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ARTICULaS COMPILADOS
ARTIKULU BATERATUAK
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¿QUE ES FILOSOFIA HOY?
ZER DA FILOSOFIA GAUR?
[COMPilACiÓN DE ARTíCULOS
ARTIKUlU BATERATUAK]
Aurelio Artelo
Aitor aurrekoefxea
Nicanor Ursua
Agustín Arrie to
Xavier Puig
Maria Albisu
Julion Pocho
Xobier Andonegi
Juan Berraando
Carlos Martínez
Xabier Insausti
Ignocio Ayertoran
Fernando Miguro
Fernando Galvano
Jose Ramón Arana
Jose Ignacio Galporsora
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© De los autores
¿ Qué es Filosofía hoy?
DEP. LEGAL: SS-14-2007
tSBN: 978-84-611-4690-1
6
Grupo Gatza
Ti.TA/14
http://www.gatza.org
[email protected]
impreso en GESTtNGRAF
producido 2006-an egina
pubticado 2007 -an argitaratua
BILBO-DONOSTIA
colabora arteleku
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¿QUE ES FILOSOFIA
HOY?
Fernando Galvano·
~ ... la
filosofía no promelt: salvación alguna y como posibilidad dI::
esperanza únicamenle la del movimiento de la idea que la persigue
hasta el extremo».
Thcodor W Adorno (1962) ((justificación de la fil osofía»
4IU. filosona es la asunción de la totalidad de lo pt:nsable
requiere pensar todas nuestras actividades».
pUt:S
se le
Comclius Castoriadis (1997) Hecho y por hacer
Así pues, una vez más, la pregunta ... Guilles Deleuze
y Félix Guattari al inicio la década de los años noventa la
abordaron en un libro conjunto, y comenzaban refiriendo
que tal vez no se pueda plantear la pregunta ¿Qué es la filosofía? hasta tarde, cuando llegan la vejez y la hora de hablar
concretamente (1995: 15). Asimismo, Bodei rememora la
antigua fábula que refiere a la filosofía como «forma de
saber de efecto retardado, que requiere tiempo para ser asi¿ Qu é es filosofía hoy?
Zer da filosofia gaur?
141
milada •• (2005: 17). No obstan te, parece sie mpre pertinente
cuestionar el sentido y la actualidad de la interrogación filosófica cualesquiera que sean la condiciones vil'ales, intelectuales y social-histó ricas. Estas breves notas, motivadas por
la iniciativa de un colectivo d e estudiantes d e filosofía que
nos interpela con esa cuestió n, no anhelan otro propósito
que el de trazar un merodeo por algunas respuestas ya
d adas por algunos filósofos contemporáneos, y señalar
desde la periferia de la "disciplina" una modesta proposición. Ciertamente esa interrogante está inscrita en la historia
de la filosofía desde sus orígenes presocráticos, y cada uno
de los grandes filósofos ha trazado un camino de indagaciones singulares para responderla. Pero, de modo sucinto
trae ré a cons ideració n tan sólo algunas acaecidas en la
segunda mitad d el siglo XX, para tomar distancia o para
asumirlas, y sobre todo focalizaré mi atención en la respuesta de Castoriadis que quisiera reivindicar como la más renovadora.
¿Muerte, desfallecimiento, inactualidad, impasse ... de la
filosofía?
142
Si ya la consideración nie tzschiana había prefigurado
el final de la filosofía advenida como final de la metafísica,
y asimismo daba cuenta del agotamiento de la categoría de
sujeto que le pertenecía; sabido es como Heidegger se apropió de ese linaje antimetafísico y en algunos aspectos antiplatónico, sobre todo en la revalorización del poema, del
lenguaje y sus afecciones para indagar la naturaleza genui-
na del pensar filosófico. El reinado planetario d e la técnica y
su corolario nihilista señalarían el momento final de la fiI~
sofía heredada. Hace ahora cincuenta años que publicara su
conferencia titulada ¿ Qué es la filosofía? donde exponi. que a
¿Qué es filosofía hoy?
