ecobona, 2006b).
FUENTES DE PRESIÓN
PRESIONES
t 1BUSPOFTEFFYUSBDDJØOEFMPTSFDVSTPT
maderables y no maderables.
t %FHSBEBDJØOEFMPTCPTRVFTZ
deforestación sistemática por actividades
económicas diversas.
t &YQBOTJØOEFMBGSPOUFSBBHSÓDPMB
t &YQBOTJØOEFMBGSPOUFSBHBOBEFSB
t 1PMÓUJDBTQÞCMJDBTJOTVGJDJFOUFTPJOFYJTUFOUFT
t 'FOØNFOPTOBUVSBMFTWJODVMBEPTDPOFM
cambio climático.
t %ÏCJMDBQBDJEBEEFHFTUJØOQÞCMJDB
t &YDMVTJØOEFMPT&'"EFMBTQPMÓUJDBTQÞCMJDBT
Además, se ha identificado que algunas de las condiciones que incrementan la deforestación y degradación en los Bosques Andinos son:
X La poca valoración del patrimonio rural como consecuencia de la exclusión rural en la estructura social.
X La cultura “extractivista” fuertemente arraigada en
la población.
X Los bosques vistos como “obstáculos” para el desarrollo de otros sectores productivos.
X La cultura “inmediatista” que genera escasa atención
a la restauración de los EFA y a la inversión forestal.
t $POWFSTJØOEFUJFSSBTGPSFTUBMFT
t %JTNJOVDJØOEFMBDBOUJEBEEFMPTSFDVSTPT
maderables y no maderables de alto valor
cultural.
t *ODFOEJPTGPSFTUBMFT
t $POGMJDUPTEFJOUFSFTFTDPOEJGJDVMUBEEF
resolución a corto plazo.
X La poca visibilidad de la temática de los EFA en las
esferas supranacionales.
Las presiones principales que conllevan a la deforestación y degradación de los bosques son la conversión de
tierras forestales a pastizales y tierras agrícolas, la extracción de madera para leña y la fabricación de carbón. Específicamente para los bosques de Polylepis, Jameson et
al. (2007) determinaron que la madera es en su mayoría
recolectada para construcciones y como material combustible, y ocasionalmente para la fabricación de herramientas y carbón. Asimismo, las actividades de pastoreo
de ganado y las quemas asociadas también significan
una amenaza principal para los bosques de Polylepis.
41
Incluso se ha logrado determinar que la extracción no
regulada de madera para consumo familiar (ILHC, por
sus siglas en inglés: Illegal Logging for Household Consumption) en Bosques Andinos remanentes tiene como
consecuencia la disminución del número de especies,
tanto en etapas sucesionales tempranas como tardías;
lo cual indica la gran importancia de ILHC para la persistencia de las especies arbóreas en el paisaje andino.
Asimismo, se determinó que ILHC se constituye como la
causa subyacente principal de la variación de la riqueza
a lo largo de los Bosques Andinos remanentes analizados (Aubad et al., 2008). Así se demuestra la importan-
42
cia de considerar los factores sociales y económicos,
así como los disturbios antrópicos, al analizar los procesos de fragmentación de los Bosques Andinos.
Si bien actividades tradicionales como la agricultura
y la ganadería representan factores de mayor presión
sobre los Bosques Andinos, se ha demostrado que es
posible que dichas actividades se desarrollen de manera tal que se reduzca la presión que ejercen sobre
los bosques (e.g. Probona, 2006). Algunas de las actividades validadas para reducir las presiones sobre los
Bosques Andinos se describen en la tabla 4.1.
Tabla 4.1. Alternativas validadas para reducir las presiones sobre los Bosques Andinos
Rubro
Alternativas validadas
Ganadería
t $FSSBSUFNQPSBMNFOUFBMHVOBTÈSFBTEFQBTUPSFPQBSBQFSNJUJSMBSFDVQFSBDJØOEFMCPTRVF
y estudiar procesos de regeneración natural.
t 3PUBSMBTÈSFBTEFQBTUPSFPQBSBEJTNJOVJSFMJNQBDUPFOVOTPMPMVHBSZQFSNJUJSTVSFDVperación.
t %FTDPODFOUSBSMBPDVSSFODJBEFBOJNBMFTFOMBTÈSFBTEFQSPUFDDJØODPNVOBM DPNPDBCFceras de cuenca y zonas de vertiente.
t $POTUSVJSTJMPTZQSFQBSBSFOTJMBKFTQBSBMBQSPWJTJØOEFGPSSBKFEVSBOUFUPEPFMB×P
t *NQMFNFOUBSTJTUFNBTTJMWPQBTUPSJMFT
Agricultura
t .FKPSBSMBQSPEVDUJWJEBEEFMPTDVMUJWPTBHSÓDPMBTNFEJBOUFFMVTPEFBCPOPPSHÈOJDP BCPOP
verde y semillas de calidad.
t $POTUSVJSUFSSB[BTEFGPSNBDJØOMFOUB [BOKBTEFJOGJMUSBDJØOZSFIBCJMJUBSPCSBTBHSÓDPMBTQSFhispánicas.
t *NQMFNFOUBSTJTUFNBTBHSPGPSFTUBMFTRVFQFSNJUBOMBEJWFSTJGJDBDJØOEFMPTQSPEVDUPT RVF
hagan más eficiente el uso del suelo y que proporcionen especies forrajeras productivas.
t $POTUSVJSQP[PTTVCUFSSÈOFPTZTJTUFNBTEFNJDSPSSJFHP PQUJNJ[BOEPFMVTPEFMBHVBQBSB
la producción de dos cosechas al año.
Aprovechamiento
del bosque
t 3FGPSFTUBSDPOFTQFDJFTBSCØSFBTZBSCVTUJWBT EFQSFGFSFODJBOBUJWBT FOMBT[POBTEFHSBdadas.
t $POTUSVJSWJWFSPTZTJTUFNBTEFSFDPMFDDJØOEFTFNJMMBT
t *NQMFNFOUBSBDUJWJEBEFTTJMWJDVMUVSBMFT QPEBT MJNQJF[BTZFOSJRVFDJNJFOUPEFMCPTRVF
t "QJDVMUVSB NJFMEFBCFKBZQBOFMBHSBOVMPTB
t *NQMFNFOUBSDPDJOBTNFKPSBEBTBEBQUBEBTBDBEBMPDBMJEBE
t %FTBSSPMMBSBDUJWJEBEFTEFFDPUVSJTNP
Gobernabilidad
t *NQVMTBSMBDPODFSUBDJØOFJODJEFODJBFOQPMÓUJDBTBNCJFOUBMFT
t &TUBCMFDFSDPOWFOJPTDPOMBTBVUPSJEBEFTMPDBMFTZSFHJPOBMFT
t $SFBSTJOFSHJBTDPOEJGFSFOUFTJOTUJUVDJPOFTQÞCMJDBTZQSJWBEBT
t %JTF×BSZBQMJDBSOPSNBUJWBTMPDBMFTTPCSFPSEFOBNJFOUPUFSSJUPSJBMFJODFOEJPTGPSFTUBMFT
t 'PSUBMFDFSMBTDBQBDJEBEFTJOTUJUVDJPOBMFTZMPDBMFT
Adaptado de Probona, 2006 y Ecobona, 2009.
43
La degradación y fragmentación
de los Bosques Andinos
La fragmentación de los Bosques Andinos es un fenómeno cada vez más frecuente que altera la diversidad
de los organismos que los habitan. La generación de
nuevos bordes en el bosque remanente debido a este
fenómeno es uno de los factores que afecta intensamente las interacciones entre organismos (Huaranca et
al., 2006), influyendo en la provisión de los servicios y
bienes del bosque.
Mientras más fragmentado se encuentre un ecosistema,
mayor es su exposición a cambios de uso de la tierra y
presiones humanas (Armenteras et al., 2003), además
de las emisiones de CO2 asociadas con la degradación forestal producto de estas actividades. En Colom-
44
bia, los mismos autores llevaron a cabo un estudio para
evaluar la fragmentación de los Bosques Andinos y la
representatividad de las áreas naturales protegidas y
su impacto de conservación en los Andes del Este. Se
identificó que los Bosques Andinos y Subandinos estudiados, actualmente protegidos, contaban con menos
del 4,5% y 6,4% de su extensión original precolombina. Se concluyó que tanto Bosques Andinos como Subandinos y bosques secos son ecosistemas altamente
fragmentados y que existe un claro gradiente latitudinal
en los patrones de fragmentación. Como resultado del
mismo estudio, se identificó que el tamaño medio de
cada parche de bosque variaba desde 5 947 hasta
13 177 hectáreas. Es importante recalcar que el grado
de fragmentación de estos bosques dificulta el manejo
y el control sobre ellos, así como la definición de los
límites de un potencial proyecto de REDD+.
En cuanto al efecto de las quemas sobre los bosques, especialmente para el caso de los árboles maduros de Polylepis,
estos comúnmente sobreviven a las quemas de los pastos
que crecen debajo del dosel de los árboles, pero no ocurre
lo mismo en el caso de las plántulas y árboles juveniles, los
cuales mueren a causa de esta actividad. Como resultado
de las quemas frecuentes, la regeneración de los bosques
se encuentra restringida y, con el transcurso del tiempo, los
bosques desaparecen (Kessler, 2006). Adicionalmente, el
mismo autor menciona que como consecuencia de la destrucción de la gran mayoría de los bosques de Polylepis, es
difícil establecer con certeza su distribución natural potencial y los factores ecológicos que los determinan.
Para capturar la mayor variación en las reservas de
carbono forestal por tipo de bosque y de acuerdo
con la condición del bosque, Gibbs et al. (2007)
desarrollaron una matriz de estratificación generalizada, la cual podría facilitar la cuantificación de las
emisiones provenientes de las actividades causantes de degradación para diferentes tipos y condiciones de bosque. Para el caso de los Andes, resulta
deseable desarrollar una matriz que permita comparar el estado de la degradación forestal por tipo de
bosque; la cual podría tener como base el sistema
de clasificación de los sistemas ecológicos desarrollado para los Andes del Norte y Centro.
Para encontrar los factores que impactan y producen el deterioro de los Bosques Andinos, Cárdenas y Arque (2006)
utilizaron una matriz de degradación y fragilidad que emplea indicadores tales como cobertura vegetal, potencial
forrajero, fitodiversidad, extracción de leña, y distancia a
un centro poblado, información que se ve complementada
por información secundaria. Datos como este permitirían
contar con una matriz de valores que indique diferentes
niveles de degradación del bosque, lo cual sería de gran
ayuda para priorizar la planificación de estrategias de
gestión de un área forestal determinada.
Brandt y Townsend (2006) determinaron que en una
zona de los Andes bolivianos, una vez degradado el
ecosistema forestal, la regeneración de la vegetación
y del suelo se encuentra restringida por condiciones
climáticas y topográficas que puede originar paisajes
degradados con las siguientes características: (i) desertificación o la reducción a largo plazo de la cantidad de diversidad de la vegetación natural, y (ii) disturbios del ciclo hidrológico. Estas alteraciones, sean
temporales o permanentes, afectan la capacidad del
ecosistema de proveer servicios ambientales.
Matriz base propuesta para la estratificación generalizada de la degradación forestal por tipo de bosque
CONDICIÓN DEL BOSQUE
maduro
TIPO DE BOSQUE
aprovechado
secundario
(joven)
secundario
(maduro)
quemado
Bosque altimontano
y altoandino húmedo
de los Andes del Norte
Bosque altimontano
y altoandino húmedo
de yungas
Bosque altimontano
húmedo boliviano
tucumano
Adaptado de Gibbs et al. (2007).
Notas
1
La OSACT, en su decimotercera sesión (tema de agenda N° 5), recomendó a la COP identificar causas
de la deforestación y degradación forestal que resulten en emisiones (FCCC/SBSTA/2009/L.19/Add.1).
45
46
5
Las áreas naturales protegidas
y los Bosques Andinos
Actualmente existe una serie de iniciativas de REDD+,
la mayoría en fase de formulación y diseño, en áreas
naturales protegidas en la Región Andina. Considerando que existe evidencia que sugiere que las áreas naturales protegidas son una herramienta efectiva para la
reducción de la deforestación y degradación forestal al
interior de sus límites (e.g. Coad et al., 2008), y teniendo
en cuenta sus objetivos de conservación, estas áreas
podrían, potencialmente, resultar atractivas para la implementación de iniciativas de REDD+ siempre y cuando
se cumpla con los criterios de adicionalidad planteados
en el esquema, así como con el planteamiento de un
sistema de monitoreo que considere el desplazamiento
de actividades fuera de los límites del proyecto.
El mapa de sistemas ecológicos cumple un rol importante
en la evaluación de la representatividad de los diversos
sistemas ecológicos identificados para la Región Andina, y en la manera en que estos se encuentran representados en las áreas naturales protegidas existentes.
De acuerdo con el objetivo de conservación propuesto en la Estrategia Mundial para la Conservación, cada
ecosistema debería tener una meta mínima de protección del 10% de su distribución actual (UICN, 1980).
Según el mapa de sistemas ecológicos de los Andes
del Norte y Centro, 54 sistemas ecológicos tienen una
representatividad igual o mayor al 10%, y 37 sistemas
con una superficie de protección igual o mayor al 20%
de su superficie. Por otro lado, el 59% de los sistemas
ecológicos no cumplen con el criterio mínimo del 10%
establecido (Josse et al., 2009).
47
Muchas de estas áreas naturales protegidas son consideradas reservas de carbono forestal de gran significación, y podrían contar con el potencial para ser incluidas como áreas elegibles bajo la estructura actual
en proceso de construcción para proyectos de REDD+.
Resulta importante tomar en cuenta que, para ser considerada como un área elegible bajo la estructura actual
de REDD+, esta debe estar bajo amenaza real de deforestación y degradación forestal, y no solo bajo amenaza potencial. Esto excluye ciertas áreas protegidas de
ser elegibles bajo esquemas de REDD+, limitándolas a
considerar únicamente sus zonas de amortiguamiento
como áreas de real amenaza de deforestación y degradación forestal. El hecho de considerar a las áreas naturales protegidas dentro de un potencial esquema de
REDD+ resulta un tema controversial, pues se tendría
que analizar la gestión en las áreas protegidas, así como
48
la capacidad de los administradores (sea el gobierno
mediante una entidad responsable o los administradores privados del área) para manejarla eficazmente.
Por su parte, el Programa de Trabajo en Análisis de
Vacíos en Áreas Protegidas del Convenio sobre la Diversidad Biológica (PoWPA, por sus siglas en inglés)
podría proporcionar herramientas sólidas para el mapeo de acciones relacionadas con REDD+ en varios de
los países participantes del Forest Carbon Partnership
Facility o del Programa REDD+ de las Naciones Unidas. A través del análisis nacional de vacíos, algunos
países han podido identificar sitios de alta prioridad
para expandir o mejorar el sistema de áreas protegidas. El análisis de la selección de sitios de alta prioridad podría examinar aquellas áreas más aptas para
ser consideradas dentro de un potencial mecanismo
de REDD+ y por lo tanto asegurar reservas valiosas de
X Las estrategias deben ser regionalmente apropiadas.
carbono, maximizando los co-beneficios derivados de
X Se deben utilizar las tasas brutas de deforestación.
una satisfactoria implementación de proyectos REDD+
(Secretaría de la CDB, 2008).
X Se requiere incluir la degradación.
X Es necesario considerar los efectos de las fugas.
De otro lado, con el fin de identificar las sinergias entre
la Convención de Diversidad Biológica y la CMNUCC,
específicamente en la temática de REDD+, el último reporte del Grupo Técnico de Expertos de la Secretaría
de la Convención de Diversidad Biológica en Biodiver-
X Debe haber una perspectiva integrada entre acciones de mitigación y adaptación.
X Es preciso tener en cuenta las preocupaciones de
los pueblos indígenas.
sidad y Cambio Climático (2009) presenta recomenda-
X Debe considerarse la inclusión de otras activida-
ciones con relación al tema, las cuales se resumen de
des productivas y de subsistencia (e.g. actividades
la siguiente manera:
agropecuarias).
49
50
6
Elementos clave para
el diseño de un proyecto REDD+
en los Bosques Andinos
Definición de bosque
y degradación
Bajo el Protocolo de Kioto, el Acuerdo de Marrakesh
(COP-7 de la CMNUCC1) determinó que los países
miembros deberían adoptar una definición nacional de
bosque en función de tres parámetros: cobertura de la
copa, altura de los árboles y extensión. Así, la decisión
11/CP7 (uso de la tierra, cambio de uso de la tierra y
silvicultura) aprueba los principios, definiciones, modalidades y procedimientos para las distintas actividades
con relación a este tema. Es en este documento donde se establece la definición de bosque que cada país
debe adoptar y establecer como oficial: superficie mínima de tierras de entre 0,05 y 1 ha, con una cubierta
de copas que excede del 10% al 30%, y con árboles
que pueden alcanzar una altura mínima de entre 2 y
5 m a su madurez in situ. Posteriormente, en la COP92 de la CMNUCC se aprobó que las modalidades y
procedimientos para las actividades de proyectos de
reforestación y forestación bajo el mecanismo de desarrollo limpio (MDL), en el primer periodo de compromiso del Protocolo de Kioto, aplicaran las definiciones
de bosque (así como las de reforestación y forestación)
establecidas en la decisión 11/CP7.
Todos los países de la Subregión Andina cuentan con
una definición nacional de bosque aprobada por la CMNUCC en el marco del MDL (actividades de forestación
y reforestación). Los cuatro países de la subregión que
han adoptado una definición de bosque establecieron
30% como cobertura mínima de copas, con árboles de
una altura mínima de 5 m (excepto Bolivia) y un área
mínima de tierras de 0,5 (Perú y Bolivia) y de 1 ha (Colombia y Ecuador). La tabla 6.1 resume las definiciones
de bosque adoptadas por cada país3:
Tabla 6.1. Definición de bosque adoptada por cada
país de la Subregión Andina
País
Cobertura (%) Área (ha) Altura (m)
Colombia
30
1
5
Perú
30
0,5
5
Ecuador
30
1
5
Bolivia
30
0,5
4
Fuente: unfccc.int (2009)
Las definiciones de bosque propuestas por cada país,
y aprobadas por la CMNUCC, fueron inicialmente adoptadas con la finalidad de ser utilizadas en el marco de
proyectos de uso de la tierra, cambio de uso de la tierra
y silvicultura bajo el Protocolo de Kioto durante el primer periodo de compromiso (2008-2012), considerando
únicamente las actividades de proyecto de forestación
y reforestación. Debido a que los proyectos que involucran actividades de reducción de emisiones por deforestación y degradación forestal no fueron considerados
actividades elegibles para el primer periodo de compromiso, no cuentan aún con una definición clara de lo que
involucraría el término “bosque”.
51
La definición de bosque actualmente aprobada no
necesariamente aplicaría a proyectos de REDD+;
las discusiones sobre las definiciones aún están en
marcha. Sin embargo, los proyectos REDD+ a escala subnacional que actualmente se vienen diseñando
e implementando en los países miembros de la CMNUCC, bajo esquemas de mercado voluntario, utilizan la definición nacional de bosque aprobada para
proyectos con actividades de forestación y reforestación bajo el MDL (e.g. Proyecto Juma, Brasil4).
Para definir “bosque” en los proyectos de REDD+
formulados, algunas metodologías (e.g. actividades
de proyecto que reducen emisiones de deforestación
en tierras degradadas, desarrolladas por Terra Global Capital LLC) permiten remitirse a la definición de
FAO: “Bosque incluye bosques naturales y plantaciones; es usado para referirse a tierras con una cobertura de dosel de más del 10% y un área de más de
52
0,5 ha. Los bosques son determinados tanto por la
presencia de árboles como por la ausencia de otros
usos predominantes de la tierra. Los árboles deben
ser capaces de alcanzar una altura mínima de cinco
metros”.
Considerando que los países de la Región Andina se
caracterizan por presentar una alta variedad de sistemas ecológicos (Josse et al., 2009), muchos de ellos
con un alto potencial como reservorios de carbono,
resulta crucial definir aquellos ecosistemas forestales
que podrían ser incluidos bajo un potencial esquema
de REDD+ posterior al primer periodo de compromiso del Protocolo de Kioto, y que no necesariamente
cumplen con la definición actual de bosque adoptada
por cada país y aprobada por la CMNUCC. Tanto los
Bosques Andinos como los páramos podrían contribuir con la mitigación del cambio climático (Fehse et
al., 2002; Hofstede y Aguirre, 1999).
