Qohelet
Crisis y renovación en la literatura sapiencial
Rafael Pola Baca
RESUMEN
En este ensayo me propongo mostrar que Qohelet es un caso excepcional dentro de la
“sabiduría tradicional” ya que su perspectiva crítica y autocrítica da pie a un nuevo
estilo y una ampliación del significado del mundo de la acción y de su comprensión
de Dios. Para ello interrelaciono las aportaciones de las hermenéuticas filosófica y
bíblica de Paul Ricoeur, la heteronomía de Emmanuel Levinas y el enfoque retórico
de Carolyn J. Sharp.
In this essay I intend to show that Qohelet is an exceptional case within the
"traditional wisdom". His critical and self-critical perspective leads to a new style and
extends the meaning of the world of action and their understanding of God. It
interrelates the contributions of philosophical and biblical hermeneutics of Paul
Ricoeur, Emmanuel Levinas heteronomy and Carolyn J. Sharp rhetorical approach.
7
Los levitas (…) explicaron la ley al pueblo, que se mantenía en sus puestos.
Leían el libro de la Ley de Dios traduciéndolo y explicándolo para que se
entendiese la lectura 9 (…) Esdras y los levitas que instruían al pueblo,
viendo que la gente lloraba al escuchar la lectura de la Ley1
8
Introducción
El explicar y comprender propios de la hermenéutica filosófica de Paul Ricoeur, parece
remontarse a este antiguo texto bíblico. En él encontramos el acercamiento comunitario al
texto que no privilegia el ojo, sino el oído y que se da en el contexto de una comunidad que
recibe una herencia ancestral. Se trata no sólo de una lectura, sino de la traducción y
relectura interpretativa que implicará graves y profundos cambios en el sistema social del
Israel post exílico, es decir, en el mundo de la acción en el que la experiencia humana se
1
Nehemías 8, Los libros Sagrados 6. Pp. 278, 279
reconfigura, en el lenguaje de Ricoeur2. . La revelación fundacional ha quedado fijada en el
texto de la Torá y ahora, después del traumático evento de la expatriación – repatriación,
destrucción – reconstrucción y todo lo que estos pares significaron para la identidad de
Israel, el texto sigue vivo y el efecto que causa su lectura también queda fijado en el Canon.
Así que se trata de un texto dentro de otro texto. De la comunidad sinaítica de origen, la
comunidad post exílica receptora y los lectores contemporáneos. El Éxodo da cuenta del
temor en la primera comunidad receptora y Nehemías del llanto de la segunda. Ahora nos
toca a nosotros explicar y comprender, leer, escuchar, sentir, dejarnos sorprender por el
texto; pero no solo sobre Qohelet, sino desde Qohelet.
Carlos Pereda distingue dos tipos de sabiduría como configurativas de la modernidad3:
la “sabiduría tradicional” y la “sabiduría ilustrada”. La primera se caracteriza por
pertenecer a una tradición y porque es inmune a cualquier crítica. La segunda, una sabiduría
es ilustrada si no está regida por ninguna autoridad y si ofrece razones mediante un ciclo
argumental. La distinción podría ser discutible desde diferentes puntos de vista, sin
embargo, la ésta viene a cuenta de Qohelet, ya que, a primera vista, este libro bíblico
pertenecería a la sabiduría tradicional; sin embargo, me parece que por decir lo menos, es
un caso excepcional, por la argumentación con la que se construye el texto.
Mi tesis es que, si bien Qohelet está colocada en el canon dentro de la literatura
sapiencial, es un caso excepcional y que presenta una serie de diferencias en método y
temática, que le dan otra trayectoria interpretativa, del todo relevante en el sentido de la
pregunta ¿qué significa para nosotros Qohelet? Es decir, para el quehacer filosófico
posterior a la época de la modernidad. Esta particularidad no se explica gracias a la
influencia de la cultura griega en Qohelet, ya que su horizonte no parece haberse fusionado
2
3
Ricoeur, Paul. Del texto a la acción. Ensayos de hermenéutica II. p. 22
Pereda, Carlos. “Lógica del consentimiento”, pp. 121-122
2
con el del epicureísmo. Y me parece que tampoco se responde con la tesis de la crisis del
paradigma sapiencial en el siglo IV a. C4.
