REVISIÓN
PEDIÁTRICA
Acta Pediatr Esp. 2010; 68(8): 389-393
¿Es saludable la relación abuelos-nietos
para los niños?
J. López
Departamento de Psicología. Facultad de Medicina. Universidad San Pablo-CEU. Boadilla del Monte (Madrid)
Resumen
Abstract
Ir a casa de los abuelos es una experiencia muy común para
muchos niños. Sin embargo, la investigación reciente muestra
que cada vez un mayor número de niños visitan a sus abuelos
no sólo durante las vacaciones, sino para vivir y ser criados por
ellos. Una gran cantidad de cambios sociales han contribuido
a que los niños sean criados por los abuelos.
Title: Is grandparents-grandchildren relationship healthy for
children?
Con frecuencia un suceso traumático en la familia es el desencadenante de que los abuelos ejerzan el rol de padres sustitutos. A pesar de los numerosos problemas de fondo y los
factores de riesgo que conlleva esta situación, estos niños
criados por sus abuelos muestran una mejor salud que los que
viven fuera de la familia.
Going to grandparents’ house is a common experience for
many children. However, recent research indicates that increasing number of children are visiting grandparents not only for
holidays, but to live and be raised by grandparents. A wide variety of social changes have contributed in having children raised by
grandparents. Frequently a traumatic event in the parents’ family
is the trigger for grandparents to take over the role of surrogate
parents. Despite the numerous backgrounds problems and risk
factors of children being raised by grandparents show a better
health than children that live in foster homes.
Aunque algunos abuelos tienen la custodia de sus nietos,
una situación mucho más común es que ayuden a sus padres
en el cuidado de los niños. Los abuelos que charlan, vigilan y
sirven de modelo seguro para los nietos pueden ayudarles a
prevenir ciertos problemas para su salud. La investigación pone de manifiesto que los abuelos están haciendo una buena
tarea en el cuidado de sus nietos y son una red de seguridad
para toda la familia.
Although some grandparents are the guardians of their
grandchildren, a much more common arrangement is that of
grandparents providing help to the parents in the care of the
children. Grandparents that talk, monitor, and act as a safety
model for grandchildren may help protect them from known
health risk factors. Research indicates that grandparents are
doing a good job of providing care their grandchildren. They are
a safety net for all the family.
Keywords
Palabras clave
Salud, abuelos, nietos, familia, relaciones intergeneracionales
Health, grandparents, grandchildren, family, intergenerational
relations
Nuestro país envejece, y esto es sin duda una buena noticia.
Cada vez es mayor la esperanza de vida de las personas, aumenta el número de personas mayores y, por tanto, el número
de abuelos. La sociedad ha cambiado y con ella también el
cuidado y atención de los niños en el hogar. La incorporación
creciente de la mujer al trabajo, la gran incompatibilidad entre
los horarios laborales y familiares, el incremento de la movilidad laboral, el aumento de las familias monoparentales y las
parejas separadas... están propiciando que cada vez sea mayor
la presencia e influencia que los abuelos tienen en la crianza
de los niños.
en el cuidado de los nietos (p. ej., abusos por parte de los padres, drogodependencia, problemas de salud mental, problemas con la justicia, fallecimiento, etc.)1-3. Gran parte de la investigación sobre la influencia que tienen los abuelos en los
nietos se ha realizado en las situaciones en que éstos cuidan
de manera exclusiva de los nietos que han sufrido un importante trauma familiar y tienen su custodia. Es mucho menor el
volumen de las investigaciones realizadas sobre los abuelos
que colaboran con sus hijos en la crianza de sus nietos, pese a
encontrarse la mayoría de ellos en esta segunda situación.
También hay que decir que la investigación ha priorizado el
estudio de las abuelas4,5 y el análisis de los abuelos de las
zonas urbanas4.
En ocasiones es algo más que la mera falta de tiempo de los
padres la causa de que los abuelos tengan una gran relevancia
Más allá de estas matizaciones, se puede afirmar que,
pese a que el rol familiar del abuelo ha recibido muy poca
Ser nieto y abuelo hoy
Fecha de recepción: 11/12/09. Fecha de aceptación: 16/12/09.
Correspondencia: J. López. Departamento de Psicología. Facultad de Medicina. Universidad San Pablo-CEU. Ctra. Boadilla del Monte, km 5.300.