Zer da filosofla gaur?
través de la compilación historiográfica de las d efini ciones
existentes y de su disolución en una fórmula general jamás
alcanzaremos una respuesta genuina, es decir, legítima, a
esa pregunta. Se filosofa - deda - cuand o se d ialoga y discute con los filósofos del pasado: entonces, «nuestro hablar
debe estar en co-rrespondencia con aque llo que ha interpelado a los fil ósofos. Cuando logramos esta co-rrespondencia, res-pondemos en un sentido genuino a la pregunta:
¿qué es la filosofia?» (1956: 53). Entiende ese diálogo como
«una apropiación y transformación de lo transm..itido por la
tradicióm>. Lo que no queda muy claro es si tal diálogo o
apropiación podría conllevar el cuestiona miento radical de
lo heredado. La filosoffa, afirma Heidegger, «es la correspondencia realizada expresamente, que habla en cuanto
atiende a la llamada del ser del ente. La correspondencia
escucha la voz d e la llamada. Lo que nos llama como voz del
ser determina nuestro corresponder. "Corresponder" s ignifi ca entonces: estar de-terminado (afectivamente), ¿¡re disposé, por el ser del ente» (1956: 57). Resulta así que la fi losofía
es «(un corresponder que traduce a lenguaje la llamada del
ser del ente.» Termina recordando la proposición aristotélica: "el ser-que-está -siendo se manifiesta de múltiples maneras" (1956: 67). Sin embargo, más allá de la necesaria revaloración del lenguaje para expresar esas modalidades del ser
parece improbable encontrar un camino o salida a la interrogación filosófica que le permita escapar del laberinto hermenéutico.
Maurice Merleau-Ponty (1953) en su Elogio de la filosofía, parte de la ironía socrática para elucidar paradójicamente sobre una disciplina que limita su dominio allí donde las
certezas del conocimiento eme rgen. Entonces «lo que hace
al filósofo es el movimiento que reconduce sin cesar del
¿Qué es filosofía hoy?
Zer da filosof ia gaur?
143
saber a la ig no rancia, de la ignorancia al saber, y una suerte
de reposo en ese movimiento ... » (1953: 8). Para filosofar el
sentido prime ro del ser se necesitaría s umergirse en la situación human a, supe rando e l dualis mo cartes iano, y desarro-
llando su potencia perceptiva hacia la verdad de un ser que
no es 10 que finalmente ha devenido o s u esencia, sino que
es s u devenir ac tivo o su existe ncia. lnte rpe lar e l sentido de
la fil osofía ex ige as imismo Wla reflexión sobre su historici-
dad, de modo que, en palabras de este filósofo, «cada filosofía es, tambié n e lla , W1a arquitectura de signos; se constituye, pues, e n una relación estrecha con los otros modos de
intercambio que hacen la vida histórica y social. La filosofla
está en plena historia, jamás es inde pendiente del discurso
histórico>. (1953: 37).
Casi una década después de la publicación del ensayo
anterior, Adorno escribió su Justificación de la filosofía (1962),
para impugnar las direcciones filosóficas dominantes en su
é poca y defender su intempestiva actualidad como interro-
gación crítica y precaria. Opone a la idea de una philosopllia
perewús -que garantiza una especie de verdad e terna - ,
144
«un pe nsamiento que, s in reservas mentales, sin ilu siones
de reinado interior, confiesa su care ncia de función y su
impotencia, alcan za quizás una v isión del orden de lo posible, del no-ente, en el que los hombres y las cosas estarían en
su s itio propio. Porque no sirve para nada, por eso no está
caduca la filosofía» (1962: 23).
En un contexto m ás próximo Fernando Savater escri-
bió en las pri meras líneas de su alega to La filosofía tacilada
(1972) que «la filosofía ha muerto: reqlliescat i,¡ pace». Este
e nsayo es una cabal e irónica diatriba contra la filosoffa acadé mica, rnue rta de re tórica, res ignada. Fre nte a la misma
defiende otra filosofía , crítica y plena de resistencia escépti¿Qué es fi/osofía hoy ?
