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La Puerta de Tierra de Cádiz

2018

Este estudio forma parte del informe preliminar de la intervención arqueológica por movimiento de tierras en el foso de las Puertas de Tierra del lado de la Bahía. La zona a documentar es el perímetro del baluarte de Puertas de Tierra, conjunto formado por los baluartes de San Roque, Santa Elena y la Puerta de Tierra con su torre, lo que vino a llamarse el Frente de tierra. Revisado: 7-09-2018

Las Puertas de Tierra de Cádiz. 2018 _____________________________________________________________________________ RESUMEN: Este estudio forma parte del informe preliminar de la intervención arqueológica por movimiento de tierras en el foso de las Puertas de Tierra del lado de la Bahía. La zona a documentar es el perímetro del baluarte de Puertas de Tierra, conjunto formado por los baluartes de San Roque, Santa Elena y la Puerta de Tierra con su torre, lo que vino a llamarse el Frente de tierra. _____________________________________________________________________________ Las Puertas de Tierra de Cádiz. 2018 Referencias y primeras cronologías. Juan Bautista Calvi y los baluartes. Según las fuentes consultadas, la primera referencia que se tiene de construcciones en este perímetro, no es otra sino el alzado de un muro de tierra que se extendería desde la Bahía hasta el mar de vendaval, el Océano Atlántico. Se desconoce fecha concreta de realización de este alzado, pero esta información no debió recopilarse antes de la reconquista cristiana, y situaremos la fecha de 1467 como año en que este muro debió permanecer alzado de forma permanente y desde entonces haciendo barrera de entrada a la ciudad por tierra. En el centro de este muro se hallaba la referida como "puerta de tierra", de la que el conjunto toma el nombre genérico y que también daría nombre al frente abaluartado de las Puertas de Tierra. Una segunda referencia en el tiempo la tenemos en 1529, tras la acometida de Barbarroja a la villa de Gibraltar. Aquí el corregidor de Cádiz se dirige a la emperatriz Isabel I de Portugal preocupado por la escasa defensa que poseía la ciudad de Cádiz, que en ese momento se reducía al muro de tierra y al castillo de la villa. Será adentrándonos en el siglo XVI (1554) cuando llegue a Cádiz el ingeniero italiano Juan Bautista Calvi, que ofrece al Consejo de Guerra el proyecto de trazado para la fortificación de Cádiz. Su idea se basaba en la construcción de baluartes defensivos, idea que estaba teniendo éxito en las plazas italianas y mediterráneas. Y así, partiendo del muro de tierra se levantan baluartes en la zona de vendaval (baluarte de Santa María del Arrabal) y otro en la parte de la Bahía (baluarte de Santiago), suponiendo se reforzó también el muro, con lo que el conjunto pasó a denominarse como Frente de Levante. La construcción se culminó uniendo el baluarte de Santiago por medio de un muro al baluarte de San Felipe, que se levantó en la boca del puerto de la ciudad y que también fue conocido como "torre del molino". Calvi fallece en 1562, pero el trabajo continuó sin él. Ortelius nos deja un dibujo esquemático de la ciudad en 1570, abajo expuesto, donde se remarcan en rojo los tres primeros baluartes que tuvo la ciudad siguiendo el proyecto de Calvi. Para continuar los planes de Calvi, llega a Cádiz el también italiano Jacobo Fratín, en 1574. Este proyecta adelantar el frente de tierra con dos nuevos baluartes: el baluarte de Benavides que quedaría en la parte de la Bahía y el baluarte de San Roque que daría al Atlántico. En estos años, un informe de Luís Bravo de Laguna considera la defensa de Cádiz como "una buena muralla, donde de momento se construían dos buenos baluartes, el de Benavides y el de San Roque". Este mismo aconseja cercar de murallas las zonas entre el baluarte de San Felipe y el Frente de Tierra, porque esto permitiría la colocación de baterías indispensables para defender la Bahía de ataques por mar o para cuando los barcos enemigos echaran soldados a tierra. Sobre esta cerca de murallas hay que destacar la función de Antonio Zapata, Obispo de la ciudad en 1587, que además provisiona a las tropas de zonas de acuartelamiento que les albergara. Cuarteles que en ocasiones no daban abasto como ocurría en los momentos en que visitaba Cádiz la Real Armada. Las Puertas de Tierra de Cádiz. 