Academia.eduAcademia.edu

La sociología crítica de henri lefebvre

En lugar de expresar y de reflexionar sobre el movimiento del contenido, la dialéctica produce ese movimiento. No es tanto un método de análisis como un método de construcción sintético y sistemático del contenido...

Rev. Ciencias Sociales 113-114: 97-104 / 2006 (III-IV) ISSN: 0482-5276 LA SOCIOLOGÍA CRÍTICA DE HENRI LEFEBVRE Roy Alfaro Vargas* En lugar de expresar y de reflexionar sobre el movimiento del contenido, la dialéctica produce ese movimiento. No es tanto un método de análisis como un método de construcción sintético y sistemático del contenido... El materialismo dialéctico Henri Lefebvre RESUMEN Este artículo analiza el rol del concepto de ideología, en la estructuración de la sociología crítica de Henri Lefebvre. Además, se ofrecen algunas características de esta sociología, en relación con el análisis del espacio realizado por Lefebvre y, también, se establece la función actual del enfoque lefebvriano. PALABRAS CLAVES: IDEOLOGÍA * NEGATIVIDAD * FORMA * CONTENIDO * ESPACIO ABSTRACT This article analyzes the role of ideology’s concept, into the structuration of Henri Lefebvre’s critical sociology. In addition, there are some characteristics of this sociology according to the analysis of space made by Lefebvre and, also, it is established the present function of Lefebrvian approach. KEYWORDS: IDEOLOGY * NEGATIVITY * FORM * CONTENT * SPACE INTRODUCCIÓN La tesis alrededor de la cual se establece aquí la discusión sobre el pensamiento lefebvriano es la siguiente: la sociología crítica lefebvriana se estructura alrededor de su concepto de ideología. 1 [email protected] Para lograr probar esta tesis, es preciso cumplir los objetivos señalados a continuación: 1. Definir el concepto de ideología lefebvriano. 2. Señalar la relación teórica entre ideología y negatividad. 3. Determinar las características de la sociología lefebvriana, en relación con su concepto de ideología. Roy Alfaro Vargas 98 4. Indicar la relación entre el concepto de ideología y el análisis del espacio, en Lefebvre. 5. Caracterizar críticamente algunos comentaristas del pensamiento lefebvriano, en relación con la asunción o no-asunción del concepto de ideología. 6. Señalar algunos ámbitos sociales, en donde el pensamiento lefebvriano sigue siendo aplicable. En fait, el pensamiento lefebvriano es poco conocido en Costa Rica1 y este trabajo quiere ponerlo sobre la mesa de discusión. 1. EL CONCEPTO LEFEBVRIANO DE IDEOLOGÍA Y SU RELACIÓN CON LA NOCIÓN DE NEGATIVIDAD Lefebvre desarrolla su concepción de ideología, a partir de una crítica dialéctica (por Aufhebung2) del principio de identidad de la lógica aristotélica 3, en tanto que tal principio es una formalización4, es decir, algo vacío, sin contenido. La ideología es, para Lefebvre, la “falsa conciencia” que se opone al pensamiento dialéctico (1976b: 27), ya que es mediante la dialéctica que se accede al contenido, que es el ser real determinante del pensamiento negativo (1974: 91). Este concepto de ideología se ancla en el nudo de la oposición dialéctica entre forma y contenido. Forma que remite a esquemas analíticos de tipo positivista (o fenomenológicos5), muy arraigados en el contexto francés, desde donde escribe nuestro autor y que son patentes en el desarrollo estructuralista (conceptos 1 Existe un trabajo de George García (2001), publicado en el país, sin embargo no va enfocado hacia lo sociológico, sino hacia lo filosófico. 2 Término alemán que indica tanto, y a la vez, superar como conservar. Es la idea de superar conservando lo superado: tesis, antítesis y síntesis. 3 El principio de identidad es A = A . 4 Este mismo esquema es desarrollado por la Escuela Clásica de Frankfurt; cfr.: la Dialéctica negativa de T. W. Adorno. 