Zer da fi/osofla gaur ?
ca, que denomina la filosofía tachad a en un doble sentido:
«filosofía censurada, excluida, condenada como el discurso
insustancial por excelencia, como el menos científico. (... )
Pero también fil osofía tachada como lo inconsciente excluido de lo consciente, el blanco en el texto d e la razón, la falta
que es primordialmente falta de ser, la ausencia radica l de
sentido sobre la que se ed ifican los sentidos, la pugna constante por olvidar lo que de ninguna manera puede ser recordado, el origen d el sentido, la perfecta insignificancia de todo
lo existente» (1972: 24-25) . Se apropia de la critica adorniana a las filosofías dominantes que no aboga por la desaparición de la filosofía ni su sustitución por otras disciplinas,
sino que, por el contrario, defiende la libertad espiritual
como su único discurso posible, y como tentativa nunca
cumplida de filosofar de manera opuesta al pensar basado
en el concepto.
Otras voces muy reconocidas de otros ámbi tos filosóficos han abordado asimismo esa perenne cuestión. ASÍ, por
ejemplo, Richard Rorty en La filosofía y el espejo de la na/l/ra/eza (1979) ha postulado la inactualid ad de la fílosofía y considera que adviene una era posfilosófica; mientras que en un
breve ensayo posterior su res puesta a la pregu nta ¿qué es la
filosofía? es la siguiente: "«una discusión informada y
voluntaria acerca de lo bello y lo sublime» (2001: 51). JeanFran~oise Lyota rd, en su trayectoria tardía y posmoderna,
ha considerado que la filosofía también ha quedado deslegitimada con la crisis de los grandes relatos; y ha llegado a
afirmar que la filosofía como arquitectura está arruinada y
afectada por el descubrimiento d e la inconmensurabilidad
de los lenguajes y de los géneros discursivos. Derrida en su
deriva deconstructiva ha definido a la filosoffa como "un
saber moribundo"; mientras que Vattimo, y otros filósofos
¿Qué es filosofía hoy?
Zer da filosofia gaur?
145
vinculados a lo que se ha denominado como pensamiento
débil, también da cuenta de la crisis o desvanecimiento de la
filosofía frente a otros modos de pensar. Por mi parte, admitiría como certera la valoración de Alain Badioll, expuesta
en su ensayo El Siglo (2005), de que el doblete anal!tico/ hermenéutico encerroja a la filosofía académica contemporánea. Previamente había escrito su Manifiesto por la filosofiu,
donde refería un desplazamiento de la cuestión del materna
a la del poema: «cas i todos nuestros "filósofos" andan en
busca de una escritura desviada, de soportes indirectos, de
referentes oblicuos. Pretenden así ocupar, mediante una
transición evasiva, el lugar supuestamente inhabitable de la
filosofía" (1989: 10). A pesar de ese escéptico balance defiende la posibilidad de la filosofía: «no sólo mantengo que la
filosofía es hoy posible, sino además que esta posibilidad no
tiene la forma de la travesía de un final. Se trata, al contra-
rio, de saber lo que quiere decir: dar un paso más. Un sólo
paso. Un paso en la configuración moderna, que vincula,
desde Descartes, a las condiciones de la filosofía los tres conceptos nodales que son el ser, la verdad y el sujeto» (1989:
13).
Cornelius Castoriadis también se interrogó explícitamente sobre el fin de la filosofía en un ensayo de 1989. Dado
que consideraba a la filosofía como un elemento central del
146
proyecto greco-occidental de autonomía individual y social;
el fin de filosofía significaría, pues, ni más ni menos que el
fin de la libertad. Refiere la creciente dificultad de la filosofía para cuestionar 10 existente, y señala entre otras causas la
«influencia de la adoración heideggeriana y post-heideggeriana de la "realidad" bruta, y las proclamaciones heideggerianas "no tenemos nada por hacer", "no hay nada que
hacer" ». La afirmación del "fin de la filosofía" defendida
¿Qué e s filosofía hoy?
