REVISTA LATINOAMERICANA DE HISTORIA, ARTE Y LITERATURA
Año 4
N°1 0
Enero-Abril 2015
2
A ntil ha
REVISTA LATINOAMERICANA DE HISTORIA ARTE Y LITERATURA
El contenido de los artículos y opiniones ex-
Editores
presadas en Antilha son responsabilidad
América Malbrán Porto
exclusiva de sus autores.
Enrique Méndez Torres
Antilha es una publicación cuatrimestral editada y publicada por el Centro de Estudios
Diseño editorial
Sociales y Universitarios Americanos S.C.
América Malbrán Porto
Certificado de reserva de derecho al uso
exclusivo del título, Dirección General de
Derechos de Autor, Secretaría de Educa-
ción Pública, número ( en trámite ) . Certificados de licitud de título y de contenido, Comisión Certificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas, Secretaría de Gobernación, números ( en trámite ) , ISSN ( e n
trámite ) .
Portada, cenefa y viñeta: Cocina mexicana. Eduardo Pingret, siglo XIX. Colección permanente Museo Nacional de Historia. Foto. América Malbrán Porto.
3
A ntil ha
REVISTA LATINOAMERICANA DE HISTORIA ARTE Y LITERATURA
Comité Editorial
Dr. Jorge Angulo Villaseñor
DEA-INAH, México.
Dra. María Elena Ruiz Gallut
IIE-UNAM, México.
Dr. Enrique Tovar Esquivel
INAH, México.
Dra. Lourdes Budar Jiménez
Universidad Veracruzana, México
Dr. Daniel Schávelzon
CAU-UBA, Argentina
Dra. Ana Igareta
UNLP, Argentina.
Mtra. América Malbrán Porto
FFyL-UNAM, México.
Mtro. Alfredo Feria Cuevas
INAH-México.
Antrop. Alejandra Gómez Colorado
INAH, México.
Arqlgo. Enrique Méndez Torres
ENAH, México.
4
A ntil ha
REVISTA LATINOAMERICANA DE HISTORIA ARTE Y LITERATURA
CONTENIDO
Editorial
P. 7
Sistemas de perspectiva prehispánica
Jorge Angulo Villaseñor
P. 9
Con la muerte en la mirada
América Malbrán Porto
P. 36
El carácter venusino en el Tonalpohualli
de los códices Borgia, Vaticano B
y Cospi
Ofelia Márquez Huitzil
P. 62
5
6
A ntil ha
REVISTA LATINOAMERICANA DE HISTORIA ARTE Y LITERATURA
EDITORIAL
En ésta publicación, la primera de 2015, tenemos el gusto de presentar tres artículos:
en el primero, de Jorge Angulo “Sistemas de perspectiva prehispánica”, el autor nos
hace una propuesta del manejo de la perspectiva en imágenes prehispánicas, tradición narrativa que subsiste hasta la fecha entre algunos grupos indígenas. La propuesta nos hace ver que no somos capaces de interpretar estas narraciones plasmadas en
distintos soportes. Toca también la notable ausencia del punto de fuga que se nota en
esculturas olmecas tempranas del 850 a.C.
América Malbrán Porto nos ilustra sobre los basiliscos y cómo desde Europa llegó el
mito, se fusionó y ha sobrevivido a través de creencias americanas resignificándose,
sobretodo en la sección Sur del Continente y en específico dentro del folklore argentino. El texto hace una revisión del término y refiere en qué otros contextos se ha usado .
Cierra ésta publicación Ofelia Márquez Huitzil realizando un profundo análisis sobre El
carácter venusino en el Tonalpohualli de los códices Borgia, Vaticano B y Cospi, donde
hace un análisis comparativo de los Tonalpohualli, calendario ritual prehispánico, que
aparecen en las primeras láminas de los tres códices. También hace un estudio de la
iconografía de las deidades que fueron representadas en dichas láminas y en conjunto
evalúa que la división en cuatro cuartos de veinte trecenas están asociadas a los cuatro rumbos cósmicos.
Esperamos que éste, como otros números sea de su agrado y les deseamos un excelente año.
Los Editores
7
8
SISTEMAS DE PERSPECTIVA PREHISPÁNICA
Jorge Angulo Villaseñor1
Analogías como preámbulo para abordar el tema
E
n el mundo todavía hay quienes consideran que la expresión artística de las
culturas prehispánicas es grotesca, que no tenían noción de la perspectiva y
que su arte es un tanto salvaje, aunque los más condescendientes aceptan que los
mayas era el único grupo que logró plasmar sus representaciones en forma civilizada,
al tener proporciones parecidas a las de los griegos.
Es notable que cuando se habla de ideas y conceptos establecidos en una comunidad,
ya sean artísticos, científicos, técnicos, religiosos, costumbristas o de cualquier otra
índole, la mayoría de los miembros de esa sociedad rechazan la posibilidad de aceptar
nuevas ideas, por temor a desequilibrar la manera establecida de pensar y, en consecuencia, sus formas de actuar. Por lo general, tal idea se debe al cúmulo de conocimientos que cada individuo hereda por medio de las tradiciones culturales a las que,
consciente o subconscientemente, se integra a través de la familia, escuela, gremio,
iglesia, partido u otras instituciones.
No hay duda que este bloque de conceptos aprendidos o inculcados desde la infancia,
por los medios de propaganda o divulgación de que todas las culturas se valen y han
valido para difundir sus ideas y el poder político, comercial o religioso que defienden
los afiliados a los múltiples “ismos” (o fanatismos) que éstas organizaciones, tendencias o sectas promueven, argumentando ser la solución más adecuada para resolver
los problemas que existen en cada grupo humano a nivel local, regional, nacional o
universal.
1 Profesor investigador Emérito, Dirección de Estudios Arqueológicos, Instituto Nacional de Antropología
e Historia.
9
Poca oportunidad tiene el afiliado a cual-
los demás.
quiera de esos “ismos” de escudriñar el
Es posible que la timidez inherente que
significado profundo de los credos o
existe entre los miembros de una socie-
pensamientos establecidos por quienes
dad o por la inseguridad que se les ha
manipulan los poderes político-religiosos
inculcado para confiar en sus propias
y hasta los científicos, al evitar se cues-
percepciones, les prohíba dudar de los
tionen o substituyan las ideas implanta-
credos o dogmas que manejan las insti-
das por los nuevos descubrimientos de
tuciones establecidas, ya que su propia
las Ciencias Naturales, la lógica del sen-
comunidad los acusaría de confusión
tido común o por la innata percepción
mental, desacato o de la irreverencia
individual, con el solo hecho de repetir,
que caracteriza a quien trata de profun-
una y otra vez, las flagrantes mentiras
dizar o escudriñar en las raíces de los
en que basan la potestad de su organi-
temas que les proporcionen una infor-
zación.
mación diferente a la que por siglos, se
Tal vez por esto es que en casi todos los
les ha impuesto como verdad absoluta.
grupos culturales se encuentren refra-
No ha sido fácil que los patrones que
nes, dichos antiguos que se siguen repi-
por años han estado arraigados en una
tiendo, como metáfora muerta, a pesar
comunidad, sean rotos por ideas nue-
de haber perdido o cambiado el signifi-
vas, sea de carácter científico, técnico,
cado que los originó dentro del mismo
social o político-religioso, puesto que al
grupo o lo adoptó de otras culturas her-
estar imbuidos por la constante repeti-
manas (tales como: “el Rey es infalible y
ción de credos y práctica de tradiciones,
nunca se equivoca”, “tragarse la píldo-
lograron una estabilidad mental y emo-
ra”, “meter la pata”, y mil otras más) Es
cional en el gremio, secta, partido o gru-
curioso que estas formas ideoléxicas
po social que lucha por conservar la
proporcionen a la comunidad, un agluti-
tranquilidad
nante sentido de identidad grupal, regio-
económico.
nal o nacional que, al hacerlo suyo, le
Sin juzgar lo positivo o negativo de esta
sirve de base para solidarizarse y, hasta
práctica social, se podría pensar que lo
con cierto orgullo, para distinguirse de
mismo ocurría en las culturas prehispá10
de
su
estatus
socio-
nicas y a la que Alfredo López Austin
un bombardeo de ideas e innovaciones
(1989) se refiere al explicar en la forma
técnico-científicas que han provocado
más racional, que estas culturas com-
los cambios en los sistemas socio-
partían muchas de las ideas y conceptos
económicos y político-religiosos que, al
cosmogónicos basados en un mismo
irse acumulando a través del tiempo,
“núcleo duro”. Un núcleo duro de con-
transforman, modifican o cuando menos,
ceptos mítico-filosóficos que, en forma
han obligado a elaborar interpretaciones
consciente o subconsciente, ha perdura-
distintas a las que en una época se con-
do entre los herederos de la culturas
ceptuaban como verdades absolutas.
prehispánicas, como lo atestiguan algu-
Se ha visto que conforme pasa el tiempo
nos remanentes arqueológicos (Angulo,
y la difusión de ideas se universaliza,
1987) y prácticas ceremoniales que aún
hay un proceso de transformación en el
se conservan entre algunos grupos étni-
pensamiento, concepción y conducta
cos, a pesar de que por años, tuvieron
humana en la que, para bien o para mal,
que soportar una fuerte presión y la
el “núcleo duro” que permanecía en el
constante imposición de credos ajenos,
subconsciente individual, se va amol-
tanto como las innumerables humillacio-
dando lentamente a las nuevas formas
nes inferidas por los conquistadores his-
de pensar y actuar, modificando o mati-
panos.
zando los pocos núcleos de tradición
Es probable que debido a esto, dentro
que han logrado perdurar a lo largo del
de una misma sociedad siempre haya
tiempo.
disidentes que presentan dudas ontoló-
Es lógico entonces, que aún entre los
gicas y conjeturas que han minado los
integrantes de una sociedad que ha con-
conceptos, tradiciones y los credos que,
servado las creencias y tradiciones esta-
acumulados a lo largo del tiempo, siguen
blecidas ancestralmente, siempre se en-
proclamando ser una verdad absoluta
cuentren individuos conscientes de la
que no admite dudas, discernimiento so-
existencia de otros grupos, otras cultu-
bre su validez, ni la comparación con
ras, otras religiones y otras formas de
otras ideas. Es decir, que en la historia
percibir o comprender en forma distinta,
de todas las culturas, nunca ha faltado
todo lo que pasa y ha pasado en el mun11
do.
comunicación gráfica, ajenos a los esta-
A manera de conclusiones parciales de
blecidos en la cultura que determina
esta primera parte, se podría resumir
nuestros habituales puntos de vista, se
que:
recurre al pensamiento de los grupos
1) En todas las sociedades se ha in-
etno-culturales que, resistiendo un brus-
culcado el temor de pensar en forma dis-
co o lento, pero constante bombardeo
tinta de quienes constituyen su propia
de ideas que, al imponerles conceptos
comunidad.
diferentes a los suyos, se vieron obliga-
2) Que hay un rechazo consciente o
dos a aceptar, modificar o adaptar sus
subconsciente para explorar o cuando
formas de pensar y hasta de actuar,
menos, a considerar el valor de ideas
ocultando o relegando al olvido el
nuevas o ajenas a las establecidas
“núcleo duro” de sus tradiciones, trans-
3) Que no debemos olvidar, parafra-
formando la raíz de sus pensamientos
seando a José Martí, “que todo individuo
más profundos, para sustituirlas por las
tiene el derecho, o mejor dicho, la obli-
nuevas creencias.
gación de pensar por sí mismo” (Martí,
Los remanentes de ese “núcleo duro”
2001:381).
mesoamericano, han impulsado a los
En forma analógica a lo que sucede en
estudiosos de estas culturas, a tratar de
las Ciencias Sociales, un grupo familiari-
comprender las diversas formas de co-
zado con los conceptos tecnológicos
municación oral, visual y sensitiva que
que han predominado en su cultura du-
tenían entre sí. Formas que ahora son
rante generaciones, rechaza otros siste-
tema de análisis de los especialistas en
mas de expresión gráfica ajena a su ha-
las diversas disciplinas que estudian la
bitual forma de ver y entender, ya que
expresión y contaminación auditiva, la
por el solo hecho de ser un tanto dife-
visual (signos, señas, mímica y los di-
rentes a lo acostumbrado, las califican
versos tipos de expresión gráfica), así
de mal hechas o de ser expresiones pri-
como los que estudian la comunicación
mitivas concebidas por grupos con un
táctil y la de los otros sentidos que inclu-
bajo o poco desarrollo cultural.
yen a la aromática y a la gustativa.
Intentando comprender los sistemas de
12
Diversas maneras de ver el arte pictó-
mente se refleja la época en que fueron
rico y la perspectiva a través de la
pintadas; tal como lo revela la arquitec-
historia
tura, la vestimenta, las costumbres y de-
El habitual sistema aprendido desde pe-
más aspectos complementarios del me-
queños en la escuela, nos ha enseñado
dio ambiente que representan.
a ver y a comprender que este tipo de
La práctica de observar y analizar las
representaciones gráficas se compagina
expresiones gráficas realizadas en las
con lo que ahora se considera, en los
diversas culturas del pasado, ha propor-
cánones de la cultura occidental, como
cionado datos sumamente valiosos para
imágenes realistas y escenas descripti-
reconstruir los aspectos no descritos por
vas en las que, al igual que en la pers-
los cronistas e historiadores de la época,
pectiva y hasta en la iconografía, no solo
en las que plasmaron en diversas esce-
se cuestiona si se trata de un modo, to-
nas gráficas figuras y objetos que con-
talmente convencional de representar
forman la expresión iconográfica de to-
los objetos en un plano, pretendiendo
dos las épocas. Figuras que han origina-
conservar la proporción, forma y distan-
do todo tipo de estudios y análisis verti-
cias que los separan entre sí.
dos en los múltiples volúmenes que se
Se ha considerado que desde épocas
amparan en la paráfrasis favorita de los
inmemoriales, todas las culturas del pla-
historiadores del arte, cuando acertada-
neta han esculpido relieves en acantila-
mente proclaman que “una sola imagen,
dos o en rocas exentas y han pintado en
equivale a mil palabras”.
paredes rocosas, cuevas, muros y en
En cuanto al sistema gráfico conocido
cuadros transportables, figuras aisladas
como Perspectiva en el concepto occi-
o escenas con imágenes realistas o re-
dental, se incluyen algunas acepciones
conocibles por sus coetáneos en las que
que la definen en el Diccionario de la
se pueden descubrir, además de la na-
Lengua Española (1982, T. II:1049-
rrativa del mensaje que el artista inter-
1050):
pretaba del pensamiento cosmogónico
1) “Arte que enseña el modo de re-
que enviaba a la comunidad, escenas de
presentar en una superficie [o en un
la vida diaria en las que irremediable-
plano], los objetos en la forma y disposi13
presentaron dos ventanas por las que se
ción con que aparecen a la vista…”
2) “En la perspectiva se muestra
pretenden ver unas estructuras arquitec-
una disminución de tamaños y la gra-
tónicas dibujadas en perspectiva, utili-
duación de tonos para representar el
zando el mismo sistema de puntos de
alejamiento de las figuras y objetos, con-
fuga sobre el horizonte de acuerdo a los
servando… su aspecto de (…) corporei-
cánones utilizados en la actualidad (Fig.
dad (…) [o integración] (…) a su ambien-
1).
te”.
No sé si este método de representaciones de lejanía con puntos de fuga sea
3) “Apariencia o representación en-
anterior al utilizado por los romanos, pe-
gañosa y falaz de las cosas”.
4) “Modo convencional de represen-
ro es obvio que para los inicios de la era
tar los objetos en un plano… conservan-
cristiana, fue una práctica común que se
do en la proporción debida, las formas y
perdió en los primeros siglos de esa inci-
distancias que los separan”.
piente religión y permaneció en el olvido
Se puede añadir también el concepto
hasta la Edad Media. Es decir, durante
figurado o metafórico que se le da al tér-
más de 12 siglos (alrededor de sesenta
mino cuando pretendiendo tener una vi-
generaciones en una sola familia2), en
sión más amplia o global del tema que
las que, como se observa en los cua-
se aborda, se agrega una opinión con un
dros pictóricos que por lo regular repre-
enfoque distinto o discrepante del punto
sentan relatos bíblicos o acontecimien-
de vista que se discute, en el que se re-
tos épicos como tema principal de aque-
vela la “apariencia falaz y engañosa de
lla época, pintan un castillo medieval
las cosas”.
con una estructura en el interior o al
Aceptando que la perspectiva muestra
centro del castillo. El castillo, que es ata-
“una disminución de tamaños” para re-
cado por hordas de asalto no presenta
presentar el alejamiento de las cosas,
la reducción en el tamaño de sus sillares
podría decir que la expresión más anti-
del muro lateral, como lo requeriría la
gua que conozco, quedó manifiesta en
los muros pintados de la casa de Vettii
en Pompeya, donde pictóricamente re-
2 Considerando 4 o 5 generaciones por siglo.
14
Fig.1. Perspectiva en la pintura al fresco, Casa de Vettiii, Pompeya.
Foto del autor.
perspectiva con puntos de fuga utilizada
coromano, probablemente en una lucha
en Pompeya. No me atrevería a decir si
por liberarse de los dogmas y temas es-
eso se debió al desconocimiento técnico
tablecidos por el fanatismo que el régi-
de este sistema, o a una rebeldía pictóri-
men papal les había impuesto durante
ca del nuevo orden cristiano, en contra
siglos. Fue en esa etapa de cambio re-
del régimen establecido por el antiguo
nacentista, cuando los pintores recobra-
imperio romano (Fig.2).
ron el sistema romano de perspectiva
Parece que fue hasta los siglos XV y XVI
para expresar las distancias entre los
o durante la primera etapa Renacentista,
objetos representados.
cuando al iniciarse las batallas internas
Durante esa etapa de profundos cam-
en las que el Estado intenta separar los
bios en el aspecto político-religioso so-
deberes cívicos de las autoridades ecle-
cioeconómico y claramente cultural, ocu-
siásticas, que los artistas comienzan a
rrió la conquista de México y hubo una
manifestar ideas más liberales y a recu-
fusión de sistemas y técnicas en la ex-
rrir a los relegados cánones del arte gre-
presión pictórica en la que, al levantar
15
Fig. 2. Sistema de perspectiva medieval en
el que no se observa reducción en el tamaño de los objetos respecto a los diferentes
planos. Sitio de Jerusalén (1099) durante
la Primera Cruzada. Ilustración del siglo
XIII.
Fig. 3. Plano de Culhuacan hacia 1580, Relaciones Geográficas, forma parte de la Colección Latinoamericana Benson de la Universidad de Texas en Austin.
los planos de los poblados edificados
Han pasado por lo menos 25 generacio-
por los conquistadores sobre las ruinas
nes después del Renacimiento y de la
indígenas, siguieron las tradiciones eu-
conquista de México a la fecha, en los
ropeas del siglo XIII mezcladas con las
que la perspectiva occidental nos ha
prehispánicas, plasmando en un solo
acostumbrado a ver y entender que las
lienzo o en papel, planos y alzados para
figuras más distantes que componen las
verse en forma simultánea, en lugar de
escenas dibujadas o pintadas son de la
tener dos visuales separadas, como lo
misma talla, aunque las pinten más pe-
harían los dibujantes de arquitectura
queñas que las situadas en el primer
contemporáneos (Fig. 3).
plano visual y que los edificios, mesas y
16
demás objetos tienen la misma medida
en su lado frontal que en el distal, aun-
que el flexómetro marque menos centímetros en la figura más lejana.
Esta práctica privativa del mundo occidental no es totalmente observada por
grupos que, al vivir un tanto marginados
de la arrolladora globalización cultural
que predomina en el mundo, llegaron a
fundir en formas simbióticas, los sistemas de la perspectiva prehispánica con
los de la cultura occidental, conservando
parte del núcleo duro de una tradición
gráfica que ha quedado imbuida en la
forma de ver y pensar de algunos grupos que comienzan a resurgir, exigiendo
sus derechos de existencia, como una
reacción consciente o subconsciente
que trata de resistir esa trayectoria de
aculturación que, habiéndose iniciado en
el siglo XVI, se incrementa cada día
más, hasta el delirante extremo desatado en los últimos años del siglo XX y en
los pocos años que hasta ahora llevamos del tercer milenio (Fig. 4).
Fig. 4. Pintura sobre papel amate, llamados
amates históricos. Donde la perspectiva no
se relaciona con las dimensiones de los
elementos. Autor Eliodoro García.
17
Conceptos básicos del arte y la pers-
dad conocida o sentida. Él expresa
pectiva entre las culturas no occiden-
la realidad como la conoce, la imagi-
tales
na o la desea y no como la ve, des-
Aspectos básicos de la expresión artísti-
tacando los detalles que le ayudan a
ca de culturas prehispánicas y de otras
percibir su concepción del individuo,
partes del mundo, diferentes a la que
en la que deliberadamente omite los
predomina en los grupos occidentales,
detalles
quedó expresada con claridad en las cé-
san” (Ibíd.:12).
que
no
le
intere-
dulas informativas del Museo de las Ar-
Dicho en otra forma, la expresión de las
tes de África y Oceanía de París, en las
pinturas australianas y el llamado arte
que Karel Kupta (1980), al escribir sobre
que caracteriza a todas las áreas me-
su colección de pinturas en trozos de la
soamericanas en todas sus etapas, es
corteza del eucalipto australiano, men-
sugerentemente narrativo, desde el pun-
ciona que el artista-chaman se ocupa de
to de vista del tlacuilo y sus contemporá-
plasmar en formas un tanto realistas,
neos, puesto que en su expresión pictó-
figuras humanas con el cuerpo plagado
rica
de diseños simbólicos que revelan el ca-
reales, mítico-históricos, tradiciones ima-
rácter esencial o interno que caracteriza
ginarias o simbólicas relacionados a un
al individuo. Es decir, que esos diseños
pensamiento cosmogónico plasmado en
describen mucho mejor el carácter de
apoyo a la memoria del narrador o de
una persona, que hacer una copia del
quien interpretaba la escena pictórica a
aspecto externo que el mismo sujeto o
los correligionarios de esa misma época.
las cosas representadas tienen. Parece
Un mensaje visual que era entendido
que esa misma idea era compartida por
por las generaciones subsecuentes,
los artistas mesoamericanos, como lo
puesto que estaba destinado a funcionar
atestiguan las figuras antropomorfas de
a manera de literatura oral, o mejor di-
Nayarit.
cho, como una literatura escrita que utili-
Kupta comenta que:
zaba caracteres pictográficos en lugar
consignan
los
acontecimientos
“Para el artista, la realidad visual
de letras.
no es tan importante como la reali-
Tal concepto coincide en una forma, con
18
el que tenían los artistas de la segunda
En síntesis, las pinturas en corteza de
década del siglo XX, cuando representa-
eucalipto de los australianos tanto como
ron en su pintura cubista, figuras y obje-
las “cubistas” del siglo XX, contienen
tos vistos a la manera de rayos X, tal co-
conceptos similares a los localizados en
mo si los observaran desde varios pun-
relieves, pinturas murales y otras formas
tos simultáneamente para ser vistos o
de la expresión artística que han carac-
percibidos en su totalidad, sin importar
terizado a las culturas mesoamericanas,
que la imagen se distorsionara en el
así como a muchas de las culturas no
plano visual (Fig. 5).
occidentales que florecieron en todo el
continente americano y en otros continentes, antes que la expansión de las
culturas occidentales se extendiera so-
bre los llamados países en vías de
desarrollo o en los que la globalización
político-económica se despliega ahora
en un constante intento de dominar, por
cualquier medio, a todas las poblaciones
del planeta con ricos ámbitos naturales y
en los que abunden recursos energéticos como el petróleo o algún otro elemento de gran valor económico.
