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Se trata de revisar no la crisis de la Modernidad, sino la crisis de la crisis, el después de una catalogación cultural que pretendía certificar el fin de una época. Tras la polémica Modernidad / Postmodernidad, se trata de averiguar si el postmodernismo ha generado un movimiento teórico y artístico coherente, y si sus líneas maestras tienen todavía vigencia.
el escéptico 42 primavera 2014 J avier Armentia y Serafín Senosiáin han concebido la colección ¡Vaya timo! como un intento por refutar al-gunas de las creencias irracionales más comunes. En general, estas creencias son aceptadas por personas que no han tenido un alto nivel de educación. Algunas creen, por ejemplo, que la posición de los astros en el momento de nacer determina los acontecimientos del resto de sus vi-das. Otras creen que la aplicación en cantidades diluidas de sustancias que generan males sirve para combatirlos. Otras creen que Dios creó el universo hace apenas 6.000 años, que la posición de los muebles en el hogar afecta a la buena fortuna, etc. Por regla general, quien haya terminado alguna carrera universitaria y tenga un mínimo de sentido común sabe que todas esas creencias son timos. También, por regla general, quienes difunden timos como la astrología, el feng shui o el creacionismo son personas ajenas al mundo universitario. Es muy triste observar que en las librerías hay más libros de astrología que de astronomía, pero al menos tenemos el consuelo de que en otras hay muchos libros sobre ciencia y filosofía y pocos sobre creencias irracionales. No obstante, el posmodernismo es una excepción, y por ello un caso sui generis entre los temas de la colección ¡Vaya timo! Los defensores del posmodernismo tienen tí-tulos universitarios. La mayoría de ellos son profesores en las mejores universidades del mundo (debe reconocerse que, por fortuna, dos de las mejores, Oxford y Cambrid-ge, en Inglaterra, son muy reacias a aceptar a defensores del posmodernismo entre su profesorado). Escriben en los diarios de mayor circulación mundial, son entrevistados por las personalidades más famosas de la televisión, y los gobiernos les piden a menudo opiniones y consejos sobre asuntos militares, económicos, políticos y culturales. Natu-ralmente, aunque en las librerías universitarias no hay casi, afortunadamente, libros que promuevan el creacionismo o la homeopatía, en esas mismas librerías hay multitud de libros que promueven el posmodernismo, e incluso ocupan los estantes privilegiados. El posmodernismo goza de prestigio dentro y fuera de la universidad. Los defensores del posmodernismo tienen algo que atrae, y no es precisamente la claridad y profun-didad de sus ideas. Se trata más bien de una especie de sex appeal que genera seguidores de todo tipo. Son, por así decirlo, estrellas de rock en el mundo académico. Los jó-venes estudiantes desearían ser como ellos. Muchos llevan el pelo largo, fuman en pipa, utilizan trajes exóticos; en fin, parecen preocuparse por su imagen. En esto se asemejan mucho más a los artistas que a los profesores universitarios convencionales. Es sabido que muchas estrellas de rock prosperan no pro-piamente por su música sino por el aparato publicitario que acompaña a sus presentaciones. La vestimenta, el juego de luces en el escenario, las hermosas mujeres que los acom-pañan, etc., todo forma parte de las estrategias de las que se valen para conseguir público, aunque muchos canten desa-finados. Pues bien, algo similar ocurre con los defensores del posmodernismo. Muchos de ellos prosperan no propia-mente por el contenido de sus ideas sino por el barniz de imagen que los acompaña. Aulo Gelio, un escritor romano del siglo II, dijo al con-Introducción a El posmodernismo ¡vaya timo!
Anuario Filosófico, 1994
If we understand modernity as the construction of a distinction -i.e. sub-jectivity vs. objectivity- postmodernity can be considered the abolition of that distinction, after the experience of its apories. In this paper the interest points towards a non disjunctive direction, towards a kind of thought that may embrace both ambiguity and the relative indiscerni-bility of the opposites.