Zer da filosofía gaur?
por Hegel y por Heidegger la relaciona con sus filosofías
devenidas ontologías (o pensamiento del ser) y fil osoffas de
la historia. «La filosofía implícita de la historia de Heidegger
-la historia como Gescllick, destino, destinación y don del
Ser y por el Ser - , asf como la totalidad de sus escritos,
hallan su condición necesaria en la ceguera congénita de
Heidegger ante la actividad crftica / polftica de los seres
humanos» (1990: 119). Concluye así: "la idea de un "fin de
la filosofía" no expresa sino la impo tencia ante la clausura
conjuntista-identitaria y el vano intento de escapar a ella
refugiándose en pseudo-poemas y pseudopoesfas d isfrazadas de pensamiento» (1990: 134). Un modo de manifestación
de la renuncia a la filosofía o de señalar su ¡nactualid ad sería
la posición de quienes la conciben únicamente como un
medio de interpretación, como disciplina hermenéutica que
liJnita s u potencia poiética, s u dimensión creadora de o tras
formas y figuras de lo pensable. Por todo ello resulta pertinente y actual el enfoque critico de Castoriadis ante la posi-
ción anterior que enunció de modo ejemplar Heidegger.
Dado que para éste no puede haber una discusión crftica de
los filósofos del pasado, entonces solamente pueden ser
interpretados y "deconstruidos". Desde esta perspectiva
sabido es que los conflictos o las contradicciones entre los
filósofos se ignoran o se encubren. Para Casto riadis, «el fun-
damento " teórico" de la proclamación del fin de la filosofía
- que la filosofía es " metafísica" y que la metafísica ha sido
absorbida restlos, sin res iduo, por la ciencia contemporá-
nea - solamente tiene sentido a partir de la tesis de
Heidegger de que puede haber un " pensamiento del Ser" o
un " pensamiento del ser del Ser" separado de toda reflexión
relativa al ente o al ser del ente. La tesis es estéril y carente
de sentido a la vez». (... ) Así Heidegger no sólo limita la interrogación filosófica al Ser sino que además «toda reflexión
¿Qué es fllosofia hoy?
Zer da filosofia gaur?
147
política y ética deviene imposible, a la vez por razones de
sustancia (pu esto que "no tenemos nada que hacer, simplemente esperar": Gelassenl1eit), siendo esto, evidentemente,
consecuencia inmediata de la concepción de la historia
como" don y destinación del ser" y por razones de " método", puesto que, por ejemplo, la polis y todo el resto no pueden pertenecer sino a lo "óntico", y no constituyen en consecuencia, un digno objeto del pensamiento del Ser» (1990:
128).
También Hilary Putnam en su obra Cómo rellovar la
filosofía (1994) examina la situación actual de la reflexión
filosófica que caracteriza como neutralizada por un falso
dilema: el antagonismo entre el cientifismo y el relativismo.
Del cientifismo, que lo considera como una de las manifestaciones más sutiles del realismo metafísico, impugna su
postulado más sustantivo: «la ciencia y sólo la ciencia describe el mundo tal como es, independientemente de la perspec tiva » (28). Cuestiona también el relativismo - tal y como
ha sido formulado por Rorty, Goodman o Derrida- , en
tanto que parece olvidar que nuestros conceptos son nues-
tra objetividad, aunque no exenta de valores, implicada con
racionalidad. Para Puhlarn, el cuestionamiento de las nociones de "razón" y "verdad" que no vaya acompañado de la
búsqueda de alternativas, es decir, «la deconstrucción sin
148
reconstrucción es una irresponsabilidad» (175). Entonces,
más que oponerse, el realismo y el relativismo, debieran
entenderse como manifestaciones de la misma enfermedad,
la de «carecer de una base metafísica» : «lo que hay que
decirle al relativista es que algunas cosas son verdaderas y
algunas cosas son justificables y algunas cosas son razonables, pero, por supuesto, sólo podemos decir esto si tenemos
un lenguaje apropiado» (1994: 243).