Por ejemplo, se ha determinado que el pajonal del
páramo contiene como máximo 20 tC/ha, pero si se
considera el carbono almacenado en los suelos del
ecosistema páramo, los cuales se estima almacenan
hasta 1700 tC/ha, este podría ser considerado como
un gran reservorio de carbono (Hofstede, 1999). Asimismo, resulta importante considerar a los bosques
secos tropicales como potenciales reservas de carbono, teniendo en cuenta su inclusión en un potencial
esquema de REDD+, pero actualmente algunas zonas podrían ser excluidas por la definición de bosque
adoptada.
Resulta importante considerar que desde ya se hace
mención a “deforestación” en REDD+, lo cual descalifica a algunos de los ecosistemas de antemano
(como podría ser el caso de los páramos). Por esta
razón resulta imprescindible definir el término “degradación”, y la posibilidad de considerar una definición
ampliada a “degradación de ecosistemas o de paisaje” y la pérdida de servicios ambientales asociada.
Por lo tanto, resulta importante definir qué se entiende por degradación en el contexto andino y qué experiencias en identificar sus causas y consecuencias
existen en la subregión.
Mientras que en los bosques amazónicos la degradación forestal puede identificarse espacialmente a través de patrones relativamente homogéneos visibles
mediante las herramientas del sensoramiento remoto
(e.g. creación de viales para la extracción de madera aprovechada), la degradación forestal en el contexto andino y particularmente en zonas densamente
pobladas, ocurre básicamente por la recolección de
leña con fines domésticos o comerciales (e.g. Dowmenge et al., 1995; Wunder, 1996), mientras que los
fuegos ocasionados por causas antrópicas también
son de gran importancia a lo largo de los bordes de
los bosques remanentes. Además de la dificultad de
cuantificar y calificar la degradación en Bosques Andinos, se ha reportado (O’Dea y Whittaker, 2007) que
los hábitats forestales amenazados de los Andes tropicales están siendo modificados y destruidos 30%
más rápido que sus contrapartes tropicales de tierras bajas.
Actualmente los esfuerzos para la identificación y medición de la degradación en los ecosistemas andinos
(principalmente mediante técnicas de sensoramiento
remoto) se han basado en medir los cambios de bosque a escenarios no boscosos, pero no en definir una
gradiente de degradación ni sus causas asociadas.
53
En los Andes bolivianos, Brandt y Townsend (2006)
analizaron la degradación forestal utilizando una técnica de análisis de sensoramiento remoto conocida como
“análisis de mezcla espectral”, lo que permite la cuantificación de los componentes del paisaje a una escala
de sub-píxel5. Existen algunas otras metodologías automatizadas que permiten identificar zonas forestales
degradadas, tales como el sistema CLAS y ClasLite (el
Instituto Carnegie para la Ciencia6), desarrollado por
el laboratorio Asner, que permite, entre otras cosas,
enmascarar nubes, agua y deforestación y reconocer
algoritmos para el mapeo de disturbios del bosque
(degradación). Si bien esta técnica se ha aplicado a
ecosistemas forestales amazónicos (e.g. Oliveira et al.,
2007), aún existen ciertos retos para que pueda ser
aplicada eficazmente en paisajes andinos, sobre todo
en cuanto a los aspectos analíticos e interpretación de
resultados en función de las causas de degradación
características de cada zona en particular.
54
Tenencia de las tierras
y del carbono
El reconocimiento legal de la propiedad de las tierras y
del derecho al aprovechamiento del carbono es clave
para asegurar la distribución de los beneficios potenciales y responsabilidades adquiridas al implementarse los
proyectos REDD+. La definición de los derechos sobre
las tierras minimiza la indiferencia en su manejo y aprovechamiento. Antes de iniciar el diseño de algún proyecto
en relación con la gestión de los bosques es imperativo
conocer el estado de la tenencia de dichas tierras y de los
servicios ambientales asociados, estableciendo acuerdos
anticipados sobre la pertenencia de los beneficios generados por la implementación de un proyecto de REDD+.
El mantenimiento de los bosques en pie tiene un impacto directo en la capacidad de los bosques para
proveer servicios ecosistémicos (e.g. regulación hídrica, conservación de la diversidad biológica, entre
otros). Si los beneficiarios directos de estos servicios
tienen la titularidad o tienen acceso seguro al bosque
y a los servicios del ecosistema, podrían ser los mejores aliados para la conservación de los bosques y la
reducción de las emisiones por deforestación y degradación. Algunos conflictos potenciales entre diferentes
actores debido a los variados intereses para el uso de
los bosques tendrán que ser considerados al discutir
sobre cualquier mecanismo de gobernanza de los recursos del bosque que contribuyan a hacer frente al
cambio climático (Robledo et al., 2008).
El primer paso necesario para asegurar que no se generarán conflictos durante la implementación de un
proyecto REDD+ es el establecimiento de acuerdos
entre las comunidades participantes, los propietarios
de las tierras, los desarrolladores del proyecto y los
actores gubernamentales a distinto nivel. Estos acuerdos legales son particularmente importantes cuando
las comunidades involucradas no son propietarias de
las tierras forestales. Los desarrolladores del proyecto
pueden asistir a las comunidades locales en asegurar
la tenencia de la tierra y de los servicios ambientales
asociados durante la vida del proyecto de diferentes
maneras (Terra Global Capital, 2009):
X Desarrollando acuerdos comunales forestales legalmente vinculantes. Si bien se deben establecer estos
acuerdos, es indispensable determinar quiénes son
los actores que cuentan con el derecho de llevarlos
a cabo, ya que involucran aspectos de representatividad que pueden ser de difícil consenso, especialmente en comunidades campesinas e indígenas.
X Comprando o asegurando a largo plazo servidumbres de conservación.
X Revisando la legislación relacionada con la ordenación territorial para evitar la generación de conflictos territoriales.
En el caso de la Región Andina, es común encontrar tierras de propiedad comunal y mancomunal. En dichas
tierras no hay derecho adquirido sobre los bienes comunales: solo existe el derecho de uso de los recursos, de
manera que los bosques que se encuentren dentro de terrenos de una comunidad deben ser considerados como
tal, y será la comunidad quien tome las decisiones para
las actividades a desarrollarse en ellos (Julca, 2005).
Estos aspectos de tenencia debieran estar clarificados
en la normatividad nacional especial sobre el tema. Sin
embargo, en los países de la Subregión Andina hay
algunos vacíos que no permiten definir los aspectos de
tenencia. Se necesita aclarar7:
X El ordenamiento del territorio forestal (catastro).
X La titularidad reconocida sobre el derecho de aprovechamiento de los servicios ambientales.
X El tipo de incentivos, sin que constituyan amenazas
desde el marco normativo de sectores productivos.
55
56
Adicionalmente, los proyectos REDD+ debieran ser diseñados de tal manera que se garanticen los siguientes aspectos respecto de la tenencia de las tierras
(CCBA, 2008):
X Que el proyecto no invada la propiedad privada, la
propiedad comunal ni la propiedad pública.
X Que el proyecto no requiera una reubicación de la
población, o en todo caso, que la reubicación sea
100% voluntaria y que realmente ayude a resolver
los problemas de tenencia de las tierras en el área.
X Que se contemple una potencial inmigración de
personas provenientes de zonas aledañas, así
como las estrategias en que esta será manejada.
X Que se asegure la aprobación de la tenencia de tierras por parte de las autoridades correspondientes.
Áreas elegibles y adicionalidad
Las actividades de REDD+ solo podrían implementarse en aquellas áreas (de bosques) que se encuentren
amenazadas por la deforestación y la degradación.
Para determinar si un área es elegible o no para la
implementación de un proyecto de REDD+, y considerando el avance en las discusiones a la fecha, es
necesario primero poder dar respuesta a interrogantes
como estas: ¿Se ha realizado algún estudio de amenazas en la zona de interés? ¿Se conoce qué zonas son
potencialmente más amenazadas a ser deforestadas
y degradadas? ¿Las amenazas identificadas han sido
categorizadas considerando algún criterio de priorización en particular? ¿Se han identificado indicadores
de amenaza a la deforestación y degradación? ¿Existe
algún mecanismo de monitoreo de la deforestación y
degradación forestal a partir de los indicadores antes
identificados? ¿Se conocen los impactos del cambio
climático sobre los bosques en el área del proyecto?
En este sentido, Harris et al. (2008) desarrollaron un
método para crear mapas de amenazas de deforestación y lograr estimaciones de reducciones potenciales
de GEI en áreas protegidas. Los resultados de este
estudio permiten conocer la extensión de bosque que
potencialmente podría perderse, así como las toneladas de CO2 que serían emitidas provenientes de áreas
protegidas si las tasas históricas de deforestación se
mantuvieran constantes. Resulta de gran interés contar
con la capacidad para ilustrar un enfoque que identifique áreas clave que serían importantes de conservar
pensando en maximizar los beneficios de carbono (cobeneficios) producto de la implementación de actividades de REDD+ en la Región Andina.
En cuanto a las áreas elegibles para la implementación
de proyectos REDD+ en la Subregión Andina, resulta interesante determinar qué ecosistemas son más
vulnerables y se encuentran más amenazados, y según ello, realizar un ejercicio de priorización territorial.
En este sentido, Cuesta y Peralvo (2009)8 generaron,
para la Subregión Andina, tres mapas de síntesis que
pretenden identificar geográficamente las áreas prioritarias por su estado de conservación, su grado de
amenaza y su vulnerabilidad potencial a los efectos
del cambio climático. El estudio muestra tres comparaciones: (i) remanencia vs. presión, (ii) áreas de potencial pérdida de Bosques Andinos en escenarios de
cambio climático, vs. áreas protegidas y (iii) áreas predichas en ganar áreas de Bosques Andinos por efectos del cambio climático pero que tienen un alto grado
de presión antrópica. Este enfoque es interesante para
identificar aquellas áreas forestales que son más vulnerables, no solo a la presión antrópica, sino también
a los impactos del cambio climático, y a partir de ello,
dirigir las urgencias de conservación.
Resulta necesario contar con mecanismos de cuantificación de carbono con el fin de comprobar que las
emisiones provenientes de actividades que favorezcan la deforestación y degradación forestal fueron
reducidas mediante la implementación de estrategias efectivas. En el marco del MDL (proyectos de
reforestación y forestación) se desarrollaron ciertas
herramientas que facilitaron la demostración de la
adicionalidad de los proyectos; es decir, que las reducciones o remociones de GEI sean adicionales a lo
que hubiese ocurrido en la ausencia de la actividad
del proyecto (PK Art.12.5c). Si bien la adicionalidad
es un concepto que se originó para proyectos de F/R
bajo el MDL, también se considera fundamental para
el diseño de proyectos de REDD+, pues es clave demostrar que la acción contribuye con la mitigación
real del cambio climático.
Para demostrar que un proyecto de REDD+ es adicional, se pueden llevar a cabo ciertos análisis económicos financieros y análisis de barreras9. Para el caso del
análisis de inversión, se debe determinar si es que el
proyecto propuesto, sin los ingresos provenientes de la
venta de los créditos de carbono, es económica o financieramente menos atractivo que al menos uno de los
usos alternativos de la tierra previamente identificados.
Este análisis de inversión puede realizarse junto con los
análisis de barreras, ya sean estas tecnológicas, institucionales, con aspectos sociales, relacionadas con la
tenencia de tierras, entre otras.
57
58
Considerando las características de superficie de los Bosques Andinos, y los análisis de rentabilidad necesarios que
se asociarían a estas características de extensión forestal,
se podría optar por determinar si es que las actividades del
proyecto propuesto afrontan barreras que: (i) impiden la implementación de las acciones propuestas, o (ii) no impiden
la implementación de por lo menos uno de los escenarios
alternativos de uso de las tierras.
Las acciones propuestas que se impedirían en el primer
caso son, entre otras:
t3FGPS[BSMBOPSNBUJWJEBEMPDBMSFHJPOBMOBDJPOBM
t1FSNJUJSFMBDDFTPBMPTNBUFSJBMFTZFRVJQPTOFDFTBSJPT
para la implementación de las actividades del proyecto
(e.g. establecimiento de viveros, acceso a plantones y recolección de semillas de especies nativas, entre otras).
t6UJMJ[BSFMDPOPDJNJFOUPBODFTUSBMBOEJOP
t&WJUBSMBPDVSSFODJBEFJODFOEJPTGPSFTUBMFTPDBTJPOBEPT
por actividades antrópicas.
t*ODSFNFOUBSMBFmDJFODJBEFMPTSFDVSTPTBQSPWFDIBEPT
(e.g. madera utilizada para leña).
t3FTUSJOHJSFMJODSFNFOUPQPCMBDJPOBMZQSFTJØOEFNPHSÈfica sobre los bosques remanentes.
t*ODSFNFOUBSMBNBOPEFPCSBDBMJmDBEB
t1SPNPWFSMBPSHBOJ[BDJØOEFMBTDPNVOJEBEFTZPSHBOJzaciones campesinas.
t'PSNBMJ[BSMBUFOFODJBEFUJFSSBTZBDMBSBSMPTEFSFDIPT
de aprovechamiento de los servicios ecosistémicos.
Además de estas pruebas, es necesario realizar un análisis
de práctica común para, de esta manera, poder evaluar
qué otras actividades similares (restauración / forestación /
reforestación / conservación, entre otras) se han implementado previamente o están implementándose. En caso que
se identifiquen otras actividades similares a la propuesta,
se debe evaluar las distinciones que existen entre ellas y
las circunstancias en las cuales un proyecto en particular
es propuesto. Además, es necesario explicar las razones
por las cuales la implementación de las actividades similares anteriores no tuvo barreras y cómo así es que el proyecto propuesto no representa el escenario de línea base. Para
el caso de los Bosques Andinos, este análisis de práctica
común debería tener en consideración que durante las últimas décadas se ha venido llevando a cabo una serie de
iniciativas que involucran actividades no solo de forestación y reforestación, sino también de restauración de Bosques Andinos degradados; lo cual implica que el análisis
de práctica común debería demostrar las diferencias o similitudes existentes entre estas iniciativas y la propuesta de
REDD+ en particular.
59
Involucramiento local, distribución
equitativa de los beneficios
y responsabilidades e incentivos para
reducir la deforestación
y degradación forestal
Para que el mecanismo REDD+ pueda implementarse, es necesario identificar y validar los incentivos
que sean requeridos para asegurar la sostenibilidad
de las acciones. Estos incentivos o medidas diseñadas para asegurar los compromisos adoptados por la
población local deben estar orientados a asegurar el
mantenimiento de los servicios ambientales y a mejorar la calidad de vida de estos y sus oportunidades
económicas. El éxito de los incentivos basados en el
desempeño para REDD+ dependerá de la capacidad
del gobierno para identificar los beneficiarios apropiados y la distribución de los pagos de una manera
transparente y contable (Davis et al., 2009).
Los incentivos pueden ser tanto positivos como negativos
(o desincentivos), es decir, pueden ser medidas diseñadas para fomentar actividades favorables, o para desalentar actividades dañinas. En el contexto de REDD+,
los incentivos positivos son diseñados para incrementar
60
la rentabilidad de mantener o manejar sosteniblemente los bosques, mientras que los incentivos negativos
hacen de la conversión de las tierras un asunto menos
rentable mediante impuestos o penalidades. Los incentivos no necesariamente involucran pagos económicos:
también pueden consistir en beneficios no monetarios,
tales como capacitación, desarrollo de infraestructura,
clarificación en la tenencia de las tierras, desarrollo del
mercado, entre otros10. Los sistemas de incentivos deben ser diseñados para cada localidad en particular y
basarse en la estructura de gobernanza local; asimismo,
deben estar orientados a causas particulares de la deforestación y degradación.
Para el caso de la Región Andina11, en donde las áreas
boscosas pueden ser de propiedad comunal, individual o del Estado (en el caso de las áreas naturales
protegidas nacionales), el sistema de incentivos deberá considerar un enfoque individual o colectivo, lo
que dependerá del número y características de los
usuarios de las tierras. Agrupaciones tales como las
comunidades o mancomunidades podrían favorecer la
implementación de los esquemas de incentivos colectivos. En caso que el enfoque del sistema de incentivos
a adoptar sea colectivo, resultaría importante considerar los aspectos que se presentan a continuación.
Aspectos a considerar para la implementación
del sistema de incentivos a nivel colectivo
t &ODBTP de consecución de incentivo basado en resultados,
será necesario establecer un mecanismo de control interno
para evaluar el grado de cumplimiento individual y el nivel de
participación.
t El sistema de incentivos podría contar con algún mecanismo interno de penalidad en caso de incumplimiento de los
acuerdos establecidos relacionados con la reducción de la
deforestación y degradación forestal.
t Diseñar un sistema transparente de redistribución equitativa
de los incentivos (sea esta monetaria o no monetaria) al interior de la agrupación.
t Será necesario establecer un mecanismo de reporte del
grado de satisfacción/insatisfacción del funcionamiento del
sistema de incentivos, y este debiera ser lo suficientemente
flexible como para permitir modificaciones según los resultados de la etapa inicial de implementación.
t Será necesario considerar las diferentes condiciones económicas y sociales existentes al interior de la comunidad
o agrupación participante (incluyendo diferencias según el
grado de vulnerabilidad al cambio climático al interior de
cada agrupación social).
t En caso que la consumación de los incentivos requiera incurrir en costos de transacción, estos se verían reducidos al
tratarse de una comunidad organizada.
Tabla 6.2. Ejemplos de incentivos indirectos o no
monetarios a escala local para el caso de la Región Andina
Acción que favorece
la deforestación y
degradación forestal
Ejemplo de incentivo
no monetario
t &YUSBDDJØOEFNBEFSB
como leña y para fabricación de carbón
t &OTF×BO[B FO MB GBCSJDBDJØO
implementación y uso de las
cocinas mejoradas; apoyo en la
adquisición de materiales para
su fabricación.
t 2VFNBTOPDPOUSPladas que podrían
desencadenarse en
incendios forestales
t (FOFSBDJØO EF DBQBDJEBEFT
en la prevención y extinción de
fuegos; formación de brigadas
contra incendios y capacitación; equipamiento de las brigadas contra incendios.
t $POWFSTJØO EF UJFSSBT
forestales a pastizales
o parcelas agrícolas
t %JWFSTJGJDBDJØO EF BDUJWJEBEFT
que generan ingresos económicos para la población local,
tales como el ecoturismo en
áreas delimitadas o el aprovechamiento de productos no maderables con condiciones mejoradas de acceso al mercado.
61
De otro lado, considerando la similitud relativa de los
países de la Subregión Andina en cuanto a las condiciones rurales para la implementación de iniciativas de
REDD+, resultaría útil generar sinergias para identificar
y validar los incentivos necesarios para el funcionamiento del mecanismo, partiendo del común denominador
de transparencia en los procesos y de involucramiento
de los actores locales. Si bien cada país decidirá sobre
la estrategia a adoptar e implementar, existe una serie
de principios de buena gobernabilidad que debieran
considerarse, tales como:
X Consentimiento libre e informado de los participantes.
X Transparencia de las reglas, procedimientos de
toma de decisión y de la distribución de los beneficios económicos generados.
X Asegurar el reconocimiento por los derechos de uso
de las tierras antes, durante y después de la implementación del proyecto.
La implementación de un potencial mecanismo de
REDD+ no solo deberá considerar los beneficios a generarse, sino también determinar las responsabilidades y compromisos que requieren ser cumplidas por
los actores involucrados en los proyectos. El funciona-
62
miento de REDD+ demanda el cumplimiento de responsabilidades compartidas asumidas desde la fase
de diseño de los proyectos.
¿Qué es necesario para asegurar que las poblaciones
dependientes de los bosques participen como beneficiarios en el mecanismo de compensación? Robledo et
al. (2008) identifican al menos cinco requerimientos:
X Reconocimiento de las actividades forestales para
la adaptación y mitigación del cambio climático.
X Reconocimiento del rol clave de las comunidades
dependientes de los bosques en la ejecución de dichas actividades.