2018 Ortelius. Cádiz en 1570. El ataque anglo-holandés de 1596. En el momento previo al ataque, 1594, el alzado del muro de tierra lo custodiaban los baluartes de San Roque y el de Santiago, uno en cada extremo. En este momento también existía ya el fuerte de El Puntal, en el otro extremo de la ciudad y de cara a la Bahía. Pero todo ello se hallaba escaso en artillería. El saqueo enemigo no halló apenas resistencia: cuando llega a Cádiz Cristóbal de Rojas, a quien se encargaría la reforma y mejoras de la defensa, este comenta al Rey que no le extraña la facilidad del ataque del enemigo, ya que la muralla del frente está fortificada "al revés": Se refería a que el muro, de unos 600 pies de longitud y cerrado en la parte interior de la ciudad con una muralla de argamasa de unos 30 pies de altura, presentaba en su cara externa dos terraplenes que los invasores usaron para acceder Las Puertas de Tierra de Cádiz. 2018 fácilmente a la muralla, mientras que los defensores se hallaban con la muralla de argamasa que les impedía llegar a los terraplenes para cortar el paso al invasor. Ver mapa más abajo. Junto a Cristóbal de Rojas llegaba a Cádiz Antonio Osorio, ambos se emplearán a partir de 1596 en mejorar la defensa de la ciudad fortificando la muralla. Se levanta una estacada con trinchera de piedra, tierra y fajina en torno a los baluartes de Benavides y San Roque. Se abrió una nueva puerta en la muralla del Frente de tierra, pues la anterior quedó arruinada e inutilizable, y presentaba dificultades para cavar el foso en su cara exterior. El acceso a la nueva puerta se realizó mediante rodeos y partes descubiertas, haciéndola más inexpugnable. Este mapa lo dibuja Thomas Coxon en 1596, donde se plasma el momento del ataque angloholandés del mismo año. Se pueden apreciar el Frente de tierra, custodiado por los baluartes de Santiago y de San Roque. El fuerte del Puntal aparece signado por una X. Y si hay que destacar algo es la magnitud de la fortaleza del enemigo ante una ciudad fortificada "al revés". Observamos también los lienzos de muralla de cara a la Bahía que llegarían hasta el puerto de Cádiz y luego seguirían hasta cubrir por entero esta franja en contacto con el mar. _____________________________________________________________________________ Las Puertas de Tierra de Cádiz. 2018 Una cuestión que sopesó la ciudadanía gaditana fue la idea de que la numerosa población extranjera que residía en la ciudad pudiera de algún modo conspirar o unirse al enemigo desde dentro, para lo que se construyó un castillo-ciudadela en un punto de la ciudad allí donde pudiera guarecerse la población gaditana ante una inminente conspiración. Esta idea fue trasladada a Tiburcio Espanoqui, ingeniero al servicio de Felipe II en 1597. Espanoqui resolvió levantar el castillo-ciudadela en la propia Puerta del Muro, reaprovechando así los dos baluartes que levantaría Calvi años antes -Santiago y Santa María del Arrabal-, que junto a los que trazó Fratín -Benavides y San Roque- crearían un conjunto cerrado para la guarnición de la población. La que hasta ahora era la puerta de la ciudad perderá su uso, abriéndose otra en un lateral del muro, que cumpliría la única misión de recibir socorros. Pero finalmente Felipe II resolvió meses después que no se levantaría el castillo-ciudadela de la forma prevista, sino que solo se reforzarían los baluartes de Benavides y San Roque con casamatas, parapeto y foso. Todo esto quedó solo en proyecto, algo que se repetirá a lo largo de la historia de Cádiz. Habrá que espera a 1601 cuando al cargo de Cristóbal de Rojas se lleve a cabo el proyecto antes trazado de construir el castillo-ciudadela de frentes abaluartados, aprovechando las obras de Calvi y Fratín. Primero se derribó la vieja muralla del Frente de tierra, proyectándose una nueva muralla de cantería labrada en su cara exterior y de mampostería en su cara interior. Se cava un foso de 120 pies con estrada cubierta. Así, el resultado tras la unión de las cortinas de muro, fue como se proyectó el castillo-ciudadela como un recinto amurallado completo, que tendría cuatro frentes abaluartados: el de levante y el frente de la