¿Qué es filosofía hoy?
Zer da filosofia gaur ?
Crisis, interrogación permanente, poiesis-praxis
Putnam, para salir de ese impasse y superar el falso
dilema entre el cientifismo y el relativismo postula una
renovación de la filosofía que tome en consideración las
aportaciones de John Dewey en el ámbito moral y político así, se apropia sobre todo de su justificación epistemológica
de . la democracia - , y las concepciones de Ludwig
Wittgenstein en relación al lenguaje. Y reclama: "lo único
que, a nuestro entender, cabe hacer para mostrar una forma
mejor de filosofía es realizar cierta clase de interpretación de
la obra de unos filósofos que, a pesar de sus errores y defectos (... ) abren el camino, con su propio ejemplo, a la posibilidad de una refl exión fil osófica sobre nuestra vida y lenguaje que no incurre ni en un escepticismo frívolo ni en una
metafísica absurda, que no es ni paraciencia fantás tica ni
parapolítica fantástica, sino reflexión seria y fun damentalmente honesta de la clase más ardua» (1994: 201) .
Remo Bodei en un lúcido y reciente ensayo propone
una salida paradójica: admite la intrínseca historicidad de
las filosofías del pasado, "pero cambiándole el sentido, es
decir, sosteniendo que no están simplemente inmersas en la
hjstoria, (... ) sino que son históricas en tanto son capaces de
perdurar en el tiempo, de resistir la corrupción que el
mismo conlleva, conservando un carácter de manantial. (.. .)
Las grandes fil osofías devoran su propio pasad o sólo para
hacerlo revivir, para incorporarlo a ellas mismas conl0 su
inagotable alimento» (2005: 108). Son atópicas, por cuanto
están ligadas al presente y al pasad o; y también aiónicas,
atendiendo a la recuperación del significado original de la
noción de "eternidad" (del griego aion y del latín aetemitas)
que refiere no tanto la idea de tiempo largo sino la de vida
o fuerza vital. De suerte que, Bodei advierte cabalmente que
¿Qué es filosofía hoy?
Zer da fllosofia gaur?
149
«las grandes filosofías tienen la naturaleza del aion: ninguna
consigue su plenitud, colma su medida, la que podía dar
sobre algunos problemas o aspectos de los problemas»
(2005: 110). Se apoya en la oposición de la metáfora del
" pozo" que contiene (William Blake) con la de "fuente" que
desborda. Entonces, ,da fiJosoffa no está delimitada y contenida en su historia como en un pozo del que simplemente se
debe extraer, s ino que res ulta más bien semejante a una
fuente que desborda, que arroja siempre agua nueva, produciendo un constante exceso, un superávit de sentido con
respecto a cualquier contenedor», Las salidas a la crisis
actual deberían partir de esa consideración que recrea la
herencia filosófica al tiempo que inaugura nuevas interrogaciones desde el presente: «La actitud "fosfórica" con la que
aproximarse a la filosofía no es, entonces, la de seguir el hilo
cronológico de su desarrollo, sino el modelo aiónico y atópica de un pensamiento vital que - interrogado por la reali-
150
dad histórica - busca y encuentra la fuente de toda filosofía
del pasado gracias a la voz de los textos, de los que manan
si parar reservas de significado potencialmente inagotable
(lo que justifica la existencia misma de la hermenéutica filosófica, la necesidad de reinterpretar al infinito, polifónicamente, los escritos y las voces de los pensadores de todas las
épocas y de todos los países. Dicho método representa otro
modo de entrelazar los pensamientos, una transmisión de
pensamiento vivo a pensamiento vivo, ca paz de crecer sobre
sí mismo y de encenderse con luz propia, proyectándose al
futuro» (2005: 113). Con todo, un dilema nuevo emerge en
cuanto a las relaciones entre el hacer filosófico como invenció n o como interpretación.