X Entendimiento de las nuevas oportunidades de negocio y el rol de las poblaciones dependientes de
los bosques en tomar dichas oportunidades.
X Existencia de un marco legal que refleje lo contemplado anteriormente.
X Creación y aplicación de mecanismos de mercado
que faciliten la participación de todos los usuarios
del bosque en los negocios orientados a la adaptación y mitigación del cambio climático.
Tabla 6.3. Momentos clave para monitorear los aspectos relacionados con los beneficios
y las responsabilidades y los compromisos
Beneficios
Responsabilidades y compromisos
t &OTVSFDFQDJØO
t $POMBTBDUJWJEBEFTEFMQSPZFDUP
t &OTVEJTUSJCVDJØO
t $POMBTPSHBOJ[BDJPOFTEFMQSPZFDUP
t &OTVVUJMJ[BDJØO
t $POMBTBVUPSJEBEFTMPDBMFT
t &O MB EJTUSJCVDJØO DPNQBSUJEB EF SFTQPOTBCJMJEBEFT DPO MPT EFNÈT NJFNCSPT EF MB
comunidad o agrupación poblacional).
t &O FM DVNQMJNJFOUP QSPHSFTJWP EF MBT BDUJWJEBEFT EF SFEVDDJØO EF MB EFGPSFTUBDJØO Z
degradación forestal (en la implementación de acciones alternativas acordes con el
manejo forestal y el mantenimiento de la cobertura vegetal y las reservas de carbono).
63
Permanencia y fugas
A pesar del gran potencial que puedan tener los proyectos REDD+ para generar beneficios sociales, ambientales y económicos a las poblaciones locales,
dependientes de los bosques, estos pueden resultar
difíciles de diseñar, implementar y monitorear debido
principalmente a los asuntos técnicos del proyecto, tales como asegurar la permanencia del carbono a lo
largo del proyecto y que este no sea fuente de fugas.
Afortunadamente durante los últimos años se han venido definiendo soluciones para lidiar con estos temas,
los cuales se encuentran en un proceso constante de
actualización y mejoramiento.
La permanencia, definida como la longevidad de los
sumideros de carbono y la estabilidad de las reservas,
dadas las condiciones de manejo y disturbio en que se
encuentre, es una de las características de los proyectos forestales de mitigación del cambio climático más
difíciles de explicar y entender. ¿Cómo asegurar que el
carbono contenido en los bosques que se encuentran
dentro del área de un proyecto REDD+ sea mantenido?
Esto depende de varios factores, tales como: capacidad de manejo, capacidad técnica y de protección;
en el caso de proyectos potenciales en zonas de EFA,
esta última estaría sujeta al riesgo de ocurrencia de
incendios forestales y las acciones preventivas existentes (e.g. plan de manejo de incendios forestales,
sistemas de alerta temprana, entre otros). Otros temas
claves para asegurar la permanencia es el hecho de
64
contar con una tenencia de tierras segura, así como la
definición de las actividades que serán compensadas
y mecanismos efectivos de participación.
Actualmente se encuentran disponibles herramientas
para realizar análisis de riesgos y determinar la posible
no-permanencia del carbono en proyectos REDD+. La
herramienta desarrollada por el VCS (2008) identifica
factores que deben tenerse en cuenta al momento de
realizar el análisis de los riesgos. Sobre la base de este
análisis se puede estimar qué porcentaje del total de
créditos de carbono calculado para el proyecto podría
ser colocado en una “cuenta de amortiguamiento”, de la
cual se descontarían los créditos necesarios ante cualquier eventualidad de pérdida de carbono durante el
proyecto. A pesar de contar con una matriz que permite
guiar el análisis de riesgos, es necesario desarrollar factores de riesgo más acordes con las capacidades de
medición y monitoreo, y con los patrones de deforestación y degradación forestal en la Región Andina.
Las fugas -es decir, el desplazamiento de las emisiones de carbono como producto de la implementación
del proyecto de REDD+ a un área fuera de los límites
del proyecto- podrían significar amenazas reales para
las estrategias de conservación de la biodiversidad
actualmente vigentes. En los EFA, estas fugas podrían
ser generadas, principalmente, por: la extracción de
madera para leña, construcción, fabricación de herramientas y fabricación de carbón; las actividades de
pastoreo de ganado de manera extensiva; la agricultura y el reasentamiento poblacional.
combinan actividades de conservación, restauración
y reforestación, incluyendo además acciones de zonificación territorial del área del proyecto para realizar
las actividades agropecuarias de manera más intensiva. El fortalecimiento de las capacidades locales, así
como acciones de educación y sensibilización, son
fundamentales para el logro de este enfoque de manejo paisajista.
Notas
1 CMNUCC (2001). COP-7 - The Marrakech Accords (Secretaria
de la CMNUCC) disponible en: http://www.unfccc.int
2 CMNUCC (2003). COP-9. Decisión 19/CP9 disponible en: http://
www.unfccc.int
3 Esta información toma como referencia la definición de bosques
para las actividades de F/R bajo el MDL que los países de la
región han adoptado.
4 El PDD del proyecto Juma menciona que no se considera como
áreas forestales dentro del área del proyecto, aquellas áreas
naturales en las cuales la vegetación no alcanza la definición
brasileña de bosque, es decir, cobertura de copas del 30%,
extensión de 1 ha y altura mínima de los árboles de 5 m.
El diseño de proyectos de REDD+ que contemplen un
enfoque de múltiples beneficios podría generar menores riesgos al asegurar la permanencia y minimizar las
fugas. De otro modo, los proyectos orientados únicamente a generar beneficios derivados del carbono podrían tender a incrementar la ocurrencia de fugas. Los
proyectos que proporcionan múltiples beneficios (con
potencial de implementación en zonas Andinas), podrían reducir los riesgos de varias maneras12:
5 El píxel es la unidad básica de una imagen raster (e.g. imagen
satelital). Existe mayor información disponible sobre el análisis
y clasificación de imágenes a escala de píxel, pero no a escala
de sub-píxel. Esto permite cuantificar la proporción de materiales de cobertura de los suelos en cada uno de los píxeles, y
evaluar los cambios en las condiciones del paisaje.
X Al generar medios de vida sostenibles e incorporar
sistemas agroforestales para cubrir las necesidades e.g. agriculturales, maderables y energéticas,
se puede minimizar el riesgo de fugas y de no-permanencia debido a que es menos probable que la
población local desempeñe actividades que reduzcan el abastecimiento de recursos fuera del sitio.
8 Estudio desarrollado como consultoría para ECOBONA / Intercooperation. Cuesta, F.; Peralvo, M. 2009. “Los Bosques Andinos de los Andes Tropicales: Una evaluación regional de su
estado de conservación y de su vulnerabilidad a los efectos
del cambio climático”. CONDESAN. Unidad de biodiversidad y
geografía aplicada.
X El carbono proveniente de los proyectos que restauran o protegen los ecosistemas biodiversos es menos susceptible a pérdidas, debido a que la riqueza
de especies incrementa la resiliencia a las amenazas
naturales, como los incendios forestales. En ámbitos
como los EFA, esto se ve afectado por el grado de
fragmentación del bosque.
6 Ver: http://claslite.ciw.edu/ y http://asnerlab.stanford.edu
7 Basado en la presentación de Milagros Sandoval, Sociedad Peruana de Derecho Ambiental, realizada en el marco del II Curso
Introductorio a REDD+, organizado por el Ministerio del Ambiente del Perú (agosto de 2009).
9 Ver: http://cdm.unfccc.int/methodologies/ARmethodologies/
tools/ar-am-tool-01-v2.pdf
10 Intercooperation. 2007. Proyecto REDD+-FORECA: Esquema
de incentivos para REDD+.
11 Específicamente para el caso peruano, pero aplicable a los
demás países de la subregión según sea el caso.
12 Adaptado del VCS Guidance for AFOLU projects (2008).
X Los proyectos que proveen de beneficios sociales y
ambientales tangibles son más propensos a ser aceptados por las comunidades y autoridades locales.
Los proyectos de REDD+ que adoptan un enfoque de
paisaje son los que mejor se podrían adecuar a realidades andinas, donde en un mismo escenario se
65
7
Consideraciones metodológicas clave
para la formulación de proyectos
REDD+ con enfoque andino
En las siguientes tablas se detallan algunas recomendaciones con respecto a los asuntos metodológicos en los
proyectos de REDD+, con énfasis en la aplicación de
Tabla 7.1. Definir los límites del proyecto
Límites
espaciales
Criterios
t %FGJOJSFMÈSFBEFMQSPZFDUP
t %FGJOJSMBSFHJØOEFSFGFSFODJB
t %FGJOJSFMDJOUVSØOEFGVHBT
t %FGJOJSiCPTRVFw iEFGPSFTUBDJØOwZiEFHSBEBción forestal” e implicancias.
t %FGJOJS MPT iHSBEPT EF JOUFOTJEBE EF EFHSBdación forestal” (e.g. mediante generación de
mapas de riesgos de degradación).
t %FGJOJSFMMÓNJUFEFMBTÈSFBTBSFTUBVSBS
Límites
temporales
t %FGJOJSFMQFSJPEPEFSFGFSFODJBIJTUØSJDP
Reservas
de carbono
t %FGJOJS MB NFUPEPMPHÓB B VUJMJ[BS BDUVBMNFOUF
validadas o en proceso de validación mosaico / frontera / módulos metodológicos / degradación planificada, entre otras).
t #JPNBTBQPSFODJNBEFMTVFMP
t %FGJOJSMBEVSBDJØOEFMQSPZFDUP
t %FGJOJSFMQFSJPEPEFBDSFEJUBDJØO
t %FGJOJSMPTQFSJPEPTEFNPOJUPSFP
t #JPNBTBQPSEFCBKPEFMTVFMP
t )PKBSBTDB
t .BEFSBNVFSUB
Fuentes de
gases no CO2
t $BSCPOPPSHÈOJDPEFMTVFMP
66
t &NJTJØOEFGVFOUFTBOJNBMFT
t 6TPEFGFSUJMJ[BOUFT
t 2VFNBEFDPNCVTUJCMFTGØTJMFT
t 2VFNBEFCJPNBTB
dichos aspectos en ecosistemas forestales andinos. Se parte de la información existente y descrita principalmente
en las metodologías de REDD+ en proceso de validación, y se identifican temas clave que merecen reflexión para
el caso de los ecosistemas forestales andinos.
Consideraciones para Bosques Andinos
t -BEFGJOJDJØOEFiCPTRVFw 1, FOGVODJØOEFMPTDSJUFSJPTEFBMUVSBEFÈSCPMFT DPCFSUVSBEFDPQBTZÈSFBNÓOJNB
podría excluir ciertas zonas de los EFA que no cumplan con estos criterios, pero que sin embargo, el contenido de
carbono terrestre podría ser considerable para su inclusión en esquemas de REDD+.
t &TOFDFTBSJPQSPQPOFSMÓNJUFTDMBSPTFOUSFMBTEFGJOJDJPOFTEFiEFGPSFTUBDJØOw iEFHSBEBDJØOGPSFTUBMwZiEFHSBEBción de paisajes o ecosistemas” (ver publicación de Sasaki y Putz, 2009).
t &TQPTJCMFRVFQBSBMPT&'" QPSMPTQBUSPOFTEFEFGPSFTUBDJØOZEFHSBEBDJØO TFBDPOWFOJFOUFMBVUJMJ[BDJØOEFMB
metodología de deforestación tipo mosaico (propuesto para el VCS).
t -PTNØEVMPTNFUPEPMØHJDPT EFTBSSPMMBEPTQPS"WPJEFE%FGPSFTUBUJPO1BSUOFST MPTDVBMFTIBOTFHVJEPVOQSPDFso largo de revisión, ofrecen un módulo de “estimación de las emisiones de línea base de la degradación forestal
causada por la extracción de madera para leña”, así como un módulo de “desplazamiento de fugas por la extracción de madera para leña y producción de carbón”.
t -BNFUPEPMPHÓBQBSBFTUJNBSMBTSFEVDDJPOFTEF(&*EFMBiEFHSBEBDJØOQMBOJGJDBEBwPiNBOFKPGPSFTUBMNFKPSBEPw
(desarrollada por Carbon Planet) brinda orientaciones para la estimación de degradación futura.
t 1BSBEFGJOJSFMQFSJPEPEFSFGFSFODJBIJTUØSJDPEFCFUFOFSTFFODVFOUBRVFFOHSBOQBSUFEFMB3FHJØO"OEJOBTF
han llevado a cabo actividades de forestación y reforestación que, en su mayoría, no se realizaron con fines de
mitigación del cambio climático. En este sentido resultaría importante contrastar la información a utilizar con los
resultados del análisis de práctica común a realizarse para demostrar la adicionalidad del proyecto.
t -BEVSBDJØOEFMQSPZFDUPEFCFDPOTJEFSBSMBTBDUJWJEBEFTEFSFTUBVSBDJØOFO#PTRVFT"OEJOPTEFHSBEBEPT CÈsicamente con especies forestales nativas. En este sentido, es necesario considerar las tasas de crecimiento de
dichas especies forestales al estimar la duración del proyecto.
t &MQFSJPEPDSFEJUJDJPFTUBSÈFOGVODJØOEFMBOFDFTJEBEEFBDUVBMJ[BSFMFTDFOBSJPTEFSFGFSFODJB MPDVBMBTVWF[
dependerá de las amenazas reales de deforestación y degradación. Considerando las altas tasas de fragmentación de los Bosques Andinos, resultaría probable contar con la necesidad de reevaluar la LB cada cinco a diez
años; dependiendo también de las condiciones presupuestarias del proyecto.
t &YJTUFOMJNJUBEBTFYQFSJFODJBTFTQFDÓGJDBTEFDVBOUJGJDBDJØOEFCJPNBTBZDBSCPOPFO#PTRVFT"OEJOPT/PTF
han identificado modelos estandarizados que permitan la conversión de mediciones dendrológicas a estimados
de biomasa.
t 4FSFRVJFSFDPOPDFSFORVÏNFEJEBMPTSFTUPTMF×PTPTZIPKBSBTDBBQPSUBOBMDPOUFOJEPEFDBSCPOPFOMPT#PTques Andinos.
t 4FEFCFDPOTJEFSBSRVFMPTFTUVEJPTEFJOWFTUJHBDJØOSFBMJ[BEPTFOFTUFDBNQPTFDPODFOUSBOFOMBTVCSFHJØOEF
los Andes del Norte.
t -BJOGPSNBDJØOEJTQPOJCMFQSPWJFOFEFSFTVMUBEPTEFFTUVEJPTEFJOWFTUJHBDJØODPOWBMPSFTIFUFSPHÏOFPTZNFUPdologías variadas, dificultando la comparación entre resultados.
t &OMPT#PTRVFT"OEJOPTTFEFCFODPOTJEFSBSMBTBDUJWJEBEFTEFHBOBEFSÓBFYUFOTJWBZFNJTJPOFTEFNFUBOP
t $PNCVTUJØOEFNBEFSBDPNPMF×BDPOTJEFSBSMBQPTJCJMJEBEEFDPOGFDDJPOBSDPDJOBTNFKPSBEBT
lo cual incrementaría la eficiencia en el uso de leña en aproximadamente 50%.
t $POTJEFSBSMBGSFDVFODJBEFPDVSSFODJBEFJODFOEJPTGPSFTUBMFTZMBQPDBDBQBDJEBEEFQSFWFODJØO
y reacción en la ausencia de sistemas de alerta temprana y existencia de mapas de vulnerabilidad
a incendios forestales.
67
68
Tabla 7.2. Analizando la deforestación histórica
Criterios
t $POUBS DPO JNÈHFOFT TBUFMJtales de resolución espacial,
temporal y espectral apropiada.
t %FTBSSPMMBSMBNFUPEPMPHÓBEF
análisis de cambio de uso de
las tierras y de coberturas.
t %FUFSNJOBSEFRVÏNBOFSBTF
garantizará una serie temporal con datos consistentes.
Consideraciones para Bosques Andinos
t &M SFMJFWF BDDJEFOUBEP EF MPT #PTRVFT "OEJOPT EJGJDVMUB MB JOUFSQSFUBción de los resultados del análisis de cambio de uso y cobertura de
las tierras mediante imágenes satelitales debido, principalmente, a las
sombras generadas. En este sentido, algunos procesos de análisis
muy automatizados podrían provocar pérdidas de información espacial
significativas. Es necesario un intenso trabajo de validación en campo
para poder determinar las coberturas.
t 4JCJFOTFIBJEFOUJGJDBEPZWBMJEBEPDJFSUBDPSSFMBDJØOFOUSFQBUSPOFT
de reflectancia espectral de imágenes satelitales y patrones florísticos
para bosques húmedos tropicales de tierras bajas (e.g. Tuomisto et al.,
2003), aún falta desarrollar este tipo de correlaciones para Bosques
Andinos, lo cual podría facilitar la interpretación (y la estandarización)
en el análisis de coberturas de la tierra, facilitando además su análisis
multitemporal.
t 3FTVMUBSÓB OFDFTBSJP SFBMJ[BS VO BOÈMJTJT EFM FTUBEP EF GSBHNFOUBDJØO
y degradación de los Bosques Andinos. En este sentido, podría recurrirse a los métodos actuales existentes para el análisis de cobertura
de las tierras a una escala sub-píxel; siempre y cuando este tipo de
metodologías esté al alcance de los desarrolladores de proyectos.
Tabla 7.3. Analizando las causas de la deforestación y degradación
Criterios
t %FUFSNJOBS MBT BNFOB[BT Z
agentes de la deforestación y
la degradación.
t %FUFSNJOBSMBTDBVTBTEJSFDUBT
de la deforestación y degradación forestal.
t %FUFSNJOBS MPT GBDUPSFT RVF
generarían fugas.
Consideraciones para Bosques Andinos
t &TJNQPSUBOUFQPEFSFYQMJDBSMBEFGPSFTUBDJØOIJTUØSJDBZBTÓGVOEBNFOtar el análisis de prospección. La información existente que podría dar
respaldo al análisis de las causas de la deforestación en Bosques Andinos es vasta.
t -BT DBVTBT QSJNBSJBT EF MB EFGPSFTUBDJØO Z EFHSBEBDJØO GPSFTUBM FO
zonas andinas se encuentran relacionadas con el incremento de los
procesos migratorios, el aprovechamiento insostenible de los recursos
forestales, la proliferación de la minería y el desarrollo de megaproyectos de infraestructura vial y energética.
69
Tabla 7.4. Proyectando la deforestación y la degradación
Criterios
t %FUFSNJOBS MB NFKPS PQDJØO
para la proyección de las tasas de deforestación.
t %FGJOJS MB UBTB EF EFGPSFTtación futura en función del
promedio histórico.
t 1SPZFDUBS MB EFGPSFTUBDJØO
con modelaciones.
t %FUFSNJOBSMBMPDBMJ[BDJØOEF
la deforestación y degradación.
t %FUFSNJOBS FM FTDFOBSJP EF
referencia del proyecto.
Consideraciones para Bosques Andinos
t {-PTDBNCJPTIJTUØSJDPTEFMBUBTBEFEFGPSFTUBDJØOFTUÈOCJFODPSSFMBcionados con el tiempo e hitos en el proceso de desarrollo de las regiones andinas?
t &YJTUFFWJEFODJBEFRVFMBTDJSDVOTUBODJBTGVUVSBTTFSÈONVZEJGFSFOUFT
de la situación histórica; en este caso, ¿es posible modelar el impacto
de los futuros cambios sobre la tasa de deforestación? ¿Es posible esto
sobre la degradación? Es necesario elaborar modelos de proyección
de la deforestación y degradación considerando los proyectos de infraestructura vial en marcha (e.g. IIRSA); así como los impactos futuros en
escenarios de cambio climático.
t $POTJEFSBOEP FM BMUP OJWFM EF GSBHNFOUBDJØO EF BMHVOBT [POBT EF MPT
EFA, es necesario hacer una clasificación de tierras forestales óptimas
a ser deforestadas / degradadas. Es preciso realizar un análisis de la
disponibilidad de áreas boscosas con características favorables a ser
deforestadas en función a, por ejemplo, patrones de asentamientos poblacionales.