Urbanización Montepríncipe. 28668 Boadilla del Monte (Madrid). Correo electrónico:
[email protected]
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Acta Pediatr Esp. 2010; 68(8): 389-393
atención hasta hace poco tiempo, hay un amplio consenso
sobre la importantísima influencia que ejercen en el desarrollo de los niños. Los abuelos proporcionan una ayuda
crucial en todos los aspectos (económico, emocional, de
cuidados...). Del mismo modo que los trapecistas tienen una
red de seguridad que les protege de las posibles caídas, los
abuelos pueden considerarse como la red de seguridad familiar que tienen los niños de las familias que sufren algún
tipo de problema1,6.
El apoyo proporcionado a los nietos, a veces con numerosos
sacrificios, no tiene un interés de devolución quid pro quo («hoy
hago por ti lo que mañana tú harás por mí»), sino que en la
mayoría de las ocasiones tiene unas motivaciones altruistas,
es decir, se hace sin esperar nada a cambio. Generalmente, se
ocupan de los nietos porque los quieren y disfrutan de su compañía, aunque también en ocasiones lo hacen por otros motivos. Así, Bullock4 identifica otras razones por las que los abuelos se ocupan de la crianza de sus nietos, entre las que cabe
señalar que algunos creen que es su obligación, otros porque
consideran que no hay otra persona para hacerlo, algunos por
imitación de modelos previos y otros por tradición familiar. Una
vez que han comenzado a ocuparse de la crianza de los nietos,
no dejan de hacerlo pese a que les gustaría en ocasiones delegar su tarea en otras personas, ya sea por falta de recursos,
porque no pueden hacer nada por evitarlo o por motivos religiosos. En cualquier caso, los abuelos tratan de ayudar a sus hijos
o nietos en momentos complicados para ellos. En una sociedad
como la nuestra, donde cada vez están más presentes el individualismo, las dificultades para verse abuelos y nietos, la jubilación a una temprana edad, la mejor salud y esperanza de
vida, podría esperarse que los abuelos renunciaran a desempeñar su rol para con los nietos y dedicarse a ellos mismos.
Pero la observación de la realidad demuestra que la solidaridad
entre abuelos y nietos no declina, sino que sigue hoy presente
en nuestra sociedad, llegando incluso a actuar como «padres
sustitutos».
A la hora de analizar el papel que ejercen los abuelos con los
nietos, debe tenerse muy en cuenta su heterogeneidad en la
sociedad actual1. No todos los abuelos son iguales ni influyen
de la misma manera sobre la salud de sus nietos. Un abuelo
puede tener desde poco más de 30 años a más de 100, y ser un
padre sustituto o casi un extraño. Algunos son solteros y otros
están casados, unos son frágiles y otros tienen una buena salud, algunos están casi siempre presentes y otros dan la impresión de que nunca están...
En este orden de cosas, cabe afirmar que los abuelos de
hoy no son los de otras épocas. Los abuelos no son generalmente unas personas con bastón o vestidos de negro, con
una salud frágil, escasa educación y pocos recursos económicos. Sigue habiendo abuelos con este perfil, pero en la actualidad son generalmente mucho más activos, viven más tiempo con menores problemas de salud, y tienen una mayor
educación y más recursos económicos que en generaciones
anteriores7.
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Las relaciones entre abuelos y nietos
En España, los mayores tienen una mayor frecuencia de contactos con sus hijos que con ningún otro tipo de personas (el
52% de ellos los ve diariamente, y el 74% los ve, al menos, una
vez a la semana). Asimismo, es muy frecuente el contacto con
los nietos (el 64% de los mayores ve a sus nietos, al menos,
una vez a la semana, y el 37% los ve diariamente)7.
La tarea con la que más contribuyen los mayores a la familia es la del cuidado de sus nietos. Algo más de tres de cada
cuatro abuelos ha cuidado con anterioridad (43,5%) o cuida
actualmente (22,6%) a sus nietos muy a menudo. El cuidado
es de tal intensidad que el 43,3% del los abuelos que cuidan
de los nietos lo hacen todos los días, y uno de cada tres
(30,9%) varias veces a la semana. Y pese a lo que pudiera
parecer, son tanto los abuelos (44,3% de los casos) como las
abuelas (55,7%) quienes atienden a los nietos. Los abuelos
más jóvenes, esto es, los menores de 80 años (90%), y los
casados (45,4%) son quienes mayoritariamente se hacen
cargo del cuidado de sus nietos7. Quizás tener menos edad
(y, por tanto, presentar generalmente menos limitaciones físicas y de salud que los abuelos más mayores) o contar con
la ayuda de la pareja (el otro abuelo) ayuda a sobrellevar una
tarea, la del cuidado de los nietos, que puede suponer una sobrecarga (acompañarlos al colegio o a la guardería, recogerlos, darles la comida o la merienda, o llevarlos al parque a
pasear, todos los días que sea preciso).