Para abordar mi lectura de Qohelet voy a utilizar preponderantemente la versión de la
Nueva Biblia Española que Ediciones cristiandad reedito en la serie Los libros Sagrados y
que complementa la edición original con introducciones y notas. La traducción y los
comentarios de Qohelet son del biblista español Luis Alonso Schökel; pero también usaré
el texto bíblico original hebreo con la versión en letras latinas de Silvana Ravinovih y la
traducción española Reina – Valera 1602 y la versión 1960 de la misma traducción al
español.
Qohelet, como suele suceder en la mayoría de los libros de la Biblia hebrea, su autor,
estructura, fecha y lugar están abiertos a una pluralidad de hipótesis distintas. No sólo en el
debate exegético entre liberales y ortodoxos, sino al interior de cada una de estas dos
grandes polos de la religiosidad judeo – cristiana hay una diversidad de propuestas. Sin
embargo, en Qohelet es particularmente significativo el hecho de que su autoría, lugar y
fecha de composición, estructura y teología han sido ampliamente debatidas. Llegando
incluso, como es bien sabido, a ponerse en duda su inclusión dentro del Canon. Así que en
el mundo del texto la indeterminación y la pluralidad es la marca de identidad de Qohelet.
En él todo parece estar en el ámbito de la equivocidad, de la pluralidad, de la diversidad, de
la indeterminación. Esta es justamente una de sus mayores riquezas. Su complejidad
exegética le da a la hermenéutica un amplio campo interpretativo y a la ética una
perspectiva autocrítica saludable para los lectores de hoy.
Hermenéutica y heteronomía
4
El biblista Luis Alonso Schökel sostiene que Qohelet es una obra representativa de la crisis que enfrentó el
paradigma sapiencial durante los siglos IV y III a. C.
3
La tarea interpretativa del texto bíblico puede realizarse con diferentes herramientas. La
exégesis tradicional ha echado mano del análisis histórico – gramatical, tomando al texto
como un todo. La exégesis moderna utilizó la crítica de las fuentes o de las tradiciones para
rastrear la genealogía del texto. Adicionalmente, el surgimiento de la hermenéutica
filosófica ha dado pie a una muy interesante intercomunicación con la hermenéutica
bíblica. Me parece relevante en el estudio de Qohelet tomar algunos elementos de la
propuesta de Paul Ricoeur. Particularmente en la manera como aborda los temas del sentido
y la referencia de los textos narrativos y metafóricos. La tesis de Ricoeur es que tanto los
textos narrativos como los de ficción tienen sentido, es decir, ambos comparten cuatro
elementos: 1) van más allá de la oración y se constituyen en discursos; 2) aportan
innovación semántica; 3) requieren de una cierta competencia o imaginación productora y
4) el carácter inteligible de la innovación.5
Esta tesis de Ricoeur es fructífera al analizar el texto de Qohelet, a pesar de la
indeterminación de su propio género literario, porque si bien el libro es considerado dentro
de la literatura sapiencial, incluye diversidad de géneros y tropos.
“Qohelet as text exploits a shifting and instable constellation of freighted signifers,
structuring devices, and rhetorical tools to convey its message. Pressed into service
are autobiographical, poetic, and sapiential literary forms; profund philosophical
speculation and mundane pragmatic observations; incisive aphorisms, didactic
parables, and deeply elliptical metaphors”6
La hermenéutica filosófica de Ricoeur ha analizado a la metáfora como el tropo
propio de la poesía lírica; Qohelet, de acuerdo a la tesis de Carolyn Sharp, nos presenta el
reto de abordar en la labor de la interpretación bíblica el tropo o figura del lenguaje, de la
ironía,. Si bien este tropo presenta sus propios desafíos interpretativos, comparte con la
metáfora la operación discursiva de la innovación semántica.