Las reflexiones de Deleuze y Gualtari han constituido
uno de los 11l0l1lentos críticos en la filosofía contemporánea
¿Qué es filosofía hoy?
Zer da filosofia gaur?
al desplazar su interés hacia la dimensión creadora más que
hacia la hermenéutica: la filosofía así es el arte de formar, de
inventar, de fabricar conceptos; «la filosofia, con mayor
rigor, es la disciplina que consiste en crear conceptos (... )
siempre nuevos». Tal es su objeto. Enfatizan la singular
dimensión poi ética del hacer filosófico: «el asunto de la filosofía es el punto singular en el que el concepto y la creación
se relacionan el uno con la otra» (1991: 26). Manifiestan una
apertura dialógica con el arte y la ciencia para crear conceptos que denominarán «caoideas», y que trazarán planos en
el caos. Tal es su singular propuesta para la renovación de
ese pensar fronterizo: «La filosofía necesita una no filosofía
que la comprenda, necesita una comprensión no filosófica,
como el arte necesita un no arte, y la ciencia una no ciencia.
No lo necesitan como principio, ni como fin en el que estaría destinados a desaparecer la realizarse, sino a cada instante de su devenir y de su desarrollo. (... ) Pensamiento no pensante que yace en los tres [la filosofía, el arte y la ciencia],
como el concepto no conceptual de Klee o el silencio interior
de Kandinsky. Ahí es donde los conceptos, la sensaciones,
las funciones se vuel ven indecibles, al mismo tiempo que la
filosofía, el arte y la ciencia indiscernibles, como si compartieran la misma sombra, que se extiende a través de su naturaleza diferente y les acompaña siempre» (1991: 257).
También Castoriadis enfatiza la necesidad de recupecar la dimensión crHica y creadora para la filosofía, esa actividad reflexiva que se despliega a la vez libremente y bajo
las restricciones de su propio pasado. Pero observa que la
filosofía es imposible sin una filosofía de lo social-histórico,
y sin que sepa mantener una distancia crítica con la tecnociencia y con el relativismo. y sobre todo postula que la filosofía no gira en torno de la pregunta sobre qué es el Ser, O
¿Qué es filosoffa hoy?
Zer da fi/osofia gaur?
151
cuál es el sentido del Ser. .. , sino que tales preguntas están
condicionadas a otra más radical: «¿qué debo pensar (del
ser, de la phusis, de la polis, de la justicia, etc. y de mi propio
pensamiento?» (1990: 125). Reivindica una ciencia general
del hombre - una suerte de sinlesis de antropología, filosofía, política - diferenciada de las referidas a su sentido contemporáneo, soportada en el cálculo algorítmico y la manipulación experimental, o de la vertiente positivista; y por
consiguiente asentada en un saber que incluye todos los
enig mas que esa noción s uscita . Dice: «el hombre es a la vez
objeto y sujeto d e este saber» (1996: 105). Por otro lado, esa
ciencia general del ser debería integrar una dimensión psicoanalitica, que posibilitara una reelahoración de las aportaciones freudianas sobre la ps ique y su conflicto con la socie-
152
dad. Concibe el psicoanálisis como ac tividad práctico-poiética, análoga a la de la ped agogía y la política, y cuyo objetivo es crear fo rmas nu evas que son los individuos autónomos y una socied ad autónoma. Siempre defendió que filosofía y democracia, d esde su origen común en la antigüedad
griega, son solidarias d ado que a mbas expresan (deberlan
expresar) el rechazo a la heteronomia (a saber, el rechazo a
toda a utoridad o fuente extrasocial de legitimación de la
verdad y la justicia). Tod a su elucidación teórica y su pasión
crítica es una inv itación a pensar, a cuestionar la filosofía y
las significaciones imaginarias heredad as. Al fi nal de su
ensayo Hecho y por hacer (1997) d ice: «pero algo es seguro: no
va a ser corriendo detrás de lo que "se usa" y "se dice", ni
emasculando lo que pensamos y queremos, como vamos a
a umentar nuestras posibilidades de libertad. No es lo que
existe, sino lo que podría y debería existir, lo que necesita de
nosotros», La praxis, definida por ese hacer específico que
desarrolla la auto no mía de uno y de los o tros, es profunda-
mente solidaria del proyecto transformador, que implica
¿Qué es filosofía hoy ?