Respecto a la forma de expresar distancias y cercanías en la escena plasmada
en un plano, como lo hace la perspectiva occidental, este ensayo visualiza cómo funcionaba el sistema que tuvieron
las culturas prehispánicas para expresar
la lejanía de objetos en la pictografía, sin
Fig. 5. Una distinta forma de perspectiva en
la pintura cubista, Guitarra y mandolina, Juan
Gris, 1919, Galerie Beyeler, Basilea.
recurrir a los ficticios puntos de fuga utilizados por el mundo occidental post19
de la “Visión Oblicua de baja altura”.
renacentista.
En esta pintura maya del siglo IX d.n.e.
Sistemas de la perspectiva indígena
las figuras más lejanas, es decir aque-
para señalar objetos lejanos, sin pun-
llas que se encuentran en la parte supe-
tos de fuga
rior de la estructura piramidal, aparecen
En el sistema de perspectiva prehispáni-
superpuestas sobre las situadas en las
co, el espectador sitúa todos los motivos
plataformas bajas de cada uno de los
de la escena sobre un mismo horizonte
cuerpos de la estructura, tal como si el
visual sin alterar su tamaño, tal como si
ojo del observador, al elevarse en verti-
el observador se elevara en el aire para
cal sobre su mismo punto de observa-
tener una “Visual Oblicua de baja altu-
ción, no registrara los cambios de nivel
ra” (cercana a los 30 grados), sobre la
del piso en los pasillos que separan a
que se desplazaba en el mismo plano
cada cuerpo de la estructura piramidal
horizontal para conservar la misma dis-
donde se efectuaba la danza ceremonial
tancia entre los sujetos y objetos que
(Fig. 7).
registraba. Es decir, como si los puntos
Una variante más de este sistema de
de fuga se movieran en forma gradual y
perspectiva prehispánica, que he deno-
paralela al ojo del observador, sin alterar
minado “Elevación o Insurgencia de Pla-
la distancia proporcional de las figuras
nos en Paralelo”, resulta ser un tanto
incluidas en la totalidad escénica, tal co-
similar a la forma comercial de las tarje-
mo se expresa en el llamado mural de
tas de felicitación, navidad y libros deno-
los Animales Mitológicos (Fig. 6).
minados comúnmente como “pop up”
Otro ejemplo de este sistema, se puede
ilustrados para niños en los que, al abrir
apreciar en la “visión oblicua de baja al-
la tarjeta o libro, “brotan” o surgen del
tura” o “elevación de planos” de Bonam-
plano horizontal, figuras cortadas por un
pak, en la estructura piramidal donde se
suaje, que se levantan hasta quedar en
apoya el Edificio 1, mejor conocido como
una posición vertical, totalmente inde-
el Templo de las Pinturas, en el cuarto 3
pendientes de la matriz que tenían de
se encuentra el mural de los danzantes,
fondo. En el caso que nos ocupa la ima-
expresados como una variante “vertical”
gen se encuentra en el mismo escenario
20
Fig. 6. Fragmento del mural de los Animales mitológicos y maqueta en tercera dimensión,
diseñada por Jorge Angulo y Francisco Villaseñor, ambas localizadas en el Museo de
Murales Teotihuacanos Beatriz de la Fuente.
pictórico en el que se combina el siste-
Existe también la llamada “Vista Aérea”
ma de “Abatimiento Radial”, un ejemplo
que está sujeta a sufrir una “movilidad o
claro de ello lo podemos apreciar en
abatimiento horizontal” de su plano pic-
Teotihuacan, en Tepantitla donde se en-
tórico, que se combina con las figuras
cuentra el Mural del Juego de Pelota con
incluidas
Bastones, en el que los marcadores limí-
“Insurgencia de Planos en Paralelo”, lo-
trofes de la cancha del juego, muestran
calizado en la parte superior.
un claro abatimiento radial, frente a las
Queda claro que en los sistemas de
figuras que “brotan” o se levantan con la
perspectiva prehispánica hay una com-
“Insurgencia de planos en paralelo” (Fig.
binación de dos o más sistemas y sus
8).
variantes en los que, en la parte superior
21
en
el
sistema
de
la
22
Fig. 7. Mural que representa una celebración, con danzantes y músicos, en el que se observan
los diferentes niveles o plataformas del edificio en el que se encuentran los personajes, sin existir variantes en sus dimensiones. Cuarto 3, Edificio I, Bonampak. Tomado de De la Fuente y
Staines Cicero, 1998.
Fig. 8. Mural del Juego de Pelota con Bastones, combinación del sistema de
“Abatimiento radial” con la “Insurgencia de planos en paralelo”. Teotihuacan,
Tepantitla. Dibujo de Chappie Angulo. Colección particular.
Fig. 9. Mural de la Medicina. Teotihuacan, Tepantitla.
Dibujo de Chappie Angulo. Colección particular.
23
del mural se encuentra la “Elevación o
que los olmecas (850 a. C.) labraron en
insurgencia de planos en paralelo”,
grandes bloques de piedra, escenas mí-
mientras que en la parte inferior se apli-
tico-históricas o aspectos cívicos, en
ca la “Vista aérea” o del “Abatimiento y
aquellos monumentos conmemorativos
movilidad radial”, conjugados simultá-
que ahora llamamos estelas.
neamente, tal como se ve en el mural
Ejemplos de esta combinación de siste-
llamado “de la Medicina” localizado en
mas ocurren en las Estelas 2 y 3 de la
Tepantitla, Teotihuacan (Fig. 9).
Venta, en las que las figuras pequeñas
Poco más desconcertante de concebir,
localizadas alrededor del personaje cen-
pero aún relacionada con la “Visual Obli-
tral, no están flotando alrededor del per-
cua” tanto como con la de “Planos en
sonaje principal, como lo dicen algunos
Paralelo o Superpuestos” y la del
autores que, al juzgar las escenas bajo
“Abatimiento Radial Simétrico”, es otra
las premisas de la perspectiva occiden-
forma de perspectiva que parece haber-
tal, han sugerido que las figuras corres-
se iniciado desde la remota etapa en la
ponden a visiones alteradas de carácter
Fig. 10. Estela 2 de La Venta en la que se observa un personaje central, rodeado por
una serie de personajes menores. Del lado Izquierdo se aprecia el dibujo realizado por
Covarrubias (1961) y del lado derecho la separación de cada uno de los personajes,
Digitalización América Malbrán.
24
paranormal que representan escenas
míticas (Figs. 10 y 11).
Creo que en el concepto mesoamericano
de perspectiva, el hecho de estar en el
mismo plano vertical y de ser de menor
tamaño que el personaje principal, responde más bien a una forma simbólica
para señalar la menor importancia jerárquica que tienen respecto a la figura
principal.
Intento para explicar proceso experi-
mental de transformación 3D
En este proceso de transformación visual
de un plano vertical a otro horizontal, se
puede observar, paso a paso el desarrollo de la perspectiva prehispánica en la
que se combina la “Insurgencia de planos en paralelo”, con el de la “Visión
Oblicua” y del “Abatimiento radial simétrico”, señalando que las figuras más pe-
Fig. 11. Estela 3 de La Venta en la que se
observan dos personajes centrales, en primer plano, rodeados por varios personajes
menores, que parecieran flotar, dibujo realizado por Covarrubias (1961).
queñas están a cierta distancia atrás del
personaje central, pero siempre dentro
del mismo escenario horizontal.
Sin detenernos a especular la valía de
las interpretaciones cosmogónicas atribuidas a la estela 2 de La Venta, para
verlas con la perspectiva dialéctica de
enfoques socio-políticos y en apoyo a los
sistemas para entender la perspectiva
25
prehispánica, debemos entender que las
perspectiva (Figs. 12, 13 y 14).
figuras pequeñas no están flotando, ni
En forma comparativa, y un tanto similar
representan a ninguna deidad mítica o a
al desarrollo de la perspectiva explicada
los ancestros muertos que protegían al
arriba, se puede entender la escena tri-
personaje principal, como lo interpretan
dimensional compuesta por un grupo de
otros autores, ya que podrían verse co-
figurillas de piedra que circundan a un
mo testimonios narrativos de algún acto
personaje supuestamente muerto, que
histórico que quedó registrado como me-
fuera registrada como la ofrenda 4 de la
moria para el conocimiento de la comu-
Venta (Fig. 15).
nidad y testimonio a las siguientes gene-
En conclusión se podrían redefinir los
raciones.
términos sobre los ejemplos utilizados
La forma en que se entiende la imagen
como sigue:
sería abatiendo y levantando las figuras,
1) La Perspectiva es una visión
con lo cual se obtendrían los diversos
subjetiva para expresar distancias en un
planos entendiendo la disposición de la
espacio gráfico.
Fig. 12. Estela 2 de La Venta, en la que se
han separado los personajes y distribuido sobre un plano en el que se ha buscado la manera de dar profundidad a los personajes en
cada uno de los planos en que se podrían encontrar.
Digitalización América Malbrán.
26
Fig. 13. Estela 3 de La Venta, en la que se ha seguido el mismo procedimiento, separando a
los personajes y ubicándolos en planos de acuerdo a su perspectiva, de esta manera ya no
parecen flotar y toman una dimensión diferente respecto al personaje central. Redibujado de
Covarrubias, 1961, digitalización, América Malbrán.
27
Fig. 14. Estela 2 de La Venta tras el proceso de animación, en donde se puede apreciar la distribución de los personajes, de acuerdo a los distintos planos en que se encuentran.
Animación Francisco León.
28
Fig. 15. Escena tridimensional compuesta por un grupo de figurillas de piedra que circundan a
un personaje central, de manera similar a los que se han observado en los ejemplos anteriores, ofrenda 4 de la Venta. Museo Nacional de Antropología. Foto del Autor.
29
2) El espacio gráfico puede ser picto-
el sistema occidental y la fachada o al-
gráfico o cartográfico y, en la perspecti-
zado de los edificios, con “Abatimiento
va prehispánica y otras no occidentales,
radial, sobre un punto central”, conser-
a veces se encuentran combinados.
vando el estilo de la perspectiva prehispánica.
3) Hay un sistema visual de Abatimiento radial simétrico y otro de Abatimiento solamente horizontal.
Proceso 3D sobre el plano de Teote-
4) Hay el sistema de Elevación o In-
nango
surgencia de Planos de sección vertical
Para entender un poco mejor este siste-
y de visión oblicua de baja altura, en el
ma se seleccionó la pintura del plano de
que se dividen los planos en paralelo.
Teotenango (Fig. 16), correspondiente a
No se puede negar que a partir de la
las Relaciones Geográficas del siglo XVI
conquista hispana y ahora la globaliza-
(Acuña, 1986), con la cual se realizó un
ción occidental, ha habido un constante
modelo tridimensional en el que se pro-
embate en todos los aspectos culturales,
yectaron, a manera de maqueta, los edi-
especialmente los socio-económicos, los
ficios dándoles volumen. Esto hizo posi-
religiosos y los artísticos, en los que
ble visualizar el sistema de perspectiva
ahora resulta difícil discernir el porqué,
utilizado por los europeos y la forma de
cómo y cuándo ocurrieron y siguen ocu-
disponer tanto edificios como espacios
rriendo una superposición o combina-
geográficos (Fig. 17).
ción de conceptos y sistemas técnicos
A manera de conclusión
dentro del fenómeno social llamado sim-
Para terminar quisiera añadir una anéc-
biosis.
dota complementaria que nos ayudará a
Un claro ejemplo de esta simbiosis o
comprender la perspectiva sin puntos de
combinación de expresiones gráficas, se
fuga practicada por las culturas prehis-
localiza en los planos geográficos manu-
pánicas y otras culturas no integradas al
facturados por los tlacuilos indígenas a
sistema occidental. Se trata del relato de
petición de encomenderos hispanos, en
un artista que pasó sus vacaciones en
los que dibujan el asentamiento urbano
una isla de la polinesia pintando paisa-
de acuerdo a los planos levantados por
jes selváticos y escenas de la pequeña
30
Fig. 16. Plano de Teotenango en el que se aprecian los edificios abatidos a la manera
occidental. Relaciones Geográficas, Acuña, 1986.
31
Fig.17. Modelo tridimensional del plano de Teotenango en el que se proyectaron, a
manera de maqueta, los edificios dándoles volumen (Acuña, 1986). Digitalización
América Malbrán; animación, Francisco León.
32
aldea donde temporalmente se alojaba3.
de ellas. Notó también, que las casas
Tal como era de esperarse, siempre es-
sobre la calle que se perdían a la distan-
tuvo rodeado de niños que lo seguían y
cia, tenían el mismo tamaño y la misma
curioseaban sobre el progreso del dibujo
intensidad de color que las casas en el
o acuarela que el pintor plasmaba en el
primer plano.
papel.
Queriendo compartir los conocimientos
Un poco incómodo por los empujones
de perspectiva que él manejaba, les
que su público infantil efectuaba para
mostró la ya terminada acuarela que le
acercarse a su caballete, el pintor deci-
sirvió de ejemplo para señalarles las si-
dió repartir algunos crayones y papeles
guientes acotaciones:
que llevaba para sus apuntes y pidió a
1. Que la visual tomada desde un
los chicos que dibujaran el mismo esce-
solo punto no permitiría ver el frente
nario que él pintaba, entonces compues-
de todas las casas que circundan la
to por una pequeña plaza circundada
plaza a un mismo tiempo.
por las casas de más importancia y una
2. Que las casas más lejanas de-
calle que se extendía hasta el bajo hori-
bían pintarse de menor tamaño que
zonte de una ladera cubierta por un es-
el de las que están más cercanas,
peso follaje que se perdía en las lejanas
para así señalar la distancia entre
montañas.
ellas.
Después de un rato de quietud, solicitó
3. Que tanto el follaje como las mon-
le mostraran sus dibujos, en los que no-
tañas debían pintarse en colores
tó que todas las casas que circundaban
más pálidos o desvanecidos, para
la plaza estaban “acostadas” con la fa-
señalar que están en un segundo y
chada de frente a la plaza, por lo que
tercer plano, respecto a la plaza que
era necesario rotar cada dibujo cuatro
se encuentra en el primer plano.
veces, para ver la fachada de cada una
Después de tan doctas explicaciones los
niños solo comentaron entre ellos “Ah…
él quiere que se pinte como se ven, no
3 Tomado de una revista de viajes, leída durante
la habitual espera en el consultorio de un dentista.
como son”.
33
Agradecimientos
Covarrubias, Miguel
Este trabajo es un avance de un proyec-
1961 Arte Indígena de México y Cen-
to mayor en el que se está realizando la
troamérica. Universidad Nacional
animación de estelas y murales prehis-
Autónoma de México. México.
pánicos, y coloniales a partir del estudio
y análisis tridimensional de los mismos,
De la Fuente, Beatriz y Leticia Staines
como se ha mostrado en los ejemplos
Cicero (Eds.)
expuestos. Dicha investigación no po-
1998 La pintura mural prehispánica en
dría ser posible sin el valioso apoyo y
México, Área Maya, Bonampak,
auxilio de mi colega, América Malbrán
Vol. 2, Instituto de Investigaciones
Porto, quien se ha dedicado a la digitali-
Estéticas,
zación de las imágenes y al artista y ani-
Autónoma de México, México.
Universidad
Nacional
mador Francisco León, encargado de la
animación y renderización de las estelas
Kupta, Karel
y murales.
1980 “La pintura mágica de los aboríge
nes australianos” en El Correo de
Biblioigrafía
la UNESCO, año xxxiii, Enero, Pu-
Acuña, René
blicación mensual de la UNESCO
1986 Relaciones Geográficas del siglo
(Organización de las Naciones Uni-
XVI: México, Tomo Segundo, Vol.
das para la Educación, la Ciencia y
7, Etnohistoria, Serie Antropológica
la Cultura), París. Pp. 9 -14.
N° 65, Instituto de Investigaciones
Antropológicas, Universidad Nacio-
López Austin, Alfredo
nal Autónoma de México, México.
1989 Tamoachan y Tlalocan, Fondo de
Cultura Económica, México.
Angulo Villaseñor, Jorge
Martí, José
1987 “The Chalcatzingo Reliefs, an Iconographic Analysis” en Ancient
2001 “Hombre del campo” en Obras
Chalcatzingo, University of Texas
completas, Vol. 19, Centro de Estu-
Press, Texas. Pp. 132-158.
dios Martianos (Comp.), publica34
ción en CD, Centro de Estudios
Martianos-Karisma Digital, La Ha-
bana Cuba. Pp. 379-383.
Real Academia Española
1982 Diccionario de la Lengua Española, Madrid, España.
35
CON LA MUERTE EN LA MIRADA
América Malbrán Porto1
E
s una suerte que, gracias a Harry Potter, la
imagen del basilisco no nos
resulta tan ajena, como
sucedía
hasta
hace
unos
años, en que pocos, y ni que
decir de niños y adolescentes,
tenían idea de qué era eso. Aunque el ser que nos presenta Rowling (2000) de este ser fantástico, difiera del concepto original.
En Harry Potter y la Cámara Secreta,
todo
versa
en
torno a este magnífico
ser. El relato empieza a
ser interesante a partir
de que comienzan a aparecer personas petrificadas, entre ellas Hermione. Gracias a esto es
que Harry, cuando la visita en la enfermería,
junto con Ron, “se ha1 Docente Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional Autónoma de México. Directora del Centro de Estudios Sociales y Universitarios Americanos S.C. (CESUA).
36
sorprendente ni más letal que el basilisco, conocido como el rey de las
serpientes.
Esta
serpiente,
que
puede alcanzar un tamaño gigantesco y cuya vida dura varios siglos,
nace de un huevo de gallina empollado por un sapo. Sus métodos de
matar son de lo más extraordinario,
pues además de sus colmillos mortalmente venenosos, el basilisco
mata con la mirada, y todos cuantos fijaren su vista en el brillo de
sus ojos han de sufrir instantánea
muerte. Las arañas huyen del basiFig.1. Portada del libro Harry Potter y la cámara secreta, Ilustrada por Jim Kay,
Rowling, 2000.
lisco, pues es éste su mortal enemi-
bía fijado en que su mano derecha,
(Ibid.:205-206).
go, y el basilisco huye sólo del canto del gallo, que para él es mortal
apretada encima de las mantas, aferra-
Más adelante Harry Potter se enfrenta
ba en el puño un trozo de papel estruja-
con este ser al que se lo describe como
do” (Ibíd.: 205). Ambos amigos tratan de
a una serpiente, de un verde brillante y
sacarle el papel y cuando lo hacen des-
gruesa como el tronco de un roble, que
cubren que “era una página arrancada
mide más de siete metros, con colmillos
de un libro muy viejo. Harry la alisó con
largos y venenosos.
emoción y Ron se inclinó para leerla
Hasta aquí dejaremos el relato de Potter
también” (ídem.), he aquí la primera re-
para que cada uno de ustedes pueda
ferencia que tenemos del Basilisco:
sacar sus propias conclusiones después
De las muchas bestias pavorosas y
de que yo haga mi propio relato.
monstruos terribles que vagan por
Una realidad es que la presencia del ba-
nuestra tierra, no hay ninguna más
silisco se ha dejado sentir entre nosotros
37
desde hace siglos. Y tras la conquista
vive en otras partes del país como las
española a nuestro Continente, este ser
capitales de las provincias, entre las que
se trasladó a Sudamérica, una región
podemos contar a Buenos Aires, Rosa-
plagada de entes fantásticos y mitos.
rio o Mendoza, las regiones rurales de la
Muchos de estos mitos actuales son el
Argentina están plagadas de mitos y le-
fruto de la transculturación, donde se
yendas que todavía hoy son recordadas
fusionaron tradiciones, leyendas y su-
y creídas por gran parte de la población,
persticiones, europeas caso de los com-
son éstas las que han dado origen a un
ponentes africano y europeo, entre los
vasto folklore nacional, producto del sin-
que se encuentra el Basilisco, se dio un
cretismo originado por las diferentes co-
"trasplante" de elementos folklóricos que
rrientes étnicas que han poblado el área.
fueron trasladados desde su ámbito geo-
La grandiosidad de la campiña, las gran-
gráfico y cultural original, por sus propios
des extensiones de territorio, así como
creadores y actores, a este nuevo am-
la exuberancia del paisaje tropical, pro-
biente, donde fueron cultivados de ma-
pician la presencia de seres míticos que
nera personal o en el seno de círculos
tienen su aparición en horas claves co-
familiares, de amigos o de compatriotas,
mo la siesta, sobre todo en los pesados
que fueron modificando o cambiando y
días del verano donde las temperaturas
en consecuencia perdiendo, poco a po-
pueden llegar a rebasar los 34°C, o bien
co, algunos de los rasgos originales y
se aprovechan de la posibilidad de movi-
mezclándose con elementos autóctonos.
miento que les brindan las sombras de
Paulatinamente esta nueva generación
la noche.
de mitos se fue extendiendo por gran
La mayoría de estas creencias y supers-
parte del territorio Argentino llegando a
ticiones están fundadas en el miedo. En
cruzar las fronteras, de ahí que encon-
estas regiones existe una legión de se-
tremos relatos similares en los países
res sobrenaturales que sostienen su im-
cercanos como Chile, Brasil, Bolivia o
perio en el terror. Tienen su guarida en
Paraguay.
lo profundo de la selva, en la espesura
A pesar del avance económico que se
del monte, en las barrancas de los ríos,
en las corrientes y en los remolinos de
38
las aguas, en el mismo aire que se res-
En no pocos casos la representación de
pira. Algunos aparecen de imprevisto y
estos mitos en los que aparecen seres
paralizan de espanto a aquellos que son
con connotaciones fantásticas, sirve de
sorprendidos, llegando a enloquecerlos.
freno, de contención para que el indivi-
Otros son vengativos, sanguinarios, vio-
duo no haga nada fuera de las normas
lentos y jamás tienen piedad de sus víc-
sociales, de la moral establecida y que
timas a los que llevan a la alucinación y
parece ser fijada por el temor universal,
a la muerte (Coluccio, 1991:150). Gene-
que invade al hombre ante la sensación
ralmente estos seres aparecen en los
de impotencia, de su pequeñez frente al
momentos en que la gente se encuentra
espectáculo magnífico e imponente de
más desamparada. Por lo mismo no se
la naturaleza que lo rodea (Rosemberg,
recomienda aventurarse sólo en la espe-
1954:87).
sura del monte o viajar durante la noche,
Uno de los más aterradores de estos
ya que es muy probable que uno pueda
seres es sin duda el Basilisco (Fig. 2),
ser sorprendido por alguno de estos per-
cuyo mito se encuentra presente en las
sonajes, verdaderas encarnaciones del
provincias argentinas de Santiago del
mal. Para salvarse, será imprescindible
Estero, Misiones, Corrientes, Chaco y
poseer una enorme Fe, que en muchos
Formosa, y en Curicó y la isla de Chiloé,
casos, tampoco llega a ser suficiente.
en Chile (Fig. 3).