5
6
Ricoeur, Paul., Del texto a la acción, p. 24
Sharp, Carolyn J. “Ironic representation, authorial voice, and meaning in Qohelet”. p. 37
4
En relación con la referencia, Ricoeur señala que en la metáfora realiza una
suspensión de la relación directa del discurso con lo real constituido, o, de otra manera, su
función referencial es más vedada o indirecta, ya que la metáfora hace una redescripción
del mundo de la acción y hace que el mundo resulte habitable7.
Esta es precisamente la tarea hermenéutica: “reconstruir la dinámica interna del texto, y
restituir la capacidad de la obra de proyectarse al exterior mediante la representación de un
mundo habitable” 8
Ahora
bien, el texto de la Biblia le plantea a la hermenéutica la posibilidad de
interactuar con una hermenéutica particular, Ricoeur, sin embargo, mantiene la tesis de que
la hermenéutica bíblica no debe ser vista solo como una aplicación de la hermenéutica
filosófica, sino que existe entre ambas una relación compleja de inclusión mutua9. Ricoeur
aborda la tarea echando manos de las categorías hermenéuticas de obra, de escritura, de
mundo del texto, de distanciamiento y de apropiación. Enseguida me referiré a estas
categorías en el ámbito de la hermenéutica bíblica.
En relación con la estructura del texto Ricoeur afirma, siguiendo a Gerhard von Rad, 1)
que la confesión de fe que se expresa en los documentos bíblicos es inseparable de las
formas del discurso, es decir, que a cada género correspondería una cierta modalidad de
confesión de fe; 2) que las diversas confesiones suscitan tensiones teológicamente
significativas10 y 3) que estas tensiones, vista en su totalidad, contribuyen a engendrar la
figura global del sentido. Ricoeur utiliza el ejemplo del género narrativo, y afirma que,
nada se dice sobre Dios, sobre el hombre, sobre sus relaciones que no pase por el acto de
7
Ricoeur, Ibid., p. 27
Ibid, p. 34
9
Ricoeur, Paul. Ibid. p. 111
10
Ricoeur asume que los géneros literarios dentro del corpus bíblico son opuestos entre sí y que entender esta
tensión ayuda a comprender el Antiguo Testamento. Asume que la profecía está en oposición a la narración.
De esta manera se entendería, por ejemplo, la profecía de Ezequiel en oposición con la tradición del pacto y el
Templo.
8
5
constituir un único Relato, centrado en un acontecimiento núcleo, que tiene a la vez un
alcance histórico y una dimensión kerigmática. Esta labor, afirma Ricoeur deberá hacerse
en cada uno de los géneros literarios y en sus opuestos, para poder entender qué dice cada
uno de ellos y su par, sobre Dios. De esta manera la hipótesis de Ricoeur, siguiendo a von
Rad, es que a cada género le corresponde una teología.
En segundo lugar, Ricoeur aborda la aportación que la hermenéutica general hace a la
hermenéutica bíblica, al advertirle sobre el resigo de no considerar el paso del habla a la
Escritura11 Es decir, el habla se relaciona con una escritura anterior y a su vez , esta se
convierte en una nueva escritura. El epígrafe de este trabajo del texto de Nehemías puede
ser un buen ejemplo. Testimonio e interpretación del testimonio contienen ya el elemento
de distanciamiento que hace posible la escritura y en la dimensión histórica el surgimiento
de una tradición. Gracias a la escritura el habla llega hasta nosotros ya no con la voz de
quien la emite, sino con su sentido y la cosa de la que trata.