El lector que tuviera la paciencia de pasear por la bibliografía sobre el tema podrá constatar que el debate acerca de la modernidad es bastante confuso. El propio término «pos» es ambiguo y da margen a dudas, sugiere una ruptura radical entre un «antes» y un «después», la modernidad percibida como algo perteneciente al pasado. Existe también una polarización política en torno de posiciones que en principio se caracterizarían como «progresistas» o «conservadoras», lo que añade un elemento más de complicación a la discusión. En el caso de América Latina, aún nos preguntamos si realmente tal controversia tendría sentido. ¿No se tratará de otra «moda» intelectual? ¿Cómo hablar de posmodernidad si no conocemos plenamente la propia modernidad? En Brasil el debate viene siendo trabajado más en los medios que en los medios intelectuales, lo que embarulla más las cosas. Mi punto de vista es que deberíamos tomarlo seriamente. Lo que interesa es comprender cómo la posmodernidad es una de las expresiones (y yo insistiré en que se trata de una entre otras) de un reacomodo de los procesos sociales y societarios «pos» industriales. Evidentemente no tengo la intención en este artículo, de discutir si esta condición «posmoderna» es fruto de una tercera etapa del capitalismo como piensa Frederic Jameson, o se adecúa más a las transformaciones de un capitalismo flexible que se inicia en los años 70, como propone David Harvey (1). Pero retomo de esos autores un argumento que me parece fundamental. Los cambios por los que pasan las sociedades industrializadas en este momento son reales, y se extienden no solamente a los países centrales, ellos abarcan el sistema internacional como un todo. Esta modernidad-mundo, para utilizar una expresión de Jean Chesnaux, es distinta de las modernidades del siglo XIX y de inicios del XX, lo que significa que las relaciones entre el hombre y el mundo y entre los hombres entre sí se encuentran en proceso de mutación. Probablemente el contratiempo de la discusión refleja este momento de transición que conocemos. Mi interés por la cultura, particularmente por la arquitectura, es en este sentido estratégico. El arte encierra no sólo disponibilidades estéticas sino también un aspecto cognoscitivo que traduce de manera ideal las relaciones sociales. Ella puede ser aprendida como un síntoma de las transformaciones más amplias que envuelven la sociedad. No es casual que la polémica sobre la posmodernidad se haya iniciado justamente en su ámbito (2). La sensibilidad artística traducía, ya desde los años 60, las inquietudes en relación a las irregularidades aún imperceptibles en el plano macro de la sociedad.
A Parte Rei Revista De Filosofia, 2004
El presente texto ofrece la posibilidad de visualizar que el debate y reflexión que promueve lo posmoderno produce distinciones tanto con la época moderna como con lo occidental. En esta ocasión se resaltará la segunda distinción, por ello, categorías como metafísica, logocentrismo y estructura binaria serán las que se desplieguen en el análisis. Para ello se considerará como relevante las reflexiones que Heidegger y Derrida han realizado, sobre todo para exponer la relevancia del cuestionamiento que dichos autores realizan sobre la constitución de lo occidental. De la misma manera se expondrán, de manera resumida, los principales alcances de la crítica que Habermas realiza a estas concepciones, que afectan, por cierto, al proyecto 'inconcluso' de lo moderno, que dicho autor desea rescatar. También se propondrá, de manera inicial, un debate en torno al 'Ser', tanto desde la presencia y el signo (Heidegger), la ausencia y la huella (Derrida), como de las condicionantes que establecen los diversos espacios epistémicos que se pliegan y despliegan en la constitución del Ser en su devenir maquínico-reflexivo.
Revista Humanidades, 2022
Con ocasión de las profundas transformaciones del siglo XX, especialmente las tecnológicas y comunicativas, la ciencia política se ha valido de nuevos instrumentos epistemológicos para explicar la realidad y los fenómenos que le atañen. Una de estas herramientas es el macromolde posmoderno, surgido con fuerza en la disciplina filosófica pero que, paulatinamente, se ha ido convirtiendo en una escuela de pensamiento autónoma que incorpora sus propios principios, reglas y valores. Sin embargo, ya sea por la reticencia científica que genera o su origen transdisciplinar, es muy poca la literatura académica que ha desarrollado rigurosamente las características epistemológicas de este macromolde: su naturaleza normativa, sus fronteras conceptuales o sus alcances explicativos. Por esta razón, el presente artículo busca dotar de un sentido inequívoco a lo posmoderno en el universo político, dando cuenta de su aplicación como corriente de pensamiento (posmodernismo) y como periodo histórico (posmodernidad), utilizando una metodología propia de la teoría política normativa, específicamente, la aclaración conceptual.