En su afán catequizador, el fraile euro-
Su nombre, universalmente extendido,
peo en lugar de negar esos mitos, le
ha sido utilizado de variadas formas, en-
buscó fisonomía cristiana. Enseñó al in-
tre las que podemos mencionar: ha ser-
dígena y al esclavo negro a conjurarlos
vido para nombrar a la ciudad por cuyas
con la oración a la cruz y el agua bendi-
cuatro puertas, se dice, salió simultá-
ta. Elementos fundamentales en los ri-
neamente una vez Cagliostro: Basilea;
tuales que, paradójicamente, por lo ge-
cuyo emblema es el basilisco (Figs. 4 y
neral son llevados adelante por brujos y
5); en artillería se le conoce como basi-
curanderos locales, para erradicar o ale-
lisco o culebrina bastarda a un tipo de
jar los males que su presencia puedan
cañón de bronce y gran calibre, emplea-
causar (Benítez, óp.cit.:372).
da en los siglos XVI y XVII. Era la de
39
Fig. 2. El Basilisco, Gallus monstruosus.
Ulisse Aldrovandi, Tavole Vol. 001-002 Animali, 1642.
40
na obispo y mártir, durante el reinado de
Maximiano y” siendo presidente Agripa,
lo persiguieron y le calzaron unas chinelas de hierro, clavándoselas en los pies
con clavos hechos ascuas; lo atormentaron
con
otros
diversos
tormen-
tos” (Croisset, 1847:421), y por último
fue decapitado y su cuerpo fue arrojado
a un río de Nicomedia, pero fue recuperado y trasladado a Comana. Fue éste el
santo que se apareció a san Juan Crisóstomo la noche antes de su muerte.
En botánica, deriva de este ser el nombre del Ocimum basilicum (albahaca
blanca) planta aromática que ha sido
Fig. 3 Provincias argentinas de Santiago
del Estero, Misiones, Corrientes, Chaco y
Formosa, donde se encuentra presente el
mito del basilisco.
Dibujo América Malbrán Porto.
frecuentemente considerada como venenosa, en tanto algunas leyendas afri-
canas
afirman
que
protege
de
los escorpiones. En el Caribe es llamada popularmente como basil, basilik o
mayor tamaño de las que sustituyeron a
albahaca, es muy utilizada en medicina
la bombarda; en Astronomía una estrella
tradicional para curar afecciones gastro-
de la constelación de Leo, también co-
intestinales (diarreas, parasitismo), res-
nocida como Régulo, Estrella regia o
piratorias (bronquitis, tos), dolor de oí-
Corazón de León (Perrucho, 1990:17);
dos y reumatismo (Sánchez Govín, et.
También éste fue el nombre del usurpa-
al., 2000:187). Mientras que ciertas tra-
dor bizantino que destronó a Zenón en
diciones europeas aseveran que es un
475 (Bueno Sánchez, 1978:64).
símbolo de Satanás. Hoy en día es una
En hagiografía, el nombre se correspon-
planta bien conocida y saboreada por
de con el de San Basilisco de Coma-
muchos en la cocina mediterránea.
41
Fig. 4. Basilisco sosteniendo el escudo de armas de la ciudad de Basilea;
1511 Grabado en madera y tipografía sobre papel, Alemán. N° de catálogo:
E,2.373, Colección del Museo Británico.
42
Fig. 5. Basilisco sosteniendo el escudo de armas de la ciudad de
Basilea, en el Decretum Gratiani, Grabado de Johann Amerbach,
en Gratianus de Clusio,1512.
43
Por último en zoología este nombre ha
el recién destetado meterá la mano
servido para designar un género de la-
en la madriguera del basilisco (Isaías
gartos (Basiliscus spp.). El reptil al que
XI-8).
se bautizó con el nombre de este animal
mitológico pertenece al orden de los
No te entregues todo á la alegría, oh
saurios, familia de las iguanas, género
país de los philistheos, porque haya
Basilisco, con dos especies básicas: con
sido hecha pedazos la vara del que
capucha (B. Mitratus, B. Plumifrons) y
te hería; pues que de la estirpe de la
sin
B.
culebra nacerá el basilisco y lo que
Corythaedus). Este reptil, que vive en
de este saldrá engullirá las aves
las regiones cálidas de América del Sur
(Isaías XIV-29).
capucha
(B.
Basiliscus,
y México es completamente inofensivo
para el hombre y tomó este apelativo a
Anuncio pesado contra las bestias
causa de la cresta dorsal escamosa que
de carga del Mediodía. Van por tierra
lo caracteriza y que recuerda el atributo
de tribulación, y de angustia, (de
del rey de las serpientes; llega a medir
donde salen la leona y el león, la ví-
80 cm. de longitud, y tiene costumbres
bora y la serpiente que vuela) llevan-
semiacuáticas
do sobre lomos de jumentos sus ri-
(Bueno
Sánchez,
óp.
cit.:64; Larousse, 1999:150).
quezas , y sus tesoros sobre el dor-
Este ser fantástico remonta sus orígenes
so de los camellos, á un pueblo que
a una antigua leyenda probablemente
no podrá ayudarlos (Isaías XXX-6).
oriental, que fue introducida en Europa
por los romanos.
Han hecho abrir ó que nacieran los
En el Antiguo Testamento encontramos
huevos de áspides, y con sus afanes
siete referencias al basilisco, en cuatro
tejieron telas de araña quien de di-
libros distintos, (Isaías XI-8, XIV-29, XXX
chos huevos comiere, morirá; y un
-6, LIX-5; Proverbios XXIII-32; Jeremías
basilisco es lo que saldrá, si hubie-
VIII-17 y Salmos XC-13):
ren empollado alguno (Isaías LIX-5).
y el niño que aun mama, estará juMas á la postre muerde como cu-
gando en el agujero de un áspid; y
44
lebra, y esparce veneno como el ba-
Su silbido espanta a todas las ser-
silisco (Proverbios XXIII-32).
pientes. No anda, como las otras,
por una serie de ondulaciones, sino
Porque hé aquí que yo enviaré con-
que avanza manteniéndose alta y
tra vosotros á los chaldeos, como
derecha sobre la mitad de su cuerpo.
serpientes y basiliscos, contra los
Destruye los arbolillos, tanto por su
cuales no sirve ningún encantamien-
resuello como por su contacto; abra-
to; y os morderán, dice el Señor
sa las hierbas, quiebra las piedras,
(Jeremías VIII-17).
tanta fuerza tiene su veneno. Se
creía en otro tiempo que si era mata-
Andarás sobre áspides y basiliscos,
da de un lanzazo dado de lo alto de
y hollarás los leones y dragones
un caballo su veneno remontaba a lo
(Salmos XC-13).
largo del asta y mataba a la vez ca-
Ya Plinio, en el siglo I, hablaba del hue-
ballo y jinete. Y sin embargo este
vo del Basilisco. De acuerdo con la des-
monstruo –se ha hecho a menudo la
cripción que nos hace, en su Historia
prueba para los reyes que le desea-
Natural, se trata de un híbrido nacido de
ban ver muerto– no resiste el veneno
la fecundación de un huevo de culebra
de las comadrejas: que la naturaleza
por un sapo, y se lo describía como un
no ha creado nada sin contrapartida.
animal verdaderamente fabuloso, seme-
Se guarnecen estas en las cuevas
jante a un dragón, con patas de gallina,
de los basiliscos, que encuentran
cola de serpiente, cresta en la cabeza y
fácilmente por la infección del te-
por lo común provisto de alas (Borges y
rreno. Matan al basilisco por el olor
Guerrero, 2001:36).
que exhalan, y mueren: así termina
Nos dice Plinio:
el combate de la naturaleza consigo
Es la provincia de la Cirenaica
misma” (Plinio, citado en Bueno Sán-
quien la genera, su largo no pasa
chez, 1978:67).
de doce dedos, tiene como marca
El mito se extendió por toda Europa,
una mancha blanca sobre la cabe-
donde varios artistas, desde el Medioe-
za, que se parece a una diadema.
vo al Renacimiento se ocuparon de su
45
iconografía. Por otro lado, la literatura
que los pescadores lo han apresado pa-
española está plagada de estos mons-
ra disfrazarlo como un pez con cara de
truos así como las metáforas relaciona-
hombre y mostrarlo por toda España co-
das con ellos; nos los presentan autores
mo un monstruo de feria:
como Quevedo, Feijoo y muchos otros
…víme como trucha montañesa.
(Coluccio, 1964: 260; Borges y Guerre-
Lloraba mi desdicha; gemía que-
ro, óp. cit.:36-38, Bueno Sánchez, óp.
jándome de mi hado ó fortuna; de-
cit.:77), y aparece también en los clási-
cía: ¿qué es esto que tanto me per-
cos como el Quijote de Cervantes, cuan-
sigues? En mi vida te vi ni te co-
do Ambrosio compara a la pastora Mar-
nozco; pero si por los efectos se
cela con éste ser:
rastrea la causa, por lo que de tí he
Mas apenas la hubo visto Ambrosio
experimentado creo no hay sirena,
cuando con muestras de ánimo in-
basilisco, víbora, ni leona parida
dignado le dijo: ¿vienes á ver por
más cruel que tú… (Mendoza,
ventura, ó fiero basilisco destas
1884:82).
montañas, si con tu presencia vier-
“El basilisco ha servido también como
ten sangre las heridas deste misera-
emblema de la Dialéctica. El primero
ble á quien tu crueldad quitó la vida,
que personificó las ciencias fue, al pare-
ó vienes á ufanarte en las crueles
cer, Marciano Capella, gramático afri-
hazañas de tu condición, ó á ver
cano del siglo V, en su obra De nuptiis
desde esa altura, como otro desapia-
Philologiae et Mercurii: Mercurio (la Elo-
dado Ñero, el incendio de su abrasa-
cuencia) y la Filología (el amor a la ra-
da Roma, ó á pisar arrogante este
zón: la Sabiduría) contraen matrimonio y
desdichado cadáver como la ingrata
las siete artes son las damas de honor;
hija al de su padre Tarquino? Dinos
al divorciarse la Elocuencia y la Sabidu-
presto á lo que vienes… (Cervantes
ría, se condenan ambos a la esterilidad,
Saavedra, 1835:66).
pues Mercurio no tiene ya nada que de-
En el Lazarillo de Tormes, la primera
cir y Filología ya no sabe hablar. Remi-
mención al basilisco la hace el mismo
gio de Auxerre, que a comienzos de si-
Lázaro cuando se encuentra afligido ya
glo X compone un comentario a la obra
46
de Marciano Capella, dice que la Dialéc-
les y demás elementos arquitectónicos
tica lleva los cabellos revueltos desig-
en las iglesias, a lo largo de la Edad Me-
nando el silogismo, una serpiente que
dia (Fig. 7). Un ejemplo se encuentra en
representa los artificios sofísticos y un
un arco de la puerta sur de la catedral
anzuelo los argumentos capciosos. Los
de Chartres, donde se aprecian las siete
artistas se contentaron con hacer soste-
artes liberales: la Dialéctica tiene a sus
ner a la Dialéctica una, o incluso dos
pies un personaje, probablemente Aris-
serpientes” (Bueno Sánchez, óp.cit.:79).
tóteles, sosteniendo un tintero en el que
También es común encontrar estas re-
moja su pluma, sobre su mano y ante-
presentaciones en la arquitectura medie-
brazo izquierdo se yergue un basilisco
val, donde era usual insertar basiliscos y
(Ídem.). También en la iglesia de San
otros monstruos en los capiteles, dinte-
Andrés de Soto de Bureba, podemos ver
representados varios animales fantásticos en las arquivoltas de la portada,
donde se encuentra otro basilisco, otro
ejemplo lo tenemos en Iglesia de San
Cipriano en Burgos, España. A este res-
pecto Ibarburu Asurmendi menciona:
Estos seres, símbolos del diablo y el
pecado, pájaros-reptil, con alas,
cuernos, afilados dientes y patas y
cola de reptil, son uno de tantos
monstruos aterrorizantes que poblaron los capiteles medievales y que
surgieron en gran parte, según Baltrusaitis, de una mala interpretación
de temas anteriores de origen orien-
Fig. 6. Dialéctica sosteniendo un basilisco.
Ilustración de Gherardo di Giovanni del Fora, en De nuptiis Philologiae et Mercurii Capella, 1476.
tal, que llegaron a Europa a través
de los tejidos. Fue en Oriente donde
surgieron estos temas decorativos,
47
Fig. 7. Diversas representaciones medievales de basiliscos, en iglesias europeas.
48
producto de mezclas monstruosas
a entender que nace del huevo de
de seres distintos, afrontados o ado-
un gallo. Cuando el gallo ha cumpli-
sados, que tuvieron posiblemente
do siete años, le nace un huevo en
un valor religioso, jeroglífico o mági-
el vientre. Y cuando siente este
co que se perdió al llegar a Occiden-
huevo, permanece maravillado de
te. No son producto de una inspira-
sí mismo, y siente la mayor angus-
ción individual, sino de una creación
tia que pueda sufrir un animal. En-
genérica de un arte simbólico, resul-
tonces, busca discretamente un lu-
tado de los viejos «Bestiarios», tan-
gar cálido, en un estercolero o en
tas veces repetidos en la decoración
un establo, y araña con las patas
de edificios construidos entre los si-
hasta que excava un agujero en el
glos XI y XIII y que incluso perviven
que poner su huevo. Y cuando el
en bastantes edificios góticos, como
huevo tenga su nido preparado, el
la iglesia de Artajona, en zonas muy
gallo correrá allí más veces dia-
ligadas al románico, como Navarra y
rias. Pensando constantemente en
el sur de Francia (Ibarburu Asur-
desembarazarse de él. Y el sapo es
mendi, 1973:172).
de tal índole que percibe por su ol-
Durante la Edad Media se pensaba
fato el veneno que lleva el gallo en
que los basiliscos eran los que llevaban
el vientre. Inmediatamente se pone
las almas de los condenados al in-
al acecho, de forma que no pueda
fierno. Encarnaban la muerte y al demo-
el gallo ir al foso, sin que el sapo lo
nio mismo.
vea. Y en cuanto el gallo se aparta
En los bestiarios medievales es recu-
del lugar en el que debe poner el
rrente la presencia del basilisco, al igual
huevo, allá está inmediatamente el
que otros seres fabulosos, ya que se los
sapo, por ver si el huevo puesto.
consideraba reales y en este caso peli-
Pues el sapo es de tal índole, que
grosos (Malaxecheverría, 2002) (Fig. 8).
toma el huevo y lo incuba, si puede
Existe un animal llamado basilisco.
acercarse a él de alguna manera. Y
El Fisiólogo nos dice, a propósito de
cuando lo ha incubado tanto, que
su naturaleza, cómo nace; y nos da
ha llegado el tiempo de la eclosión,
49
resulta un animal que tiene cabeza,
cede con muchas cosas que son
cuello y pecho como los de un gallo;
atractivas, pero malas. Quien desee
y desde el pecho hacia abajo, es
matar a este animal, deberá tener
como una serpiente. Y en cuanto
un claro recipiente de cristal o de
puede valerse este animal, busca un
vidrio, a través del cual pueda ver a
lugar oculto en una vieja grieta, o en
la bestia. Pues al tener el hombre la
una cisterna abandonada; y allí per-
cabeza tras el vidrio o el cristal, el
manece, para que nadie pueda ver-
basilisco no puede distinguirlo, y su
le. Pues es de tal naturaleza, que si
mirada es detenida por el cristal o
el hombre puede verle antes de que
el vidrio; cuando el basilisco arroja
él vea al hombre, muere; y si él ve al
su veneno por los ojos, es de tal
hombre antes, es el hombre quien
naturaleza que, si choca contra al-
morirá. Pues el animal es de tal na-
gún objeto, rebota hacia atrás con-
turaleza, que arroja su veneno por
tra él, y ha de morir. Este animal
los ojos; y tiene la mirada tan vene-
representa al diablo, al mismo Sata-
nosa, que mata a las aves que vue-
nás (Malaxecheverría, 2002:159-
lan por encima de él, si puede mirar-
160).
las entre los ojos. Este animal es el
rey de todos los demás reptiles, y
temido por ellos, igual que el león es
más poderoso y temido que todas
las demás bestias. Y no puede pasar por un lugar, sin que éste pierda
su virtud; pues jamás volverá a producir, ni hierba, ni otra cosa alguna.
Y si toca un árbol, éste pierde su
virtud, y jamás dará fruto; ha de perecer y secarse. No obstante, es un
Fig. 8. Basilisco en el Bestiario de Aberdeen, f.66 v. Biblioteca de la Universidad
de Aberdeen, MS.24. C.1200.
bello animal, de hermoso color manchado de blanco. Pero otro tanto su50
En sus Etimologías, san Isidoro de Sevi-
que llegan a poner los gallos colorados
lla, lo describe de la siguiente manera:
cuando están muy viejos o han cumplido
El basilisco es nombre griego, que se
siete años. Generalmente esto sucede
interpreta en latín como regulus, porque
en una noche de luna llena y exacta-
es el rey de las serpientes, hasta el pun-
mente a media noche; también puede
to de que todos escapan de su presen-
ocurrir que sea puesto por las gallinas,
cia porque los mata con su aliento; e in-
viejas y con espolones, o una ponedora
cluso al hombre le causa la muerte si le
cansada, que al hacerlo canta como el
pone la vista encima. Ningún ave vola-
gallo. Cuando ha sido un gallo el que ha
dora escapa si ve al basilisco, pues, in-
puesto el huevo, la gallina más vieja del
cluso desde muy lejos, es quemada por
corral se pone a cantar. Se recomienda
el fuego de su boca. Sin embargo, es
entonces matar en el acto a ambos ani-
vencido por las comadrejas que colocan
males. Se supone que este huevo es
los hombres en los agujeros de la tierra
incubado por un sapo, de ahí las carac-
donde se esconden. En cuanto ve una,
terísticas híbridas del animal. Cuando en
escapa, pero ella le persigue y lo mata.
el nido se encuentra un huevo vacío,
En efecto, el padre común no ha creado
surge la sospecha de que ha nacido de
nada sin su remedio. Tiene medio pie de
él este maligno monstruo (Ambrosetti,
largo, y está manchado con líneas blan-
1917:228; Coluccio, 1991:151; 1964:260
cas. Como los escorpiones, busca los
-261; Borges y Guerrero, óp. cit.:37;
lugares áridos; si se acerca a las aguas
Bueno Sánchez: óp. cit.:68-69).
y pica a alguien, éste se vuelve hidrófo-
Se dice que al nacer, el animal, tiene la
bo y linfático. Este mismo animal se lla-
forma de un gusano colorado que corre
ma también silbido, pues mata silbando,
como una lagartija y se aposenta bajo la
antes de morder o de abrasar (De Sevi-
casa, los establos o "enraje", donde per-
lla, 1982).
manece oculto hasta volverse basilisco,
Regresando a nuestro continente, en
lo que ocurre al cabo de un año. El Basi-
Argentina el mito refiere, al igual que en
lisco se asemeja a un reptil o serpiente
Europa, que este ser nace de un huevo
con patas muy cortas, pico y cresta de
diminuto y estéril, sin yema o “huero”,
gallo, de color pardo. Tiene una cabeza
51
muy grande en la que sobresalen los
nalmente muere, si no se toman medi-
ojos luminosos, redondos y sin párpa-
das para echar al animal. El cual no
dos. En Santiago del Estero se lo repre-
abandonará la casa hasta que mate a
senta con la forma de un "chelko" o la-
todos
garto negro, o de un enorme gusano con
1917:229; Colluccio, 1964:261; Colom-
un solo ojo en el medio de la frente. Otra
bres: óp. cit.).
de las referencias nos dice que no abul-
Puede suceder que cuando en la casa
ta más de un palmo y que emite un can-
hay una madre amamantando, el animal
to monótono que se asemeja al del ga-
aprovecha su sueño para deslizarse
llo.
cautelosamente hasta su seno y le suc-
En la zona de Jujuy y parte de la puna
ciona la leche, mientras entretiene al ni-
se asegura que este animal se parece a
ño dándole a chupar su cola. En la re-
los lagartos, pero en la zona de los va-
gión central de Chile existe la misma
lles y parte de Tucumán, Santiago y Ca-
creencia respecto a la culebra común,
tamarca, muchos pobladores mencionan
mientras que en México encontramos un
que tiene un solo ojo en la frente.
mito similar en el que interviene la Ma-
Dentro de la mitología popular se cree
zacuata.
que este ser monstruoso huye de la luz
Lo anterior ha hecho que se le atribu-
del día, guareciéndose en los techos de
yan, las muertes súbitas, provocadas
las casas o en las ranuras de las pare-
por causas desconocidas, al igual que
des, donde no llega el sol, y espera has-
una forma de histeria femenina común-
ta que caiga la noche para entrar a las
mente llamada "daño", que suele com-
habitaciones donde duermen las fami-
plicarse con epilepsia (Ambrosetti, 1917:
lias, para comerles la “flema” y con ello
229-230).
el aliento, la energía vital. La víctima co-
Cualquier animal o persona que llega a
mienza a adelgazar hasta quedar como
sorprenderlo en su escondite y a mirarlo
un esqueleto, generalmente estas perso-
a los ojos quedarán aniquilados instan-
nas tienen una tos seca. Se dice enton-
táneamente, ya que tiene en los ojos un
ces que el enfermo entonces "se va po-
fuego devastador, similar a la Gorgona
niendo maganta… se va secando" y fi-
clásica. En el mejor de los casos la per52
sus
habitantes
(Ambrosetti,
sona puede salvarse, pero quedará cie-
todas clases de animales de corral.
go o paralizado para el resto de su vida.