La tercera categoría es el mundo o cosa del texto. Esta es la más importante ya que
constituye el objeto de la hermenéutica. Su primera tarea es entonces dejar que se
despliegue el mundo de ser que es la cosa del texto bíblico. En este sentido, afirma Ricoeur,
la primera implicación es que el mundo que propone la Biblia se coloca por encima de
sentimientos o disposiciones, de creencia o de no creencia. Este ser puede llamarse: mundo
nuevo, nueva alianza, reino de Dios o nuevo nacimiento. La segunda implicación es que la
cosa del texto nos ayuda a entender que la Biblia es revelada en la medida en que el ser
nuevo del cual se trata es él mismo revelador con respecto al mundo.12 La tercera
implicación que se desprende del mundo del texto es que el hombre es alcanzado según sus
múltiples dimensiones, cosmológicas, histórico mundiales, antropológicas, éticas y de
personalidad. Por último, entender la Biblia como un texto literario, es entenderlo como
distanciado de la realidad cotidiana, abierto a la realidad de lo posible.
11
12
Ibid, p. 115
Ibid., p. 118
6
La última categoría es la de apropiación. Es decir, la comprensión que el lector
consigue de sí mismo delante del texto. La hermenéutica advierte que la fe bíblica no
podría ser separada del movimiento de la interpretación que la eleva al lenguaje. Una
segunda consecuencia es que la crítica de sí forma parte integrante de la autocomprensión
delante del texto. Es decir, la deconstrucción de las ilusiones del sujeto y, en sentido
positivo, es en la imaginación donde primero se forma en mí el ser nuevo, dimensión de la
subjetividad que responde al texto como Poema13. Finalmente, Ricoeur afirma: “sostengo
que el texto habla en primer lugar a mi imaginación, proponiéndole las figuraciones de mi
liberación”14
Justamente en el terreno de la imaginación es donde nos encontramos con la propuesta
heterónoma de Levinas, en el texto “Del lenguaje religioso y del temor de Dios”15 dedicado
a Ricoeur, el autor dice: “Paul Ricoeur ha puesto de manifiesto los recursos de la
imaginación; esta no es una simple facultad de reproducción (…) es la más profunda
dimensión del psiquismo humano, opera de entrada en el elemento del lenguaje poético.”
Gracias a la imaginación poética, afirma, un texto puede desbordar las intenciones
precisas que lo habían fijado inicialmente. Levinas comenta un texto del Talmud de
Babilonia que le permite tratar el tema del temor a Dios y lo que este significa a la luz de la
heteronomía. Sobre este tema volveré al abordar la conclusión de Qohelet.
No me detendré en la muy enriquecedora aportación de las lecturas judías de las
escrituras a la hermenéutica, algunas de las cuáles son particularmente relevantes en el
tratamiento de Qohelet, baste citar el ejemplo medieval en la Guía de perplejos de
Maimónides o los contemporáneos de Leibowitz16 y Kushner17.
13
Ibid., p. 123
Loc cit.
15
Levinas, Emmanuel. Más allá del versículo. pp. 135-154
16
Hay una versión en inglés. Leibowitz,Yeshayahu. Accepting the Yoke of Heaven: Commentary on the
Weekly Torah Portion. Urim Publications. 2006. pp. 203
14
7
La sabiduría crítica de Qohelet
Como he dicho anteriormente, Ricoeur señala, asumiendo a vonRad, que una clave
hermenéutica para interpretar las Escrituras es identificar los géneros literarios por pares
opuestos. Él estudia con mayor detenimiento el que está formado por los géneros narrativo
y el profético. En un texto escrito en conjunto con André LeCoc, el exégeta afirma que el
surgimiento del género profético en Ezequiel es fruto de la crisis de la teología sacerdotal
basada en la inviolabilidad del templo y el carácter irrevocable de la alianza con Israel. Así
que la narración histórica basada en un hecho fundante, es puesta en crisis por una nueva
manera de entender a Dios, basada en los oráculos de prueba.18. Si aceptamos esta
hipótesis, Qohelet nos coloca entonces en la tensión provocada por la oposición ley –
sabiduría. En este sentido es comprensible la tesis de Carolyn J. Sharp19 que propone al
tropo de la ironía como clave de interpretación del libro:
“My position, simply put, is that the book of Qohelet is not so contradictory
and elusive as all that. To the contrary, a consistent and rhetorically purposeful
irony shapes de text. No biblical book is more thoroughly basted in reduction upon
reduction of irony than is the book of Qohelet.”20
De acuerdo a Sharp Qohelet utiliza la ironía como un recurso retórico para alcanzar
su propósito, que es, simplemente, mostrar que la sabiduría por sí misma no es un camino
viable para vivir, por ello la utiliza para persuadir a sus lectores a seguir el camino de la
obediencia, en el sentido de la libertad radical de Kierkegaard. Lo dice de esta manera:
“The book’s ironycs perspective inscribes in the body of “Qohelet” and in
the corpus of the text the catastrophic effects of the human choice to privilege the
sapiential quest over halakhic obedience”21
17
Kushner, Harold S. Cuando nada te basta. p. 172
LaCocque, André; Paul Ricoeur. Pensar la Biblia. Estudios exegéticos y hermenéuticos. pp. 156, 157
19
Sharp, Op cit.