Tabla 7.5. Identificar las clases de cobertura de las tierras que se deforestarán / degradarán en ausencia
de la actividad del proyecto
Criterios
t %FUFSNJOBSRVÏUJQPTEFCPTque serán deforestados y
degradados.
t %FUFSNJOBS RVÏ VTPT Z DPberturas de la tierra se establecerán en las áreas deforestadas.
Consideraciones para Bosques Andinos
t &TOFDFTBSJPDPOUBSDPOEBUPTTPCSFMBTÈSFBTRVFTFEFGPSFTUBSÈOFO
un periodo determinado dentro de una categoría de cambio de uso de
las tierras determinada (“activity data”). Para esto será necesario remitirse a los métodos del IPCC y del Sourcebook.
t &TOFDFTBSJPEFUFSNJOBSMBNFUPEPMPHÓBQBSBNFEJSMPTDBNCJPTFOFM
área (deforestación) y analizar la manera de incorporar degradación forestal.
t &TOFDFTBSJPDVBOUJGJDBSFMDBNCJPEFMÈSFBEFiCPTRVFwBPUSBTDBUFgorías de “uso de las tierras” / “cobertura de las tierras”, actividad que
se ve dificultada por el alto grado de fragmentación del paisaje de los
EFA.
t &TOFDFTBSJPDVBOUJGJDBSFMDBNCJPFOMBTSFTFSWBTEFDBSCPOPFOGVOción de las áreas y los factores de emisión de cada categoría de uso de
las tierras / cobertura de las tierras.
t %FUFSNJOBSFMOJWFMEFEFUBMMFBTFMFDDJPOBS"OBMJ[BSMBQPTJCJMJEBEEF
extrapolar información de otras zonas andinas, a falta de datos de gran
nivel de detalle por ecosistema. Considerar información específica limitada en los EFA.
Tabla 7.6. Estimar los cambios en existencia de carbono y emisiones no CO2 en el escenario del proyecto
Criterios
t %FUFSNJOBS MBT FNJTJPOFT
que se generan por la implementación del proyecto.
70
Consideraciones para Bosques Andinos
t {$VÈOUBEFGPSFTUBDJØOEFHSBEBDJØOTFHFOFSBSÈCBKPFMFTDFOBSJPEFM
proyecto? ¿En qué etapa de la implementación del proyecto se observará que la deforestación y degradación se han visto reducidas?
t {&TQPTJCMFRVFMBBDUJWJEBEEFMQSPZFDUPHFOFSFEFHSBEBDJØO
t {$ØNPTFQPESÓBJODPSQPSBSBMPTNPEFMPTMBSFHFOFSBDJØOOBUVSBMZMBT
tasas asociadas para Bosques Andinos?
71
72
8
Experiencias en
la cuantificación de la biomasa
y carbono en Bosques Andinos
Si bien se han desarrollado ecuaciones alométricas generales para estimar de manera mejorada las reservas
de carbono por encima del suelo en ciertos tipos de
bosques tropicales (e.g. Chave et al., 2005) sobre la
base de determinadas relaciones entre evapotranspiración y precipitación, así como la precipitación total
por año y la estacionalidad de las lluvias; existen pocos
estudios orientados a realizar estimaciones similares
sobre las reservas de carbono en bosques altoandinos,
que se caracterizan por su singularidad climática.
Es claro que para los bosques de zonas altoandinas,
las actividades de investigación son limitadas o no se
han desarrollado a tal punto que se haya logrado determinar modelos estandarizados que permitan la conversión de mediciones dendrológicas a estimados de
biomasa. Debido a que estos bosques albergan una
gran diversidad de especies arbóreas (e.g. Reynel et
al., 2006), podría resultar ineficiente generar modelos
específicos para cada especie; por lo tanto, es necesario que se generen modelos de regresión para bosques
con determinadas características similares. Para validar los modelos generados, es importante contar con
información proveniente del aprovechamiento directo
de individuos de especies de árboles, una tarea difícil
y costosa. Por lo tanto, el poder predictivo de ciertos
modelos para validarlos usando la biomasa de los árboles de manera directa como producto de experimentos destructivos del aprovechamiento de los árboles es
escaso.
En bosques altoandinos, Fehse et al. (2002) aplicaron
un método no destructivo y no convencional para la
estimación de biomasa por encima del suelo. Normalmente, el método no destructivo estima la masa leñosa
del bosque por medio de mediciones, raleos y peso
de un número limitado de árboles, y luego estos datos
se extrapolan a inventarios de árboles de gran escala usando ecuaciones de regresión. Pero como no se
encontraron en la situación de ralear los árboles, ni se
podían usar ecuaciones de regresión de otros estudios
porque no se habían desarrollado para dichas especies ni tampoco para otros bosques en altitudes similares, entonces desarrollaron un nuevo método basado
en el aprovechamiento parcial de las copas de los árboles y cálculos del volumen y masa de los fustes de
los árboles, extrapolando luego esta información a los
datos de un inventario de árboles. Este estudio es uno
de los pocos llevados a cabo que demuestra que estimar la biomasa por encima del suelo en bosques altoandinos es posible siempre y cuando se cuente con
información de base, la cual luego será tratada según
la cantidad y calidad de información existente.
73
Por su parte, Soethe et al. (2007) llevaron a cabo un
estudio con el fin de cuantificar las reservas de carbono y nutrientes en las raíces de bosques en los Andes ecuatorianos. Este constituye uno de los pocos
estudios que se orientan a cuantificar la biomasa por
debajo del suelo en los Bosques Andinos. En este estudio se seleccionaron tres sitios de muestreo: los dos
sitios más bajos (1900 y 2400 msnm) se situaron en la
zona norte del Parque Nacional de Podocarpus, mientras que el sitio más alto (3000 msnm) se situó en la
zona noroeste del mismo parque. Se realizó un muestreo considerando las raíces con diámetros menores
o iguales a los 5 mm y luego las raíces con diámetros
mayores a los 5 mm. Los resultados muestran que la
biomasa de las raíces se incrementa notoriamente de
2,8 kg/m2 en el sitio de 1900 msnm a 4 kg/m2 en una
altura de 2400 msnm y a 6,8 kg/m2 en una altura de
3000 msnm. Esto demuestra la importancia de las raíces gruesas en la acumulación de carbono y nutrientes a largo plazo en aumentos de la biomasa vegetal
al incrementarse la altitud.
Por otro lado, para estimar el potencial real de almacenamiento de carbono, también es necesario contar
con información sobre la cantidad de restos leñosos
gruesos, y en qué medida estos aportan al contenido
de carbono en los Bosques Andinos. Pocos estudios
se han orientado a realizar estimaciones de este tipo
en bosques altoandinos. Wilcke et al. (2005) realizaron un estudio sobre restos leñosos gruesos (coarse
woody debris o CWD) y calcularon el contenido de
carbono en un bosque montano en los Andes del sur
de Ecuador (1900 - 2180 msnm), cercano al Parque
Nacional Podocarpus (con una precipitación media
anual de 2200 mm). La mayor parte del CWD consistió en madera intacta (76%), seguida por madera
podrida (18%), y finalmente, corteza de los árboles
(6,6%). Adicionalmente, se calculó que las reservas
de carbono en CWD contribuyen con el 4% de las
reservas de carbono en la totalidad de la materia orgánica muerta encontrada sobre la capa de suelo
mineral del bosque. Los autores evidencian que la
contribución del CWD al carbono total en los bosques estudiados es baja.
El Instituto de Cambio Ambiental de la Universidad
de Oxford se encuentra llevando a cabo un proyecto de investigación acerca de cómo las reservas y
flujos de carbono varían a lo largo de un gradiente
altitudinal en los bosques nublados de los Andes peruanos. En esta investigación se intenta conocer qué
aspectos de la dinámica del carbono en los bosques
74
nublados varían a través del gradiente altitudinal: la
cantidad de carbono que es fotosintetizada, la cantidad que es respirada o la cantidad que se asigna
al crecimiento por encima del suelo. En este proyecto se cuantifican las reservas y flujos de carbono
en parcelas de 1 ha a lo largo de un transecto que
cubre una variedad de elevaciones (desde los 200
msnm hasta los 3000 msnm). En este sentido, dos hipótesis están siendo evaluadas: (i) una disminución
de la temperatura desde la zona de menor a mayor
elevación del transecto reduce las tasas metabólicas
(productividad) de los bosques, en consecuencia,
se reducen las tasas de respiración en las hojas, y
(ii) una disminución de la temperatura desde la zona
de menor a mayor elevación del transecto reduce las
tasas de descomposición que conllevan a un incremento de las reservas de carbono (materia orgánica
del suelo y restos leñosos gruesos)1.
Con el fin de determinar la distribución espacial de la
biomasa en Colombia, Anaya et al. (2009) estimaron
que la biomasa por encima del suelo promedio en los
Andes colombianos es de 54 Mg/ha, que equivale a un
total 1 652 millones de Mg en un área de 30 601 000 ha2.
Estas estimaciones se obtuvieron luego de modelar la
biomasa total por encima del suelo utilizando imágenes
MODIS e índices de vegetación, y bajo la hipótesis de
que una mayor extensión en la cobertura del dosel del
bosque resulta en valores mayores de biomasa. Si bien
el estado del conocimiento en cuanto a las estimaciones de biomasa usando sensores remotos está basado
en datos provenientes del sensor LIDAR, el cual fue diseñado para permitir la penetración de la señal a través
del dosel del bosque, aún existe una carencia de datos provenientes de este sensor, especialmente para la
cuantificación de biomasa en Bosques Andinos.
Por otro lado, como parte del proyecto “Modelo de
Financiación Alternativo para el Manejo Sostenible
de los Bosques de San Nicolás3, ejecutado en Antioquia, Colombia, por CORNARE, se realizó la cuantificación de la biomasa área y subterránea, así como
la necromasa y la regeneración natural. El área de
influencia del proyecto (con elevaciones desde los
700 hasta los 3200 msnm) se clasificó en dos zonas:
(i) Bosques Andinos de montaña en climas fríos húmedos y muy húmedos o zona alta, y (ii) bosques
desde basal tropical hasta subandinos en un paisaje
de cañones con climas medios muy húmedos o zonas bajas. Los resultados de esta cuantificación se
muestran en la tabla 8.1.
Tabla 8.1. Cuantificación de biomasa en bosques de zonas altas y bajas del proyecto de San Nicolás, Colombia
BOSQUES DE ZONAS ALTAS
Bosques Andinos de montaña en climas fríos húmedos y muy húmedos
Cobertura
Variables
BN1
BN2
RB
B (t/ha)
B (t/ha)
B (t/ha)
B Árb. > 2,5 cm D
217,32
154,56
86,67
B Árb. > 10 cm D
189,79
124,36
62,99
B. radical > 2,5 cm D
47,51
39,88
43,77
B. radical > 10 cm D
35,11
25,94
14,23
1,26
1,57
RN
BOSQUES DE ZONAS BAJAS
Bosques desde basal tropical hasta subandinos
en un paisaje de cañones con climas medios muy húmedos
Cobertura
Variables
B Árb. 2,5 a 10 cm D
B Árb. > 10 cm D
BN1
BN2
RB
B (t/ha)
B (t/ha)
B (t/ha)
24,864
43,710
55,001
56,334
143,230
159,299
RN
0,724
0,672
Nc
9,515
7,549
4,221
Biomasa aérea, radical, regeneración natural (RN) y necromasa (Nc) expresada en t/ha para los bosques de la Zonas Alta y Baja de
la Región de San Nicolás (Antioquia - Colombia). D: diámetro normal (cm); RB: bosque natural secundario en estado de sucesión
temprana (rastrojo bajo); BN1: bosque natural intervenido y muy intervenido; BN2: bosque natural secundario en estado de sucesión
intermedia o tardía.
De los resultados se observa que en la cobertura de bosque natural intervenido (BN1)
se encuentra la mayor cantidad de biomasa
total para los bosques del valle de San Nicolás, 342,19 t/ha; seguido por la cobertura de
bosque natural secundario en estado de sucesión intermedia/tardía (BN2) con 217,33 t/ha
y 160,76 t/ha en el bosque natural secundario
en estado de sucesión temprana (RB). Por su
parte, el aporte de la regeneración natural a
la biomasa total en las coberturas BN1 y BN2
resultó menor del 1%. Asimismo, se presentó
mayor necromasa de detritos leñosos entre 1
y 10 cm de diámetro en el BN2 que en las demás coberturas, sin embargo no se encontró
diferencia significativa entre ellas.
Notas
1
http://www.eci.ox.ac.uk/research/climate/index.php
2 Según división política de las regiones colombianas.
3 Com. electr. con Ing. Patricia Tobón, Coordinadora
Técnica de CORNARE-OIMT (www.cornare.gov.co).
75
76
9
El potencial de restauración
de los Bosques Andinos
Los procesos de regeneración natural
contribuyen con la reducción de las
concentraciones de CO2 presentes en
la atmósfera, y considerando que se
trata de un proceso natural, cuentan
con el beneficio de ser relativamente poco costosos (Fehse et al., 2002).
Limitados estudios se han orientado a
determinar el potencial de secuestro de
carbono de la regeneración natural en
bosques altoandinos.
En los Andes ecuatorianos se desarrolló
un estudio que estimó la biomasa total
por encima del suelo, tanto en bosques
de Polylepis incana (3600 msnm) como
en bosques de Alnus acuminata (3200
msnm), considerando diferentes estadios sucesionales en estos bosques
secundarios. Dicho estudio tuvo como
propósito determinar el potencial de secuestro de carbono como producto de
la regeneración natural de estos bosques y recuperar los esfuerzos de años
en actividades de reforestación en la
zona de estudio. Los autores (Fehse et
al., 2002) determinaron que la biomasa
total por encina del suelo en los bosques de Alnus (45 años) fue 241,4 Mg/
ha; y en los bosques maduros de Polylepis, la biomasa total por encima del
suelo alcanzó 365,6 Mg/ha. Adicionalmente se calculó que ambos tipos de
bosque alcanzan su mayor productividad (expresada como la acumulación
anual de la biomasa), en los primeros 7
a 8 años de crecimiento (14,2 y 15 Mg/
ha/año para Alnus y Polylepis respectivamente). Los resultados del estudio
no demuestran algún patrón marcado
de disminución de la biomasa total por
encima del suelo al incrementarse la altura en los trópicos.
77
Por otro lado, Delaney et al. (1997) determinaron que la densidad de carbono orgánico en la
biomasa por encima del suelo en un bosque
húmedo montano tropical de Venezuela y una
elevación de 2640 msnm, se encuentra en un
rango de 147-167 Mg/ha. Adicionalmente, los
mismos autores determinaron, para la misma
zona de vida, que la densidad media de carbono orgánico en el suelo de estos bosques es
de 257 Mg/ha (34,5 Mg/ha en las raíces). Este
último dato de carbono orgánico en el suelo de
los bosques montanos resulta de suma utilidad,
pues son reducidos los estudios publicados sobre las estimaciones del contenido de carbono
en los suelos de bosques por encima de los
2500 msnm.
En el desarrollo de actividades que involucran
la regeneración de los bosques secundarios,
es importante conocer el grado de disturbio de
determinados sitios antes de la determinación
del potencial de regeneración. En este sentido,
Brown y Lugo (1990) demostraron que la biomasa total por encima del suelo de los bosques
secundarios en sitios severamente disturbados es consistentemente más baja que en sitios donde el bosque secundario se encuentra
ligeramente disturbado. Por tanto, es preciso
evaluar dos condiciones antes de llevar a cabo
iniciativas que impliquen actividades de restauración de bosques: las condiciones iniciales del
sitio, y el grado de disturbio e intensidad de las
actividades antrópicas. Estas características
específicas de cada sitio deben considerarse
al interpretar los resultados de las estimaciones
de biomasa realizados en Bosques Andinos.
78
79
80
10
Estimaciones sobre la cantidad
de carbono almacenado en los
Bosques Andinos de la región
Existe información generada y disponible limitada sobre
el potencial de los Bosques Andinos para el desarrollo de
proyectos de REDD+. Parte de los vacíos de información
se debe a los escasos estudios referidos a la cuantificación
del carbono contenido en dichos bosques. Resulta necesario entonces realizar este ejercicio de estimación preliminar
sobre el potencial de reserva de carbono forestal a escala
regional, con el fin de:
X Crear conciencia sobre la carencia de información con
relación a la cuantificación de carbono en Bosques Andinos (a diferentes niveles de detalle).
X Conocer y utilizar la información generada hasta el momento sobre la cuantificación de biomasa y carbono, y de
la identificación y clasificación de ecosistemas andinos.
X Generar información referencial sobre el potencial de los
Bosques Andinos para su participación en esquemas de
REDD+ que pueda posteriormente ser ajustada según
los requerimientos particulares.
Para realizar las estimaciones se utilizó como base de información el Mapa de Sistemas Ecológicos de los Andes del
Norte y Centro. El área de estudio seleccionado para realizar
las estimaciones comprende cinco regiones fitogeográficas
descritas por Josse et al. (2009).
La primera de ellas, los Andes del Norte, ha sido tratada
como una gran región fitogeográfica donde se diferencian
dos subregiones biogeográficas: los Páramos y los Andes
del Norte. La vegetación de los Andes del Norte puede ser
agrupada en bosques húmedos montanos, arbustales pluviestacionales y xerofíticos y los páramos.
La segunda es los Andes del Centro. Aquí se reconocen
cuatro regiones florísticas bien definidas:
X Las yungas, que ocupan un rango altitudinal muy amplio, desde los 500 msnm hasta algo más de los 4000
msnm.
X La puna húmeda, cuya vegetación potencial original en
gran parte de ella, en los pisos altimontano y altoandino,
son los bosques bajos de queñoa o queñoal (Polylepis
spp.), dominados en cada zona o gran macizo montañoso
por una especie diferente y restringida a ella.
81
X La puna xerofítica, que se distribuye fundamentalmente en el centro-sur del oeste de Bolivia y en el
noroeste de Argentina, con extensiones menores en
zonas adyacentes del suroeste de Perú y noreste de
Chile. Ocupa un rango altitudinal muy amplio, que va
desde unos 2000 msnm en los valles altos orientales, hasta más de 6000 msnm en los altos nevados
y volcanes de la cordillera andina occidental. Incluye
la gran meseta del Altiplano andino, con una altitud
promedio de 3650 msnm y situada en la zona más
ancha de toda la Cordillera de los Andes.
Según la definición de los EFA adoptada por Ecobona
(2006a), se estima que estos ecosistemas incluyen áreas
con una altitud mínima superior a la elevación mínima del
piso basimontano. Con el fin de no incluir ecosistemas
forestales que no sean considerados andinos y con fines únicos del presente documento, se ha considerado
incluir en las estimaciones los siguientes pisos altitudinales: piso montano, piso altimontano y piso altoandino.
X La región boliviana-tucumana, que se extiende hacia
el sur a continuación de las yungas, distribuyéndose
por las laderas y serranías orientales de la cordillera
andina, desde el centro de Bolivia al noroeste de Argentina, entre los 600 msnm y casi 4000 msnm.
Este criterio excluye aquellos sistemas ecológicos que
no son considerados bosques. Teniendo en cuenta la
definición actual de “ bosque” adoptada oficialmente
en el marco de la CMNUCC por los países andinos, se
excluyen ciertos macrogrupos de vegetación andina
que no cumplen con los criterios actuales de cada una
de las definiciones nacionales de bosque. Así, para
realizar las estimaciones que se presentan en este documento no se han incluido ni los arbustales, ni los humedales, puna y páramos.
Cabe mencionar que el mapa de sistemas ecológicos
ha sido elaborado en dos niveles: (i) a nivel de macrogrupos1, y (ii) sistemas ecológicos o ecosistemas.
Para esta publicación se seleccionó trece macrogrupos para realizar las estimaciones. El área total de estudio alcanzó 14 929 258 ha.
Se consideraron dos criterios para definir el área de
estudio que contempla a los EFA, así como a los macrogrupos y sistemas ecológicos involucrados en las
estimaciones: elevación y definición de bosque.
Elevación
Tabla 10.1. Piso altitudinal según elevación (m.s.n.m.)
Andes
del Norte
Piso altitudinal
(Vertiente del
Pacífico)
Andes del
Centro
(Vertiente
Oriental)
400 - 1 700
310 - 2 000
montano
1 700 - 2700
2 000 - 3 000
altimontano
2 700 - 3 300
3 000 - 4 200
altoandino
3 300 - 4 500
4 200 - 4 600
subnival
4 500 - 4 900
4 600 - 4 800
Adaptado de Josse et al., 2009.