Entonces, un día temprano entró la
Sin embargo, quien logre verlo antes de
señora a una pieza y cayó como
que pueda fijar la mirada en uno, podrá
desdescompuesta, como muerta, en
matarlo.
el suelo. Entonces, uno de los chicos
Evidente heredero de la tradición greco-
si alarma y grita y lo llama al papá y
romana, es tan horrible que ni él mismo
le dice:
—Papá, mire que la mamá cayó
puede aguantar su propia imagen reflejada en el espejo. De ahí que la mejor
ahí, en la pieza.
manera de protegerse sea cubrirse la
Y corre uno de los chicos a verla y al
cara con uno, o colocarlos frente a la
entrar por la misma puerta por donde
puerta o ventana por la que se supone
había entrado esta señora, miró el
que ha de entrar; cuando el animal se
chico para arriba, y cayó él también
mira en el espejo, con horrendo chillido
en la misma forma que la señora.
se derretirá. Luego hay que echarle
Después viene el otro chico y pasa
aceite y grasa en el lugar en que se di-
lo mismo.
solvió y posteriormente encender fuego
Al mirar así, para el umbral* de la
ahí mismo donde se dio su desaparición,
puerta, cae también el chico ahí. En-
realizado este acto deberán pasar 24
tonces el señor, el esposo, pensó:
horas antes de que se aleje la maldición
—No vaya a ser éste el basilisco,
(Coluccio,
que dicen que sabe salir de los hue-
1991:151;
López
Breard:
1986).
vos de las gallinas, esos huevitos
El relato 290, uno de los 8 que Vidal de
chiquititos.
Battini recopila sobre basiliscos, en las
Entonces, él, rápido si acordó que no
provincias de Argentina, refiere que:
sé qué señora li había dicho que la
Don Avitón Juárez contaba que ha-
única forma de matarlo al basilisco
bía una familia formada por el pa-
era hacerlo ver su propia figura refle-
dre, la madre y dos o tres hijos. En
jada en un espejo. Entonces corrió a
la casa acostumbraban a criar mu-
la pieza adonde ellos usaban para
chos animales, gallinas, pavos, de
lavarse, peinarse, y sacó un espejo
53
grande que tenían, muy antiguo,
Pero todos decían que al no matarlo
vino con el espejo poniéndoselo
al bicho, la gente tenía que morir, y
delante de él, cosa de que se tape
que si no hubiera sido por el espejo
la figura de él. Entonces al entrar a
no se salva él ni se salva la familia.
la pieza con el espejo por delante,
Antonia Díaz de Páez, 46 años. Los
sentía que quedaba con vida y en-
Sarmientos. Chilecito.
tonce pasó el umbral de la puerta,
La Rioja. 1968.
poniendo el espejo para que dé
(Vidal de Battini, 1984:458-459).
bien al umbral, y sintió como un rui-
Otra de las recomendaciones que se ha-
dito, que cayó algo. Y pasó, entró a
cen para prevenir sus ataques es que
la pieza donde 'taba su familia des-
escuche el canto de un gallo ya que este
compuesta, vaya a saber, en un
sonido lo asfixia. Por esta razón, y el
paso de la muerte. Y entonce vio
gran temor que causa el Basilisco, mu-
en el suelo un bicho que era pareci-
chos viajeros solían ir acompañados de
do a un matuasto, a esos bichos
un gallo. En cualquier caso siempre se
que salen aquí, en el río, en la are-
recomienda recurrir a un brujo, o espe-
na, entre las piedras, parecido, así,
cialista que usará su arte y algunos re-
con los ojos muy grandes. Él decía
cursos como tirarle agua bendita hervi-
que había visto los ojos, pero otros
da, para intentar deshacerse del animal
opinaban que tenía un solo ojo
(Borges y Guerrero, óp. cit.:37; Coluccio,
grande, así redondo, sin párpado,
óp. cit.151; López Breard, óp. cit.).
así grande. Entonce el señor acu-
Por desgracia, no hay una manera efec-
dió con una pala, lo sacó afuera y
tiva de combatirlo, ya que ni los brujos
recién auxilió a la familia. Pero to-
más experimentados pueden destruir
dos decían que ése era el basilisco,
este flagelo: la manera tradicional y más
que había que quemarlo la única
segura de liberarse de él es incendiando
forma que desaparecía quemándo-
la casa. Existe una receta que aplican
lo. Y lo quemaron, y la familia se
solamente algunos hechiceros muy ex-
salvó escasamente de la muerte,
pertos para desalojarlo:
"Se colocan dos varillas de mechay
porque parece que no la miró bien.
54
en forma de cruz en las cuatro es-
totalmente, antes de que nazca el ani-
quinas de la casa, a continuación
mal y la tragedia se suscite.
se riega el piso con agua bendita
Sobre la presencia de estos huevos,
hirviente" (Coluccio, óp. cit.:151).
Ambrosetti menciona:
La receta anterior se aplica cuando hay
Tales huevos son los que se lla-
algún enfermo de "tos seca" en la vivien-
man ordinariamente hueros, es
da y se presume que su mal es causado
decir, sin yemas y cuando sospe-
por la presencia de un Basilisco. De tal
chan que alguno lo es, lo entierran
modo, puede escucharse el silbido del
profundamente, apisonando la tie-
engendro y lograr desalojarlo. Empero,
rra y haciendo sobre ella una cruz
esta "machina" no mejora al paciente,
con un palo o cuchillo.
pero se tiene así la certeza de que el día
Si en alguna nidada por casuali-
en que fallezca también morirá el basilis-
dad encuentran un huevo vacío,
co, salvándose el resto de la familia de
creen que de allí ha salido un basi-
tan peligroso enemigo. Estos ritos, si
lisco, y se lanzan a buscarlo; excu-
bien observan características cristianas,
sado es decir que cualquier larva o
como ya se mencionó, son llevados ade-
gusano que encuentren por las in-
lante por brujos locales (Ídem.).
mediaciones es, de no conocerlo,
Debido a lo anterior es que se deben ex-
arrojado al fuego sin más trámite
tremar los cuidados para destruir y que-
(Ambrosetti, óp. cit.:223).
mar sus huevos antes de que el animal
Hoy en día, cuando el folklore tradicional
nazca, teniendo en cuenta que su gesta-
parece diluirse la imagen del basilisco
ción dura alrededor de un día. El huevo
resurge, ha pasado a la literatura con-
también, puede ser enterrado profunda-
temporánea. Un claro ejemplo lo tene-
mente.
mos en “Modelo para armar” de Julio
Es común que en el campo, todavía hoy,
Cortázar (1995), donde el basilisco se
al encontrarse con esos huevos peque-
convierte en un personaje más. O bien
ños la gente sienta pánico y los ponga al
lo encontramos en la pintura naíf, en
fuego de inmediato, en la parte central
que la pintora santafecina Susana Esre-
de una fogata hasta que se consuma
quis recrea de manera encantadora el
55
mito, en su cuadro Retrato de una mal-
parado en actitud de cantar. En el lado
dad. Se trata de un pequeño cuadro de
derecho observamos que del nido sale
31 cm X 27 cm realizado en acrílico so-
una especie de humo gris y sobre el
bre tela y madera. En el que la artista ha
huevo pequeño, apenas se distingue un
sintetizado la leyenda y la plasma a ma-
sapo rojo que lo está incubando. A conti-
nera de texto, permitiendo una lectura a
nuación, en la parte inferior se advierte
través de la cual identificamos cada ele-
al pequeño Basilisco surgiendo del hue-
mento de la tradición (Fig. 9).
vo.
En el centro de la pintura y como eje del
En un tercer plano, en el sector derecho
relato se destaca el basilisco adulto, que
reparamos en una serie de casas blan-
ocupa casi la altura total de la represen-
cas con techos rojos, junto a una de
tación, misma que está dividida en dos
ellas se distingue un molino de viento.
planos, izquierdo y derecho.
La artista ha plasmado la vasta exten-
El animal se encuentra en un campo
sión de la campiña donde predominan
cultivado y cercado, en el que hay clava-
los pastos verdes y ha colocando pe-
do un letrero donde se lee el título de la
queños grupos de árboles que dan ma-
obra. Se mantiene erguido y amenazan-
yor armonía y sensación de lejanía. En
te, con la parte posterior de su cola. Tie-
este mismo plano, pero en el lado iz-
ne las fauces abiertas mostrando sus
quierdo se advierte un grupo de perso-
colmillos y la lengua bífida. Posee la ca-
nas que han sido víctimas del Basilisco.
racterística cresta de gallo.
Un punto interesante del análisis son los
En la parte posterior, en el segundo
colores empleados por la autora, utili-
plano, hallamos la secuencia de su apa-
zando una degradación de verdes, en la
rición, en cuatro imágenes, comenzando
parte inferior donde se representa la
de izquierda a derecha, desde que el
campiña; y azules en el cielo, en el que
huevo del basilisco es puesto por el ga-
distinguimos el atardecer cubierto por
llo colorado. En la imagen siguiente se
nubes azules que se difuminan hasta un
ve al gallo frente al nido, que contiene
tono más oscuro, lo que otorga mayor
tres huevos de los cuales uno es mucho
dramatismo a la pintura.
más pequeño que los otros. El gallo está
Como hemos podido apreciar, la exis56
Fig. 9. Retrato de una maldad.
Cortesía de Susana Esrequis.
57
tencia de este ser, no es algo que se du-
misionera, valles calchaquíes; las
de, todavía hoy al calor del hogar se re-
pampas. La cultura Argentina,
conoce su presencia en las historias de
Buenos Aires, Argentina.
los abuelos, ha sobrevivido a la modernidad, reptando desde la Grecia clásica y
Benítez, Justo Pastor
escondiéndose entre las grietas de los
1963 “El colorido folklore paraguayo” en
vetustos edificios medievales; llegó a los
Journal of Inter-American Studies.
barcos y se trasladó a nuestro continen-
Vol. V. N° 3. Julio. Florida. Pp.371-
te, donde se ha refugiado, sobre todo en
377.
el cono Sur, hasta nuestros días poblando en el imaginario de los campesinos y
Bestiario de Aberdeen
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C.1200 Biblioteca de la Universidad de
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61
EL CARÁCTER VENUSINO EN EL TONALPOHUALLI DE LOS
CÓDICES BORGIA, VATICANO B Y COSPI
Ofelia Márquez Huitzil1
Introducción
L
os códices Borgia, Vaticano B y Cospi comparten características intrínsecas
vinculadas con los ciclos venusinos, lo que es observable desde sus prime-
ras ocho láminas, ya que en cada uno se despliega un Tonalpohualli completo con una
organización particular.
El Códice Borgia, Codex Borgianus o Manuscrito de Velletri (1898), debe su nombre al
Cardenal Stefano Borgia, quien lo adquiriera en el Palacio Giustiniani, de la familia del
mismo nombre, en la segunda mitad del siglo XVIII, cuando los hijos de los sirvientes
lo arrojaron al fuego (Alcina Franch, 1992:167). Por este hecho, el códice perteneció
en primera instancia, al Museo Velletri, propiedad de la familia Borgia, y después a la
Biblioteca Borgiana en 1809, cuando la Santa Congregazione de Propaganda Fide ganara en un juicio por las propiedades del cardenal Borgia, a su muerte. Más tarde, el
Códice pasó al Museo Etnográfico Borgiano y, en 1902, a la Biblioteca Apostólica del
Vaticano, en donde se encuentra actualmente. No obstante, Manuel Hermann Lejarazu
(2009:16) toma en cuenta la versión de Franz Ehrle (1898), pues éste fue prefecto de
la Biblioteca Vaticana, y afirmó que:
…el Códice había sido salvado de un auto de fe en México y que un ex alumno
de Francisco Xavier Clavijero lo había sacado del fuego para posteriormente enviárselo a Stefano Borgia en 1762” (Hermann, óp.cit.:17).
1 Doctora en Estudios Mesoamericanos por la Facultad de Filosofía y Letras y el Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM (2009), Maestría en Artes Visuales de la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM (1988), Licenciatura en Diseño de la École Nationale Superière des Arts Décoratifs de
Paris del Ministerio francés de la Cultura (1985). Estancia Posdoctoral en el Posgrado en Historia y Etnohistoria de la Escuela Nacional de Antropología e Historia del INAH (2010-2012).
62
Sin embargo, en la lámina 68 del mismo
Loubat de 1904. Esta edición mexicana,
Códice, aparece una leyenda con carac-
reprodujo el facsímil que el arquitecto
teres italianos del siglo XVI en donde se
Ramón Rodríguez Arangoiti hiciera en
señala como un documento concernien-
1986, en el cual, la precisión de los dibu-
te a los días de la semana. Por todo es-
jos y de los colores, proporciona la infor-
to, Hermann deduce que el documento
mación de la que carecen otras edicio-
fue salvado sí, de un auto de fe, pero del
nes.
siglo XVI (Hermann, óp.cit.:17), y que
Respecto del Códice Vaticano B, Codex
luego fue abandonado en alguna biblio-
Vaticanus 3773, Códice Vaticano Rituale
teca de Europa o de América, para final-
o Códice Fábrega, éste era ya parte de
mente, ser vendido u obsequiado al car-
la Biblioteca Apostólica del Vaticano, en-
denal Stefano Borgia.
tre 1565 y 1570 (Ibíd.:174), pues apare-
El documento consta de 39 folios, de los
ce en el Catálogo de Rainaldi de 1596-
cuales 76 láminas están pintadas. Su
1600, sin llevar el número de cataloga-
soporte es de piel de venado con un for-
ción de Marcelo Cervini, anterior a 1555.
mato casi cuadrado de 26.5 x 27 cm, so-
Parece haber ingresado a este lugar,
bre una base de imprimatura de estuco,
junto con el Códice Ríos, gracias al car-
por lo que el total de su superficie pinta-
denal Amulio, quien fuera embajador en
da es de 10.30 m x 27 cm (Alcina
la corte de Carlos V y de Felipe II y más
Franch, óp.cit.:68).
tarde bibliotecario del Vaticano.
Numerosas han sido sus ediciones des-
El Códice mide 7.24 m x 12.5 y 13 cm
de los años 30 del siglo XIX cuando Lord
de altura. Está plegado en forma de
Kingsborough (1831-1848) lo mandó
biombo y consta de 49 folios, de los cua-
editar con reproducciones de los dibujos
les, tenemos 96 láminas pintadas. Cada
hechos por Agostino Aglio, a partir de
lámina tiene 14.7 x 12.7 cm. Fue pintado
los originales. Otra edición que destaca
sobre piel de venado con una capa de
es la de 1980, por parte del Fondo de
imprimatura de estuco (Ídem.).
Cultura Económica en México, con el
El Vaticano B ha sido estudiado por
estudio introductorio que Eduard Seler
Franz Ehrle, quien hizo una introducción
preparó para la edición del Duque de
a la edición que en 1896 patrocinó el
63
duque de Loubat, mientras que Francis-
lerio Zani, quien en 1665, lo obsequiara
co del Paso y Troncoso (1896) hizo un
al Marqués Ferdinando di Cospi, sena-
estudio del códice, en su trabajo Los li-
dor de Bolonia, para más tarde formar
bros del Anáhuac para el Congreso In-
parte del Instituto de las Ciencias y las
ternacional de Americanistas de 1895
Artes de Bolonia, y enseguida, a la Bi-
(Alcina Franch, óp.cit.:175). Existe un
blioteca Universitaria de Bolonia, en
análisis del códice de Eduard Seler para
donde se encuentra hasta nuestros días.
la edición de 1902, patrocinada por el
La totalidad del Códice es de 3.64 m de
Duque de Loubat. Este análisis se cen-
largo por 18 cm de altura. Hecho sobre
tra en aspectos de carácter astronómico.
piel de venado con imprimatura de estu-
Más tarde, bajo una perspectiva diferen-
co, tiene un total de 20 folios, de los
te, centrada más en los aspectos ritua-
cuales,
les, Karl Anton Nowotny, en 1961, anali-
(Ídem.).
za este códice en su trabajo Tlacuilolli
Del Códice Cospi, como lo menciona
(2005). Por otra parte, Anders, Jansen y
Alcina Franch (Alcina Franch, 1992:169)
Reyes García (1992a) presentaron un
Francisco del Paso y Troncoso en 1895,
estudio semiótico del Vaticano B, para el
hace un estudio para el Congreso Inter-
Fondo de Cultura Económica en 1992 al
nacional de Americanistas del mismo
que denominaron Manual del adivino,
año, en este trabajo encuentra la dife-
libro explicativo del llamado Códice Vati-
rencia entre dos amanuenses en el códi-
cano B.
ce, en términos de minuciosidad en el
Por otra parte, el Códice Cospi, Codex
trazo. Mientras que Hamy en 1901
Cospianus, Códice di Bologna, Calenda-
(Íbid.:170) encontró rasgos mayas en la
rio messicano 4093 de la Biblioteca Uni-
enumeración. Eduard Seler, en el primer
versitaria de Bolonia, o Libro della Cina,
tomo de su obra Collected Works in Me-
Códice de Bolonia o Codice Bolognese,
soamerican linguistics and Archaeology
como lo denominó Francisco del Paso y
(Seler, 1996), realiza un análisis breve,
Troncoso (Alcina Franch, óp. cit.:169) en
pero fundamental del códice, con res-
su prólogo a la edición del Duque de
pecto a la manera en que los Señores
Loubat de 1898, perteneció al conde Va-
de la Noche o Novenos, se representan
64
24
láminas
están
pintadas
de manera abreviada. Karl Anton No-
El Tonalpohualli desplegado en las
wotny (2005:144-147, 206), aborda el
primeras ocho láminas
estudio de una parte de este códice en
Respecto del Tonalpohualli que aparece
su trabajo Tlacuilolli. Ferdinand Anders,
desplegado en las primeras ocho lámi-
Maarten Jansen y Peter Van Der Loo
nas en cada uno de estos tres códices,
(1994) lo llaman el Calendario de pro-
debemos de mencionar que, mientras
nósticos y ofrendas. Libro explicativo del
que la lectura del mismo se desarrolla
llamado Códice Cospi, para la edición
del extremo inferior derecho, hacia la
que patrocinó la Akademische Druck –u.
izquierda en el Códice Borgia, tanto en
Verlagsanstalt y el Fondo de Cultura
el Códice Vaticano B, como en el Cospi
Económica, en México en 1994. Carmen
(1971), la lectura se desarrolla del extre-
Aguilera también hizo un estudio impor-
mo inferior izquierdo hacia la derecha, lo
tante del Cospi para la edición patrocina-
que constituye un argumento a favor de
da por el Gobierno del Estado de Puebla
que estos dos últimos códices se elabo-
a través del Centro Regional de Puebla
raron ya durante la colonia, en el siglo
2
del INAH
XVI, con un orden de lectura eminente-
en 1988. Tanto el Códice
Cospi, como el Códice Laud, han sido
mente occidental (Fig. 1).
objeto de un análisis comparativo con
El Tonalpohualli o cuenta de los días,
datos etnográficos, llevados a cabo des-
que consta de 260 días, es el resultado
de 1933 por Paul Radin (1935) y Jena
de la combinación simultánea de 20 sig-
Schultze en 1938, respecto de las ofren-
nos3 con 13 numerales. De manera que
das contadas entre los tlapanecos de
veinte signos de los días forman una
Guerrero, trabajo que fue perfeccionado
veintena (Fig. 2), y trece veintenas for-
y superado por la etnohistoriadora Da-
man un Tonalpohualli completo, desple-
nièle Dehouve entre 2001 y 2007.
gándose en una lectura que va de derecha a izquierda en el Códice Borgia (Fig.
2 Instituto Nacional de Antropología e Historia,
México.
3 Los veinte signos de los días siempre aparecen en el mismo orden, y son: Lagarto, Viento,
Casa, Lagartija, Serpiente, Muerte, Venado, Conejo, Agua, Perro, Mono, Hierba seca, Caña o
Carrizo, Jaguar, Águila, Buitre, Movimiento, Pedernal, Lluvia y Flor.
3), o bien, desplegándose de izquierda a
derecha, en los códices Vaticano B y
Cospi.
65
66
Fig. 1, El tonalpohualli de 260 días en las primeras 8 láminas de los códices Borgia, 1898;
Vaticano B, Anders, Jansen y Reyes García, 1992a y Cospi, 1971.
Fig. 2. Lectura de los veinte signos de los días de derecha a izquierda. Detalles de las láminas 1, 2 y 3 del Códice Borgia,
1898.
67
Fig. 3. Bloques de las 13 veintenas en el tonalpohualli del Códice Borgia, 1898.
Por otra parte, las trecenas o numerales
que generalmente se encuentran seña-
ladas por puntos rojos en otros códices,
como el Borbónico o el Telleriano Remensis, están implícitas e implícitos en
los códices que estamos estudiando, por
la posición que les corresponde de
acuerdo a las 52 columnas de cinco signos que se forman al cabo de las ocho
láminas en cuestión. El número 52 es
asimismo el total de cuatro trecenas, por
lo que las ocho láminas forman el total
de veinte trecenas divididas en cuatro,
siendo cada cuarto, la superposición de
cinco trecenas (Fig. 4).
En las láminas 5 y 6 (de derecha a izquierda) del Códice Borgia, tenemos co-
mo ejemplos de la combinación de un
signo de los días con un numeral, dentro
de las trecenas formadas por estas láminas, a los signos: 1 Lagartija, 3 Muerte,
8 Águila y 10 Serpiente como podemos
observar en la figura 5.
Orientación cósmica de las trecenas
en el Tonalpohualli
El que las ocho láminas del Tonalpohualli lo dividan en cuatro cuartos de veinte
Fig. 4. Bloques de las 20 trecenas en el
tonalpohualli del Códice Borgia, 1898.
trecenas cada uno, es un hecho más
que significativo, porque implica que se
68
Fig. 5. Los signos 1 Lagartija, 3 Muerte, 8 Águila y 10 Serpiente (de derecha a
izquierda), en las láminas 7 y 8 del Códice Borgia, 1898.
Fig. 6. Las 5 trecenas de las Cihuateteo (de derecha a izquierda): 1 Venado, 1
Lluvia, 1 Mono, 1 Casa, 1 Águila, en las láminas 47 y 48
del Códice Borgia, 1898.