Podría pensarse que en los países mediterráneos, por su estructura familiar predominante, los abuelos se involucran más
en el cuidado de los nietos que en otros países europeos, pero
una reciente investigación pone de manifiesto que en los países del norte de Europa hay un mayor porcentaje de abuelos
que cuidan a sus nietos (más del 60%). Sin embargo, los abuelos de los países mediterráneos cuidan con más intensidad de
sus nietos que los abuelos de los países del norte o el centro
de Europa8.
Cada vez son más los padres que trabajan y que no pueden
cuidar a sus hijos durante todo el día y, pese a que han aumentado los recursos sociales dirigidos a la atención a los más
pequeños, éstos resultan todavía insuficientes. Se puede afirmar, sin ningún género de dudas, que los abuelos contribuyen
a responder al problema de la conciliación entre la vida familiar y laboral, un problema que, a juicio de algunos autores9, es
especialmente grave en nuestro país, por el modo en que la
mujer ha accedido al trabajo fuera del hogar.
Pese a que algunos autores10 consideran que los abuelos
han perdido cierta relevancia dentro de la estructura familiar
debido al distanciamiento que se ha producido entre los hijos
y sus padres, lo cierto es que la familia española se ha «verticalizado». Cada vez son más comunes las familias compuestas
por muchas generaciones, pero con pocos miembros en cada
una de ellas. Por ello, las relaciones intergeneracionales son
cada vez más relevantes.
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¿Es saludable la relación abuelos-nietos para los niños? J. López
¿Cómo influyen los abuelos
en la salud de los nietos?
Existe toda una serie de factores de riesgo de salud que se
trasmiten de abuelos a nietos de manera genética. Así, varios
estudios realizados en una pequeña zona aislada del norte de
Suecia demuestran que la alimentación de los abuelos en la
etapa de desarrollo lento que precede a la preadolescencia
influye en la longevidad, la mortalidad y los problemas cardiovasculares y diabéticos de sus nietos11,12. Por otra parte, se ha
observado que la presencia de un trastorno depresivo mayor en
los abuelos se asocia al desarrollo de problemas de ansiedad
en los nietos (con un riesgo relativo de 5,51). De hecho, el riesgo de presentar problemas de ansiedad es mayor cuando el
abuelo tiene problemas depresivos que cuando los presenta
el propio padre. Estos datos parecen apoyar la transmisión intergeneracional de los problemas emocionales. Y la presencia
de problemas de ansiedad en la adolescencia, que en ocasiones se percibe como un factor normal de esa etapa de la vida,
se asocia en estas familias a un factor de riesgo para el desarrollo de trastornos depresivos en el futuro. Además, cabe indicar que el 49% de los niños con abuelos y padres que han
padecido un trastorno depresivo mayor presentan algún tipo de
psicopatología. Por tanto, convendría atender clínicamente a
los menores de edad que presentan una sintomatología ansiosa en familias con riesgo de desarrollar un trastorno depresivo
mayor13.
Los abuelos pueden tener una influencia directa en la salud
de sus nietos cuando interactúan con ellos (p. ej., cuando les
trasmiten ciertas conductas y actitudes saludables, les enseñan a hacer algo, cuando actúan como padres sustitutos, etc.),
pero también pueden influir sobre sus nietos indirectamente
(p. ej., cuando son una fuente de apoyo o un modelo de cómo
hacer las cosas para los padres). Así, no es extraño que en
ocasiones los abuelos puedan ofrecer consejos, informaciones
e, incluso, servir de ejemplo concreto a los padres de cómo
criar a los nietos de manera saludable.
les asignaban tradicionalmente, como la de ser mediador en la
familia, proporcionar cohesión e identidad y transmitir los valores familiares, sino de otras tareas de las que se ocupaban
antes los padres.