82
Teniendo en cuenta ambos criterios, se han considerado
solo aquellos sistemas ecológicos que cumplan con los
criterios de elevación y definición de bosque especificados para este documento. Cualquier sistema ecológico
que cumpla con alguna combinación de las características mencionadas de ambos criterios será considerado
para las estimaciones presentadas en este documento:
rBOSQUE x MONTANO
Este criterio contribuye a determinar los límites superior
e inferior de los EFA. Según los perfiles altitudinales considerados para categorizar a la vegetación andina en
los Andes del Norte y Centrales, en la tabla 10.1 se presentan los límites según cada piso altitudinal.
basimontano
Definición de bosque2
rBOSQUE x ALTIMONTANO
rBOSQUE x ALTOANDINO
En total se han considerado trece macrogrupos y veinticuatro sistemas ecológicos para realizar las estimaciones. Estos se detallan en la tabla 10.2.
Tabla 10.2. Macrogrupos y sistemas ecológicos considerados para las estimaciones
Macrogrupo
Sistema ecológico
Bosque altimontano
y altoandino húmedo
de los Andes del Norte
t #PTRVFBMUJNPOUBOPOPSUFBOEJOPTJFNQSFWFSEF
Bosque altimontano
y altoandino húmedo
de Los Yungas
t #PTRVFEFPolylepis altimontano pluvial de los Andes del Norte.
t #PTRVFTCBKPTZBSCVTUBMFTBMUPBOEJOPTQBSBNVOPT
t #PTRVFBMUJNPOUBOPQMVWJBMEF-PT:VOHBT
t #PTRVFBMUJNPOUBOPQMVWJFTUBDJPOBMEF-PT:VOHBT
t #PTRVFEFPolylepis altimontano pluvial de Los Yungas.
t #PTRVFEFPolylepis altimontano pluviestacional de Los Yungas.
t #PTRVFEFPolylepis altoandino pluvial de Los Yungas.
Bosque altimontano húmedo
boliviano-tucumano
t #PTRVFBMUJNPOUBOPQMVWJFTUBDJPOBMCPMJWJBOPUVDVNBOP
Bosque altoandino
de la puna húmeda
t #PTRVFCBKPBMUPBOEJOPEFMBQVOBIÞNFEB
Bosque altoandino
de la puna xerofítica
t #PTRVFCBKPBMUPBOEJOPEFMBQVOBYFSPGÓUJDBPDDJEFOUBM
Bosque altimontano
de la puna xerofítica
t #PTRVFCBKPBMUJNPOUBOPEFMBQVOBYFSPGÓUJDBDFOUSBM
Bosque montano húmedo
de los Andes del Norte
t #PTRVFNPOUBOPQMVWJBMEFMPT"OEFTEFM/PSUF
Bosque montano húmedo
de Los Yungas
t #PTRVFNPOUBOPQMVWJBMEF-PT:VOHBT
Bosque montano húmedo
boliviano-tucumano
t #PTRVFIÞNFEPNPOUBOPCPMJWJBOPUVDVNBOPEFBMJTP
Bosque montano estacional
de los Andes del Norte
t #PTRVFNPOUBOPQMVWJFTUBDJPOBMEFMPT"OEFTEFM/PSUF
Bosque montano
estacional de Los Yungas
t #PTRVFNPOUBOPQMVWJFTUBDJPOBMTVCIÞNFEPEF-PT:VOHBT
Bosque montano estacional
boliviano tucumano
t #PTRVFNPOUBOPCPMJWJBOPUVDVNBOPEFQJOPEFNPOUF
t #PTRVFCBKPBMUPBOEJOPEFMBQVOBYFSPGÓUJDBPSJFOUBM
t #PTRVFCBKPYFSPGÓUJDPJOUFSBOEJOPEFMBQSFQVOBTVQFSJPSPSJFOUBM
t #PTRVFNPOUBOPQMVWJFTUBDJPOBMIÞNFEPEF-PT:VOHBT
t #PTRVFNPOUBOPTVCIÞNFEPCPMJWJBOPUVDVNBOP
t #PTRVFTVCIÞNFEPSJCFSF×PNPOUBOPCPMJWJBOPUVDVNBOP
Bosque montano xerofítico
boliviano tucumano
t #PTRVFNPOUBOPYÏSJDPJOUFSBOEJOPCPMJWJBOPUVDVNBOP
Adaptado de Josse et al., 2009.
83
Una vez determinados los macrogrupos a considerar
para las estimaciones, se identificaron las especies
forestales representativas de cada macrogrupo. Estas especies se describen en la memoria explicativa
de cada macrogrupo en el documento de Josse et al.
(2009). Luego, considerando las características de
diámetro, altura y densidad promedio de cada especie
forestal identificada, se calculó la biomasa por encima del suelo en cada uno de los macrogrupos. Los
macrogrupos fueron clasificados según “categorías
de densidad arbórea” y utilizando zonas de referencia
para cada macrogrupo, sobre la base de otros estudios identificados, se determinó el número de árboles
promedio por hectárea.
La ecuación general utilizada para calcular la biomasa por encima del suelo es la presentada por Brown
(1997) para la FAO.
Biomasa por encima
del suelo (t/ha)
=
VOB * WD * BEF
(1)
Siendo VOB el volumen estimado, WD la densidad de
la madera y BEF el Factor de Expansión de la Biomasa,
es decir, el ratio de la biomasa seca de los árboles (por
encima del suelo) a la biomasa seca del volumen total
inventariado.
Las estimaciones de biomasa por encima del suelo no
consideran la biomasa de los arbustos, ni la vegetación herbácea ni la regeneración natural presente en
cada uno de los macrogrupos.
Para estimar el carbono en el resto de componentes
del bosque, es decir, restos leñosos gruesos (CWD),
raíces, necromasa, restos leñosos finos y en los suelos, se utilizó la información contenida en publicaciones científicas y proyectos en marcha, en los cuales el
84
área de estudio se sitúa dentro de los límites de cada
macrogrupo considerado.
Asimismo, para calcular el Factor de Expansión de
Biomasa (BEF), dato necesario para la ecuación (1),
se utilizó la fórmula de Dauber et al. (2000):
BEF = exp (2,3624 - 0,3436 lnBf - 0,0044 ln2 Bf)
(2)
Para calcular el carbono, se consideró el valor por defecto del IPCC. Según esta fuente, se estima que la
fracción de carbono en la biomasa seca es de 0,5 (ratio carbono : biomasa). Para hallar el carbono contenido en los bosques del área considerada, se multiplicó
la cantidad de carbono estimado en cada macrogrupo
por el área total de cada uno de estos detallada en el
documento de Josse et al. (2009).
El carbono estimado, contenido en la biomasa aérea total (TAGB) del área considerada para las estimaciones
es de 832 237 222 tC. En la tabla 10.2 se observan las
diferencias encontradas en los valores del carbono contenido en cada uno de los macrogrupos, incluyendo valores altos para el caso del macrogrupo bosque montano
húmedo de los yungas que contrastan con valores bajos de carbono por hectárea (bosque montano xerofítico
boliviano-tucumano).
Al considerar ―además del carbono contenido en la biomasa aérea total― el carbono almacenado en los suelos,
las raíces, la madera muerta y en los restos leñosos, el
estimado total asciende a 2 484 290 214 tC; equivalente
a un promedio de 236,5 tC/ha para dos de los macrogrupos que presentan los valores más altos de contenido
de carbono (bosque montano húmedo de los Andes del
norte y bosque montano húmedo de Los Yungas).
La tabla 10.2 resume los valores de carbono estimados
para cada uno de los macrogrupos considerados para
los cálculos del presente documento.
Tabla 10.2. Estimaciones de carbono para cada uno de los macrogrupos considerados
Macrogrupo
TAGB
(tC/ha)
Carbono total
(tC/ha)
Carbono total por
macrogrupo (tC)
Área (ha)
Bosque altimontano y altoandino
húmedo de los Andes del Norte
44,20
131,94
1 293 101
170 614 531,71
Bosque altimontano y altoandino
húmedo de yungas
34,62
103,36
1 695 616
175 253 271,26
Bosque altimontano húmedo
boliviano-tucumano
20,34
60,73
188 103
11 422 624,33
Bosque altoandino
de la puna húmeda
25,86
77,18
17 332
1 337 748,66
Bosque altoandino
de la puna xerofítica
17,86
53,33
152 132
8 112 679,12
Bosque altimontano
de la puna xerofítica
16,17
48,27
1 591 235
76 816 134,60
Bosque montano húmedo
de los Andes del Norte
76,88
229,48
4 315 465
990 320 346,55
Bosque montano
húmedo de yungas
81,58
243,53
3 520 729
857 394 196,87
Bosque montano húmedo
boliviano-tucumano
64,14
191,46
1 205
230 708,89
Bosque montano estacional
de los Andes del Norte
30,97
92,46
277 912
25 694 967,27
Bosque montano
estacional de yungas
34,84
104,00
1 348 010
140 192 590,53
Bosque montano estacional
boliviano-tucumano
22,15
66,11
364 123
24 072 264,75
Bosque montano xerofítico
boliviano-tucumano
5,77
17,21
164 295
2 828 149,83
2 484 290 214,36
A partir de los macrogrupos descritos por Josse et al., 2009.
85
Los resultados muestran el potencial de los ecosistemas forestales
considerados como reservas de
carbono (~2.5 GtC). Si bien estos
estimados deber ajustarse para
su aplicación a una mayor escala espacial y nivel de detalle, los
datos mostrados podrían ser referencialmente utilizados para reflexionar sobre la importancia de
incluir otros ecosistemas forestales diferentes a los amazónicos
en un potencial mecanismo de
REDD+, considerando además
los altos niveles de amenaza a
los que se encuentran expuestos
estos ambientes forestales.
Al comparar el estimado promedio de carbono contenido en la
biomasa aérea de los diferentes
Bosques Andinos considerados,
con los cálculos realizados para
ciertos tipos de bosques húmedos de tierras bajas, estos últimos presentan valores promedios
más elevados que el estimado
para los primeros. Sin embargo,
resulta necesario comparar estos
valores con cuantificaciones realizadas en otros tipos de bosques
de tierras bajas en diferentes
condiciones.
Por otro lado, en las estimaciones
realizadas por UNEP-WCMC, con
el apoyo del Ministerio Federal
para el Ambiente, Conservación
de la Naturaleza y Seguridad Nuclear de Alemania (2008) sobre
carbono y biodiversidad, se determinó que para toda la región
neotropical (que abarca un área
de 15,8 millones de km2), los
ecosistemas terrestres contienen
321 GtC. Además, los mapas
generados para dicha cuantificación muestran la manera en
que los sitios de alto contenido
de carbono coinciden con los lugares de gran biodiversidad en
la Región Andina3.
86
Conociendo las reservas de carbono forestal en los
Bosques Andinos, y habiendo identificado las causas
de la deforestación y degradación forestal en las diferentes localidades de la Región Andina, se podrían
definir las regiones más propensas a las amenazas
de las actividades causantes de la deforestación y
degradación de los bosques, así como las emisiones
de CO2 asociadas a la pérdida de cobertura boscosa. No basta con cuantificar las reservas de carbono forestal para estimar el potencial de REDD+,
sino también es necesario identificar las áreas caracterizadas por una alta presión de actividades que
favorecen el cambio de uso de las tierras forestales
a otros usos, y a esto sumarle las características de
biodiversidad del área.
Notas
1
Al responder a bioclimas y pisos bioclimáticos comunes, se
espera que los macrogrupos compartan características análogas desde el punto de vista estructural, ecofuncional y de
composición. Esto permite asumir que dichas unidades responden de forma similar frente a procesos de transformación,
uso, conservación o gestión del territorio (Josse et al., 2009).
2
Según Josse et al. (2009), el término arbustal considera aquellas formaciones vegetales constituidas por plantas leñosas
ramificadas con una altura de 1 a 4 m. Asimismo, se considera matorral a aquellas plantas leñosas cuyos brotes o yemas
de reemplazo se encuentran entre 0,2 y 1 m de alto sobre el
suelo. Por lo tanto, ninguna de las dos definiciones califica
como “bosque” dentro de la definición oficial actual considerada por los países en el marco del MDL.
3
Ver: http://www.unep.org/pdf/carbon_biodiversity.pdf (p. 9).
87
88
11
Iniciativas de REDD+
en la Subregión Andina
Bolivia
Proyecto de Acción Climática Noel Kempff, ubicado
en el Parque Nacional Noel Kempff Mercado, al noreste
del Departamento de Santa Cruz. El proyecto tiene una
duración de treinta años (1997-2026) y una inversión
de US$ 10 850 000; y ha sido diseñado de tal manera
que cuenta con un componente de financiamiento de
largo plazo, el cual consta de: (i) un fondo de fideicomiso; (ii) un programa de ecoturismo; (iii) un programa
de investigación y desarrollo botánico, y (iv) una empresa de comercialización de productos ecológicos.
Por su parte, el proyecto también tiene un componente
de prevención de fugas y desarrollo sostenible, el cual
consta de un programa de apoyo a las comunidades
y un programa forestal. Los participantes del proyecto
son: el gobierno de Bolivia, la Fundación Amigos de la
Naturaleza (FAN-Bolivia), The Nature Conservancy; y
los inversionistas industriales del proyecto son: American Electric Power, PacifiCorp y BP Amoco, cuya responsabilidad es proporcionar fondos de acuerdo con
la programación. Se ha estimado que durante la duración del proyecto, se generará un total de 5 838 813
tCO2e. En noviembre del año 2005, la empresa certificadora SGS validó, verificó y certificó el diseño y las
reducciones de emisiones del proyecto1.
La experiencia de FAN en el dominio del cambio climático incluye también una iniciativa sur-sur de cooperación en REDD entre Bolivia y Camerún, la cual
se centra en temas de capacitación en esquemas de
medición de biomasa y modelamiento espacial y económico a escala nacional2.
Programa Indígena REDD+ de la Amazonía boliviana, un programa de consulta y consentimiento
indígena, liderado por la Confederación de Pueblos
Indígenas de Bolivia (CIDOB), la Superintendencia
Forestal Nacional y FAN-Bolivia. El Programa figurará
como actividad demostrativa en el marco del mecanismo nacional de REDD+ en el país, conectando diez
territorios indígenas con siete municipios y dos áreas
protegidas de la Amazonía boliviana. El programa se
enfocará en la reducción de la deforestación ilegal a
gran escala, fortaleciendo la gobernabilidad sobre los
recursos maderables, el aprovechamiento sostenible
de los recursos maderables, el monitoreo y la fiscalización de infractores. La línea de emisiones del proyecto
se desarrollará en consistencia con el escenario referencial de emisiones a escala nacional, aprovechando
las metodologías del Proyecto Noel Kempff Mercado y
nuevas metodologías de monitoreo desarrolladas por
los institutos IMAZON e INPE de Brasil.
En el marco del Programa indígena REDD+ de la amazonía boliviana, la CIDOB, ha identificado los elementos clave para el liderazgo indígena en REDD+3.
Adicionalmente, en el marco de la Iniciativa Rights
and Resources4, Intercooperation llevó a cabo un estudio sobre el cambio climático y la gobernanza en el
sector forestal (abril, 2009). Se identificó que Bolivia
cuenta con avances en la preparación de estrategias
de REDD+, en las cuales el rol y el liderazgo de las
organizaciones indígenas son fundamentales y cons-
89
tituyen un gran avance en el proceso de elaboración
de la estrategia a escalas regional y nacional. Adicionalmente, en cuanto a la institucionalidad, se identificó
que la sociedad civil está comenzando a tomar un rol
protagónico mediante acciones coordinadas para lograr respuestas positivas a través de procesos de incidencia política en la agenda de cambio climático y la
implementación de propuestas sobre REDD+. Este pro-
» Agenda Cambio Climático
» Agenda REDD+ Indígena
» Responsabildiades
comunes y diferenciadas
» Transferencia de capacidades
» Gestión del manejo
90
Estructura
indígena
Gestión
indígena
ceso se construye a través de la conformación de un
comité político de REDD+, liderado y coordinado por el
Programa Nacional de Cambio Climático como entidad
responsable del sector en el ámbito gubernamental, y
de un comité técnico de REDD+ conformado por agencias de gobierno, y organizaciones de la sociedad civil,
tanto las ONG ambientalistas como organizaciones locales e indígenas.
Marco
legal
Metodologías
» Mecanismo nacional
» Mecanismo indígena
» Beneficios directos
» Línea base
» Monitoreo
» Verificación
PROGRAMA SUBNACIONAL INDÍGENA REDD+ AMAZONÍA BOLIVIANA
Basados en la experiencia de reducción de emisiones
de gases de efecto invernadero (GEI), desarrollada en
el parque Noel Kempff Mercado, la Central de Pueblos
Indígenas del Oriente Boliviano (CIDOB) y la Fundación
Amigos de la Naturaleza (FAN) complementan el primer programa indígena para reducir las emisiones por
la deforestación y degradación (REDD+) en la Amazonía boliviana. Esta iniciativa cumplirá con las reglas de
la Convención Marco de las Naciones Unidas para el
Cambio Climático (UNFCCC).
El programa busca ser evidencia de que las compensaciones e incentivos económicos contribuyen a los
esquemas de manejo sostenible de los recursos forestales, generando beneficios sustanciales para las
comunidades indígenas que se encuentran dentro del
área de acción del Programa.
La planificación y coordinación del programa está a
cargo de la CIDOB y de FAN Bolivia. La ejecución está
liderada por la CIDOB. A esta iniciativa se suman los
municipios de Guayaremerín y Riberalta.
El programa también pretende conservar el último corredor forestal que une el Bosque Seco Chiquitano con
el bosque amazónico.
Este programa recibe financiamiento de la Fundación
Betty & Gordon Moore, la embajada de Dinamarca y la
embajada del Reino de los Países Bajos.
Resultados esperados (2009 - 2011)
El programa apunta a cinco resultados vinculados entre sí:
1. Aporte al establecimiento de un marco institucional
legal para la compensación por la reducción de emisiones de carbono a escala subnacional.
2. Establecimiento de una línea base de emisiones de
gases de efecto invernadero causadas por la deforestación y degradación, cumpliendo con los estándares que están siendo desarrollados en las negociaciones REDD+ multilaterales.
3. Mejoramiento de la gobernanza forestal y reducción
de la deforestación, gracias al establecimiento de un
sistema de rastreo de deforestación a gran escala
en tiempo casi real, la implementación de unidades
móviles municipales y la participación activa de la
sociedad civil.
4. En cuanto a las TCO, se busca mejorar las capacidades en el uso de silvicultura comunitaria de bajo
impacto, el uso sostenible de productos forestales
no maderables y mejoras en la gestión territorial indígena con el fin de reducir la extracción ilegal, la
deforestación no planificada, e incrementar los beneficios económicos de las comunidades.
5. Finalmente, las metodologías propuestas y aplicadas por el programa subnacional de REDD+ reciben
verificación y certificación por entidades externas
internacionales.
¿Cuál es el área de acción del programa?
Las áreas de intervención del programa se encuentran
dentro de los departamentos de Beni y Pando, abarcando ocho municipios, diez tierras comunitarias de
origen (TCO), y cubre un área protegida en un área de
10 129 252 hectáreas.
Colombia
Un programa que se orienta en particular a reducir
los cultivos ilícitos en el país es el Programa Familias
Guardabosques5, el cual busca prevenir la expansión
de los cultivos ilícitos y brinda una alternativa de ingresos a las familias para facilitar su transición hacia una
economía próspera, legal y rentable. Asimismo, apoya la generación de modelos de economía solidaria y
de organización comunitaria, y consolida estrategias
participativas que permitan poner en marcha planes
de uso y manejo alternativo de los bosques y de los
recursos naturales. Actualmente el programa se viene
Fuente: FAN Bolivia (Erik Arancibia,
gerente de Programa REDD+
Indígena Amazonía)
www.fan-bo.org
implementando en diferentes regiones de Colombia, y
a la fecha ha logrado que alrededor de 45 000 familias
participen de esta iniciativa.