ciudad, el frente del mar de vendaval y el frente de la Bahía. En el frente de levante o Frente de tierra se alzarían las esquinas de San Roque y Benavides para situar los orejones, estructuras muy usadas en los baluartes y empleadas para defender con artillería situada en los flancos de la muralla y defender así los frentes de vendaval y el que daba a la Bahía. Los baluartes de Santiago y Santa María sufrieron el mismo realce en las esquinas y colocación de los orejones artillados, todo en canto labrado. Se dice que en las nuevas construcciones se usaron piedras desvalijadas de la torre de la almadraba o Torre de Hércules, pero dudamos de que se trate de la torre situada en Torregorda, sino de otra que se situaría en la zona del puerto de Cádiz, donde también se practicó la almadraba y puede que recibiera incluso el mismo sobrenombre de Hércules. En trabajos anteriores recogemos teorías en este sentido. También se utilizó piedra del antiguo anfiteatro romano, que se hallaba a escasos metros de las Puertas de Tierra y del que todavía quedan restos en 1609. Se suceden las obras de la construcción de la ciudadela, no sin problemas y contratiempos, pues la escasez de materiales a veces y las construcciones mal enfocadas en otras ocasiones, con el consiguiente despilfarro, provocaban retrasos en las obras y pérdidas de tiempo y material. Con todo ello, Cádiz se preparaba para una nueva acometida enemiga en 1625. Y como era de esperar, la ciudadela no estaba terminada. Las Puertas de Tierra de Cádiz. 2018 El ataque holandés de 1625. Este ataque demostró la efectividad de los trabajos realizados hasta ahora. Sin embargo, la desprotección en muchas zonas de la ciudad quedó en evidencia. Después de 1625, los gaditanos se ocuparon de lo más urgente: las reparaciones de las estructuras desvencijadas, como la Puerta del Muro, el baluarte de San Felipe y el fuerte de El Puntal. Así llegamos a 1655 y es cuando se perfecciona el Frente de tierra, dejando de momento la terminación de la construcción de la ciudadela. Este plano francés de la Bahía de Cádiz en 1693 refleja el Frente de tierra, la ciudad de Cádiz amurallada en todo su contorno y el fuerte de El Puntal en la zona de extramuros. El éxito de la defensa del ataque de 1625 vino a demostrar que, definitivamente, la edificación de la ciudadela que proyectó Espanoqui no era ya necesaria. En los años sucesivos se encargaron los gobernadores de Cádiz de perfeccionar las estructuras revistiéndolas de materiales más consistentes. En 1687 se levantó un antepecho por delante del Frente de tierra para frenar el avance de las arenas, que en gran cantidad cegaban los fosos y cortinas de muro. Las Puertas de Tierra de Cádiz. 2018 Y adentrándonos en el siglo XVIII veremos finalizadas las obras de las Puertas de Tierra, a la que se añaden en diversos momentos puentes que cruzan el foso, otras veces se abren puertas y se ciegan otras. Entre 1700 y 1702 un puente levadizo salvaba el dique seco al que se bajaba por un rampa. Del foso se salía a la playa de Santa María por medio de una caponera. Esto se defendía desde el baluarte del Matadero. Luego el puente fue sustituido por uno de sillería y auxiliado con otros dos puentes situados hacia los extremos de la muralla. En 1751, la Junta de Reales Obras de Cádiz realizó nuevas reformas en el conjunto. Es en 1754 cuando se postula la inscripción que debía figurar en la puerta central desde entonces: FERDINANDVS VI HISPANIARVM ET INDIARVM REX: ANNO MDCCLIV. Las Puertas de Tierra como conjunto histórico. Desde entonces y hasta nuestros días, el Frente de tierra permaneció prácticamente intacto ante la ausencia de nuevos ataques, hasta que en 1940 y por motivos de expansión urbana se derribó parte del baluarte de San Roque. Como anécdota, comentar que hoy se conoce de un modo general como "Puertatierra" a toda la parte de la ciudad que queda a extramuros y hasta el fuerte de Cortadura, lo que sería la parte moderna de la ciudad. Actualmente, el conjunto histórico se encuentra bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de Abril de 1949 y la Ley 16/1985 de Patrimonio Histórico Español. También desde 1993 la Junta de Andalucía otorga su protección al conjunto como castillo de la Comunidad Autónoma de Andalucía.