5 La fenomenología es positivismo (cfr.: Villalobos, 1999: 408) como sincronía, que tiene un anclaje comtiano). Forma que va, según la exigencia positivista, al establecimiento de leyes válidas en todo lugar y momento. Leyes, que como en el estructuralismo, son vacías, reniegan del contexto y reducen todo a la funcionalidad. El contenido, mientras tanto, remite a la aprehensión del movimiento; ese espacio donde la ley positiva es negada, superada por lo real concreto, en tanto espacio de la praxis. Esto en un proceso donde a una forma (lo abstracto, lo elaborado) deviene concreta (lo conocido), para elevarse a una nueva forma. Por tanto, aunque “la forma pueda abstraerse del contenido, y el contenido de su forma, no quiere decir que sean indiferentes” (Lefebvre, 1976b: 7). La forma, en un sentido positivo, no es algo abstracto, sino algo abstraído: la forma se petrifica como un saber absoluto o sustancia inicial, en donde el objeto y el sujeto son erigidos en verdades metafísicas, proyectados como transparencia (Lefebvre, 1976b: 34); la forma es Unmittelbarkeit (inmediatez); la forma es ideología; es no-cambio; es una mónada; es la res cogitans de Descartes; es la no-praxis, es idealismo. El contenido, por su parte, es praxis. El contenido es el movimiento de lo dado (lo positivo) a lo posible (lo negativo). El contenido es la destrucción de la ideología que desea perpetuar lo establecido; la anulación de aquello que retarda el devenir; el contenido es utopía, en tanto manifestación de la negatividad6; pero también es forma. El contenido es forma, porque histórica y socialmente siempre se “institucionaliza”. 2. IDEOLOGÍA Y SOCIOLOGÍA EN LEFEBVRE El sociólogo marxista ha de seguir el surgimiento de las formas. Ha de estudiar el efecto de retorno de las formas sobre los contenidos, de las estructuras sobre los procesos. Sociología de Marx Henri Lefebvre 6 Con la negatividad, el principio de identidad aristotélico (A=A) deviene en un “principio”, en el cual A llega a ser su opuesto, es decir, no-A ; pero conservando el término A . Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 113-114: 97-104/2006 (III-IV). (ISSN: 0482-5276) La sociología crítica de Henri Lefebvre Si bien toda ideología formaliza una serie de representaciones deformadas y deformantes (Lefebvre, 1969: 107), ya que tiende a la institucionalización (vaciamiento) de los procesos sociales; también es cierto que la ideología conserva una relación con lo “real” (lo práxico), como un medio para aparecer de modo verdadero7 (Lefebvre, 1969: 107). Y es en este intersticio en donde se inserta la labor del sociólogo dialéctico, ya que su objeto es la praxis social (el contenido) y, por consiguiente, su propósito es romper con la formalización de lo “real”. La sociología lefebvriana tiende a la desformalización e in-formalización de aquellos procesos o contenidos que han alienado 8 al hombre. Esta es una sociología que sociologiza la historia, pero que, en un mismo movimiento, historiza la sociología (Lefebvre, 1973c: 132), ya que el aspecto sociológico permite aprehender las formas, mediante el concepto de institución, y el aspecto historizante permite acceder a los procesos, que, en tanto contenido, conllevan la creación o desaparición de nuevas formas y, también, el mantenimiento de viejas formas detentantes de nuevos contenidos. Esta sociología crítica aprehende el pasado, para atender el presente y, luego, construir lo posible, en cuanto expresión de lo práxico. Hay, sin embargo, otro elemento fundamental en el inventario de este enfoque sociológico: la filosofía. Esto debido a que “... la sociología solo podía ser crítica inscribiéndose en una interrogación más ambiciosa de orden filosófico” (Trebitsch, 2004)9. Es mediante la filosofía que el aspecto parcelario de análisis de la realidad de la sociología o la historia, desaparece tras la exigencia de Totalidad10 de la reflexión filosófica, que hace, del objeto de estudio científico de cada una de estas especialidades, una reflexión antropológica total. 