Por su parte, el Instituto de Hidrología, Meteorología
y Estudios Ambientales (IDEAM), la Fundación Natura y la Fundación Moore se encuentran trabajando en
el proyecto “Capacidad institucional técnica científica para soportar proyectos REDD+ de reducción
de emisiones por deforestación en Colombia”. Este
proyecto, pionero en la subregión, tiene dos componentes: el primero orientado al fortalecimiento de la capacidad técnica y científica institucional para el apoyo
91
a los proyectos REDD+, a cargo del IDEAM, y
el segundo enfocado en la consolidación de la
red de apoyo institucional para el proyecto, a
cargo de la Fundación Natura6.
92
M
EL H
O
LEZA
Por su parte, TNC Colombia y sus socios han
creado un mecanismo fiduciario de conservación para conservar las cuencas abastecedoras de agua potable a la ciudad de Bogotá. El
mecanismo ha sido diseñado de manera tal que
atraerá contribuciones voluntarias de entidades
tanto públicas como privadas, para así financiar
proyectos de conservación que varían desde
la consolidación de áreas protegidas hasta la
creación de incentivos a propietarios para proyectos de ganadería sostenible9.
RA
Asimismo, como parte de la Iniciativa de Energía Sostenible y Cambio Climático (SECCI)
del BID, CorpoAmazonía se encuentra implementando el proyecto “Cambio Climático
y Biodiversidad: Conservación de la Biodiversidad mediante la Reducción de la Deforestación en el Piedemonte Andino-Amazónico
de Colombia. El Caso del Proyecto Vial Pasto
Mocoa”8.
Cornare
Ministerio de Ambiente,
Vivienda y Desarrollo Territorial
República de Colombia
E
OT
AR
Libertad y Orden
RP
WWF Colombia cuenta con una sólida experiencia en el trabajo de temas forestales tanto
en el ámbito político como en el técnico, y junto a otras organizaciones, como CorpoAmazonía (Autoridad Ambiental Regional) y el
Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo
Territorial, actualmente participa en el proyecto “Cambio Climático y Biodiversidad: Promoviendo la Conservación de la Biodiversidad a
través de la Evasión/Reducción de la Deforestación en el pie de Monte Andino-Amazónico
de Colombia” en la región de Putumayo. La
participación directa de WWF Colombia en el
proyecto vial Pasto-Mocoa, cuyas actividades
compensatorias incluyen el establecimiento
de un plan de manejo para una reserva forestal, contempla el empleo de mecanismo de
financiamiento por REDD+.
POR NA
TU
CO
Por su parte, en el proyecto “Modelo de Financiación Alternativo para el Manejo Sostenible de los Bosques de San Nicolás” se
ha diseñado una manera innovadora para que
los usuarios del bosque compensen su impacto7 (ver detalle en el recuadro siguiente).
BRE
AC
IÓN
AUT
ÓNOMA
REGIONAL
RIO
NEG
RO
-N
PROYECTO MODELO DE FINANCIACIÓN
ALTERNATIVA PARA EL MANEJO SOSTENIBLE
DE LOS BOSQUES DE SAN NICOLÁS.
SEGUNDA FASE. ÁREAS NO-Kioto
DE RESTAURACIÓN
La importancia de los servicios ambientales, así como el
papel que juegan la restauración y rehabilitación forestal
y la conservación de bosques en la generación de aquellos, han sido reconocidos a escala internacional. Sin embargo, hace falta experiencia en proyectos que permitan la
articulación entre los diferentes aspectos en el ámbito local
(silvicultura, participación, empresa, etc.) y los incipientes
mercados globales de servicios forestales. Este proyecto
va más allá en la creación de instrumentos financieros y
propone la articulación de los elementos anteriormente
mencionados sobre un ejercicio real y concreto de restauración y rehabilitación del territorio forestal y conservación
de bosques que podrá replicarse en otras regiones.
El objetivo de desarrollo del proyecto es poner a prueba
un modelo de financiación que combine el manejo sostenible de los bosques con el diseño y puesta en funcionamiento de mecanismos de financiación que incluyen el
pago por servicios ambientales. En el marco del proyecto
se identifican e implementan acciones piloto que apoyan el
manejo sostenible de los bosques de San Nicolás de manera tal que se generen beneficios para las comunidades
locales. En el diseño del proyecto intervinieron: CORNARE,
la OIMT y EMPA, mientras que para la implementación participaron CORNARE, MasBosques, las comunidades y el
Banco Mundial a través de donaciones.
El proyecto REDD+ enmarcado en el proyecto de San Nicolás tiene como objetivo frenar la deforestación en el valle
de San Nicolás, proponiendo alternativas productivas para
las comunidades y para el cuidado de los bosques locales,
con lo que se evitaría la emisión de 80 000 t de CO2.
www.cornare.gov.co
Ecuador
El Programa Socio Bosque, lanzado por el Ministerio
del Medio Ambiente en setiembre de 2008, se basa
en un esquema de compensación costo-efectiva a través de bonos de conservación a otorgarse a los propietarios de los bosques con la finalidad de obtener
ventajas ambientales y socioeconómicas a partir de
la conservación, mediante incentivos económicos, de
una extensión de bosques mayor a la representada en
el Sistema Nacional de Áreas Protegidas durante un
periodo y reducir las emisiones por degradación de los
bosques y deforestación, así como ayudar a la pobla-
ción rural marginal de Ecuador a mejorar sus condiciones de vida (ver detalle en el siguiente recuadro)10.
De igual interés es el Proyecto Parque Nacional Yasuní-ITT11, que cuenta con significativos recursos de
petróleo, los cuales dejarían de ser explotados con la
finalidad de evitar la liberación de un promedio de 436
millones de tCO2 a la atmósfera12. El modelo del proyecto propone mantener cerca de 1000 millones de barriles de petróleo pesado del proyecto petrolero ITT en el
subsuelo, a cambio de una compensación internacional
que alcance al menos el 50% de lo que Ecuador percibiría en caso que estas reservas fueran explotadas.
93
En el marco del proyecto “Conservación de
Bosques Andinos de la Reserva Chachi, Esmeraldas a través de una iniciativa REDD+”
se ha definido un acuerdo de incentivos de
conservación (Conservación Internacional y
GTZ), el cual busca compensar a los dueños
de recursos para la conservación de los bosques y al mismo tiempo desarrollar proyectos
de beneficios comunitarios (salud, educación,
proyectos productivos). El incentivo consiste en
una compensación de US$ 5/ha/año bajo asesoramiento y reglas de gasto.
Una iniciativa interesante y focalizada en los
bosques montanos de Ecuador es la que se
encuentra liderando la Fundación Cordillera
Tropical. Este proyecto se centra en la venta de
un paquete de servicios ambientales como mecanismo para fortalecer la gestión del Parque
Nacional Sangay. La iniciativa aún se encuentra
en fase de investigación, por lo que todavía no
se ha culminado la formulación del proyecto.
Actualmente todos los esfuerzos se encuentran
orientados a la implementación de un esquema
de incentivos económicos para la conservación
del bosque montano y el páramo13.
Por su parte, el Programa PROFAFOR también se encuentra estudiando la factibilidad
de formular e implementar proyectos piloto de
REDD+. Los potenciales proyectos serían en
localidades de Orellana y en Zamora, Amazonas. Otro de los proyectos piloto que se viene
promoviendo es el denominado “Proyecto de
Manejo Sostenible de los Recursos Forestales bajo el Esquema REDD+ en la Comunidad
Shuar Shuame” (Morona Santiago), que se encuentra en fase de formulación.
El proyecto de Reforestación y Conservación de la Cordillera Chongón Colonche,
iniciativa de la Fundación Natura Ecuador, que
cuenta con el apoyo financiera del Banco de
Fomento Alemán (KfW) y el aval y supervisión
del Ministerio del Ambiente, busca conservar
el bosque seco de la cordillera Chongón Colonche en las provincias de Guayas y de Manabí mediante el control de la deforestación en
el bosque protector y la producción agrícola
sostenible en la zona de amortiguamiento.
Si bien el proyecto no tiene originalmente un
componente de medición de la reducción de
94
Ministerio
del Ambiente
PROGRAMA SOCIO BOSQUE
B
ECUADOR
Lanzado por el Ministerio del Ambiente en setiembre de 2008, el
Programa Socio Bosque se basa en la entrega de incentivos económicos a los campesinos y comunidades indígenas que se comprometen voluntariamente a conservar sus bosques nativos, páramos y otra vegetación nativa. El monto del incentivo alcanza los 30
dólares por hectárea al año, según el número de hectáreas que un
propietario desea ingresar al Programa. Las personas reciben el
incentivo una vez que cumplen con las condiciones de seguimiento que se determinan en un convenio firmado con el Ministerio del
Ambiente de Ecuador.
¿Quiénes pueden participar?
Todas las personas naturales, comunas legalmente constituidas,
y pueblos o nacionalidades indígenas. Sin embargo, tendrán prioridad de ingreso al Programa aquellas áreas que tengan una alta
amenaza de deforestación, áreas relevantes para la generación
de servicios ambientales y áreas con altos niveles de pobreza. El
solicitante debe contar con el título de propiedad del predio, y el
convenio por el cual los propietarios del predio se comprometen
a conservar el área inscrita en el Programa tiene una duración de
veinte años. Las inscripciones son gratuitas y están abiertas todo
el año.
Algunos resultados a diciembre de 2008
A diciembre de 2008 el Programa había beneficiado a 20 423 personas, conservando aproximadamente 178 000 hectáreas de bosque,
lo cual representa un monto total 862 701 dólares por año. Durante
el año 2009 el Programa se implementó en todo el país; siendo la
meta conservar 210 000 ha y beneficiar aproximadamente a 30 000
personas adicionales.
www.ambiente.gov.ec
emisiones de GEI por la deforestación reducida o el
carbono almacenado, mediante la conservación de los
bosques y la disminución de la deforestación se contribuye a reducir las emisiones de GEI14 (ZambranoBarragán, 2008).
Estándares Sociales y Ambientales para Programas
Nacionales de REDD+ (puestos a prueba, entre otros
países, en Ecuador)15. El objetivo de esta iniciativa facilitada por CCBA y CARE International, es proporcionar estándares sociales y ambientales efectivos para
programas de REDD+ y así contribuir a reducir la pobreza y lograr las metas de conservación de biodiversidad; constituyéndose en una herramienta para asegurar que REDD+ opere de manera justa, transparente,
equitativa y responsable. La iniciativa pone a prueba,
a escalas globales y nacionales, los estándares sociales y ambientales desarrollados. Los estándares fueron
desarrollados mediante un proceso inclusivo y participativo. Para ello, entre los meses de julio y octubre de
2009, se desarrollaron reuniones de consulta con tres
países piloto (Ecuador, Nepal y Tanzania) interesados
en la adopción temprana de estos estándares. Se tiene
planificado que la puesta a prueba de los estándares
en dichos países piloto se iniciará en abril de 2010.
Perú
La Mesa REDD Perú es una iniciativa público privada
de organizaciones involucradas con la implementación de mecanismos de REDD+ en Perú. Las prioridades de trabajo de este Grupo son: (i) acompañar
el desarrollo e implementación de las actuales iniciativas REDD+; (ii) impulsar la construcción de una política y agenda nacional sobre REDD+, y (iii) fomentar
la información y capacitación de los actores peruanos
en REDD+.
En octubre de 2008 distintas instituciones organizaron
dos eventos para generar capacidades en el tema: uno
dirigido a los miembros del Grupo REDD+, llevado a
cabo en Lima, y el segundo orientado a generar capacidades de autoridades regionales, instituciones públicas
y otras instituciones vinculadas con los bosques. Instituciones como TNC, WWF, IC, Rainforest Alliance, Intercooperation e InWent participaron en la organización y
financiamiento de los eventos. Como resultado del evento, se firmó con el gobierno regional de San Martín el
“Tratado de Tarapoto”, que reconoce la importancia de
REDD+ como potencial mecanismo para amenguar la
deforestación y degradación de los bosques.
95
Por su parte, la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA) ha llevado a cabo un estudio sobre los aspectos jurídicos para el establecimiento de un esquema REDD+ en Perú.
WWF Perú se encuentra implementando diversos proyectos que contribuyen a incrementar el interés nacional en REDD+ y a la vez generan información clave
para la futura implementación de este mecanismo en el
país. Los proyectos que actualmente viene llevando a
cabo WWF Perú son:
X La elaboración de la "Línea de Base del Potencial
de REDD+ en la Amazonía Andina Peruana” se viene ejecutando tanto en áreas naturales protegidas
como en territorios indígenas y concesiones forestales de la región San Martín, con el objetivo de determinar el potencial de almacenamiento de carbono
en la región con mayor amenaza de deforestación
dentro del área de influencia de la Carretera Interoceánica Norte, con el fin de promover la implementación de proyectos REDD+ basados en la información que genera el proyecto.
X En el proyecto “Evaluación de Bosques en la Región
Madre de Dios” se está realizando un mapeo de carbono del bosque y biomasa en la porción sudeste
de Madre de Dios, combinando la estimación de la
cobertura boscosa, deforestación y degradación a
partir de imágenes satelitales con mediciones de la
estructura en 3-D del bosque.
X “Armonización del Marco Político, Legal e Institucional en relación con la Implementación de Proyecto
REDD+ en Perú”, ejecutado a través de la ONG local
Derecho, Ambiente y Recursos Naturales (DAR).
X El proyecto de “Construcción de Capacidades a Nivel Nacional y Subnacional para REDD+ en Perú”
96
tiene como meta el desarrollo de una estrategia progresiva y sólida para REDD+ en Perú con un compromiso social civil activo.
Asimismo, en Madre de Dios, ACCA se encuentra desarrollando un proyecto de REDD+ en la Concesión
para Conservación Los Amigos, en el cual ya se ha
realizado la medición de las reservas de carbono y se
está elaborando una línea de base y los PDD, tanto
para CCBA como para VCS, con apoyo de la consultora Carbon Decisions16.
La organización peruana AIDER se encuentra desarrollando una serie de proyectos REDD+ en distintos
escenarios de la Amazonía peruana: (i) En la Reserva Nacional Tambopata y Parque Nacional Bahuaja
Sonene, en Madre de Dios, proyecto en el cual se incorpora la alternativa de REDD+ como mecanismo de
sostenibilidad del contrato de administración parcial
de operaciones de estas áreas protegidas; (ii) en doce
comunidades nativas que forman parte de la regencia
de la certificación forestal FSC que tiene AIDER y así
fomentar el manejo forestal sostenible, y (iii) en las concesiones forestales Maderyja y Maderacre en la región
Madre de Dios (con miras a ampliarse a otra concesión
forestal), con el cual se busca reducir la deforestación
en 100 mil ha de bosques con certificación forestal.
Por su parte, también en Madre de Dios, Asesorandes
se encuentra negociando un proyecto REDD+ en la Comunidad Nativa de Bélgica. El objetivo de este proyecto
es lograr el desarrollo comunitario a través de actividades de corte social y educacional en favor de la comunidad nativa. El área del proyecto se localiza en la zona de
influencia inmediata por la construcción de la carretera
Interoceánica Sur, que constituye una amenaza potencial
para los bosques de la comunidad17.
Por su parte, la Universidad de Leeds ha venido liderando, en conjunto con el Instituto de Investigación de la
Amazonía Peruana (IIAP), un proyecto de construcción
de capacidades para proyectos de pagos por servicios
ambientales (PSA) basados en carbono y biodiversidad
en la Amazonía peruana. En el marco del proyecto, en
mayo de 2009, se organizó en Iquitos el “Taller de análisis estadístico para apoyar el diseño de los inventarios
de carbono”18. Si bien el proyecto se focaliza en bosques
amazónicos, significa una contribución al conocimiento
sobre los requisitos de capacitación e investigación para
desarrollar proyectos de PSA; consideraciones que deberían tenerse en cuenta también en proyectos similares
en ecosistemas forestales andinos y altoandinos.
En cuanto a las iniciativas en zonas andinas y altoandinas, la Asociación de Ecosistemas Andinos (ECOAN)
ha llevado a cabo un mapeo preliminar de los bosques
de Polylepis en las áreas de Conservación Privada en la
Cordillera del Vilcanota. El área estudiada abarca desde
las proximidades de la localidad de Calca (2924 msnm)
hasta el Abra Málaga (4300 msnm) en las altas montañas del valle del Urubamba. Los bosques procesados
cubren una extensión aproximada de 1200 ha. Esta
actividad constituye una etapa inicial para luego poder
evaluar el grado de remanencia de los bosques en esta
zona, así como posteriores actividades de cuantificación
de carbono forestal.
En la Estación Biológica Wayqecha, de propiedad
de la Asociación para la Conservación de la Cuenca
Amazónica (ACCA), ubicada en la provincia de Paucartambo, Cusco a 2950 msnm, se ha venido llevando
a cabo una serie de investigaciones en relación con la
dinámica de carbono a lo largo de un transecto altitudinal tropical a cargo de un grupo de investigadores
del Instituto de Cambio Ambiental de la Universidad
de Oxford, entre otras universidades. Además, se está
llevando a cabo un estudio de maestría (Universidad
de Oxford) sobre la deforestación evitada en los Andes
peruanos19.
La asociación peruana sin fines de lucro Amazónicos
por la Amazonía (AMPA) se encuentra formulando el
proyecto de REDD+ en la Concesión para Conservación
“Alto Huayabamba”, ecosistemas de jalca y yungas, en
la Amazonía Andina del Perú. El objetivo del proyecto
es disminuir las amenazas sobre las zonas con aptitud
para protección y conservación ecológica de acuerdo
con la Zonificación Ecológica Económica, especialmente aquellas de gran importancia por los bienes y servicios ambientales que proporcionan. Este proyecto es
particularmente interesante, ya que su área de influencia ocupa zonas con Bosques Andinos, y la información
generada como producto de esta iniciativa será de gran
utilidad para iniciativas venideras en ecosistemas forestales andinos (ver el recuadro de la siguiente página).
En octubre de 2009, el Perú fue uno de los países piloto
en donde se probó el método FERVA20 (por sus siglas
en inglés Fair and Efficient REDD Value Chain Allocation), desarrollado por ASB Partnership for the Tropical
Forest Margins, y aplicado en tres talleres llevados a
cabo en las regiones Amazónicas más deforestadas
del país: Ucayali, San Martín y Loreto. El análisis de
la cadena de valor se basó en la experiencia y conocimiento de los participantes acerca de proyectos de
desarrollo y conservación.
A escala subregional e internacional
En cuanto a las iniciativas subregionales, en mayo
de 2009 se realizó el Primer Seminario-Taller Regional Andino “Estrategias de Reducción de Emisiones
por Deforestación y Degradación de los Bosques”,
organizado por la Secretaría General de la Comunidad Andina y sus socios (con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional AECID,
el Programa Regional Ecobona Intercooperation, la
Comisión Económica para América Latina y el Caribe CEPAL, la Agencia de Cooperación Alemana, el
Proyecto Páramo Andino, la Universidad de Ámsterdam y el Laboratorio Asner del Instituto Carnegie). El
seminario-taller cumplió con: (i) facilitar el intercambio
de experiencias y la creación de redes de contactos
de expertos en la Región Andino-Amazónica; (ii) discutir las diferentes opciones metodológicas en torno
a REDD+ y sobre los cuales aún no existe una definición clara, y (iii) identificar prioridades en creación de
capacidades en cuanto a REDD+ en la Subregión Andina, así como la relevancia del trabajo en otros temas
y ecosistemas estratégicos para la región.
Durante el seminario-taller se llevó a cabo una sesión
cerrada que estuvo enfocada en las autoridades ambientales de los países de la subregión, para así lograr
identificar prioridades regionales de trabajo en torno a
REDD+. Para esta sesión se partió de los resultados
de una consultoría realizada por la consultora Libélula
para la SGCAN sobre “Análisis de incentivos positivos
para la disminución de la deforestación en los países
de la Subregión Andina”. Como resultado de esta discusión, los cuatro países de la subregión identificaron
una serie de temas prioritarios comunes para REDD+.
97
A escala latinoamericana, el Foro Latinoamericano sobre REDD+21 fue lanzado oficialmente en febrero de
2009 y tiene como objetivo la construcción de una red
abierta cuya meta es reducir las barreras entre los países latinoamericanos respecto de REDD+, así como en
referencia a las preparaciones para las negociaciones
internacionales a realizarse a fines del año 2009. El foro
incluye representantes de ONG, gobiernos locales y
población indígena, entre otros interesados. Como iniciativa de este Foro, en setiembre de 2009 se realizó el
Primer Simposio Latinoamericano de REDD+, llevado a
cabo en la ciudad de Manaus, Brasil22.