El origen del "posmodernismo" y sus "tendencias" Vivimos en un entrono tan complejo, desde la inmediatez de la naturaleza hasta una sociedad siempre cambiante con miles de ideas en la cabeza de cada uno; y a medida que el tiempo transcurre nos damos cuenta de que esta complejidad no hace más que aumentar. Por ello como seres humanos tenemos la tendencia de clasificar las cosas, desde nuestra propia casa, carpetas de archivos digitales y en la historia, lo hacemos por épocas; pese a los riesgos que ello implique y la distorsión de la realidad que podemos causar, creemos que es una manera de mantener un cierto control sobre este caos. En la arquitectura gozábamos de una estructura clara que nos ayudaba a identificar los periodos constructivos de occidente, de lo clásico, a lo románico, gótico, renacimiento, etc. Algunas clasificaciones mas complejas que otras, pero seguimos un orden preciso. A medida que la globalización fue impregnando cada aspecto de la vida de todos, la clasificación se volvió menos predecible y los conflictos por designar una cosa de la otra fueron mayores. Dos acontecimientos marcaron el rumbo de la cultura mundial moderna, el primero podría designarse como las dos guerras mundiales y su periodo intermedio de paz; nunca en la historia de la humanidad se habían visto tantos países involucrados en un conflicto bélico y el redescubrir los horrores de la guerra marco a toda una generación de personas en precariedad. Tras poner fin a esto con la rendición de Japón con las bombas nucleares quedo claro algo en la mente de los diseñadores, "hacer más con menos" la modernidad se implanto en la cabeza de todo tipo de diseñadores, el cuerpo humano y las medidas estandarizadas marcaron una tendencia que perduraría por muchos años; en
Caminos del lógos. Revista de filosofía, 2020
En este artículo llevo a cabo una crítica del modo en que la filosofía culturalmente dominante, que en un sentido amplio puede ser llamada "posmoderna", al desentenderse de las condiciones materiales en la base de toda discursividad en favor de planteamientos neo-idealistas, queda atrapada en una supraestructura sociocultural "flotante" desde la que elabora arbitrariamente múltiples narrativas cuyos vínculos con la realidad están a priori rotos (y ello por más que esto se diga hecho desde "lo concreto", "la experiencia", etc.). Asimismo, reflexiono sobre las causas meta-teóricas que han conducido a esta situación y planteo en qué medida estas posturas académicas y culturales contribuyen a una suerte de "esquizofrenia colectiva", propia de la cultura de masas del mundo capitalista globalizado al que dicen oponerse.
Estudios Políticos
Artículo analítico donde, desde una perspectiva teórica, se aborda (a partir de una crítica lógica de los postulados del liberalismo) y se discuten las posibilidades de cambio que poseen los sistemas políticos contemporáneos tomando en cuanta características como pluralidad y globalización, organización ciudadana, diversidad cultural y consensos traslucidos.
El salto, 2018
El concepto de Posmodernidad ha vuelto a adquirir una cierta presencia en el debate teórico y político actual, como consecuencia de su vinculación con las políticas de la diversidad. Sin embargo, la Posmodernidad posee diferentes perfiles que es preciso matizar. Create PDF in your applications with the Pdfcrowd HTML to PDF API PDFCROWD
Artículo publicado en la extinta TemporaMagazine
Sacramenti invalidi a causa di errori di papa Francesco e dei suoi collaboratori, 2024
La Tutela del Patrimonio Culturale - Blog, 2024
Povijesni prilozi, 1999
Journal of Engineering
Self-published, 2024
Bayerische Archäologie, 2022
Social Science Quarterly, 2001
36th International Geological Congress - IGC 2020 - Online, 2019
Przekładaniec, 2018
Dirasat Educational Sciences, 2015
Physica Scripta, 1992
American journal of human genetics, 1981