99 La integración de historia, sociología y filosofía en esta sociología crítica, permite a Lefebvre la asunción del tiempo, del espacio (principalmente en la figura del Estado, que organiza el espacio cotidiano) y del fenómeno humano, que, en tanto infinitud, es el espacio de realización de lo práxico-poiético11. El enfoque lefebvriano se inserta en la posibilidad de construcción de un orden lejano, en donde el “hombre unidimensional” (Marcuse) devenga hombre total, Übermensch (Nietzsche). Es una sociología alejada del afán descriptivo-funcional de la sociología positivista e imbuida en un esquema propositivo, utópico, ya que, el contenido no se substancializa, más bien se pone en movimiento, es transductivo12. Contenido que se materializa, en Lefebvre, en la cuestión del espacio. 3. IDEOLOGÍA Y ESPACIO EN LEFEBVRE Dentro de la sociología crítica lefebvriana, el estudio del espacio es fundamental, por cuanto “la falsa conciencia capitalista no es falsa conciencia del tiempo, sino del espacio”.(www.notbored.org/space.html). El tiempo no es falsiable, en tanto las relaciones de producción determinan su eficiencia y su eficacia, en relación con el “aprovechamiento” del tiempo; mientras que el espacio, topós de la praxis (que comprende las relaciones entre los seres humanos —Lefebvre, 1969: 41—), en tanto inmediatez, es consumido como transparencia; como escenario de la representación (Vorstellung) de la cotidianidad13, en donde la 11 Lo práxico refiere a las relaciones entre seres humanos y lo poiético a la apropiación sensible de la naturaleza, en formas humanas. (Lefebvre, 1969: 41). 7 La ideología no es verdadera, es verosímil. 12 8 Lefebvre descubre que no solamente las relaciones de producción alienan al hombre, sino que, asimismo, todos los aspectos de la vida contienen un significado alienante, en forma de artículos de consumo. Trans-ducción es “la lógica del objeto posible y / o imposible.” (Lefebvre, 1976b: 18). Es un salto, que no es ni deductivo, ni inductivo; es Aufhebung. 13 Lefebvre establece la oposición dialéctica entre cotidianidad y vida cotidiana. La cotidianidad es esencia pura, que separa forma y contenido, en tanto producto de las relaciones de producción actuales (Lefebvre, 1972a: 218-222). La vida cotidiana es el centro real de la praxis, a partir del cual es pertinente realizar lo posible (Lefebvre, 1972a: 44 y 24). 9 Las traducciones de los textos en inglés o francés, aparecidas en la bibliografía, son mías. 10 El concepto de Totalidad es abordado, por otros autores marxistas (cfr.: Lukács, 1975). Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 113-114: 97-104/2006 (III-IV). (ISSN: 0482-5276) Roy Alfaro Vargas 100 alineación le arranca su riqueza a lo cotidiano (Lefebvre, 1972a: 47). El espacio, en las ciudades, se experimenta, en el diario vivir, como el material empírico que sustenta las relaciones de producción (es lugar de tránsito, de circulación de bienes), el espacio como cotidianidad ya no es el enclave de la praxis, se formaliza y formaliza, a la vez, las relaciones humanas. Es decir, el contacto humano pasa por el tamiz del consumo de espacialidades: el bar, el cine, el auto, etc., en donde el cuerpo y las emociones se convierten en objetos de consumo de segundo orden; los de primer orden son aquellos productos humanos (experimentados como ajenos14) que tienen un valor agregado en la sociabilidad: el status. Tengo, luego soy; pura formalidad, pura apariencia. Idealismo, inversión, reducción del Ser al Tener15. Lefebvre centra su análisis en el estudio de la ciudad y lo urbano. Ciudad que remite al dato sensible de carácter arquitectónico, opuesto a lo urbano que es el espacio relacional aprehensible por medio del pensamiento (Lefebvre, 1978b: 67). La ciudad y lo urbano se juegan en una