20
Ibid., p. 41
21
Ibid., p. 68
18
8
Schökel, por su lado, interpreta a Qohelet como el exponente de la crítica interna a
la literatura sapiencial22. Aporta la concepción de un personaje en cuya mente tormentosa
la sabiduría entraba en conflicto consigo misma. En este sentido Qohelet tiene una tarea
similar a la que realiza Ezequiel en relación con la literatura narrativa; es el creador de un
estilo nuevo, inconfundible e inolvidable, propio de un diario de reflexiones. Ya que, a la
luz de las observaciones y reflexiones de Qohelet cumplir con los preceptos no es una
garantía de felicidad.
En este sentido, un diario de reflexiones no está obligado a seguir una estructura
rígida, más bien da cuenta de lo que honradamente vaya surgiendo del manantial interior.
La comprensión de Qohelet, en la hermenéutica de Ricoeur, demanda una lectura lenta y
con pausas, para que sus repeticiones estilísticas se conviertan en resonancias internas del
lector. Es sólo en ese momento en el que comienza la comprensión.
Qohelet ha sido un libro con una resonancia tal que no dudamos en decir que es el
más contemporáneo de los libros de la Biblia. Su método ha influido en toda la literatura de
contemplación del mundo. Baste una primera lectura para identificar lo que él mismo llama
un método: observar y observarse, reflexionar y reflexionar sobre sí mismo, cuestionar el
mundo de la vida y cuestionar su propia tradición, comunicar y persuadir.
Las preguntas retóricas de Qohelet
Qohelet dice en el Capítulo 1:
“13Me dediqué a investigar y a explorar con método todo lo que se hace bajo el
cielo”
22
Los libros Sagrados 17, Eclesiastés Sabiduría, p. 13
9
Para Qohelet la sabiduría no sólo es el contenido, sino el propio instrumento de
reflexión. Un rey sabio lo es no por lo que sabe, que muy pronto será puesto en cuestión,
sino porque sabe reflexionar en aquello que observa debajo del cielo. En adelante el texto
empleará verbos como: me dediqué, examiné, pensé, comprendí; pero también reflexiona
sobre sí mismo y sobre su propia reflexión. Este método no se da en el vacío, hay un
contexto que ha sido establecido desde el principio “vanidad de vanidades, todo es
vanidad”. Así que todo habrá de corroborar este juicio que atraviesa todo el texto. Schökel
traduce vanidad (hebel) como soplo, lo que no tiene sustancia ni consistencia, lo vacío,
huero, nada. Puede indicar la inconsistencia del hombre, la fugacidad del tiempo.23
En un juego de espejos, Qohelet interpreta a quienes lo observan y a quienes lo leen.