69
superpongan cinco signos, formando 13
con una región de abundancia y creci-
columnas con un numeral correspon-
miento, por lo que dicho investigador
diente a cada una, y que al cabo se for-
considera que todo el primer cuarto del
men 52 columnas en total, como hemos
Tonalpohualli, corresponde al Este.
podido observar. Seler (1980, Vol. I:21-
Respecto al segundo cuarto del Tonal-
27) argumentó la idea de que los cuatro
pohualli, de acuerdo con el mismo inves-
cuartos del Tonalpohualli, correspon-
tigador, la figura que se encuentra deba-
dían, cada uno, a un rumbo cósmico. Su
jo del signo inicial, 1 Jaguar, es la de
idea se basó en el hecho de que por de-
Tezcatlipoca Negro, dios que es asimila-
bajo del primer signo de los días, en el
do a la constelación de la Osa Mayor, en
primer cuarto del Tonalpohualli, Uno La-
el Norte, por el pie que le falta, en la His-
garto, se encuentra un sacerdote de
toria de los mexicanos por sus pinturas
Ehécatl-Quetzalcóatl, con el copilli o go-
(Tena, 2002:35). En el segundo cuarto
rro cónico truncado que lo caracteriza,
del Códice Vaticano B la figura ya no es
así como con ómitl y el huiztli, el punzón
visible, pero en el Códice Cospi, se ve la
de hueso y la espina de maguey para el
figura de Tezcatlipoca, en su advocación
autosacrificio, además de su pintura cor-
del Tezcatlipoca Rojo, complementario
poral negra de sacerdote. Dicha figura
al Negro.
tiene un pie dentro del agua, hecho que
Respecto a la figura que se encuentra
Seler (Ídem.) asocia con el mito de los
debajo del signo inicial del tercer cuarto
Anales de Cuauhtitlán en el que el sa-
del Tonalpohualli, 1 Venado, en el Bor-
cerdote muere en el mar del Este para
gia, vemos que se trata de una mujer
transformarse en lucero matutino. Por
por la falda que porta, con una máscara
otra parte, en el Vaticano B, la figura en
de Tláloc. Es el rumbo de las mujeres,
cuestión es la de Tláloc, con los colores
como su nombre en náhuatl lo indica, el
azul y verde, y con los pies sumergidos
Cihuatlampa. El rumbo cósmico por el
en el agua, lo que refiere una región de
que las mujeres endiosadas, muertas en
vegetación, mientras que en el Códice
el parto, acompañaban al Sol desde el
Cospi, la figura representada es la de
cenit, hasta el ocaso, en el Poniente. En
una planta color azul, también asociada
el Códice Vaticano B, la figura femenina
70
correspondiente, lleva rostro de calavera
ción específica de cada signo, podemos
y garras de águila y/o de jaguar, lo que
ya suponer, que los signos con los que
la asimila a la diosa serpiente de la tie-
inicia cada cuarto del Tonalpohualli: 1
rra, Cihuacóatl de los Primeros Memo-
Lagarto, 1 Jaguar, 1 Venado y 1 Flor,
riales, lámina 74v, de Sahagún (1993),
tienen en sí mismos una orientación es-
cuyo emblema es, ya sea una garra de
pecífica de acuerdo con el cuarto del To-
águila cuauhtetepoyo chimalli, o una ga-
nalpohualli que encabezan.
rra de jaguar, oçelotetepoyo chimalli. En
el Códice Cospi también aparece una
Orientación cósmica de los días vin-
figura femenina, reconocible por la falda
culados a las Cihuateteo y a los
que porta.
Ahuiateteo
En relación con el cuarto cuarto del To-
Otro argumento que justifica la orienta-
nalpohualli que de acuerdo con la lógica
ción cósmica de cada uno de los signos
que hemos seguido, vemos por debajo
de los días, es la presencia de las Cinco
del signo 1 Flor con el que comienza, en
Cihuateteo, mujeres endiosadas muer-
el Códice Borgia, tenemos a una figura
tas en el parto, y de los Cinco Ahuiate-
humana arrodillada sosteniendo una es-
teo, dioses de la voluptuosidad, variacio-
pina, lo que nos recuerda que el Sur es
nes del dios Macuilxóchitl, Cinco Flor,
el lugar de las espinas, el Huitznahua.
dios de la danza, compañeros de las
En el Vaticano B, vemos a un ser que
Cihuateteo, en las láminas 47 y 48 del
practica el autosacrificio con una espina
Códice Borgia, y en las láminas 77 a 79
de maguey, y en el Cospi también apa-
del Códice Vaticano B. En estas láminas
rece representada a una figura practi-
aparecen desplegadas las cinco trece-
cando el autosacrificio.
nas que corresponden al cuarto del To-
Por todo esto, podemos constatar que la
nalpohualli del Oeste, cada trecena junto
orientación de cada cuarto del Tonal-
a cada una de las Cihuateteo, y las cin-
pohualli no es gratuita y que el conjunto
co trecenas que corresponden al cuarto
tiene un orden regular en el que se alter-
del Tonalpohualli del Sur, junto a cada
nan los rumbos Este, Norte, Oeste y
uno de los Ahuiateteo.
Sur. Aunque Seler no señaló la orienta-
Las trecenas que corresponden a las
71
diosas, son las que comienzan con los
ja, 1 Buitre y 1 Conejo, días que corres-
días 1 Venado, 1 Lluvia, 1 Mono, 1 Casa
ponden al cuarto del Tonalpohualli del
y 1 Águila, días que podemos deducir,
Sur. Asimismo, aparecen completos los
corresponden, o se identifican con el
signos 5 Lagartija, 5 Buitre, 5 Conejo, 5
Oeste, ya que forman la columna inicial
Flor y 5 Hierba seca, en lugar de puntos
de este cuarto del Tonalpohualli. Asimis-
rojos, en cada trecena, además de que
mo, aparecen completos los signos 5
corresponden al nombre de cada Ahuia-
Mono, 5 Casa, 5 Águila, 5 Venado y 5
teteo, entre los cuales destaca la repre-
Lluvia, en lugar de puntos rojos, en cada
sentación de 5 Flor, Macuilxóchitl, quien
trecena, y nuevamente aparecen com-
aparece como una de las caracterizacio-
pletos al final, como 13 Lluvia, 13 Mono,
nes del Tezcatlipoca Rojo, ya que porta
13 Casa, 13 Águila y 13 Venado (Fig. 7).
la pintura facial de franjas rectangulares
De la misma manera, las trecenas que
longitudinales rojas y amarillas, estas
corresponden a los dioses, son las de
últimas, hechas con excremento de be-
los días 1 Flor, 1 Hierba seca, 1 Lagarti-
bé conecuítlatl, pues se trata de un dios
Fig. 7. Las 5 trecenas de los Ahuiateteo (de derecha a izquierda): 1 Flor, 1
Hierba, 1 Lagartija, 1 Buitre, 1 Conejo, en las láminas 47 y 48
del Códice Borgia, 1898.
72
joven. Característica de las representa-
signos Mono, Casa, Águila, Venado y
ciones del dios 5 Flor, es también la
Lluvia, pertenecen al primero, siendo el
mano extendida en forma horizontal que
signo Casa, el signo portador de los
lleva por encima de la boca, y que indica
años con orientación Oeste, como vere-
su nombre relacionado con el número 5.
mos más adelante, así como el signo
Al final de las trecenas que vemos junto
Venado, con el que inicia el cuarto del
a cada dios, están representados en for-
Tonalpohualli del Oeste, y los signos La-
ma completa los signos 13 Hierba seca,
gartija, Buitre, Conejo, Flor y Hierba se-
13 Lagartija, 13 Buitre, 13 Conejo y 13
ca, pertenecen al segundo, al rumbo del
Flor (Fig. 8).
Sur, y es, entre estos signos, el signo
Estas secciones en los códices Borgia y
Conejo quien aparece también, como
Vaticano B, indican de manera inconfun-
signo portador del los años con orienta-
dible la orientación de los signos que en-
ción Sur, como veremos después, mien-
fatizan, con respecto a los rumbos cós-
tras que el signo Flor lo hemos visto co-
micos del Oeste y del Sur, por lo que los
mo signo inicial del cuarto del Tonal-
Fig.8. Los signos portadores de los años: Caña, Pedernal, Casa y Conejo, insertados en una orientación cósmica de acuerdo a la lámina 1 del tratado 3° del Códice
Durán (1990), y a las columnas del tonalpohualli en el Códice Borgia, 1898.
73
pohualli del Sur.
influencia del Sur (Fig. 9).
Orientación cósmica de los signos
Orientación cósmica de los días en el
portadores de los años
Códice Dresde
Como acabamos de ver en el apartado
En el análisis comparativo que hace Se-
anterior, un elemento para justificar el
ler (1980, Vol. I:226 y 234) entre los sig-
hecho de que los signos del Tonal-
nos de los días del calendario del Alti-
pohualli tienen todos y cada uno una
plano mexicano, con los signos de los
orientación cósmica específica, es que,
días del área maya4, que se encuentran
los signos portadores de los años apare-
en las láminas 46 a 50 del Códice Dres-
cen ya con dichas orientaciones, en la
de (Thomson,1988), es evidente que los
lámina 1 del Tratado 3º del Códice Du-
signos mayas del tzolkin o calendario de
rán (1990), elaborado en el siglo XVI, en
260 días, aparecen vinculados con una
donde vemos como la trecena de los
orientación cósmica específica y que ra-
años que inician con el signo Ácatl, Carrizo o Caña, perteneciente, por una par-
4 En las láminas 46-50 del Códice Dresde, los
signos chicchan (serpiente), muluc (pez), been
(caña), caban (tierra), imix (lirio acuático), se
encuentran vinculados con el rumbo cósmico
del Oeste: Chikín, aunque esos signos mayas
corresponderían a los signos cóatl (serpiente),
atl (agua), ácatl (caña o carrizo), ollin
(movimiento) y cipactli (cocodrilo) del Altiplano
central, de orientación Este.
Los signos mayas cimi (muerte), oc (perro), ix
(jaguar), etznab (espejo), ik (viento), se encuentran vinculados con el rumbo cósmico del Sur:
Nohol, que corresponderían a los signos miquiztli (muerte), itzcuintli (perro) océlotl (jaguar),
técpatl (pedernal) del Altiplano central, de orientación Norte.
Los signos mayas manik (venado), chuen
(mono), men (águila), cauac (tormenta, relámpago), akbal (noche), se encuentran vinculados
con el rumbo cósmico del Este: Likín, aunque
esos signos mayas corresponderían a los signos mázatl (venado), ozomatli (mono), cuautli
(águila), quiáhuitl (lluvia), calli (casa), de orientación Oeste.
Por último, los signos mayas lamat (estrella), eb
(diente, humano), cib (ave), ahau (señor), kan
te, a las columnas de signos con los que
inicia el cuarto del Tonalpohualli del Este, aparece dentro de la rúbrica del Este,
mientras la trecena de años que inician
con el signo Técpatl o Pedernal perteneciente a la columna de signos con los
que inicia el cuarto del Tonalpohualli del
Norte, se encuentra en la lámina del Códice Durán, bajo la influencia del rumbo
cósmico del Norte, así como la trecena
de años que inician con el signo Calli o
Casa, tiene la influencia del rumbo cósmico del Oeste, y los años que inician
con el signo Tochtli o Conejo tienen la
74
Fig. 9. Cada signo de la veintena con su orientación cósmica específica de
derecha a izquierda. Detalles de las láminas 1, 2 y 3 del Códice Borgia, 1898.
te en el Tonalpohualli y viceversa.
tifican, tanto un orden, como una orientación cósmica en los signos del Tonalpohualli aunque desde sentidos opues-
Orientaciones cósmicas de los sig-
tos, pero sobre un mismo eje cósmico,
nos de los días
de manera que los signos que en el ca-
Por todo lo anterior, podemos entonces
lendario maya se vinculan con el Norte,
precisar que cada signo de los días tie-
en el calendario del altiplano central se
ne una orientación cósmica: Lagarto la
vincularán con el Sur y viceversa, y los
del Este, Viento la del Norte, Casa la del
que se relacionan con el Oriente en el
Oeste, Lagartija la del Sur, Serpiente es
calendario maya, lo harán con el Ponien-
del Este, Muerte del Norte, Venado del
Oeste, Conejo del Sur, Agua del Este,
Perro del Norte, Mono del Oeste, Hierba
(maíz, amarillo, cielo), se encuentran vinculados
con el rumbo cósmico del Norte: Xamán, aunque
esos signos mayas no corresponden en sentido
literal a los signos del Altiplano central, podrían
ocupar los espacios correspondientes a los signos tochtli (conejo), malinalli (hierba seca), cozcacuauhtli (buitre), xóchitl (flor), cuetzpalin
(lagartija), de orientación Sur.
seca del Sur, Caña o Carrizo del Este,
Jaguar, del Norte, Águila del Oeste, Buitre del Sur, Movimiento del Este, Pedernal del Norte, Lluvia del Oeste, y final75
mente, Flor, del Sur (Fig. 10).
Secciones de los ataques de Venus
Este mismo orden, al extenderse la su-
El carácter venusino en los códices Bor-
cesión de signos a 52 columnas, como
gia, Vaticano B y Cospi se hace patente
múltiplo de las cuatro direcciones, trae
en las láminas 53 y 54 del primero, 80 a
como consecuencia que el siguiente ren-
84 del segundo, y 9 a 11 del tercero, en
glón de trecenas empiece nuevamente
donde aparecen representados los ata-
con un signo del Este, sucediéndose los
ques del dios Tlahuizcalpantecuhtli, Se-
signos siguientes de la misma manera, y
ñor de la aurora, encarnación humaniza-
haciendo que al cabo de todo un Tonal-
da del planeta Venus. En dichas lámi-
pohualli completo de 260 días, se es-
nas, es innegable la presencia de los
tructuren columnas de 5 signos con una
días que corresponden a la primera co-
misma orientación, y con una combina-
lumna del Tonalpohualli con orientación
ción numeral única de 1 a 13 (Fig. 11).
Este: Lagarto, Serpiente, Agua, Caña o
Fig. 10. La combinación de los signos en el tonalpohualli, en columnas de 5
trecenas que ofrece la misma orientación cósmica para 5 signos. Primeras 8
láminas del Códice Borgia, 1898.
76
Fig. 11. Los 5 paneles de los ataques de Venus en las láminas 53 y
54 del Códice Borgia (lectura de
derecha a izquierda desde el panel
inferior, para continuar de izquierda
a derecha en la parte superior), con
las trece variaciones numéricas de
los signos correspondientes al Este
en el tonalpohualli: Lagarto, Serpiente, Agua, Caña y Movimiento.
Códice Borgia, 1898.
Carrizo y Movimiento, y que por lo tanto,
pata de pavo, la pintura corporal blanca
tienen que ver con las salidas heliacas
con rayas rojas que caracterizaba a los
de Venus cada 584 días, tiempo de su
huahuantli o destinados al sacrificio, así
ciclo sinódico (Figs. 12, 13 y 14).
como al dios cazador Camaxtli o Mixcóatl, padre de Quetzalcóatl, quien a su
Iconografía de Tlahuizcalpantecuhtli
vez es el lucero matutino, en el que se
En los tres documentos que estamos
convierte al morir, según los Anales de
estudiando,
Cuauhtitlán y la traducción de Primo Fe-
aparece
Tlahuizcalpante-
cuhtli con varias de las características
liciano Velázquez:
del Tlahuizcalpantecuhtli de la Foja 14v
Se dice que en este año 1 ácatl, ha-
del Códice Telleriano Remensis (1899),
biendo llegado a la orilla celeste del
identificado como tal por el intérprete del
agua divina (a la costa del mar), se
siglo XVI, y que porta el penacho en for-
paró, lloró, cogió sus arreos, aderezó
ma de corona de plumas, de cola o de
su insignia de plumas y su máscara
77
Fig. 12. Los 5 paneles de los ataques de Venus en las láminas 80 a 84 del Códice
Vaticano B (lectura de derecha a izquierda), con las trece variaciones numéricas
de los signos correspondientes al Este en el tonalpohualli: Lagarto, Serpiente,
Agua, Caña y Movimiento. Anders, Jansen y Reyes García, 1992a.
Fig. 13. Los 5 paneles de las láminas 9 a 11 del Códice Cospi, de izquierda a derecha desde el panel inferior izquierdo, de la lámina 9, para continuar hacia arriba,
después en la parte superior de la lámina 10 y luego hacia debajo de la misma
lámina, terminado en la parte inferior de la lámina 11, con los signos correspondientes al Este en el tonalpohualli: Lagarto, Serpiente, Agua, Caña y Movimiento.
Códice Cospi, 1971.
78
Fig. 14. Tlahuizcalpantecuhtli, Venus con
el quincunce en el rostro. Detalles de las
láminas 53 del Códice Borgia (1898), 80
del Códice Vaticano B (Anders, Jansen y
Reyes García, 1992a), 9 del Códice Cospi (1971) y 8 del Códice TellerianoRemensis (1899).
verde […] Luego se atavió, el mismo
cielo. Decían los viejos que se convir-
se prendió fuego y se quemó. Por
tió en la estrella que al alba sale; así
eso se llama el quemadero ahí don-
como dicen que apareció, cuando él
de fue Quetzalcóatl a quemarse. Se
murió Quetzalcóatl, a quien por eso
dice que cuando ardió, al punto se
nombran Señor del Alba [Tlahuizcal-
encumbraron sus cenizas, y que
pantecuhtli] (Velázquez, 1975:11).
aparecieron a verlas todas las aves
Tlahuizcalpantecuhtli tiene la boca des-
preciosas, que se remontan y visitan
carnada, ojos redondos y cejas, en los
el cielo: el tlauhquechol, el xiuhtótotl,
códices Borgia y Cospi, aunque en el
el tzinizcan, los papagayos toznene,
Telleriano Remensis aparece un cráneo
allome y cochome y tantos otros pá-
como yelmo del dios, quien tiene el ros-
jaros lindos. Al acabarse sus ceni-
tro humanizado y el antifaz que caracte-
zas, al momento vieron encumbrar-
riza a Mixcóatl. En los tres casos, el dios
se el corazón de Quetzalcóatl. Se-
lleva el anillo pectoral anáhuatl que ge-
gún sabían, fue al cielo y entró en el
neralmente porta el Tezcatlipoca Negro,
79
Yayauhqui Tezcatlipoca (Fig. 15).
res de Tlatelolco, y que aparece repre-
El quincunce de su rostro, es otro de los
sentado con un quincunce de formas
elementos que definen al Señor de la
rectilíneas en el rostro, en el folio 262r
aurora y que corresponde a las repre-
de los Primeros Memoriales de Saha-
sentaciones de Venus en el área maya y
gún, del siglo XVI:
de las que ya había ofrecido varios
Este dios llamado Yacatecuhtli hay
ejemplos Eduard Seler (Seler, 1980, Vol.
conjetura que començó los tratos y
I:187-190), mostrando incluso el desdo-
mercaderías entre esta gente y an-
blamiento de esta pintura facial en el
sí los mercaderes le tomaron por
rostro (Fig. 16).
dios y le honraban de diversas ma-
Por otra parte, existen dioses que no
neras (Sahagún, 2003:80).
han sido plenamente estudiados y que
En esta representación, Yacatecuhtli
de alguna manera se vinculan con
porta un manto de red con una tela azul
Tlahuizcalpantecuhtli y con Quetzalcóatl.
por debajo, conocido como xiuhtlalpilli,
Uno de estos dioses es Yacatecuhtli, el
que generalmente porta Quetzalcóatl,
Señor de la nariz, dios de los mercade-
además de que lleva un penacho de lar-
Fig. 15. Comparación del quincunce en el rostro de Tlahuizcalpantecuhtli, con glifos mayas según
Eduard Seler, 1980, Vol. I: 191.
80
gas plumas de quetzal, y en su escudo o
tierra muy apartados y remotos
chimalli, tiene la greca escalonada espi-
(Durán, 1980:118-119).
ral como la que tiene dibujada Quetzal-
Otro dios vinculado con Quetzalcóatl y
cóatl en la banda que rodea su cabeza
por ende, con Venus-Tlahuizcalpante-
en la lámina 56 del Códice Borgia. La
cuhtli, es Omacatl, el dios Dos Caña,
greca escalonada que forma una espiral,
también representado en los Primeros
nos recuerda también la forma del cara-
Memoriales de Sahagún, pero en el folio
col marino Strombus, cortado en forma
266v, y en la figura 19 del presente tra-
transversal, como el que este último dios
bajo, en donde vemos su desdoblamien-
lleva en el pecho.
to virtual. Omacatl aparece descrito en
De dios Yacatecuhtli hemos hecho el
la obra de Sahagún como dios de los
desdoblamiento virtual de su pintura fa-
banquetes, y se le describe como:
cial en la figura 16 del presente trabajo,
…muy ataviado, tiene un casquete
para poder observar más claramente el
de plumas, tiene puesto un tocado
quincunce antes mencionado. Este dios
de dardos. Su manto de cordeles
se vincula con Quetzalcóatl, pues este
con un ribete de anillos rojos. Su
último es el dios de los mercaderes de
escudo con banderola de papel lle-
Cholula, tal y como lo describe fray Die-
va en una mano. Tiene un mirador.
go Durán:
(Está sentado en) su sillita de jun-
…este ídolo llamado (Quetzalcóatl)
cias” (León Portilla, 1958:151).
el cual era el dios de los mercado-
De la descripción anterior es interesante
res donde empleaban tanto cuando
observar, tanto en la imagen como en el
hauían grangeado todo el año solo
texto, la precisión en torno al tocado en
para auentajarse de las demás ciu-
forma de corona, que aunque no es de
dades y mostrar y dar a entender la
plumas de cola o de pata de pavo, como
grandeça y riqueça de Chollolan
los que caracterizan a Tlahuizcalpante-
donde oy en día los naturales de
cuhtli en los códices del Grupo Borgia, sí
aquella ciudad permanecen en el
tiene esta forma enhiesta, colocada jus-
trato y contrato de la mercadería
to encima de la coronilla, además de
corriendo todos los lugares de la
que porta la manta de red, sin la tela
81
Fig. 16. Desdoblamiento del rostro de Yacatecuhtli en el folio 262r de los Primeros Memoriales de Sahagún (1993),
digitalización de la autora.
azul por debajo, pero, otro hecho intere-
do por un anillo amarillo y con un borde
sante, es que el dios se encuentra sen-
ancho blanco y la parte superior roja;
tado sobre un atado de cañas, elemento
tiene también el conjunto de flechas tla-
que se asocia con Venus Tlahuizcalpan-
cochtli, el escudo o chimalli y el lanza-
tecuhtli-Quetzalcóatl, el 1 Caña, 1 Ácatl,
dardos átlatl, que indican su carácter
otro de sus nombres.
guerrero (Fig. 17).
Es importante mencionar que muchos
Muchos son los hechos que hacen que
son los elementos que Tlahuizcalpante-
los dioses Tezcatlipoca y Quetzalcóatl
cuhtli comparte con varias de las repre-
sean entidades complementarias y pa-
sentaciones de Tezcatlipoca en el Códi-
ralelas. Por un lado, se consideran her-
ce Borgia, láminas 12, 14, 15, 17, 21 y
manos, hijos de la pareja primordial To-
69. Esos elementos son: el pectoral en
nacatecuhtli y Tonacacíhuatl en la His-
formas de ojo o anáhuatl que ya había-
toria de los mexicanos por sus pinturas
mos mencionado, cuyo centro tiene un
(Tena, 2002:25-27). Por otra parte, en
fondo oscuro con puntos negros, rodea-
la Histoire du Mechique (Tena, 2002:
82
Fig. 17. Desdoblamiento del rostro de Omacatl en el folio 266v de los Primeros Memoriales de Sahagún (1993),
digitalización de la autora.