Del 30 de agosto al 4 de setiembre del año 2010 se llevará a cabo el taller “Gobernanza forestal, descentralización y REDD en América Latina”, iniciativa de los
gobiernos de México y Suiza, respaldada por el Foro de
Amazónicos por la Amazonía
PROYECTO DE REDD+ EN LA CONCESIÓN PARA CONSERVACIÓN ALTO
HUAYABAMBA. ECOSISTEMAS DE JALCA Y YUNGAS
- AMAZONÍA ANDINA DEL PERÚ
La Concesión para Conservación Alto Huayabamba se encuentra ubicada en los distritos de Huicungo y Alto Saposoa, en las provincias de Mariscal Cáceres y Huallaga, región San Martín. La concesión abarca ecosistemas de Jalca y Yungas. La Jalca (3000 - 4600 msnm), también conocida como la ecorregión Páramos de la Cordillera Central
(según Dinerstein, WWF), presenta dominancia de pastizales altoandinos y fragmentos de bosques. Por su parte,
los bosques montanos de yungas (2000 - 3200 msnm) cubren por completo los valles escarpados que caracterizan
la CCAH.
De acuerdo con la primera aproximación del monitoreo de la deforestación utilizando imágenes satelitales Landsat
1999 - 2006, se calcula que el área deforestada en la Concesión para Conservación es de 300 ha aproximadamente,
que representan el 0,21% del área.
Las mayores presiones por deforestación se originan en torno a los asentamientos humanos y las vías de comunicación que se han localizado en los ejes de dos proyectos
carreteros, así como a la minería. En la concesión existen
tres vías de acceso que datan de épocas prehispánicas y
que actualmente sirven a los que buscan tierras agrícolas
en los bosques de yungas.
Se han identificado las actividades para reducir la deforestación y la degradación forestal en la concesión para conservación. En la Jalca, estas actividades estarían orientadas a: establecer acuerdos de cooperación con las familias usuarias
de los pastizales, microzonificar la jalca, cambiar el manejo
extensivo de ganado a un modelo semiextensivo, reducir los
incendios forestales, restaurar los parches degradados de
bosques altoandinos y mejorar la capacidad de negociación
ganadera de los usuarios. Por su parte, en las yungas se piensa establecer acuerdos de “cero inmigración” con los
pobladores asentados en los bosques montanos al interior de la concesión, así como introducir actividades económicas complementarias basadas en el uso sostenible del bosque y apoyar en la mejora de la educación primaria dentro
de la concesión.
Fuente: Karina Pinasco (AMPA)
www.ampaperu.info
[email protected] /
[email protected]
98
las Naciones Unidas sobre Bosques. Este taller considerará los nexos entre gobernanza forestal, manejo
forestal sostenible y el rol de los bosques en la mitigación y adaptación al cambio climático. Los resultados
de este taller alimentarán la novena sesión del Foro,
programado para inicios del año 2011, cuyo tema será
“Bosques para las personas, medios de vida y erradicación de la pobreza”. Entre los organizadores del
evento se encuentran CONAFOR (Comisión Nacional
Forestal), Oficina Federal Suiza para el Ambiente, CIFOR, Intercooperation, DFID y el Foro de las Naciones
Unidas sobre Bosques.
Notas
1
A partir de la presentación realizada por el ingeniero Isidro
Callisaya en el Seminario-Taller Regional Andino de REDD+
llevado a cabo en mayo de 2009 en Lima, Perú.
2
Presentación de FAN en el evento paralelo Forest Trends / FAN
durante la COP 15 (12 de diciembre 2009, Copenhague).
3
Presentación de Jaime Gonzales Humpire, coordinador de la
CIDOB, realizada en el marco del I Simposio Latinoamericano
de REDD+, Manaus Brasil, en setiembre de 2009.
4
Ver: http://www.rightsandresources.org
5
Fuente: www.accionsocial.gov.co
6
Comunicación electrónica con Adriana Gómez, Fundación
Natura - Colombia (junio de 2009).
7
Comunicación electrónica con ingeniera Patricia Tobón, coordinadora técnica de CORNARE-OIMT (www.cornare.gov.co).
8
http://idbdocs.iadb.org/wsdocs/getdocument.
aspx?docnum=1475458
9
http://www.nature.org/wherewework/southamerica/colombia_
es/work/art26135.html
10 Comunicación electrónica con Max Lascano y Daniela Carrión
(Ministerio de Ambiente Ecuador).
11 http://www.yasuni-itt.gov.ec
12 Iniciativa del gobierno ecuatoriano lanzada oficialmente en
junio de 2007 (www.senplades.gov.ec).
13 Comunicación electrónica con Catherine Schloegel, directora
de proyectos de Fundación Cordillera Tropical.
14 http://www.fnatura.org/pro_cho_co.php
15 Ver: http://www.climate-standards.org/news/files/REDD_press_
release_09_12_09.pdf
16 Tomado de la presentación realizada por A. Mulanovich en el
seminario taller de REDD+ organizado por ACCA en Madre de
Dios (mayo de 2009).
17 Comunicación electrónica con Jorge Torres.
18 http://www.iiap.org.pe/carbono.html
19 http://www.eci.ox.ac.uk/research/climate/index.php
20 Comunicación electrónica con Sandra Velarde (ICRAF)
21 Ver: http://unfccc.int/files/methods_science/REDD+/application/pdf/latin_american_forum_on_redd.pdf
22 Ver: http://www.forumREDD+.org/pt/index.
cfm?fuseaction=noticia&id=151
99
12
Vacíos y necesidades
de acción en torno a REDD+
en los Bosques Andinos
X Es necesario reforzar la exploración de las existencias y flujos de carbono en los Bosques Andinos y
en todas sus fuentes. Resulta importante fomentar
la investigación sobre temas relacionados con el
potencial de los ecosistemas forestales andinos
para mitigar el cambio climático, considerando
tanto actividades de conservación de bosques
remanentes como actividades de restauración de
bosques degradados, así como el desarrollo y validación de las metodologías necesarias para diseñar e implementar estas actividades.
X Es necesario realizar acciones de monitoreo de la
regeneración natural en los Bosques Andinos, así
como de las actividades de restauración de estos
bosques y la regeneración natural asistida y su potencial de captura y almacenamiento de carbono;
teniendo en consideración los diferentes niveles de
degradación de estos bosques y sus causas.
X Las actividades de restauración de los bosques,
en asociación con las iniciativas de reducción de la
deforestación y degradación forestal, podrían incrementar la capacidad de los bosques para proveer
de bienes y servicios forestales e incrementar el valor
del bosque en pie. En este sentido, resulta necesario delinear las estrategias que permitan y faciliten
el acople de las actividades de restauración de los
bosques degradados con las acciones de reducción
de la deforestación y la degradación en un potencial
mecanismo REDD+.
X Teniendo en cuenta el alto grado de fragmentación
de los Bosques Andinos, al diseñar un proyecto de
REDD+ en este tipo de ecosistemas forestales resulta prioritario utilizar un enfoque de paisaje o multipropósito, cuyo esquema considere: el rol de la
conservación y del manejo forestal sostenible, las
actividades de restauración, la selección de las especies utilizadas para restaurar los bosques degradados, el rol de la biodiversidad, la disponibilidad
de productos forestales maderables y no maderables para uso de la población local, la calidad del
hábitat, la provisión de recursos hídricos y la relación de esta con la cobertura forestal actual futura.
101
X Es necesario, en Bosques Andinos, considerar el
carbono terrestre y no solo el carbono por encima
del suelo. Actualmente las iniciativas existentes dependen altamente de la definición de bosque para
los ejercicios de cuantificación; pero en Bosques
Andinos, existe la necesidad de “ver a los árboles
fuera de las áreas definidas como bosque”, así
como de cuantificar la densidad de carbono en zonas “no boscosas”.
X Si bien un proyecto de REDD+ podría tender a reducir las fugas asociadas con el desplazamiento
de actividades de uso de la tierra fuera del área del
proyecto, aún es necesario evaluar la posibilidad
de incluir esquemas que incrementen la eficiencia
en el uso de los recursos tanto maderables como no
maderables (e.g. utilización de cocinas mejoradas
que incrementen la eficiencia en el uso de la madera para leña proveniente de los Bosques Andinos).
Existe cierta incertidumbre sobre el impacto de estas acciones en la reducción de emisiones, sobre
todo en la reducción relacionada con la utilización
de combustibles fósiles con fines energéticos.
X El mapa de sistemas ecológicos de los Andes del
Norte y Centro ofrece la posibilidad de realizar un
análisis de vacíos que permita definir aquellos sistemas ecológicos de poca representatividad en las
áreas protegidas, pero que debido a la reducida
extensión de algunos sistemas ecológicos de gran
importancia en términos de oferta de servicios ambientales, debieran ser también conservados. Este
tipo de criterios debiera considerarse al determinar
el potencial de una extensión forestal para participar de esquemas de REDD+.
X Es necesario definir indicadores de degradación
forestal (y de paisaje), que permitan identificar diferentes niveles de degradación en los EFA. Esto
permitirá priorizar las iniciativas de conservación en
los ecosistemas más degradados. La medición y el
monitoreo de la degradación de los bosques representa un reto considerable por superar. Se requiere
información detallda de campo para complementar
los datos obtenidos de sensores remotos sobre el
estado de degradación de los bosques.
X Teniendo en cuenta que, en algunas localidades de
la región, los Bosques Andinos remanentes cubren
una reducida extensión, existe la posibilidad de
que los costos de implementación de las actividades de un potencial proyecto de REDD+ en estos
bosques sean tan elevados como para reducir los
beneficios económicos a obtenerse del proyecto.
Sin embargo, es necesario incidir en la implementación de estrategias de conservación en estos bosques remanentes, recalcando la importancia de los
beneficios sociales y ambientales que podría generar la implementación de acciones que reduzcan la
degradación de los bosques y la deforestación en
estos ecosistemas.
X Se requiere información sobre las tasas de deforestación y degradación de los Bosques Andinos, en
especial de los bosques de Polylepis.
X Es preciso realizar un análisis de fondo en relación
con la gobernanza forestal. Si bien existen avances
significativos sobre REDD+ en cuanto a los temas
técnicos y metodológicos, los grandes desafíos de
implementar este mecanismo en los países andinos
se enfocan en consolidar los mecanismos de participación comunitaria antes y durante el proceso,
mecanismos de control social, procesos de consulta, transparencia en los mecanismos y esquemas
de distribución equitativa de los beneficios.
102
X Es necesario priorizar actividades de monitoreo sobre los impactos del cambio climático en los EFA.
Existen interesantes trabajos de investigación desarrollados para ecosistemas agroforestales de alta
montaña en Europa (e.g. el trabajo que viene realizando el Centro para la Investigación Climática en
Paisajes Agriculturales o ZALF, en Muencheberg,
Alemania) y que podrían ser adaptados a realidades andinas.
X Es preciso reforzar el involucramiento de las universidades de la Región Andina en la temática relacionada con la cuantificación de biomasa y carbono en
ecosistemas forestales andinos, así como con las
metodologías existentes para tal fin. Si bien es posible utilizar información generada a una escala macro para realizar estimaciones, es necesario contar
con datos generados a una escala más local, lo que
permitiría conocer con mayor nivel de detalle el potencial y flujos en los diferentes sistemas ecológicos
existentes en los EFA. Es un reto que los grupos de
investigación interesados en esta temática desarrollen metodologías que permitan la comparación de
los resultados con estudios realizados en los distintos países y localidades de la Región Andina.
X Es necesario considerar realidades futuras al diseñar un sistema de incentivos para REDD+. Los
incentivos que satisfactoriamente conduzcan a reducir la deforestación y degradación forestal, no
debieran ser estáticos durante la vida del proyecto.
Cada cierto tiempo debieran realizarse diagnósticos que permitan evaluar las modificaciones en el
comportamiento de los pobladores andinos como
consecuencia de la implementación de las actividades de un proyecto en particular, para así poder
replantear los incentivos de acuerdo con los cambios y grado de satisfacción alcanzados.
X Finalmente, se debe tener presente que REDD+
significa una opción atractiva para fomentar la reducción de deforestación y degradación forestal,
pero que es necesario evitar generar expectativas
sobredimensionadas entre la población rural que
finalmente puedan ser contraproducentes para los
objetivos iniciales de un proyecto en particular.
103
13
Perspectivas y posibilidades de
REDD+ en los Bosques Andinos
Criterios a considerar: Bosques Andinos y REDD+
Es necesario recalcar algunas de las características particulares de los bosques Andinos que permitan reflexionar sobre su potencial consideración en
esquemas de REDD+. Dichas características se detallan a continuación.
Tabla 13.1 Criterios a considerar en Bosques Andinos y REDD+
Criterios
Consideraciones
Nivel de
amenaza real
Alto nivel de amenaza real debido principalmente al desarrollo de la
infraestructura vial, lo cual favorece, entre otros, a la expansión de
las actividades agropecuarias. Es necesario considerar los impactos del cambio climático en los Andes, en adición a los procesos de
cambio en el uso de las tierras.
Fragmentación
Considerando las altas tasas de degradación actual de los Bosques
Andinos, es prioritario destinar recursos e identificar acciones concretas y viables para reducir la velocidad de pérdida de los Bosques
Andinos remanentes y su biodiversidad asociada. La situación actual de fragmentación de dichos bosques se constituye en una de
las razones esenciales para posibilitar la aplicación de esquemas
de REDD+ en estos ecosistemas, priorizando actividades de mejoramiento de las reservas de carbono, tales como la regeneración
de los bosques degradados.
Gradiente de
degradación
y priorización
Se reconoce que, a lo largo de la Región Andina, la situación
de degradación forestal varía con respecto a la ubicación de los
bosques y las presiones asociadas. Por tanto, es necesario identificar aquellas áreas prioritarias para su recuperación y manejo.
Iniciativas tales como el mapa de sistemas ecológicos (Josse et
al., 2009), y otros más específicos, son un gran aporte en la identificación de estas regiones prioritarias para iniciar acciones de conservación y recuperación.
Biodiversidadendemismo o
singularidad
Si bien la extensión forestal en la Región Andina es reducida
(en comparación con la amazónica), no lo son las características de diversidad biológica ni el grado de endemismo.
Este criterio de singularidad ecosistémica debiera considerarse como un factor adicional positivo para cada
tonelada de carbono cuantificada en bosques forestales
andinos de gran biodiversidad.
105
Incrementando la participación
de la extensión forestal andina
mediante “regencias forestales”
X Se debe evaluar la capacidad de transferencia de
conocimientos técnicos a otras comunidades campesinas e individuos interesados y con potencial
para participar en el esquema.
Si bien uno de los principales obstáculos que presenta la
situación de la tenencia de las tierras en algunas zonas
de la Región Andina es la parcelación de las tierras forestales, esta situación podría ser superada mediante el diseño de sistemas de “regencias forestales”. Este sistema
es conocido, principalmente en Perú, en los procesos de
certificación forestal en comunidades nativas y concesiones forestales. Mediante el esquema de regencia, se
fomenta la agrupación de propietarios individuales o tierras comunales con título, para de esta manera lograr el
incremento del área forestal potencial a participar de un
esquema de REDD+; incrementando por ende las reservas de carbono actuales y el potencial de restauración,
dependiendo del nivel de degradación de los bosques
involucrados. Por tanto, para estos esquemas de regencia es necesario tener en consideración lo siguiente:
X Es requisito que los participantes cuenten con título
sobre las tierras forestales a incorporar en el esquema de regencia.
X Se debe partir de la identificación de aquellas comunidades campesinas o individuos con mayores
capacidades actuales generadas en relación con temas de manejo forestal y conservación de bosques.
106
X Se debe tener en cuenta que la incorporación de
comuneros y campesinos al esquema sería gradual, por lo que la inclusión de áreas forestales en
el potencial esquema variaría a medida que se vayan generando las condiciones para la incorporación de un mayor número de participantes.
X Es probable que la incorporación de un mayor número de participantes se encuentre en función de
los beneficios a generarse y compromisos por asumir al implementar las actividades del proyecto.
X Este tipo de sistemas podría facilitar el acercamiento de representantes de las comunidades campesinas e individuos con las autoridades locales.
X Mediante sistemas de este tipo se podría lidiar con
la dispersión poblacional, facilitando la participación y gestión.
Oportunidad para aclarar los aspectos
de tenencia de tierras en los Andes
Las iniciativas de reducción de la
deforestación a escala nacional
El mecanismo de REDD+ podría representar una oportunidad para aclarar los aspectos relacionados con la
tenencia de las tierras y con el derecho a la tenencia
del carbono en los EFA, pues su esquema exige que
las actividades para reducir las emisiones de GEI a la
atmósfera como producto de las actividades forestales
que se identifiquen y diseñen, se desarrollen en un escenario en el cual estos aspectos se hallen definidos
y reconocidos por todos los actores involucrados en el
proceso. A la fecha, debido a que la mayoría de acciones de REDD+ se encuentran orientadas a realidades
amazónicas, se ha venido analizando la situación de
la tenencia de las tierras y de los derechos del carbono en estos ecosistemas. Es necesario que estos
análisis se expandan a realidades andinas, en donde
(específicamente para el Perú) la tenencia forestal es
esencialmente de carácter privada (sea comunal campesina o individual).
Las iniciativas de REDD+ a escala nacional, que incluyen el diseño de medidas de esquemas de reducción de emisiones por deforestación y degradación en
territorios de pueblos indígenas mediante incentivos
económicos, deberían considerar también a las comunidades campesinas asentadas en los ecosistemas forestales andinos, pues estos se caracterizan por su alta
vulnerabilidad frente al cambio climático y de amenaza
actual a la deforestación y degradación. Los múltiples
proyectos de reforestación y restauración llevados a
cabo en los EFA durante las últimas décadas con el
acompañamiento y participación de las comunidades
campesinas, proporcionan una interesante plataforma
de información técnica, tecnológica, social y ambiental,
que facilitaría el diseño de actividades de restauración
de bosques degradados y de reforestación desde una
base validada por los mismos actores del bosque.
107
Las estrategias nacionales de REDD+ (actualmente
en construcción) deberían incluir la potencialidad de
otros ecosistemas forestales, además de los amazónicos, y considerarlos en los procesos de cuantificación y monitoreo de la deforestación y degradación
forestal nacional.
Conexión con la adaptación
al cambio climático
Resultaría provechoso, para la formulación de iniciativas de REDD+, tener en consideración las diferentes
iniciativas de adaptación al cambio climático a escalas
nacional y subnacional que se encuentran actualmente
en marcha y, en su mayoría, concentradas en las zonas
andinas por su alta vulnerabilidad al cambio climático.
En este sentido, las propuestas de REDD+ podrían
aprovechar la información generada, institucionalidad
formada y actores dependientes de los bosques involucrados en el marco de dichos proyectos de adapta-
108
ción; evaluando, siempre y cuando sea pertinente, la
sinergia entre las actividades de reducción de la vulnerabilidad y las de reducción de emisiones, considerando a los EFA como fuentes de servicios ambientales y
su importancia en la población rural andina.
Al considerar los criterios establecidos por Murdiyarso
(2005) y otros1 para analizar la potencialidad de establecer sinergias entre acciones de mitigación y adaptación al cambio climático, y aplicarlos a la realidad de
la región Andina, se observa un alto potencial de sinergia. Esto se debe, principalmente, a que en esta región
los siguientes parámetros aplican: (a) la población y la
ubicación vulnerable al cambio climático coincide con
la localización en la cual acciones de mitigación se ven
favorecidas; (b) las acciones de mitigación podrían incrementar la resiliencia de los sistemas productivos; y
(c) las acciones de mitigación podrían incrementar la
resiliencia de los sistemas sociales mediante la provisión de seguros, diversificación de ingresos y estabilización del mercado, entre otros.