Desde su propio mundo del texto, interpreta el mundo de la acción. Cierto, este personaje
ha quedado fijado en su texto, pero su sabiduría tiene una trayectoria que desborda su
propio texto para, frente a él, reconfigurar el mundo de la acción. La honestidad del
Predicador, del Maestro, del asambleísta obliga a un ejercicio crítico de la propia tradición
del lector, o de la comunidad que lee, escucha, comprende y llora o teme.
Si compartimos, aunque sólo sea parcialmente con Sharp, su tesis del enfoque
retórico del texto, me parece que una de las claves de la estructura del libro son sus
preguntas. Qohelet cuestiona de esta manera:
En el capítulo 1 de acuerdo a la traducción de Schökel24: “3Qué saca el hombre de
todas las fatigas que lo fatigan bajo el sol?” y de acuerdo a la Versión Reina Valera 196025:
“3Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol?” En el
capítulo 2 la reiteración: “22¿qué saca el hombre de todos los trabajos y preocupaciones que
lo fatigan bajo el sol?” (SCH) En el 3, nuevamente la fatiga: “9¿Qué saca el obrero de sus
23
Schokel, op cit., p. 17
En adelante SCH
25
En adelante VRV1960
24
10
fatigas” (SCH); “9¿Qué provecho tiene el que trabaja, de aquello en que se afana?
(VRV1960)
Ya algunos eruditos han visto el relato del huerto del Edén resonar en Qohelet26.
Aquí, parece que hace presencia el pasaje de Génesis 3:
“17…maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los
días de tu vida. (…) 19Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a
la tierra” (VRV1960)
Sin embargo, Dios, dador de un don, se presenta de esta manera:
En el capítulo 2
“25… ¿quién come y goza sin su permiso? (SCH) y en el capítulo 3 repite
afirmativamente: “13Pero que el hombre coma y beba y disfrute del producto de su
trabajo es don de Dios” (SCH) “13y también que es don de Dios que todo hombre
coma y beba y goce el bien de toda su labor” (VRV1960)
Ahora Qohelet pone entre interrogaciones una suposición sobre la superioridad del
aliento humano sobre el aliento animal.
El capítulo 3: “21¿Quién sabe si el aliento del hombre sube arriba y el aliento del
animal baja a la tierra? (SCH) Aunque en el capítulo 12 reconsidera: “7…y el espíritu
vuelva a Dios, que lo dio” (SCH)
Debajo del cielo no hay certezas, pero Qohelet tiene creencias que le han sido
trasmitidas en el contexto de su pueblo.
En el capítulo 6, hay tres preguntas interesantes:
26
Sharp, op cit., p. 56
11
“11… ¿qué saca en limpio el hombre? 12 ¿Quién sabe lo que vale en la vida
del hombre esos días contados en su tenue vida que transcurren como sombra? ¿Y
quién le dice al hombre lo que va a pasar después debajo del sol?” (SCH)
Schökel ve en esta expresión el recurso literario de la ironía. Aquí Qohelet ironiza
sobre sus propias reflexiones. Toma distancia de su propia investigación y provoca la
reflexión. Si la metáfora amplía el significado del texto, la ironía provoca a la reflexión y a
la empatía con el lector. Lo invita a ser parte de la comunidad que reflexiona sobre sus
propias reflexiones.
En el capítulo 7 Qohelet formula una pregunta atrevida: ¿quién podrá enderezar lo
que él ha torcido? Debajo del cielo, la torcedura es imposible de enderezar, dice el
Predicador. Hay que aceptar la condición humana como es. Sin embargo en el verso 18
dice: “porque el que teme a Dios de todo sale bien parado” (SCH) Este temor de Dios es
aceptación de los límites propios de la honradez y el reconocimiento de la imperfección
humana.
Al llegar a 8:1 el Predicador formula una pregunta que nos acerca
irremediablemente. “¿Quién como el sabio? ¿Quién sabe interpretar un asunto? La
sabiduría serena el rostro del hombre cambiándole la dureza del semblante.” Este verso
contrasta al hombre sabio del hombre de poder.