Existe un amplio consenso2,5,14 al señalar que los niños criados por otras personas distintas de sus padres presentan con
frecuencia elevados niveles de problemas conductuales y emocionales (conductas disruptivas, dificultades para la socialización, ansiedad, hiperactividad, frecuentes rabietas y cambios
de humor, aislamiento social, etc.). La crianza por parte de los
padres parece, en principio, la opción más aconsejable. Las
investigaciones realizadas en niños criados por padres con problemas de drogas o de negligencia educativa, o que viven en
ambientes caóticos, poco estables y poco favorecedores del
desarrollo infantil, parecen indicar que resulta más aconsejable que estos niños sean cuidados por sus abuelos que por
otras personas ajenas al sistema familiar. La estrecha y segura
relación de los nietos con sus abuelos probablemente proteja
a los niños de su pasado negativo mientras fueron criados por
sus propios padres. Estos niños con frecuencia se encuentran
ansiosos e inseguros. Quienes en principio tenían que ofrecerles seguridad, bien por elección o por algún accidente, los han
abandonado. A los niños que han vivido experiencias altamente traumáticas dentro de su hogar, parece que los abuelos les
confieren una cierta seguridad y tranquilidad, mientras que
otras alternativas de cuidado pueden incluso acrecentar el
trauma infantil al colocar a estos niños en un ambiente desconocido y, en cierta medida, amenazante. Por el contrario, los
abuelos parecen mostrar diversas actitudes de cuidado hacia
sus nietos altamente positivas: cuidado y atención, sensibilidad, flexibilidad, compromiso-implicación, consistencia-regularidad, organización, control y madurez.
Todavía son pocos los abuelos que llevan al nieto al pediatra.
Ésta parece una tarea que difícilmente delegan los padres, y
muy especialmente las madres. Pero lo cierto es que en muchas ocasiones los abuelos son los encargados tanto de llevar
a cabo las prescripciones aconsejadas por el pediatra como de
servir de consejeros a los padres cuando se les plantea alguna
duda sobre la salud de sus hijos. En este segundo orden de
cosas no son extrañas las llamadas de los padres primerizos a
sus propios padres para saber qué deben hacer cuando el niño
tiene fiebre, no puede dormir, no deja de llorar o rechaza algún
tipo de alimento o medicación.
En este sentido, los niños criados exclusivamente por sus
abuelos tienen una mayor probabilidad de haber experimentado un acontecimiento vital traumático temprano que facilita la
aparición de problemas emocionales y conductuales2,5,14,15. No
es que los abuelos sean los causantes o generadores de los
problemas de sus nietos, sino que no consiguen amortiguar el
impacto que sobre ellos tienen los traumas experimentados,
así como la insuficiente interacción con sus padres, los conflictos familiares, la incertidumbre por el futuro o el estigma social
recibido. Si bien esto es así, también hay que considerar que
los nietos que muestran unos mayores comportamientos problemáticos pueden generar conflictos y una peor salud física y
emocional a sus abuelos5,15. Estos abuelos pueden reaccionar
con comportamientos de crítica o de sobreprotección hacia sus
nietos y, de esta manera, contribuyen a incrementar los problemas emocionales de los más pequeños3,15.
Los abuelos, cumpliendo un rol distinto al de los padres, no
necesariamente tienen que ejercer un rol contrapuesto al de
ellos, pues en muchas ocasiones lo «refuerzan» (en las enseñanzas trasmitidas por éstos, las conductas saludables en las
que los padres tratan de educar a sus hijos...). De hecho, en la
actualidad los abuelos se ocupan no sólo de las tareas que se
Un estudio clásico6 muestra que no hay diferencias en la
salud física de los niños criados por los abuelos (salud global,
asma, enuresis, dolores de cabeza, accidentes y heridas) frente
a los criados por uno o dos padres biológicos. De hecho, los
niños criados por un solo padre biológico son más susceptibles
de sufrir enfermedades que los criados por sus abuelos (p. ej.,
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el riesgo de experimentar dolores de cabeza es un 58% mayor).
La salud del niño no parece depender de la edad de los abuelos
que lo crían ni del tiempo que llevan ejerciendo este rol, pero
los niños criados por un único abuelo frente a los que son criados por dos abuelos tienen un mayor riesgo de padecer enfermedades en general, y enuresis en particular. Otro asunto diferente parece ser el de la salud mental, pues los estudios
demuestran que los abuelos que cuidan de sus nietos no pueden protegerlos del impacto de su historia previa. Estos niños
presentan más problemas de conducta y un peor ajuste psicológico que los niños criados por sus padres14, sin diferencias
entre nietos y nietas3.