serie de procesos de integración-segregación16, los cuales responden a los valores de cambio17 de la ciudad como bien arquitectónico y a los valores de uso de la praxis de la vida cotidiana, en tanto espacio relacional de los seres humanos y en cuanto espacio transductivo. La ciudad integra en un espacio determinado al capitalista y al obrero, al intelectual y al lego, con lo cual se accede a un proceso de construcción identitaria, que permite homogenizar18 las diferencias estructurales: capitalista 14 De trasfondo se está pensando aquí en el concepto de enajenación de Marx (cfr.: Marx, 1968: 73-88). 15 Aquí es obvia la influencia del freudomarxismo, en nuestra interpretación: Fromm, Marcuse, Mitscherlich, etc. 16 Cfr.: (Lefebvre, 1978b: 80). 17 “El valor de uso corresponde a la necesidad, a la espera, a la deseabilidad. El valor de cambio corresponde a la relación de esta cosa con las demás, con todos lo objetos y todas las cosas en el ‘mundo de la mercancía’” (Lefebvre, 1973b: 125). 18 Los procesos identitarios no precisamente implican el rescate de la différence; en ocasiones conllevan y obrero comparten el gentilicio o la denominación propia de los habitantes de su ciudad; luego, ambos deben “luchar” por el mantenimiento de su ciudad. La ciudad formaliza (vacía de su contenido) la lucha de clases19. El espacio urbano, sin embargo, remite a la recuperación del contenido. Lo urbano es el espacio ético, en donde se debe recuperar el espacio primero: la corporeidad, el cuerpo: se percibe al Otro como sujeto y no como objeto de consumo; luego, también uno es sujeto. Las relaciones humanas se autoconciben como relaciones entre seres humanos y no como relación de cuerpos de “buena apariencia” o de portadores de status social; la cosificación cede a la construcción de un humanismo concreto. Lo urbano contiene la dinámica de la lucha de clases, luego, implica la desaparición del Estado20. La ciudad es ideología. Lo urbano es el caldo de cultivo del pensamiento dialéctico; es pura negatividad21. un proceso que oculta las diferencias en la detentación de los medios de producción. En otras ocasiones, una identidad sirve para absorber, mediante un simple discurso, a miembros de clases sociales opuestas; por ejemplo: en un movimiento feminista coinciden la mujer cuya preocupación es el sustento diario, con la mujer de clase alta preocupada por la libertad sexual. Estos procesos identitarios son una fetichización de los particularismos, los cuales han abandonado el concepto de ideología, fundándose así (el culturalismo) como “un pensamiento débil” (cfr.: Eduardo Grüner en: Jameson, 2003: 23). 19 No se ha inventado una categoría mejor para explicar el capitalismo que el de lucha de clases, ya que con este se muestra la fractura constitutiva de la sociedad (Jameson, 2003: 34-35 y 39). 20 El Estado, como instrumento de clase, refuerza la ciudad, en cuanto centralización política; la cual hace estallar la ciudad: el espacio citadino es una contradicción (Lefebvre, 1976c: 130). 21 “El estudio del espacio ofrece una respuesta de acuerdo con la cual las relaciones sociales de producción tienen una existencia social hasta el punto que ellas tienen una existencia espacial, ellas se proyectan a sí mismas en un espacio, inscribiéndose en él y en el proceso produciendo este espacio mismo. Obviando esto, estas relaciones permanecerían en el reino de la ‘pura’ abstracción —es decir, en el reino de las representaciones y, por tanto, de la ideología: el reino del verbalismo, de la verborrea y de las palabras vacías” (Lefebvre,1991: 129) (Traducción mía). Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 113-114: 97-104/2006 (III-IV). (ISSN: 0482-5276) La sociología crítica de Henri Lefebvre 4. EL PENSAMIENTO LEFEBVRIANO, SEGÚN ALGUNOS DE SUS COMENTARISTAS Dentro del contexto del capitalismo tardío y globalizado, la crítica ideológica ha caído en descrédito, por intereses no precisamente científicos o teóricos (Grüner en: Jameson, 2003: 16). En este marco, algunos comentaristas del pensamiento lefebvriano han desestimado el alcance y la validez, así como la importancia del concepto de ideología en esta sociología crítica. George I. García, por ejemplo, indica muy brevemente que Lefebvre se ubica dentro de una concepción dialéctico-negativa (2001: 33 y 71). Sin embargo, García más allá de plantearse la reflexión filosófica sobre el método (la negatividad) y su estrechamente interrelacionado concepto de ideología; se enfrasca en el análisis de la relación cotidianidad-modernidad: “La cotidianidad sería el principal producto de las sociedades burocráticas de consumo dirigido y de su escenario, la Modernidad” (García, 2001: 118). En síntesis, García acentúa más la crítica de la cotidianidad, que el método, lo cual implica una pérdida en el valor analítico de un discurso pretendidamente filosófico y, además, solapa el eje de dinamización del contenido: la transducción; con lo cual el texto parece una apología contra los detractores del marxismo, envuelta en el clamor de un marxismo aún viviente22. Alberto Cignoli, por su parte, asume como centro de su análisis el espacio, en tanto lugar de acción y del cambio social, o sea, el espacio como praxis (1997: 83-84). Aquí tampoco se ofrece una reflexión sobre el concepto de ideología y sobre el de negatividad. De igual modo, Gabriela de la Peña (2003) retoma el enfoque lefebvriano para definir el espacio como producto social, en cuanto relaciones espaciales que amparan relaciones sociales. Alicia Lindón (2003), por otra parte, analiza el pensamiento lefebvriano, en relación con la vida cotidiana y su espacialidad, principalmente en función del texto La vida cotidiana en el mundo moderno de Lefebvre. Así, ella se refiere a conceptos como vida cotidiana, cotidianidad, modernidad y, muy someramente, analiza lo que ella denomina “la teoría del 22 No es accidental que el prefacio del libro de García sea de Helio Gallardo. 101 devenir”, que no es más que la negatividad del enfoque lefebvriano. Mas, su análisis no se complica en el abordaje de los elementos más filosóficos de Lefebvre: el concepto de ideología y la negatividad. Asume, también, la parte más sociológica de Lefebvre. Michel Trebitsch, en sus préfaces (1991, 2002, 2004), ofrece una muy buena contextualización del pensamiento lefebvriano; pero, fiel a la función del prefacio, no profundiza en los diferentes elementos del enfoque filosóficosociológico de Lefebvre. Sin embargo, aborda conceptos como: cotidianidad, alineación (mistificación), modernidad et autres. Pero, al igual que los anteriores autores comentados no se profundiza en la noción de ideología y en la de negatividad. Esta pérdida de perspectiva de los diversos autores, en relación con el término de ideología y el de negatividad, más que una debilidad de ellos, es una manifestación de un contexto que acentúa peyorativamente el concepto de ideología. No obstante, este “olvido” puede permitir una reabsorción de Lefebvre, dentro del conservadurismo posmoderno23. 5. EL PENSAMIENTO LEFEBVRIANO EN LA ACTUALIDAD Se podría reducir el aporte lefebvriano al análisis de una mal entendida espacialidad posmoderna, la cual funcionara como escenario de representación (Vorstellung) de las diversas identidades culturales. Podría reducirse la espacialidad lefebvriana al andamiaje de actuación de la hibridación cultural (al estilo de Néstor García Canclini). Podríase reducir el análisis de la ciudad a un espacio que va de lo monológico a lo dialógico (como en Ángel Rama). Sin embargo, como reducciones, siempre se estaría en deuda con el rico y amplio enfoque del francés. 