Zer da filosofia gaur7
voluntad, deliberación (dar cuenta y razón), reflexibidad
subjetiva, y pasión/ afección. Dado que ni la autonomía ni la
praxis son datos o herencias de la naturaleza humana, sino
que surgen como creación histórico-social, ex ponen s u radi-
cal naturaleza política. y por lo cual topan con el nudo gordiano de la cuestión de la autonomía: la actividad a utónoma
de la colectividad. En el horizonte de lo por-ser, de la
impugnación de lo existente se necesita de la creación de
significaciones imag inarias sociales nuevas; y ello requiere
de una sinergia inédita entre la creación filosófica y la creación de una política de mocrática. Pero en ese movimiento, el
sentido es la actividad de creación del sentido y «lo verdadero se hace creación, siempre abierta y capaz de volver
sobre sí rn.isma, de formas de lo pensable y contenidos de
pensamiento que puedan encontrarse con lo existente. (... )
La afic ión a lo verdadero es la pasión del conocimiento, el
pensamíento como Eros». (Hecho y por hacer, 1997) Esta idea
recorre de modo sublimado toda la historia de la filosofía,
aunque con declinaciones de sentido dispares.
Nuevas figuras de lo pensable
Remo Bodei concl uye el ensayo citado anteriormente
reclamando el ejercicio de la inteligencia crítica tanto para
orientarse en el mundo natural y social como para el desarrollo de la autonomía personal y de la colectiva. «La con-
secución de semejante fin representa el don que ofrece la
filosofía, pero también la tarea que la mísma asigna a cada
uno de nosotros. En efecto, la filosofía -lo recuerda también Dante en el cierre del Convivio- no vive sólo en los
"sabios", sino" en toda partes donde se alberga amor por
ella"» (2005: 164). Se trata de un he rmoso alega to contra la
fagotización de esa modalidad del pensar por quienes se
¿Qué es filosofía hoy?
Zer da filosofia gaur?
153
sienten perros guardianes exclusivos de la misma. Además
sería beneficioso para la filosofía ac tual recuperar esa pasión
suscitada por el deseo o la libido formaTldi que encontramos
en el texto ¿ Por qué filosofar?, de Jean-Fran~oi se Lyotard, y
que reúne cuatro conferencias celebradas en 1964. En el
horizonte renovado de la filosof[a de la sospecha, apela a la
recuperación d el deseo como potencia transformadora del
propio filosofar y de su autoconciencia. Concluye de este
modo su indagación: «he aquí, pues, por qué filosofar: porque existe el deseo, porque hay ausencia en la presencia,
muerte en lo vivo; y porque tenemos capacidad para articular lo que aún no está; y también porque existe alineación, la
pérdida de lo que se crera conseguido y la escisión entre lo
hecho y el hacer, ente lo dicho y el decir; y finalmente porque no podemos evitar esto: atestiguar la presencia de la
falta de palabra. En verdad, ¿cómo no filosofar? » (1989: 164).
En verdad, todas esas cuestiones han informado una inquietud reflexiva siempre abierta.
