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2019, Indigenous World
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Este artículo brinda una actualización para 2019. Chad es uno de los seis Estados miembro de la Comunidad Económica y Monetaria de África Central (CEMAC). Su población se estima en 14 millones de habitantes que viven en una zona que abarca 1,284,000 km2. El país está dividido en tres grandes ecosistemas: desierto en el norte, sabana en el centro y bosque en el sur. Dos pueblos de Chad son considerados indígenas: el subgrupo mbororo de los fulani y los toubou. Los mbororo fulani viven principalmente del pastoreo y de la agricultura de subsistencia. Según el censo de 1993, su población asciende a 250,000 y están agrupados en el centro seco y en el sur tropical donde hay pasto para su ganado. Se estima que representan aproximadamente el 10% de la población chadiana. Muchos de los fulani han emigrado a los países vecinos: Camerún, la República Centroafricana o el Níger. Pueden ser reconocidos por su forma de vida, su cultura, su lengua y por la discriminación que sufren. A menudo, los fulani son pobres, la mayoría de ellos son analfabetas y no tienen representación política a nivel nacional. Los toubous se consideran uno de los grupos más antiguos que viven actualmente en el Sahara. Su origen sigue siendo un misterio y siempre han sido un enigma para el resto. Guerreros y pastores, como muchos otros pueblos saharauis, estos nómadas son temidos por sus vecinos y deben su reputación a su legendaria capacidad de adaptación y supervivencia en el entorno árido de las montañas de Tibesti. Crían camellos y ganado y viven mayormente en el norte de Chad, con la excepción de las pequeñas comunidades asentadas en Níger, Libia y Egipto. Chad estuvo ausente el día de la votación de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (DNUDPI) en la Asamblea General. Debido a la falta de información disponible sobre los toubou, este artículo se limitará a la situación de los mbororo.
Monografías CIDOB, 2019
La palabra Sahel ha pasado de ser apenas conocida a convertirse en un lugar común de la sección internacional de los medios de comunicación. Actúa como una etiqueta que acentúa los estereotipos estigmatizadores del continente africano, entendidos en gran medida como «cargas» (pobreza, violencia, irracionalidad…) en un medio particularmente hostil (la peor versión de los ya de por sí denostados trópicos) y a las puertas de Europa, con lo cual encierra una amenaza latente (coladero y trampolín de la migración «ilegal»). El florecimiento del conocimiento experto sobre la región no ha desmentido estas connotaciones, sino que en gran medida las ha legitimado, aunque con escaso rigor científico. Simplificando, se puede decir que las asesorías aplicadas a la región han seguido en su mayoría dos líneas: una, prioritaria, centrada en la seguridad; otra, secundaria, orientada hacia la ecología. En ambas, los discursos expertos dominantes tienden a desautorizar –cuando no a culpabilizar- a las poblaciones locales, apelando más o menos implícitamente a una tutela externa (nacional e internacional) que desactive su supuesta vulnerabilidad, léase incapacidad. Por lo que se refiere a la seguridad, se suele dar por sentada una inestabilidad estructural asociada, por un lado, a la presunta falta de un modelo ciudadano en los imaginarios y en las relaciones locales, y, por otro lado, a la incapacidad gestora de los estados. En cuanto a la ecología, el Sahel se ha convertido en uno de los ecosistemas tipo de los efectos aridificadores del cambio climático: aunque las causas de esta identificación desbordan el ámbito regional, las prácticas características del nomadismo saheliano (a su vez sospechoso habitual de la mencionada inestabilidad) constituirían el principal «factor desertificador» local. Numerosos indicios científicos descalifican esta mirada. Y no sólo porque la evolución del modelo desarrollista ha convertido el empoderamiento local en un condicionante crucial de la efectividad de toda política de desarrollo. Estudios bien distintos señalan que los usos de los grupos nómadas (pastores, comerciantes…) suponen en estos momentos, y dadas las posibilidades realistas de inversión, si no la mejor opción, sí al menos un planteamiento complementario obligado para afrontar las oscilaciones inherentes a los ecosistemas áridos como el Sahel. Ésta es una percepción que ya cuenta con cierta perspectiva. Basta ver cómo evolucionan, a partir del final de los ochenta, los artículos acerca del sobrepastoreo y otras versiones de la «tragedia de los comunes» (los llamados modelos de «capacidad de carga») en revistas bien indexadas y tan poco revolucionarias como Human Ecology: la revalorización de las tradiciones pastoriles resulta evidente, llegando incluso a entenderse el ethos guerrero que las suele acompañar como otro mecanismo equilibrador (un mensaje que sería recibido con indignación por los ideólogos de la seguridad global). La descalificación por presuntamente excluyentes de las solidaridades locales, colectivistas, tanto si son nómadas como sedentarias, tergiversa su rol en la supervivencia cotidiana en el arbitrio de conflictos. La irrupción del calentamiento climático como «problema central» no ha invalidado esta revalorización: el nomadismo y las prácticas culturalmente conservadoras que se le asocian pueden ser insuficientes, pero parecen necesarias como mínimo en el período de transición actual. Resumiendo, la anulación de la iniciativa local pondría en peligro el principal activo para atajar los problemas que explican el interés en la región. Estas percepciones se incorporaron al devenir regional más como una causa de las supuestas disfunciones sahelianas que como una fuente potencial de soluciones. Esta situación exige hoy una reacción que sólo puede partir de las alianzas de conocimientos y de la diversificación de las perspectivas culturales y sociales de investigadores e investigadoras. Y son estas vías las que propone explorar este monográfico.