23 Autores como: Mario Rui Martins, Kristin Ross, Stuart Eldon y, principalmente, Edward W. Soja, presentan a Lefebvre como un precursor de la posmodernidad (Trebitsch, 2004). Pasa lo mismo que con la Escuela Clásica de Frankfurt, la Ideologiekritik se reduce a crítica cultural (Culturalism). Para ejemplificar cfr.: (Curran, 1998), en donde hay aplicación de elementos de la teoría crítica, pero sin crítica. Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 113-114: 97-104/2006 (III-IV). (ISSN: 0482-5276) Roy Alfaro Vargas 102 La espacialidad lefebvriana no puede enmarcarse en la particularidad de las formas de manifestación identitaria; detrás de esta espacialidad resuena el Ser como Totalidad. El espacio es un Todo transductivo, en donde la temporalidad se condensa como praxis: pasado, presente y futuro se desplazan y condensan en pos de lo posible. La espacialidad es un aporte importante. Sin embargo, el concepto de ideología es una salvaguarda contra la substancialización de cualquier teorización de la realidad, que quiera asentarse como algo abstraído, como Geist. La crítica ideológica lefebvriana abre el candado de una posmodernidad fenomenologizada, que se centra en lo empírico, en tanto formalidad manifestada en una Identidad que reniega de la Negatividad. Crítica ideológica que supera la fractura entre la res cogitans y la res extensas. Crítica que es un retorno a un Ser concebido como unidad y lucha de opuestos: forma y contenido, abstracto y concreto, realidad y posibilidad. La sociología crítica lefebvriana es un no al cierre de la Historia y de la historicidad, en los discursos de los trasnochados neoliberales y posmodernos, que hablan del fin de la Historia. Habrá Historia mientras haya praxis, y habrá praxis mientras el fenómeno humano subsista. Este enfoque, que hemos presentado, se resume como el rescate de la materialidad concreta, en el marco de un humanismo, que plantea un hombre total. Es un abierto ataque contra el idealismo posmoderno y sus secuaces (los estudios poscoloniales, el culturalismo inglés, etc.). Un idealismo que pretende borrar, en un solo movimiento, la libertad del hombre y su praxis: todo deviene forma consumible. La crítica ideológica implica asumir materialmente la praxis y la libertad del hombre, ya que l’idéalisme est la mort de la liberté de l’homme. transductivo de construir un objeto posible: la utopía del hombre total. Concepción de la ideología que ataca la substancialización y no-substancializa: asume el movimiento del contenido. BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA Adorno, Theodor W. Dialéctica negativa. Traducción: María Ripalda. Madrid: Taurus Ediciones. 1975. 416 p. Cignoli, Alberto. “Ciudad y territorialidad: modos de abordar la cuestión”. Política e Trábalo. Nro. 13. Decembre, pp. 77100, 1997, en: http://www.geocities.com/ ptreview/13-cignoli.html. (Recuperado el 16-6-05) Curran, James; Morley, David y Walkerdine, Valerie (comp.). Estudios culturales y comunicación. Traducción: Esther Poblete y Jordi Palov. Barcelona: Paidós. 1998. 552 p. García Quesada, George I. Las sombras de la modernidad. La crítica de Henri Lefebvre a la cotidianidad moderna. San José, CR.: Editorial Arlequín. 2001. 228 p. Henri Lefebvre’s “The Production of Space”, en: http://www.notbored.org/space.html. (Recuperado el 16-6-05) Jameson, Fredric y Zizek, Slavoj. Estudios culturales: reflexionar sobre el multiculturalismo. Traducción: Moira Irigoyen. Primera edición (segunda reimpresión) Buenos Aires: Paidós. 2003. 192 p. Lefebvre, Henri. Sociología de Marx. Traducción: Ju a n R a món C ap ella . B a rc elon a : Ediciones Península. 1969. 184 p. CONCLUSIÓN El concepto de ideología estructura, en Lefebvre, el enfoque sociológico crítico, en tanto mediación entre la negatividad y la estructura categorial de forma y contenido, de abstracto y concreto, de realidad y posibilidad; como medio ___________________. La vida cotidiana en el mundo moderno. Traducción: Alberto Escudero. Madrid: Alianza Editorial. 