149), entre los dos levantan el cielo y
de la Nueva España de Sahagún (Saha-
deliberan hacer al hombre que habite en
gún, 2003:280-294), y según la Histoire
la tierra. También en la Histoire du Me-
du Mechique (Tena, óp. cit.:159-165), es
chique (Ibíd.:153), ambos dioses se con-
atacado por el hechicero nigromante
vierten en grandes culebras para estirar
Tezcatlipoca, por lo cual tiene que emi-
a la diosa de la Tierra, a la cual habían
grar al Este.
bajado del cielo. Además, Tezcatlipoca
El concepto Quetzalcóatl-Tlahuizcalpan-
mismo es creador del aire, elemento del
tecuhtli se fusiona como ya hicimos
cual Ehécatl-Quetzalcóatl es dios, en la
mención, en los Anales de Cuauhtitlán.
Histoire du Mechique (Ibíd.:55-157). En
No obstante, encontramos un hecho in-
la Historia de los mexicanos por sus pin-
contestable en las láminas 49 y 51 del
turas (Ibíd.:33-35), los mismos dioses se
Códice Borgia, en donde dicho concepto
alternan como soles. Y en la historia
parece separarse, pues por una parte,
misma de Quetzalcóatl como sacerdote
en el extremo superior derecho de la lá-
de Tula, según la Historia de las cosas
mina 49, Tlahuizcalpantecuhtli parece
83
sostener la bóveda celeste, y también
que podemos cuestionarnos en torno a
parece situarse entre el día Malinalli,
la presencia de Venus como estrella
Hierba seca, de acuerdo al orden siste-
vespertina que desaparece en el Po-
mático de los signos de los días, coloca-
niente, como si aquí ésta estuviera re-
do en la parte superior de la lámina, por
presentada como Quetzalcóatl. Mientras
encima de las franjas celestes, y de la
que la estrella matutina, del Este, estu-
franja de oscuridad celeste que repre-
viera representada por Tlahuizcalpante-
senta la noche, y que sostiene el dios,
cuhtli.
para que este último se coloque por en-
Es necesario destacar que la pintura fa-
cima del día Ácatl, caña o Carrizo, al
cial de Tlahuizcalpantecuhtli en la lámi-
que parece presidir, como emergiendo
na 53 del Códice Borgia, lleva dos líneas
de la oscuridad nocturna. Día que tiene
longitudinales, una que parte de la comi-
una orientación Este, además de que
sura de la boca, y otra que parte de la
toda la lámina se encuentra por encima
comisura del ojo, destacando apenas
de la columna de signos con los que em-
del rostro gris oscuro. Esta misma pintu-
pieza el cuarto del Tonalpohualli del Es-
ra facial es la que caracteriza a Xiuhte-
te. Y por otra parte, retomando la idea
cuhtli, el Señor de la turquesa, dios del
inicial de este párrafo, en extremo supe-
fuego, como vemos claramente, en la
rior derecho de la lámina 51, vemos no a
lámina 50 del mismo códice, además del
Tlahuizcalpantecuhtli, Señor de la aurora
cabello amarillo largo, de fuego, tzon-
como tal, sino a Quetzalcóatl, quien tie-
cóztic (Fig. 19).
ne un ojo desorbitado, indicando su ca-
Por otra parte, es un hecho interesante,
rácter astral en esta representación, y
que tanto en las láminas 53 y 73 del Có-
ubicado entre los días Ehécatl, Viento, y
dice Borgia, como en las láminas 75 y
Calli, Casa, este último de orientación
76 del Códice Vaticano B, uno de los
Oeste. En donde, también, como en la
dos dioses que abarcan casi toda la su-
lámina 49, toda esta lámina se encuen-
perficie sea Quetzalcóatl, con todas sus
tra por encima de la columna de los sig-
características y detalles, lo cual viene a
nos con los que empieza el cuarto del
formar parte de los argumentos a favor
Tonalpohualli del Oeste (Fig. 18), con lo
del carácter venusino de dichos códices,
84
Fig. 18. Elementos comunes entre Tezcatlipoca y Tlahuizcalpantecuhtli: pectoral en formas de ojo o anáhuatl, rodeado por un anillo amarillo y con un borde ancho blanco y la
parte superior roja; conjunto de flechas tlacochtli, escudo o chimalli y lanzadardos átlatl,
que indican su carácter guerrero. Detalles de las láminas 69 y 53 del Códice Borgia,
1898.
Fig. 19. Quetzalcóatl y Tlahuizcalpantecuhtli portando o saliendo tangencialmente del
cielo. Detalles de las láminas 51 y 49 del Códice Borgia, 1898.
85
pues además en el Borgia, aparece co-
que corroboramos la idea de que el Se-
mo personaje principal, el sacerdote de
ñor de la Aurora, como Quetzalcóatl, se
Quetzalcóatl en la sección de las lámi-
ubique en el camino de la salida y del
nas 29 a 46 (Figs. 20 y 21).
ocaso del Sol, acompañándolo tanto co-
En la lámina 56 del Borgia y en la 76 del
mo lucero matutino y como lucero ves-
Vaticano B, vemos también un Tonal-
pertino. En la figura 22 señalamos las
pohualli completo con los signos de los
cuatro primeras trecenas del Tonal-
días del Este y del Oeste que encabe-
pohualli: 1 Cipactli o Lagarto, 1 Océlotl o
zan las trecenas con esa orientación, a
Jaguar, 1 Mázatl o Venado y 1 Xóchitl o
manera de columna, en el borde dere-
Flor, y la manera como se van alternan-
cho, y con los signos del Norte y del Sur
do en los rumbos cósmicos del Este que
en la columna del extremo izquierdo,
preside Quetzalcóatl.
presidiendo el eje cósmico Este-Oeste el
Por otra parte, en las láminas 80 a 84
dios Quetzalcóatl, mientras que el eje
del Códice Vaticano B, Tlahuizcalpante-
cósmico Norte-Sur del lado izquierdo, es
cuhtli, Venus, aparece con rostro hu-
presidido por Mictlantecuhtli, el Señor
mano, pero con el quincunce y con un
del Mictlán, región de los muertos, con lo
nuevo aditamento que viene redondean-
Fig. 20. Elementos comunes en la pintura facial de Xiuhtecuhtli y de Tlahuizcalpantecuhtli en las láminas 50 y 53 del Códice Borgia, 1898.
86
Fig. 21. Presencia de Venus-Quetzalcóatl en las láminas 53 y 73 del Códice Borgia,
1898.
Fig. 22. Presencia de Venus-Quetzalcóatl en las láminas 75 y 76 del Códice Vaticano B.
Anders, Jansen y Reyes García, 1992a.
87
do la parte inferior del ojo para terminar
hacer sol y habían hecho la guerra
sobresaliendo por encima de la nariz.
para darle de comer, quiso Quetzal-
Este mismo aditamento parece presen-
cóatl que su hijo fuese sol, el cual
tarse en la Deidad del Oeste, del nume-
tenía a él por padre y no tenía ma-
ral 7, del relieve en madera de Tikal, y
dre, y también quiso que Tlaloca-
que fue tomada como ejemplo por Seler
teuctli, dios del agua, hiciese a su
(Seler, 1902-1903:317), para mostrar la
hijo de él y de Chalchiuhtlicue, que
asociación de Venus con Tláloc, el dios
es su mujer, luna. Y para los hacer
de la superficie terrestre o de la lluvia, tal
ayunaron, no comiendo […] y sacá-
y como aparece representado en otras
ronse sangre de las orejas; y por
dos obras que también analiza el mismo
eso ayunaban y se sacaban sangre
investigador. Siendo una de ellas, el re-
de las orejas y del cuerpo en sus
lieve en piedra del descanso 1 de la Pi-
oraciones y sacrificios. Y esto he-
ráde la Colección Seler, que se encuen-
cho, el Quetzalcóatl tomó a su hijo
tra en el Museo Etnológico de Berlín, y
y lo arrojó en una grande lumbre, y
la otra, la vasija-incensario, cava 1 de
de allí salió hecho sol para alum-
Pueblo Viejo Quen Santo, que también
brar la tierra; y después de muerta
pertenece a la misma colección (Fig.
la lumbre, vino Tlalocateuctli y echó
23).
a su hijo en la ceniza, y salió hecho
No es nuevo el vínculo de Tláloc con
luna, y por esto parece cenicienta y
Tlahuizcalpantecuhtli, y con Quetzal-
oscura. Y en este postrero año de
cóatl, pues en el capítulo VII de la Histo-
este trece comenzó a alumbrar el
ria de los mexicanos por sus pinturas,
sol, porque hasta entonces había
los hijos de ambos, con respecto a la
sido noche… (Tena, óp. cit.:39).
creación del mundo, se convierten en sol
En el trabajo de Ivan Šprajc (1998) Ve-
y luna:
nus se asocia de diferentes maneras
En el treceno año de este segundo
con la lluvia y el maíz. Entre los nahuas
cuento de trece, que es el año de 26
de Guerrero se invoca a la Santa Cruz el
después del diluvio, visto que estaba
3 de mayo, junto con San Nicolás, quien
acordado de hacer por los dioses de
porta la estrella que representa a Venus,
88
para asegurar lluvias y buenas cose-
Venus era visible entre febrero y abril,
chas. El mismo planeta es el dueño de
así como entre junio y septiembre, perio-
las nubes y de las lluvias entre los coras,
dos vinculados con el cultivo del maíz y
como lucero matutino, y como lucero
la época de lluvias (Ibíd.:85-91).
vespertino trae del Norte las nubes, las
Por todo esto, observamos que efectiva-
plumas de la urraca azul y las flores de
mente, aunque los periodos venusinos
la época de lluvias. Cuando Venus apa-
sean de 584 días, mientras que los pe-
rece en junio, entre los mismos coras,
riodos solares son de 365 días marcan-
como estrella matutina, se dice que ma-
do éstos últimos los ciclos agrícolas, los
ta de un flechazo a la serpiente acuática
periodos venusinos coincidirán con cier-
con lo que impide el diluvio (Ibíd.:41-43).
tas etapas agrícolas de acuerdo a su
Por otra parte, en la misma obra de
regularidad. Hecho que reinicia sus ci-
Šprajc, se invoca entre los lacandones a
clos en forma coincidente con un mo-
Äh Säh K’in el lucero de la tarde, mien-
mento del año, cada 8 años solares, co-
tras que el lucero de la mañana es el
rrespondientes a 5 ciclos venusinos, o
que mata al dios de la lluvia Mensäbäk
2920 días (Fig. 24). De manera que con
(Ibíd.:44-45). Entre los kekchís y mopa-
respecto a los calendarios de horizonte
nes de Belice, Venus o Xulab, es el dios
que marcan las salidas del sol con res-
de la agricultura así como de la caza y
pecto al perfil montañoso Norte-Sur en
de la pesca, siendo sus ayudantes los
el Oriente y en el Poniente, las salidas
Memes, deidades de los cerros, del re-
heliacas o las primeras salidas del pla-
lámpago y de la lluvia, de la misma ma-
neta, en el Oriente, al iniciar sus ciclos,
nera en que los Tlaloques son los ayu-
como estrella matutina, se ubicarán en
dantes de Tláloc en el Altiplano Central
diferentes momentos y estaciones del
(Ibíd.:45).
año. La primera vez, más cerca del sols-
De los múltiples ejemplos que Šprajc
ticio de verano, otras veces, cerca del
proporciona en torno a los paralelos en-
solsticio de invierno, o bien, cerca de los
tre Tláloc y Venus, destaca el análisis
equinoccios de primavera o de otoño
que hace el Templo 22 de Copán, ya
(Fig. 25).
que a través de una de sus ventanas,
89
Fig. 23. Relación de las trecenas del Este y del Oeste con Venus-Quetzalcóatl en la
lámina 56 del Códice Borgia, 1898.
Fig. 24. Comparación que hace Seler entre el aditamento por encima de la nariz entre el
Tlahuizcalpantecuhtli de las láminas 80 a 84 del Códice Vaticano B, con el que lleva la
Deidad del Oeste, del numeral 7, del relieve en madera de Tikal (Seler, 1902-1903: 317).
90
Secciones de los ataques de Venus
venusino en el signo Agua, terminando
en los códices Borgia, Vaticano B y
en el signo Hierba seca. Así, el cuarto
Cospi
ciclo iniciará en Caña o Carrizo, y termi-
Retomando el objetivo del presente tra-
nará en Buitre, para comenzar el quinto
bajo, que es el de fundamentar el carác-
ciclo en Movimiento, que concluirá sus
ter venusino de los códices Borgia, Vati-
584 días en Flor, por lo que un nuevo
cano B y Cospi, debemos de señalar có-
ciclo iniciará luego de 5 ciclos, otra vez
mo los días del Este: Lagarto, Serpiente,
en Lagarto, y continuará desarrollándo-
Agua Caña, y Movimiento tienen que ver
se como en el primer ciclo, de manera
con los ciclos sinódicos de Venus.
sistemática y desarrollando otros cuatro
Pues bien, el que dichos signos tengan
ciclos de la misma manera, siempre ini-
que ver con Venus se basa en el hecho
ciando en Lagarto, Serpiente, Agua, Ca-
de que siendo el ciclo sinódico de este
ña o Carrizo y Movimiento (Fig. 26).
planeta de 584 días, en dicha cantidad
Con respecto a las trece posibilidades
pueden desarrollarse 29 ciclos de 20
de cada uno de los signos iniciales de
días o veintenas (580 días), sobrando 4
los periodos de Venus que aparecen en
días. Al sobrar 4 días, al terminar nues-
las láminas 53 y 54 del Códice Borgia,
tras 29 veintenas, entableremos la cuen-
80 a 84 del Vaticano B y 9 a 11 del Cos-
ta de una nueva veintena, de tal manera
pi, Seler (1904, Vol. II:120) hace referen-
que si habíamos iniciado nuestras 29
cia y traducción de los Anales de
veintenas en el signo Lagarto y termina-
Cuauhtitlán en donde se habla de los
mos en Flor, al cabo de los 580 días, pa-
disparos de la deidad del Lucero matu-
ra iniciar nuevamente en Lagarto y llegar
tino hacia diferentes sectores de la so-
al día 584 en Lagartija o Cuetzpalin que
ciedad:
es el cuarto día de una nueva veintena,
Auh in iuh quimitia…yn ícuac
y el número 584 del ciclo venusino, el
hualneztiuh
siguiente ciclo sinódico de Venus no ini-
Y cómo supieron los antiguos…que
ciará en Lagarto, sino en Serpiente, ter-
cuando aparece (sale)
minando su ciclo de 584 días en un
Yn tleun ypan tonalli cecentla-
signo Conejo, para iniciar el tercer ciclo
mantin ynpan miyotia quinmina
91
Fig. 25. Relación de 5 periodos venusinos con 8 periodos del año.
Gráfica de la autora.
92
Fig. 26. Perfiles montañosos que funcionan como calendarios de horizonte durante el ciclo solar. Gráfica de la autora.
quintlahuilia
1 Flor, dispara contra los niños pe-
Según el signo bajo el cual sale,
queños
hiere a diferentes clases de perso-
Auh intla ce ácatl, quinmina tlato-
nas con sus rayos, dispara contra
que.
ellas, contra ellas arroja su luz
Y bajo el signo 1 Caña, dispara
Intla ce cipactli ypan yauh quin-
contra los reyes
mina huehuetque ylamatque mo-
Mochi yuhqui yntla ce miquiztli,
chi yuhque yntla ce océlotl
auh intla ce quiáyuitl, quinmina
Y bajo el signo 1 Lagarto dispara a
in quiyáhuitl
los ancianos y ancianas lo mismo
Lo mismo bajo el signo 1 Muerte, y
bajo el signo 1 Jaguar
bajo el signo 1 Caña, dispara con-
Yntla ce mázatl, yntla ce xóchitl,
tra la lluvia
quinmina pipiltotontin
Amo quiyáhuiz
Bajo el signo 1 Ciervo, bajo el signo
No lloverá
93
Auh intla ce ollin, quinmina tel-
anterior, con respecto a las salidas he-
popochtin ychpopochtin
liacas de Venus en otros días que no
Y bajo el signo 1 Movimiento, dis-
son Lagarto, Serpiente, Caña o Carrizo,
para contra jóvenes y doncellas
Agua o Movimiento, pueden ser entendi-
Auh yntla ce atl, ye tohuáquiz
dos dentro de la mecánica que ella plan-
Y bajo el signo 1 Agua, hay sequía
tea, pues en su artículo: “A method for
general
dating Venus almanacs in the Borgia
(Anales de Cuauhtitlan, citado por
Codex” (2001), donde correlacionó las
Seler, 1904, Vol. II:120).
salidas heliacas de Venus con los sig-
Al parecer, Seler intuyó la manera en
nos correspondientes que aparecen en
que deben de leerse estás láminas en
las láminas 53 y 54 de acuerdo con la
los códices, aunque parece desfasarse
posible época de producción del Códice
de una lectura puntual, precisamente
Borgia para el Posclásico, aparecen
porque parte de un documento originario
otros días como salidas heliacas de Ve-
en Cuauhtitlán que no puede referirse
nus, como días margen, con respecto a
exactamente a los lugares específicos
los días titulares que acabamos de men-
en donde se realizaron los códices en
cionar, desglosados en sus trece posibi-
cuestión, muy probablemente en el co-
lidades.
rredor
Alta,
Respecto a la estimación que Bricker
además de que en esta cita, aparecen
hace en relación con la producción del
como días iniciales de los periodos ve-
Códice Borgia en el Posclásico, estamos
nusinos, además de los signos ya men-
de acuerdo, pues el estilo en el que se
cionados, los días 1 Jaguar, 1 Ciervo, 1
elaboró dicho códice, corresponde al de
Flor, 1 Muerte. De lo cual Seler no hace
la Cerámica policroma tipo Catalina del
un análisis exhaustivo.
Posclásico
Tlaxcala-Puebla-Mixteca
de
la
Región
Tlaxcala-
Puebla, según lo confirman, los estudios
La datación de los almanaques venu-
de H.B. Nicholson (1994), Chadwick y
sinos según Bricker
MacNeish (1967), Eduardo Noguera
Gracias al análisis de Victoria Bricker,
(1954, 1965, 1996), Florencia Müller
los desfases señalados en la sección
(1977),
94
Alfonso
Caso
(1961,
1996
[1927]), Michael Lind (1967), Gilda Her-
que corresponde a las variaciones del
nández Sánchez (2005), entre otros. En
ciclo siguiente a Lagarto, el del signo
donde además del estilo se aborda el
Serpiente (Fig. 28).
análisis de su repertorio iconográfico co-
Con 1 Mono, que corresponde al 12 de
rroborado con datos arqueológicos.
noviembre de 1476, sucede lo mismo,
Ahora bien, de acuerdo con la correla-
perteneciendo al margen de días de las
ción que elaboró Bricker (óp. cit.:S26), el
variaciones del signo Agua (Fig. 29).
día 2 Ehécatl o 2 Viento, corresponde a
De la misma manera, sucede con los
la primera salida heliaca de Venus el 31
ciclos que siguen a los antes menciona-
de agosto de 1473. Al retomar dicha fe-
dos: 1 Buitre correspondiente al 20 de
cha para relacionarla con los signos e
junio de 1478, 12 Lluvia, que correspon-
imágenes del Códice Borgia, de las lámi-
de al 24 de enero de 1480 (Fig. 30), pa-
nas 53-54, siguiendo el orden de lectura
ra iniciar un nuevo ciclo en 9 Lagarto co-
de la totalidad del códice de derecha a
rrespondiente al 28 de agosto de 1481,
izquierda, vemos que ese día aparece
del que siguen: 9 Muerte que correspon-
dentro del margen de días (en la parte
de al 5 de abril de 1483, 8 Perro que co-
superior de la escena) del primer rectán-
rresponde al 9 de noviembre de 1484, 9
gulo, con respecto al signo Lagarto, en
Buitre correspondiente al 18 de junio de
la lámina 53, en donde se encuentran
1486, y 6 Pedernal que corresponde al
las trece posibilidades de este signo,
21 de enero de 1488 (Fig. 31).
desglosadas en torno de la escena en
Así, continuarían iniciándose otros ci-
que Tlahuizcalpantecuhtli o Venus, lanza
clos, hasta comenzar a desfasarse en el
un dardo sobre la diosa Chalchiuhtlicue,
momento en el que la salida heliaca de
la diosa de la falda de jade, del agua te-
Venus ya no corresponda a ninguna de
rrestre (Fig. 27).
las 13 variaciones del signo siguiente, ni
De la misma manera, Bricker (Ídem.) ha-
a ninguno de sus días-margen, como
ce otras correlaciones con los siguientes
sucedió con el día 6 Flor, 22 de agosto
periodos venusinos para los días: 2 Ve-
de 1505 y las salidas heliacas posterio-
nado correspondiente al 8 de abril de
res a 3 Movimiento del 15 de enero de
1475, día margen dentro del rectángulo
1512.
95
Fig. 27. Días iniciales en los periodos sinódicos de 584 días de Venus.
Gráfica de la autora.
96
Fig. 28. Cuando la salida de Venus
tiene lugar en un día 2 Viento, día
margen al día 1 Lagarto. Detalle de la
lámina 53 del Códice Borgia, 1898.
Fig. 29. Cuando la salida de Venus tiene
lugar en un día 7 Venado, 2° día margen
al día 5 Serpiente. Detalle de la lámina
54 del Códice Borgia, 1898.
97
Fig. 30. Cuando la salida de Venus
tiene lugar en un día 10 Perro, día
margen al día 9 Agua. Detalle de la
lámina 54 del Códice Borgia, 1898.
Fig. 31. Cuando las salidas de Venus tienen lugar en los días 3 Buitre, 3er día margen
al día 13 Caña, y 6 Lluvia, 2° día margen al día 4 Movimiento. Detalles de la lámina 54
del Códice Borgia, 1898.