Paper presented at the EUROCALL 2017 Conference (Southampton, United Kingdom, Aug 23-26, 2017), 2017
In recent years, Computer Assisted Language Learning (CALL) has become more accessible than ever before. This is largely due to the proliferationof mobile computing devices and the growth of open online language-learning resources. Additionally, since the beginning of the millennium there has been massive growth in the number of students studying a foreign language in the European Union (Eurostat, 2012). Unfortunately, according to the Education and Training Monitor 20162 , within formal education at all levels, there is a lack of guidance regarding the integration of CALL tools with face-to-face classroom instruction. This is particularly in relation to lower-level language instruction. This paper presents some preliminary findings of the author’s doctoral research project that addresses the question: what contradictions and tensions emerge in ab initio blended language learning courses? Capturing the development of human activity in complex learning environments and the difficulties that manifest themselves therein is a challenging methodological task. This paper proposes that Cultural-Historical Activity Theory (CHAT) is a useful conceptual tool for Blended Learning (BL) researchers in identifying emerging contradictions with complex learning environments.
Saat ini, inovasi pada bidang arsitektur telah demikian pesatnya. Pemikiran cemerlang dari para arsitek abad ini dalam menyikapi permasalahan permukiman, terutama terkait dengan keterbatasan pemanfaatan lahan, mengundang pro dan kontra di masyarakat. Beranjak dari hal tersebut, pada ulasan ini yang merupakan apresiasi terhadap karya arsitektur, mengangkat arsitektur bioklimatik oleh Ken Yeang. Ken Yeang berusaha memecahkan sebagian permasalahan permukiman yang sedang dihadapi saat ini, khususnya di sejumlah kota besar. Melalui penjajaran antara bangunan modern, dalam hal ini arsitektur bioklimatik, dengan bangunan tradisional di Asia Tenggara secara umum, terutama dari segi ruang, pencahayaan, penghawaan, lansekap, bentuk dan elemen bangunan, serta konsep perancangan. Ulasan ini ingin mengetengahkan paradigma baru di balik tampilan karya arsitektur spektakuler Ken Yeang pada Mesiniaga Tower di Kuala Lumpur, Malaysia, sehingga akan dapat membuka cakrawala baru dalam berarsitektur di Indonesia. Kata kunci : arsitektur bioklimatik, bangunan pencakar langit, iklim tropis, hemat energi.
2023
In times of emergency, communication plays a crucial yet problematic role. While this may seem obvious nowadays, even before the emergence of modern media, the methods of gathering, elaborating and transmitting information had a significant influence on the perception of risk and decision-making processes. The book examines how government bodies and different social actors handled emergencies in the Hispanic Monarchy, from the late sixteenth to the early nineteenth centuries. It features case studies from the Hispanic Monarchy’s European, American and Asian territories, exploring the narrative strategies used in news-sheets and gazettes, the impact of disasters on information networks, how they interacted with political and social dynamics, and the effect of conflicting interpretations of extreme events.
Tiago Rodrigues da Silva , 2023
"Introducción. Crítica contemporánea desde América Latina".AURA. Revista de Historia y Teoría del Arte – Nº 7 – Septiembre 2018 – ISSN: 2347-0135 – Pp. 3-6 htp://ojs.arte.unicen.edu.ar/index.php/aura , 2018
Revista de Gestão e Secretariado, 2012
International Journal of Heritage Studies, 2021
Relaciones. Estudios de historia y sociedad, n. 124., 2010
Romandan Sinemaya, 2008
Strategies of Animal Exploitation in Late Iron Age IIA H orvat Tevet (the Jezreel Valley) Reveal Patterns of Royal Economy in Early Monarchic Israel, 2023
"Adista - Documenti", 2018
Revista Brasileira de Filosofia do Direito, 2018
Teaching Public Administration, 2024
Agriculture and Human Values, 2011
Extended Abstracts of the 2013 International Conference on Solid State Devices and Materials, 2013
La Técnica: Revista de las Agrociencias. ISSN 2477-8982, 2010