Resulta de gran importancia relacionar lo que se ha venido avanzando en la adaptación al cambio climático y
las medidas de reducción del riesgo de desastres, sobre todo en la Región Andina, en la cual se llevan a cabo
actualmente una serie de proyectos que intentan integrar
ambas disciplinas. Entre estos proyectos se encuentran:
t Proyecto de adaptación al impacto del retroceso acelerado de glaciares en los Andes tropicales (PRAA),
implementado en Bolivia, Ecuador y Perú y financiado por el GEF-Banco Mundial.
t Programa de Adaptación al Cambio Climático, ejecutado en Perú y facilitado por el consorcio compuesto
por Intercooperation, Libélula y Predes.
t Proyecto de adaptación al cambio climático a través
de una efectiva gobernabilidad del agua, ejecutado
en Ecuador y financiado por el GEF.
t Gestión integral y adaptativa de recursos ambientales
para minimizar vulnerabilidades al cambio climático en
microcuencas altoandinas, ejecutado en Perú por cuatro agencias del Sistema de Naciones Unidas: PNUD,
PNUMA, OMS y FAO en las regiones de Cusco y Apurímac, en donde se llevarán a cabo experiencias piloto, y
financiado con recursos de la cooperación española.
t Recuperación de sistemas hídricos en andenes prehispánicos vulnerables, ejecutado en Perú en Apurímac y Ayacucho por la organización “Cusichaca
Trust”, y financiado por el Banco Mundial (Development Marketplace Global Competition 2009).
t Adaptando cultivos nativos andinos para la seguridad alimentaria de la población indígena 2 , ejecutado en Perú por la Asociación Andes y financiado por
el Banco Mundial (Development Marketplace Global
Competition 2009).
t Saving Glaciers: Artisanal Industry Aims to Stop the
Melt and Save Water 3, ejecutado en Perú por la organización Glaciares Peru y financiado por el Banco
Mundial (Development Marketplace Global Competition 2009).
Si bien no se han desarrollado lineamientos de buenas
prácticas para evaluar el grado de satisfacción de las
iniciativas de REDD+ en la asistencia significativa a las
comunidades y sus medios de vida para la adaptación
al cambio climático, actualmente los estándares CCB
proporcionan, como medida opcional (de certificación
nivel oro), un criterio que estimula las acciones de
adaptación en los proyectos de carbono forestal.
109
Acceso a información de iniciativas
en la Subregión Andina
Debido a la gran similitud de las condiciones ambientales, sociales y económicas de los ecosistemas forestales andinos en los países de la subregión, resultaría
provechoso lograr el acceso a la información correspondiente a las diferentes iniciativas de REDD+ en formulación o en marcha en los países, y realizar un balance de aquellos aspectos de dichas iniciativas que
podrían recogerse y ser aplicables según la coyuntura
de cada país de la subregión en particular, sobre todo
a escala subnacional. Procesos de gestión del conocimiento sobre las experiencias en marcha son fundamentales. Si bien cada país de la subregión cuenta con
una normativa particular respecto de la provisión de
los servicios ambientales, los beneficiarios, las fuentes
y los mecanismos de distribución de los beneficios,
significaría una gran contribución para la implementación satisfactoria del mecanismo de REDD+ conocer
las políticas de incentivos propuestas por cada uno de
los países, tendientes (o no) a reducir la deforestación
y degradación forestal, su nivel de aprobación y cum-
110
plimiento sin restringir el acceso a la generación de
información de carácter metodológica o técnica.
Maximimación de los cobeneficios
de biodiversidad
Los Bosques Andinos juegan un rol fundamental en la
provisión de biodiversidad, incluyendo también otros
servicios ecosistémicos no necesariamente relacionados con el carbono. Para poder analizar de qué manera aprovechar los cobeneficios generados por REDD+
resulta necesario contar con un mapeo de la biodiversidad y otros beneficios asociados con la reducción de
la deforestación, degradación y restauración de bosques
degradados. Esto sería un gran aporte a la planificación de las estrategias nacionales de REDD+ si es que
la información existente, por ejemplo en bases de datos
de biodiversidad andina, es combinada con inventarios
existentes de biomasa y carbono en Bosques Andinos.
Actualmente existe una serie de iniciativas (estándares)
del sector voluntario que atan los pagos tanto por carbono como por biodiversidad en proyectos forestales, pero
que requieren probar su aplicabilidad en los EFA.
Aprendiendo de las experiencias
Notas
La evaluación y análisis del avance en la formulación
e implementación de los esquemas existentes de Pago
por Servicios Ambientales (PSA) o Compensación por
Servicios Ecosistémicos (CSE) pueden proveer lecciones útiles, ya sea en el ámbito del desarrollo de las políticas, institucionalidad, socioeconomía, asuntos ambientales, entre otros, para alimentar el mecanismo en
construcción de REDD+. En Latinoamérica existen una
serie de proyectos que han desarrollado esquemas de
PSA que de alguna u otra manera incluyen procesos de
participación (y procesos de aprendizaje) de la población local, sea esta indígena o campesina. Estas experiencias sirven como plataforma de aprendizaje sobre
los retos, oportunidades y beneficios en la formulación
e implementación de dichos mecanismos. Los aportes
que pueden generarse desde los actores principales
de estos procesos y mecanismos, dependiendo de su
grado y forma de involucramiento, podrían, potencialmente, incrementar las probabilidades de desarrollar
esquemas satisfactorios de REDD+.
1
Murdiyarso, D. et al. En: Robledo et al. (2005).
2
Ver: http://siteresources.worldbank.org/DEVMARKETPLACE/
3
Ver: http://siteresources.worldbank.org/DEVMARKETPLACE/
Por tanto resulta importante fomentar la construcción
de plataformas de intercambio de información sobre las
experiencias existentes relacionadas con PSA. La información que podría obtenerse de estas plataformas de
información respondería a las siguientes preguntas:
t ¿Qué oportunidades y riesgos existen tras la formulación e implementación de esquemas de PSA?
t ¿Qué mecanismos/procesos de participación e involucramiento (incluyendo responsabilidades) y organizativos de la población local existentes bajo esquemas de PSA tienen potencial de replicación bajo un
probable esquema de mecanismo de REDD+?
t ¿Qué experiencias de planificación territorial / uso de
los recursos desarrollados e implementados bajo esquemas de PSA tienen potencial de replicación bajo
un probable esquema de mecanismo de REDD+?
t ¿Qué lecciones aprendidas se pueden rescatar de
otras experiencias, tales como el manejo forestal sostenible comunitario, aprovechamiento de no maderables y acceso a los mercados?
t ¿Qué incentivos se pueden identificar para asegurar
la provisión de los servicios ambientales en el marco
de esquemas de PSA?
t ¿Qué alternativas existen para asegurar / maximizar
la permanencia y distribución de los beneficios generados bajo esquemas de PSA?
t ¿Cómo minimizar los riesgos generados por la implementación de proyectos de PSA?
111
Referencias
Anaya, J.: Chuvieco, E.; Palacios-Orueta, A. 2009. Aboveground biomass assessment in Colombia: A remote sensing approach. Forest Ecology and Management 257: 1237-1246.
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Índice de fotos
116
Carátula
Cañón del río Apurímac en Curahuasi, entre la ciudad de Curahuasi y el puente
colgante San Francisco. En la foto se ve un individuo de “Pati” (Eriotheca sp.). Jan
Baiker.
Pág. 2-3
Bosque de Chinchay-Pilcomarca (3000 msnm), Pacobamba. Jan Baiker.
Pág. 4
Bosque de Chinchay-Pilcomarca (3000 msnm), Pacobamba. Jan Baiker.
Pág. 7
(1) Vista al apu Ausanpara con el mirador Rumi Cruz a su pie, Ccerabamba-Andina,
Pacobamba. Jan Baiker.
(2) Intimpa (Podocarpus glomeratus) en el SN de Ampay, Tamburco. Jan Baiker.
(3) Rayo-de-sol acanelado (Aglaeactis castelnaudii castelnaudii), picaflor endémico
por el Perú. Jan Baiker.
Pág. 8-9
Santuario Nacional Ampay, Apurímac, Perú. Verónica Gálmez.
Pág. 10
Parte baja del Santuario Nacional Ampay, Apurímac, Perú. Verónica Gálmez.
Pág. 12
Laguna Uspa Q’ocha, Santuario Nacional Ampay, Apurímac, Perú. Verónica Gálmez.
Pág. 15
International Institute for Sustainable Development, cortesía de IISD.
Pág. 17
International Institute for Sustainable Development, cortesía de IISD.
Pág. 26
Cocamasana (San Pedro de Cachora) con vista al nevado Padreyoc. Jan Baiker.
Pág. 27
Camino al complejo arqueológico de Choquequirao. Caminata CachoraChoquequirao. Jan Baiker.
Pág. 28
Señora con sombrero, Apurímac, Perú. Antonio Salazar.
Pág. 29
Archivo ECOBONA.
Pág. 30
Bosque Andino Chinchay-Pilcomarca, Pacobamba, Andahuaylas, Apurímac (3000
m.s.n.m.). Jan Baiker.
Pág. 31
Bosque relicto en Pacchani. Pacobamba, Andahuaylas, Apurímac. Jan Baiker.
Pág. 32
Complejo arqueológico de Choquequirao. Jan Baiker .
Pág. 33
(1) Quebrada entre Ccoya y Karkatera, Abancay, Apurímac, Perú. Jan Baiker.
(2) Santuario Nacional Ampay, Apurímac, Perú. Jan Baiker.
Pág. 34
Cañón del río Apurímac, Curahuasi, Apurímac, Perú. Jan Baiker.
Pág. 38
Bosque de Polylepis, Quito, Ecuador. Programa Regional ECOBONA-Ecuador.
Pág. 39
Bosque de Q’euñas (Polylepis sp.) y Uncas (Myrcianthes sp.), Ccollpa, Curahuasi,
provincia de Abancay, Apurímac, Perú. Jan Baiker.
Pág. 40
Madera para leña, Bosque Andino de Etnay, Huanipaca, provincia de Abancay,
Apurímac, Perú. Jan Baiker.
Pág. 41
Ganado cerca de los Bosques Andinos. Machaca, Independencia, Bolivia. Programa
Regional ECOBONA-Bolivia.
Pág. 42
Intimpa (Podocarpus glomeratus) en el SN de Ampay, Tamburco. Jan Baiker.
Pág. 43
Leña de “chachacomo” (Escallonia resinosa), Abancay, Apurímac, Perú. Jan Baiker.
Pág. 44
Santuario Nacional Ampay, Apurímac, Perú. Jan Baiker.
Pág. 46
Faccha, Santuario Nacional Ampay, Apurímac, Perú. Jan Baiker.
Pág. 47
(1) Lechuza de Apurímac "koepcke" (Megascops sp.) o “paspaca”, en quechua.
Habita en bosques secos de valles interandinos en las regiones de Apurímac,
Ayacucho y Cusco. Es un ave endémica del Perú. Jan Baiker.
(2) Orquídea (Telipogon sp.), Santuario Nacional Ampay, Apurímac, Perú. Jan Baiker.
Pág. 48
Quebrada entre Ccoya y Karkatera, Abancay, Apurimac. Jan Baiker.
Pág. 49
Santuario Nacional Ampay, Apurímac, Perú. Jan Baiker.
Pág. 50
Bosque Andino Chinchay-Pilcomarca, Pacobamba, (3300 msnm). Jan Baiker.
Pág. 51
Árbol de intimpa (Podocarpus glomeratus). Santuario Nacional Ampay, Apurímac,
Perú. Verónica Gálmez.
Pág. 52
Arbol de “Pati” (Eriotheca sp.) en el bosque xerofítico, Cañón del Río Apurímac,
Curahuasi, Apurímac, Perú. Jan Baiker.
Pág. 53
Bosque de Q’eunas y Uncas, Ccollpa, Curahuasi, Apurímac, Perú. Jan Baiker.
Pág. 54
(1) Santuario Nacional Ampay, Tamburco, Apurímac, Perú. Jan Baiker.
(2) Bosque Andino Chinchay-Pilcomarca (Pacobamba). Se observa la copa del árbol
“Pacra” (Hesperomeles sp.), foto tomada desde el mirador Señor de Rumi Cruz,
Pacobamba, Apurímac, Perú. Jan Baiker.
Pág. 55
Mirando hacia el Bosque Andino de Chinchay-Pilcomarca, Apurímac, Perú. Verónica
Gálmez.
Pág. 56
Al interior del Santuario Nacional Ampay, Apurímac, Perú. Verónica Gálmez.
Pág. 58-59
Santuario Nacional Ampay, Apurímac, Perú. Verónica Gálmez.
Pág. 60
Niños al lado del mirador Señor de Rumi Cruz, Pacobamba, Apurímac, Perú.
Verónica Gálmez.
Pág. 61
Entre Llacctapata y el mirador del Señor de Rumi Cruz, al borde del Bosque Andino
Chinchay-Pilcomarca (Pacobamba). Jan Baiker.
Pág. 62
(1) Señor de Rumi Cruz, Pacobamba, Apurímac, Perú. Verónica Gálmez.
(2) Niños en romería al Señor de Rumi Cruz, Pacobamba, Apurímac, Perú. Verónica
Gálmez.
(3) Señora en romería al Señor de Rumi Cruz, Pacobamba, Apurímac, Perú. Verónica
Gálmez.
Pág. 63
Asistentes de campo de Pacobamba en el fuste de una “Intimpa” (Podocarpus
glomeratus) en el bosque Andino Chinchay-Pilcomarca (Pacobamba). Jan Baiker.
Pág. 64
“La hora del Pijchu”, Chuquisaca, Bolivia. V. Serrano. Programa Regional ECOBONABolivia.
Pág. 65
Niños durante la romería al Señor de Rumi Cruz, Pacobamba, Apurímac, Perú.
Verónica Gálmez.
117
118
Pág. 66
Frente a las cataratas del Bosque Andino Chinchay-Pilcomarca, Pacobamba (2800
msnm). Jan Baiker.
Pág. 68
Bosque Andino de Etnay, Huanipaca, Apurímac, Perú. Jan Baiker.
Pág. 69
Archivo ECOBONA.
Pág. 71
Santuario Nacional Ampay (4000 msnm), Tamburco, Apurímac, Perú. Jan Baiker.
Pág. 72
Bosque Andino Chinchay-Pilcomarca, Pacobamba. Caminata desde el bosque
seco del cañón del río Pachachaca hacia el mirador del Señor de Rumi Cruz y
Ccerabamba-Andina. Jan Baiker.
Pág. 73
Cañón del río Apurímac, Curahuasi. Jan Baiker.
Pág. 75
Cañón del río Apurímac, Curahuasi, Apurímac, Perú. Jan Baiker.
Pág. 76
Bulbo de una orquídea, encontrada en el límite arbóreo, parte superior del Bosque
Andino Chinchay-Pilcomarca (Pacobamba). Jan Baiker.
Pág. 78-79
Bosque de q’euñas (Polylepis sp.) y uncas (Myrcianthes sp.) en Ccollpa, distrito de
Curahuasi. Jan Baiker.
Pág. 80
Camino desde Huanipaca hacia Choquequirao, tomada desde la región Cusco, en
el bosque seco del cañón del Rio Apurímac. Detrás se observa la caída de agua
proveniente del bosque de niebla en “Kiunalla” (Huanipaca, Apurímac). Jan Baiker.
Pág. 81
Bosque Andino Chinchay-Pilcomarca. Vista desde el mirador del Señor de Rumi
Cruz (3700 msnm). Jan Baiker.
Pág. 83
Archivo ECOBONA.
Pág. 84
Bosque Andino Chinchay-Pilcomarca. Vista desde el mirador del Señor de Rumi
Cruz (3700 msnm). Jan Baiker.
Pág. 85
Bosque xerofítico en el cañón del río Pachachaca, en el límite distrital de
Pacobamba y Huancarama, Andahuaylas, Perú. Jan Baiker.
Pág. 86
(1) Vegetación de zonas altas en el Santuario Nacional Ampay, (4400 msnm). Jan
Baiker.
(2) Quebrada entre Ccoya y Karkatera, Abancay, Apurímac, Perú. Jan Baiker.
(3) Insecto en Pilcomarca, Cañón del Río Pachachaca, Pacobamba. Jan Baiker.
Pág. 87
Interior del Bosque Andino Chinchay-Pilcomarca, Pacobamba (3000 msnm). Jan
Baiker.
Pág. 88
Archivo ECOBONA.
Pág. 89
Bosque Andino Chinchay-Pilcomarca. Jan Baiker.
Pág. 90
Archivo ECOBONA.
Pág. 93
Archivo ECOBONA.
Pág. 94
Programa Socio-Bosque, Ecuador.
Pág. 95
Archivo ECOBONA.
Pág. 96
Laguna Uspa Q’ocha (Laguna Grande), Santuario Nacional Ampay, Apurímac, Perú.
Verónica Gálmez.
Pág. 99
San Ignacio, Huanipaca, Apurímac, Perú. Jan Baiker.
Pág. 100
Quebrada en el Bosque Andino Chinchay-Pilcomarca, Pacobamba (3000 msnm).
Jan Baiker.
Pág. 101
Chasqui de la Ecoaventura 2009, Apurímac, Perú. Jan Baiker.
Pág. 102
Letrero informativo en el Santuario Nacional Ampay, Apurímac, Perú. Verónica
Gálmez.
Pág. 103
Moradores del Santuario Nacional Ampay, Apurímac, Perú. Verónica Gálmez.
Pág. 104-105 Niño al lado del mirador del Señor de Rumi Cruz, Pacobamba, Apurímac, Perú. Jan
Baiker.
Pág. 106
Moradores en Bosque de Polylepis, Quito, Ecuador. Programa Regional ECOBONA
Ecuador.
Pág. 107
Complejo arqueológico de Choquequirao. Jan Baiker.
Pág. 108
Vista al nevado “Ampay”, Santuario Nacional Ampay, Apurímac, Perú. Verónica
Gálmez.
Pág. 109
Archivo ECOBONA.
Pág. 110
Chasqui de la Ecoaventura 2009, Apurímac, Perú. Norka Chipa.
Pág. 111
Archivo ECOBONA.
Pág. 113
(1, 2, 3) Jan Baiker.
Pág. 115
(1, 2, 3) Archivo ECOBONA.
Pág. 120
(1) Especie de la familia Ericaceae, distrito de Pacobamba. Jan Baiker.
(2) Especie de helecho (Equisetaceae), bosque de Chinchay en Pilcomarca,
Pacobamba. Jan Baiker.
(3) Especie de lepidóptero (mariposa de la familia de las Arctiidae), en la caminata
desde Huanipaca al complejo arqueológico de Choquequirao. Jan Baiker.
Pág. 121
Bromelias en el entorno del complejo arqueológico de Choquequirao. Jan Baiker.
119
Agradecimientos
Gracias a las siguientes personas e instituciones por colaborar de una u
otra manera con la información contenida en este documento: Patricia Tobón (CORNARE); Max Lascano (Programa SocioBosque - Ministerio del Ambiente de Ecuador); Sandra Velarde (ICRAF); Catherine Schloegel (Fundación
Cordillera Tropical); Adriana Gómez (Fundación Natura de Colombia); Karina
Pinasco y César Flores (Amazónicos por la Amazonía - AMPA - Perú); Nina
Kantcheva (Programa UN-REDD); Efrain Samochuallpa Solis (Asociación de
Ecosistemas Andinos - ECOAN); Erick Meneses; Luis Espinel, Eddy Mendoza
y Milagros Sandoval (Conservación Internacional Perú); Erik Arancibia (Programa REDD Indígena Amazonía de Bolivia); Joel Scriven (Universidad de
Oxford); María Eugenia Arroyo (WWF Perú); Jorge Torres (SFM-BAM); Gaby
Rivera, Elvira Gómez y Augusto Castro (Ministerio del Ambiente del Perú);
María Teresa Becerra y Lloani Quiñones (Secretaría General de la Comunidad
Andina); Hugo Che Piu (Derecho Ambiente y Recursos Naturales - DAR); Patricia Huerta (Laboratorio de Teledetección de la Facultad de Ciencias Forestales de la UNALM), Daniela Carrión (Ministerio del Ambiente de Ecuador) y
Lucio Andrés Santos (Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial
de Colombia).
Un agradecimiento especial al Programa Regional ECOBONA en Ecuador,
Bolivia y Perú (Galo Medina, Claudio Arciniega, Rebeca Dumet, Jan Baiker,
Vicente Pinto y Norka Chipa), a Soledad Hamann y al equipo de expertos de
Intercooperation (Carmenza Robledo y Esther Haldimann).
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