Al seguir las preguntas retóricas de Qohelet, seguimos el proceso reflexivo que pone
en el terreno de la reflexión, la meditación y el cuestionamiento la sabiduría heredada, su
tradición; pero su propia autocrítica lo mantiene a salvo de la arrogancia del que se coloca
más allá de su propia tradición. Sin embargo, Qohelet también pone su mirada inquisitiva
en su propia sociedad y la circularidad de su argumentación no lo debilita, por el contrario,
le da una coherencia a su discurso: todo es vanidad, está vacío.
12
Finalmente, hay dos conceptos que debemos retomar en el mundo del texto, para
que lleguemos a la última de las categorías de la hermenéutica en Ricoeur, la apropiación.
Es decir, la crítica de sí, la deconstrucción de las ilusiones, para que irrumpa el ser nuevo,
el sabio que vive del don de Dios y teme a Dios. Estos conceptos son las dos caras del
amor. El don es el amor y el temor es el amor reverente. Una manera particular de hablar
de una sabiduría crítica, desde la crítica del amor, no como sentimiento, sino como un
mundo nuevo, que en la humildad de Qohelet simplemente se expresa como: “teme a Dios
y guarda sus mandamientos”27
Levinas comenta estos conceptos en “Del lenguaje religioso y del temor de Dios”,
escribe: “El temor a Dios es el punto neurálgico e inevitable de la relación con Dios (…)
Temor que responde (…) a la alteridad del absolutamente Otro.”28 Y continúa: “Temor
libre: reconocimiento en forma de obediencia sin servidumbre en el descubrimiento de las
obligaciones sin necesidad. (…) Temor a Dios que se manifiesta concretamente como
preocupación por el otro hombre”29
Levinas considera, frente a la dependencia sin
heteronomía de Ricoeur, que la heteronomía y la obediencia significarían una
independencia.
La asamblea convocada por Esdras y Nehemías para escuchar la lectura de la ley, su
traducción e interpretación, no pudo contener las lágrimas, el pueblo que estaba al pie del
Sinaí no pudo menos que aterrarse ante la visión de la voz de Dios30. La Biblia regresa una
y otra vez a narrar este acontecimiento. Y toda asamblea que lo lee no puede menos que
sentirse arrobada como la asamblea post exílica. El contexto histórico no puede ser menos
significativo: el pueblo ha estado reconstruyendo su mundo.
27
Capítulo 12:13
Levinas, Emmanuel. Op cit. p. 150
29
Ibid. p. 151
30
Es la narración de la manifestación de Dios a Moisés en el Monte Sinaí. Éxodo 20:18ss.
28
13
BIBLIOGRAFÍA CITADA
Kushner, Harold S. Cuando nada te basta. Emecé. México. 2008, pp. 172
LaCocque, André, Paul Ricoeur. Pensar la Biblia, estudios exegéticos y hermenéuticos.
Herder. Barcelona. 2001. pp. 422
Leibowitz,Yeshayahu. Accepting the Yoke of Heaven: Commentary on the Weekly Torah
Portion. Urim Publications. 2006. pp. 203
Levinas, Emmanuel. Más allá del versículo. Lecturas y discursos talmúdicos. Lilmod.
Buenos Aires, 2006, pp. 294
Moore, David George. Ecclesiastes, Songo f Songs. Holman Old Testament Commentary.
Broadman & Holman Publishers. Nashville. 2003, pp. 1-134
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cultural, U. N. A. M. y Fondo de Cultura Económica. México. 1993 p. 121-122
Ricoeur, Paul. Del texto a la acción. Ensayos de hermenéutica II. FCE. México. 2002, pp.
376
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Interpretation 12, 1. Koninklijke Brill NV, Leiden, 2004., pp. 37-68
Los libros Sagrados 17, Eclesiastés Sabiduría. Ediciones Cristiandad. Madrid. 1974.
Traducción, introducción y notas de Luis Alonso Schökel., p. 13-70
14