1972a. 256 p. Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 113-114: 97-104/2006 (III-IV). (ISSN: 0482-5276) La sociología crítica de Henri Lefebvre ___________________. La revolución urbana. Traducción: Mario Nolla. Madrid: Alianza Editorial. 1972b. 200 p. 103 Mul y Jaime Liarás. Barcelona: Ediciones Península. 1976c. 160 p. ___________________. Los marxistas y la noción de Estado. Buenos Aires: Ediciones CEPE. 1972c. 112 p. ___________________.. De lo rural a lo urbano. Traducción: Javier González-Pueyo. Cuarta edición. Barcelona: Ediciones Península. 1978a 176 p. ___________________. M á s a l l á d e l estructuralismo. Traducción: Luis Alberto Ruiz. Buenos Aires: Ediciones Península. 1973a. 208 p. ___________________. El derecho a la ciudad. Traducción: Javier González-Pueyo. Cuarta edición. Barcelona: Ediciones Península. 1978b. 176 p. ___________________. El pensamiento marxista y la ciudad. Traducción: Lya de Cardoza. México: Editorial Extemporáneos. 1973b. 176 p. ___________________. The production of space. Tra nslation: N. Dona ldson- Smit h. Oxford: Basil Blackwell. 1991. ___________________. La violencia y el fin de la Historia. Traducción: Alfredo Llanos. Buenos Aires: Ediciones Siglo Veinte. 1973c. 240 p. ___________________. Estructuralismo y política. Traducción: Luis Alberto Ruiz. Buenos Aires: Editorial La Pléyade. 1973d. 248 p. ___________________. El marxismo. Traducción: Tomás Moro. Buenos Aires: Ediciones CEPE. 1973e. 128 p. ___________________. El materialismo dialéctico. Traducción: Rubén A . N. L apor te. Buenos Aires: Editorial La Pléyade. 1974. 192 p. ___________________. Hegel, Marx, Nietzsche. Traducción: Mauro Armiño. Segunda edición. México: Siglo Veintiuno Editores. 1976a. 292 p. ___________________. Lógica formal, lógica dialéctica. Traducción: María Esther Benítez. Cuarta edición. México: Siglo Veintiuno Editores. 1976b. 350 p. ___________________. Espacio y política: el derecho a la ciudad II. Traducción: Janina Lindón, Alicia. “La miseria y la riqueza de la vida cotidiana en la ciudad: el pensamiento de Lefebvre”. Revista Litorales. Año 2. Nro 3. Diciembre, 2003. en: http://www. filo.uba ar contenidos/investigacion / g e o ginstitutos/geografia/web.litorales4/art. ra f ia / web.litorales4 /ar t htm (Recuperado el 5-4-05) htm. (Recuperado el 5-4-05) Lukács, Georg. Historia y consciencia de clase. Traducción: Manuel Sacristán. México: Editorial Grijalbo. 1975. 358 p. Mar x, Carlos. Manu sc ritos económicof ilo só f ic o s d e 18 4 4 . Tr a duc ció n : Wenceslao Roces. México: Editorial Grijalbo. 1968. 160 p. Peña, Gabriela de la. “Simmel y la Escuela de Chicago en torno a los espacios públicos en la ciudad.” Sincronía, en: http:// sincronia.cucsh.udg.mx/pena03.htm. (Recuperado el 18-6-05) 2003. Trebitsch, Michel. 1991. “Préface”, en: Lefebvre, Henri. Critique of Everyday Life. Volume I. En: http://www.ihtp.curs.fr/trebitsch/preflefebvre1-mt.html. (Recuperado el 21-6-05) ___________________ . “Préface: Le temps de la critique radicale”, en: Lefebvre, Henri. Critique of Everyday Life. Volume Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 113-114: 97-104/2006 (III-IV). (ISSN: 0482-5276) Roy Alfaro Vargas 104 II . Foundations for Sociology of the Everyday. 2002. En: http://www.ihtp. curs.fr/trebitsch/pref-lefebvre2-mt.html. (Recuperado el 21-6-05) ___________________. “Préface: vingt ans après”, en: Lefebvre, Henri. Critique of Everyday Life. Volume III . 2004. En: http://www. ihtp.curs.fr/trebitsch/pref-lefebvre3-mt. html. (Recuperado el 21-6-05). Villalobos Alpízar, Iván. “Algunas consider acione s en tor no a l tem a de la intencionalidad y el yo en Husserl”. Revista de Filosofía. Volumen 37. Nro. 93. Diciembre, pp. 405-412. 1999. Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 113-114: 97-104/2006 (III-IV). (ISSN: 0482-5276)