98
Por otro lado, no es posible negar el he-
hualli en cinco campos o escenas que
cho de que las láminas que conciernen a
suman 65 ciclos sinódicos de Venus 13
los periodos de Venus en los códices
x 5, indica un ciclo de 104 ciclos o años
Borgia, Vaticano B y Cospi, son, siguien-
solares de 365 días cada uno, es decir,
do una lectura lineal que comience en el
un Huehuetiliztli, la suma de dos fuegos
extremo inferior derecho con el signo 1
nuevos, es decir, 37960 días o 65 ciclos
Lagarto, desde la lámina 53, siguiendo
venusinos de 584 días. Dos niveles o
con los días margen 2 Viento, 3 Casa y
más de lectura se plantean entonces, en
4 Lagartija, para continuar en el siguien-
estas secciones de los códices Borgia,
te panel con el signo 5 Serpiente y los
Vaticano B y Cospi.
días margen que serían, de acuerdo con
Por otra parte, Geraldine Patrick (s/f:1-
este orden de lectura, 6 Muerte, 7 Vena-
3), ha encontrado5 nuevas implicaciones
do y 8 Conejo, continuando después en
de los signos de los días de las láminas
el siguiente panel con 9 Agua, sus días
53 y 54 del Códice Borgia con el ½ Gran
margen, y así hasta el último panel, que
Ciclo venusino de 11960 tonalli o días
terminaría en el día margen 7 Flor, para
contados con sus cuartos de día absor-
iniciar otro ciclo en 8 Lagarto, como apa-
bidos en forma ritual, no expresados en
rece de manera irrefutable en la segun-
número a partir de su propuesta de co-
da posición de las trece posibilidades de
rrelación 583 172.
dicho signo. Así, reiteramos, una nueva
Esto es, Patrick parte del ½ Gran Ciclo
lectura de trecenas y veintenas iniciaría
de 11960 tonalli que aparece desglosa-
en el segundo signo del primer panel, en
do en las láminas 54 a 58 del Códice
8 Lagarto, para continuar la lectura de
Dresde (Fig. 33), conocidas como las
sus días margen y de los siguientes pa-
tablas de eclipses, y que ya había sido
neles, iniciando nuevos ciclos en otra de
las trece posibilidades de Lagarto, de
5 Correlación que Patrick propone a partir de
evidencias etnográficas entre los otomíes de
Huitzizilapan y entre los mayas, en donde todos
los días del año comienzan con el desfase de ¼
de día según el rumbo cardinal de su cargador,
tres años antes de la propuesta de Thompson,
Goodman y Martínez.
manera que al cabo de toda la lectura
lineal, se completaría un solo Tonalpohualli de 260 días.
En otra lectura, la división del Tonalpo99
referido por Satterthwaite (Ibíd.:1) y por
ciclos venusinos en el Borgia, a manera
Thompson en 1988 (Ídem.) enseguida,
de referente espacio temporal fijo (se-
ella considera que este cúmulo de días
mejante a la función de un gnomon),
se relaciona con Venus en el ciclo con
que corresponde al 16 de agosto de
signos de días de 11960 y con la Luna
1545, avanza un Gran Ciclo y llega a la
en el ciclo con signos de número de
fecha 5 Serpiente correspondiente al 27
11952. La investigadora toma en cuenta
de febrero de 1611, avanza cuatro días
el hecho de que 65 sea un número recu-
e inicia en 9 Agua, el 3 de marzo de
rrente en las láminas 53 y 54, para ob-
1611, avanza el Gran Ciclo y llega al 9
servar que ½ Gran Ciclo (11960 tonalli
Agua del 14 de septiembre de 1676. En
divididos en 365 = 32.7672 años) multi-
fin, cuando cierra el 8º Gran Ciclo en 3
plicado por 2 (1 Gran Ciclo completo) es
Agua el 6 de junio de 2004, avanza los
congruente con el número 65, lo que
cuatro días, para entrar al Gran Ciclo en
equivale, a 65 años solares y fracción,
7 Caña o Carrizo y avanza los 8 años
en donde caben 40.9919 revoluciones
que equivalen a 5 periodos sinódicos de
sinódicas de Venus que al aumentar 4
Venus (2920 tonalli), llegando al 10 de
días redondean 41 revoluciones exac-
junio de 2012 en 2 Caña o Carrizo.
tas.
A manera de ejemplo, Geraldine Patrick
El inicio de los ciclos venusinos en
(Ibíd.:2) parte de la fecha 1 Cipactli que
Lagarto, luego de los tránsitos venu-
tuvo lugar el 29 de enero de 1480 de su
sinos a mediados del año solar
correlación, avanza 1 Gran Ciclo de 2 x
Es un hecho sorprendente que el tránsi-
11960 tonalli y llega a la fecha 12
to venusino del 5 de junio de 2012, con
Quiáhuitl que corresponde al 12 de
la posterior salida heliaca de Venus el 8
agosto de 1545, 2 días antes de que se
de junio en la fecha 1 Viento o 1 Ehé-
cierre este ciclo en 1 Lagarto y avanza
catl, o del 9 de junio correspondiente a
cuatro días para entrar a un nuevo Gran
la fecha 2 Casa o 2 Calli según la corre-
Ciclo el día 5 Serpiente, una de las sali-
lación 584.2856 calculada por Stanislaw
das heliacas de Venus por el Este como
Iwaniszewski7, se encuentren dentro de
lo estipula la organización gráfica de los
los días-margen con respecto a las trece
100
Fig. 32. Vista de los días de salidas heliacas de Venus. Láminas 53 y 54
del Códice Borgia, 1898.
Fig. 33. Medio gran ciclo de 11960 días en las láminas 53 a 58 del Códice Dresde.
Thomson, 1988.
101
posibilidades de las salidas de Venus en
te, Oeste, Sur y Centro, sino muy proba-
los días Lagarto, siendo éste el primer
blemente, al orden: Sur (junio, solsticio
de los ciclos venusinos, y mostrando
de verano), Norte (enero, dejando atrás
que empieza de manera irrefutable a
el solsticio de invierno), Centro (agosto,
mediados del año solar, cada ocho años
llegando al equinoccio de otoño), Centro
o 2920 días, por lo que los ciclos si-
(marzo, equinoccio de primavera) y Nor-
guientes comenzarán en enero, agosto,
te octubre (entre el equinoccio de otoño
marzo y octubre, dada la diferencia de
y el solsticio de invierno) con respecto a
584 días entre cada uno. Por lo tanto,
un calendario de horizonte, en donde
con respecto a los cinco paneles o a las
cada salida heliaca corresponde a un
cinco posibilidades de las salidas helia-
momento del año, diferente.
cas de Venus, podemos atribuir una
época del año a cada uno, así como una
Descripción iconográfica de las trece
orientación cósmica de acuerdo con un
posibilidades del signo inicial Lagarto
calendario de horizonte, ya sea que di-
En la lámina 53 del Códice Borgia
cha época del año se acerque al Norte,
(extremo superior izquierdo de la figura
al Sur o al Centro, con respecto al perfil
34), respecto de las trece posibilidades
geográfico de dicho calendario, aún y
del signo Lagarto, Tlahuizcalpantecuhtli,
cuando las salidas del planeta sean
el Señor del alba, Venus, aparece con el
siempre por el Este, en su carácter de
quincunce en el rostro que lo caracteri-
lucero matutino predecesor del Sol (Fig.
za, el fondo de su rostro es gris muy os-
25). Aunque dichas salidas no corres-
curo o negro deslavado, lleva también
pondan al orden sistemático: Este, Nor-
las dos líneas transversales que caracterizan el rostro del dios del fuego. Además, porta el pectoral anáhuatl de Tezcatlipoca, la pintura corporal huahuantli
6 La correlación 584285 son los días lineales
contados hasta el 13 de agosto de 3114 a.C. a
partir de la fecha 1º de enero de 4713 a.C., según Eric Thompson.
7Comunicación personal, Seminario de Arqueoastronomía, 27 de junio de 2011, Posgrado
de Arqueología, Escuela Nacional de Antropología e Historia, INAH, México.
de los sacrificados y de Mixcóatl, el
yaóyotl o conjunto de armas del guerrero, y el átlatl o lanzadardos, como lo
mencionamos con anterioridad.
102
Tlahuizcalpantecuhtli ataca en el tobillo
la herida de la diosa tiene discos o esfe-
a la diosa del agua terrestre Chalchiuhtli-
ras amarillas (muy probablemente de
cue, a quien reconocemos por las dos
oro) en sus puntas. Por otra parte, el co-
rayas negras en la barbilla y el sartal de
lor de estas esferas parece vincularlas
discos de concha que ciñe su cabeza.
con el fuego o el brillo y el calor solar. La
La diosa aparece desnuda, lo que nos
diosa del agua del mar en este caso,
permite apreciar que tiene pliegues en el
asociada con el Lagarto, signo inicial del
vientre, señal de que ha dado a luz. Se
Tonalpohualli, indica el origen como el
encuentra dentro de su elemento, el
signo mismo, como lo resume Seler
agua, que aquí aparece como un recinto
(1905, vol. I:63-64) haciendo referencia
interminable de agua, pues no vemos
de la Historia de los mexicanos por sus
sus bordes. Dentro del agua vemos tam-
pinturas, cuando del pejelagarto, ser an-
bién, la presencia de un caracol marino
fibio, se forma la tierra:
tecciztli, strombus gigas y de una tortuga
Allí se narra que cuando los dioses
de mar áyotl, lo que muy probablemente
habían creado el mundo inferior, los
indique que la diosa se encuentra en el
cielos y el agua con sus deidades
mar del Este, lugar en el que se inmoló
crearon en el agua «un pexe grande
Quetzalcóatl para salir convertido en el
que se dice cipacuali que es como
lucero del alba, ya que todos los signos
cayman» y que con este pez hicieron
refieren a este rumbo. Venus ha herido a
la tierra, llamada tlaltecli, y que so-
la diosa en el tobillo, lo que puede indi-
lían representarlo como dios de la
car que su caminar, su curso, puede ser
misma, «tendido sobre un pescado
defectuoso o nulo.
por se haver hecho del». Así el pez
La diosa, aunque tiene cerrados los
erizado que surge del agua es el ci-
ojos, no está muerta, y prueba de ello es
pactli y es la Tierra, de cuya superfi-
que flexiona uno de sus brazos hacia
cie sobresalen los «dientes», las
arriba extendiendo la palma de su mano.
«púas» de los picos. Entre los zapo-
Probablemente aún duerme cuando el
tecas una misma palabra designaba
dios se presenta al amanecer. Al pare-
la cordillera y el primer signo de los
cer, el chorro de sangre que emana de
días chijlla-tani y chijlla (Seler, 1980,
103
de concha en sus puntas. Es por todo
Vol. I:63-64).
En la lámina 80 del Códice Vaticano B o
esto, que el dios se vincula con la san-
Códice 3773 (extremo superior derecho
gre o con el agua preciosa de la vegeta-
de la figura 35), Tlahuizcalpantecuhtli se
ción, la savia de las plantas, ya que el
encuentra frente a un dios que porta un
color jade, ocre verdoso, es el mismo de
tocado con una planta de maíz que lleva
las plumas del quetzal en el Códice Bor-
una mazorca en la parte inferior, ade-
gia, en donde el signo Serpiente, presi-
más de dos franjas negras longitudina-
dido por la diosa del agua Chalchiuhtli-
les, quebradas, a la altura de la sien, lo
cue, está formado por teselas de jade
que lo define como Cintéotl, dios del
ocre verdoso en la lámina 11 del mismo
maíz. Lleva también un conjunto de
códice entre otras, además de que, por
chalchíhuitl o de teselas de jade, circu-
otra parte, el origen del concepto de
lar, doblado a la mitad, como pectoral,
Quetzalcóatl (avatar de Venus), se vin-
muy semejante al que vemos en varias
cula con la vegetación, según el análisis
ocasiones en el Códice Borgia, que con-
del ya mencionado Eduard Seler:
siste en un círculo de jade rodeado de
El nombre de Quetzalcóatl se com-
una franja roja y luego de un cordón
pone de quetzalli, vocablo que de-
blanco en todo su contorno y del que
signa las preciosas plumas de cola,
pende una correa ancha con las mismas
de un color brillante, del ave quet-
características del color del chalchíhuitl,
zal, perteneciente a las aves trepa-
con un gran apéndice anular colgando
doras (trogonidae), y de cóatl,
de ésta. Pensamos que se trata de un
«serpiente». Con toda probabilidad
conjunto chalchíhuitl, porque en la lámi-
ambas voces fueron originalmente,
na 58 del mismo códice, en el extremo
como el ser mítico llamado quetzal-
superior izquierdo vemos una pareja con
cóatl, símbolos del agua o de la
cabezas de quetzal, de cuyos picos pen-
humedad producida por el agua
den sartales de cuentas chalchíhuitl que
que vuelve a despertar la vegeta-
sostienen lo que parece ser el conjunto
ción después de la larga estación
doblado a la mitad a manera de bolsa,
de sequía. Los sabios-sacerdotes
de la que cuelgan las correas con discos
chiapanecos explicaban el nombre
104
Cuchul chan como la serpiente
El dios porta una orejera azul de la que
emplumada que anda en el agua
pende una correa ocre verdosa. No de-
(Fray Francisco Núñez de la Vega,
bemos de olvidar que el ocre verdoso es
Constituciones
del
referencia al chalchíhuitl o jade, mientras
Roma,
que el azul o el azul turquesa, puede re-
1702, Tomo II:132). Esto significa
ferirse al xíhuitl, o turquesa, vinculado al
que identificaban la serpiente em-
fuego y a lo precioso en el Códice Bor-
plumada con el dios de la lluvia,
gia, o bien, al agua. En este mismo códi-
Tláloc, según veremos enseguida.
ce, también aparece el dios Cintéotl ata-
También el K’ucumatz del mito
cado por Venus-Tlahuizcalpantecuhtli,
guatemalteco tiene sin duda el sig-
pero vinculado a las salidas heliacas con
nificado del principio vivo del agua,
el signo Agua.
U c’ux cho u c’ux palo, «corazón
En la misma lámina del Códice Vaticano
del lago, corazón del agua» lo lla-
B, Tlahuizcalpantecuhtli porta el átlatl o
ma el Popol Vuh (Seler, 1980, Vol.
lanzadardos en un brazo, y en el otro, el
I:68).
tlacochtli o conjunto de 3 dardos. Lleva
Obispado
de
diocesanas
Chiappa,
Cabe señalar que las cuentas de las que
además, como pectoral, el anáhuatl u
cuelga el conjunto chalchíhuitl son de al
ojo de Tezcatlipoca y junto al anáhuatl,
menos tres colores: ocre verdoso, azul y
el ojo trilobulado de Venus y tres rizos
blanco, que alcanzamos a distinguir. A
enhiestos en la frente, siendo el número
este respecto, no hay que olvidar que
tres, el número del fuego, pues se colo-
también en el Códice Borgia, cuando se
caban tres piedras en el fogón. No se
quiere hacer referencia a los cuatro rum-
encuentra blandiendo el átlatl, pero el
bos cósmicos vemos franjas con rectán-
dios del maíz ya se encuentra herido,
gulos rojos, amarillos, azules y verde u
alcanzado por un dardo en la espalda,
ocre verdoso. La cabellera del dios tiene
por lo que los dardos que portaba el dios
líneas rojas alternadas con líneas ocre-
de la aurora eran cuatro, lo que los vin-
rojizo como si se tratara de estrías, o del
cula con los cuatro rumbos cósmicos,
cabello de la mazorca, o de la hoja del
hacia donde el dios lanza sus flechas.
elote.
La sangre del dios del maíz fluye en
105
chorros que presentan franjas transver-
sado, yollotopilli, es el estandarte de Xo-
sales rojo oscuro y rosa. Al parecer, esto
chipilli en la lámina 35v del Códice Ma-
señala la intermitencia del correr de la
gliabecchi. Cintéotl porta una nariguera
sangre, la manera en que fluye. Su fal-
color turquesa, dentada. El dios se en-
dellín es blanco. Lleva esclavinas de
cuentra semi-hincado como a punto de
plumones, quechquémitl blanco, y el par
caer sobre un campo de cultivo denota-
de plumas de garza blanca aztaxelli, só-
do por sus surcos. Detrás del dios se
lo que en este caso las plumas están
yergue un tronco que se bifurca, con la
separadas, lo que confirma que se trata
misma textura del campo de cultivo color
de un dios guerrero. Alrededor de la ca-
ocre, y justo en la separación de sus ra-
beza lleva la banda de cuero roja, con
mas, vemos una espiral siguiendo el di-
una cabeza de mariposa a la altura de la
bujo de las estrías del tronco. Tiene la
frente, como las que portan los dioses
pintura facial del dios del maíz, consis-
solares.
tente en dos líneas delgadas transversa-
Los 5 frutos, objetos u ornamentos con
les a la altura del ojo y una línea roja al-
discos blancos y adornos colocados en-
rededor de la boca con tres segmentos
tre los dioses, pueden referir, según An-
sobresalientes a los lados, en forma ho-
ders, Jansen y Reyes García (1992a:
rizontal. Su yelmo es la cabeza de un
332) a los 5 periodos de Venus que co-
ave color turquesa. También tiene el ca-
rresponden a 8 años solares o 2920
días, en que ambos ciclos coinciden
8 El color ocre en el Códice Borgia es reminiscencia de un color verde olivo o verde planta,
como lo explica Seler, y como lo extrema la reproducción de Lord Kingborough de 1851, en
donde se convierte en color verde, vinculado
con el agua y el chalchíhuitl o el jade de la diosa
del agua. Por lo que en general se establece un
vínculo entre este color verde del jade del altiplano, verde olivo o verde planta semitransparente, con el agua y con la vegetación,
pues el quetzal también aparece revestido con
este color, mientras que el color azul turquesa
aparece vinculado con el xíhuitl, la piedra turquesa y el fuego en el Altiplano, diferente del
jade color azul turquesa de la península de Yucatán.
reiniciándose, además de coincidir con
la misma época del año.
En la lámina 9 del Códice Cospi (Fig.
32), vemos nuevamente a Tlahuizcalpantecuhtli vinculado al signo Lagarto,
pero esta vez dirige su lanza al dios del
maíz Cintéotl, quien ya ha sido flechado
y traspasado su corazón, corazón de
colores rojo y ocre8. El corazón traspa106
racterístico rectángulo de colores tlapa-
manera de pectoral, además de un disco
palli en la mejilla, propio de los dioses
blanco en la sien, con un disco pequeño
vinculados con la agricultura. Porta el
verde al centro, probable representación
xiuhtotomacalli o recipiente hecho de
del agujero en la sien para colocar los
plumas del ave de fuego, xiuhtótotl, de
cráneos en el tzompantli o hilera de crá-
colores rojo, amarillo y azul, que contie-
neos. El dios lleva además el conjunto
ne mazorcas de maíz.
de implementos de guerra yaóyotl, con-
Tlahuizcalpantecuhtli, al mismo tiempo
sistente en el amapámitl o banderola
que se dispone a arrojar su lanza, o su
blanca para señalar a los cautivos que
flecha, traga un corazón sangrante. Tie-
tomará en la guerra, el chimalli o escudo
ne ojo y mandíbula descarnados de
blanco, el tlacochtli o conjunto de tres
muerto, propios de Mictlantecuhtli y de
flechas, el chitlalli, la bolsa de red del
la materia lunar y estelar, calcárea, so-
cazador o del guerrero, y el átlatl o lan-
bre su pintura facial verde oscuro. La
zadardos.
pintura de la parte inferior de su cuerpo
El que algunas veces aparezca la o el
y de su quechquémitl, son color verde
dios del agua vinculado al signo Lagarto,
oscuro, como las plumas de quetzal que
o el que sea el dios del maíz vinculado a
porta en la frente. Su penacho es de plu-
este signo, o al signo Serpiente nos lleva
mas de cola de pavo. La pintura corporal
a las siguientes reflexiones. Por un lado,
de su torso es negra con plumones, ci-
pensamos que la presencia de Cintéotl,
citlallo, de la oscuridad celeste. De su
el dios del maíz, también es congruente
disco-orejera de concha blanca, penden
con los días iniciales del periodo de Ve-
tres tiras de algodón sin hilar. Porta el
nus como Lagarto, pues, el dios de los
disco de la espalda o tezcacuitlapilli, en
mantenimientos, Tonacatecuhtli, quien
forma de cabeza de ave, probablemente
también porta una planta de maíz como
de faisán. Su cabello es ígneo, amarillo,
tocado, muy parecida a la de Cintéotl, se
tzoncóztic. Lleva la banda de cuero rojo
representa como regente de los días La-
alrededor de la cabeza, propia de los
garto en las lámina 9 del Códice Borgia
dioses solares y del fuego. En el pecho
y en las láminas 28 y 87 del Códice Vati-
tiene el anáhuatl u ojo de Tezcatlipoca a
cano B, siendo regente de las trecenas 1
107
Lagarto en los códices Borgia, lámina
la agricultura, en donde tanto Cintéotl el
61, Vaticano B, lámina 49, y Vaticano A
dios del maíz, como Chalchiuhtlicue, la
o Códice Ríos, lámina 13v. En la lámina
diosa del agua, tendrían un papel funda-
15 del Códice Borgia, el dios Cintéotl
mental, que en este caso, se coordinan
perfora el ojo del recién nacido durante
con la presencia de Venus como estrella
los cuatro primeros días de la veintena,
matutina, al iniciar un nuevo ciclo de
que inician, obviamente, con Lagarto. Lo
2920, luego del cual el Tonalpohualli o
mismo sucede en la lámina 23 del Códi-
cuenta de 260 días se sincroniza con el
ce Fejérváry-Mayer (Seler, 1901), en
ciclo de 365 del año solar.
donde, de la boca que ha sido perforada
del recién nacido, brota el maíz, justo en
Descripción iconográfica de las trece
los 4 primeros días de la veintena, en
posibilidades del signo inicial Ser-
donde se señala el día Lagarto. Por lo
piente
que pensamos que ambas posibilidades
En la lámina 54 del Códice Borgia ve-
son correctas, como variantes, de signi-
mos en el rectángulo grande del lado
ficados alternativos, ligeramente diferen-
inferior derecho, las trece posibilidades
tes, con respecto a lecturas puntuales
del signo Serpiente en relación con las
que enfatizan ciertos calificativos, cada
salidas heliacas de Venus (Fig. 34). En
una.
esta lámina Venus Tlahuizcalpantecuhtli
Finalmente, recordamos el hecho de
tiene características muy similares a Ve-
que la salida heliaca de Venus tenga lu-
nus de la página 53, ya que lleva la pin-
gar en el día 2 Calli del 2012, cuya co-
tura corporal del torso, cicitlallo, negra
rrelación corresponde al 9 de junio, la
con plumones blancos, porta el anáhuatl
sitúa dentro del margen de las salidas
u ojo de Tezcatlipoca como pectoral,
heliacas de Venus vinculadas con el
pintura
signo Lagarto, y con los ocho años sola-
huahuantli sobre fondo amarillo, tiene el
res correspondientes a cinco ciclos ve-
rostro con el rostro de búho, signo vincu-
nusinos, que tendrán que ubicarse en el
lado con la noche y con el sacerdote tla-
verano desde el tiempo mesoamericano.
catecólotl, aquél que tiene la capacidad
El verano, época del año definitiva para
de transformarse, como vemos en el tra108
corporal
del
sacrificado
Fig. 34. Detalles de las láminas 53, 80 y 9 de los códices Borgia (1898), Vaticano B
(Anders, Jansen y Reyes García, 1992a) y Cospi (1971).