También puede darse el caso de que los padres biológicos
desaparezcan con frecuencia y no vean a sus hijos durante largos periodos, siendo los abuelos quienes los crían. En tales
situaciones es fácil que los niños se preocupen por sus padres,
preguntándose dónde y cómo estarán, y por qué no se encuentran con ellos. Si la ausencia de los padres es muy prolongada,
se puede incluso generar tanto malestar en los niños que éstos
lleguen a culpar a los presentes de la ausencia de los padres.
Así, puede que los niños culpen a los abuelos de la «desaparición» de sus padres, o bien que se culpen a sí mismos de la
ausencia paterna. En ambos casos los niños experimentan un
gran sufrimiento interior que no favorece su maduración, llegando en ocasiones a escapar de la casa de sus abuelos para
ir a buscar a sus padres. También pueden autolesionarse como
una vía de escape, e incluso llegar a tener ideaciones o intentos suicidas2.
Algunos de estos niños criados en ausencia de sus padres
desobedecerán cualquier autoridad. Muchos de ellos han tenido que ser responsables de sí mismos desde que eran muy
pequeños, e incluso responsabilizarse de sus hermanos menores, vistiéndolos, preparándoles la comida... Se sienten autosuficientes y toleran mal que de repente aparezcan sus abuelos
para organizarles la vida, poniéndoles normas. Algunos de estos niños son agresivos tanto con sus abuelos como con otros
adultos y otros niños. Únicamente llaman la atención con conductas negativas, y se pelean, insultan, mienten e, incluso,
comenten pequeños hurtos. Traspasarán los límites para ver
hasta dónde pueden llegar antes de que alguien les exija comportarse de manera diferente. Dado que todo el mundo les ha
abandonado, sólo es cuestión de tiempo que los abuelos también lo hagan2. De hecho, los niños criados en situaciones de
gran necesidad pueden presentar, por un lado (en el aspecto
físico), desnutrición, con el consiguiente retraso del crecimiento y aparición de diversas carencias y, por otro (en el aspecto
emocional), un endurecimiento de su personalidad, lo que conlleva que se defiendan del medio ambiente aislándose de él, o
generando en ellos sentimientos de inferioridad o inseguridad.
Pero más que el ambiente de extrema necesidad, la reacción
de la familia ante esta situación, que puede ser de conformismo o superación, es la que va a influir en el niño, y los abuelos
no siempre pueden estar cerca de los nietos cuando éstos los
necesitan para ayudarles a superar las circunstancias adversas10.
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TABLA 1
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Indicadores de que a un nieto le conviene recibir
ayuda psicoterapéutica
El nieto...
• Ha sufrido un abuso físico o sexual
• Comienza a recodar un abuso del pasado
• Se muestra depresivo, sabiendo que en los niños el estado
de ánimo puede ser irritable en lugar de triste
• Experimenta un miedo extremo
• Se muestra autodestructivo o presenta un comportamiento cruel
hacia los demás (personas y/o animales)
• Muestra problemas de conducta, emocionales, médicos
o académicos durante un tiempo demasiado prolongado
Modificada de Glass y Huneycutt2.
Otros nietos criados en ausencia de los padres serán unos
niños modélicos. Son niños aparentemente con grandes fortalezas que parecen tenerlo todo. Los abuelos pueden incluso
contar con ellos para cuidar y responsabilizarse de sus hermanos pequeños. No obstante, una madurez y obediencia excesiva en el nieto puede ser un indicador de problemas. Para presentar un desarrollo normal y saludable, los niños tienen que
ser niños y actuar como tales. Algunos de los nietos aparentemente demasiado maduros pueden retraerse y generar una
sintomatología depresiva. Pueden estar dirigiendo sus sentimientos siempre hacia dentro, reprimiéndolos, sin exteriorizarlos, pese a que necesiten tanta ayuda de sus abuelos como
otros nietos que exteriorizan sus sentimientos negativos2.