154
¿Por qué hace falta elucidar lo que es? Se preguntó
Castoriadis en una polémica con Rorty, y se contestó: «por
nada. Es una actividad puramente gratuita. (... ) Porque después d e haber sido sacudidos en las certezas estúpidas de la
vida cotidiana, no podemos hacer otra cosa». No podrían
agotarse en la simple contestación al orden establecido:
«habrla que h ablar aquí largam ente de la imaginación y del
imaginario. El imaginario no es la producción de imágenes,
es la creación de un mundo humano; y no sólo en el nivel de
la psique individual, sino en el nivel del campo históricosocial>, (2005: 123). En su introducción al primer volumen de
Las encn,cijadas del laberinto (1978), Castoriad is expuso, de
modo admirable, el sentido de su investigación filosófica:
«Pensar no es salir de la caverna, ni sustituir la in certidum-
¿Qué es filosofía hoy?
Zer da fi/asofia gaur ?
bre de las sombras por los perfiles bien definidos de las
cosas mismas, el resplandor vacilante de una llama por la
luz del verdadero Sol. Es entrar en el laberinto. Es perderse
en galerías que s6lo existen porque nosotros las cavamos
infatigablemente, dar vueltas en el fondo de un callejón sin
salida cuyo acceso se ha cerrado tras nuestros pasos - hasta
que este girar abre, inexplicablemente, fisuras factibles en el
mu ro» (1999: 9).
Un devenir de la filosofía posible estaría, en palabras
de Alain Badiou, sustentado en condiciones o procedimientos genéricos que los identifica como el materna, el poema,
la invención polftica y el amor. Tales procedimientos especifican y clasifican hasta hoy todos los procedimientos susceptibles de producir verdades: científica, artística, política o
amorosa. La producción de esas verdades específicas sería
así la tarea de la fil osofía. «La tarea específica es proponer
un espacio conceptual unificado, donde encuentren su lugar
las nominaciones de acontecilnientos que sirven de pW1tO
de partida a los procedimientos de verdad. La filosofía
busca reunir todos los nombres-de-más. Trata en el pensamiento, el carácter composible de los procedimientos que la
condicionan. No establece ninguna verdad, pero dispone de
un lugar de las verdades. Configura los procedimientos
genéricos por medio de una acogida, un abrigo edificado
con respecto a su simultaneidad dispar» (1989: 19).
Neutralizar el fetichismo del dominio racional sobre
todos los ámbitos de la vida y de lo humano, indagar un
ethos nuevo de la mortalidad, redescubrir la dimensión poiética de la imaginación y de lo imaginario social instituyente,
crear nuevas condiciones para una subjetividad libre y
emancipada en un contexto local y global, repensar nuevas
formas de universalismo en una tensión crítica con la heren¿Qué es filosofía hoy?
Zer da filosofia gaur?
155
cia de la modernidad, son algunas cuestiones que vienen
anudadas a la pregunta por el sentido de la filosofía en la
sociedad contemporánea. Sin el suelo de las verdades metafísicas heredadas de la tradición filosófica, sino en la praxis
d e la creación del sentido y de una idea menos pretenciosa
y absoluta de verdad, no ya en términos de unívoca correspondencia, sino como movimiento critico que no cesa. Y,
cómo obviarlo, recuperando aquélla tensión autoin stituyente que emergió en su propio origen, es decir, su conexión e
interferencia recíproca con el movimiento real de una humanidad heteróclita que anhela au totransformarse y romper
las clausuras que la limitan. Al fin y a l cabo, viejas y nuevas
cuestiones, así corno paradojas y aporías inéditas acompañarán a la pregunta sobre la filosofía y su sentido. _. Sin dogmas, ni telos o mitos escatológicos que orienten definitivamente el devenir humano, sin verdades esencialistas que
descubrir, queda entonces la interrogación sin fin que nos
pe rmita elucidar, dando cuenta y razón, otras formas de
vida y de sociedad. Y en esa aventura del conocimiento y de
la emancipación humana la filosofía sigue siendo una útil,
asombrosa y fascinante herramienta crítica, informada también por Eros. I
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*Profesor de Estética y Teoria del arte
g~@f~famento de Filo sofía de l os val ores y Antropología
fernando.gol vano@e hu .es
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