109
bajo de Francisco Rivas Castro (Rivas
del mismo códice, salvo que aquí su ata-
Casto, 2010:318-329). Porta el patzactli,
que ha sido dirigido contra una diosa
tocado en forma de cresta de plumas de
que se encuentra arrodillada, dándole la
cola de pavo recortadas de la punta, su
espalda, pero volteando el rostro hacia
cabellera es ígnea o amarilla, tzoncóztic,
él. La diosa tiene la pintura corporal del
porta el átlatl o lanzadardos y el yaóyotl
sacrificado huahuantli, blanca con rayas
o conjunto de armas de guerra. En esta
longitudinales rojas. Tiene también un
escena, el dios ha herido con su lanza la
rectángulo negro alrededor de la boca,
parte inferior de la rodilla de una figura
como el que caracteriza a Tlazoltéotl, la
semi-hincada sobre una montaña partida
diosa comedora de inmundicias, de los
a la mitad. La figura es negra y tiene los
partos, de la tierra y de la luna. Porta la
ojos cerrados, como la diosa del panel
nariguera escalonada que normalmente
anterior, Chalchiuhtlicue. La figura que
caracteriza a Xochiquetzal y que en ge-
ha sido herida, puede identificarse ple-
neral, es azul. Podemos pensar que se
namente como Tezcatlipoca, ya que pre-
trata de la nariguera de Xochiquetzal
senta la pintura facial que caracteriza a
porque en el Vaticano B, muchos obje-
este dios, de franjas rectangulares an-
tos representados que eran azules, apa-
chas longitudinales negras y amarillo-
recen blancos con restos de pintura
ocre, ixtlan tlaalan. Otro rasgo inconfun-
azul, la cual parece no haber tenido sufi-
dible del dios, es el espejo humeante
ciente adherente. Por otra parte, tam-
que porta en la sien.
bién lleva el yelmo de serpiente que ca-
De la montaña partida que se encuentra
racteriza a la diosa del agua Chal-
debajo del dios, parte un chorro de agua
chiuhtlicue, así como a Xochiquetzal.
que lleva en sus crestas volutas de fue-
Dicho yelmo de serpiente tiene dos
go o de excremento cuítlatl, muy seme-
adornos de plumas en los belfos, al igual
jantes a las pinzas del alacrán de la lá-
que en la representación de la misma
mina 13 del códice Borgia.
Xochiquetzal en la lámina 62 del Borgia.
En la lámina 81 del Códice Vaticano B,
De la parte superior del penacho surgen
Tlahuizcalpantecuhtli tiene las mismas
dos conjuntos de plumas separados. La
características que en la lámina anterior
diosa porta también un quechquémitl y
110
una falda o cuéitl, blancos, con un dibujo
Tlahuizcalpantecuhtli, en este caso, tie-
a línea color rojo. Este dibujo semeja flo-
ne la misma forma que en el panel ante-
res con sus pétalos y es como el que
rior del Cospi, sólo que aquí su rostro es
caracteriza a las Tlazoltéotl de las lámi-
completamente blanco y sus piernas son
nas 51 y 61 del Códice Vaticano B, al
blancas con franjas longitudinales amari-
que pertenece la lámina que estamos
llas.
analizando. Lleva también la pintura cor-
poral de sacrificado, al igual que la de la
Descripción iconográfica de las trece
diosa Tlazoltéotl en este mismo códice.
posibilidades del signo inicial Agua
La diosa ha sido herida con la lanza en
En la lámina 54 del Códice Borgia, ve-
el vientre, por la parte delantera, pero el
mos en el panel del lado inferior izquier-
chorro de sangre brota de su espalda, lo
do, las trece posibilidades del signo
que quiere decir que ha sido atravesada
Agua referidas a Venus (Fig. 36). Venus
por la lanza.
Tlahuizcalpantecuhtli tiene las mismas
La diosa Chalchiuhtlicue que era ataca-
características que en los paneles ante-
da por Venus en el Códice Borgia con
riores, a excepción del rostro, que aquí
respecto a las 13 variantes del signo La-
lleva una cabeza de perro, Itzcuintli,
garto, ahora es atacada por el astro en
signo vinculado con el Norte y el frío, y
el Códice Cospi, en la parte superior de
por lo tanto con la región de la oscuri-
la lámina 9, pero vinculada a los ciclos
dad.
venusinos que inician con el signo Ser-
El dios que es atacado por Venus en es-
piente, y dentro de un recinto de agua
te caso, en el Códice Borgia, es Cintéotl,
bien delimitado. En la lámina 11 del Có-
dios del maíz, el mismo que es atacado
dice Borgia, Chalchiuhtlicue es regente
en el panel de las trece posibilidades del
del signo Cóatl (extremo inferior de la
signo Lagarto, en los códices Vaticano B
figura 35). Además de que rige este
y Cospi. Lo sabemos por el tocado que
signo, porta el yelmo de cabeza de ser-
porta, con mazorcas de maíz por encima
piente en las láminas 11, 14, 17, 24, 26,
de un yelmo en forma de cabeza de ave.
57, y 65 del mismo códice, así como una
El dios se encuentra desnudo como los
serpiente
dioses que han sido atacados en los pa-
bicéfala
como
nariguera.
111
Fig. 35. Detalles de las láminas
54, 81 y 9 de los códices Borgia
(1898), Vaticano B (Anders, Jansen y Reyes García, 1992a) y
Cospi (1971).
Fig. 36. Detalles de las láminas 54, 82
y 10 de los códices Borgia (1898), Vaticano B (Anders, Jansen y Reyes García, 1992a) y Cospi (1971).
112
neles anteriores, y también tiene los ojos
Tezcatlipoca, sino a un águila, la cual
cerrados.
también ha sido flechada al frente, mien-
Por debajo del dios, vemos rectángulos
tras que de su espalda surge un chorro
con franjas que pueden semejar sem-
de sangre.
bradíos, dos son de color gris oscuro
En la parte superior de la lámina 10 del
con líneas anchas y delgadas negras, y
Códice Cospi, Tlahuizcalpantecuhtli apa-
uno más es ocre, con las mismas líneas.
rece representado de la misma manera
Por encima de éstos, vemos dos mazor-
que en los paneles anteriores del mismo
cas de maíz reventadas a la mitad,
códice, sólo que aquí su rostro y cuerpo
mientras que seres semejantes a gusa-
son amarillo oscuro. En este caso, el
nos blancos con escamas o signos en
dios ataca una montaña en su parte
forma de «u» rojos, parecen extraer el
central, en donde la herida la ha partido,
interior de las mazorcas que es blanco
atravesando también un corazón, como
también, con puntos rojos. Un gusano
si éste perteneciera a la montaña. Por
en particular parece extraer la misma
detrás de la montaña emerge un chorro
substancia del dios del maíz.
de sangre, mientras que un chorro de
En el Códice Vaticano B, en la lámina
agua surge de su parte inferior. En la
82, Tlahuizcalpantecuhtli, tiene las mis-
herida causada por la lanza, vemos, co-
mas características de las láminas ante-
mo decíamos, un corazón y un chorro
riores en el mismo códice. Ha atacado a
de sangre, pero también emerge una
una montaña con su lanza, por la parte
sustancia que tiene prolongaciones ha-
delantera, mientras que el chorro de
cia arriba, coronadas en sus puntas con
sangre de la herida surge por la parte
plumones y pares de cintas. La sustan-
trasera, como si la montaña hubiera sido
cia color amarillo oscuro, tiene dibujos
atravesada. De la parte inferior de la
de espirales a línea, probablemente pa-
montaña, emerge un chorro de agua, lo
ra indicar que se trata de una masa.
que nos recuerda al segundo panel del
La montaña de color verde oscuro, en la
Códice Borgia, en la lámina 54, con res-
mayor parte de su superficie, tiene un
pecto al signo Serpiente, sólo que por
casquete en su punta, de forma inclina-
encima de la montaña no vemos al dios
da, indicando que se trata de una mon113
taña antigua o anciana, encorvada, co-
Frente al dios vemos la figura de un
mo la montaña de la que salieron los az-
hombre con una corona semejante a la
tecas al inicio de la Tira de la Peregrina-
corona mexicana, lo que lo identifica con
ción, en Aztlán Cohuatepec, el cerro en-
la nobleza. Está sentado sobre un banco
corvado del lugar de las garzas.
trípode y una piel de ocelote, probable
variación del teoicpalli, frente al dios.
Descripción iconográfica de las trece
Tiene los ojos cerrados, está semi-
posibilidades del signo inicial Caña o
hincado, tiene los brazos flexionados, y
Carrizo
cabellera negra larga de Tezcatlipoca.
En la lámina 54 del Códice Borgia ve-
Vemos también, una probable quemadu-
mos en el rectángulo grande del lado
ra (brotan volutas y lenguas de humo) al
superior izquierdo, las trece posibilida-
centro del teoicpalli a la altura del tobillo
des del signo Caña o Carrizo referidas a
del noble. Los recipientes de ofrendas
Venus (Fig. 37). En esta lámina, Venus
frente a la figura han sido probablemen-
Tlahuizcalpantecuhtli tiene característi-
te reventados por el humo o el vapor ne-
cas muy similares al Venus de la página
gro brillante.
53, lleva la pintura corporal del torso, ci-
En la lámina 83 del Códice Vaticano B,
citlallo, negra con plumones blancos,
la escena es muy semejante. Tlahuizcal-
porta el anáhuatl u ojo de Tezcatlipoca
pantecuhtli hiere con sus dardos un
como pectoral, la pintura corporal del
trono, mientras que el noble se encuen-
sacrificado huahuantli, sobre fondo ama-
tra agazapado en una esquina. En el
rillo, tiene el rostro cubierto por la cabe-
Códice Cospi, lámina 11, la escena es
za de un conejo, Tochtli, signo vinculado
semejante, sólo que aquí sobre el trono
con el Sur y la Luna, con el pulque y la
vemos un sol que ha sido flechado. Este
fertilidad, también porta el patzactli, to-
sol tiene centro de chalchíhuitl así como
cado en forma de cresta de plumas de
hace referencia al fuego o al calor del
cola de pavo recortadas de la punta, su
sol con sus rayos. Un colibrí aparece en
cabellera es ígnea o amarilla, tzoncóztic,
la escena acercándose al trono. Tlahuiz-
lleva el átlatl o lanzadardos y el yaóyotl o
calpantecuhtli presenta pintura facial y
conjunto de armas de guerra.
corporal amarillo oscuro.
114
Fig. 37. Detalles de las láminas
54, 83 y 10 de los códices Borgia (1898), Vaticano B (Anders,
Jansen y Reyes García, 1992a)
y Cospi (1971).
Descripción iconográfica de las trece po-
Movimiento, es hacia un conjunto de ar-
sibilidades del signo inicial Movimiento
mas de guerra yaóyotl, compuesto de
En la parte superior izquierda de la lámi-
escudo o chimalli y conjunto de flechas
na 54 del Códice Borgia (Fig. 38), vemos
o tlacochtli. De la misma manera que en
a Tlahuizcalpantecuhtli con las mismas
los casos anteriores, la lanza del dios ha
características de los paneles anteriores
provocado una herida por la que brota
en el mismo códice, sólo que aquí tiene
un chorro de sangre. Por encima del
el rostro blanco, con mandíbula descar-
conjunto de armas, vemos una cabeza
nada, ojo concéntrico y ceja de muerto,
de águila, al parecer arrancada, por las
además del agujero para el tzompantli
terminaciones irregulares que tiene en el
en la sien, como el Tlahuizcalpantecuhtli
corte del cuello.
asociado al signo Serpiente en el Códice
El conjunto de armas se encuentra por
Cospi.
encima de una superficie amarillo oscu-
El ataque del dios en el Códice Borgia,
ro, con pequeñas líneas que forman la
con respecto a las variaciones del signo
textura de pasto seco. En el flanco supe115
Fig. 38 Detalles de las láminas
54, 84 y 11 de los códices Borgia (1898), Vaticano B (Anders,
Jansen y Reyes García, 1992a)
y Cospi (1971).
rior de la superficie, vemos partes en las
armas.
que la tierra se ha reventado, haciendo
En la lámina 84 del Códice Vaticano B
que broten ensanchándose, masas de
(Fig. 38), Tlahuizcalpantecuhtli tiene las
tierra negra abombadas. Del lado iz-
mismas características que en las lámi-
quierdo del conjunto de armas, frente al
nas anteriores del mismo códice, sólo
espectador, vemos una serpiente color
que aquí ha herido a un jaguar por la
ocre o amarillo muy oscuro. La cabeza
espalda y un chorro de sangre brota de
se ha separado del cuerpo, como si se
la herida, mientras que otro chorro brota
hubiera tronchado, por las partes irregu-
por el frente del jaguar, como si éste hu-
lares que muestran los cortes. Junto al
biera sido traspasado. El jaguar voltea el
cuerpo de la serpiente vemos una espi-
rostro hacia el dios como si hubiera sido
ral negra, como si se tratara de una lom-
sorprendido.
briz enroscada. Otro dibujo similar se
En la parte inferior de la lámina 11 del
encuentra del otro lado del conjunto de
Códice Cospi (Fig. 38), también es un
116
jaguar quien ha sido atacado, justo en el
Organización del Tonalpohualli en co-
corazón, por Tlahuizcalpantecuhtli. Sólo
lumnas de 4 días para 5 rumbos cós-
que aquí, el dios aparece nuevamente
micos
pintado todo de color verde oscuro como
Un último argumento en torno al carác-
en el primer panel. El jaguar porta en
ter venusino de los códices Borgia, Vati-
una de sus patas delanteras otro cora-
cano B y Cospi, es el ya elaborado por
zón. Además, tiene un peluquín de plu-
Seler (Seler, 1980, Vol. II:11-13) y reto-
món prensado como el que porta el dios
mado por Anders, Jansen y Reyes Gar-
y que le sirve de base a su penacho de
cía (Anders, Jansen y Reyes García,
plumas de cola o de pata de pavo. Del
1992a:167-174), que señala la diferen-
peluquín del jaguar, únicamente sobre-
cia entre la organización en columnas
sale un conjunto de dos plumas de ala
de cinco signos del Tonalpohualli en las
de águila que parten de un plumón, y
ocho primeras láminas de los códices
sobresalen a su vez de las plumas de
que estamos analizando, y la posibilidad
águila, lo que parece ser, dos plumas de
de otra organización del Tonalpohualli
quetzal.
en columnas de cuatro signos, que daría
Todas estas imágenes muestran el ata-
por resultado un total de 65 columnas y
que del dios del lucero matutino hacia
la concepción de un quinto rumbo del
los elementos agrícolas, ya sea el agua
Tonalpohualli, el del centro. Esta nueva
que parece originarse en el mar, en don-
distribución haría que las trecenas se
de se encuentra la diosa Chalchiuhtli-
desplazaran de tal forma, que las trece-
cue, o el agua que emerge de la monta-
nas que iniciaban con un signo de la
ña, o bien, los cultivos en donde el dios
misma orientación, ahora se alternarán.
del maíz es herido. Tlahuizcalpantecuhtli
Por ejemplo, la quinta trecena que em-
parece tener una influencia nefasta tam-
pieza con un signo del Este, 1 Caña o
bién en el lugar en donde moran los se-
Carrizo, ya no se colocaría por encima
res humanos, tanto en el trono, como en
de la primera trecena 1 Lagarto en el
los implementos de guerra.
primer cuarto del Tonalpohualli, sino que
se desplazaría para iniciar un quinto
rumbo, de manera que la sexta colum117
na, que iniciaba con un signo del Norte,
Las primeras cinco trecenas sobrepues-
1 Muerte, ahora se coloque por encima
tas pertenecen al rumbo cósmico del Es-
de la trecena 1 Lagarto, con lo que em-
te. Las segundas cinco trecenas sobre-
piezan a alternarse las orientaciones
puestas pertenecen al rumbo cósmico
cósmicas de las columnas, de manera
del Norte, así como las terceras cinco
que, en cada columna veremos alternar-
trecenas corresponden al Oeste, y las
se un signo del Este, otro del Norte, otro
últimas cinco trecenas corresponden al
del Oeste, y uno más del Sur. Curiosa-
Sur.
mente, los signos de la columna con la
En las secciones de láminas vinculadas
que empezaría el quinto rumbo, serían 1
a las Cihuateteo y a los Ahuiateteo, es
Caña del Este, 1 Pedernal del Norte, 1
incuestionable la orientación del Oeste y
Casa del Oeste y 1 Conejo del Sur, sig-
del Sur del Tonalpohualli, puntualizando
nos que portan los ciclos solares de 365
la asignación de todas y cada una de
días, signos de los años referidos al Sol,
sus trecenas respecto de los nombres
y a los ciclos agrícolas que durante la
de las diosas y de los dioses. Lo que
atadura de 52 años, tendrán cada uno
fundamenta el argumento de que cada
trece variaciones o trece numerales, res-
uno de los veinte signos de los días tie-
pecto a uno de los cuatro rumbos cósmi-
ne una orientación cósmica.
cos.
El hecho de que los signos portadores
de los años: Caña o Carrizo, Pedernal,
Resultados
Casa y Conejo, refieran un rumbo cós-
Los códices Borgia, Vaticano B y Cospi
mico y que se encuentren dentro de la
presentan una organización semejante
columna
al desplegar un Tonalpohualli de 260
pohualli, es un argumento más, a favor
días en sus primeras ocho láminas. Ca-
de la idea de que cada signo de los días
da dos láminas de esta sección, mues-
tiene una orientación cósmica.
tran cinco hileras de trecenas de días
En las láminas 46 a 50 del Códice Dres-
sobrepuestas, con una misma orienta-
de, los signos de los días del tzolkin, o
ción cósmica, separadas entre sí por
calendario maya de 260 días, aparecen
tres trecenas en el orden secuencial.
vinculados a un rumbo cósmico, tenien118
correspondiente
del
Tonal-
do un paralelo con los signos de los días
de que los signos del Este adquieren
del Tonalpohualli en el Altiplano Central,
una importancia fundamental en el To-
respecto del rumbo cósmico opuesto pe-
nalpohualli organizado de esta manera,
ro en el mismo eje cósmico, ya sea Nor-
pues con ellos da inicio la primera co-
te-Sur o Este-Oeste.
lumna.
Cada signo de los días tiene una orien-
Las características iconográficas de Ve-
tación específica, por lo que enfatizamos
nus lo vinculan, por una parte, de mane-
que los signos Lagarto, Serpiente, Agua,
ra incontestable, con el número cinco,
Caña o Carrizo, y Movimiento, corres-
como lo muestra el quincunce de su ros-
ponden al Este, lugar de las salidas dia-
tro, con la oscuridad, el frío, la muerte y
rias del Sol y de Venus cada ciclo de
los cuerpos óseos, manera iconográfica
584 días durante 243 días aproximada-
en que se conciben los astros. Con su
mente. Por lo que las secciones de los
corona de plumas de pata o de cola de
ataques de Venus refieren únicamente
pavo, negras con punta blanca, vemos
dichas salidas en el Este, especificando
su carácter nocturno. Con su anillo pec-
secuencias sinódicas en el orden de los
toral en forma de ojo anáhuatl que gene-
signos Lagarto, Serpiente, Agua, Caña o
ralmente porta Tezcatlipoca, vemos su
Carrizo y Movimiento, que son al mismo
vínculo con este dios nombrado también
tiempo secuencias de cinco ciclos venu-
bajo el difrasismo yohualli-ehécatl, no-
sinos correspondientes a ocho ciclos so-
che-viento, así como otras característi-
lares de 365 días cada uno.
cas no tan relevantes, pero importantes
Un argumento más en torno a la impor-
que lo vinculan con el dios del fuego por
tancia de los ciclos venusinos en los có-
su pintura facial, o con los dioses caza-
dices Borgia, Vaticano B y Cospi, es la
dores, por su pintura corporal de sacrifi-
datación que de los almanaques venusi-
cado, huahuantli. Así como con el dios
nos hace Victoria Bricker para la época
Quetzalcóatl, del cual es avatar.
del Postclásico con respecto a la cerámi-
En la descripción iconográfica de las tre-
ca policroma de la región Tlaxcala-
ce posibilidades del signo inicial Lagarto,
Puebla, comprobando la eficacia y rele-
pudimos observar como éste lanza sus
vancia de dichos almanaques, además
dardos hacia la diosa del agua, el dios
119
del maíz, o la diosa de la tierra, en el
vincula con el Oeste lugar del nacimien-
rumbo del Este, lugar en el que, con res-
to, del descenso, del Tamoanchan,
pecto a México, se encuentra el mar
siempre dentro de la cruz cósmica en el
océano Atlántico, correspondiendo por
rumbo del Este.
otra parte, de acuerdo con los tránsitos
A pesar de hacer una descripción icono-
venusinos cada ocho años solares, a las
gráfica de las trece posibilidades del
salidas del astro a mitad del año solar,
signo inicial Caña o Carrizo, sólo encon-
en el mes de junio, en el solsticio de ve-
tramos coherencia con respecto al rum-
rano.
bo cósmico del Sur, en el hecho de que
Con respecto a la descripción iconográfi-
Venus porta en este caso, una máscara
ca de las trece posibilidades del signo
de Conejo, signo del Sur.
inicial Serpiente, vimos como éste se
Con respecto a las trece posibilidades
involucra con el dios del Norte Tezcatli-
del signo inicial Movimiento, vinculado
poca, aún dentro del mismo rumbo cós-
con Venus y que correspondería a la re-
mico del Este, lugar de la salida heliaca
gión del Centro, hemos encontrado úni-
de Venus, como si se tratara de una
camente que las salidas correspondien-
cruz cósmica, dentro del mismo rumbo
tes se llevarían a cabo en el mes de oc-
del Este. En este panel Tlahuizcalpante-
tubre, fecha cercana al equinoccio de
cuhtli aparece como un Venus-Tecólotl,
Otoño, y por lo tanto, al centro que mar-
correspondiendo a las primeras salidas
caría un calendario de horizonte.
heliacas de Venus al inicio del año, en la
Un último argumento a favor del carácter
temporada más fría, sin duda asociada
venusino del Tonalpohualli en los códi-
con el frío del Norte en el solsticio de in-
ces Borgia, Vaticano B y Cospi, es el
vierno.
hecho de que, si la organización de éste
El análisis iconográfico que hicimos de
no fuera en columnas de cinco con res-
Tlahuizcalpantecuhtli-Venus con respec-
pecto a cuatro rumbos cósmicos, sino
to a las trece posibilidades del signo ini-
de columnas de cuatro signos con res-
cial Agua, nos muestra que con su más-
pecto a cinco rumbos cósmicos, la orien-
cara de perro, atacando al dios del maíz
tación cósmica de los días variaría, sien-
Cintéotl y a las montañas del origen, se
do no sólo signos de una misma orienta120
ción, sino signos que alternarían su
México.
orientación, pero que representarían los
cuatro rumbos cósmicos: Este, Norte,
1992b Los Templos del Cielo y de la Os-
Oeste y Sur, siendo los rumbos con los
curidad: oráculos y liturgia, libro
que se clasifican los ciclos solares de
explicativo del llamado Códice
365 días y que sólo con 4 signos pueden
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