Los nietos criados por los abuelos tras experimentar el abandono de sus padres pueden desarrollar una gran agresividad en
el ámbito escolar o familiar, ser retraídos, mostrar una sintomatología depresiva, tener dificultades para dormir, mojar la
cama o volver a comportarse como un bebé. El tipo y la severidad de los problemas emocionales que experimenten estos
niños dependerán de factores tan variados como el tipo de
trauma experimentado, las características personales de cada
uno, la edad y la etapa del desarrollo. Así, resulta evidente que
no es lo mismo un abuso sexual que el fallecimiento o la violencia de un padre drogodependiente, ni tampoco lo vive de la
misma manera un nieto en edad escolar que cuando todavía es
un bebé, etc.2. Con todo, hay ciertos indicadores que pueden
hacer pensar a los abuelos que los problemas que está experimentando su nieto son de una importancia suficiente como
para consultar con profesionales del ámbito psicoterapéutico
(tabla 1).
En otras ocasiones no hay abandono de los niños ni los abuelos sustituyen a los padres, sino que constituyen un apoyo para
ellos, ya que conviven cerca o incluso en el mismo domicilio.
Las distintas investigaciones efectuadas han demostrado que
tener unos abuelos que cuidan al nieto pequeño mientras su
madre está trabajando reduce el riesgo de heridas y lesiones
en los más pequeños, mientras que esto no ocurre cuando son
otros familiares los que atienden al niño16. Por otro lado, los
niños criados con la ayuda de la abuela en el mismo domicilio
en el que vive la madre, frente a quienes son criados por una
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¿Es saludable la relación abuelos-nietos para los niños? J. López
madre soltera, presentan una mejor adaptación social durante
la infancia, menos problemas conductuales y una menor desviación de la conducta durante la adolescencia; incluso en los
niños con bajo peso al nacer supone un mejor desarrollo físico
y cognitivo17. No obstante, cuando nietos, padres y abuelos
conviven en la misma casa, puede crearse una estructura familiar difusa que genere confusión en los niños. Puede ser más
difícil crear vínculos firmes con los padres cuando hay otras
figuras adultas relevantes conviviendo con el niño durante las
24 horas del día en el mismo hogar. Los menores que se encuentran en este tipo de situaciones pueden desarrollar lealtades tanto hacia los padres como hacia los abuelos, así como
verse en medio de ambas figuras de autoridad y seguridad2;
asimismo, los padres pueden experimentar tensiones por decisiones que toman los abuelos en la crianza de sus hijos, así
como dificultades en la transición a los nuevos roles que tienen
que desempeñar17. Estos problemas pueden ser especialmente
importantes en el caso de las madres más jóvenes. Se ha observado que, en el caso de las madres adolescentes, el hecho
de vivir tres generaciones en el mismo hogar no protege a los
nietos de los problemas conductuales asociados al maltrato
que éstos han sufrido con anterioridad y a los síntomas de depresión de la madre17.
Los abuelos pueden ser educadores de conductas saludables
en sus nietos, hablando con ellos directamente (p. ej., decirles
que hay que lavarse los dientes después de las comidas, o que
no hay que comer demasiadas golosinas y sí mantener una
dieta variada, o que hay que ponerse el cinturón cuando se
viaja en coche, o el casco cuando se va en moto, etc.), controlando que lleven a cabo esas conductas saludables, o bien
sirviendo de ejemplo de las conductas que se deben llevar a
cabo18. Los abuelos pueden ser agentes ejemplares en la transmisión de actitudes que protejan a los niños de futuros problemas de salud y piensan que, además de con palabras, hay que
dar ejemplo a los niños con los propios actos, supervisando
que los nietos se comporten de manera saludable. En este sentido, los abuelos que tengan un contacto más intenso y frecuente con sus nietos podrán influir en mayor medida en la
prevención de problemas de salud de los más pequeños.
Conclusiones
Se debe analizar con cautela la mayoría de los resultados obtenidos en estudios sobre el impacto positivo o negativo que
tiene el cuidado de los nietos sobre la salud de éstos, pues,
como se ha señalado, son en parte contradictorios, las muestras en muchas ocasiones son pequeñas, con grupos no representativos de la mayoría de los abuelos cuidadores, sino de
determinadas zonas geográficas, no siempre incluyen un grupo
control y se trata generalmente de estudios transversales.
El rol familiar y la importancia de los abuelos pueden estar
infravalorados en la sociedad española actual, pero también
sobrevalorados. Por otra parte, son muchas las diferencias
existentes entre los distintos abuelos y nietos, por lo que no
conviene simplificarlas. Valorar a los abuelos en su justa medida y comprender mejor las diferencias que existen entre
ellos contribuirá a potenciar los aspectos positivos no sólo
para los nietos, sino también para sus familias y el resto de
la sociedad.
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